Historia del municipio Consolación del Sur (provincia de Pinar del Río)


Historia del municipio Consolación del Sur (provincia de Pinar del Río)
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Escudo de Consolación del Sur.JPG
Cronología
Comunidades aborígenes
Principales lugares de asentamiento de las comunidades aborígenes
Etapa colonial (1492–1898)
Fundación de la Villa
Luchas independentistas
Primera ocupación norteamericana en Pinar del Rio
República Neocolonial (1902–1958)
Luchas revolucionarias
Revolución en el poder
Transformaciones económicas y sociales

Historia del municipio Consolación del Sur (provincia de Pinar del Río). Posee una rica historia que comienza con los asentamientos aborígenes establecidos en el territorio y llega hasta la actualidad, que incluye, además, las particularidades del periodo colonial, las luchas de independencia, características de la república, las luchas revolucionarias y el período de la revolución en el poder.

Comunidades aborígenes

Estos primeros pobladores del territorio más occidental, eran grupos nómadas que utilizaban las cuevas y otros refugios naturales como morada, esto hace que no se encontraran evidencias de construcciones inmuebles, con fines habitacionales o rituales pertenecientes a esta etapa.

Con posterioridad comenzaron a tener contacto con la región del poniente cubano las primeras expediciones procedentes de la civilizada Europa. Tiempo después quedó extinta la raza aborigen en el territorio, así comenzó un largo período de descontrol colonial y desdoblamiento para la región.

Principales lugares de asentamiento de las comunidades aborígenes

  • Cantera Sitio Peña en Arroyo de Agua: por sus condiciones naturales fue propicia para la permanencia de aborígenes; Cueva El Quinco I en Arroyo de Agua: las excavaciones científicas y el estudio preliminar de los indicadores arqueológicos existentes en ese lugar, revelan que esta cueva fue utilizada probablemente a comienzos de esta era (hace más de 2000 años) por grupos aborígenes con nivel de desarrollo mesolítico, es decir los conocidos en la historia de Cuba como Siboneyes o Guanahatabeyes, o pescadores–recolectores; Finca San José: es el nombre que se ha registrado para un hallazgo arqueológico indicador de un sitio de primera magnitud de comunidades mesolíticas, ubicado a unos 10 kilómetros al sureste de Puerta de Golpe.
  • Playa El Guanal, situada al sur del municipio, donde las muestras que allí se han encontrado demuestran la existencia de aborígenes en terrenos que han sido ocupados por el mar debido al ascenso del nivel del océano; En Cayo El Toro, El Guado, situado en los límites de Consolación del Sur con Pinar del Río y Viñales.. [1]

Etapa colonial

La ocupación del espacio territorial de Consolación por los colonizadores fue uno de los más dinámicos de la región de Vueltabajo, destacándose la mercedación del sitio Nuestra Señora de Consolación a Pedro López Sosa en enero de 1569; la Herradura a Ambrosio Hernandez, en enero de 1571, solicitado en parte posteriormente por Juan de Rojas. Otras mercedaciones se otorgaron a diferentes personas en esa segunda mitad del siglo XVI, completándose la distribución del espacio territorial en el siguiente siglo. [2]

La ganadería constituyo la actividad económica principal, aunque existen evidencias del cultivo del tabaco desde el siglo XVII, que paulatinamente va adquiriendo mayor importancia durante el siglo XVIII, acompañado de la presencia de vegueros a orillas de los principales ríos del territorio.

El primer intento civilizador para la región corrió a cargo del cura Diego Evelino de Compostela en 1690. En el punto conocido por la Hacienda Nuestra Señora de Consolación y Corral San Pablo, propiedad de Don Pedro de Cárdenas y de Vara, según aparece en la Escritura, de fecha 8 de diciembre de 1692 otorgada ante el escribano público de La Habana Don Cristóbal Valero.

Fundación de la Villa

De 1690 a 1748, a través del tiempo comenzó la fundación del poblado, que se transformó desde las primeras décadas del siglo XIX, dotándose de capitanía pedánea en 1830 y de ayuntamiento en 1866. El título de villa fue aprobado por la reina de España el 21 de noviembre de 1879 y publicado en la Gaceta oficial el 29 de diciembre de ese año.

En 1760 la sencilla ermita era ya una iglesia. En sus alrededores y la Plaza se fueron edificando algunas viviendas y estableciéndose pobladores. Sus primeros moradores fueron los pertenecientes a la familia Cruz Vichot y a la de Don Eligio Pérez. La primera casa de vivienda de tabla y guano que se construyó fue propiedad de Dominga Peña y Díaz y estaba situada en el lugar que hoy ocupa el monumento a Miguel Cabañas.

Villa de Consolación

El nombre que tomó Consolación estaba en armonía con la función que llevaría el nuevo caserío, situado al centro de una línea imaginaria trazada desde La Habana hasta el Cabo de San Antonio, en cuya hospedería descansaban los viajeros agotados de su travesía desde o hacia La Habana.

La falta de conocimientos urbanísticos y topográficos de los pobladores de la Villa contribuyó a que la primera fundación fuera plantada en los terrenos bajos del noroeste de la actual villa consolareña. Por lo que a mediados del siglo XVIII los escasos pobladores que habitaban este territorio, se vieron obligados a ubicar el centro de urbanización en una zona más elevada, es decir, donde hoy se encuentra el actual Parque Dr. Antonio Ferrer Cruz.

La persecución desatada por el Capitán General Gregorio Calderón contra los vegueros de La Habana y sus alrededores, por no someterse a las exigencias de la Real Factoría del Tabaco, favoreció la emigración hacia Vueltabajo en 1717.

Cien años después, la autorización por parte de España para el cultivo del tabaco en toda la Isla en 1817, contribuyó a que en poco tiempo decenas de familias se trasladaran a la zona con el ánimo de cosechar y lucrar con la hoja de tabaco.

En los albores del siglo XIX, contaba la aldea con una población de 262 habitantes, de los cuales 70 eran esclavos africanos; estos últimos fueron aumentando en número y dispersándose por las zonas rurales, donde se dedicaban principalmente a la agricultura. En la hacienda de Río Hondo, propiedad de Manuel Díaz y Don Gonzalo, hubo una buena dotación de esclavos, una parte de ellos huyó y formaron un palenque en el lugar que hoy es conocido por el barrio El Palenque, también existían otras dotaciones de esclavos en las fincas Las Nubes, barrio Legua y en el barrio Santa Clara por nombrar algunos.

Entre 1815 y 1850 se aceleraron las mudanzas al pueblo de Consolación. A la localidad llegaron inmigrantes de Islas Canarias, España, de las vegas de La Habana y de otras regiones de la Isla. A su vez, el tabaco creó las riquezas necesarias para el despegue económico en la región.

Contaba este poblado en el año 1846 con 302 habitantes, cifra que disminuyo en 1858 a solo 129 personas, sin que se encontraran las verdaderas causas, cuando la jerarquía de Consolación como asentamiento urbano era superior a otros en Vueltabajo. Para esa fecha se concentraban en sus calles 4 tiendas mixtas, panadería, dos zapaterías, dos peleterías, tres sastrerías, tres billares, una carpintería y otras dependencias comerciales.

Para mediados del siglo XIX se reportaban en el partido de Consolación del Sur 559 vegas de tabaco, casi todas a orillas de los ríos Ajiconal, Hondo y Herradura. Las principales concentraciones de pobladores se encontraban en el poblado de Consolación y en los caseríos de Santa Clara, Rio Hondo, Herradura, Piloto y Alonso de Rojas.

En 1853 contaba con una población de 9291 personas, de ellos 4514 criollos, 224 canarios completando el cuadro poblacional personas naturales de otras regiones de España, y de África. [3]

Desde mediados del siglo los predios de Consolación se convirtieron en territorios disputados por fabricantes de tabacos, dueños de marcas y comerciantes en general que adquirían importantes tierras tabacaleras y controlaban la producción de sus magníficas vegas.

Entre aquellos poderosos fabricantes de tabaco se encontraban Jaime Partagas, con toda una obra edificada entorno a Piloto y las márgenes de Rio Hondo; Jane con el dominio de tierras y negocios de tabaco para procesas en su fábrica; Leopoldo Carvajal; González del Valle; y el alemán Human.

En todo este periodo sería de gran importancia el mejoramiento de la red de caminos para el movimiento de materias primas, productos manufacturados y personas, principalmente los que conducían hacia el embarcadero de Colon, principal vía de salida al mar, donde frecuentaban sistemáticamente las embarcaciones de la Compañía Naviera del Sur. Precisamente entre los propietarios que más contribuyó a preparar el camino principal en dirección a este activo embarcadero se encontraba Partagas, quien adquirió en La Habana un flamante puente metálico para ubicarlo en el rio Ajiconal en la zona de Marcos Vásquez.

En 1873 fueron designados los barrios de Arroyo Colorado, Alonso de Rojas, Ceje de Herradura, Colmenar, Herradura, Jagua, Lajas, Leña, Legua, Palenque, Pilotos, Río Hondo, Ruiz, San Diego de los Baños, Santa Clara, San Pablo, Soledad y Villa.

Más tarde, en 1878, cuando se dispone la creación de las provincias y los municipios, por Real Decreto de la Corona Española se divide el territorio del anterior partido en los municipios de Consolación del Sur, Alonso de Rojas y San Diego de Los Baños.

En 1862 funcionaron en Consolación del Sur, dos escuelas públicas: la escuela San José, para varones y Nuestra Señora de Consolación para hembras. También había una escuela privada, Nuestra Señora de la Caridad, para alumnos de ambos sexos. Alonso de Rojas contaba con la escuela Nuestra Señora de Guadalupe y la de Santa Rita.

En 1883 se establece la Sociedad de Instrucción y Recreo La Unión, centro recreativo de esta Villa. El estado de la educación en Consolación del Sur era desolador en los años finales del siglo XIX cuando los norteamericanos ocuparon nuestro territorio, pues el 63,9% era analfabeta y solamente el 5% de los niños asistía a las aulas, que eran muy limitadas en el territorio.

La primera orquesta o conjunto que Consolación del Sur tuvo fue la de un señor llamado Manuel Pino, que puso en moda una tonada llamada Yo te la encenderé en la década del 20 del siglo XIX.

La literatura pinareña tuvo sus antecesores en la consolareña a finales del siglo XIX, destacándose en esta manifestación el Dr. Eduardo Fontanilles y Badía, médico de profesión, autor de los libros Apología del Médico, Los Tres Grandes Problemas de la Humanidad y El médico de Campo. Todos fueron muy divulgados en su época.

Consolación del Sur contó también con doctores en Medicina y Cirugía como los nombrados: Lic. Don Antonio Suárez, Lic. Don José Orestes Cherconi, Lic. Don Francisco Pedrola, Lic. Don Eduardo Fontanilles, Lic. Don Ángel C. Calejo y Lic. Don Quintín Saavedra.

Durante la Guerra de los Diez Años no se conoce cambio alguno en el ejercicio de Medicina, no obstante, en el periódico local El ómnibus del 22 de noviembre de 1874, aparecen varios anuncios de personal vinculado a esta profesión: José Néstor Maceo informa que realiza toda clase de operaciones y curaciones de enfermedades venéreas con horario entre 12:00 y 4:00 PM en la calle de la iglesia en Consolación del Sur; aclarando que para los pobres era gratis.

Tres cirujanos dentistas se anunciaban también en la publicación: Alberto Salles, Ramón Maiñas y Pablo Pons.

A finales de 1878 se produjo en Consolación del Sur un gran acontecimiento médico– literario, al editarse un libro por la imprenta Casino con el nombre de Apología del Médico que recogía 39 artículos publicados en el periódico El Eco de Vueltabajo sobre el médico y su profesión.

Luchas independentistas

Cuando estalla en la zona oriental de Cuba la guerra de independencia el 10 de octubre de 1868, el sentimiento separatista tiene sus manifestaciones en la juventud consolareña, destacándose el joven Emilio Ubieta Mauri —aunque nacido en Trinidad, su infancia y juventud transcurrió en Consolación—, que a los 18 años se integró a las filas mambisas y murió en el Combate de Las Guásimas en 1874. Otro joven, José Antonio Rivera, que primero por sus ideas separatistas fue deportado a Ceuta, España en 1868 y en el 1895 se incorpora al Ejército Libertador, para caer heroicamente en combate en la zona de las Taironas.

Al finalizar la Guerra de los Diez Años, comienza el trajín electoral en la Villa y surgen los partidos Unión Constitucional (Conservador) y Los Autonomistas (Liberal) este último representado por Don Rafael Díaz Arrastía. Las ambiciones de mando, las intrigas, desembocan en el Grito de Baire, el 24 de febrero de 1895 que contó con la presencia de consolareños como: los hermanos Miguel, Ramón Cruz, Gaudioso Cruz y Pío Cruz; Ernesto Asbert, Francisco Alonso, Francisco Armando y José A. Rivera.

La mujer no estuvo apartada del proceso conspirador y organizaron un Club Patriótico, dirigido por la notable poetisa y maestra Carmen Saumell y Delfina O. Cherony. Ellas organizaban propaganda y recogían medicinas, alimentos y ropas que eran necesarias a nuestros mambises.

A la llegada de la gloriosa Invasión a Occidente, numerosos jóvenes se incorporaron a ella, entre los que se destacaron Ernesto Asbert, quien se sumó con un grupo de 119 hombres a su mando cuando el 9 de enero de 1896 la columna del coronel Antonio Núñez entró a la villa consolareña, más tarde peleó a las órdenes del general Antonio Maceo y después al mando de Máximo Gómez. Asbert alcanzó el grado de coronel y en la república fue Gobernador Provincial de La Habana.

También se sumaron otros jóvenes consolareños entre ellos: Alejandro Lazo, Domingo Hernández, Ramón Bravo, José Díaz, Cristino Abreu, Agapito Galíndez y muchos más.

Mención especial para la capitana Catalina Valdés, patriota insigne del; municipio, quien se incorporó a la guerra a la edad de 59 años junto a sus hijos y esposo, otra consolareña fue Paulina Pedroso, negra libre que emigró a Tampa y en su humilde hogar hospedó a José Martí.

Antonio Maceo pasó por Pilotos el 15 de enero de 1896 durante la invasión y a su regreso de Mantua permanece en este poblado los días 29 y 30 de enero.

El General Miró Argenter, en su libro Crónicas de la Guerra relata el ataque a la Plaza de Consolación del Sur por el General Antonio Maceo el 23 de mayo de 1896, quien determinó ir al asalto y preparó dos batallones de infantería, uno de ellos al mando del brigadier Pedro Díaz y otro dirigido personalmente por él.

Según cuenta en sus escritos el general Miró Argenter, el pueblo estaba defendido por unos 200 ó 300 voluntarios que ubicaron trincheras en las esquinas Martí y Ubieta, Antonio Concepción y Martí, al final de la calle Cruz–Vichot y en otras más.

En la panorámica de las luchas por la independencia debe recordarse por su crueldad la tragedia y provocación dirigida por el tristemente célebre general español en 1896–1897 que dispuso la reconcentración de las familias campesinas en las ciudades dictando este mando el 21 de octubre de 1896.

Puerta de Golpe fue una de las zonas más afectadas, donde las tropas españolas obligaron a los habitantes de este caserío a trasladarse a Consolación del Sur y le dan candela al poblado para evitar el apoyo de estos a los mambises. Una vez terminada la guerra regresan los pobladores y se concentran alrededor del paradero. Murieron producto de la reconcentración 5604 personas.

Numerosas acciones combativas se realizaron por el Ejercito Libertador en territorio de Consolación del Sur entre 1896 y 1898, tanto en la parte de las Alturas de Pizarras, como en la llanura, por donde transitaban frecuentemente unidades cubanas y correos que trasladaban desde Guanahacabibes armas, municiones y correspondencia

El 25 de abril de 1898 Consolación del Sur fue atacado por fuerzas cubanas del Sexto Cuerpo bajo el mando del mayor general Pedro Díaz, en una operación que abarcó varios poblados de la región. En el ataque se causaron bajas al enemigo y se obtuvieron recursos. [4]

Primera ocupación norteamericana en Pinar del Rio

Desde finales de 1898 se hace efectiva la ocupación del territorio por los interventores norteamericanos, lo que implicó la sustitución de las autoridades locales y el nombramiento de nuevos funcionarios de forma provisional. Los alcaldes designados fueron Miguel Hernández y Antonio Ferrer, pero en las elecciones del 16 de junio de 1900 fue electo Rafael Díaz Arrastía, ratificado en las nuevas elecciones municipales del primero de junio de 1901. [5]

Durante esos años se trabajó intensamente por los habitantes para recuperar la producción tabacalera, mejorar las condiciones de vida y la salud muy laceradas por la guerra y la Reconcentración de Weyler.

República neocolonial (1902–1958)

Comenzaba un nuevo periodo en la vida de los consolaremos, marcado por los conflictos políticos, la pobreza, la corrupción y otros diversos problemas que no pudieron ser resueltos a pasar del empeño de muchas personas honestas.

Intensas luchas políticas caracterizaron la realidad del territorio hasta 1958. Cada partido político trato de imponer la victoria de sus candidatos, mientras determinados líderes se adueñaron de escaños en el congreso y en las dependencias del poder local. Entre los más conocidos se encontraban los hermanos Wilfredo y Ramón Fernández., quienes desde los primeros años del siglo XX y hasta el fin de la dictadura de Gerardo Machado jugaron un papel inusitado en la política regional y nacional.

El partido Conservador domino en las elecciones locales durante tres décadas, reiterándose como alcaldes Alberto Bravo Suarez, Manuel Rodríguez y Antonio Ferrer. Derrotada la dictadura de Machado se designaron como alcaldes entre 1933 y 1935 Eleuterio Sainz, Casimiro Incera y Manuel Canellada. En las elecciones de 1940 fue electo alcalde por el partido Nacionalista Antonio A. Ferrer, quien estuvo hasta 1946 cuando dio paso al demócrata Pedro Díaz Venero. Los demócratas que ejercían el control de la alcaldía desde 1940 de imponen de nuevo en la parciales de 1950 con Marcelino Leal Díaz, sustituido por batista cuando dio el Golpe de Estado del 10 de marzo de 1952 por Enrique González, para cerrar el periodo el miembro de Acción Progresista Julio Fernández Pinelo. [6]

Para los consolareños, la proclamación de la República de 1902 tampoco significó un cambio radical en favor del desarrollo económico, y la realización de los verdaderos cambios sociopolíticos que había bosquejado José Martí, para el bien de todos los cubanos.

Todavía en 1902 los campos de Consolación del Sur no estaban recuperados completamente de los efectos de la guerra, sobre todo, de las consecuencias de la reconcentración ordenada por Valeriano Weyler. Únase a esto, que los colonialistas españoles no promovieron una agricultura diversificada, el tabaco continuaba marcando el ritmo de la economía local; mientras el resto de las producciones: el cultivo del maíz, boniato, frijoles, arroz entre otros, se desarrollaban en menor escala. A lo anterior debe añadirse, que el campesinado humilde debió soportar los estragos de aquella forma de producción heredada de la colonia: el latifundio; enormes extensiones de tierra estaban en manos de unas pocas familias o un individuo, que no mostraban interés en modernizar la producción en sus predios. Por el contrario, en ella trabajaban campesinos aparceros o precaristas que vivían en el mayor desamparo.

Debe añadirse, que, si la república de 1902 trajo a Consolación la doble explotación de terratenientes y burgueses nativos, el capital extranjero también hizo su parte, es el caso de la apropiación por parte de colonos norteamericanos de buena parte del territorio consolareño.

A partir de 1903 comienza a organizarse el movimiento obrero. Se organizaron primero en gremios y después por sindicatos. Entre estos se cuentan el Sindicato de Zapateros, que recibió la denominación de Unión Sindical de Zapateros y Similares de Consolación del Sur. Organización que se caracterizó por mantener una línea definida y firme en la defensa de sus afiliados.

Se destaca en esta etapa la Guerrita de Agosto de 1906. El 19 de agosto en la hacienda Hato de las Vegas —bien distante al sureste de la Villa consolareña— dio comienzo la revolución, siendo su caudillo el coronel del Ejército Libertador Faustino (Pino) Guerra, quien sumo una considerable tropa a sus propósitos de anular el acto fraudulento de Tomás Estrada Palma en las elecciones generales.

En 1910 se construyó en Piloto la primera Hidroeléctrica en Cuba, que aun genera energía eléctrica para el sistema nacional.

Poderosos capitales norteamericanos se asentaron en Consolación en estas primeras décadas del siglo XX, a prueba más evidente lo constituye el fomento de la colonia de norteamericanos en la zona e Herradura y la llegada de la Cuban Land Company con el propósito de dominar excelentes tierras para la producción tabacalera.

Las cifras oficiales de los censos muestran las precarias condiciones de vida de los habitantes de Consolación durante el periodo de la República Neocolonial , con un alto índice de analfabetismo, expresado en el censo de 1919 cuando solo asistían a la escuela en edad de menos de 10 años un total de 1120 niños y no asistían 10185 y contaba con el mayor número de personas mayores de diez años que no sabían leer ascendente a 12 682 habitantes, solo superado por el municipio de Pinar del Rio, aunque la población continúo creciendo esas cifras continuaron aumentando, como pone de manifiesto el censo de 1931. [7]

En el territorio se asentaron un considerable número de japoneses, que se consagraron para hacer producir la tierra y dejaron una marcada hulla con su laboriosidad y cultura. En el contexto de la Segunda Guerra Mundial como resultado de la alianza de Cuba con el bloque antifascista el gobierno de Batista detuvo y envió al Presidio político de Isla de Pinos a los hombres de esta comunidad.

Luchas revolucionarias

Entre 1930 y 1933, el territorio consolareño vive momentos muy tensos. El 12 de agosto de 1931 se produce en Piloto un levantamiento, con el objetivo de apoyar los desembarcos dirigido por el general Mario García Menocal y Carlos Mendieta. El jefe de la sublevación fue Alonso Miranda y el organizador Agustín Guerra. Ese día, a las cuatro de la madrugada, salieron de una finca conocida como La Ceiba 39 hombres, se dirigían Ceja del Negro. Al parecer, los soldados del régimen conocían de la maniobra, por lo que fueron emboscados y asesinados ocho campesinos del poblado de dicho poblado: Manuel Rodríguez, Pablo Cabrera, Dionisio García, Lorenzo García, José Morales, Arnelio Crespo y Francisco Fernández.

Con posterioridad al Asalto al Cuartel Moncada se crearon las primeras células del MR–26–7 (Movimiento Revolucionario 26 de Julio). En el mes de septiembre de 1955 se elige su dirección, resultando coordinador Danilo Crespo Crespo.

En junio de 1955, una vez concedida la ley de amnistía política que benefició a todos los encausados por los sucesos del 26 de julio, y haberse especificado por Fidel Castro que la lucha revolucionaria era el único y verdadero camino para derrocar el gobierno de Fulgencio Batista, se van realizando en el municipio los contactos con la militancia sana de la ortodoxia, y de otros grupos y sectores del pueblo, que simpatizaban con el nuevo proyecto revolucionario.

En el verano de ese mismo año el compañero José Suárez Blanco, dirigente de la Juventud ortodoxa en la provincia, visita Consolación del Sur, estableciendo coordinaciones con diferentes compañeros que podían integrar las células matrices del Movimiento 26 de Julio a este nivel. En estos contactos se determina que el compañero Luis Fernández Ruedas forma parte de la estructura de la Dirección provincial del Movimiento 26 de Julio, desempeñando el cargo de financiero.

Dada las condiciones en el mes de septiembre de 1955, en lugar aún no precisado, se constituyen a través de una reunión presidida por Francisco González Álvarez, miembro de la Dirección provincial del movimiento, la primera célula del movimiento revolucionario 26 de julio en Consolación. Quedando integrada por los siguientes compañeros: Coordinador, Danilo Crespo Crespo. Financiero, José Ramón Valdés Hidalgo. Propaganda, Felipe Lugo. Frente bélico, José A. Acosta.

En 1958 ya existían alrededor de 34 células del M–26–7 en los diferentes barrios de Consolación del Sur. En ellas se agrupaban más de 200 combatientes. El número de sus integrantes no era menor de seis ni mayor de diez compañeros. Además, había combatientes y colaboradores residentes en lugares donde aún no estaba creada la célula, que cumplían allí diversas tareas asignadas. La nominación de cargos de la célula matriz estaba en correspondencia con los frentes de lucha; igual sucedía con las células creadas en los barrios. En esa época el municipio estaba compuesto por 18 barrios, de ellos había precedencia del M–26–7 en la Villa consolareña, Entronque de Herradura, Puerta de Golpe, Entronque de Pilotos y en Leña. Según crecía la lucha en la zona oriental y en otros lugares del país, se fue ampliando la visión revolucionaria de los locales, que cada vez con mayor entusiasmo se incorporaban al movimiento, o brindaban apoyo dichos combatientes hasta el triunfo revolucionario del 1 de enero de 1959. [8]

Fueron figuras relevantes del proceso de lucha en este periodo Miguel Cabaña Perojo, expedicionario del Granma y René Anillo Capote, quien acompañara a José Antonio Echevarría en el año 1956 en la firma de la carta de México y constituyo uno de los más notables combatiente el Directorio revolucionario.

Revolución en el poder

Con la huida del tirano Fulgencio Batista, el triunfo revolucionario del Primero de Enero los consolareños al igual que todo el resto del país celebraron el Triunfo de la Revolución en las calles y ocuparon con efectividad todas las dependencias estatales y los cuarteles del ejército y la policía.

Durante el año 1959 comienzan las diversas medidas revolucionarias, entre ellas la puesta en práctica de la Primera Ley de Reforma Agraria, las nacionalizaciones, la campaña de alfabetización y la movilización popular para defender las conquistas ante los ataques del imperialismo y la acción de la contrarrevolución.

En septiembre de 1959 se constituye la llamada banda de los americanos Austin Young y Peter John Lambton, integrada por elementos de origen cubano y norteamericano; lo cual pone de manifiesto el apoyo directo de la CIA a la contrarrevolución en Cuba. En la lucha contra bandidos caen Juan Casanueva Rodríguez, Raúl Maqueira Torres, Cándido y Orlando Herrera Iglesias.

En esta etapa se destaca la presencia del comandante Ernesto Guevara de la Serna durante los acontecimientos de Playa Girón en 1961 y la Crisis de Octubre en 1962 .

Un paso importante en esta etapa lo constituye la formación del Partido Comunista de Cuba (PCC) a partir de 1963 desde las Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI), el Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba (PURSC) y el PCC desde 1965. Al igual que el gobierno partiendo del Comisionado, la Junta Central de Ejecución e Inspección (JUCEI), el Poder Local y los Órganos del Poder Popular en 1976.

Transformaciones económicas y sociales

Seria de vital importancia desde los primeros años de la revolución los planes de desarrollo agropecuarios impulsados con la estructuración de la zona de desarrollo PR1 y la organización del movimiento campesino y las cooperativas.

Se produce una profunda revolución en el campo de la salud, con las campañas de vacunación y la atención priorizada a la salud del pueblo, creándose las infraestructuras en centros de salud y la formación del personal técnico en esa esfera.

Es de destacar la colaboración internacionalista en diferentes países. En Angola caen 13 combatientes, 2 en Granada y 2 en Nicaragua.

El Periodo Especial determino la reducción drástica de los niveles de la actividad económica del territorio, principalmente en la producción agropecuaria, la industria y en la esfera de los servicios, manifestándose una recuperación a partir de 1994. Numerosas medidas fueron dispuestas en el territorio para enfrentar el Periodo Especial, donde estaban implicadas todas las dependencias estatales y empresas del territorio.

El programa refería igualmente la terminación de obras claves como la Micropresa El Tigre. Presa Río Hondo. Un sistema de Riego Fregat, una vaquería y una granja avícola en Alonso Rojas, además terminar la reparación de la carretera que conduce al sureño poblado. Construir Tres Consultorios del Médico del Familia. Dos naves de beneficio de papa. La Planta tratamiento El Tigre, y el Centro Integral Porcino 7 Hermanos.

El pueblo consolareño realizó grandes sacrificios, a partir de 1996 comienza la recuperación en la producción de arroz sembrándose un máximo de 1063,5 caballerías para 103 % de cumplimiento. De la misma forma ocurrió en la actividad pecuaria, la producción porcina y avícola, la citrícola. La campaña tabacalera recién finalizada en el municipio ese año alcanzó unos 92 957 quintales; 14 160 quintales más que lo alcanzado en la zafra anterior y 2100 por encima del plan…

Desde el año 1996 se apreció que el trabajo por cuenta propia se desarrollaba a buen ritmo, unos 1311 cuentapropista. Aumenta la actividad mercantil: las ventas en 1995 fueron $ 1.673 321 y en el 1996 de $2 362 255. La producción Mercantil se cumplió a un 102,9%, destacándose las empresas de Tabaco y Piensos con cumplimientos de 112,7% y 105,2% respectivamente.

Ya para el año 2000 eran evidentes los cambios en la economía consolareña, teniendo como estandarte la producción de unos 81380 quintales de tabaco; 195,1quintales de arroz, 188 600 quintales de viandas; 353 400quintales de hortalizas; mientras la cifra de vacas en ordeño ascendió a 6473.2.

El municipio cuenta con dos áreas de salud, lo policlínicos Primero de Enero, con camas de hospitalización y el Cinco de Septiembre. Este complejo de salud abarca noventa consultorios médicos de la familia, la clínica estomatológica José Martí, el Centro Municipal de Higiene y epidemiología y la UEB Farmacia y Óptica. El sistema de salud municipal dispone de 301 médicos, 466 enfermeras, 475 tecnólogos y 76 estomatólogos. La tasa de mortalidad infantil fue de 1.1 en el año 2020. [9]

Es un municipio que ha alcanzado un gran desarrollo en todos los sectores y que celebró en 2019 el 140 aniversario del Otorgamiento del Título de Villa y celebró en el 2020 el aniversario 330 de su fundación.

El censo del año 2012 arrojo en el municipio una población de 88055 habitantes y 31516 viviendas. La población urbana era de 65,67 % y la densidad de población de 79,2 habitantes por km².

Según este estudio la superficie agrícola constituye el 75,4 % de la tierra firme, con un grado de utilización del 57,4 %. Los cultivos principales son: arroz, cultivos varios, tabaco, cítricos y frutales, mientras que a la superficie forestal constituye el 57,1 %. del área no agrícola.

Referencias

Fuentes

  • Alonso Alonso, Enrique y otros: La población más antigua de Pinar del Rio. Departamento de Arqueología del CITMA. Pinar del Rio .1990.
  • Archivo Nacional, Revolución de 1895, legajo 4, número 2056
  • Colectivo de autores: Síntesis histórica provincial. Pinar del Rio. Editorial Historia. 2012
  • Colectivo de autores: Pinar del Rio. Tan lejos de su pasado. Editorial Pueblo y Educación. La Habana 1986.
  • Delgado Villa, Antonio "Apuntes". Editora Política 1979.
  • Dollero, Adolfo: Cultura Cubana, la provincia de Pinar del Río y su evolución. La Habana, 1921.
  • Fernández Vera, Milagros y Julio Valdés: Los obreros pinareños. Breves apuntes para su Historia. Editora Política, La Habana, 1985.
  • García del Pino, César. “Carlos García. Comandante General de Vueltabajo”. Historia de Cuba. Editorial Ciencia Sociales. La Habana. 1990.
  • Giniebra Giniebra, Enrique y Juan C. Rodríguez Díaz: Ciudad de Pinar del Rio. Origen e historia. Editorial Loynaz.2019.
  • Gonzales Cabrera, Rolando: Herradura City. Ediciones Loynaz. 2006.---------. Centro Histórico Urbano Consolación del Sur. Museo Municipal de Historia, Consolación del Sur, 1995.
  • Riera Hernández, Mario. Cuba Política 1899-1955. Imprenta Modelo SA. La Habana 1955.
  • Tabares del Real, José A. Guiteras. Editorial Ciencias Sociales. La Habana 1990.
  • Nomenclátor Comercial Agrícola e Industrial, Artes y Oficios. Diccionario General para la Isla de Cuba 1883-1884. Primara Serie. Centro Editorial de Morelos y Julí. La Habana,1883.
  • Pezuela, Jacobo de la: Diccionario Geográfico Estadístico Histórico de la Isla de Cuba. Imprenta de Mellado, Madrid,1865- 1866.
  • Pichardo, Esteban: Geografía de la isla de Cuba. Junta de Fomento. La Habana, 1854.
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  • Weyler Nicolás Valeriano. Ni mando en Cuba. Imprenta de F. González Roja. Madrid 1910-1911.