Historia del municipio Imías (provincia de Guantánamo)

Historia del municipio Imías (provincia de Guantánamo)
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Cronología
Etapa prehistórica
Etapa colonial (1492–1898)
Situación económica a mediados del siglo XIX
Manifestaciones de la Guerra Grande
Guerra Necesaria
Período de Ocupación Militar Norteamericana (1899–1902)
República Neocolonial (1902–1958)
Evolución de Imías (1902–1952)
Constitución del Movimiento 26 de Julio
Ataque al Cuartel de Imías
Toma de Imías
Revolución en el poder
Transformaciones en el territorio
Reacción contrarrevolucionaria
Período Especial

Historia del municipio Imías (provincia de Guantánamo) La historia de este municipio abarca desde las poblaciones aborígenes hasta la Revolución en el poder. La existencia de aborígenes en el municipio Imías, corresponden a los períodos del Mesolítico medio y Neolítico tardío.

La etapa colonial se cargó de hechos y acontecimientos sociales a partir del siglo XIX, poco antes del inicio de la guerra iniciada el 10 de octubre de 1968. El 11 de abril de 1895 fue testigo del desembarco de José Martí y el generalísimo Máximo Gómez con 4 patriotas más por Playitas de Cajobabo, dejando para la historia local y nacional 4 lugares significativos.

Esta localidad fue escenario de las acciones de la Huelga general del 9 de abril de 1958 con el ataque al cuartel de la tiranía donde perdió la vida el capitán Ciro Frías Cabrera.

Imías está situada al sur de la provincia Guantánamo. Cuenta con una extensión territorial de 527,48 kilómetros cuadrados, que representa el 11,8 % del total provincial. El municipio limita al norte con la zona montañosa de Baracoa; al sur con el Mar Caribe, que baña sus costas por la parte meridional; al este con el municipio Maisí y al oeste con el municipio San Antonio del Sur.

Antes del triunfo de la Revolución formó parte de la jurisdicción de Baracoa. Durante el período 1960 hasta 1968 se denominó Seccional Ciro Frías Cabrera. A partir de ese último año y hasta 1975 existían en el actual territorio cuatro regiones: El Jobo, Los Calderos, Yacabo Arriba e Imías; hasta que entró en vigor la nueva División Político Administrativa de 1976.

Etapa prehistórica

Pinturas encontradas en asentamientos aborígenes en Imías

El estudio de la arqueología en Imías comenzó a principios del siglo XX. En 1914 el arqueólogo norteamericano Mark R. Horrington excavó y exploró cuevas en la zona. Hicieron un reconocimiento del distrito Imías detrás de Cajobabo y determinaron la existencia de un asentamiento de pueblo que prometía buenos resultados con un terraplén situado en Veguita a orillas del Río Jojó, seis millas más arriba de su desembocadura. Después de realizar allí una ligera excavación lograron obtener una porción de vasija decorada, incluyendo una casi completa con otros objetos todos pertenecientes a la cultura Taína.

En 1945, Jesús Colmenares se dedicó a hacer excavaciones en sitios arqueológicos en toda la costa, desde Baracoa por el este, hasta Imías, y colectó gran número de objetos valiosos los que cambió por medicinas en Baracoa.[1] En 1960, donó las piezas que le quedaban al Museo Provincial Emilio Bacardí Moreau de Santiago de Cuba

En 1969 se creó en Imías el club Cacique Guamá, que se dedicó a la arqueología y la espeleología. Con su trabajo se localizaron los sitios de la Cueva del Indio, Los Corrales, Los Calderos, Tío Pancho, la Vega de Yacabo Arriba, Yacabo Abajo y un cementerio. En 1978 se desintegró este club, dando todos sus hallazgos al Museo Municipal de Imías 11 de Abril, instalación que continuó el trabajo de arqueología y estudio de estos sitios y la localización de otros como: La Vega de Graciano, El Jagüey, La Vega de Nené, La Vega de Santo, y la Vega de Pepe.

En 1970, Andrés Noa Moreno, vecino de Imías, bajo el control del Museo Metropolitano de la Universidad de La Habana, comenzó a explorar toda la zona costera, desde Imías hasta Maisí. Su trabajo consistió en ubicar sitios arqueológicos para facilitar el trabajo de los investigadores, quienes hicieron varias trincheras en el sitio de La Chivera, encontrando hachas de piedras, sumergidores, objetos de cerámica y de conchas.

En 1970 fue descubierto un paradero preagroalfarero Cayo Redondo a unos 1500 metros de la desembocadura del río del mismo nombre, en el que se recolectaron dos percutores líticos, una gubia de concha, sílex laqueado y abundantes restos alimenticios de la fauna marina.

Los preagroalfareros, de acuerdo con la ubicación de los sitios se asentaron a orillas de los ríos Tacre, Imías y Yacabo Abajo, siempre en zonas bajas y de 0,1 a 5 kilometros del mar. En el mismo año 1970 el Doctor Felipe Martínez y Conrado Rojas encontraron un paradero taíno, en la margen de rió Jojó y colectaron: junta de hacha, cerámica, y sumergidores de redes.

En 1972, se descubrió el sitio Cajobabo 1 con muestras de asa de vasija, fragmento de cazuela decorada y no decorada, cuenta de collar olivas talladas y cortadas, pulidores líticos y abundantes restos alimenticios de la fauna malacológica terrestre y marina. De igual forma se localizó en Los Cerezos un sitio arqueológico con hachas petaloides, percutores y esferolitas.

La cultura agroalfarera (Taínos), mayoritaria en la región trabajaron con perfección la cerámica, la lítica y la concha; y practicaron la agricultura, combinada con la pesca, la caza, y la recolección, por lo que se encontraban en la etapa de la economía productiva, fase agricultores tardíos; ubicada en la variante cultural Maisí, comunidad gentilicia desarrollada según periodización del Dr. Guarch. Como particularidad se pueden citar la abundancia de restos alimenticios de la fauna y pocas evidencias de agricultura.

En Imías se cultivó la yuca amarga, para la elaboración del casabe: granos de maíz y la guáyara para extraer la fécula. Son testigos de estos cultivos, las evidencias encontradas tales como: hachas de trabajo, raspadores hechos de codoquias, escasos fragmentos de burén, morteros y majaderos, así como la planta de guáyara (casi extinta). Enrique Tabío expresó que:

«[…] Los aborígenes cultivaban por orden de importancia: la yuca, boniato (patatas), maíz, guáyara.»

En los sitios de Los Corrales y Veguita del Sur a pesar de las buenas condiciones climáticas, los agroalfareros no desarrollaron una agricultura en gran escala, que contrasta con la abundante riqueza encontrada de la fauna marina y terrestre, que demuestran la gran capacidad que tenían como pescadores, cazadores y recolectores. Si estos factores se relacionan con la existencia de grandes basureros de restos alimenticios de mamíferos, reptiles, moluscos, y la escasez de burenes, podemos llegar la conclusión de que había un ritmo en la caza, la pesca y la recolección, altamente productivo, con una agricultura alternada, en la que se utilizó más bien la técnica de montones (conucos), con el palo cavador o coa, el hacha de piedra y el fuego como medios básicos de subsistencia para el trabajo y la protección.

Dacal Maure argumenta que:

«En Cuba la concha viene formando parte de la vida cultural de sus habitantes desde hace más de 4000 años. En tan temprana fecha, las comunidades aborígenes se alimentaron y utilizaron las conchas en diversas formas haciendo de las mismas, artefactos […]»

En Imías según evidencias fueron utilizadas las conchas de Strombus giga, Cotacus, Coronáis, la Codoquia Orbiculares, entre otras. Fueron fabricadas de estas conchas cuentas de collar, cucharas terminadas y en proceso, raspadores, olivas talladas y cortadas, guamos, gubias, vasijas, martillos. En la elaboración de estos artefactos utilizaron las técnicas de rotura por percusión, fractura por percusión, la abrasión y el corte.

La cerámica encontrada en esta zona es de tipo chicoide y se caracteriza por rasgos como: superficie pulida, marcada, ocurrencia de asas moderadas; que en sentido general:

«[…] Se observan en el Oriente de Cuba ubicada al este de una línea recta que iría desde el Valle de Caujerí al sur, hasta la región de Moa al norte, caracterizando los sitios de mayor desarrollo cultural de […] los agroalfareros.»

En los sitios estudiados abundan los bordes redondeados y planos, asas de borbotinas, asa de tetón, etc. Los fragmentos de burén, son escasos con 2 y 2,5 cm. de grosor. Los fragmentos de vasijas son numerosos siendo gruesos y finos. La decoración es de diseños incisivos de líneas paralelas al borde, líneas rectas y profundas, puntos paralelos al borde, figuras ovales con puntos combinados en el interior, líneas perpendiculares, líneas oblicuas, cocción irregular, superficie lisa o granulosa color castaño oscuro, castaño claro, pardo claro, pardo oscuro, y rojizo, temperante compuesto por arenilla, concha triturada y mica.

Se emplearon estilos como el amasado, acordelado, engabe y fijación. Los modelos representan figuras zoomorfas y antropomorfas.

La industria de la piedra fue algo inseparable de las culturas aborígenes en general, siendo vecinos de las costas y muy buenos pescadores, utilizaron guijarros, con dos o cuatro escotaduras como sumergidores de redes, destacándose estos en Cajobabo y La Chivera; en cuanto a la utilización de sílex, abundan las lascas y astillas retocadas, perforadores y algunos núcleos.

La agricultura estuvo dotada de hachas de trabajos. Fundamentalmente en Yacabo Arriba se encontraron morteros y majaderos. No solo se empleó la técnica de la percusión y la devastación, también el pulido, lo demuestran los burenes y hachas ceremoniales encontradas. En los asentamientos hay muchas piezas en proceso de elaboración e instrumentos como: pulidores, desbastadores y percutores, lo que evidencia que fueron centros de producción.

El lenguaje de estos grupos culturales fue el aruaco procedente del sur América, y aún subsisten vocablos en el uso popular como:

  • cigua
  • conuco
  • cayuco
  • jícara
  • guayacán
  • jutía
  • casabe
  • güiro
  • guayo
  • cabuya
  • guacamaya
  • carey
  • cocuyo
  • jicotea
  • iguana
  • nigua
  • jaiba
  • bejuco
  • coa
  • canoa
  • Barbacoa
  • Batey
  • Curujey
  • Guano
  • Jaba
  • Guatíbere
  • Guabina
  • Chipojo
  • Majá
  • Cuaba
  • Yagrumo
  • Guaraguao
  • Chinchiguao
  • jagüey
  • ácana
  • manigua
  • hamaca
  • bohío
  • fotuto
  • managuaco


En cuanto a las costumbres funerarias se conoce por hallazgos de cementerios, ejemplo en Yacabo Abajo, que se hicieron enterramientos primarios y secundarios. Tuvieron manifestaciones religiosas, representadas por objetos como hachas ceremoniales, bolas líticas e idolillos de conchas.

Etapa colonial (1492–1898)

El proceso de conquista y colonización en Imías tuvo singular significación a partir de 1757 con la visita de Pedro Agustín Morell de Santa Cruz. Ocasión en que hace una breve descripción de las desembocaduras de los ríos, profundidad y utilidad navegable de éstos, distancias entre unos y otros puntos, paso importante para el reconocimiento y la importancia económica de la región.

Situación económica a mediados del siglo XIX

A mediados de esta centuria el territorio de Imías constituía el Partido de "Jojo", y pertenecía a la jurisdicción de Baracoa, departamento oriental, estaba dividido en cuartones y el principal cuartón lo atendía un capitán Pedáneo, los otros tres a cargo de tenientes. No existía iglesia.

En las 9 681 caballerías de tierra que medía su extensión no aparecían más que 780 pobladores, el 84% de la población provenía de Baracoa y se estructuraba en 210 blancos 530 libres de color y 40 esclavos que residían en unas 104 miserables viviendas, 5 de tablas y tejas, 90 de envarado y guano, y 9 de yaguas, repartidas en haciendas de crianzas y sitios de labor.

La mayoría de los habitantes se dedicaban a la ganadería. La población estaba dispersa. La fuerza de trabajo estaba constituida por los siguientes oficios: un capitán Pedáneo, tres tenientes, tres dueños de tiendas, 28 monteros y 177 agricultores, 6 mayorales, 195 dedicados a quehaceres domésticos para un total de 413 ocupados. Si analizamos la economía de este territorio podemos decir que este partido tenía 36 haciendas de crianzas y 108 sitios de labor que componían todas sus riquezas agrícolas.

Los productos eran: cera, maíz, miel de abeja, tabaco, plátano y las raíces alimenticias necesarias para el consumo de sus habitantes. La ganadería sumaba 2 210 cabeza de ganado vacuno, 333 caballar y poco más de 4000 de cerdos y otros.

«Los productos de todas sus riquezas agrícolas se calcularon oficialmente en 1862 en 25,250 pts.»

Alternaban en su comercio tres tiendas mixtas.

Manifestaciones de la Guerra Grande

Los antecedentes de los brotes independentistas en Imías, están vinculados al coronel mambí José Policarpo Pineda, Rustán. El primer jefe rebelde de la zona fue apresado en Baracoa en 1866. Al ser escoltado por una pareja de guardias hacia Guantánamo, escapó por las cuchillas de Veguitas y se internó en los montes de Imías, y para diciembre de 1868 se encontraba con su mujer, algunos hijos y cuatro o cinco hombres huyendo del Ejército Español en la zona comprendida entre Baitiquirí y Los Calderos. Se escondía en una cueva a unos 10 kilómetros del actual poblado de Imías, conocida hoy como la Cueva de Rustán.

En enero de 1869, Rustan y su pequeña guerrilla sorprendieron a una pareja de voluntarios en el barrio de Macambo a quienes desarmaron y les ocuparon los fusiles que portaban. A partir de entonces y durante siete meses la Sierra de Imías y la Sierra de Mariana, próxima a San Antonio del Sur se convirtieron en centro de operaciones bélicas y focos de conspiración anticolonialista.

En horas de la mañana del 1 de junio de 1869 en la playa Guardarraya, Partido de Jojó, se efectúo el desembarco de la Goleta Grephosht, expedición revolucionaria constituida por unos 40 combatientes, bajo las órdenes del estadounidense Golivar y del cubano Sariol. Estos fueron guiados por un vecino del lugar, llamado Pelegrín (confidente español) hasta el Hato de Macambo.

No tardó el enemigo español en saber del desembarco, lo que obligó a los expedicionarios a abandonar el lugar en forzosa retirada dada la proximidad en Yacabo Abajo, del punto militar español, dejando la mayor parte del cargamento en la playa.

El día 5 los expedicionarios se encontraron con la guerrilla de Rustán, éste tomó el mando del grupo y ordenó realizar una ruda caminata para frustrar la búsqueda enemiga. Los expedicionarios finalmente no acataron las orientaciones del experimentado guerrillero. Desafortunadamente los españoles no tuvieron compasión, y fueron exterminados, salvo los que fueron rescatados por Policarpo.

Los españoles, al conocer de la colaboración que le brindaron algunos vecinos de Yacabo Abajo a los expedicionarios, fusilaron a todo el que pasaba cerca del lugar del hecho, así como a otros que trabajaban en haciendas de crianzas cercanas.

Después de reorganizar las fuerzas, Rustán proyectó el levantamiento del Partido de Jojó, que se produjo el 25 de junio de 1869, con lo que logró incorporar a más de 80 hombres, incluyendo a Juan Laffita y Pedro Calderín. Ejecutaron varias acciones armadas, entre ella la destrucción de las propiedades del capitán del partido y el local que ocupaban los voluntarios en la zona.

El 26 de junio de 1869 en el camino de las cuchillas de Arroyo de Jojó se realizó una importante acción contra una columna enemiga que comandaba el teniente gobernador de Baracoa, Julián Clemente González, los peninsulares, según parte de los españoles sufrieron cinco bajas, y los revolucionarios tres muertos y dos prisioneros. Rustán continúo operando en la zona contra los voluntarios.

Durante la Campaña a Guantánamo y después de realizar acciones combativas en la costa norte de Baracoa, en octubre de 1871, Antonio Maceo, al mando de 335 hombres se presentó de manera sorpresiva en "Jojó", donde ocupó armas, municiones y ropas. Al siguiente mes, de regreso a su campamento en las montañas de Imías, combate en Yacabo Arriba, reduciendo a cenizas la hacienda de Palenque.

Los insurrectos de Imías siguieron operando, y en 1875 se produjo una ola de enfrentamientos en todo el territorio, caracterizada por varios combates: del 16 al 20 de agosto de 1875, los de Imías, Macambo, Los Pozos, Manaca Arriba, Veguitas del Sur y Yacabo Abajo. Este último combate se produce en el fuerte, punto militar estratégico español, y aunque los insurrectos tuvieron varias bajas, ocuparon comidas y armamentos que fueron trasladados para el campamento de Yacabo Arriba.

La Guerra de los Diez Años culminó en 1878, sin alcanzar los dos objetivos por los que los cubanos decidieron ir a la guerra: la independencia y la abolición de la esclavitud. En 1886, fue dada la libertad a los esclavos; la patria continuaba bajo el dominio español y los revolucionarios, mejor preparados, entre 1878 y 1895, realizaron varios intentos por continuar la lucha hasta ser independientes.

Guerra Necesaria

Desembarco por Playita de Cajobabo

Martí durante el desembarco

Con el reinicio de la lucha por la independencia el 24 de febrero de 1895, llegaron a Cuba por la parte más oriental, los principales jefes de la Revolución. El 1 de abril, se produjo el Desembarco por Duaba de Antonio Maceo, Flor Crombet y otros expedicionarios; y el 11 del mismo mes, por la Playita de Cajobabo desembarcaron José Martí, el generalísimo Máximo Gómez, los generales Ángel Guerra y Francisco Borrero, el coronel Marcos del Rosario y el Capitán César Salas.

En la marcha, de madrugada, se internaron en terrenos abruptos ladeando la base de una loma que los condujo a Cajobabo, donde detienen la marcha y Marcos del Rosario en misión de exploración, encontró una casa, que resultó ser de la familia Leyva, quienes les informan de la situación española en la zona, y encuentran protección y alimentos.

En la mañana del 12 de abril de 1895, salen del bohío de los Leyva, y en la travesía llegan a la casa de José Mesón [2] que les negó toda ayuda por lo que Gómez ordena la retirada e internarse en el monte; solicita un práctico que se les une a las 2 de la tarde y a las 6 se instalaban en el segundo campamento: es la cueva de Juan Ramírez, en Los Cerezos, a la que el generalísimo, por su forma le nombró "El Templo".

En su diario de campaña Gómez escribió:

«Quedamos solos y desamparados en el punto antes indicado, a la orilla, ya interna en las montañas de Baracoa en el río Tacre; la noche labriega y triste ha caído sobre estas profundidades solitarias»

y afirma que:

«Desde el día 7 de febrero que Martí se me reunió en Montecristi no hemos cesado ni un instante de estar bajo la ruda influencia de las más diversas vicisitudes, nunca días más accidentados.»

El día 14 a las 5 de la mañana se pusieron en marcha con el práctico José Grabiel, el camino era muy difícil, por montañas largas y elevadísimas, la marcha era fatigosa y cargados, caminaban a puros esfuerzos, Gómez dice de Martí:

«nos admiramos los viejos guerreros acostumbrados a estas rudezas, de la resistencia de Martí que nos acompaña sin flojeras de ninguna especie por estas escarpadísimas montañas.»

El encuentro con el comandante Félix Ruenes, jefe de la zona de Baracoa, se produce en la segunda mitad de ese día, avanzan al rancho de yaguas de Tavera. Esta es la casa de Miguel Aguirre y su esposa "Nina". Al llegar al rancho, los hombres de Ruenes esperaban formados en filas, en reconocimiento y respeto al Generalísimo y al Delegado.

El día 15 amanecen entre órdenes. Martí escribió cartas a Gonzalo de Quesada, Benjamín Guerra y a Tomás Estrada Palma en New York, donde les dice cómo ha llegado, con quien está, sus emociones y qué deben hacer en el exterior Benjamín y Gonzalo. Además de su satisfacción y felicidad en el campo de operaciones y lo sucedido el día 15, ocasión de su nombramiento a Mayor General del Ejército Libertador.

El día 16 se mueven para el Jobo, pasando por la Loma del Banco, dejando Vega Batea a la derecha, luego pasan el río al muslo, Vega del Jobo y en Lagunita Abajo. En la casa de José Pineda y su esposa Gregoria, es el cuarto campamento. Aquí permanecen los días 16, 17 y 18 en que salen a la 9 y 30 de esa mañana, y pasan 6 veces el río del Jobo hasta tomar la recia loma de Pavano. En Palmarito establecen el campamento No. 5.

El día 19 conoce a la mambisa Caridad Pérez y Piñot, que conmueve a Martí y a sus hombres por sus historias contadas sobre la Guerra Grande. Están en la casa de Ángel Castro, donde después del almuerzo y el chubasco parten para el sexto Campamento.

Al pasar por Mangar (hoy Guajacal) se produce la entrevista con Felipe Jiménez de Castro Domínguez, Alcalde de Imías, bordean la base de la loma Los Serafines, y ya pasada las 9 de la noche se establecen en una cueva a la margen derecha del río Pozanco. La estancia en ese campamento fue breve. El práctico y otros hombres, les informan de la proximidad del enemigo en Yacabo Abajo, eso justifica la brevedad.

A las 3 de la madrugada van por el Alto de la Yaya con Teodoro Delgado hacia Palenque, donde se establecen en horas tempranas del día 20 de abril. A Palenque, llega la noticia de que los españoles los persiguen por el Jobo, es la segunda ocasión que reciben la información, la primera fue recibida en el rancho de Tavera el día 15 de abril. Es de suponer que había sido efectiva la denuncia del Mesón en Cajobabo.

Figuras de la localidad que participaron en la Guerra del 95

En la Guerra Necesaria participaron de Imías más de 50 combatientes, integrados en unidades que pertenecieron a la Primera División del Primer Cuerpo de Ejército que dirigió el Mayor General Pedro Agustín Pérez. De ellos se destacaron: coronel Pedro Díaz López, natural de Yacabo Abajo, dirigió un batallón del Regimiento Hatuey. En 1899, Díaz y otros veteranos constituyeron en Guantánamo el Centro de Veteranos de la Independencia; los capitanes Juan Pérez Montoya y Eligio Rivera; los tenientes Francisco Rivera, Sixto Salazar y Jesús Pérez Montoya; el teniente coronel Salustiano Oñate y el sargento de primera José Feliciano Gamboa Salazar. En 1895 radicó en Palenque de Imías el coronel Antonio Pérez.

En el mes de abril de 1896, el territorio imiense se convirtió en un activo teatro de operaciones dirigido por el Coronel Antonio Pérez. Allí la lucha se hacía compleja porque no sólo se peleaba contra los efectivos españoles agrupados en columnas, sino también contra las guerrillas de exploraciones internas muy conocedoras del terreno.

Como parte de las operaciones que se emprendieron, las fuerzas mambisas hicieron eco de reafirmación y amplitud del teatro de hostilidades; que en esta época abarcaba desde Veguitas a San Antonio del Sur, incluyendo Imías, y fue tan efectiva y fuerte la batida contra las guerrillas enemigas de aquellos lugares que algunos se sumaron a las tropas mambisas.

Período de Ocupación Militar Norteamericana (1899–1902)

En el período que va de 1899 a 1902, el territorio de Imías formó parte de la jurisdicción de Baracoa.

En su disposición territorial se constituyó en dos barrios: Imías, con una extensión de 637 kilómetros cuadrados y 547 pobladores; y el de Veguitas con 223.64 kilómetros cuadrados y 541 naturales, para un área total de 861.19 kilómetros cuadrados y una cantidad de 1 088 habitantes, equivalente a 1.2 por kilómetros cuadrados.

En la región, la guerra dejó secuelas que en el orden del desarrollo económico–social agravaron las condiciones de vida de la población dado el abandono o destrucción en que quedaron las plantaciones agrícolas; lo que provocó el éxodo de sus habitantes hacia otras regiones menos dañadas por la beligerancia.

Desde 1900 a 1952 gobernaron 26 alcaldes municipales que se apoyaban en los alcaldes de barrio.

República Neocolonial (1902–1958)

Evolución de Imías (1902–1952)

Instaurada la República Mediatizada y durante las primeras cinco décadas del siglo XX, Imías, se caracterizó por el atraso económico–social, situación relacionada con la estructura neocolonial impuesta a la Isla por el gobierno de los Estados Unidos a partir de 1902, por lo que su limitado desarrollo se concentró a inicios de la República en la agricultura y la crianza de ganado menor, la producción avícola y la apicultura, incorporándose posteriormente la explotación maderera, la minería y el ganado mayor. La situación económica, estuvo limitada, además, por el poco desarrollo de las vías terrestres y marítimas.

Otro renglón económico que llegó a tener importancia desde finales del siglo XIX fue el cultivo del banano (guineo). Su demanda se estimuló a partir de 1935 por la competencia comercial que provocó la firma norteamericana United States Fruit Company. Para su comercialización en el territorio, se instauraron los puntos llamados "Recibo de Guineo", donde se recepcionaban los tallos que eran enviados a las radas de embarque situadas en Cajobabo, Yacabo Abajo e Imías.

Según el Censo Agrícola Nacional de 1946, en el barrio Imías existían 574 fincas dedicadas a este cultivo con 1 499 hectáreas de áreas cultivadas, lo que representó el 55,1% en relación a la superficie total labrada, con una producción de 723 594 racimos. Asimismo, en el barrio de Veguitas existían 71 fincas con unas 250 hectáreas plantadas, lo que significó el 43.3% del espacio sembrado con un aporte de 94 150 racimos.

El negocio del guineo se hizo tan sugerente, que fue necesario ampliar el número de hombres encargados de la carga y descarga del producto desde y hacia los barcos que atracaban en las radas de la costa, quienes determinaron agruparse para defender sus derechos. Así el 15 de julio de 1944, en la residencia de Pablo Samón, en el barrio de Imías, se realizó una reunión para constituir el Sindicato General de Trabajadores Marítimos y Terrestres de la Costa Sur de Baracoa''', con una membrecía de 45 afiliados que eligió como secretario general a '''José Cobo Pérez. La organización agrupó a los trabajadores de carga, descarga, almacenaje, conducción y estiba de mercancías, frutos menores, madera, minerales, y cualquier otro producto de los embarques de Sabanalamar, Yacabo, Imías, Cajobabo, Río Seco, Jauco y Playa Blanca.

El cultivo del café cobró importancia y se constituyó en tradición regional y un ramo significativo dentro de los ingresos de los agricultores. En el barrio de Imías se cultivaba en 252 fincas, que abarcaban 445.5 hectáreas para el 16.3% del área laborada y un rendimiento de 1 828.2 quintales métricos; en tanto en Veguitas se contaban 47 propiedades que lo producían en 96.6 hectáreas, es decir, el 16.6% del área total sembrada, con una utilidad de 94 150 quintales métricos.

A su vez, la ganadería incrementó su aprovechamiento a partir de 1946 mediante el método de crianza abierta, con 1 180 cabezas. En 1949 en Yacabo Arriba, las extensiones liberadas del cultivo del banano a causa de la epidemia del sigatoca fueron sustituidas por potreros de ganado vacuno.

En cuanto a la riqueza forestal, fue típica su explotación a través de la Compañía Babúm, propietaria de camiones y embarcaciones. Esta actividad económica, mal remunerada, requirió de considerable fuerza de trabajo. En 1950 la madera ocupó el primer renglón económico.

El comercio fue otra de las actividades económica se desarrolló en las primeras décadas del siglo XX, vinculado con las ramas del banano, la madera y otras mercancías. También hubo intentos de la extracción minera, que concluyó en fracaso, por la ausencia de minerales a explotar en la región.

El orden político a partir de la década del 30, se caracterizó por la práctica del pluripartidismo; alimentada por politiqueros demagogos. En los barrios de Imías y Veguitas estaban afiliados el Partido Revolucionario Cubano(Auténtico), Partido del Pueblo cubano (Ortodoxo), Partido Demócrata (PD), Partido Liberal (PL), ABC, Partido Socialista Popular (PSP), Partido de Acción Unitaria (PAU).

Educación

A partir de 1902 se estableció el sistema de maestros ambulantes. En 1914 funcionó el primer colegio público en Yacabo Arriba. En septiembre de 1922 se estableció el de Cajobabo. La población escolar ascendió en el barrio de Imías a 1 041, de ellos 649 no asistían a la escuela, por lo que el total de alumnos matriculados en las escuelas con relación a la población de edad escolar era del 38%. Existían 6 escuela con el 65% de promedio de alumnos por maestros, la asistencia se comportaba a un 74%, y 649 personas en edad escolar no asistían a la escuela.

En el barrio de Veguitas la población en edad escolar era de 719 personas, el total de alumnos matriculados en las escuelas con relación a la población de edad escolar era del 33%, existían 4 escuela con el 59% de promedio de alumnos por maestros, la asistencia se comportaba a un 82% y 482 personas en edad escolar no asistían a la escuela.

Salud

Los habitantes del territorio combatían las enfermedades más comunes con cocimientos de yerbas y miel de abejas. Entre las enfermedades más frecuentes en la época estaba la tuberculosis, infecciones intestinales, tifus, el paludismo, el parasitismo especialmente en la población. En el caso de la tuberculosis las zonas más afectadas por esta enfermedad fueron: los alrededores del poblado, Tacre, Cajobabo y El Jobo.

No existía institución médica estatal, algunos enfermos eran recluidos en el Sanatorio de Ambrosio Grillo de Santiago de Cuba, pero estas gestiones eran por familiares y amigos, no porque alguna organización se encargará de ello.

Vivienda

En la época y hasta los años 50 la situación de las viviendas no varió mucho en relación a la etapa colonial. Las construcciones mantenían el arraigo típico rústico, eran bohíos. Las camas y demás muebles eran de maderas rollizas.

En diferentes censos se recoge que en Imías la población era relativamente poca, su extensión territorial sobrepasaba los 540 kilómetros cuadrados y, en 1919, había 1 567 habitantes para una densidad poblacional aproximadamente de 2,9 habitantes por kilómetros cuadrados, en 1931 el censo arrojó la cantidad de 2 444 habitantes, para un crecimiento de 877, con un aproximado de 4,52 habitantes por kilómetros cuadrados. En el año 1943 Imías tenía 3 719 habitantes, con un incremento de 1 275 personas comparado el dato con los finales de la década de 1920 y 1930. Junto a este crecimiento poblacional se incrementó la insalubridad.

Por los años 50, Imías va tomando carácter de poblado, las casas mantenían la típica construcción con techos de guano, paredes de yaguas y tablas y piso de tierra. Sólo algunos comercios estaban construidos con techos de hojas galvanizadas, tenían piso de cemento gris o madera. No existían calles.

Deporte

El deporte que se practicó fue el Béisbol, que se introdujo en 1925. Los medios deportivos eran artesanales confeccionados por los aficionados. Los de procedencia industrial se obtuvieron muy poco y después de 1928. En 1945, este deporte adquirió un carácter masivo, y se confeccionaron los equipos Trinidad y Hatuey.

En los años 1948 al 1950 se organizaron otros equipos y no fue hasta 1951 que salió por primera vez a jugar el equipo de Imías fuera del patio, en el terreno de Jauco.

Cultura

La vida cultural estaba relacionada con las parrandas del mes de diciembre, 6 de enero y otras fechas de carácter religioso. Entre las manifestaciones culturales se destacaba también el baile la Guanajá. Los instrumentos musicales utilizados eran el tres, bongoes, güiros, maracas y guitarras. El Nengón, era ritmo musical típico de la región.

Constitución del Movimiento 26 de Julio

Ante el golpe de Estado que protagonizó Fulgencio Batista, los jóvenes de Imías respondieron uniéndose a la lucha revolucionaria. El Movimiento 26 de Julio se fundó en el mes de octubre de 1956, por Lico Rodríguez Abad, Luis Carlos Fiffe Velásquez y Armando del Toro, militantes del Partido Ortodoxo en el territorio. Para finales de ese año, se unen al movimiento otro grupo importante de revolucionarios. El siguiente paso y a partir de las orientaciones y la organización de la lucha, se comenzaron a estructurar las fuerzas guerrilleras. Los primeros alzados se ubicaron en 1958, en Ramón, El Pozanco y La Juba; con participación en el primer combate del Cuartel de Imías, en ocasión de la huelga del 9 de abril y fortalecieron los contactos con el mando de Caujerí.

Más tarde se extendieron grupos organizados que efectuaron acciones combativas en la zona desde la Cueva de Rustán, Yacabo Arriba, El Torolical y Yamagua. Entre las acciones se cuentan la emboscada a los guardias de la tiranía en la Loma de Limones; la emboscada en Guamá, el 4 de noviembre de 1958, y El Jobo el 12 de abril de 1958, al tiempo que trabajaban en la organización de los campesinos.

Ataque al Cuartel de Imías

El Comandante Raúl Castro Ruz, Jefe del Segundo Frente Oriental formó la Compañía E y, designó como jefe al capitán Ciro Frías Cabrera. Como parte de las acciones organizadas en apoyo a la Huelga del 9 abril. Ciro Frías tenía la misión de atacar el Cuartel de la Guardia Rural.

Al llegar los rebeldes a Yacabo Abajo cortaron los hilos del teléfono, dirigiéndose a La Vigía. Rodean y atacan el cuartel por tres direcciones. El primer grupo, dirigido por el capitán Ciro Frías Cabrera y José Área Sotomayor, segundo al mando atacaron por el frente, flanco oeste. Era la dirección principal del ataque y la de mayor poder de fuego.

El segundo grupo arremetió por el frente, pero situándose por el flanco este, bajo el mando de Zapata y José Sandino Rodríguez, segundo al mando, con 3 armas de combate. Por último, estaba el tercer grupo, que se lanzó por la retaguardia, dirigido por Argelio Pérez ("Neno") y el primer teniente Carlos Líate Lahera, con 2 armas de combate. En total eran 13 armas de combate, escopetas calibre 12 y 16 automáticas, de un solo tiro y fusiles calibre 22.

Luego de dos horas de combate, y ante la resistencia del enemigo, fue imposible tomar la posición militar. Ciro ordenó incendiar un bohío cercano al cuartel para propagar el fuego hacia éste, instando a los guardias que se rindieran, la acción no tuvo éxito y en ella perdió la vida Ciro Frías.

Unos días más tarde, Fidel, refiriéndose a su muerte, le comunicaba a Camilo en una carta:

«Lo más triste que puedo comunicarte, es la muerte de Ciro Frías en un ataque al Cuartel de Imías, zona de Baracoa. Me ha dolido profundamente esta pérdida. Ciro era algo íntimamente vinculado a la historia de esta lucha. No sé cómo podrá soportar su pobre madre la noticia. Sus dos únicos hijos han muerto.»

A partir del revés de Imías, se intensifican los alzamientos en el territorio, se realizaron más de 10 tiroteos al cuartel, cortaron en varias ocasiones las líneas telefónicas con el objetivo de mantener a los guardias acuartelados.

Toma de Imías

Liberación de imías.jpg

Pasado el 9 de abril de 1958 la tiranía en Imías extremó las medidas de fortificaciones, el día antes de producirse el combate el 14 de noviembre de 1958 había entrado un refuerzo al cuartel de poco más de 100 hombres.

El comandante Félix Pena, Jefe de la Columna No. 18, enterado de los propósitos del enemigo de levantar el cuartel, decidió cercarlo desde el día 9 y ordenó al capitán José Arias Sotomayor preparar la Operación Ciro Frías, que se desarrolló entre el 9 y el 14 de noviembre de 1958.

Para evitar la entrada de refuerzos enemigos desde Guantánamo, fueron reforzados los diferentes pelotones. El capitán Zapata garantizaría que no entraran desde Baracoa. La Compañía E tenía la misión de hostigar a los guardias en el área aledaña al cuartel y evitar el abastecimiento de alimentos y materiales bélicos.

La solicitud de refuerzos que hizo el comandante Félix Pena fue cumplida por el comandante Efigenio Ameijeiras, quien reunió poco más de 100 hombres, que en horas de la tarde del [[13 de noviembre] llegaron a la vaquería de los Navarrete. Esa tarde la fragata de la Marina de Guerra del ejército batistiano ametralló parte del litoral costero imiense, para apoyar el desembarco del refuerzo enemigo por la zona de Jimmy, parte oeste de la playa de Imías.

El encuentro de Ameijeiras y Pena se produce a las 2 de la mañana del día 14, se analiza el plan de ataque, en el que utilizarían el cañón Don Pepe. El combate se reanudó con las fuerzas conjuntas y de los 16 proyectiles del cañón, excepto 2 ó 3 no impactaron el área deseada. La sorpresa que causó la efectividad del cañón logró el miedo entre los guardias de la tiranía, que huyeron despavoridos, y los rebeldes tomaron por asalto el cuartel. Al concluir el combate Ameijeiras visitó el lugar donde había caído el valeroso capitán Ciro Frías.

Con esa resonante victoria quedó liberada Imías, factor indispensable que creó las condiciones para eliminar el abandono y olvido social de este histórico territorio.

Revolución en el poder

Con el triunfo de la Revolución se iniciaron las transformaciones en el territorio, que heredó del pasado republicano un profundo atraso económico social, con su secuela de insalubridad y analfabetismo.

Transformaciones en el territorio

Primera Ley de Reforma Agraria

Aprobada el 17 de mayo de 1959, constituyó para Imías un gran logro; pues fueron beneficiados 923 campesinos, principalmente en las zonas de la montaña, y con a segunda se recuperó para el pueblo un total de 33 fincas con 465 caballerías. De las cuales, solo 20 cultivables y 50 de frutos menores; 256, dedicadas a potreros y el resto montes de charrascos. Como parte del proceso fueron beneficiados 1 266 campesinos, la mayor cantidad de tierra pasó al Estado.

Con el desarrollo de la agricultura y la ganadería desde 1963 hasta la década del 70 se crearon brigadas de construcción y mantenimiento de diferentes talleres, lecherías, albergues, comedores, entre otros, para los trabajadores de la granja agropecuaria. En 1972 se crea un contingente femenino que abasteció de hortalizas al territorio. En 1974 se independiza la agricultura de la Pecuaria.

Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP)

Jugó un rol significativo en Imías, ya que se encargó de organizar al movimiento campesino que se había sumado al proceso de apoyo a la Revolución.

En 1970 se abren planes de reforestación, y en 1972 se completaron 10 millones de árboles plantados. Se procede a la extracción de madera rolliza, con destinos a la agricultura, cercar potreros, y leña para combustible en entidades del Municipio y la Región.

Organización política

Para 1960 el M–26–7, se subordinaba a Baracoa. Después de abril de 1961 comenzó la unificación de las diferentes organizaciones revolucionarias existentes en el territorio, con el propósito de lograr la unidad política.

Las Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI), quedó integrada por 15 miembros, los que desarrollaron tareas en apoyo a las labores agrícolas y sociales, a lo que siguió en este proceso, la constitución del Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba (PURSC), y a finales de 1964 se inició un proceso de fortalecimiento en sus filas que concluyó, con el pleno efectuado en La Habana, del 30 de septiembre al 3 de octubre de 1965.

Imías estuvo representada por Juan Riquelme Castillo, que recibió el nuevo carné del Partido Comunista de Cuba y las orientaciones pertinentes para dar los pasos del cambio de nombre del PURSC por el Partido Comunista de Cuba en esta zona oriental.

Organización Estatal

A partir de 1964, se estructura en Imías la Junta de Coordinación, Ejecución e Inspección (JUCEI), desarrollando tareas como la atención a los servicios y distribución de los alimentos, al registro civil, problemas comunales, entrega de recursos a la población, reparación de viviendas, entre otros.

Para 1966, dado el orden organizativo del Estado y su fortalecimiento, se instaura el Poder Local, institución estatal que funcionó hasta 1976.

Obra social de la Revolución

El servicio de transporte y comunicaciones mejoró notablemente, para 1961 comenzó a desarrollarse con la construcción de la carretera Guantánamo–Baracoa.

En 1963 se inaugura el servicio de transporte serrano Guantánamo–Baracoa el cual posibilitó que 26 de septiembre de 1972 pasara por Imías el servicio de ómnibus BaracoaHabana. Se construyó la terminal de ómnibus que contó con servicio de guaguas y taxis hasta la zona de Los Calderos.

En diciembre de 1962 se produce la intervención de las tiendas más grandes de la localidad, y se inaugura la primera Tienda del Pueblo construyéndose otras en los principales asientos poblacionales. En la década del 70 se edifican nuevas unidades comerciales, Alto de Cotilla, restauran “El Bosque”, se amplían los servicios en las playas, se abren nuevos puestos donde se brindan servicios menores en Los Caldero, Yacabo Arriba y El Jobo.

En 1969 sólo existía una planta diesel que les brinda servicio a 50 viviendas y en 1970 se construye un cuarto de planta con 3 unidades aumenta el servicio a 250 viviendas y de 3 horas se aumentó a 18 el servicio diario.

División Político–Administrativa (1976)

En 1976, Imías pasó a ser uno de los diez municipios, de la provincia Guantánamo, dada la unión de Imías, Yacabo Arriba, Los Caldero y El Jobo, con una extensión de 527,48 kilómetros cuadrados, y una población de 20 032 habitantes, para una densidad de población de 37,97 habitantes por kilómetros cuadrados.

En ese mismo año, a nivel nacional se constituyeron los Órganos del Poder Popular, y el 31 de octubre en el local que ocupa la Casa de la Cultura Regino Eladio Boti y presidida por Armando del Toro, Manuel Jiménez Paumier e Isabel Tomasen se desarrolló la Asamblea Municipal que dejó constituido oficialmente el Poder Popular en el Municipio de Imías.

El nuevo gobierno impulsó la solución del abasto de agua a la población al concluir la construcción de la conductora desde San Ignacio al poblado de Imías con 8 kilómetros. Se llevó el servicio eléctrico a los poblados de Imías, Jesús Lores, y otros asentamientos montañosos.

Organizaciones de masas

A fines de 1960 se constituye en Imías la Federación de Mujeres Cubanas (FMC). Las mujeres, que ya estaban involucradas en las tareas de la Revolución, organizaron mejor sus acciones con la incorporación a la zafra cafetalera, la selección de muchachas para la Escuela Nacional Ana Betancourt, apoyo a las tareas de la Salud Pública en la campaña de vacunación, las audiencias en las zonas e incorporación a las milicias para participar en las labores de la defensa. Misiones en la que siguen presente la obra de la mujer.

Otra de las organizaciones de masas que se crean en esta etapa inicial fueron los Comités de Defensa de la Revolución (CDR). En noviembre de 1960, llegan al Seccional Imías las orientaciones de crear los CDR, con el objetivo de la vigilancia para contrarrestar los embates de la contrarrevolución. El primero fue el Idilio Lara con 17 miembros, más tarde denominado Roel Pérez Laffita y su presidente fue Tomás Matos. En los primeros meses de 1961 se hace masiva la organización.

Salud

En 1959 llegan a Imías los doctores José Millar Barruecos (Chomy) y René Lorié, quienes crearon las condiciones para la inauguración del hospital de Imías por el entonces Ministro de Salud, José Ramón Machado Ventura.

La preocupación estatal por resolver el problema de la salubridad en la región, y la labor de estos médicos, y los que le siguieron, hizo posible la construcción del Hospital Roel Pérez Laffita, cuya construcción concluyó en noviembre de 1960, en saludo al segundo aniversario de la Liberación de Imías. En la inauguración estuvo José Ramón Machado Ventura.

En la década del 60 fue intensa la lucha contra el paludismo, el parasitismo y otras enfermedades crónicas. Se realizan campañas de vacunación contra la varicela, sarampión, poliomielitis y el paludismo, endémico en la región.

En 1973 se produce la apertura de dispensarios médicos en El Jobo y Yacabo Arriba. En 1975 la salud tenía 65 trabajadores, multiplicándose el número de médicos y enfermeras. Existían 4 farmacias con una nueva que se construyó en Cajobabo, se inició la construcción del policlínico para ampliar los servicios en la cabecera municipal, y el servicio de rayos X se introdujo en 1979.

El proyecto Médico de la Familia se inició en 1986 y al concluir la década ya contaban 18 las instalaciones médicas de este tipo; además de 8 farmacias, una sala de rehabilitación. Con la construcción del policlínico, se abrieron consultas de Pediatría, Medicina, Obstetricia, Ginecología, Puericultura, tres departamentos de consultas, laboratorios clínicos, enfermería, curaciones, Higiene y Epidemiología, Hogar Materno, una sala de prótesis, 5 ambulancias.

En el Período Especial, a pesar de las limitaciones no faltó la asistencia médica. En los años 1990 y 1991 Salud Pública trabajó para mejorar la tasa de mortalidad infantil que en 1989había sido de 21,8%; en 1990 y 1991 el 14%. En el indicador de los estomatólogos desde 1992 hasta el 2004 se mantuvo la asistencia en las 3 salas que prestan este servicio

Actualmente existe un departamento de estomatología con 6 sillones en el policlínico, uno en El Jobo y otro en Cajobabo. Se presta servicios de ortodoncia y otro de prótesis. En total son 8 sillones. Además, se cuenta con varios de ellos móviles que se rotan en las zonas de difícil acceso.

Educación

La Educación fue otro de los problemas inmediatos atendidos por la Revolución, la que llegó hasta estos inhóspitos lugares, donde el índice de analfabetismo era muy alto y sólo radicaban 11 escuelas, de ellas 5 públicas y 6 privadas. A partir de 1960 se intensifica la construcción de escuelas, cuya ejecución estuvo a cargo del denominado Plan Baracoa, al edificar la de los Cerezos, [[Guajacal], Yacabo Abajo y la de Imías.

El 10 de octubre de 1960 en la clausura del primer Congreso de los Consejos Municipales de Educación, Fidel anuncia la decisión de llevar a cabo la Campaña de Alfabetización. En Imías se situaron alrededor de 109 brigadistas, que alfabetizaron a más de 860 vecinos.

Como parte de la aplicación de la Ley de Nacionalización de la enseñanza, el 4 de marzo de 1961, las 5 escuelas públicas se nacionalizaron. A finales de la década del 1960 se produce la llegada de los maestros Makarenko a Imías para cubrir la creación de las escuelas en todas las comunidades.

Luego de 15 años de Revolución Imías exhibía en materia de Educación 76 escuelas primarias, dos cursos sabatinos. Se inicia la construcción de la ESBU Desembarco Por Playita, se abrió una Facultad Obrero Campesina.

En el territorio se construyó a inicios del Período Especial el edificio para la escuela de oficios en Pueblo Nuevo que posteriormente sería la ESBEC Protesta de Baraguá; en Vega del Jobo se construyó el politécnico convertido luego en ESBEC Antonio Maceo.

En septiembre de 2010 se disminuye la cantidad de alumnos en centros internos, la creación de los centros mixtos, con varias enseñanzas, la reorientación del profesor general integral de Secundaria Básica para trabajar por áreas de conocimientos y los nuevos objetivos priorizados del Ministerio de Educación, la atención priorizada a los estudiantes de 12mo grado. Se lleva a cabo el proceso de Universalización en el municipio.

Cultura

Desde 1964 hasta 1975, es notable el avance en esta importante actividad. Se introduce un equipo móvil de cine y entran instrumentos musicales utilizados principalmente en las zonas montañosas. En 1969 se construye un cine al aire libre.

En el año 1971 se crea el primer grupo electrónico en el municipio, El Mota, génesis del que posteriormente es Yaraví. Surgen también los grupos: Los Turro, Los Santana y El Bagá.

En 1973 Enrique Machado crea una emisora local, Voz del Contingente que divulga las tareas del territorio y ameniza el ambiente con música. En 1977 se inaugura la Casa de la Cultura, que al concluir la década del 80 se ubicó en el segundo lugar provincial.

Otros logros del avance cultural en el territorio son la inauguración del Museo Municipal 11 de Abril en Cajobabo en 1984, en la otrora casa de Salustiano Leyva [3], el niño que conoció a Martí y le contó sus recuerdos del acontecimiento a Fidel Castro, continuador de la obra revolucionaria del Apóstol. Asignación de equipos de proyección de cine de 16 mm, construcción de dos salas de videos. En junio de 1988 se inaugura la Biblioteca Municipal 14 de Noviembre. Otro aspecto que vivificaría la cultura en el territorio serían los más de 15 alumnos que estudiaban en la Escuela Provincial de Arte.

Los logros alcanzados aun en el Período Especial, hicieron que en el año 1991 Imías, fuera la sede del Acto Provincial por el Día del Trabajador de la Cultura.

Del 9 al 11 de abril de 1993 se celebró en Cajobabo la VIII Conferencia de Historiadores y VI de Identidad Cultural, junto al evento Martí y Gómez. Desde el Mar a la Montaña, del Grupo Provincial Martiano en Guantánamo.

En abril de 1994 se realizaron acciones en preparación del centenario del desembarco de José Martí, Máximo Gómez y otros cuatro expedicionarios por la Playita de Cajobabo que contaron con la presencia del Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque, Armando Hart Dávalos, entre otros compañeros.

En 1995, año del Centenario, José Ramón Balaguer Cabrera, Miembro del Buró Político del Comité Central del Partido, tuvo a su cargo el discurso central conmemorativo; estuvieron presentes también el Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque, Ministros haitianos, dominicanos, puertorriqueños, la expedición dirigida por Antonio Núñez Jiménez, Armando Hart Dávalos, descendientes de Gómez, Flor Crombet, José Martí.

Los historiadores, comprometidos con la obra martiana, celebraron en Cajobabo el evento científico Playita de Cajobabo y compartieron en las arenas del histórico sitio, con Fidel a su regreso de rendir tributo a Martí y Gómez. En la mañana se había realizado el desembarco simbólico encabezado por el Bote Centenario 1895–1995 con los 42 jóvenes que reeditaron la Ruta Martiana hasta Dos Ríos.

Deporte

En febrero de 1969 se inaugura el Combinado Deportivo 9 de abril y se establecen planes asistenciales para llevar el deporte a las zonas más intrincadas del territorio. El atletismo y el fútbol dieron sus primeros pasos al participar en eventos regionales y provinciales, el tenis de mesa cobró auge al desarrollarse con recursos propios en la Dirección Municipal de Educación y la Casa de la Cultura. Para 1975 es notable la existencia de otros deportes como: boxeo, voleibol, pesca y otros.

En 1975 existían 5 instalaciones deportivas y al concluir la década del 80 ascendían a 51, y a partir del 85 e gradúan los primeros licenciados en Cultura Física. En 1988 se practican 14 deportes de manera oficial y se incorpora la recreación con los juegos tradicionales y la Cultura Física.

El municipio ha sido sede de eventos significativos: el 29 de diciembre de 1987 un amistoso encuentro de béisbol con un equipo de la República de Corea; encuentros de boxeo por el torneo Playa Girón; maratones nacionales 11 de Abril; Premio Internacional de ciclismo La Farola. Se han destacado decenas de atletas en la esfera nacional e internacional, entre ellos Luis Gamboa, Liban González, Jesús Manuel Ruiz, Annia Pérez.

Reacción contrarrevolucionaria

El imperialismo norteamericano y la contrarrevolución interna no podían conformarse con las leyes y medidas radicales que la Revolución comenzó a tomar y que afectaban sus intereses económicos y políticos; por eso incentivó sus acciones contra ella, utilizando diferentes métodos.

La propaganda anticomunista llevada a cabo por la reacción interna, y los órganos de inteligencia yanquis, en particular la Agencia Central de Inteligencia y el Servicio de Inteligencia Naval de la Base Naval de Guantánamo, permitió que se infiltraran espías en organismos del Estado en el territorio, que, en contubernio con terratenientes de la zona, obstaculizaron en alguna medida, la aplicación de leyes y tareas que indicaba la dirección nacional, afectando a campesinos y pobladores.

La región se vio afectada por incendios a locales de servicios sociales, ataques a escuelas, centros de producción y otras acciones que intentaban debilitar la obra revolucionaria. La característica montañosa de la zona, hizo que en ella se refugiaran operaciones de bandidismo con el apoyo de organismos centrales del imperialismo norteamericano. En ese sentido se destaca el Alzamiento de los hermanos Ortega; el desembarco el 27 de diciembre de 1964 por Playa Blanca en el barrio de Boca de Jauco, del ex comandante del Ejército Rebelde, Eloy Gutiérrez Menoyo, junto a cuatro mercenarios; las constantes penetraciones al país de Amancio Mosqueda Fernández, "Yarey" o "el Cagüeiro" quien participó en el Alzamiento de Imías y salió luego de su liberación de forma ilegal por la base naval norteamericana en Guantánamo. Estuvo operando en el territorio hasta 1969 en que fue capturado.

Período Especial

Como consecuencia del derrumbe de la Unión Soviética, y las dificultades que provocaría a la economía y al desarrollo del país, la dirección del Partido en Imías se nutrió con la preparación que realizó el Consejo de Defensa Provincial en junio de 1990, e hizo un estudio de lo que sería el Período Especial en tiempo de paz.

Como consecuencia de la crisis, el municipio enfrentó la crisis redoblando los esfuerzos productivos y en la Emulación Provincial del 26 de julio de 1990, Imías y Yateras alcanzaron el primer lugar al declararse Módulos Pecuarios. Con ello se reconoció el esfuerzo por la Brigada Especial Forestal de Imías en la extracción de maderas duras y preciosas desde el macizo montañoso Sagua–Baracoa (Sierras de Imías), este producto se empleó en hoteles y otras construcciones de vital importancia, permitiendo sustituir importaciones.

El avance constructivo de la fábrica de materiales de la construcción, destacó por sus logros en esta etapa; así como la planta de prefabricados de losas para pisos, la arenera, la fábrica de bloques y se creó un contingente de apoyo al programa alimentario. No se paralizó el proyecto de viviendas y de consultorios médicos.

Otras medidas puestas en vigor fueron dirigidas al estudio de los suelos, se seleccionaron áreas para el fomento agrícola, bosques de rápido desarrollo; utilizar sus maderas como combustibles y proteger los que existían. La reforestación alcanzó aquí uno de los primeros lugares en la provincia, para ese fin fueron utilizados sitios como Tres Piedras, El Ñame, Yumurí del Sur, la orilla de los ríos Imías y Cajobabo.

El 12 de febrero de 1991 se inauguró la fábrica de mosaicos. En el ramo de materiales de la construcción se aseguró empleo a más de 200 trabajadores. Se sumaba la producción de arena en Cajobabo, piedra triturada en el molino de Los Guayacanes, la producción de asfalto frío que favoreció a Imías, San Antonio del Sur y Maisí.

En cumplimiento a las medidas estipuladas con el objetivo de contrarrestar el éxodo de la montaña al llano, resaltan las 12 viviendas que se construyeron en Explanada de Duaba cuyo proyecto llevó la construcción de carnicería, mini correo, farmacia, panadería, escuela primaria y un vivero de medio millón de posturas que permitiría el sustento del desarrollo forestal de la comunidad.

La carretera La Mulatica, que une los municipios de Imías y San Antonio del Sur a través del macizo montañoso Sierra del Purial o de Imías, en 1994 avanza en su construcción con el fin de garantizar la explotación de los bosques naturales plurisilva de ácana, azulejos, ocujes y majagua azul; además de mejorar el transporte para la producción de café, cacao, naranjas, viandas y otros productos.

El año 2008 en Imías se caracterizó por la proyección activa en la producción de alimentos, la sustitución de importaciones, el incremento de las exportaciones, así como la diversificación productiva, programa que mostró insatisfacciones. Se destacó la producción de leche fresca, disminuyendo el consumo de leche en polvo.

En 2009 se concluyeron varias obras sociales como: Bodega El Bagá, consultorio del médico de la familia de El Guajacal, la Atelier La Moderna, Sala de Video Jesús Lores, Dulcería La Flor, Estación de Bombeo de Cajobabo, la instalación Ponedora de Bloques.

Con el programa de Desarrollo Local se remodelaron y construyeron centros de uso social, como bodegas, peluquería, servicios de gastronomía, parque infantil, escuelas instalación de una Radio Base, área de recreación sana, farmacia, consultorios médicos, dulcería, entre otros.

Como renglón exportable importante se logró cumplir la zafra cafetalera de un plan de 98 145 latas, se recogieron 114 000, equivalente a 211 toneladas y en el 2010, de un plan de 57 462 latas se recogió un real de 30 518, para un 53, 1 %, que representan 49,8 toneladas.

El carbón vegetal se sobre cumplió al 120 %, que, de un plan de 7 300 sacos, hasta diciembre del 2009, se vendieron 8 725.

La miel de abejas en el 2008 se cumplió, sin embargo, el año 2009 se incumplió, de un plan de 42 toneladas se produjo 22,5 toneladas, para el 61 % de cumplimiento.

Logros más significativos

Una de las medidas de más trascendencia para salir adelante en el Período Especial fue la construcción del Microjet 24 de febrero, que se inició en 1992 con la ejecución del tranque del agua en el río Yacabo, para el regadío de 3,5 caballerías de cultivo de plátano gran enano. Las primeras vitro plantas fueron sembradas en el Microjet de Yacabo Abajo.

La importancia de esta obra benefició el regadío por gravedad, y el ahorro de combustible; además que permitió el montaje de la mini hidroeléctrica de Pozanco que da electricidad a unas 50 viviendas, la tienda, la sala de televisión y una escuela primaria.

Con el impulso de Elexis Fernández Rubio-Navarro, Primer Secretario del Partido en Imías se aceleró la terminación e inauguración del Combinado Cárnico el 25 de diciembre de 1992. Esta industria garantiza la producción de embutidos y otros derivados que se benefician actualmente a 62 419 consumidores con capacidad de procesar anualmente 250 toneladas de carne básicamente de res y porcina.

Referencias

  1. Colmenares se encontraba enfermo, por eso cambiaba piezas por medicina.
  2. José Mesón, anciano de mal corazón, confidente español que no quiso ayudar a los expedicionarios y que más tarde los delató.
  3. Salustiano Leyva era en ese entonces un niño. En visita de Fidel Castro al sitio histórico, Salustiano le cuenta sus recuerdos sobre Martí al líder revolucionario.

Fuente

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