Historia del municipio Maisí (provincia Guantánamo)


Historia del municipio Maisí (provincia Guantánamo)
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Municipio Maisí
Cronología
Etapa precolombina
Rutas migratorias
Sitios y paraderos
Sitios arqueológicos
Cultura taína.
Caverna de Patana
Lenguaje
Actividad económica
Creencias religiosas
Etapa colonial
Construcciones
Abasto de agua
Guerra de los Diez Años
Expedición de Limbano Sánchez
Guerra de 1895
Acciones militares
Quema de Sabana
Combate de Cuesta de Maya
Regimiento Maisí
Expedición del vapor Laurada
Etapa neocolonial
Población y empleo
Comercio interno
Comercio exterior
Fuerza de trabajo
Crisis económica del 1929-1933
Desempleo
Guineo o banana
Transporte
Sabana
Café
Etapa de Revolución en el poder
Primeras medidas revolucionarias
Reforma Agraria
Campaña de alfabetización
Visita del Che
Plan Especial Gran Tierra
Organización política
Contrarrevolución
Estrategia Económica
Poder Popular
Educación

Historia del municipio Maisí (provincia Guantánamo). El municipio Maisí se encuentra en el extremo más oriental de Cuba. Su nombre es de origen aruaco y significa, según Sergio Valdés Bernal, en su obra Lengua nacional e identidad cultural del cubano: “no es el comienzo, la cabeza”. Maisí, dotado de una singular naturaleza por su flora, fauna y relieve, muestra una significativa historia, en la que se destaca la presencia Aborigen, sobresaliendo la cultura taína con la Caverna de Patana, como uno de los asentamientos más representativos, en la que se encontró, el ídolo Cemí de Gran Tierra. Por este territorio se inició la rebeldía indígena, con la resistencia del cacique Hatuey, frente al conquistador español. Fue parte de la jurisdicción de Baracoa, al ser uno de los 4 partidos en que se dividía la región.

Con la división político administrativa en 1976, pasó a ser municipio compuesto por ocho consejos populares: La Máquina (cabecera municipal), Punta de Maisí, Vertientes, Sabana, La Asunción, Cantillo, Boca de Jauco y La Tinta.

Cuenta con El Faro de Punta de Maisí, que suscita una especial curiosidad por su originalidad y majestuosidad arquitectónica. Zona eminentemente productora de café, con la puntillita como ritmo autóctono, en la que el guateque es una actividad social característica y aunque estuvo olvidada durante los gobiernos coloniales y neocoloniales, hoy exhibe reveladoras transformaciones y logros, como parte de la obra de la Revolución.

Etapa precolombina

Rutas migratorias

La llegada del hombre primitivo a la isla, en su mayoría, fue por Punta de Maisí. Esta zona es el puente entre Cuba y Santo Domingo . Los aborígenes comenzaron su arribo a las costas cubanas a.n.e, en canoas rústicas, como describe Cristóbal Colón.

Desde América del Sur, por el mar Caribe, con escala en varias islas, llegaron a Santo Domingo y posteriormente a las costas de Maisí; teoría migratoria que aportó el Dr. Antonio Núñez Jiménez, luego de la expedición “En canoas del Amazonas al Caribe”, entre 1 de marzo de 1987 y el 1 de abril de 1988. A Cuba arribaron por Boca de Jauco, costa sur de Maisí.

La población aborigen no era homogénea. Las diferentes oleadas migratorias de grupos arahuacos, tenían desiguales niveles culturales, unos se desplazaron hacia el occidente de Cuba y otros se establecieron en la región oriental, razones por las que en excavaciones arqueológicas aparecen vestigios de esas comunidades, con variadas técnicas en el trabajo de la cerámica y agrícolas, entre otras.

Sitios y paraderos

Se llama sitios a los habitad prolongados de aborígenes. De ellos podemos citar: Laguna de Limones, San Lucas, Pueblo Viejo, Jauco, entre otros. Por el contrario, los paraderos eran de habitad transitorios, ejemplo: Caleta de Jauco, El Guayabal, y todos los del litoral de Punta de Maisí, estudiados en su mayoría por Manuel Rivero de la Calle y José Manuel Guarch.

La primera exploración con carácter de estudio de la que se tiene conocimiento se realizó en agosto de 1891 por el Dr. Luis Montané y el insigne patriota cubano Fermín Valdés Domínguez, amante de la arqueología. La visita estuvo centrada fundamentalmente en la finca del italiano Fermín Colta. Allí encontraron objetos de cerámicas y piedras muy importantes, entre los que se destacaba una jicotea de piedra.

Según los exploradores en la finca aparecieron dos sitios que, de acuerdo a las descripciones, deben ser los que se encuentran ubicados en las casas de los señores Antonio Ortega y Antonio Leyva, ambos separados por el río Los Tibes, en su desembocadura, hacia el Jauco. Se conoce también, que el Dr. Montané, regresó nuevamente en 1902 para continuar sus investigaciones.

Los estudios y descubrimientos más importantes hechos hasta el presente en la zona de Jauco, son los realizados por Mark Harrington, quien se dedicó a transitar por el sur de la zona que comprende, desde unos 7 Km. al oeste de Boca de Jauco hasta Punta de Caleta, en cuyo trayecto pasó por Macabí, Playa Blanca, Caletica y Caleta.

En 1945, miembros de la Sociedad Espeleológica de Cuba, dirigida por el Dr. Antonio Núñez Jiménez, después de realizar diferentes investigaciones en la región de Baracoa y Maisí, se dirigieron hacia Jauco, explorando cuevas y recolectando piezas arqueológicas. Posteriormente se hicieron otras exploraciones por diferentes arqueólogos como el Dr. Manuel Rivero de la Calle.

Sitios arqueológicos

Para hacer un mejor balance de los sitios, se divide su ubicación por zonas geográficas de la siguiente forma: sitios arqueológicos de la Tinta: se localizan el sitio de Francisca Pérez y el de Armando Prada (entronque río Caña y río Baracoa) y sitios arqueológicos del noreste de La Tinta, que comprende los de Arroyo la Vaca, Cagüeyva y Guajimero.

En La Güira también se localizaron otros dos sitios, siguiendo todo el curso del río Los Tibes, desde su desembocadura en el Jauco, en dirección opuesta a su curso el de Chano Longina (casa Juana Díaz).

Los sitios arqueológicos de Jauco, no defieren en gran medida de los existentes en otras zonas de Maisí, pero tienen sus propias particularidades, de acuerdo a la ubicación. Se localizan en el río Jauco, desde La Tinta hacia el sur. Estos están ubicados en ambas márgenes del río Jauco, desde su confluencia con el río Caña hasta su desembocadura en Boca de Jauco, en la costa sur, también hay al suroeste de Jauco y al este de Boca de Jauco.

Independientemente de los lugares referidos anteriormente, la población aborigen de Maisí, prácticamente ocupó todo el territorio, en algunos casos como paraderos. Existen evidencias de esta observación en: Ovando, El Guayabal, La Yagruma, El Veril, Jauco, Punta de Maisí, donde aparecen innumerables muestras aborígenes.

Este criterio fue expresado por Rivero de La calle y Docal Moure al referir que, las zonas que se poden identificar como de mayor densidad de población son, de oriente a occidente, las siguientes: Maisí lugar donde están concentrados los sitios ceremoniales de mayor importancia. Es también un área donde se llegó al mayor esplendor tecnológico y superestructural.

Cultura taína

En Maisí existen innumerables evidencias para demostrar que es uno de los lugares más representativos de la cultura taína en Cuba. La etapa de su asentamiento en esta zona, data aproximadamente desde el año 1300, y fue el que encontró predominantemente el conquistador a su arribo a Cuba, la más tardía del grupo agroalfarero.

Han sido encontrados 53 sitios taínos próximos a las costas y tierra adentro, en lugares boscosos y con ríos. Los más conocidos y estudiados son: la Caverna de Patana, Pueblo Viejo, el Cercado Terreo de Laguna de Limones y San Lucas, lo que demuestra que los lugares de residencia, por lo general, se encontraban despejados y en muy pocos casos en cuevas.

Este grupo humano con un dominio de la agricultura, la casa y la recolección, así como el trabajo con la cerámica, encontró en la región del este de Cuba, no solo el excelente clima del cual habló el Almirante Cristóbal Colón, sino también el apropiado medio ecológico, que les ayudó para continuar desarrollando la agricultura, la navegación y el trabajo de la cerámica.

Trabajaban la piedra para realizar sus instrumentos de trabajo y de tipo ceremonial. Son varias las hachas de trabajo, las ceremoniales, los colgantes, los cemíes, las dagas, entre otros objetos encontrados. Fabricaban también redes para la pesca.

Caverna la Patana

Caverna de Patana

Es uno de los asentamientos más representativos de la cultura taína, lugar que visitó en 1915, el arqueólogo norteamericano Mark R. Harrington y donde se puede observar la base desde donde fue extraído de su sitio el gran ídolo o Cemí. Esta imagen, muy representativa, se describe a continuación:

“La estalagmita se eleva a unos cincuenta pies de la entrada de la cueva, pero era fácilmente vista a la luz del día. Medía 4 pies de altura (1.20 m), su base 25 pulgadas de norte a sur y cerca de 7 pies de este a oeste, teniendo una forma alargada, con dos puntas proyectándose hacia arriba, la del oeste más corta, con tres pequeñas cavidades hechas sobre ella, formando un rostro grosero, consistente sólo de ojos y boca, mirando al oeste.

“La punta mayor y más alta de la formación se elevaba en su extremidad oriental y contenía el rostro primeramente descubierto, con más trabajo escultórico, consistente en ranuras, con boca nariz y ojos claramente marcados, en tanto que otras ranuras sugerían los miembros y las partes genitales del hombre. Igualmente, la cabeza estaba rodeada de ranuras simulando una banda.

“Esta imagen miraba al este, y la naturaleza la había colocado de tal manera que a cierta hora de la mañana, por lo menos durante nuestra estancia en junio y julio, un rayo de sol penetrando por una hendedura caía sobre el rostro de la figura durante unos minutos. El lado sur de la cabeza tenía marcada una tercera grosera cara, indicada por tres ligeras depresiones; al lado norte, en adición a las ranuras que podían representar una oreja del rostro mayor, existía un cuarto rostro (…)”

El traslado del Cemí, parecía imposible al principio, ya que su peso oscilaba entre 800 y 900 libras, pero según Mark Raymond Harrington en su libro Cuba antes de Colón, se resolvió el problema, aserrándola en cinco pedazos, con ayuda de dos sierras.

Lenguaje

Es de raíz aruaco, los conquistadores trataron por la fuerza de imponer su lengua, pero aún se conservan vocablos con raíces aborígenes y otras adulteradas por el propio colonizador, podemos citar como ejemplo: yagua, bacán, frangollo, ovando, maisí, yayal, maya, entre otros.

Actividad económica

La agricultura, era su actividad económica fundamental. En los conucos, cultivaban mandioca o yuca en sus variedades dulce y amarga, la que fermentaban para obtener una bebida llamada uicú o cusubí.

Con la mandioca, también obtenían el casabe, alimento parecido al pan o torta circular, tostada al sol o al fuego, que formaba parte de su dieta. Otros cultivos eran el maíz, cacahuate o maní, pimienta, piña, algodón, tabaco, boniato y frijoles.

Confeccionaban cestas, objetos de cerámica, tallaban la madera, construían redes, cazaban animales como jutías, iguanas, aves y serpientes; pescaban utilizando diferentes técnicas empleando anzuelos, redes, veneno, entre otras.

Creencias religiosas. La divinidad principal era Yaya, que viene del término yara, que significa "lugar" en lengua arawaka taína; la primera "Ya" simboliza el mundo espiritual, y la segunda simboliza el mundo material, que quiere decir "Creador del mundo espiritual y del mundo material.

También se le conoce como Semign, que significa "Dios" en lengua arawaka taína. Profesaban el politeísmo en su interés por dar respuestas a los fenómenos de la naturaleza, incomprensibles para ellos, de ahí el dios del trueno o el de la lluvia. La palabra cemí designa a los seres espirituales de la mitología taína.

Etapa colonial

Los propósitos de los españoles de conquista pacífica, quedaron fallidos desde el primer momento. La montañosa región de Maisí, por su proximidad a La Española y quizás por lo abrupto del terreno, había sido el lugar preferido por muchos de los aborígenes fugitivos de la isla vecina.

Entre los que huyeron del etnocidio español, se encontraba un cacique de la región de Guahabá, llamado Hatuey, que fue hombre muy resuelto, de mucha influencia entre los suyos y de condiciones de mando y de capacidad superiores a las de la mayoría de sus hermanos de raza.

Hatuey conocía la dura guerra hecha por los españoles a los caciques de Haití, la servidumbre a que habían sido sometidos los indígenas y su rápido aniquilamiento. Una amarga experiencia le enseñaba que a la población aborigen no le quedaba otro camino que el de una desesperada resistencia.

Tan pronto pasó a Cuba y ganó ascendientes, influencia y predominio moral en la región, indujo a los aborígenes a la lucha, que extendió posteriormente a Baracoa, y aunque pudo reunir cierta cantidad de hombres contra los españoles, el enfrentamiento era muy desigual.

Hatuey conocía la superioridad de la fuerza de sus enemigos, por lo que intentó utilizar la única técnica posible, el ataque por sorpresa, la huida rápida y las emboscadas donde las condiciones les fueron más propicias.

En este contexto en extremo desigual, se impuso el poderío español y la resistencia aborigen fue sometida definitivamente, con la captura del cacique, al que juzgaron como hereje y rebelde, con la pena de morir quemado vivo en la hoguera, castigo bárbaro que utilizó la “Santa Inquisición”.

La rebelión de Hatuey fue la primera manifestación de la lucha de los oprimidos contra los opresores en la isla y constituye un ejemplo de valentía y coraje de los indígenas en defensa de su libertad, expresión más temprana de rebeldía que refiere nuestra historia.

Economía y sociedad

Al terminar el proceso de conquista y colonización, España estableció un orden de prioridad sobre los territorios, en la cual no estaba Maisí, a pesar de ser el primer territorio que distinguen los europeos en sus viajes de conquistas, por su proximidad con La Española.

En ello influyó el tener escasos ríos y de poco caudal, sin puertos importantes y apropiados, tan necesarios para la navegación, por lo que no ofrecía perspectivas de desarrollo, si tenemos en cuenta la importancia que revisten para el progreso del comercio.

La situación geográfica del territorio, aislado y de difícil acceso, de escasos recursos naturales y de baja densidad en su población, conllevó en parte a un lento desarrollo económico, con predominio de una economía de subsistencia, basada fundamentalmente en la agricultura, con preferencia del cultivo de la yuca, el maíz.

Posteriormente se incorporó la producción de coco y miel de abeja. A mediados del siglo XIX se introduce el banano y se incentivó la cría de algunos animales domésticos que constituyen fuentes de alimentación y de transporte, con predominio de la pequeña propiedad.

Población. La población aborigen entre los años 1529 y 1530 sufrió un descenso considerable, motivado por varios factores, entre ellos, una violenta epidemia de viruelas que se desató en esa época, pero la principal causa de este fenómeno fue la salvaje explotación y las guerras que los invasores impusieron a los nativos.

El aislamiento del territorio, influyó notablemente en la poca densidad de población existente, que a mediados del siglo XIX estaba compuesta por 573 habitantes, de ellos 397 blancos, 174 de color, libres, y un esclavo, según un censo de población de la época, datos que fueron localizados en el museo municipal de Maisí.

El centro poblacional de mayor importancia era Sabana, donde se asentaron algunas familias españolas y crearon un centro comercial, una iglesia y algunos fuertes españoles, por su cercanía con Baracoa, primera villa fundada y principal plaza militar del Ejército Español en esta región.

Desde este lugar, se trasladaba el banano del territorio hasta Yumurí y luego era exportado a través de compañías extranjeras, lo que favorece cierto desarrollo a finales del siglo XIX y principios del XX.

Construcciones

Las más antiguas del territorio, no son la expresión más fiel de los estilos arquitectónicos de la época colonial, pero reciben su influencia, si tomamos en consideración las viviendas existentes en algunas localidades como el poblado de Sabana, Punta de Maisí , Pueblo Viejo y La Tinta, donde lamentablemente quedan pocas evidencias y nunca se estimuló un trabajo para su conservación.

Existían en estos lugares viviendas de madera con proporciones elevadas y anchas, con portales largos, horcones y barandas con adornos tallados, que también se observan en el interior de las mismas, en las vestiduras de puertas y ventanas, igualmente de grandes proporciones. Faro de Punta de Maisí. Llamado también La Concha, en honor al militar gobernador y capitán general de Cuba, José Gutiérrez de la Concha. Su construcción se inició en 1857 y concluyó el 9 de noviembre de 1862. El objetivo fue orientar a los barcos en su travesía por el Paso de los Vientos.

Está considerado belleza arquitectónica de la época y ha resistido las inclemencias del tiempo, la furia de los vientos y de las olas del mar, guía durante años de miles de barcos de diferentes nacionalidades en su cruce por estos mares.

Entre ellos el “Norsdtrand”, crucero alemán en el cual viajó José Martí procedente de Cabo Haitiano, desde donde abordaron el bote que los llevó a desembarcar el 11 de abril de 1895, junto a Máximo Gómez y otros patriotas, por Playita de Cajobabo, para incorporarse a la Guerra Necesaria.

Ese mismo día Martí anota en su diario:

“(…) Salimos a las 11. Pasamos rozando a Maisí y vemos la farola (…)”,

Refiriéndose al faro,obra que suscita una especial curiosidad por la originalidad y majestuosidad de la construcción, es emblema de los habitantes del territorio

Se destacan también, los fuertes españoles, aunque no quedan muchas evidencias de esas construcciones militares. En la obra, Antonio Maceo Grajales, apuntes para una historia de su vida, el historiador José Luciano Franco hace referencia a la existencia de varios fuertes españoles a lo largo de todo el territorio de Maisí.

En ese sentido hace referencia a que, en Punta de Maisí, al lado del faro, había una guarnición española muy nutrida de soldados regulares, con un refuerzo de voluntarios y traidores guerrilleros. Había otros en Sabana , justificados por su cercanía a Baracoa, su posición estratégica con relación al resto del territorio y el asentamiento de comerciantes españoles.

En este lugar, se conservan ruinas del fuerte ubicado en la loma de Boruga. Otros se localizan en el interior, como en La Asunción, Los Llanos, Cantillo, Montecristo, Mesa Abajo y Boca de Jauco.

Un elemento destacable son las calzadas de piedras que se aprecian en La Boruga, la loma de Mirabel en la Asunción, conocida también como la loma del Muro, la cuesta de Maya por el camino que conduce a Pueblo Viejo, el camino de la Máquina a Punta de Maisí, y otras en el interior de las localidades como La Asunción, Alcalá, El Veril , construidas por emigrantes ibéricos, gallegos fundamentalmente.

Abasto de agua

La ausencia de acueductos y redes hidráulicas, hizo que los habitantes buscaran alternativas para abastecerse del líquido. Para el abastecimiento y llenado de los aljibes, se utilizaba el método de la captación del agua por canales, ubicados alrededor del techo de las viviendas, aprovechando las precipitaciones que en esa época eran abundantes, técnica presente en la actualidad en innumerables lugares.

Guerra de los Diez Años

Maisí, tierra de rebeldía y resistencia aborigen contra los conquistadores españoles, también fue escenario de hechos y acciones durante la guerra de independencia contra el colonialismo español, pero desafortunadamente son muy insuficientes las investigaciones que al respecto se han realizado.

El 18 de diciembre de 1875, unidades de la Primera División del Primer Cuerpo de Ejército que penetraron en la zona de Mandinga y sorprendieron el caserío de Sabana, con la toman el fuerte y torreón, hicieron prisionera la guarnición, obtuvieron armas y municiones y llegaron hasta el faro de Punta de Maisí.

Al siguiente día, mientras el teniente coronel José Maceo atacaba con éxito Gran Tierra, Montecristo, Cantillo y Masa Grande, el coronel Silverio del Prado, con los tenientes coroneles Martínez Freire y Consuegra realizan un brillante asalto sobre Jauco, y regresaron a Guantánamo con un magnifico botín, a fines de ese mes, dejando a su paso totalmente destrozado el sistema de defensa de los españoles en aquella región.

Expedición de Limbano Sánchez

El arribo en dos botes a costas cubanas de Limbano Sánchez, por Punta de Caleta, costa sur del actual municipio de Maisí, y del brigadier Ramón González, por Punta Negra, al este, se produjo el 25 de mayo de 1885.

En Tierra, comenzaron a desplazarse por la costa hacia el oeste, cerca de Boca de Jauco, donde caen en una emboscada española y se dispersan sin rumbo fijo y comenzó una angustiosa búsqueda por parte de ambos grupos, que se reencontraron a la caída de la tarde en el camino hacia los montes de La Atención, zona intrincada de la región.

En la mañana del 26 la situación de Limbano era complicada por la llegada a la zona de una poderosa columna española de las tres armas. Inmediatamente se inició una persecución sin tregua que duró hasta el mes de septiembre del propio año.

La fuerza enemiga, estaba comandada por el general José de los Santos Pérez, jefe militar de la Plaza de Guantánamo, el cual trazó como estrategia el fraccionamiento de la columna, captura y conducción de los mambises a Baracoa, y en caso necesario, asesinarlos. En análisis del hecho Santos Pérez refirió que:

“Desde el momento que recibí la noticia me pareció oportuno declarar en estado de sitio el territorio invadido, teniendo presente que el referido Limbano Sánchez (de quién sospecho es el jefe de la partida) es hombre conocido en la zona, práctico en esta clase de guerra, por haber militado en las pasadas insurrecciones y de prestigio entre los de su bando”.

El grupo guerrillero se desplazó trabajosamente debido a los heridos del primer encuentro. Numerosos fueron los combates en los montes de La Atención y La Cuchilla de Veguita, pero las fuerzas del general Pérez Ruiz no les dio tregua. El destino de los que cayeron en manos del enemigo, fue el fusilamiento, la prisión y la deportación.

Limbano Sánchez y su amigo Mongo González, acosados por los españoles, lograron atravesar el territorio norte de Guantánamo y Yateras, escondiéndose en Mayarí, en la cueva del Mogote, algunos historiadores refieren que se refugiaron en Cayo Rey.

Algunas historias apuntan, que fueron delatados por un compadre de Limbano, quien lo vendió al Comandante General de la Provincia. El traidor y un oficial español, los asesinaron el 27 de septiembre de 1885, mientras dormían.

Guerra de 1895

El 24 de febrero de 1895, después de grandes esfuerzos de los patriotas dentro y fuera del país para reiniciar la guerra por la independencia, se produjeron alzamientos simultáneos en varias zonas de la isla, entre los que consta el de La Confianza en Guantánamo.

Relato mambí

Una anécdota interesante quedó referida en el libro Relatos de la Guerra del 95 del capitán Eduardo Lores Llorens, al referir el momento en que se despidió de su madre, el 10 de abril de 1895, para incorporarse a la lucha por la independencia. Narra el mambí que cuando le dijo que partía, ella le contestó con lágrimas en los ojos:

“(…) bien, hijo mío, cuando regresaste la última vez de los Estados Unidos me dijiste que al sonar del primer tiro en Cuba te irías al monte, ahora sólo me corresponde darte un consejo: vas a dar un paso adelante, no lo des atrás”.

Acciones militares

En esta etapa, Maisí fue escenario de importantes acciones militares. En la zona de Jauco, también conocida como La Tinta, se alzaron en armas contra España un grupo aproximado de 65 hombres, entre ellos, los oficiales: capitán Miguel Ortega Garrido, capitán Francisco Borges, Alfredo Antonio Álvaro y el cabo Luís Matos, más conocido por Luisón.

Al conocer del desembarco de Antonio Maceo y Flor Crombet por la playa de Duaba, en Baracoa, los complotados se dirigieron a la zona para ponerse en contacto con los expedicionarios e incorporarse a la contienda bajo las órdenes de Maceo y en el lugar conocido por Baquíen, entre los ríos de Duaba y Toa, se produjo el encuentro.

Quema de Sabana

Toma y quema de Sabana

De las acciones militares del grupo por la zona, uno de los enfrentamientos más significativos fue el ataque al poblado de Sabana, el 8 de junio de 1895. La operación fue preparada por el coronel Félix Ruenes, jefe de la jurisdicción de Baracoa y ejecutada por el coronel Tomás Cardoza, su segundo al mando.

El poblado estaba defendido por varios fuertes y el cuartel de la tropa española que estaba en el centro del poblado que permitía el libre acceso de los españoles a otros fuertes de tierra adentro. Las tropas españolas estaban formadas por una cantidad aproximada de 100 hombres bien armados.

La guarnición española estaba mandada por el teniente Alfredo Sosa, cubano de nacimiento, el que resistió con osadía hasta que vino en su socorro desde Baracoa el Coronel Zamora. Como saldo de la acción, el poblado quemado y ocupado, con excepción de los tres fortines en que se hicieron fuertes los españoles.

Combate de Cuesta de Maya

Otro combate que debilitó el poder defensivo enemigo y obligó a evacuar las guarniciones del interior del territorio, fue el sostenido en el camino que une a Sabana con Gran Tierra, por la zona de Pueblo Viejo, específicamente en la cuesta del río Maya, donde se produjo una de las acciones más brillantes protagonizadas por el Regimiento Maisí.

Por la estrategia que siguió para la operación el teniente coronel mambí, José Caridad López, la acción pareció más una emboscada, que de un combate, si se tiene en cuenta que fue un ataque preparado y realizado desde una posición oculta, desconocida por el enemigo, donde estuvo presente el factor sorpresa y la ocupación de posiciones.

En la acción los cubanos tuvieron un herido, causándoles a las tropas españolas dos bajas, además del caballo del jefe de la columna española. Esta acción dejó limpia de enemigos, en casi su totalidad, la zona a cargo del Regimiento Maisí.

Regimiento Maisí

El regimiento estuvo integrado por 220 oficiales: 6 comandantes, 9 capitanes, 1 coronel, 1 teniente coronel, 9 tenientes, 25 subtenientes, 29 sargentos 1ro., 49 sargentos 2da. y 91 cabos. Libró importantes acciones militares en la región y contribuyó a desarrollar el proceso independentista, no solo dentro sino también fuera de Maisí y Guantánamo.

Sus miembros integraron los contingentes que salían de operaciones a otras zonas bajo las órdenes, de los jefes mambises: José Maceo, Pedro Agustín Pérez y Calixto García. El Regimiento Maisí, demostró también la capacidad combativa de sus fuerzas en las acciones que enfrentó.

Expedición del vapor Laurada

Tras un viaje sin grandes incidencias, en las primeras horas de la madrugada del 28 de octubre de 1895, el vapor “Laurada”, conducido por el práctico Severino Urgellés, arribó a Caleta, pequeña ensenada de la costa sur de Maisí, distante pocas millas del faro.

Con rapidez dispuso Carlos Manuel de Céspedes y Quezada (hijo), el desembarco de la expedición en cuatro botes: el primero tripulado por el teniente Enrique Molina con siete hombres a bordo; el segundo por el capitán José López con nueve; el tercero por el coronel Carlos E. Aguirre Valdés y el cuarto al mando del propio Céspedes, quien se hizo cargo del timón, con siete hombres.

La expedición es considerada como uno de los hechos relevantes ocurridos en el período, por el momento histórico en que ocurre, ya que aportó un importante material de guerra al Ejercito Libertador de Cuba.

Fin de la guerra

Con la explosión del buque de guerra norteamericano, el acorazado Maine, el 15 de febrero de 1898, Estados_Unidos tuvo el pretexto idóneo para acusar a los españoles y declarar la guerra a España. Las aspiraciones imperialistas de la intervención en la contienda bélica, quedó plasmada con más claridad, en la Resolución Conjunta aprobada por el Congreso Norteamericano.

El 10 de diciembre de 1898, con la firma del Tratado de París, se puso fin a treinta años de lucha del pueblo cubano. El 1 de enero de 1898, los viejos libertadores vieron izar sobre las fortalezas militares y los edificios públicos la bandera norteamericana, y no la cubana, que había hondeado tantas veces en los campos de batalla.

Etapa neocolonial

Maisí después de la guerra. Al culminar la guerra, el panorama económico social de Maisí era muy difícil. El Ejército Libertador fue licenciado después de una paga a oficiales y soldados, que algunos no llegaron a cobrar, pues por la demora, partieron a sus lugares de origen. Los integrantes del Regimiento Maisí, sufrieron la misma incertidumbre y frustración que el resto de los patriotas cubanos.

Población y empleo

La inmensa mayoría de la población, estaba obligada a trabajar en las tierras de estos terratenientes durante largas y fatigosas jornadas por míseros salarios, jornales que no recibían en efectivo, sino mediante un vale con el que adquirían ciertos alimentos. Con este mecanismo de pago el dinero circulaba muy poco, los dueños de las tierras y del comercio lograron acumular considerables caudales.

Crisis económica de 1920 a 1921. Como consecuencia de la crisis se reducen las exportaciones del banano, renglón fundamental de la economía de Maisí, lo que ocasionó una disminución de los ingresos y del empleo, esto trajo como resultado una escasez de alimentos y otros artículos de primera necesidad, como ropa y calzado, muchas personas usaban lo poco que podían hacer de forma artesanal.

Comercio interno

Estaba determinado por la existencia de varios puestos comerciales que se encontraban diseminados por todo territorio. Los productos que se traían para vender procedían de fuera del territorio. Estos entraban por vía marítima, las goletas llegaban a Punta de Maisí, Yumurí y Boca de Jauco donde existían los embarcaderos.

En el territorio se establecieron algunos comerciantes que crearon varios puestos dedicados al comercio de ropas, zapatos y víveres. El 15 de julio de 1903, los señores Luís Lozada Varela e Isolino Lozada, naturales de Galicia, España, crearon una sociedad mercantil colectiva en Sabana dedicada a la compra y venta de diferentes mercancías.

Los primeros comerciantes en establecerse en Boca de Jauco, por donde venían las mercancías procedentes de Santiago de Cuba, fueron Enrique Prada y su hermano Grabiel, quienes lograron apoderarse de grandes cantidades de dinero y de tierras, Enrique se adueñó de la franja de la costa de Jauco y Grabiel de la zona de los llanos, la que nombró, la Vega de Prada.

Comercio exterior

Se basó en la exportación del banano, el cual se vendía a compañías norteamericanas que, lo exportaban por el puerto de Yumurí. Estas exportaciones reportaron importantes ganancias para los principales propietarios del territorio, que se vieron motivados a incrementar las producciones de este producto, que fue renglón económico fundamental, hasta la década del 30.

Fuerza de trabajo

La componían en su mayoría campesinos y algunos obreros que laboraban, por ejemplo, en el puerto. A esta se sumaban algunas personas procedentes de la emigración haitiana, pero esta fue muy escasa en la región, los pocos grupos contratados que llegaban a la zona trabajaban de forma temporal, es decir, al terminar sus labores regresaban a su país o emigraban a otras zonas.

Existían pequeños propietarios, que con su familia realizaban el trabajo, y otros que poseían grandes propiedades de tierra y utilizaban la mano de obra asalariada, como fue el señor Don José Simón González, que el 21 de octubre de 1903, le compró al precio de $200.00 c/u, dos fincas a Francisco Llibro y Fraulina, una en Gran Tierra y la otra en Sabana, que destinó al cultivo del guineo y el café.

Crisis económica del 1929-1933

Afectó al mundo capitalista y como en estos casos los países dependientes sufrieron con mayor fuerza los efectos de la misma. La precaria situación económica de Maisí se agravó considerablemente con la crisis; las características de aislamiento, la escasez de alimentos, ropas y otros medios, hicieron prácticamente insoportable la vida en la zona.

Desempleo

Fue un mal que ya afectó a la población. La situación se hizo más difícil por los efectos desbastadores que ocasionó el ciclón que azotó la zona en 1932, y destrozó todas las plantaciones de guineo y causó grandes daños a las viviendas y familias.

Los pequeños campesinos que cultivaban café y cacao, tenían una situación similar a los que no poseían nada. El cacao llegó a valer $ 2.00 el quintal y el café $ 1.50 el barril de seis latas seco. A esto se unió, que el jornal de los trabajadores era aproximadamente de 25 centavos, pagado en vales.

Guineo o banana

Guineo o Banana

En este contexto, el territorio no ofreció grandes perspectivas, debido a su pobre economía de subsistencia, basada en las producciones de guineo (banana), coco, y viandas, dañada además, por los estragos de la guerra. Situación que se mantuvo por varias décadas.

La mayoría de las tierras estaban en manos de un reducido grupo de latifundistas, que adquirieron las propiedades a expensas del endeudamiento y compra a pequeños propietarios. La economía seguía dependiendo de la explotación del banano.

Transporte

El más empleado fue el animal, entre ellos, el mulo, muy utilizado en la época por las condiciones de las vías de comunicación del lugar. Los guineos eran trasladados desde todo el territorio, la mayoría de estas personas salían desde Sabana con su cuadrilla de mulos por la madrugada y regresaban en la tarde con el cargamento hacia los puntos de embarque.

Entre los encargados del transporte del guineo se encontraban, Ricardo Rodríguez, que tenía cuatro cuadrillas, Isolino Losada con seis, Amador Rodríguez y Rafael Pelier. El producto lo traían a un punto de recibo para su selección y compra, hasta las alturas de Boruga, desde donde lo trasladaban hasta Yumurí.

El traslado de este producto hasta Yumurí se hacía en los llamados elevetos, carros que se desplazaban por cables de acero y que simultáneamente, uno bajaba cargado y el otro subía vacío a gran velocidad y que deben su nombre a la altura desde donde se transportaba el banano.

Eran impulsados por la fuerza del primero, y estaban ubicados en tres puntos diferentes de la zona. También se trasladaban en unos ganchos de hierro y antes de ser enviados al punto de embarque pasaban por un proceso de lavado en un aljibe, mediante el mismo mecanismo de traslado.

Estos tres elevetos, eran propiedad de las compañías extranjeras: Simón, Arrún y Friser, que los arrendaban a los encargados de recibir el guineo, que era enviado al mercado norteamericano. Para la compañía Simón, recepcionaban el guineo, Joaquín Massó Bozar y Alberto Noa; para la Compañía Arrún, Elías Hernández y para Friser, Reimundo Rodríguez Castro.

Posteriormente, se utilizó también en el traslado del producto, el vehículo automotor, pero en menor cuantía. El primer camión que entró a la zona y se utilizó en el traslado de los guineos desde la zona de Vertiente, y lo introdujo Diego Astiles.

Existía toda una infraestructura con patios de descarga, uno en la parte alta donde se recepcionaba el fruto y otro a la orilla del río Yumurí; una planta para el alumbrado, los almacenes donde se recibían y depositaban hasta 5 000 guineos diarios.

Después de ser clasificados por categorías, lo trasladaban a Boca de Yumurí; donde eran transportados hasta los barcos fondeados mar afuera, en unas embarcaciones que se conocían con el nombre de lanchones o lancones, nombre que le dieron los habitantes.

Según testimonios, los salarios que recibían los obreros que trabajaban por turnos y los que vendían el producto, dependía de las categorías en la que se clasificaban los guineos, así como de la competencia que se establecía entre las compañías. Como promedio el salario oscilaba entre 40 centavos, la media jornada y $ 1.50 el día.

También afectaba el ingreso de los trabajadores, el rechazo del producto, que se entregaba al embarque, sin la calidad requerida por las exigencias de las compañías extranjeras, reclamaciones que eran determinadas por el tamaño, cantidad de manos y estado del producto.

Los trabajadores se agruparon en el gremio “Lancheros y obreros similares de Yumurí”, aprobado en la Junta General del 26 de mayo de 1927. Juan Lobaina, vecino de Sabana era uno de los encargados de contratar los guineos con los productores y entregarlos desde el punto de embarque de Boca de Yumurí hasta los barcos, así como Ángel Cheda, que formaban parte de la comisión organizadora de Sabana.

Sabana

Aquí estaban ubicados los elevetos, y a pesar de ser un poblado pequeño, su estructura clasificó entre los mejores. Sus calles tenían nombres, había una iglesia, casa de comercio, tiendas, un juzgado, una sociedad para la diversión, a la que solo podían asistir los blancos. Era el único que tenía alumbrado eléctrico en algunas de sus viviendas, a partir del uso del carburo.

Fue esta la zona de Maisí de mayor fortificación militar española durante la colonia, con varios fuertes y torreones, de los cuales no quedan muchas evidencias en la Neocolonia, solo algunas ruinas.

Café

A inicios de la República, se dieron algunos pasos para la explotación del café, con la utilización del primer molino tirado por la fuerza animal y otro aparato movido a mano para expulsar la cáscara y clasificar el grano, conocido como aventadora, propiedad de Guillermo Badell.

Posteriormente en 1910, Ramón Blanco, torrero del faro de Punta de Maisí, tuvo en su poder un molino mecánico más grande, movido por una máquina de vapor, además de una descascaradora que compró. Construyó un sistema de secaderos en un terreno en los alrededores del faro.

En 1917, Ramón Blanco vendió su negocio al terrateniente Antonio Rey González, dueño de una finca cafetalera en Gran Tierra y propietario de las goletas “Aleida” y “Amparo”. En años posteriores, trasladó la descascaradora para la finca de Gran Tierra, que modernizó con la instalación de un motor diesel, convirtiéndose en la primera despulpadora del lugar, al que desde entonces y por esa causa, se le llamó La Máquina.

En 1920, Alejandro López instaló un molino y dos descascaradoras. En estos años 20, se construyeron nuevos secaderos propiedades de Rafael Figueras, Antonio Rivera e Isolino Losada. En este mismo período, Joaquín Franco fabricó almacenes para guardar café y otras mercancías e introdujo un camión para la carga de este producto, que hasta entonces se realizaba con animales.

Otra instalación para el despulpe fue montada en El Veril por el hacendado Facundo Fernández, quien además tenía en arriendo una finca situada en La Asunción, comprada posteriormente por Manuel Gallinar Marcos, quien realizó inversiones en la compra de tierras para el fomento del café.

El propietario, estableció comercios que incluían una panadería, tiendas, construyó secaderos, almacenes, y la despulpadora más grande de Maisí con una estructura de cinco niveles o pisos. Fue este el terrateniente que concibió las mayores inversiones, y llegó a traer técnicos extranjeros para mejorar la calidad del café.

Tenía en su poder 150 caballerías de tierras ubicadas en su mayoría, en la zona de La Asunción y Chafarinas. Gallinar se convirtió en la principal figura económica y política de la región, y en sus tierras trabajaba la mayor parte de la población.

Otro propietario que logró acumular grandes riquezas fue Antonio Rey González, que compró la finca de la Máquina a Don José Simón. Al morir Antonio, su hijo Antonio Rey Guach (Toñiquín), llegó a acumular 80 caballerías de tierras fértiles dedicadas a la producción de café y viandas.

Si bien la producción bananera en la zona era el renglón económico fundamental, a partir de 1930 las plantaciones fueron afectadas por una plaga llamada “pintadillas o mal de Panamá,” provocando una disminución considerable de este renglón de la economía.

Ello trajo consigo, el incremento de la siembra de café, intercaladas con cacao, la de maíz y otros frutos menores en pequeña escala. A partir de este momento el café pasó a ser el principal renglón de la economía de Maisí.

Para el fomento de la producción de café, se construyó una infraestructura que incluyó pequeñas industrias para el despulpe, secaderos y almacenes para su comercialización. Formaban parte de ésta también, los puertos en Punta de Maisí y Boca de Jauco con dos embarcaderos y almacenes. Los principales propietarios tenían sus almacenes.

Aparejado a estas actividades agrícolas y comerciales, los latifundistas se dieron a la tarea de construir cominos y calzadas de piedra que facilitaran las comunicaciones con las diferentes zonas del territorio y con los embarcaderos.

La población del municipio se incrementó considerablemente en el período de 1890-1953, debido al aumento de la producción bananera a lo que siguió el café, las cuales fueron fuentes de empleo, tanto para la población nativa como para los foráneos.

Entre 1940-1952, además del café, el cual se vio favorecido por la introducción de nuevas variedades, y existían otras producciones como el cacao, guineo y coco.

El fomento económico de este período, permitió constituir, el 5 de abril de 1949, la Asociación de Caficultores de Jauco, en un lugar conocido por Cana en el domicilio de Luís Ferrer, al que le asignaron el cargo de presidente, y como secretario ejerció, Ciriaco Borges.

Esta organización, desempeñó un importante papel en la lucha del campesinado de la zona por mejoras económicas y sociales, aunque sus demandas fueron de reformas y no se manifestaron en contra del gobierno. Las principales peticiones de los caficultores, están recogidas en el acta de la reunión efectuada, el 5 de septiembre de 1958.

Comunicación

A partir de las décadas del 1920 y 1930, se introdujeron algunos automóviles, que llegaron por vía marítima, ante la ausencia de accesos de comunicación con los territorios vecinos, posibilidad que se hizo realidad en la década del 50, en que se empezaron a construir los caminos.

Constituyen ejemplos de ello, las vías que comunicaban E1 Veril con la Punta de Maisí, por toda la costa, La Máquina-Punta de Maisí, Pueblo Viejo-Sabana y Sabana-Yumurí. Este método de calzadas de piedras aún se mantiene para comunicar fincas intrincadas con los caminos y la carretera principal.<

Política

Existían varias figuras representativas estrechamente vinculadas con altos intereses económicos, por lo que la lucha del poder solo significaba la posibilidad de proteger sus propiedades y garantizar aún más las ganancias que obtenían.

Existían dos partidos políticos, el Partido Liberal y el Partido Conservador, con posterioridad, cobró importancia el Partido Revolucionario Cubano Auténtico (PRC(A). Todos respondían a los intereses de las clases privilegiadas dominantes, mientras que el pueblo carecía de derechos políticos.

Los partidos políticos que se disputaban el poder en la zona de Gran Tierra eran el Liberal representado por Antonio Rey y el Auténtico por Manuel Gallinar, ya que eran los dos de mayor poder económico del territorio, y no tuvieron otros competidores, al no poseer los medios y el dinero para entrar en disputa por el poder político.

Las elecciones que se realizaron estuvieron matizadas por chantajes, fraudes y compra de votos, aprovechando la difícil situación económica de los pobladores que dependían de estos señores.

En Maisí, cualquiera fuera el partido que ostentara el poder en las elecciones, no beneficiaba en nada a la mayoría del pueblo, ya que representaban los intereses de la clase económicamente dominante; mientras que los desposeídos, sin recursos económicos ni beneficios sociales se encontraban marginados y no tenía ninguna garantía política.

Guardia Rural

Tenía un vínculo muy estrecho con los latifundistas; encargada de asegurar sus intereses mediante el maltrato, las amenazas y el chantaje a la población, que en muchos casos llegó al plan de machete, así como el maltrato físico y moral.

En numerosas ocasiones las personas fueron obligadas a emigrar del territorio a causa de inconformidad por la explotación a que eran sometidos, ya que la Guardia Rural, aplicaba el desalojo de los campesinos, cumpliendo órdenes de los latifundistas, un ejemplo fue el campesino José Guzmán y su familia, arrojado de la tierra que había trabajado y cultivado.

Sociedad

La situación económico social del pueblo durante la Neocolonia continuó siendo muy difícil. Sin la posibilidad de manejar dinero en efectivo, las viviendas estaban en pésimas condiciones constructivas, sin electrificación, sin medio de transporte, con una precaria situación en la salud y una alta mortalidad por enfermedades curables, con alta mortalidad infantil y materna.

Educación

Era crítica, el analfabetismo estaba generalizado, solo existían algunas escuelas aisladas y distantes una de la otra, en las zonas de Sabana, La Tinta, Montecristo y Gran Tierra. Los maestros carecían de la adecuada preparación y no contaban con asesoramiento y medios necesarios para su preparación.

La sociedad capitalista dejó al municipio en un abandono total en el campo de la enseñanza, carecían de planes para el desarrollo escolar. Solamente existían 16 escuelas públicas e igual cantidad de maestros con bajos salarios y 10 privadas, y ambas estructuras basadas en el empleo métodos mecanicistas.

Terminaban muy pocos de enseñanza primaria y no existía la segunda enseñanza. Todo esto, unido a lo incomunicado del municipio, con los demás territorios. Por su situación geográfica y las malas comunicaciones, la población estuvo sumida en un atraso cultural significativo.

Movimiento 26 de Julio (MR-26-7). Una de las actividades que enfrentó la dirección del Movimiento en el territorio, fue la localización de lugares apropiados para las prácticas de tiro. En función de esa misión se escogió la finca La Cana, en La Tinta, donde también se organizó el MR-26-7 por Fabio Rosell del Río, a finales de 1957.

Lucha insurreccional

Las fuerzas rebeldes que operaron en el territorio de Gran Tierra, hoy Municipio Maisí, pertenecían a la Columna No.18 “Antonio López Fernández”, que operó en las zonas de Yateras, Baracoa, el este de Guantánamo , Imías, San Antonio del Sur y Manuel Tames.

A la columna, que seguía las instrucciones de la jefatura del Segundo Frente Oriental Frank País, bajo el mando de Raúl Castro, se incorporaron pobladores del territorio, que formaron parte del Ejército Rebelde, y participaron en importantes acciones contra la dictadura batistiana.

En 1958, se organizaron las escuelas rebeldes mediante una orden contentiva de una Circular emitida por el Segundo Frente Oriental Frank País, fechada el 4 de septiembre de ese mismo año, que tenía como objetivo estratégico la superación de los guerrilleros y el pueblo.

Ante el empuje del Ejército Rebelde en todo el territorio los guardias de la tiranía que se encontraban en el territorio se retiraron hacia Baracoa. A partir de estos hechos se fue consolidando la definitiva soberanía nacional.

Etapa de Revolución en el poder

Primeras medidas revolucionarias

El 1 de enero de 1959, triunfó la Revolución Cubana. A partir de entonces, se inició un proceso de aplicación de medidas en la etapa democrática popular, agraria y antiimperialista (1959-1961).

Las medidas tenían el objetivo supremo de dar solución a los problemas heredados de la seudo República, que fueron denunciados por Fidel Castro, en el juicio por los sucesos del cuartel Moncada, recogidos en su alegato de autodefensa La Historia me absolverá.

Se confiscaron los bienes mal habidos, así como fueron prohibidos los negocios, donde existía un ambiente propicio para la estimulación a la corrupción, el vicio y la violencia en las salas de juegos, vallas y otros, existentes en comunidades como La Asunción, La Máquina, Punta de Maisí y Sabana.

La vivienda del terrateniente Antonio Rey, ubicada en La Máquina, fue convertida en una unidad zonal, en tanto el cuartel central de la Guardia Rural de La Yagruma y la casa de Manuel Gallinar, en La Asunción, en escuelas primarias.

Reforma Agraria

La Primera Ley de Reforma Agraria se firmó el 17 de mayo de 1959, en la Comandancia del Ejército Rebelde, en La Plata, como la medida más radical de la Revolución, hasta ese momento. Con su aplicación benefició y propició empleo e inició el proceso de liquidación de la propiedad latifundista, que se materializó en 1963, con la Segunda Ley de Reforma Agraria.

Asociación Nacional de Agricultores Pequeños(ANAP). Un importante paso en el desarrollo económico-social y la defensa de las conquistas revolucionarias lo constituyó la ANAP. Se formaron asociaciones en La Máquina, Sabana, Jauco y posteriormente, en otras zonas como Patana, Cantillo, El Guárano.

La organización jugó un papel de esclarecimiento de las ventajas de las nuevas formas de producción cooperativa, bajo el principio de voluntariedad; en el incremento de la obtención de viandas y café; así como en el cumplimiento de las producciones, la recuperación cafetalera y la utilización de la ciencia y la técnica en los cultivos.

Campaña de alfabetización

En la educación se produjo una verdadera revolución cultural, lograndose asegurar las escuelas y maestros necesarios para erradicar la ignorancia y llevar esta conquista hasta los lugares más recónditos del municipio.

En el mes de febrero de 1959, el gobierno promulgó la Ley No. 76, para la creación de departamentos provinciales, municipales y zonales de educación. Estas reformas se aplicaron en el territorio a partir de 1961. Las unidades zonales fueron fundadas por los maestros voluntarios, con la ayuda decisiva de los obreros y campesinos de la zona.

Para enfrentar la tarea se creó el Subconsejo Central de Alfabetización Gran Tierra, que funcionaba en La Asunción, con tres comisiones: finanzas, propaganda y la de organización y coordinación. Tuvo como presidente a José Ramírez Fortún y como secretario a Gaspar Labañino.

Existía además, un subconsejo anexo en Punta de Maisí, una delegación en Chafarina, Los Llanos , El Veril , San Marcos, La Parada, La Prieta , La Yagruma, entre otras zonas. José Ramírez, dejó un álbum con fotografías de alfabetizadores, certificados de personas alfabetizadas, actas de reuniones, entre otros documentos.

En julio de 1964, se celebró la I Conferencia Técnica Nacional de Maestros de Montaña, en el Caney de Las Mercedes. En la clausura, Fulgencio Matos Lobaina, vecino de Sabana, en representación de los niños de la zona serrana de la región de Baracoa, pronunció un discurso con solo 9 años, convirtiéndose en el primer niño de Cuba que hablara desde una tribuna en la Sierra Maestra.

La educación logró avanzar considerablemente, alcanzándose importantes resultados a partir de 1965, en los diferentes niveles de enseñanza, en ese año ya existían 101 escuelas primarias con 201 aulas, atendidas por 209 maestros.

El 15% de la población de 10 años en adelante era analfabeta, más de 8 000 personas entre campesinos, obreros, amas de casas y jóvenes aprendieron a leer y a escribir gracias a la labor de 236 alfabetizadores que llegaron a Maisí y a los que se sumaron otros del territorio.

Visita del Che

En junio de 1963, visitó el municipio, Ernesto Guevara de la Serna, Che, acompañado del capitán Osmar Isol Mogena, entonces jefe de operaciones militares de Baracoa, testimonia el miembro de las Milicias Nacionales Revolucionarias.

Narra Rubén Morales Rigal, que el Che tenía una crisis de asma muy fuerte ese día, y al ver un juego de ajedrez sobre una vitrina, entabló una partida con él, que culminó en victoria para el Guerrillero Heroico.

El Che visitó la despulpadora de café ubicada en la comunidad La Asunción, observó su funcionamiento y conversó con los trabajadores. La planta otrora, fue propiedad del terrateniente Manuel Gallinar Marcos, puesta al servicio del pueblo después del triunfo revolucionario de 1959.

Plan Especial Gran Tierra

En 1965, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, visitó Maisi por primera vez y, como resultado del secular atraso que presentaba Maisí, trazó un proyecto de desarrollo económico social y cultural, para la región. Al observar las condiciones de estas montañas, expresó: “Es verdad que esta es una Gran Tierra”.

El Plan, contempló la construcción de dos internados de montaña, cinco círculos infantiles, una lavandería, el acueducto de Maya, una vaquería en el Cayo de Vertientes, un complejo peluquería-barbería-cafetería-restaurant, un hotel, un club nocturno, 118 viviendas, un estadio de béisbol y la ubicación de una planta eléctrica.

Todas se realizaron en tiempo record. Pasaron a penas dos años y el 27 de julio de 1967, en el estadio de Los Arados, Fidel Castro inauguró en emotivo acto esas importantes obras, donde pronunció un conmovedor discurso.

En sus palabras, el líder de la Revolución Cubana, declaró:

“(…) nosotros estuvimos hoy viendo algunos de esos círculos infantiles ya terminados y creemos que realmente se han esmerado mucho los compañeros que trabajaron en ese proyecto, porque han hecho instalaciones verdaderamente modernas (...), los internados, son de magnífica calidad en la construcción.
“Eso nos da por lo menos la tranquilidad de que la población infantil de esta región tendrá todas las instalaciones en condiciones óptimas. (…) Para tener una idea del esfuerzo que han hecho, baste decir lo siguiente: que hace siete meses se comenzaron a hacer todas estas construcciones, siete meses.
“(…) Por ejemplo, aquí estamos perfectamente iluminados porque se logró traer también la corriente eléctrica; se resolvieron los problemas del agua, trabajaron distintos organismos (…)”

Organización política

Por idea del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz y Blas Roca Calderío, se crearon el 2 de diciembre de 1960, las Escuelas de Instrucción Revolucionaria (EIR). También tuvo entre sus objetivos divulgar los fundamentos del Marxismo Leninismo.

En Maisí se implementaron en el año 1963, con la apertura de una escuela en La Asunción, donde se impartía una instrucción general sobre Marxismo Leninismo y otros documentos como La historia me absolverá, Manual de Capacitación Cívica y fundamentos del Socialismo, Teoría y Práctica.

El primer paso en su constitución, del Partido Comunista de Cuba (PCC), fue la creación de las Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI), que en el municipio se estructuró en tres núcleos con 14 militantes: Punta de Maisí con cinco militantes, La Asunción con cuatro y Sabana con cinco.

A partir de 1962, las ORI fueron reorganizadas en profundo proceso selectivo de los militantes en consulta con las masas, este fue el paso para la integración del Partido Unido de la Revolución Socialista (PURSC).

El PURSC en Gran Tierra, estaba formado por 7 núcleos, con 43 militantes y 5 aspirantes, ubicados en las comunidades siguientes de Chafarinas, Los Llanos, Vertientes, Jauco, La Asunción, Punta de Maisí y Sabana.

En el año 1965 el Partido Unido de La Revolución Socialista de Cuba, acordó adoptar el nombre de Partido Comunista de Cuba (PCC). El PURSC, aprobó el pleno de esta organización y adoptó como en todo el país ese nombre.

En 1965, se formó la nueva dirección del Partido en el territorio, a esa organización le corresponde el papel de fuerza dirigente de la sociedad, en la organización y orientación, de los esfuerzos comunes en la construcción y sostenibilidad del socialismo. En los tres municipios: La Máquina, La Tinta y Sabana, se estructuró el PCC.

En el año 1975, existían en el territorio 27 núcleos con 194 militantes y para el año 1989, se contaba con 84 núcleos y 820 militantes, esto demuestra la fortaleza que logró en tan corto tiempo.

El 22 de julio de 1976, se constituyó el nuevo Buró del Partido del actual municipio que, apoyándose en las organizaciones políticas y de masas guió el proceso de construcción socialista y el desarrollo económico y social.

Los secretarios del Buró Municipal fueron: Clínio Romero Reyes (1977- 1991), Carlos Elías Viquillón (1991-1992), Raúl Laffita (1992 -1995), Dioscóride González Blanco (1995-1998), Eroide Durán (1998-2003), Arnaldo Osoria (2003- 2007), Orlando Rodríguez (2007-2012).

Contrarrevolución

A partir de 1959, el pueblo maisiense tuvo que librar importantes batallas en contra de un grupo de personas que a través de diferentes acciones, manifestaron su oposición al proceso revolucionario.

Estas tuvieron un marco propicio debido a la situación geográfica del territorio, el atraso cultural, la ausencia de algunos servicios a la población, la ignorancia, aspectos que permitieron al enemigo, realizar sus actividades de infiltraciones, sabotajes y propagandas reaccionarias con mayor facilidad.

En 1964, se produjo un sabotaje a la planta eléctrica de La Asunción, acción que afectó a la planta que brindaba alumbrado a la comunidad. Este mismo grupo intentó quemar las tiendas de El Veril y El Cupey e inutilizar el tendido eléctrico de La Máquina.

Hubo otros alzamientos, entre los que destaca el de Alberto Ortega, en Guajimero de Jauco en 1960, estos unidos a distintos grupos, luego de varios días de persecución por las fuerzas de las milicias, fueron eliminados, en el lugar conocido por San Ignacio.

La reacción enérgica y combativa de las milicias revolucionarias y el pueblo en general, permitió aplastar cada intento de la contrarrevolución. En cada caso, los órganos de seguridad y la justicia revolucionaria, condenaron a los implicados de acuerdo a la culpabilidad y gravedad de los hechos.

El 28 de diciembre de 1965, un grupo de mercenarios dirigidos por Eloy Gutiérrez Menoyo desembarcó por Punta de Caleta en la costa sur. Los infiltrados desembarcaron armamentos y víveres para el fortalecimiento y mantenimiento de los alzados.

Descubiertos durante el desembarco, rápidamente se movilizó el batallón de las milicias de La Tinta, por orden del comandante Francisco González, Pancho, y a las 12 m. se iniciaron las operaciones de búsqueda y captura de los bandidos.

Menoyo conocía la zona de operaciones que escogió. Esto le permitió moverse con facilidad y trasladarse hasta Imias, burlando en varias ocasiones a la tropa de las milicias. La búsqueda duró hasta el día 6 de enero a las 3:00 p.m. en que fue capturado en la zona de Palmarito de Imias, por un pelotón de las milicias del municipio.

El 16 de abril de 1970, se ocasionó otro desembarco de fuerzas mercenarias procedentes de EE.UU, por Punta de Silencio, en las proximidades del río Yurumí. Esta fue organizada, financiada, entrenada y armada por el gobierno de los Estados Unidos y la mafia terrorista de Miami, Alpha-66.

El objetivo era sembrar el terror en la población de la zona, obstaculizar la zafra azucarera de los Diez Millones y realizar sabotajes a la economía. En el momento de la captura se comprobó que el armamento estaba compuesto por fusiles automáticos AR-15, AR-18 y M-16, explosivos y granadas de mano, todos de producción norteamericana.

La rápida movilización y respuesta de las milicias serranas, efectivos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, del Ministerio del Interior, cercaron, persiguieron y capturaron al grupo contrarrevolucionario. En la operación de captura, que duró 11 días, perdieron la vida cinco revolucionarios.

El día 26 de abril, fueron capturados los dos últimos mercenarios. Una nueva agresión imperialista contra el pueblo había sido derrotada. Concentrados en La Máquina, en el local que ocupa la sala de video, el pueblo rindió homenaje junto a Fidel, a las honras fúnebres de los patriotas que ofrendaron sus vidas en el enfrentamiento al terrorismo.

Como en cada momento difícil y decisivo de la Revolución, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, se personó en el lugar de las operaciones y dio órdenes precisas. El día 19, participó en la velada solemne y despidió el duelo a los mártires caídos. En el discurso Fidel expresó:

“En breves minutos se les dará sepultura a esos compañeros. ¡Han caído en el cumplimiento del deber! Las balas pueden tronchar vidas. Las balas enemigas y traicioneras pueden atravesar el pecho, pueden atravesar la frente, pueden atravesar la carne, pueden atravesar los huesos, pueden atravesar el corazón, pueden inmolar a un hombre.
“Pero lo que no podrán jamás esas balas criminales será inmolar las ideas, tronchar la causa, atravesar la bandera y la justicia que esos hombres defendieron con sus cuerpos! ¡Los hombres podemos caer, pero las ideas que defendemos no caerán jamás!

Nenita, pionera vanguardia. Elena Fuentes López, Nenita, nació el 4 de agosto de 1955, en el seno de una familia humilde y estudió en la Escuela Rural “José Antonio Aponte” en la comunidad de Pueblo Viejo.

Elenita, junto a los pioneros Daniel Llosa Preval, Marlenis Labrada Méndez, Mario Sorrano Borrero, Raquel Teresa González, y la guía, Lourdes Eizmendiz Vega, viajaron en 1967, por su condición de vanguardias, al Campamento Internacional de Pioneros de Varna, Bulgaria, a orillas del Mar Negro.

De regreso a Cuba, al amanecer del 5 de septiembre, en un lamentable accidente aéreo, a pocos minutos de haber despegado del aeropuerto de Gander, en Canadá, el avión IL-18 se derribó en un desolado pantano, estallando en llamas.

La pionera, convertida en ejemplo, escribía poesías, canciones, participaba en concursos. En su memoria, fueron distinguidos con su nombre, una escuela primaria en el municipio, un campamento de pioneros en Mabujabo, Baracoa, una casa patrimonio en Pueblo Viejo y un seminternado ubicado en el Reparto Obrero en el municipio Guantánamo.

Estrategia Económica

Encaminada al desarrollo agrícola, con especial atención al café. Desde los primeros momentos, la Revolución les concede créditos a los campesinos, con el objetivo de incrementar la producción. En tal sentido se aplicaron nuevas técnicas entre las cuales se destacan la renovación y siembra de nuevas variedades.

En 1969, se crearon las primeras cooperativas de manera experimental con tierras de los sectores estatal y privado. De esta forma se organizaron dos cooperativas; una con un área de 25 caballerías y la otra con 12.

Llevar adelante este proceso, no fue tarea fácil; pues existía muy poca experiencia al respecto. Con mucho esfuerzo y dedicación se realizó la tarea de persuasión y convencimiento del campesinado para su integración, y en un año se establecieron 13 nuevas cooperativas.

Entre los años 1976 y 1980, se renovaron 137,9 caballerías; de ellas 76,2 en el sector estatal y 61,7 en el privado. Las principales variedades de café sembradas fueron; Borbón, Caturra, amarillo y rojo, Catuay y Mundo Novo. Ello fue posible gracias a la atención al desarrollo de las ciencias y su aplicación.

También se prestó especial atención al incremento del cultivo de viandas, al desarrollo de la ganadería, la apicultura, al fomento forestal, la cosecha cacaotera, entre otras producciones, aunque la estrategia de desarrollo, está basada en el perfeccionamiento del café y la apicultura. Esta última, con introducción de nuevas técnicas. Ambos renglones, constituyen fuentes de ingresos de divisas para el país.

Poder Popular

Entre agosto y octubre de 1976, se efectuó el proceso de estructuración del Poder Popular. Este órgano desempeña un importante papel en el desarrollo económico, político y social del territorio. A raíz del IV Congreso del PCC, se perfeccionó su estructura.

Para 1990, existían 54 circunscripciones, con igual número de delegados, de ellos, 33 militantes del PCC, 14 de la UJC, 6 obreros y 9 miembros profesionales. La participación de las masas en todo este proceso determinó el carácter popular y democrático de este órgano.

Salud. Comenzaron a funcionar los consultorios médicos de la familia. Esta medida posibilitó la atención médica en los lugares más recónditos del territorio, priorizando los servicios que dan una garantía de salud a la población.

Se suma a los servicios existentes, una clínica estomatológica, dos salas de rehabilitación, un hogar de ancianos, uno materno, una casa de abuelos. La mortalidad infantil, en los últimos años se ha comportado por debajo de 6 fallecidos por cada mil nacidos vivos.

Educación

En la década de 1970, la educación experimentó un amplio plan de inversiones con la construcción de escuelas de nuevo tipo. En 1975 el municipio contaba con 266 maestros primarios y una matrícula de 8 325 alumnos.

Los, internados de montaña ubicados en Santa Martha y Santa Rita, se convirtieron en la década de 1980, en el preuniversitario “Pedro Agustín Pérez” y politécnico “Álvaro Reynoso”, dando la posibilidad para que la población escolar realizara estudios hasta el nivel medio básico en el propio territorio.

En 1974, se inició la educación de adultos, con 60 aulas, atendidas por 63 maestros y una matrícula de 964 alumnos. En 1977, se abren las aulas de Secundaria Obrera Campesina (SOC.), a través de cursos sabatinos. Esta enseñanza inició con 11 profesores y 164 alumnos, cifra que fue incrementándose considerablemente.

En 1978, se crea la primera Facultad de Obreros y Campesinos “Ramón Guevara Montano”, con sede en Los Arados. Abrió sus puertas con una matrícula de 233 alumnos, atendidos por 13 profesores, por primera vez los obreros y campesinos tenían la posibilidad de alcanzar en Nivel Medio Superior.

En 1974, se construye la Escuela Secundaria Básica en el Campo (ESBEC # 29) ubicada en Puriales de Sabana, con capacidad para 504 alumnos. Durante los años 1975 y 1976 se levantaron dos nuevos centros similares, con capacidad para 600 alumnos cada uno, ubicados en La Vega de Prada y La Máquina, respectivamente.

En atención a la superación del personal docente, en 1976 se fundó el Instituto de Superación Educacional (ISE), dando oportunidad para alcanzar el título de Enseñanza Media a los profesores. En 1983, los maestros, profesores y educadores de círculos infantiles, tenían la posibilidad de continuar sus estudios hasta alcanzar el nivel superior, dentro del propio territorio, en la Filial Pedagógica.

En el 2001, llegó el proceso de universalización, creándose la Filial Universitaria, con la apertura de las carreras de Derecho, Contabilidad y Finanzas, Sociología, Estudios Socioculturales, Comunicación Social y Psicología. Esta Filial hasta el 2014 se habían graduado más de 300 profesionales.

En perfeccionamiento de este proceso, se instituyó el Centro Universitario Municipal (CUM), que asesora metodológicamente a la filial Pedagógica y a la de Cultura Física, y juega un importante papel en el desarrollo local, en la elaboración de proyectos, en el acompañamiento al gobierno en la investigación científica y en la su superación postgraduada.

Deporte

Se construyeron instalaciones, entre estas el estadio de béisbol de Los Arados y otros campos con el mismo fin en otras comunidades y un gimnasio al aire libre. El deporte más practicado es el béisbol donde se destacó el pelotero Oscar Rodríguez (Oscarito), ya fallecido, que integró varias veces la nómina de los equipos Serranos y Orientales, así como el equipo Cuba.

Cultura y tradiciones

Se construyeron varias instalaciones culturales, entre ellas una librería, una biblioteca pública además de las existentes en los centros educacionales, dos casas de cultura, un museo, tres Joven Club de Computación, veinte salas de televisión y tres salas de videos.

Se fortaleció el movimiento de artistas aficionados que junto a la dirección de cultura y otras entidades desarrollan las semanas de la cultura en diferentes comunidades vinculándolas con los festivales de la malanga y el ñame, que constituyen tradiciones locales.

Los instructores de arte llevan sus conocimientos y hacen más alegre la vida de la población, impulsando la cultura y la creación de diferentes proyectos, entre los que se destaca, el infantil, “Arco iris” en la comunidad de Chafarinas.

“La puntillita”, ritmo y baile autóctono, del que se tienen evidencias por primera vez en la comunidad de El Pomo, en La Tinta y que posteriormente se extendió a otras del municipio, tiene presencia, fundamentalmente, en fiestas familiares y guateques campesinos.

Comunidades como esta, y un gran número en todo el territorio, mantienen tradiciones en el arte culinario, entre ellas comer una gran cantidad de alimentos asados en la brasa y en cenizas calientes, como el boniato, el plátano, carnes entre otros, técnica heredada de los aborígenes.

Los guateques o guachinees, nombre dado a las fiestas campesinas, fundamentalmente familiares, que algunas duraban varios días, en el Consejo Popular de la Tinta, mantienen su tradición.

Periodo Especial. La década de 1990 en Cuba, estuvo marcada por un período de crisis, provocada por la carencia de recursos, con mayor énfasis en productos de primera necesidad, en lo que todos los sectores se vieron afectados y experimentaron una reducción, tomando como referencia el año 1992, con respecto a 1989.

La falta de transporte y combustible hizo la vida del maisiense más difícil, por su ubicación geográfica, distante de la cabecera provincial y el resto de los municipios, a lo que se unió el mal estado de sus viales, y la crecida de los ríos a causa de eventos meteorológicos.

Al igual, la destrucción de puentes por la carretera que une al municipio, con Baracoa, provocó que los viajeros caminaran largas distancias para llegar a su destino, se redujeron los viajes de los ómnibus de pasajeros, ya que el combustible se redujo a un 50% en todos los sectores y se eliminaron rutas internas.

El Período Especial trajo como consecuencia el éxodo de las personas desde las zonas más intrincadas para las más céntricas del propio municipio y para las ciudades de otras provincias.

El territorio, sufrió los efectos de la ausencia de los insumos necesarios para garantizar la producción: fertilizantes, herbicidas, piezas de repuestos para las plantas de beneficio de café, neumáticos y otros agregados para el transporte de carga y maquinarias que conforman la infraestructura de este renglón de la economía.

Batalla de Ideas

De esta etapa Fidel dijo:

“(…) La lucha iniciada aquel 5 de diciembre de 1999 se ha convertido hoy en una colosal batalla de ideas que no se detendrá mientras exista el sistema imperialista (…)”.

La batalla de ideas significó el advenimiento de medios audiovisuales en todas las escuelas: televisores, videos, computadoras. Fue tanto el empeño, que tres escuelas de la Educación Primaria, con solo un estudiante, contara con estos medios.

Se construyeron ocho salas de televisión en diferentes comunidades y se instalaron 108 celdas fotovoltaicas en los lugares sin electrificar, para que estos medios funcionaran.

Como parte de esta batalla, se desarrolló en el estadio de béisbol de Los Arados, una tribuna abierta, el 14 de junio de 2000, presidida por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, entonces Ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, donde el pueblo manifestó su determinación de mantener las conquistas del socialismo.

Fuentes

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