Historia del municipio Lajas (provincia de Cienfuegos)


Historia del municipio Lajas (Provincia de Cienfuegos)
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Cronología
Etapa colonial
Fundación
Decadencia y crisis del esclavismo
Acontecimientos principales durante la Guerra de los Diez Años
Acontecimientos principales durante la Guerra Chiquita
Período interguerras
Reinicio de la guerra de liberación
Primera ocupación norteamericana
República Neocolonial
Segunda ocupación norteamericana
Alzamiento de los Independientes de Color
Movimiento Obrero
Manifestaciones políticas
Manifestaciones ante la crisis estructural en Cuba
Período revolucionario
Consolidación del triunfo revolucionario
Primeras transformaciones económico–sociales
Construcción del socialismo
Período de 1990 al 2010

Historia del municipio Lajas (Provincia de Cienfuegos). El municipio Lajas posee una rica historia y tradiciones de luchas que comienza con su fundación, el periodo colonial español, las luchas por la independencia, la etapa republicana hasta llegar a la etapa revolucionaria con las transformaciones en la vida socio-económica-política del territorio.

En 1893 se produce el alzamiento de Higinio Ezquerra. En 1896 acampan Máximo Gómez y Antonio Maceo en la finca La Amalia después de la Batalla de Mal Tiempo. En 1941, Jesús Menéndez participa en la huelga de los estibadores en el Central Ciudad Caracas.

Dentro del municipio se destacan por su labor revolucionaria, hombres como el comandante Agustín Cruz González, a quien se le conoce como patriota insigne del municipio y Juan Felino Cárdenas González, mártir del Alzamiento del 5 de Septiembre. Además de destacarse otros como José Felipe Galindo Cruz y Ramón Balboa Monzón, integrantes del Movimiento 26 de julio. En la clandestinidad fueron representativos Gustavo Casanova Ramírez y Esteban Adolfo Ortiz. Todos estos grandes hombres forman parte de la historia del municipio lajero.

Permanece como municipio de la provincia de Las Villas desde 1953 hasta 1976 donde pasa a formar parte de la también creada en esa fecha provincia de Cienfuegos. Es conocido histórica y culturalmente como Santa Isabel de las Lajas, nombre de origen hispano relacionado con algunas características de su suelo -las lajas, o sea, las piedras- voz derivada del latín, y una personalidad religiosa, Santa Isabel.

Cuenta con apenas el 5,5 % de la población de la provincia Cienfuegos y posee una extensión de 429,8 km2. Limita al norte y al oeste con la provincia Villa Clara, al sur con los municipios Cumanayagua y Palmira y al oeste con Rodas y Palmira.

Fue inmortalizada en una de sus canciones por su hijo ilustre Benny Moré, el Bárbaro del Ritmo.

Etapa colonial (1492–1898)

Fundación

Santa Isabel de las Lajas se encuentra ubicada en terrenos de la hacienda Las Cruces, cuyo dato de propiedad más antiguo proviene de 1780 cuando pertenecía al marqués del Real Socorro y continuó en manos de esta familia por herencia hasta el siglo XIX.

El 5 de abril de 1823 se iniciaron las gestiones para la fundación del pueblo. En 1841 se realizó la división de los terrenos correspondientes al Hato Las Cruces y paulatinamente se fue desmembrando la gran propiedad en pequeñas haciendas. Dentro del hato se destacaban dos asentamientos poblacionales: Las Cruces y Las Lajas, este último de mayor área. La unión matrimonial del canario Marcos Gil, uno de sus fundadores, con Isabel Castellón fue la causa de la denominación del pueblo y Las Lajas por las características topográficas de la región.

Decadencia y crisis del esclavismo

Uno de los más importantes exponentes de la arquitectura lajera del siglo XIX es la actual iglesia, construida en 1868, y cuyos antecedentes se remontan a 1820. En ese año se constituye la ermita que en 1824 se convirtió en una iglesia rústica; su creación oficial fue concedida en 1855 por el obispo don Félix Solans. Se construyó además el cementerio el 2 de noviembre de 1857, donde se sepultó a don Diego Gil, de Islas Canarias, como el primer cadáver.

En 1868 la región cienfueguera se destaca por un fuerte poderío económico sustentado en una producción azucarera esclavista, desde principios de la década de 1840, se habían fundado en Lajas numerosos ingenios, se incrementaron con la aparición del ferrocarril entre Cienfuegos y Villa Clara, que a su vez facilitó la transportación de productos y contribuyó a darle más importancia al municipio.

La fuerza de trabajo recayó en la mano de obra esclava que laboraba en los ingenios.

Sin embargo, muchos asiáticos se convertían en prófugos por la explotación despiadada a que los sometían y se rebelaban, al igual que los negros esclavos que no eran considerados seres humanos. Lo anterior demuestra la agudización de las contradicciones de clase, al punto de que muchos de estos esclavos se unieron a los insurrectos tras haber quemado ingenios como San Isidro, Santa Susana y Santa Sabina.

En este período se produce la crisis de plantaciones esclavistas en la industria azucarera. El endeudamiento de los hacendados criollos, la dificultad de mantener la demanda de tecnificación y la disminución de los costos de producción para poder competir con el mercado azucarero internacional la agudizó en 1884. Además, el encarecimiento de los esclavos comprados clandestinamente y la supresión de la ley de privilegios de ingenios favorecieron que muchos hacendados criollos se arruinasen, lo cual trajo consigo el traspaso de la propiedad de los ingenios a los comerciantes españoles que los habían refaccionado.

La decadencia económica se manifestó paulatinamente. Si entre 1830 y 1861 existían 17 ingenios, al irse desagregando, hacia 1868 solo quedaron 7. Las contradicciones de clases se aceleraron en esta etapa, pues la esclavitud constituía un freno. También se dan contradicciones internas máquina-esclavo, típicas de las plantaciones esclavistas.

La salud pública en 1868 estaba muy descuidada; había un médico particular, el Dr. José Aday y una farmacia perteneciente al licenciado José Aguayo. Los esclavos tenían que curarse con yerbas y brebajes que conocían de sus antepasados africanos. La fiebre tifoidea fue la enfermedad que más estragos causó en la población.

Las primeras manifestaciones culturales en la localidad aparecieron con la creación desde 1868 de un pequeño teatro junto a la iglesia donde una compañía dramática, dirigida por esta, realizaba funciones públicas.

Acontecimientos principales durante la Guerra de los Diez Años

Al producirse el grito de independencia el 10 de octubre de 1868 en La Demajagua en los poblados de Palmira, Lajas, Cartagena, Camarones y sus fincas aledañas, algunos grupos revolucionarios se preparaban para la insurrección. También fue secundado en la provincia de Las Villas y el día 9 de febrero de 1869 los patriotas alzados a las órdenes de Villamil tomaron sin resistencia el pueblo de Santa Isabel de las Lajas con el objetivo posterior de atacar, tomar Palmira y dirigirse a Ciego Montero, el cual redujeron a cenizas.

Este primer período de la guerra en el territorio se caracterizó por la escasa acción bélica, la toma de Lajas por los insurrectos y la aplicación de la tea incendiaria para afectar económicamente al enemigo.

Con la política de la Tea Incendiaria se perseguía destruir los capitales que sustentaban el poderío económico español, basado fundamentalmente en la industria azucarera, aunque resulta significativo que dicha política en la provincia no tuvo los efectos devastadores que en resto del país.

El 15 de septiembre de 1875 los voluntarios de Lajas se batieron con los insurrectos en el potrero de Pasalodos y el 18 del propio mes fue atacado el poblado. Un año más tarde, en el transcurso del mes de enero, las tropas insurrectas incendiaron los cañaverales de los ingenios Maguaraya, Sacramento y Amalia.

En 1877 el jefe rebelde de la Guerra de los Diez Años, Manuel Rodríguez, fue sorprendido en la finca La Esperanza y a pesar de defenderse bravamente murió en combate.[1]

Acontecimientos principales durante la Guerra Chiquita

Entre los rebeldes de la Guerra Chiquita estaba el general Cecilio González, el cual al iniciarse la rebelión fue envenenado y rematado por la Guardia Civil.

En 1879 la división político–administrativa establecida en la isla después del Pacto del Zanjón reflejó el proceso de desarrollo histórico de la zona, que adquirió mayor dinamismo con las nuevas líneas ferroviarias, especialmente las cañeras de vía estrecha vinculadas a la centralización azucarera.

Período interguerras (1879–1895)

La ideología autonomista alcanzó gran arraigo en la región con la fundación del Partido Liberal Autonomista el 22 de septiembre de 1878 en la propia villa de Cienfuegos. Este hecho no fue casual, sino que estuvo propiciado por las condiciones económicas, políticas y sociales que existían en la jurisdicción y constituyó la continuación del movimiento individualista que antes de la guerra dio alma al reformista como órgano de los intereses reaccionarios conservadores.

En 1879 se discutió en el Ayuntamiento la creación de una «escuela de color», propuesta que asumió la Junta Local de Instrucción Pública. Fue creada el 17 de mayo de ese año y a partir de entonces los niños de ambos sexos de la raza negra podían ingresar en las escuelas municipales de blancos. También en este año se hizo solicitud de la relación de los impedidos (sordos, mudos, ciegos) con el objetivo de su ingreso en las escuelas únicas creadas en el país gratuitamente para los niños pobres y con derecho a abonar $20,00 en oro el resto.

Lajas, cuya pujanza económica resultaba creciente, al asumir la nueva categoría administrativa de 1879, mantuvo la misma extensión territorial de fines de 1850.

Aparejado a la producción azucarera la industria ganadera alcanzó un notable incremento.

En la década de 1880 se introdujeron nuevos aparatos para obtener mayor rendimiento en la producción de azúcar en los ingenios. Estas máquinas modernas requerían de una mano de obra con conocimientos técnicos al efecto, por lo que se intentó suplir a los esclavos con indios yucatecos y chinos, contratados masivamente bajo un régimen semiesclavista. Así, en los 17 ingenios existentes había 1 692 esclavos, 31 hombres libres, 319 asiáticos y 1 yucatecos.

Hacia 1880 se contaba con un médico municipal, Juan Orfilio y con los médicos particulares Enrique Barnet y Justo Valdés Hernández. El Ayuntamiento asignaba mínimas partes del presupuesto para costear las medicinas de los pobres.

Hubo también un incipiente interés deportivo en agosto de 1881, pues se organizaron los primeros juegos de pelota por iniciativa de Jaime Mora. Se fundó en Lajas el Baseball Club, bajo la presidencia de Abelardo G. Aguiar, dueño del potrero San Alejo; estaba formado por un equipo rojo y otro azul.

En 1883 se había intentado construir un embarcadero de ganado ya que el distrito era el centro de exportación para el consumo de carne y el ganado era conducido a pie hasta Santo Domingo. En este período también se destacó una variada industria tabacalera, cuyo comercio no necesitaba de una amplia fuerza de trabajo debido a su reducida actividad productiva mercantil.

El sufragio era restringido, es decir, otorgado solamente a los mayores contribuyentes con la famosa reforma decretada en los últimos tiempos de la dominación española, que extendía el derecho a intervenir en los comicios como electores a los socios industriales llamados por la prensa de entonces «socios ocasionales» y permitía aumentar notablemente el cuerpo electoral de los comerciantes, en su mayoría peninsulares. Con todo lo anterior, unido a las artimañas de aquellos gobernantes, el Partido Autonomista ganó las elecciones municipales. Al mismo pertenecía la gran mayoría de los lajeros, entre ellos Juan López de la Ballina y Nicanor Crespo, ambos españoles.

En estos años comenzó a publicarse con una frecuencia semanal el periódico autonomista El Palenque que expresaba en sus páginas las ideas de sus colaboradores, entre estas algunas cuestiones socioculturales.

Es significativa la figura de la pedagoga y poetisa Úrsula Céspedes de Escanaverino, que aunque nació en Bayamo, vino a residir a este municipio hasta fallecer el 2 de noviembre de 1874. El prólogo de su libro Ecos de la Selva fue escrito por el patriota Carlos Manuel de Céspedes, quien era su tío. Está considerada una de las personalidades de la cultura cubana en el ámbito literario.

Dice Céspedes en el prologo:

«Por eso sus versos a pesar de los defectos que adolecen, arrebatan y seducen; ella pinta lo que siente; pero lo hace con tanta verdad de colorido, que su sentimiento se transmite como el fluido magnético al corazón de los que oyen sus acentos inspirados».

Otros cultivadores de la poesía y la décima en esta época fueron: Francisco Cobas Lastre (18601911) y José de Jesús Rojo, San Fancón (18881948).

En 1886 se construyó en La Guinea el casino de San Antonio, de origen congo. El terreno fue comprado por el venezolano Tomás Terry, dueño del Central Caracas a Eloísa González. Este, conocedor de la veneración que sentían sus esclavos hacia San Antonio, decide hacer una fiesta de abolición de la esclavitud y sortear una esfinge del santo, la que actualmente se encuentra en el templo. En 1886 se decretó la abolición total de la esclavitud.

Existían además publicaciones periódicas como El Crepúsculo fundado por Agustín Cruz y Cruz, quien en 1885 pasó su dirección a Joaquín Bosch. Era de carácter democrático autonomista y se elaboraba en la imprenta El Trabajo de la propiedad de Alfredo Rego. Constituía un semanario de literatura e intereses generales y su suscripción mensual era de cincuenta centavos.

Tregua Fecunda

Durante la Tregua Fecunda, como muestra de que el sentimiento libertador estaba latente aún, pues no se había logrado la libertad, se produce el llamado Alzamiento de Lajas el 4 de noviembre de 1893.

Su principal promotor fue el crucense Federico Zayas, sobre quien José Martí alegaba desconfianza por sus continuos alardes de independentista y su indiscreción. En dos oportunidades había intentado alzarse contra el gobierno español y había sido convencido por los emisarios del Partido Revolucionario Cubano de ser inoportuno y del daño que causaría a la revolución.

El movimiento de Lajas se produjo a espaldas del Partido Revolucionario Cubano y lo apoyaron algunos buenos patriotas como Higinio Ezquerra, que se convirtió en el jefe militar.

Esquerra, acompañado de Manuel Quevedo y una partida de diez hombres, se dirigió rumbo a Cruces. Ese mismo día se levantaron en Ranchuelo, Victoriano Cárdenas y Eligio Rodríguez con 15 hombres a los que sumaron 65 en el viaje hacia Las Nuevas. Después de un encuentro con la policía y la guardia civil de San Juan de los Yeras se dirigieron a las lomas de Cumanayagua.

Concretamente la zona afectada abarcó desde Lajas, Cruces y Camarones hasta las lomas de Cumanayagua. Fueron seguidos por la guardia civil camino a Potrerillo y sostuvieron un encuentro en Cansavaca.

Las principales figuras de la revolución como Reguera en Cienfuegos y Carrillo en el norte de la provincia se mantuvieron alejadas del movimiento, lo que contribuyó a que fuera en aumento la desconfianza de José Martí hacia ellos.

A tal efecto en carta a Máximo Gómez el 23 de noviembre de 1893 expresó:

«Con mucha más tranquilidad escribo a usted que en la ocasión de mi última carta; porque aunque no he recibido aún noticia precisa de Cuba del enviado que mandé, sobre las causas y alcance del alzamiento de Las Cruces, Lajas y pueblos vecinos, ya poco después supe que, como prevía yo y anhelaba, Carrillo no se había dejado engañar ni alocar por él, ni otras gentes de peso en Cienfuegos mismo». [2]

Los emigrados cubanos respondieron inmediatamente al llamado de Martí y tuvieron lista una expedición por si el movimiento se consolidaba.

Sobre la figura de Higinio Esquerra el gobierno colonial hizo injustas y calumniosas acusaciones, solo por el digno hecho de haberse negado rotundamente a traicionar a sus hermanos de lucha cuando se le exhortaba a hacerse pasar por jefe guerrillero, por esta razón fue condenado a cuatro años de cárcel. El 10 de enero de 1899 fue nombrado Hijo Adoptivo de Santa Isabel de Las Lajas por el cariño que siempre demostró y fue cambiado el nombre de la calle Granada por el de General Esquerra.[3]

Reinicio de la guerra de liberación (1895–1898)

Figuras representativas

El 24 de febrero de 1895, el municipio tuvo participación en esta contienda, patriotas como el médico Agustín Cruz González (Tinito), el coronel Simeón Armenteros, los Fleites, los Cartaya, los Cruz, entre otros, se enfrentaron en la contienda. Desde años anteriores Agustín Cruz y Cruz, padre de Agustín Cruz González, asumió el cargo de secretario del Ayuntamiento y desempeñaba por su edad la jefatura natural de un grupo numeroso de patriotas, se reunían diariamente, procedían de la clase media, otros eran esclavos liberados, artesanos, profesionales acomodados, periodistas y terratenientes, se compraban armas y se guardaban municiones, medicinas y hasta se cebaban caballos para mandarlos al campo insurrecto.

Otro patriota atendido por él fue Germán Cortés, quien marchó al campo de batalla con su esposa e hija y fue herido en Cinco Palmas, entre Manacas y Mordazo.

Al tratar de cruzar la línea del ferrocarril desde Jicotea a Esperanza sostienen un encuentro con los españoles. Después de apoderarse de las armas, el coronel Núñez organizó una compañía de infantería que sería dirigida por el comandante Simeón Armenteros, hijo de Lajas de reconocido valor.

Con las fuerzas de los coroneles Antonio Núñez y Cayito Álvarez, de tres o cuatro escuadrones, con la pequeña infantería del comandante Simeón Armenteros y su famoso cañón encaramado en su mulo, las escoltas, los tres jefes y algunos más, se inició la marcha del llamado «Segundo Contingente Invasor» al mando del general Ángel Guerra. La retaguardia iba cubierta por el coronel Francisco Pérez y el comandante Aniceto Hernández, quien fuera ascendido al grado de comandante en La Amalia, por Maceo, durante la acampada de las tropas en su marcha hacia occidente y fusilado el 17 de octubre de 1896.

También integra estas filas Manuel A. López Mora (Maneco), ejemplo de abnegación, sacrificio y patriotismo. Con apenas 15 años se incorporó al Ejército Libertador, allí por méritos alcanzados obtuvo el grado de teniente hasta que finalizada la guerra enfermó de malaria gravemente.

Un personaje representativo de la guerra de 1895 en Lajas fue Agustín González, esclavo conocido por «Brigada Moreno», el cual alegraba por su pregón y ayudaba a los esclavos en armas. Durante la reconcentración de Weyler llevaba los cadáveres en los hombros hasta el cementerio y cuando murió los insurrectos le hicieron un gran entierro.

Según José Miró Argenter, Jefe del Estado Mayor del Ejército Libertador y cronista,

«el día posterior a la Batalla de Mal Tiempo la exploración de la columna cruzó tiros con la guerrilla de Lajas, lance que se decide a cuchilladas y que pudo haber tenido un desenlace fatal para Maceo, pues este al tirar un machetazo a un guerrillero que se le interpuso en el camino, no pudo evitar que se le desbocara el brioso corcel que montaba y gracias al auxilio de varios oficiales pudo detenerlo.» [4]

Durante la guerra de 1895 se construyeron varios fuertes en la localidad que eran vigilados para evitar que se llevara medicinas y otros recursos al campo insurrecto.

Por entonces, el mando militar español fortificó desde Lajas, siguiendo el curso del río Ahocinado hasta el Damují. En la calle Real, el lugar más céntrico, se construyó el llamado fuerte de El Medio, perfectamente artillado, sitio de reunión de los jefes de guerrillas locales. Allí conducían a los prisioneros de guerra y a los españoles acusados de infidentes.

Durante la reconcentración fueron agrupados en el municipio 815 individuos de naturalidad variada, fundamentalmente de Esperanza, Cienfuegos, Santo Domingo y Cartagena. Los vecinos reconcentrados tuvieron que abandonar sus cosechas por lo que empezaron a adolecer de carencia de recursos.

Primera ocupación norteamericana (1899–1902)

Lajas, como el resto del país, sufrió la presencia de los nuevos dominadores, los Estados Unidos de América, se habían creado los mecanismos de dominación: Enmienda Platt y Tratado de Reciprocidad Comercial que garantizaron la posibilidad de controlar la política cubana. Dichos mecanismos influyeron decisivamente en las características de la política burguesa en Lajas de 1902 a 1935, matizada por fraudes, acusaciones y arbitrariedades. El pueblo lajero y el Ayuntamiento demostraron su repudio, ante la imposición de la Enmienda Platt.

El gobierno interventor inició la reorganización política y designó como alcalde en Lajas a Nicanor Crespo, organizaron cuerpos represivos, integrados por la Policía Urbana y la Guardia Rural,

En 1901 existían tres partidos que habían aglutinado la mayor parte de las fuerzas políticas: el Partido Republicano, el Partido Unión Democrático y el Partido Nacional Cubano, que tuvo como figura descollante a Máximo Gómez. A este último perteneció Agustín Cruz, lajero, quien fue elegido representante por dos años.

República Neocolonial (1902–1958)

Las contradicciones políticas entre los liberales oposicionistas y los moderados alcanzaron su punto álgido en septiembre de 1905. La campaña reeleccionista de Estrada Palma a la presidencia de la república en 1905, impulsada por el Partido Moderado se caracterizó en la provincia de Las Villas, incluyendo a Lajas, por la violencia y el fraude.

El Presidente Estrada Palma pidió la intervención de Estados Unidos antes de ponerse de acuerdo con los rebeldes liberales y en septiembre se produce este infausto acontecimiento para Cuba.

Segunda ocupación norteamericana (1906–1909)

La segunda intervención 19061909 tendría como Gobernador a Charles Magoon, quien dilapidó los fondos públicos e instaló «la botella», que consistía en pagar salarios a personas que no desempeñaban ningún trabajo. Con esto ayudó a corromper más a los que se dedicaban a la política.

El 28 de enero de 1909 cesaría la segunda intervención yanqui y tomaría posesión de la presidencia el general José Miguel Gómez, que llevó a los liberales al poder y cuyo gobierno se caracterizó por numerosos escándalos de carácter económico en los que él se favorecía junto a sus funcionarios.

Alzamiento de los Independientes de Color

La República surgida bajo la tutela de los Estados Unidos no cesó la discriminación racial de la cual eran víctimas los cubanos negros y mulatos. Los cubanos negros continuaban siendo el sector más explotado de la sociedad: no se les dio tierras ni se les abrió nuevas fuentes de trabajo; además, les eran vedados la administración pública y los cargos representativos más relevantes.

En la crítica coyuntura surgieron tres tendencias entre los cubanos negros: una liderada por Martín Morúa Delgado, otra dirigida por Evaristo Estenoz, el Partido de los Independientes de Color y una tercera encabezada por Juan Gualberto Gómez, que luchaba por erradicar las injusticias por medio de leyes que convirtieran en realidad el programa de la revolución.

Las principales demandas de los Independientes de Color fueron entre otras la eliminación de la desigualdad racial, la enseñanza gratuita y obligatoria, el establecimiento de la jornada laboral de 8 horas y la nacionalización del trabajo.

En lo que a Lajas se refiere, en un acto celebrado contra el racismo hizo uso de la palabra un anarquista español de apellido Mariño en febrero de 1912, quien se refirió radicalmente en contra de los liberales y conservadores, se declaró negro y criticó las felonías que cometían los liberales contra los obreros.

Ante la difícil situación en que se encontraban los independientes, comenzaron la insurrección el 20 de mayo de 1912. El jefe municipal en Lajas fue Simeón Armenteros apoyado por Ramón Vázquez.

Durante el movimiento de Lajas fueron detenidos el presidente de los Independientes de Color y administrador de un periódico, así como un sobrino del general Simeón Armenteros y Bartolomé Morales, porque en sus casas se realizaban reuniones; además levantaron sospechas el propio Simeón Armenteros, Tomás Benítez, Arcadio Benítez, Esteban Montejo, Cecilio Mora, Domingo Mora, Juan Morales, Saturnino Benítez, Lico Labrado, Ramón Márquez, Cándido Martínez y Benito Castillo.

En Lajas el movimiento estaba bien estructurado e incluso contaba con una publicación para difundir sus demandas, pues en la época colonial existían divulgaciones autonomistas que criticaba la política discriminatoria. El movimiento de los Independientes de Color fue rápidamente derrotado y a fines de junio estaba casi liquidado.

Movimiento Obrero

La crítica situación que padecían los trabajadores los llevó a desarrollar un fuerte movimiento huelguístico. Los del ingenio Caracas reclamaban el aumento de salarios, el establecimiento de la jornada laboral de 8 horas y tres turnos de trabajo. Esto aconteció en septiembre de 1917 y se extendió hasta octubre; también afectó otros centrales de la región. Fue dirigida en la zona por Adolfo Ruiz Trujillo y Juan Tapia. La represión no detuvo las luchas obreras a pesar de no contar estos con una organización fuerte. Los males de la neocolonia afloraban con nitidez en el municipio de Lajas.

El pueblo lajero sufrió los embates de la dictadura. Las condiciones económicas existentes en el municipio eran reflejo de la abusiva política de Machado, que originó la acentuación de los males sociales.

Desde 1927 en adelante las masas fueron tomando la iniciativa, libraron grandes batallas y pagaron una alta cuota de sangre por su abnegación, sacrificio y valentía.

El gobernador provincial de Las Villas, el Dr. Juan Vázquez Bello, envió al alcalde de Lajas la orden de que tuviera un grupo de hombres de confianza en condiciones de recibir armas y pertrechos, además que lo mantuvieran al tanto de cualquier acontecimiento.

Como resultado de esta crisis la desocupación adquirió caracteres alarmantes, por lo tanto la localidad estaba en la más absoluta miseria.

La crisis afectó a todo el pueblo, pero adquirió más dramática profundidad en las capas humildes. Las condiciones económicas y sociales existentes en el país y la política represiva de la dictadura contribuyeron a hacer insostenible la situación del pueblo, el aumento de la opresión política motivaron huelgas en el municipio, las cuales estaban dirigidas por Adolfo Ruiz Trujillo, Rigoberto Lemes Curbelo y Candelario Terry.

El 8 de agosto de 1931 tuvo lugar un levantamiento armado contra el gobierno dirigido por el expresidente Menocal y el coronel de la Guerra de Independencia Carlos Mendieta, que tuvo resonancia en Lajas a partir del 11 del mismo mes.

El jefe de la policía de Lajas, Gustavo Vargas, mediante un informe daba a conocer al alcalde municipal lo siguiente:

«Tengo el honor de informar a usted, que en este pueblo elementos contrarios al gobierno están realizando una intensa campaña habiendo algunos ya en armas en el territorio del término».[5]

Entre los que se alzaron en armas estaban Manuel Costa González al frente de una partida compuesta por Pepe Rodríguez y sus hijos, José Ramón Peña Cruz y Rafael Peña Cruz, Manuel Pereira, José E. Fernández, Tomás Espinosa, Gustavo Mora y una cuñada del Dr. Costa, los cuales se encontraban en la finca La Estrella, en el barrio del término municipal de Rodas.

La fuerza de la Guardia Rural de Rodas en su recorrido por límites del término encontró partidas de alzados al mando del Dr. Costa en el caserío El Salado y finca El Jagüey; estas fueron atraídas y dispersadas rumbo a Santiago de Cartagena y Lequeitio.

Gran parte de los que se dedicaron a las actividades políticas y públicas en todo el país fueron veteranos de las guerras de independencia, muchos de ellos partícipes de la situación de deterioro moral existente en la política de Cuba. El pueblo se sentía frustrado y desconfiaba de la mayoría de los que ocupaban cargos en el gobierno. En Lajas esta situación también se puso de manifiesto.

El año 1933 comenzó con manifestaciones de protestas. Los lajeros se sumaron a la huelga general desatada en La Habana hasta que se logró la caída del dictador y donde se destacó la actitud del Dr. Luis Emilio de la Torre. La acción revolucionaria era históricamente una continuación del esfuerzo interrumpido en 1898 por la intervención norteamericana y por otro lado el primer golpe serio al régimen neocolonial instituido bajo la tutela de la Enmienda Platt.

La noticia de la caída de Machado el 12 de agosto de 1933 produjo un desbordamiento del pueblo lajero a las calles como expresión de júbilo. Esta acción, consecuente y disciplinada, había contribuido al derrocamiento de la más sangrienta tiranía que había sufrido Cuba hasta entonces en la república neocolonial.

La etapa revolucionaria fue frustrada definitivamente tras el fracaso de la Huelga de Marzo de 1935, aplastada por el ejército de Batista con muchas víctimas de obreros sobre todo en La Habana y el asesinato en El Morrillo, Matanzas, del revolucionario Antonio Guiteras, quien junto al venezolano Carlos Aponte marchaba al extranjero para desde allí preparar un movimiento revolucionario que derribara a la tiranía militar imperante.

Manifestaciones políticas (1935–1952)

La violencia y la corrupción imperantes fueron denunciadas no solamente por los comunistas, obreros y campesinos, sino también hubo organizaciones políticas progresistas que desempeñaron un papel destacado en este sentido. Una de ellas fue el Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo), cuyo máximo dirigente fue Eduardo Chibás. Su campaña fue un factor significativo que influyó positivamente en el fortalecimiento de la conciencia nacional.

En Lajas fueron fundadores de la ortodoxia: José Manuel Águila, Rigoberto Lemes, Humberto Lemes, Orlando García Gil, Luis Moro López y Agustín García. Esta tendencia alcanza su máximo esplendor en 1951 con la visita de Eduardo Chibás al municipio, acompañado por dirigentes nacionales. La misma fue organizada por los dirigentes locales; se celebró un mitin de concentración en el Club Asiático donde hizo uso de la palabra y contribuyó con su presencia a ampliar la popularidad de la organización política que presidía.

Al efectuarse esta visita se reunieron sus simpatizantes en el barrio Nuevas, donde quedó integrada la reorganización del partido por los compañeros: Antonio Martínez, Alberto Castillo y el Dr. Luis Emilio de la Torre, entre otros.[6]

Manifestaciones ante la crisis estructural en Cuba (1952–1958)

Desde el punto de vista político, Batista violó la Constitución de 1940 con su cuartelazo, implantó los llamados Estatutos Constitucionales y una dictadura militar semejante o peor a la que él mismo había implantado entre 1934 y 1940.

Grupos procedentes de diversos factores sociales evidenciaron públicamente el descontento popular ante el golpe militar de Batista.

En Lajas existían diferentes partidos políticos, entre ellos algunos de tradición revolucionaria que siempre aspiraron a un régimen de justicia social. Entre estos el Ala Radical del PSP (Ortodoxo) y de su juventud, por otra parte grupos que creían en los postulados de la Acción Revolucionaria Guiteras (A.R.G), así como obreros y estudiantes que manifestaron inmediatamente su repulsa al golpe castrense de Fulgencio Batista.

Antes de producirse el ataque al Cuartel Moncada, se creó un movimiento insurreccional por el profesor universitario Rafael García Bárcenas nombrado Movimiento Nacional Revolucionario (MNR); esta organización contaba con adeptos en todo el país. En Lajas se incorporaron numerosos elementos fundamentalmente obreros de filiación ortodoxa, entre ellos: Juan Tapia, Rigoberto Lemes Curbelo, Humberto Lemes Curbelo, Orlando García Gil y Flavio Machado.

Al producirse el ataque al Cuartel Moncada de Santiago de Cuba el 26 de julio de 1953, encabezado por el joven abogado y militante ortodoxo Fidel Castro, los grupos integrados en el MNR estuvieron prestos a apoyar con las armas, si era necesario, la acción insurreccional, aunque realmente las armas con que se contaba eran pocas y se adquirieron en la quincalla de Alcides Cruz. No obstante, numerosos compañeros se presentaron ante Orlando Gil y Luis Moro buscando orientaciones y se hicieron actos de sabotaje, se rompieron vidrieras de comercios y se lanzaron botellas a las calles y a la policía.

Paralelamente se desarrollaba un fuerte movimiento obrero con base en el central Caracas, del cual era organizador y dirigente Juan Tapia García fundador del M-26-7, con gran prestigio y autoridad ante los trabajadores por su ejecutoria y militancia revolucionaria. Responsable del frente obrero y jefe de célula en el central Caracas otros miembros serían: Pedro Novoa (padre), Agustín Rodríguez Sureda, Ramón Hernández, Elmer Ramírez Santana entre otros. También fue fundador y jefe más tarde del Frente Obrero Nacional Unido (FONU), Rigoberto Lemes Curbelo fue otro luchador que radicaba en el central Nazabal, fundador del FONU con base en dicho central. Ambos asistieron a una reunión provincial del M–26–7 donde fueron nombrados como responsables de la organización.

La divulgación del documento «La historia me absolverá» entre los miembros del partido influyó en la maduración y desarrollo de la conciencia revolucionaria. El documento llegó a Lajas en el año 1954, de forma clandestina a través del compañero Rigoberto Lemes, miembro del MNR, quien lo circuló entre los revolucionarios que integraban la organización y el Partido Socialista Popular (PSP), entre ellos Adolfo Ruiz Trujillo, Erodín Agüero, Félix Cristóbal Martín, Reinaldo Benítez y Orlando García Gil. Así comenzó a editarse en el municipio, por labor que realizó el tipógrafo Luis Moro López en su imprenta.

El 22 de septiembre de 1955 visitó Lajas Gustavo Arcos Bergnes, de la dirección nacional del movimiento acompañado del Dr. Guillermo Rodríguez del Pozo, de la dirección provincial con el objetivo de orientar la tarea al luchador clandestino Rigoberto Lemes Curbelo para fundar el Movimiento 26 de Julio en la localidad.

A pesar de la represión el PSP y el M–26–7 en Lajas se dieron a la tarea de recaudar fondos en apoyo a los exiliados. Este aporte ascendió a $132,00 entregados por Rigoberto Lemes al compañero Santiago Riera de la dirección provincial del movimiento en Santa Clara.

El Partido Socialista Popular en Lajas tomó rápidamente la dirección de la huelga en coordinación con el M–26–7. La misma empezó con reclamos económicos como el pago del 4% del diferencial azucarero. Esta acción no tardó en orientarse hacia exigencias de demandas políticas.

En una reunión entre la dirigencia del PSP y el M–26–7 en el Club Asiático, donde radicaba el sindicato de Comercio, se planteó extender la huelga a otros sectores.

Guerra de Liberación Nacional (1956–1958)

Los miembros del M–26–7 en Lajas organizaron diferentes acciones en apoyo al desembarco del Granma, Juan Tapia tenía la responsabilidad de aglutinar a un grupo de trabajadores del Central Caracas y descarrilar un tren de pasajeros, mientras el pequeño grupo de guerrilleros se consolidaba y aumentaba en número, en los llanos se garantizaba el aseguramiento logístico necesario, así como el aumento constante de hombres que se incorporaban a la lucha armada.

Se organizó rápidamente una red para enviar al Ejército Rebelde abastecimientos como: medicinas, alimentos, ropas. Estas se escondían en casas y cañaverales hasta que se pudieran enviar a las montañas. Además se utilizaban hombres a caballo y máquinas a pesar del riesgo que se corría a causa de los registros que efectuaban los cuerpos represivos de la dictadura.

A finales de 1957 comenzaron a incorporarse miembros del M–26–7 de Lajas al Ejército Rebelde en el Escambray, entre ellos: Enrique Cañer, Ramón Balboa, Orlando García Gil, Ramón Cartaya Suárez, Ángel Fernández Consuegra, Cleto Viera, Santiago Machad, Eugenio Osés Herrera, José Cabrera Hernández, Luis Piñol, Andrés Nivaldo Sánchez, Osvaldo Cárdenas Rodríguez y Raúl Monzón Medel.

En Lajas el M–26–7 apoyó la huelga general convocada por la dirección nacional del movimiento en protesta contra el asesinato del dirigente revolucionario Frank País en Santiago de Cuba el 30 de julio de 1957, se realizó en coordinación con los dirigentes del PSP Adolfo Ruiz Trujillo y Félix Cristóbal Martí (Tobita).

En el Levantamiento del 5 de septiembre encontraría la muerte heroicamente el lajero José Gregorio Martínez (El Yanqui), militante de la Brigada de Acción y Sabotaje del M–26–7, que murió en la azotea del Colegio San Lorenzo junto a Juan Felino Cárdenas González.

Un importante paso en la lucha en este período lo constituyó, con la activa participación del M–26–7, la creación de las Milicias Revolucionarias, cuya estructura era en células, y su unidad básica la escuadra formada por siete compañeros y un jefe. En Lajas correspondió desde entonces al Partido Socialista Popular, la Federación Obrera Nacional y al M–26–7 con sus milicias el control de la lucha en cada uno de los barrios de la localidad donde habían designado jefes de escuadra que se encargaban de efectuar la acción revolucionaria.

En 1958 se agravaría notablemente la situación del país, que haría más difícil la situación del régimen de Batista con el incremento cada vez mayor de las acciones revolucionarias. En Lajas el movimiento revolucionario se mantendría muy activo. Se realizaron acciones como el riego de grampas en las calles y carreteras y la obstaculización de la fiesta por el Día del Lajero. En febrero de este año estalló una bomba en el puente de ferrocarril de El Salto, colocada por los miembros del M–26–7: Pedro Alfonso, José Ramón Alfonso de Armas y Rigoberto Pérez.

La Dirección Nacional del M–26–7 convocó a una huelga general el 9 de abril de 1958. En Lajas la dirección del Movimiento orientó cerrar los comercios, tomar la Iglesia, la CTC y el Club Asiático. La huelga terminó con un revés para la clase obrera, no se pudo paralizar económicamente el país y desarrollar una fuerte insurrección en las ciudades, la dictadura respondió con una violenta ola de represión.

Ramón Balboa Monzón, ingresó en el M–26–7 en 1956, en el que desarrolló una serie de actividades como transportar armas, propagandas, realizar sabotajes, venta de bonos y adquisición de armamentos y parque para la lucha; fue perseguido y encarcelado constantemente por lo que tuvo que dirigirse al Escambray bajo las órdenes de Víctor Bordón; participó en la batalla de Fomento y cae en combate durante la Toma de Guayos el 21 de diciembre de 1958.

El movimiento femenino en Lajas realizó acciones destacadas en esta etapa, pero en 1957 y 1958 cobró más fuerza con lajeras como: Laudelina Miní González, Margarita Hazime Gossi, Alicia Martínez Rodríguez, Clara Oyarbides Agara, María Salomé González, Pura Machado Menéndez, Nancy Mora Pinos, Andrea y Adibe Hazime Gossi, María Antonia Miní González, Gladys Álvarez Zayas, Sabina Cañer Mora, entre otras. Se constituyó la primera célula del Movimiento Femenino que fue estructurada al igual que las otras. Las orientaciones estaban encaminadas a confeccionar brazaletes, y recoger medicinas, ropas, alimentos para enviar al Escambray, también se vincularon a la resistencia cívica.

La rebeldía del pueblo aumentó ante las falsas elecciones convocadas para el 3 de noviembre de 1958. Las orientaciones del movimiento revolucionario eran de boicotearlas e impedir que se votara. La dirección de la localidad se estableció en el Liceo, hoy Casa de la Cultura; fue elegido como alcalde Erodín Zamora. Lajas se incluía entre los pueblos liberados antes de la derrota de la funesta tiranía.

El Partido Socialista Popular continuaba su resistencia contra la dictadura sobre la base de las protestas y la unidad de fuerza entre las masas revolucionarias, sin embargo no contaba con medios para llevar a cabo una insurrección armada.

Período revolucionario

Consolidación del triunfo revolucionario

Los combatientes lajeros, cumpliendo órdenes de la dirección del M–26–7 y de coordinación con el Ejército Rebelde, llevaron adelante el plan concebido de tomar el pueblo, las fuerzas combinadas del ejército, guardia rural y policía batistiana, emprendieron la retirada, desmovilizados, para replegarse en el entonces Regimiento Leoncio Vidal y la policía de la ciudad de Santa Clara.

El objetivo de los revolucionarios era tomar el pueblo y unirse al avance de las tropas del Ejército Rebelde, en caso de regreso del enemigo, prenderle fuego a las principales instalaciones y marchar hacia las montañas.

Desde horas de la tarde del 24 de diciembre de 1958, se inició la toma del pueblo de Lajas llevada a cabo por dos grupos: uno dirigido por Rogelio Martínez Tamayo (Yeyo), Jefe de Acción y Sabotaje del M–26–7 y el otro por Flavio Machado García (Macho Nerey).

Son dignas de destacar Laudelina Miní, Margarita y Adibe Hazime, Pura Machado, María Salomé González y Alicia Martínez, Zaida Roque que fabricaron armas, confeccionaron brazaletes y banderas del movimiento para colocarlos en lugares públicos y oficiales.

Las milicias del M-26-7 de El Salto, bajo las órdenes de Osvaldo Ortiz y las de El Salado comandadas por José Álvarez Fuentes entraron a apoyar las operaciones. En Lajas la instauración del poder revolucionario se logró bajo la influencia del M–26–7 y el apoyo del Partido Socialista Popular, con gran prestigio en el sector obrero. De ahí que las acciones divisionistas del II Frente y los elementos anticomunistas dentro del movimiento fueron rápidamente neutralizados.

El comandante Víctor Bordón Machado entró a Lajas el 27 de diciembre de 1958 con el objetivo de observar las condiciones y llegar por esa vía al poblado de Santo Domingo para su liberación. A tales efectos el M–26–7 lajero brindó apoyo necesario: 12 hombres y el acondicionamiento de un bulldozer con un tanque y dos planchas de metal anexos, construidas en el central San Agustín (posteriormente Ramón Balboa), que participaría en las acciones.

El 3 de enero] de 1959 se forma un triunvirato en la localidad formado por: Rogelio Martínez, Manuel Ruiz Sosa y Erodin Zamora Lozano. Este último se convirtió posteriormente en Comisionado del pueblo y lo acompañó en la dirección Amado Cruz, en condiciones de secretario. Ambos representaban la administración municipal, un juzgado a esa instancia, la jefatura de la policía y el cuartel del Ejército Rebelde.

En los diferentes municipios en los primeros días de enero de 1959 comenzaron a crearse los Comités Obreros Unidos Municipales (COUM) integrados por las secciones obreras del M–26–7, el PSP, el Directorio Revolucionario 13 de marzo, la Organización Auténtica (OA)[7]. Ellos surgieron con el fin de dirigir el proceso de reorganización sindical y llevaron a efecto las directivas provisionales de los sindicatos y federaciones.

En la localidad lajera existía el Sindicato de Comercio, el Azucarero, Administración Pública y el de Edificación; constituía el de mayor peso el azucarero, cuyo dirigente era Juan Tapia, fiel defensor de la clase obrera y campesina en la lucha por lograr las reivindicaciones en el central Caracas y opositor de la CTK que se caracterizaba por el robo del retiro azucarero, la corrupción, el asalto a los sindicatos y el odio a los obreros y campesinos.

La Federación de Mujeres Cubanas (FMC) se fundó en 1960 y agrupaba a todas las mujeres que se sentían revolucionarias; quedaba el municipio dividido en dos partes: barrio Parque y barrio Paradero, dirigido en la localidad por Ada Fernández Monzón. Entre las primeras tareas de la organización estuvo el apoyo a la campaña de alfabetización; además la superación de las féminas, la incorporación a las academias de corte y costura, la búsqueda de empleos para las mujeres, el apoyo a los planes de vacunación a los niños, así como la incorporación a las movilizaciones voluntarias a la agricultura.

Los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) se crean en Lajas, luego del histórico discurso del máximo líder Fidel Castro Ruz en 1960. Entre sus primeros fundadores estaban: Jesús Herrera, Orlando Herrera, Heberto Roque, Rafael Cruz, Flavio Machado, Adolfo Ruiz, Cristóbal Martín y José de la Cruz Vázquez. Este último fue el primer coordinador municipal. La estructura de los CDR en sus inicios estaba formada por el frente de vigilancia y abastecimiento, el frente de Reforma Urbana, la presidencia y propaganda. Luego se incorporaron los frentes de organización y ahorro.

La Asociación de Jóvenes Rebeldes (AJR) agrupó la juventud en los primeros años y contribuyó al desarrollo de importantes tareas en el nuevo camino que emprendía la Revolución.

En Lajas la AJR fue creada a través de Lino Estévez, integrada por Nicolás Estevanez, Jesús Medell, Oscar Medell, José Quintero. La integraron además: Ramón Quintero, Hermes de Armas, Meraldo de León, Ramón Ulises Mora, Rubén de Armas. Estos jóvenes tenían cierto vínculo con la dirección del Movimiento 26 de julio.

Surge la Juventud Socialista de la cual fue su primer presidente Flavio Machado y dentro de sus fundadores José A. Quintero, Ulises Mora, Hermes de Armas y Rafael de Armas, entre otros. Una de las principales funciones de la organización consistió en nuclear a los estudiantes en todas las actividades.

El comité de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) en Lajas estaba compuesto por Alberto Reyes como Secretario General, José A Quintero como Segundo Secretario, Ulises Mora como Organizador, José de la Cruz de Propaganda y Francisco Cruz Alejo, Secretario sin cargo, los cuales atendían aproximadamente 24 comités de base.

Un paso importante en esa gran tarea fue la puesta en práctica de la Ley No. 962 del 1 de agosto de 1961 con la cual se eliminaba la vieja legislación, que fue reemplazada por una que establecía el derecho de todos los trabajadores manuales e intelectuales a organizarse en los sindicatos.

La Asociación de Agricultores Pequeños (ANAP) se funda el 17 de enero de 1961, cuando se produce el cambio de Asociación Nacional de Colonos por la nueva organización. No se aceptaba en ella a propietarios de tierras con una cantidad mayor a 600 caballerías.

En el mes de junio de 1961 fue la reunión para la constitución de las Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI) con la asistencia de 100 revolucionarios. Esta organización posibilitó la unidad de criterios del movimiento revolucionario, además sirvió de escuela para los demás jóvenes.

Fueron presentadas las propuestas y resultaron elegidos para los distintos cargos: Adolfo Ruiz Trujillo, Secretario General; Ramón Cobas, Organizador; Flavio Machado, Educador; Andrés Fuentes, CDR; Juan Tapia Financiero; Gisela Díaz, Responsable Obrero y Margarita Hazime, Responsable de Mujeres.

Tras su constitución las ORI asumieron grandes tareas sobre todo en el enfrentamiento a la contrarrevolución, la lucha por la producción, las intervenciones, la alfabetización, la preparación a los militantes y del pueblo, la atención a los organismos de masas y la creación del Consejo de Educación.

La Central de Trabajadores de Cuba (CTC) en Lajas fue organizada en 1962. Su Secretario General fue Juan Tapia, quien tenía cargos también en la organización del Partido Socialista Popular (PSP), que actuaba a través del frente único.

La creación de las Milicias Nacionales Revolucionarias (MNR) la encabezó Orlando García, sargento del Ejército Rebelde y conjuntamente colaboraron el sargento de la policía y jefe del cuerpo en el municipio, Agustín Rodríguez Mur, el comisionado Erodín Zamora Lozano, Flavio Machado y el jefe de milicia en el sector urbano Adolfo Ruiz.

Posterior a la creación de las MNR se fundó en Lajas el Batallón 310, lo que se llamó Defensa Popular y más tarde Comité Militar, se constituyó un Comité Militar en 1963 para atender las tareas del Servicio Militar Obligatorio. Además se abrieron 10 oficinas en las zonas más importantes.

En esa fecha el municipio contaba con tres cuerpos de defensa armada: Defensa Popular, Lucha contra Bandidos (LCB) y Unidad Táctica de Combate,la defensa popular contaba con 870 milicianos, 753 hombres y 117 mujeres. La unidad de combate fue creada el 30 de julio de 1963.

En cuanto a la organización de pioneros en 1963 existían 200 y 20 aspirantes. En la zona urbana había 3 destacamentos con 90 pioneros y 20 aspirantes, mientras que en la zona rural existían 160 pioneros.

«Se realizaban con ellos varias actividades, como encuentros entre pioneros de la zona urbana y rural, visitas a los centros de trabajo por el 1 de mayo, actividades por la jornada de la infancia y entrega de premios a los pioneros vanguardias.»[8]

Primeras transformaciones económico–sociales

A partir del 1 de enero de 1959 se emprendió en Cuba un proceso de transformaciones para satisfacer las necesidades de las masas populares y solucionar los graves problemas heredados de la república neocolonial. Lajas presentaba una economía agraria atrasada, como parte de una región por estos años sometida y dependiente.

Central Caracas, hoy Ciudad Caracas

En manos de los dueños de los centrales de la región sureña había 9 303 caballerías de tierras, de ellas 1 328,8 correspondían a Lajas. La Empresa Esteban Cacicedo S.A poseía 393,3 caballerías pertenecientes al central Caracas y la sucesión Nicolás Castaño 934,9 caballerías en el central San Agustín.

Este grupo capitalista de Castaño, dueño de dos centrales cubanos y de 1 400 caballerías de tierra, tuvo gran incidencia en el comercio importador y exportador cienfueguero, se ubicaba entre los quince propietarios ganaderos más importantes del país y de los terratenientes cafetaleros más destacados, con 572 caballerías de tierras en el Escambay.

Central San Agustín, hoy Ramón Balboa

Existían además explotadores agrícolas con extensiones que acumulaban entre 5 y 30 caballerías arrendadas o subarrendadas, muchas de ellas a campesinos pobres, lo que constituía un problema en el proceso revolucionario por lo cual comenzó la aplicación de leyes como la Ley de Reforma Agraria el 17 de mayo de 1959 donde fueron recuperadas en el territorio grandes extensiones de tierra de los magnates de los centrales azucareros Caracas y San Agustín.

Para llevar a cabo esta ley el Instituto Nacional de Reforma Agraria dividió el país en zonas de desarrollo agrario que se subdividieron en secciones, Lajas integró la zona LV–15 la cual fue atendida por Félix Duque, quien junto al capitán Junco había visitado el municipio durante la creación de las zonas de desarrollo agrario. Dicha ley establecía la tenencia de no más de 30 caballerías a cada propietario agrícola.

En Lajas las primeras fincas intervenidas con la Primera Ley de Reforma Agraria fueron: La Esperanza, de Salvador Roque; la ganadera de El Salto, de los Fayas; Santa Rosa, de Máximo Díaz; La Margarita, de José M. Rodríguez (El Meriche); Ajuria, de Enrique Díaz; Ajuria, de los Fleites; El Salto y Tumbadeja, de Villa; El Salado de José y Julio Martínez; Mora y Cruces, de Eustaquio Gómez (Peletes) y La Vega, de Emilio López.

Al crearse las zonas de desarrollo agrario se organizó al campesinado, se hacía labor política por el día y por la noche las patrullas campesinas se dedicaban a la vigilancia.

Fueron entregados numerosos títulos de propiedad a un gran número de campesinos; otras tierras pasaron a manos del Estado, representado por el INRA, y se denominaron entonces cooperativas de créditos y servicios, las cuales se regían por determinados principios.

En estos años fueron creadas las Asociaciones Campesinas, la primera de ellas fue la de Víctor Avello en la finca Armantina, su presidente fue Ignacio Avello. La Asociación Campesina Toribio Lima se fundó en 1960, contaba con 96 campesinos y una extensión de 65 caballerías de tierra.

El área de cultivo fundamental era la caña con 20 caballerías moliendo un millón y medio de arrobas, los métodos de cultivo eran manuales con bueyes y arados. La zafra se hacía con los campesinos y sus familiares. La base campesina se constituyó en este año y estuvo formada por los siguientes campesinos: Miguel Helguera (presidente), Félix R. Díaz (Secretario de Finanzas), Ruperto García (Producción), Evelio Pérez (Divulgación), Juan Viera (Ahorro), Gregorio Marañón (Vicepresidente) y Antonio Marañón (Organización).

En 1959 se constituye la Asociación Campesina Felipe Galindo. Su presidente fue José Galindo, con 56 campesinos como socios. La base campesina Abel Santamaría tenía al ser constituida 76 caballerías dedicadas al cultivo de la caña».

Como medida socioeconómica se dispone la intervención de la Compañía Cubana de Teléfonos. Las milicias ocuparon el centro telefónico de la localidad situado en la calle Maceo, cuya operadora se nombraba Paulina Hernández.

Fue aplicada la intervención además a la quincalla de Alcides Díaz Cruz, la tienda de víveres de Francisco Fernández, la tienda de Rafael de la Grana, la tienda de ropa de Marcial Otero y Laviada, así como la carpintería de Antolín Hernández.

El 9 de octubre de 1961 fueron intervenidas la sociedad Liceo para blancos, la Colonia Española para hispanos y la Unión Lajera para negros y mestizos, además, la Asociación de Colonos de Caracas y San Agustín.

En Lajas el 22 de septiembre de 1961 se constituyó la Junta de Coordinación Ejecución e Inspección (JUCEI), integrada por representantes de organizaciones políticas y de masas y de los organismos de la administración central del Estado, quedaron designados para presidente y vicepresidente Pablo Erodín Zamora Lozano y Silvano Gamio Campos, respectivamente.

Lajas inició un plan de obras públicas que permitió mejorar las condiciones de vida de sus habitantes. Estas se gestionaban a través de la administración local y se aplicaban todas las resoluciones y leyes que emanaban del Ministerio de Gobernación. Un ejemplo de ello lo constituye la Resolución No. 237 con fecha 31 de enero de 1960.

La fuerza de alfabetizadores estuvo compuesta por 287 brigadistas Conrado Benítez, 13 Patria o Muerte, 100 maestros y 620 alfabetizadores populares. A pesar de la corta edad eran jóvenes integrales, pues cooperaban en las labores domésticas y agrícolas, supervisados en su trabajo por un técnico asesor que velaba el cumplimiento del programa, su salud, alimentación y condiciones de albergue, apoyándose en una organización importante de la zona, los CDR, aunque debe mencionarse la atención de las ORI en todos los pormenores de la campaña.

Construcción del socialismo

En el informe de la Asamblea de Constitución de la Municipalidad de Lajas en 1963, respecto al estudio físico–económico del municipio, se da a conocer sus límites. Según los datos este comprende un área de 276 kilómetros cuadrados y posee una población total de 17 000 habitantes; en la zona urbana existían 5 711 habitantes en 1 340 núcleos.

Al triunfar la Revolución en Lajas ocupó el cargo de Comisionado Municipal Pablo Erodín Zamora Lozano, quien además fue el primer presidente de la JUCEI en el territorio, le sucedió Francisco Sorí Moro y ya a partir de 1966, tras la creación del Poder Local, Ramón Cobas Rodríguez, Ulises Mora Mora y Domingo de Armas Drago. Fueron estos los primeros pasos de avance para llegar al Poder Popular.

Durante los años siguientes se continuó la creación de cooperativas, así surgió en 1964 en la base Toribio Lima la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS). Su presidente fue Jesús Mollineda, el vicepresidente, Gregorio Marañón y el organizador, Antonio Trujillo.

Durante la zafra de 1963 en el central Ciudad Caracas se hicieron grandes movilizaciones a nivel regional. Fue enviada una brigada al ingenio, lo que permitió cumplir con la consigna de «No dejar una caña en pie».

El central Ciudad Caracas, en 1963 contaba con 475 obreros y una capacidad de producción de 400 000 arrobas diarias, que superó la zafra de 1962 con 107, 07 % de sacos producidos.

Se sobre cumplieron las metas de caña molida, sacos producidos, galones de miel entregados y bagazos; esto se debió al aumento de 34 ½ días de los que se tenían programados.

La zafra de los Diez Millones se inició el 2 de noviembre de 1969 y se convirtió en un hecho de honor, en una medida de la capacidad de la Revolución, a pesar de las apuestas, por parte de los desafectos al proceso, a que no se llegaba a cumplir las metas. El promedio general de rendimiento fue de 9,85 y 720,970 galones de mieles finales. Constituyó la zafra de más tiempo de duración, de más esfuerzo de los trabajadores. Habían sembrado suficiente caña para el cumplimiento del plan, pero tenía mala calidad, ya que después de cortada no se recogía a tiempo, por tanto ocasionaban bajos rendimientos; trajo esto consigo un deficiente recobrado, pérdidas por roturas, interrupciones por falta de caña y por lluvias.

Atendiendo a los planteamientos de Fidel en la Plenaria Nacional Azucarera, efectuada en La Habana en agosto de 1971, en la región de Cienfuegos se le dio especial atención a las labores de mantenimiento y a las reparaciones de los centrales. Entre las inversiones realizadas se destacaron la instalación del cuádruple y seis centrífugas en el central Ciudad Caracas y la construcción de un nuevo enfriadero en los centrales Ramón Balboa y Caracas.

Tabaquería El Coloso

También en el municipio se sembraba y elaboraba tabaco, aunque en menor escala. Al triunfar la Revolución funcionaba la fábrica de tabacos de Manuel Achong Bastida, con 30 obreros aproximadamente, que estaba situada en Dr. Machín entre Maceo y Goytizolo. Eran elaboradores privados: Onelio Guerra, Rubén Veloz Álvarez, Teodoro Argüelles y Vicente Moreno Hernández, los cuales vendían en sus casas particulares y se mantuvieron hasta después del triunfo revolucionario. Cada uno de ellos tenía su marca e identificación: El Lajero y U y M, respectivamente.

Desde 1966 funcionaron las granjas: Lajas Este y Lajas Oeste, esta última contó con cuadros administrativos meritorios. Estas se vieron afectadas en cierta medida, tanto por las sequías del año anterior, como por las lluvias ocurridas. Durante este período fueron realizadas limpias de caña, de viandas y riegos de abono.

En cuanto a la producción pecuaria fue incrementada la masa ganadera y se le dio mejores condiciones, aumentó la producción de leche y se le prestó más atención a las vaquerías. De igual forma se aplicó el plan de inseminación. También en el municipio radicó una unidad de cría, ceba y venta de ganado porcino. El plan hortícola tuvo resultados sobresalientes en este año por conductos de acopio, se le entregó a la población 5 415 quintales y fue atendido fundamentalmente con fuerza de trabajo de capacidad disminuida con movilizaciones voluntarias, especialmente de la FMC.

Con respecto al autoconsumo en Ramón Balboa se produjo 11 494 quintales de viandas y vegetales y en Ciudad Caracas 4 532,9 quintales. La producción pecuaria contó con un distrito dedicado al ganado, con una existencia de 2400 cabezas siendo desfavorable el trabajo de ganadería vacuna pues solo se cumplió 55% de la producción de silo programado, 83 % en heno y 63 % de fertilización.

Como parte del proceso nacional en 1965 se creó el Partido Comunista de Cuba y quedó estructurado de la siguiente forma: el secretario general era Jesús Herrera, el organizador, Adolfo Ruiz Trujillo, el responsable de Educación, Miguel Dueñas Pérez y los miembros, Juan Tomás Nodal y Antonio Pérez González.

Entre los años 1961 y 1975 los bloques de la FMC realizaron innumerables actividades: el curso de escolaridad de las federadas, la campaña de vacunación, el apoyo a las reuniones de rendición de cuentas, la actualización de murales, la divulgación de diferentes tareas, la participación en la marcha del pueblo combatiente, las actividades para el autofinanciamiento del III Congreso de la FMC, la elevación del por ciento de mujeres trabajadoras, así como la participación de federadas a los círculos de estudio.

Respecto al sector educacional, posteriormente a la Campaña de Alfabetización, se sumó la batalla por alcanzar el sexto grado. En el plan de seguimiento de 1962 había 52 aulas funcionando con 1 133 alumnos. En 1963 la matrícula en la secundaria básica era de 294 alumnos con un 74 % de asistencia. Existían dificultades en el centro, que fueron analizadas por la Unión de Jóvenes Comunistas y la Unión de Estudiantes Secundarios con la dirección del plantel, con el objetivo de ser erradicadas. Funcionaban en la zona urbana 3 centros escolares con 28 maestros; en la zona rural 43 escuelas con 63 maestros. El plan de la educación obrero–campesina tenía 45 aulas y 521 alumnos.

Se promovió el seguimiento para la superación obrera de 189 alumnos. La secundaria obrera tenía una matrícula de 100 alumnos y 82 % de asistencia en esta tarea y se destacó por el entusiasmo de alumnos y profesores.

Instauración del Poder Popular

La constitución del Poder Popular, con la creación de comisiones para la futura Provincia de Cienfuegos, Villa Clara y Sancti Spíritus, se cumple en Las Villas con la tarea No. 43 contenida en el Cronograma Nacional para la implantación de la División Político–Administrativa, la constitución de los Órganos del Poder Popular y el nuevo sistema de dirección de la comunidad.

En Lajas como en el resto de los municipios se creó la comisión de implantación de la División Político–Administrativa. Su presidente fue Nelson Añón Díaz, miembro del Comité del PCC en la región de Cienfuegos, el vicepresidente, Rafael Clavero, miembro del Comité Municipal de Lajas, la presidenta de la Subcomisión de Circunscripción y Proceso Electoral, Argelia Balboa, miembro del Comité Municipal del PCC, el presidente de la Subcomisión de Divulgación, Carlos Sanchibrián Fonseca, miembro del buró del PCC y el presidente de la Subcomisión de Candidatura, Israel Esquivel Rojas, miembro del Comité Municipal del PCC en Lajas.

En el año 1976 los límites de Lajas eran los siguientes: al norte limita con Santo Domingo; al sur, Cruces y Palmira; al este, Ranchuelo; al oeste, Rodas. La extensión territorial era de 350 km2 y la población de 20 042 habitantes.

Las principales tareas desarrolladas por el movimiento obrero estaban relacionadas con la agricultura, la limpieza y siembra de caña y el trabajo voluntario los fines de semana. Más tarde surgieron las brigadas cañeras: Francisco Padrón, en San Isidro; Camilo Cienfuegos, en La Legua; Jesús Menéndez, en Santa Susana y Toribio Lima, en Ajuria.

Período de 1990 al 2010

Período Especial

La década del noventa resultó tener un gran impacto en la economía cubana al producirse la desaparición del socialismo en la URSS. Fueron los años 1991 y 1992 los más difíciles en esta etapa, conocida como Período Especial en tiempo de paz.

Se realizaron otras transformaciones económicas y de relaciones de empleo a través de la resolución conjunta No.1 de los ministerios de Seguridad Social y el de Finanzas y Precios; además se crearon nuevas actividades que incorporaron carpinteros, barberos, reparadores de zapatos, de bicicletas, equipos electrodomésticos, entre otros. En 1999 se encontraban 9 521 trabajadores afiliados a la economía.

En 1999 el autoabastecimiento municipal tuvo un resultado de 90,4 miles de quintales de vianda, 31,6 miles de quintales de arroz y 1 563 miles de litros de leche; la producción de carne alcanzó la cifra de 330,600 toneladas. La producción agropecuaria en viandas fue de 100,5 miles de quintales.

Se trazaron planes por el Partido y el Gobierno tratando de rescatar la gastronomía popular y al mismo tiempo como paliativo a la situación imperante. Durante estos años se destacan las inventivas desarrolladas en diversos sectores como la industria alimenticia, Educación, MINAZ, INDER, MINSAP, entre otros, en los eventos de FORUM en el municipio, los que alcanzan su mayor auge durante los últimos años de la década. En el XIII FORUM, celebrado entre 19992000, fueron expuestas 1 482 ponencias y en estas se proponían soluciones a los problemas existentes en el territorio, fundamentalmente en las esferas básicas relacionadas con la producción y los servicios, algunas de ellas obtuvieron premios relevantes.

Batalla de Ideas

Fruto también de la Batalla de Ideas fueron las transformaciones en el sector educacional, que permitieron contar con un maestro frente a 20 educandos, la inserción de la modalidad de las teleclases, así como la computación, el estudio del inglés a partir del tercer grado y el logro de una mejor calidad del proceso de aprendizaje. También se extendió el arte y la cultura al último rincón de la localidad, gracias al concurso de los instructores de arte, como resultado del Programa del Comandante en Jefe de crear las escuelas para su superación. Estas contribuyeron a la adquisición de una cultura general e integral desde las edades más tempranas. Se destacó además la formación de maestros emergentes para hacer realidad estas transformaciones.

En el año 2004 el municipio de Lajas resultó el primero de la nación en concluir el programa de la Batalla de Ideas, significativo episodio de la historia reciente de la nación, por lo que se celebró la Tribuna Abierta de la Revolución en el territorio, la cual contó con la presencia de los Comandantes de la Revolución Juan Almeida Bosque y Guillermo García Frías y de una multitudinaria asistencia del pueblo.

Durante estos años el municipio logró avances significativos en el orden económico. En 2008 se encontraban vinculados a la economía 10 273 trabajadores. También en ese año aumentó el autoabastecimiento municipal, produciéndose 330,3 miles de quintales, 268,2 miles de quintales de arroz, 2 324,1 miles de litros de leche, entre otros indicadores. Se produjeron 1 862 100 toneladas de carne. Por estos resultados el municipio obtuvo en ese año la sede del acto nacional por el Día del Campesino.

La colaboración médica internacional se amplía, con el programa integral, a Centroamérica, el Caribe y África. Médicos lajeros integran las filas de cooperantes internacionalistas en diferentes países como Venezuela, Honduras, Portugal, Angola, Sudáfrica, Bolivia, Timor Leste y otros, en las especialidades de Enfermería, Estomatología, Técnicos de Rayos X, Laboratorio, Terapia física, Podología, Administración, estadística, Técnica Óptica, Optometría y Electromedicina.

Como parte de la preparación de la economía para la defensa se desarrollaron en el municipio actividades de preparación y asesoramiento a través de seminarios y capacitación. Además se realizaron controles a todas las zonas de defensa con la participación de los jefes de subgrupos del Grupo Económico Social.

Referencias

  1. Colectivo de autores: «Síntesis histórica del museo de Lajas», folleto inédito, Museo Municipal de Lajas, pp. 1-7.
  2. José Martí Pérez: Obras completas, t. 2, Editorial Nacional de Cuba, La Habana, 1963, p. 441
  3. M. García Garófalo Mesa: Un patriota heroico. Biografía del general Higinio Esquerra y Rodríguez, Imprenta Quiñones, Villa Clara, 1913, pp. 9, 53 y 54.
  4. José Miró Argenter: Crónicas de la guerra, t.1, Editorial Letras Cubanas, La Habana, 1981, pp. 221-222.
  5. Miriam Olano Casanova: «El pueblo de Lajas durante el régimen de Machado», inédito y sin paginar, Museo Municipal Benny Moré, 2000.
  6. Testimonio de Rigoberto Lemes Curbelo, 10 de marzo de 1985.
  7. Colectivo de autores: «Historia de la provincia de Cienfuegos (período Revolución)». Oficina de Investigación Histórica PCC Provincial.
  8. Informe Político de la Asamblea de Constitución de la Municipalidad de Santa Isabel de las Lajas, 1963, p. 37.

Fuentes

  • Síntesis histórica provincial de Cienfuegos. Editora Historia 2011. ISBN 978959704872-5
  • García Martínez, Orlando. Cienfuegos, siglo xix, un peculiar proceso de concentración y centralización de la industria azucarera, inédito, 1987.
  • Colectivo de autores. Síntesis histórica del museo de Lajas, folleto inédito, Museo Municipal de Lajas.
  • García Garófalo Mesa, M. Un patriota heroico. Biografía del general Higinio Esquerra y Rodríguez, Imprenta Quiñones, Villa Clara, 1913.
  • Miró Argenter, José: Crónicas de la guerra, t.1, Editorial Letras Cubanas, La Habana, 1981.
  • Rovira González Violeta y otros. Historia provincial de Cienfuegos (Neocolonia).
  • Olano Casanova, Miriam. El pueblo de Lajas durante el régimen de Machado, inédito y sin paginar, Museo Municipal Benny Moré, 2000.
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  • Informe político y Plan de trabajo de la Asamblea de Constitución de la Municipalidad de Santa Isabel de las Lajas, 1963.