Historia del municipio Palma Soriano (Provincia de Santiago de Cuba)


Historia del municipio Palma Soriano (Provincia de Santiago de Cuba)
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Escudo Palma Soriano.jpg
Cronología
Etapa prehispánica
Etapa colonial (1492-1898)
La fundación de Palma Soriano
Crecimiento económico del poblado
Carlos Manuel de Céspedes. Destierro en Palma Soriano
Conspiración antiesclavista
Guerra de los Diez Años
Guerra de 1895
Presencia y muerte de José Martí
Guerra Hispano-Cubano-Norteamericana. El Combate de Aguacate
República Neocolonial (1902-1958)
Revolución en el poder
Período especial en tiempo de Paz. Recuperación económica de 1990-2005
Personalidades de la localidad
Glorias del deporte cubano nacidos en Palma Soriano

Historia del municipio Palma Soriano. Palma Soriano es un municipio de la provincia de Santiago de Cuba fundado en 1775 con una rica historia y tradiciones de luchas. En los primeros meses de la Guerra de los Diez Años se convirtió en una de las plazas más importantes de la insurrección.

En Baraguá, -antiguo territorio de Palma Soriano-, el 15 de marzo de 1878, Antonio Maceo protagonizó la Protesta de Baraguá en contra de la actitud entreguista del Pacto del Zanjón.

El 1 de enero de 1959 el Comandante Fidel Castro Ruz, desde este territorio dirigió la primera alocución al país donde denunció públicamente el golpe de Estado, impartió instrucciones a las tropas rebeldes y llamó el pueblo, a la huelga general revolucionaria.

Etapa prehispánica

En Palma no se han encontrado evidencias de que haya existido una gran población aborigen, sin embargo, se ha podido demostrar presencia de restos de comunidades de las variantes culturales protoagricultoras y agroalfareras, que posiblemente arribaron a esta región, procedentes de áreas más densamente pobladas. En los años 60 y 70 del pasado siglo se localizaron tres sitios agricultores, la Vegueta de Ibrahim, Guaninicún-Cauto y Charco Mono, en 1989 fue localizado el asentamiento protoagricultor de Juan Barón y en 1995 el asentamiento Catunda; el primero, situado en las márgenes del arroyo Cenizas en la comunidad de Juan Barón, el segundo en el arroyo Catunda en la Comunidad de Barranca, fechado por radio carbono como del año 205 (d.n.e). Ambos grupos caracterizados por su actividad de apropiadores y por la existencia de una cerámica muy temprana.

Las investigaciones arqueológicas demuestran que en la zona habitaron aborígenes agricultores, dedicados al cultivo de la yuca y a la alfarería por lo que se han denominado agroalfareros.

Dentro del estadio medio se encuentran los sitios Guaninicún-Cauto (1971) y Charco Mono (1984). Sus actividades de subsistencia estuvieron ligadas a la pesca y recolección de moluscos terrestres, como un complemento de una agricultura que no debió ser muy desarrollada, pero que se encontraba dentro de una categoría productiva y una tecnología avanzada para el área antillana.

Dentro del estadio tardío está La Vegueta de Ibrahim, que data del siglo XV al XVI, considerado el sitio de mayor desarrollo por la calidad y variedad de su cerámica.

Etapa colonial (1492-1898)

En las últimas décadas del siglo XVI comenzaron a asentarse los primeros vecinos en seis grandes haciendas: Cauto, Juan Barón, Maibío, Los Guaos, Yarayabo y Burenes. Eran corrales dedicados a la cría de ganado porcino, tenían formas irregulares y dimensiones diferentes. Solo Cauto y Maibío, se aproximaban al tamaño de las del occidente del país. También estuvieron dedicadas a la cría de ganado menor y al fomento de plantaciones de cacao, tabaco y otros cultivos como plátano, maíz, boniato y yuca. Además se producía almidón, casabe, melado de caña de azúcar y raspadura. Como resultado de este proceso surgieron las haciendas de La Concepción, Los Cedros (Vega Grande) y Cauto Arriba, otras se transformaron como Cauto que dio lugar a Cauto Garzón, mercedada en 1669 al cura Juan Cisneros Estrada y Corral del Cauto. Los principales hacendados, radicaban en las haciendas surgidas al oeste de Santiago de Cuba, en los valles situados en las márgenes del curso superior del río Cauto y sus afluentes.

El primer trapiche fue el de Cauto Garzón, cuyos terrenos fueron adquiridos por Francisco Garzón entre 1716 o 1717, vendido a Andrés López de Queralta en 1763, el cual lo traspasó en 1765 a Melchor Delgado. Este trapiche adquirió relevancia por porque su nombre, Cauto Garzón, sirvió para bautizar el partido administrativo, y por la creación del Correo Real, pues en él se situó la remuda 54 hasta que se trasladó para el camino real, junto a la casa de viajeros.

La fundación de Palma Soriano

Hacia finales del siglo XVIII los residentes de la zona necesitaban un local para celebrar oficios religiosos, pues hasta entonces estaban obligados a solicitar los servicios de bautizos, defunciones y otros en iglesias distantes. Para ese fin, en 1788 Rita Josefa de los LLamos, rica propietaria, viuda de Melchor Delgado, donó una caballería de tierra que serviría para levantar la iglesia y erigir un caserío rural donde se agruparan los pobladores, hasta entonces dispersos en vegas, sitios, haciendas y cafetales.

El 17 de enero de 1805 varios dueños de haciendas en el Partido de Cauto Garzón se comprometieron a construir la iglesia; por tal motivo el Obispo designó al presbítero Manuel Suárez para agilizar las propuestas. Después de recorrer el terreno ofrecido, levantó un acta firmada por Rita Josefa y sus hijos Antonio y Domingo Delgado; con ello se dio oficialidad a la donación, el 1 de diciembre de 1805.

“En Cauto Garzón a primero de diciembre del año 1805, habiendo visto el terreno ofrecido para la iglesia que se solicita, hallé ser a propósito para su efecto muy conforme a la insinuación que de él se hace y bastante para la población que se puede verificar con el tiempo. Igualmente exploré los ánimos de los bienhechores que ofrecieron el terreno y se ratifican Doña Rita Llamos, D. Antonio Delgado y D. Domingo Delgado, sus legítimos herederos en la donación que para ellos hace su madre Doña Rita Llamos, cediendo a favor de dicha Iglesia aquel lugar para el bien espiritual, que el pueblo resulta. Y en el modo que más pueden dan dicha ratificación con sus rúbricas en el mencionado Cauto Garzón el mismo día, mes y año arriba puesto. Firmado, Manuel Suárez, rubricado, Antonio Delgado, rubricado, Domingo Delgado, rubricado, Rita Josefa de los Llamos.”

La iglesia comenzó a erigirse el 12 de marzo de 1813 dedicada a la advocación de la Virgen del Rosario. En sus inmediaciones comenzó a formarse el caserío nombrado Cauto-Garzón.

Los orígenes de Palma Soriano están asociados a una leyenda en la que se dice que el fundador de este poblado fue Santiago Soriano, un supuesto personaje del cual no existe evidencia documental que demuestre que residiera en la zona. La leyenda fue dada a conocer por Pedro de Santacilia en 1846 como mera curiosidad. Las investigaciones históricas han demostrado que Palma Soriano fue fundada en 1813 por la donante de un predio de su hacienda Rita Josefa de los LLamos y sus hijos Domingo y Antonio.

Crecimiento económico del poblado

A fines del siglo XVIII, se intensifica la explotación de fuerza de trabajo esclava en las plantaciones del partido de Cauto Garzón, debido a la vinculación de la producción azucarera y cafetalera al mercado de exportación, a la alta demanda de esos productos en Europa y Estados Unidos y el crecimiento del comercio de importación de mano de obra esclava proveniente de África.

Luego de la Revolución haitiana 17921804), se produjo una fuerte oleada migratoria hacia la región sur oriental de Cuba. Los inmigrantes, muchos de ellos colonos con sus dotaciones de esclavos se asentaron en zonas montañosas cercanas a la ciudad de Santiago de Cuba, la Gran Piedra, El Cobre, San Luis y Palma Soriano,donde se dedicaron al desarrollo del sistema de plantación cafetalera. En las primeras décadas del siglo XIX se explotaban en el Partido de Cauto Garzón 12 cafetales localizados en la Concepción, Los Guaos, Cuchillas y Juan Barón, Solís y Brazo del Cauto (hoy Dos Palmas) y Santa Filomena (Mamey y El Perú). Junto a la industria del azúcar y el cultivo del café se desarrollaron otros renglones económicos, como el cultivo del tabaco en las vegas del Caney del Sitio, Musulata, Santa Rosa y Vega Honda. También en los pequeños valles de Dos Palmas, Chorrerón y Charco, Ramón de Guaninao se extendió el cultivo de viandas, ajo, arroz, añil y frutales.

Palma Soriano tenía 26 ingenios, dos trapiches, pero sólo seis con tren jamaicano y máquina de vapor. Antes de producirse estos cambios técnicos, la producción promedio por años en las últimas tres décadas fue de 82 983 arrobas de azúcar, sin embargo con la modernización a finales de los años 50, con sólo nueve fábricas incluyendo las seis mencionadas la producción aumentó en 1859 a 107 160 arrobas y en 1860 a 138 400.

El centro principal de operaciones mercantiles, de exportación e importación del Partido era el puerto de Santiago de Cuba, ventaja que permitió que la agricultura industrializada o comercial de la región mantuviera un efímero auge, esto representó mejores condiciones que en las jurisdicciones del valle del Cauto, a pesar de la escasez de capitales y de los altos impuestos fiscales y aduaneros.

Carlos Manuel de Céspedes. Destierro en Palma Soriano

El 21 de febrero de 1852 llegaron a Palma Soriano como desterrados políticos, los ricos bayameses Carlos Manuel de Céspedes, Lucas del Castillo y Moreno y José Fornaris, condenados a radicar fuera de su ciudad natal durante 40 días. Mucho se ha especulado sobre los motivos del destierro, algunos autores señalan que fue por escarmiento ante los pronunciamientos de Céspedes y otros bayameses ilustres, a favor del desembarco de Narciso López y los expedicionarios del Creole, en 1850. También se ha dicho que en un acto social, celebrado en Bayamo el 12 de febrero de 1852 en la sociedad La Filarmónica de la cual Céspedes era fundador y secretario, se suscitó una polémica en versos entre el gobernador Toribio Gómez Rojo y Fornaris, a la que se incorporó Céspedes. Finalmente, el 13 de febrero fueron conducidos Fornaris, Céspedes y Lucas del Castillo al Cabildo de Bayamo, donde se levantó acta, donde Gómez Rojo los acusaba de recitar versos injuriosos contra el gobierno y los españoles. En el tiempo de su confinamiento en Palma Soriano, trabaron amistad con varios pobladores, jugaban ajedrez y escribían poesías. En marzo de 1852, la Reina de España [Isabel II de España]] dispuso un indulto general y el Teniente de Gobernador de Bayamo, en un documento fechado el 18 del mismo mes, autorizó el regreso de los desterrados. El 1 de abril el Capitán Isidoro Prieto, jefe militar y civil de Palma Soriano, despedía a quienes años más tarde, al compás de las campanas de la Demajagua, se alzarían en armas dando inicio al Movimiento de Liberación nacional.

Conspiración antiesclavista

En 1866 la situación política derivada de la crisis de la economía comenzó a revestir caracteres de suma gravedad, exacerbándose la lucha ideológica entre criollos e integristas. Esta situación condujo a que se organizara en junio de 1867 una conspiración de negros y mulatos en Palma Soriano con ramificaciones en el Cobre, Hongolosongo, Brazo de Cauto, El Mamey, Río Frío, San Luis y las áreas cercanas a Santiago de Cuba. Su base social la constituyó la población rural integrada por la masa de negros y mulatos libres, campesinos, artesanos y obreros de las minas del Cobre, sobre todo gente muy joven. Su pronunciamiento fue el 29 de junio aprovechando las fiestas de San Pedro, pero fue denunciada por medio de un anónimo entregado por el pardo Juan Agüero al mayoral del ingenio Vega Grande Buenaventura Almiral. Agustín Da, Marcelino Velázquez y Manuel Betancourt pudieron huir, para morir más tarde batiéndose con sus perseguidores.

Guerra de los Diez Años

La conspiración abolicionista e independentista de Agustín Da, que terminó con la ejecución o asesinato de sus principales organizadores, fue uno de los acontecimientos que contribuyeron a caldear los ánimos de esclavos y criollos contra la metrópoli. A ello se sumó la agitación política que recorría el Departamento Oriental como resultado del fracaso de la Junta de Información, el surgimiento de las organizaciones fraternales convertidas en centros de conspiraciones patrióticas.

Para 1868 Palma Soriano era un Partido de Segunda Clase de la Jurisdicción de Cuba. Su composición racial estaba determinada por las actividades azucareras y cafetaleras que trajeron como resultado un predominio de la población negra y mestiza sobre la blanca criolla y española. El 73,3 % de los 2 424 esclavos eran empleados en las producciones azucarera y cafetalera; en tanto de los 4 558 negros y mestizos libres el 70,6 % se dedicaban al cultivo del tabaco y el resto trabajan en ingenios, cafetales y la ganadería. El 69 % de los hombres y mujeres libres de color mayores de 12 años eran utilizados en labores domésticas. La población blanca, clase social dominante de la sociedad colonial, representaba el 16 %, formada por hacendados, mayorales, comerciantes, religiosos y funcionarios y otros individuos blancos que se dedicaban a la agricultura y artesanos pobres.

Es indudable que las crisis financieras y mercantiles de 1857 afectaron la agricultura de la zona, principalmente al café y a la industria azucarera. La baja de los precios, las hipotecas y las deudas a los acreedores arruinó a muchos plantadores y aquellos que lograron resistir la crisis y comenzaron a reponerse de sus efectos, se vieron nuevamente afectados por la depresión. La zafra de 1867 sufrió una baja considerable y los impuestos a los productos de exportación e importación aumentaban. Las demás producciones agropecuarias como la ganadería vacuna, la porcina y los cultivos agrícolas destinados al consumo local no sufrieron con agudeza las crisis tratadas, tal vez por el hecho de no estar vinculadas al mercado internacional.

Uno de los levantamientos más importantes de la zona fue el que dirigió Francisco Borrero Labadie, quien al tener las primeras noticias de las acciones de Céspedes se puso al frente de uno 25 jóvenes de la localidad y se unió a las fuerzas del Mayor General Donato Mármol Tamayo. Borrero se convirtió, en el transcurso de la guerra, en un destacado jefe militar por cuyos méritos llegó a alcanzar los grados de Mayor General del Ejército Libertador.

Mientras en Palma se producían estos acontecimientos, el 25 de octubre era derrotada la columna del Coronel Demetrio Quiroz Weyler en Pinos de Baire, la cual se retiró y se refugió en Ventas de Casanova donde fue cercada horas después por tropas mambisas. Simultáneamente a los movimientos de la columna enemiga, Céspedes dio órdenes a Mármol y al recién nombrado General Máximo Gómez Báez de que se adelantaran por el camino real y tomaran a Palma Soriano, mientras él se dirigía desde Bayamo hasta las Sabanas de Maibío donde había llegado la columna de Quirós, después de romper el cerco en Las Ventas.

El 5 de noviembre Donato Mármol y Máximo Gómez, llegaron a Las Cuchillas del Cauto, sin sostener encuentro con el enemigo. Donato Mármol y sus tropas entraron al poblado por diferentes direcciones, tomándolo, a la vez que detuvieron a varios soldados españoles que custodiaban un convoy al mando de Sebastián González, que debía ser entregado a Quirós en las Ventas de Casanova. González hermano masón de Mármol lo engañó con falsas promesas de conseguir partidarios y armamentos en Santiago de Cuba. Los españoles salieron del pueblo y González incumplió su promesa. También llegaron Carlos Manuel de Céspedes y otros jefes de la insurrección.

Palma Soriano se convirtió así en los primeros meses de la guerra en una de las plazas más importantes de la insurrección en la Jurisdicción de Cuba. En los finales de 1868 era zona de tránsito perenne de las tropas insurrectas y adquirió gran importancia como nudo de comunicaciones y como antesala de la importante zona cafetalera al norte de la Sierra Maestra.

Los hacendado dueños de ingenios y cafetales no se sumaron a la revolución, con excepción de unos pocos casos, debido a que estaban mejor preparados para resistir las crisis económicas, se encontraban vinculados a los comerciantes españoles del puerto de Santiago de donde recibían una fuerte influencia ideológica y política propugnada por el Partido integrista valiéndose del periódico “La Bandera Española”, situación que obligó en más de una ocasión a los jefes mambises a dirigirse a ellos, en proclama del 31 de diciembre de 1868 firmada por los Generales Donato Mármol y Máximo Gómez dirigida a todos los hacendados de Santiago de Cuba en la cual significaban las causas de la guerra y analizaban la situación social, económica y política del momento y el despojo a que había sido sometida la nación cubana por el colonialismo español.

Ante la inminente amenaza que constituía para Bayamo el avance de la columna del General Blas de Villate (conde de Valmaseda), y siendo el núcleo mayor de fuerzas patrióticas disponibles que se hallaba bajo las órdenes de Mármol, Céspedes envió instrucciones de marchar de Sabanilla hasta los llanos del Cauto y de oponérsele a Valmaseda. Gómez comprendió que los españoles saldrían de Santiago para tratar de apoyar a Valmaseda desde esta dirección por lo que resolvió hacerse fuerte en Palma. Situó sus fuerzas en la orilla oeste del Cauto en el sitio conocido por San Francisco, pero dejó en el poblado un pequeño destacamento de 26 hombres a las órdenes del Coronel Barzaga y Capitán Torres. Gómez instaló su campamento en el ingenio La Santísima Trinidad del Caney; después de la derrota del Salado el 10 de enero de 1869, llegó a este lugar Mármol con algunas fuerzas desmoralizadas.

En Palma se reflejaron las contradicciones del mando. La incertidumbre y la confusión entre los jefes que rodeaban a Mármol les hicieron creer en que un mando unificado, salvaría la causa revolucionaria. Se aprovechó la presencia de Félix Figueredo, Máximo Gómez, Miguel Barzaga en el campamento de Caney del Sitio para proponer una reunión, donde participaron Calixto García, Leopoldo Arteaga, Tamayo y Pío Rosado. Estos oficiales instaron a Donato Mármol a establecer un mando único militar, Donato aceptó el nombramiento, presionado por sus seguidores los cuales trataron de justificar la medida por la llamada falta de eficacia del gobierno de Céspedes para conducir la guerra. De asumir esta postura, solo favorecía al enemigo; por ello, Mármol aceptó entrevistarse en Tacajó con Céspedes, donde el diferendo entre ambos quedó resuelto, al desistir el primero de su actitud y acordar la formación de un gobierno revolucionario único de conjunto con los camagüeyanos.

Palma Soriano fue un punto estratégico durante la creciente de Valmaseda. Por ello, el Gobernador del Departamento General Simón de la Torre ordenó al coronel López Cámara situar un pequeño destacamento de línea y edificar un cuartel para defenderla, ya que era la antesala de Santiago. También ordenó al Comandante Militar de Palma la creación de la colonia agrícola militarizada de Cauto Baire. Esta, situada al norte del poblado, tuvo como objetivo reunir a familias que se trasladaron desde otros puntos del departamento, quienes estaban obligados a cultivar la tierra para abastecer al ejército y prestar servicios como voluntarios.

En las fincas rústicas cercanas a la población, en los ingenios y cafetales de Brazo de Cauto, se crearon centros militares sólidamente fortificados, se situaron en ellos pequeños destacamentos de línea del ejército y se armaron voluntarios que defendían las instalaciones de los ataques mambises. La mayoría de estos cafetales fueron incendiados y destruidos, aunque algunos resultaron casi inexpugnables por su posición geográfica y las numerosas huestes que los defendían.

La creciente actividad del ejército mambí en el Departamento Oriental obligó al mando español a tomar nuevas medidas. En 1870 se puso en práctica el plan estratégico de dividir el territorio de la isla mediante trochas o líneas militares. Este año se dispuso la construcción de las líneas militares del Cauto y del río Nipe. Entre 1872 y 1876 se puso en práctica el plan estratégico del General Sabas Marín, el cual consistió en la construcción de la Trocha Militar Yarayabo-Las Chivas, (1872) la línea militar del río Guaninicúm (1875-1876).

También comenzó la reconcentración de la población campesina en los centros militares y colonias agrícolas militarizadas, entre las que se destacaron las del Sitio, Cauto Baire, San Bartolo, Dos Palmas y otras. Estas completaban, junto a los fuertes y fortines, el sistema estratégico ensayado por el colonialismo español en el Departamento Oriental. En su gran mayoría fueron creadas sobre las líneas militares junto a un fuerte, en los laterales de las pequeñas plazas de armas que circundaban a los mismos. Detrás de las plazas se disponían las casas de madera con techos de guano y otros materiales criollos, poseían además de las áreas de cultivo, algunos comercios, modestas industrias artesanales, enfermerías y cementerios.

Su misión era servir de guarnición y mantener bajo sistemática vigilancia a este sector de la línea militar del Cauto, llevando además el asedio a los campamentos mambises y a la prefectura de Tempú, mientras que los familiares de los voluntarios de dicho batallón se dedicaban al cultivo de diferentes productos agrícolas. Refiriéndose a este sistema establecido por los españoles en los territorios orientales Carlos Manuel de Céspedes expresó:

“El sistema que ha establecido el gobierno español en su reconstrucción y como todo sistema absurdo es un abuso político, económico y antisocial, es el sistema feudal, formar un fuerte, construir una población y hacer cultivar un área de tierras con gentes ya presentadas o acogidas en los ranchos, trabajo en beneficio de la guarnición y el estado, dejándoseles escasamente una parte muy corta para su manutención y para las necesidades de sus familias. Este sistema que de por sí solo bastaría para destruir una sociedad es el que el enemigo ha planteado para sostener los gastos de la guerra y para reconstruir la sociedad cubana de los efectos de una guerra de independencia. A pesar de que el trabajador no estaba satisfecho soportaba con pena ese nuevo vasallaje del opresor de Cuba y cultivaba la tierra para sus señores”.

Debido a la muerte de Donato Mármol, fue designado Máximo Gómez Jefe de la División Cuba, y estableció en enero de 1871 su cuartel general en los montes de Barrancas al noroeste de Palma.

Se intensificaron las operaciones militares contra fuertes y fortines, se destruyeron las líneas de comunicaciones y se capturaron numerosos convoyes a las columnas que se trasladaban hacia Palma Soriano procedentes de Santiago de Cuba y San Luis, también los ataques a ingenios como Hatillo y San Juan de Wilson además de los cafetales el Cristal, Tío Juán, San Luis de Villanueva, San Luis de Faba, Nuevo Mundo, La Hanrrieta y Monte Líbanos. Para finales de 1875 y principios de 1876 Palma Soriano quedó integrada al sistema de la línea militar del Cauto. La población fue convertida en una típica base militar de operaciones del ejército español.

En los primeros meses de 1877 el Brigadier Antonio Maceo recorría el territorio, quemaba cañaverales, atacaba los convoyes, asaltaba puntos fortificados e invadía la Jurisdicción de Baracoa, Guantánamo y las zonas de Santiago de Cuba, moviéndose incesantemente sin dar respiro a los españoles. Desde San Felipe, en las cercanías de San Germán) atravesó el río Cauto y las haciendas de Barranca, Rancho Lucas, San Pedro de Paso Estancia y Maibío. El 4 de mayo de 1877, llegó a Vega Sucia (hoy Central Dos Ríos) casi a la vista de Palma Soriano. Maceo envió un grupo de hombres de caballería del Regimiento Santiago al mando del Teniente José de la Cruz Martínez a tirotear el caserío de Cauto Baire para incitar a la guerrilla a perseguirlos. En Palma, el Comandante de la Plaza Cándido O’Ryan organizó una fuerza de 37 hombres que atravesó el río y al llegar al llano vieron que los mambises huían por lo que decidieron perseguirlos. A la mitad de la llanura donde el monte empezaba a ser firme estaba escondida la caballería mambisa y de momento resonó el toque de una corneta que llamaba a degüello y restalló la orden de:

¡Carga al machete!

El resultado de la acción de Vega Sucia fue de 33 muertos por parte de los españoles y por las tropas de Maceo diez bajas.

Mientras que en otros territorios era acatado el pactado en el Zanjón y se deponían las armas, fuerzas de Antonio Maceo libraban los combates de Florida Blanca y Juan Mulato, ocasionándole al enemigo centenares de bajas. Estos triunfos de Maceo justifican su decisión de continuar la lucha, convencido de que la guerra no estaba perdida y que una cadena sucesiva de pequeñas victorias podía frenar la ofensiva político militar de Arsenio Martínez Campos, lo que los hizo considerar la necesidad de reunirse con el alto mando español para patentizar su desacuerdo con lo pactado en el Zanjón.

En Baraguá, -antiguo territorio de Palma Soriano-, el 15 de marzo de 1878 Antonio Maceo protagonizó la Protesta de Baraguá en contra de la actitud entreguista del Zanjó. A propuesta del Dr. Félix Figueredo, el día 17 fue organizado un Gobierno Provisional, presidido por Calvar, Secretario el Coronel Leonardo del Mármol y los tenientes coroneles Figueredo Socarrás y Pablo Beola. Se nombró General en Jefe a Vicente García y de Segundo al mando a Antonio Maceo. El acta fue firmada en las cercanías de Palma Soriano. La segunda reunión se efectuó en Los Pasos, Palma Soriano, en la cual se acordó enviar a Antonio Maceo al extranjero en busca de ayuda, el 21 de mayo luego de un azaroso periplo entre los ríos Barigua, Palma Soriano y Cauto Abajo; el Gobierno Provisional decidió disolverse en el lugar conocido por Loma Pelada cerrándose las páginas de la guerra del 68.

Los efectos de la guerra grande en Palma fueron extraordinarios por la devastación de la zona. La insurrección cambió totalmente el sistema económico establecido por el gobierno español y miles de esclavos se incorporaron al Ejército Libertador lo que afectó el sistema esclavista. Decenas de instalaciones cafetaleras y azucareras fueron pasto de las llamas en la zona de Dos Palmas, Manacas, Ramón de Guaninao, Santa Filomena, Yarayabo, el Maniel, Maibío y otros lugares lo que trajo la total disminución del cultivo y proceso del grano.

En 1879 en el Departamento Oriental se constituyeron clubes que agruparon a parte de los firmantes de la protesta de Baraguá. Pedro Martínez Freire fungió como Coordinador General y enlace entre los clubes revolucionarios en la isla. Flor Crombet, Mayía Rodríguez y Pablo Beola se encargaban de organizar a las dotaciones de esclavos de las fincas y de los ingenios, imbuyéndoles la necesidad de la abolición de la esclavitud. En Palma Soriano se levantaron en armas 120 hombres al mando del coronel Agustín Cebreco que marcharon a los montes cercanos. El 19 de septiembre el gobernador Camilo Polavieja y del Castillo ordenó al jefe de la Media Brigada de Palma Soriano tomar medidas de carácter represivo principalmente con la población libre de color y los esclavos. Ante esta situación, los revolucionarios que permanecían alzados, depusieron las armas. Se presentaron a las autoridades españolas 11 jefes de partidas, 27 oficiales, 280 de tropas con 116 armas declarándose pacificado el territorio.

El partido de Palma Soriano pasó a ser el barrio de Palma Soriano, con la misma demarcación territorial y poblado de cabecera. El 1 de julio de 1879 se designa al oficial español retirado Matías Hereña de la Portilla como primer Alcalde, y como juez a Francisco Estévez Orozco.

La economía de la zona evidencia dos transformaciones básicas: una en la actividad agrícola-industrial y la otra en el proceso de conversión de la fuerza de trabajo de esclavos a libres asalariados. Las plantaciones cafetaleras durante la guerra sufrieron un duro golpe, al quedar destruidas, por ello, solo unas pocas pudieron revitalizarse. Por otra parte, la industria azucarera se vio grandemente afectada, al desaparecer casi todos los ingenios y trapiches, solo quedaron Hatillo y Yarayabo. La agricultura tabacalera también decreció como resultado de la ruina de los vegueros.

Los esclavos de las haciendas destruidas que escaparon a los campos o se unieron al ejército mambí concluida la guerra y en virtud del artículo 3º del convenio del Zanjón obtuvieron su libertad bajo la protección del estado. Esto propició que muchos se vieran obligados a vender su fuerza de trabajo a los antiguos amos; otros, mejor preparados se convirtieron en artesanos o aparceros.

Guerra de 1895

En 1893 en Palma existía un ambiente de agitación revolucionaria, en los barrios de La Concepción, Tumba Yeguas, Las Cuchillas, Capitán de España, Santa Rita y Los Dorados. En septiembre de 1894 se agudiza el panorama político. La alcaldía de Palma emitía telegramas donde relacionaba a sospechosos vinculados a la revolución. Desde los meses finales de 1894 el mando militar del poblado reforzó los puestos de guardia de los caminos de acceso en prevención de un estallido revolucionario.

El 24 de febrero de 1895 estalló la insurrección en Palma, cuando Próspero García Castellanos, Rafael Figueredo Pompa,Wenceslao Labrada, Diego Céspedes, José Mérida, Manuel Navarro, José Feria, José Brooks, José Ayala y José Ávalos, tirotearon el Cuartel de Voluntarios frente a la Plaza Central, y se unieron a otros conspiradores de La Concepción, Los Dorados y San Leandro y tomaron el camino de Tumba Yegua incorporándose a las tropas. Ese día se alzaron además los coroneles Martín Torres González e Higinio Vázquez al frente de un grupo de campesinos, a los que se les unieron partidas de alzados de El Cobre, Santiago de Cuba y Dos Palmas. Estas últimas se reagruparon con las de Cambute y en Caney del Sitio se pronunció el Capitán Rafael Benítez junto a un nutrido grupo de agricultores de esta colonia militar.

Más de 300 vecinos de Palma Soriano respondieron al llamado de la guerra necesaria proclamada por José Martí. Estos se incorporaron a las brigadas de Cambute y Cauto Abajo formando una División al mando del Mayor General Agustín Cebreco Sánchez. Durante los primeros meses de la guerra, estas fuerzas tuvieron gran actividad, entre las acciones se encuentran: el 12 de marzo, ataque al ingenio San Juan de Wilson, ataque al poblado de San Leandro. Una acción importante en Palma Soriano, fue el asalto sorpresivo el 5 de abril al cuartel del ejército español, asediado por el Ejército Libertador desde varios frentes, con el objetivo de: rendir la guarnición, tomar sus posiciones y apoderarse de 20000 proyectiles.

A pesar de los constantes ataques de la tropa insurrecta, no se logró la toma del cuartel por la resistencia de los soldados españoles. Luego de cuatro horas de intenso fragor combativo, los libertadores levantaron el cerco y se retiraron hacia su campamento en la zona montañosa de San Leandro. En esta acción murió el teniente del Ejército Libertador Félix Callamo.

Presencia y muerte de José Martí

Monumento Nacional a José Martí en Palma Soriano

José Martí, iniciador de la Guerra de 1895, había desembarcado el 10 de abril por Playita de Cajobabo junto al general Máximo Gómez. Luego comienza un larga travesía por los montes del oriente cubano, hasta establecerse en mayo en la zona de Dos Ríos perteneciente entonces al término municipal de Palma Soriano. Allí, en combate desigual cae el 19 de mayo, el Apóstol de la independencia.

El teniente coronel José Ximénez de Sandoval y Bellange, al mando de la columna española que dio muerte a Martí, una vez identificado el cadáver, y al darse cuenta de la importancia de lo acontecido, ordenó la retirada para informar al mando superior. Inician la marcha y el cadáver es colocado atravesado sobre un caballo. Se hizo campamento en medio de la manigua, en la finca Demajagua, con el objetivo de pasar la noche. Los restos mortales de Martí, se dejan caer al pie de un jobo en las cercanías del arroyo Las Barbacoas.

Al día siguiente es reiniciada la marcha y llegan al poblado de Remanganaguas, entonces barrio del término municipal de Palma Soriano. En el patio del fuerte español, permaneció el cadáver, bien protegido por la guarnición. Cerca de las tres de la tarde lo llevaron, bajo una fina llovizna, al cementerio, donde fue enterrado, directo en tierra, junto y debajo de un sargento español que perdió la vida en el mismo combate.

Conocido el hecho en Santiago de Cuba, donde se encontraba el Capitán General Arsenio Martínez Campos se procede a enviar al médico Pablo Aureliano de Valencia y Forns para realizar la exhumación y embalsamamiento del cadáver con el propósito de trasladarlo a Santiago de Cuba.

Se reanuda el recorrido con los restos de Martí el 25 de mayo, custodiados por la columna española al mando del Teniente Coronel Manuel Michelena. En la tarde de ese día llegan a Palma Soriano, allí el cadáver fue expuesto en la esquina noroeste de la Plaza de Armas y en la noche fue trasladado al cuartel de voluntarios. Al amanecer, la columna española continuó rumbo a San Luis, en su recorrido fue sorprendida por las fuerzas libertadoras en un sitio próximo al ingenio Hatillo, donde libraron un combate para mantener el cadáver en su poder, resguardándolo, bajo un frondoso mamoncillo. Terminada esta acción combativa la columna continuó el traslado del cadáver hacia San Luis.

A inicios de la República, el Ayuntamiento de Palma Soriano, fue uno de los primeros en intentar edificar un monumento a José Martí que recordara su caída en Dos Ríos. En 1901, el concejal palmero José Rafael Estrada y Arencibia, visita el sitio y se percata de su estado de abandono; por ello decidió comunicar esta situación al Ayuntamiento palmero, con el propósito de promover una campaña nacional donde se recabara el apoyo del resto de los ayuntamientos del país para la erección de un monumento. La idea fue acogida con entusiasmo y se nombró una comisión integrada por el comandante Arístides García Gómez, como presidente; José Mestre Díaz, tesorero; José Rafael Estrada Arencibia y Gerardo Gómez Aja como vocales.

Esta idea no se materializó por el mal estado del camino de Palma a Dos Ríos; el concejal José Rafael Estrada Arencibia, principal impulsor de este proyecto, no cejó en su empeño de construir otro monumento en el lugar donde cayó en combate el Héroe Nacional por lo que en 1913 inauguró el obelisco a José Martí que aún desafiando el tiempo da fe de este hecho histórico.

Mientras, el monumento inicial, previsto para Dos Ríos, que había sido mandado a realizar a Italia al escultor Umberto Dibianco, se decidió emplazar en el parque principal de la ciudad.

Guerra Hispano-Cubano-Norteamericana. El Combate de Aguacate

La acción más importante que libró el Ejército Libertador en Palma fue el combate de Aguacate el 1 de julio de 1898 contra la columna española de 3700 hombres al mando de Federico Escario que había salido el 22 de junio de Manzanillo, que fue cercada por la columna mambisa de 800 hombres dirigida por el Coronel Francisco Estrada, la cual supo organizarse para mantener a raya a la fuerza española, que tuvo que emplear su artillería para salir del bloqueo, aunque sufrieron más de 50 bajas.

El 17 de julio, en Palma Soriano se informó a las tropas españolas las condiciones de la capitulación y se les ordenó mantenerse en el pueblo hasta que se dispusiera su evacuación. El 2 de agosto los norteamericanos establecieron las primeras disposiciones, de carácter puramente anticubano. La ocupación norteamericana en Palma Soriano la efectuó una columna de Infantería dirigida por el Capitán R. N. Brown seguida por el escuadrón cubano Santiago # 2 “Cumaná” al mando del Coronel Francisco Diéguez. En la Plaza de Armas, se formaron las tropas de ambos ejércitos izándose la bandera norteamericana de ocupación.

República Neocolonial (1902-1958)

Durante la ocupación norteamericana el 1 de enero de 1899, el poblado fue declarado villa por acuerdo del consistorio municipal. La Junta de Gobierno Municipal, acordó en julio de 1900, dividir el municipio en 12 barrios, diez rurales y dos urbanos. En cada barrio rural se designó un alcalde. El ayuntamiento representó el Gobierno local integrado por un alcalde, cinco concejales y un secretario. Uno de los primeros acuerdos fue el de otorgar el título de Villa al poblado de Palma.

Central Dos Ríos (antiguo central Palma)

La instauración de la República en 1902 encontró a Palma carente de grandes industrias. El café como renglón económico del municipio comenzó a adquirir relevancia a partir de 1904 con la construcción de la primeras descascaradoras de café con una capacidad de molida de 120 a 150 quintales del grano al día, situando a Palma como uno de los primeros en esta actividad económica.

La construcción del central Palma en 1915, marcó un hito en el progreso industrial. En 1918 Mario García Menocal compró las acciones del central y se convirtió en su dueño. Al culminar su período presidencial en 1921, vendió las acciones a la Compañía Norteamericana “Dominican Sugar Company” subsidiaria de la “West Indies”; en 1922 la S.A “Palma Sugar Company” vendió el central a la S.A. “Sugar Status of Oriente,” quedando la principal industria del municipio en manos extranjeras.

En el ramo de las comunicaciones se debe significar que hasta inicios del siglo XX, la vía de comunicación principal del poblado era el Camino Real de la Isla. En 1908, la línea ferroviaria se extendió desde San Luis a Palma, inaugurándose la estación ferroviaria, posteriormente se inauguró el ramal Palma-Bayamo. Otro avance en las comunicaciones lo constituyó la oficina de Correos, establecida entre 1903 y 1904. En tanto el 31 de diciembre de 1921 se fundó la Compañía Telefónica, por la “Cuban Telephone Company”. Otro elemento del progreso fue el alumbrado eléctrico que se inauguró el 21 de enero de 1912, en 1917 fue adquirida por la Compañía Cubana de Electricidad.

Palma Soriano fue escenario de la insurrección que estalló el 20 de mayo de 1912, organizada por el Partido Independiente de Color y dirigida por Evaristo Estenoz y Pedro Ivonnet. En el territorio el alzamiento fue encabezado por: Tomás Zapata, Sixto Sosa Zapata, Gregorio Massó y Emilio Gómez. Otras zonas como el Solís, el Perú y la Botija se destacaron por la presencia de alzados dirigidos por los rebeldes José Carbonell, Celedonio Portuondo y Evaristo Rodríguez. La represión a negros y mulatos no terminó hasta días después, la llamada “ley de fuga” sirvió para encubrir decenas de asesinatos. En Palma Soriano, al presentarse, le aplicaron la ley a Pastor y a Julián Destrade, Emilio Tumbarele, Julio Sánchez Giró, al comandante Pitillí y sus hermanos, José Rosario y Carrión, Despaigne y Bisset. Arsenio Ortiz al frente de un grupo de soldados simuló el combate de Mayala, próximo al ingenio Hatillo, para exterminar a un grupo numerosos de presentados.

En los primeros 25 años del siglo veinte el panorama político se caracterizó por la pugna electoral de los dos partidos rivales. Este fue marco propicio para que algunos sectores comprendieron la necesidad de formar una organización política que defendiera los intereses de la clase obrera; fue entonces cuando se crearon organizaciones obreras con ideas marxistas. En 1919 se inició un fuerte movimiento organizativo de los obreros: los albañiles, los conductores de carga y los braceros, además subieron organizaciones campesinas con carácter reformista y hacían demandas económicas aisladas. En Palma los primeros obreros en organizarse fueron los tabaqueros en un subcomité del Gremio de Tabaqueros de Santiago de Cuba. En 1906, declararon su primera huelga por aumento de salario, la cual no tuvo éxito; pero 1910, fue el sector mejor organizado y con mayor conciencia proletaria.

La educación no constituyó una prioridad del gobierno local, la mayoría de las escuelas eran particulares. El mismo sistema imponía una enseñanza limitada ya que el nivel de instrucción era insuficiente pues sólo llegaba hasta el sexto grado. Los censos de 1907 y de 1919 evidenciaron un alto índice de analfabetismo.

La vida cultural en Palma Soriano tuvo sus inicios en diferentes sociedades de recreo como la Sociedad Unión Club (1904) y agrupó a los blancos ricos. Los mulatos se organizaron en el Centro de Instrucción y recreo "Plácido" (1904). En la década del 20 se constituyó la Sociedad "Alba". En la década del 20 se fundaron los cines y teatros que dieron una nueva dimensión a la cultura local. Desde fines del siglo XIX la ciudad del Cauto, contó con publicaciones periódicas, entre ellas están El Machete, La Tijera, Murmurios del Cauto, El Heraldo, La Voz del Cauto, El Surco y La Razón. El músico y director Ángel Peralta Téllez, funda en 1918 la banda de música municipal, la primera biblioteca pública es creada en 1927, convertida décadas después en la biblioteca municipal Paquito Borrero y un medio tan importante para la comunicación como es la radio llega en los años 30 a este municipio. El carnaval constituyó una de las tradiciones culturales más arraigadas de la localidad, cuyo origen se remonta a la etapa colonial, se celebraba el día del Santo Patrón del poblado, nuestra "Señora La Virgen del Rosario", invariablemente entre el día siguiente de octubre o el segundo domingo de ese mes.

La crisis económica mundial que comenzó en 1929 afectó todos los renglones, fundamentalmente al sector azucarero, pues los precios del azúcar descendieron, y en 1931 llegaron a 95 centavos las 100 libras de azúcar. Se produjo una concentración de la industria azucarera, demoliéndose los centrales Hatillo y Oriente, sus cañas fueron asimiladas por el central Palma en poder de la Sociedad anónima "Sugar State of Oriente”.

En Palma Soriano los comicios celebrados en 1936 le dieron el triunfo a Leonardo Bueno Thomas, representante del Conjunto Nacional Democrático. Un hecho significativo de las elecciones fue que por primera vez ejercieron el sufragio las mujeres cubanas.

Entre 1944 y 1952 Palma Soriano no tuvo exenta de esta situación vivida durante los períodos de los gobiernos auténticos, pues se especuló con el dinero de varias construcciones sociales: como la del Panteón de los Veteranos, la construcción de la carretera al cementerio, el hospital municipal y los filtros de agua. El pueblo palmero con la esperanza de encontrar una organización que atenuara la situación y mejorara sus condiciones se unió desde los primeros momentos a la política de Eduardo Chibás y su Partido Ortodoxo, quien a mediados de 1947 en visita al municipio expresó la necesidad de formar una organización de base en el territorio.

El 10 de marzo de 1952 Fulgencio Batista dio el golpe de Estado arrebatando al pueblo su triunfo en las urnas. En Palma Soriano el Partido Socialista Popular, fue el primero en condenar el golpe y organizó manifestaciones populares en su rechazo. Por su parte, los miembros del partido ortodoxo tomaron el edificio de Ayuntamiento. Campesinos de los barrios Tamarindo, Arroyo Blanco y otros se opusieron al cuartelazo.

Después del golpe de Estado se incrementaron en el país las actividades de oposición al régimen y se dieron los pasos iníciales en la constitución de un movimiento revolucionario. En poco tiempo los revolucionarios palmeros extendieron su acción a otros lugares como San Luis, Las Minas de Charco Redondo, Baire, Santa Rita, Jiguaní y Contramaestre; integrando un fuerte contingente con más de 70 jóvenes que desde noviembre de 1952 ejecutaron sabotajes en toda esa área, provocaron cortos circuitos, quemaron cañaverales e hicieron estallar bombas con explosivos, mechas y fulminantes.

En la provincia de Oriente se crearon dos células, una en Santiago de Cuba y otra en Palma Soriano, dirigida por el dentista ortodoxo Pedro Celestino Aguilera González y en ella militaron los más allegados colaboradores, fervientes seguidores de las ideas de Eduardo Chibás, a la que pertenecieron Oscar Alberto Ortega Lora (Nito), Rafael Navas, René Arias, Rafael Oliva, Humberto García Garcés, Teodulio Mitchell Barbán, Aldo Soler, Oscar Serra Ortega, Israel Tormos Urquiza y Parmenio García Beltrán y otros.

En los primeros días de febrero de 1953 la dirección de este grupo, integrada por Pedro Celestino Aguilera, Nito Ortega y Parmenio García se se entrevistó con Fidel Castro en La Habana, también lo hicieron con Abel Santamaría en su apartamento de O y 25, decidiéndose que la célula palmera formara parte del grupo revolucionario.

El 3 de abril de 1953 Fidel visitó Palma Soriano y se reúne con los revolucionarios palmeros en la casa de Nito Ortega ubicada en calle Lora núm. 4; esa misma noche, en el bar "Topeka” tienen otro encuentro con la presencia de Fidel, Pedro Celestino Aguilera, Nito, Parmenio García, Rafael Oliva y Raúl Martínez Ararás, para conocer el trabajo de captación realizado en Palma además de abordar otros problemas sociales. Su visita no se limitó a la ciudad de Palma Soriano; en unión de Nito y Aguilera se trasladó a las minas de Charco Redondo donde se reunió con los mineros. Su visita constituyó un paso importante pues se consolidó la decisión de los revolucionarios palmeros de seguir organizándose. Antes de su retirada orientó cesar los sabotajes para dar imagen de tranquilidad, continuar los contactos de los mineros y la selección de algunos de los compañeros para recibir entrenamiento, para lo cual se designó a Teodulio Mitchell Barbán.

La célula palmera desempeñó un papel destacado en los propósitos planteados por Fidel para las acciones que se pensaban realizar en Santiago de Cuba, lo cual constituyó un elemento importante para la aceptación de su existencia en un lugar tan distante de la Dirección Nacional. El Movimiento Nacional no descuidó los contactos con Santiago de Cuba como futuro escenario de las acciones que se mantenían en secreto.

Para las acciones del 26 de Julio de 1953, Nito y Mitchell fueron asignados a la escuadra dirigida por Oscar Alcalde Valls, que participó en el asalto al Cuartel Moncada. Nito fue herido levemente en una pierna y más tarde capturado y asesinado en la carretera de Siboney. Después del asalto al cuartel Moncada, Teodulio y Pedro Celestino pasaron a la clandestinidad.

En Palma Soriano en el último trimestre de 1955 se funda la primera célula del Movimiento 26 de Julio; a la constitución de la misma asistieron Léster Rodríguez y Ramón Álvarez por la Dirección Provincial del Movimiento. El acto se efectuó en la casa de Parmenio García situada en Maceo No. 221, la dirección de la célula quedó constituida por Parmenio García como Coordinador y Tesorero y Juan Fernández, de Acción y Sabotajes, responsabilidad transferida días después a Carlos Chaín Soler; Antonio Rodríguez Sosa, responsable de propaganda y divulgación; Asterio Hernández Pérez (el isleño) para el frente obrero, y por el movimiento estudiantil Luis A. Masferrer.

Mario Maceo Quesada y Víctor Calderin formaron parte del primer contingente armado que subiría a las montañas para fortalecer y ampliar el grupo de combatientes.

Palma Soriano desempeñó un papel significativo en las acciones de la huelga el 9 de abril de 1958, organizada por el movimiento revolucionario clandestino que fue apoyada por el P.S.P. Según el plan provincial los grupos de Palma Soriano actuarían sobre carreteras y otras vías de comunicación. El comandante Juan Almeida Bosque aprobó tres acciones de apoyo, la más importante fue el ataque a Dos Palmas organizado por los tenientes Diocles Torralba y Misael Fernández. En la ciudad, diferentes grupos apoyarían la acción, se acordó cortar los cables telefónicos, custodiar la carretera central para evitar el envío de refuerzos.

Como parte de la ofensiva final del Ejército Rebeldeen los últimos días de 1958, se decidió la toma de la ciudad de Palma Soriano y se comenzó a estrechar el cerco rebelde bajo el mando del Comandante Vilo Acuña la columna Móvil del Tercer Frente Oriental preparó emboscadas a las tropas enemigas que desde Palma Soriano trataban de emboscar el apostadero de Aguacate. La columna rebelde se mantuvo en la zona de La Rueda hasta el 12 de diciembre de 1958 cuando al detectarse una columna de humo en el poblado se iniciaron las acciones. Soldados de la Compañía 104 habían avanzado paralelo a la carretera hasta llegar a Aguacate y al retirarse incendiaron el cuartel. El 22 de diciembre de 1958, en la finca "El Tamarindo" (Arroyo Blanco) se efectuó una reunión en la que participaron los Comandantes Fidel Castro, Juan Almeida, Vitalio Acuña, Universo Sánchez y Guillermo García Frías entre otros, allí se discutió y acordó la liberación de Palma por la importante posición de la ciudad. El alto mando rebelde como medida inmediata ordenó la voladura de los puentes Venturita y Moya para imposibilitar el envío de refuerzos a la ciudad y a otros cuarteles de la tiranía en Oriente que eran atacados por las fuerzas rebeldes, permitiéndoles el dominio de toda la zona. En la ciudad, el Ejército batistiano ocupaba cinco posiciones: el campo de aterrizaje, el cuartel de la Guardia rural, la estación de policía, la Compañía 104 y el hotel Palma.

Los combates por la toma de la ciudad se iniciaron en la madrugada del 23 y se extendieron hasta el 27 de diciembre con la rendición del último reducto del Ejército Nacional, el Cuartel de la compañía 104 al frente del cual se encontraba el Comandante Sierra Talavera.

Fidel, el comandante Guillermo García Frías y Celia Sánchez, en Palma Soriano, diciembre de 1958

Las acciones que tuvieron lugar en el territorio palmero durante los últimos meses de 1958 fueron determinantes para lograr la entrada de las tropas rebeldes en Santiago de Cuba, demostrando así su capacidad organizativa, disciplina y la incondicional disposición de apoyar a la revolución para dar al traste con el régimen dictatorial de Fulgencio Batista.

El 28 de diciembre de 1958 se produjo en el viejo y demolido central Oriente la entrevista del comandante Fidel Castro con el general del ejército batistiano Eulogio Cantillo, en la que estuvieron Raúl Chivas, Vilma Espín, Celia Sánchez, Calixto García. En la entrevista se acordó que Cantillo debía entregar a Batista y demás criminales de guerra, poner las tropas del ejército a disposición de la Revolución y apoyar con todos sus recursos necesarios el avance de Fidel a La Habana. Se pidió al jefe batistiano bajo palabra de honor no efectuar un golpe de Estado en la capital ni permitir la injerencia extranjera. Todo lo acordado fue incumplido por Cantillo y Tabernilla quienes, de acuerdo con la embajada norteamericana, facilitaron la fuga del tirano, estableciendo una Junta Cívico Militar integrada por figuras representativas de la politiquería y la reacción militar con Cantillo al frente.

Confirmada la huida del tirano el 1 de enero de 1959, el pueblo en expresión de júbilo popular salió a las calles. Este día, alrededor de las nueve de la mañana una pequeña caravana encabezada por el Comandante Fidel Castro Ruz, se dirigió hacia la planta móvil de Radio Rebelde ubicada en la calle Aguilera esquina Quintín bandera No. 201 (hoy museo histórico) para realizar la primera alocución al país donde denunció públicamente el golpe de Estado, impartió instrucciones a las tropas rebeldes y llamó el pueblo, a la huelga general revolucionaria.

Revolución en el poder

En los días posteriores a la liberación de Palma Soriano, las fuerzas revolucionarias dieron los primeros pasos que sentaron las bases de los cambios institucionales iníciales y necesarios que realizaría el Gobierno Revolucionario para llevar adelante la obra transformadora de la sociedad. De esta manera, las antiguas autoridades civiles del término municipal habían sido destituidas, el comisionado ejercía las funciones del gobierno local que se desarrollaban en estrecha relación con el resto de los representantes de los organismos administrativos, estatales y las organizaciones revolucionarias.

Desde 1959, se inició la disolución del viejo ejército batistiano que se sustituyó por los destacamentos armados del Ejército Rebelde. Se aplicó la justicia revolucionaria con la detención de los antiguos esbirros, connotados asesinos y torturadores para quien el pueblo reclamaba severas medidas. En febrero de 1959, se constituyó el cuerpo de la Policía Nacional Revolucionaria.

La Ley de Reforma Agraria comenzó a aplicarse a partir de octubre de 1959. Hasta febrero de 1960, el INRA había intervenido en el municipio 1359,47 caballerías de tierra de un total de 33 fincas.

En la industria azucarera la ley se aplicó en el año 1960 y para sus efectos se creó una comisión local. Aproximadamente 56 colonias pertenecientes a las Compañías Altagracia Sugar Co. y Compañía Agrícola Maibío S.A., fueron intervenidas, las mismas constituían grandes latifundios calculados aproximadamente en 7000 caballerías. Las tierras se entregaron en parte a propietarios individuales y se formaron cooperativas cañeras. El 8 de agosto se nacionalizó el central Palma y le fueron congelados a la Compañía 2 millones de pesos y 800.000 sacos de azúcar. También se nacionalizaron la Cuban Telephone y la red eléctrica perteneciente a la Compañía Cubana de Electricidad. En septiembre de ese año fueron objeto de este proceso las Sucursales del Banco Continental Cubano y el Núñez, haciéndose pública la función bancaria ejercida por el Estado.

En Palma Soriano como en todo el país desde los primeros momentos del triunfo revolucionario, las fuerzas de oposición hicieron resistencia desatándose la lucha de clases y la actividad contra revolucionaria. El territorio no estuvo exento de las acciones contrarrevolucionarias encaminadas a sabotear la economía, paralizar la zafra azucarera, utilización del alto clero falangista y la organización de grupos contrarrevolucionarios. En las zonas montañosas operaron a partir de 1959, organizaciones contrarrevolucionarias que tenían centro en Santiago de Cuba. Entre estas la Rosa Blanca, Movimiento de Recuperación Revolucionaria (MRR), Movimiento Demócrata Cristiano y Movimiento Revolucionario del Pueblo.

En el año 1960 los miembros del G-2 y de la Policía Nacional Revolucionaria desarticularon al grupo contrarrevolucionario dirigido por el Doctor Mariano Esteba Lora que operaba en Palma Soriano, Dos Ríos, Chaveco, Thompson. Los órganos de defensa del territorio en estrecha colaboración con el pueblo garantizaron la defensa de la Revolución a través de las Milicias Nacionales Revolucionarias, que constituyeron un bastión importante en el fortalecimiento la vigilancia, el orden y la seguridad del territorio.

En el municipio, en septiembre de 1960, con la integración de la Dirección del M-26-7 y el P.S.P. en el Buró de Coordinación de Actividades Revolucionarias, se crea el antecedente directo de la unión definitiva de las fuerzas revolucionarias en un solo organismo político, las ORI. En julio de 1961, se inició el proceso de constitución de los núcleos de las ORI. El 26 de mayo de 1962, Fidel expuso los errores que las ORI en su funcionamiento habían cometido y la decisión de reestructurarlas, surgiendo el PURSC y en el municipio el Comité Municipal realizó un análisis que fue presidido por Pedro Ross Leal.

En 1965 el Partido entró en la etapa final de su formación, el 3 de noviembre de 1965, se realizó la Asamblea de Balance, Organización, Renovación o Ratificación de Mandatos de la Dirección Regional del Partido. Se eligió al primer secretario de la organización a ese nivel. El 20 del propio mes, se celebró la Asamblea Municipal, la misma eligió a Pedro Cobas Fajardo como Secretario General del Comité Municipal y se acordó el cambio de nombre del municipio Paquito Borrero por Palma Soriano, como tradicionalmente lo conocía la población.

La necesidad de fortalecer el aparato estatal y crear nuevos organismos de administración local condujo a que se crearan en los primeros meses de 1961 las Juntas de Coordinación, Ejecución e Inspección (JUCEI) a nivel provincial y municipal que realizaron importantes obras de beneficio social: Construcción y reparación de calles, alcantarillas y caminos vecinales, remodelación del ayuntamiento y el matadero, construcción y mejoramiento de escuelas, tiendas, construcción de 100 viviendas para los damnificados del ciclón Flora, así como otras en Yarayabo, Dos Ríos y la puesta en funcionamiento del primer círculo infantil Nito Ortega. Su organización y funcionamiento constituyó el embrión, el paso inicial en la búsqueda de estructuras estatales definitivas. Su experiencia práctica aportaría fórmulas más completas y democráticas que perfeccionarían años más tarde el órgano de gobierno local.

La Asociación de Jóvenes Rebeldes en los primeros meses de 1961 se encontraba activa en el territorio con tres direcciones fundamentales de trabajo: incorporar los jóvenes al estudio como medio de superación y de elevar el nivel cultural, apoyar como fuerza decisiva las labores agrícolas y productivas y defender la Revolución. De esta manera, la organización asumió importantes tareas como la participación en la primera zafra del pueblo, la constitución de batallones voluntarios en apoyo a la recogida de algodón, cítricos y café en El Caney, Dos Palmas y Ramón de Guaninao, así como el corte y alza de caña para el central Dos Ríos. La organización hizo un llamado a estudiantes para formar parte activa de la campaña de alfabetización. Otro momento importante en su actividad resultó la constitución de sus organizaciones de base y la atención a la Unión de Pioneros Rebeldes. Como resultado de la maduración de las condiciones y el natural desarrollo de la AJR, el 4 de abril de 1962, se proclamó la creación de la Unión de Jóvenes Comunistas, organización orgánicamente independiente y selectiva.

En 1963 se promulgó la Segunda Ley de Reforma Agraria y el resultado de esta medida en el Regional Palma-San Luis-Contramaestre fue el siguiente: se intervinieron 241 fincas con un área de 2 622. 570 caballerías, se nacionalizaron 203 fincas con un área de 2 376. 729 caballerías, 20.088 cabezas de ganado vacuno, 477 cabezas de ganado caballar, 379 cabezas de ganado caprino, 657 equipos, 389 viviendas nacionalizadas, de 22 almacenes y un total de 1992 obreros fijos y eventuales. Producto de reclamaciones que se hicieron y aplicando la justicia fueron devueltas 38 fincas con un área de 245.841 caballerías a 169 propietarios.

Los avances en salud pública estuvieron dados por la extensión médica y estomatológica hacia las zonas rurales y montañosas y la realización de dos grandes campañas de vacunación contra la poliomielitis, difteria, tosferina y tétano.

La campaña de alfabetización en el municipio finalizó el 8 de diciembre de 1961, este día Palma Soriano se declaró territorio libre de analfabetismo. El resultado final de la campaña fue de 21.607 personas alfabetizadas para un 68,5% y 3747 no alfabetizadas para una tasa de analfabetismo residual de 14,6%. La Ley de Nacionalización de la Enseñanza fue una de las medidas más importante que adoptó la revolución en 1961. Como resultado se nacionalizaron las escuelas privadas que funcionaban en el municipio: Colegio el Salvador de Palmarito de Cauto (laico), Colegio José Martí (laico), María Inmaculada (católico), El Sinaí (Bautista), Claretiano (católico) y El Sanderson (laico), poniéndose al servicio del pueblo sin distinción y privilegios, definiéndose la enseñanza como un deber del Estado.

Entre 1963-1965 se crearon condiciones favorables para el desarrollo del trabajo cultural, técnico y organizativo; al prepararse los primeros jóvenes como instructores de danza, música y técnicas de biblioteca. Por primera vez la banda de música municipal tendría músicos propios, además de crearse nuevos grupos musicales.

En el quinquenio 1970-75 se trabajó por lograr un mayor desarrollo económico. A partir de 1970, los esfuerzos productivos en el sector azucarero se dirigieron hacia el logro de una mayor eficiencia industrial e intensificación del proceso de mecanización agrícola, tomándose medidas organizativas para fortalecer el movimiento de brigadas millonarias y macheteros destacados.

La ganadería alcanzó mayor nivel de eficiencia técnica y veterinaria al incrementarse la preparación del personal y realizarse inversiones en la instalación de ganaderías y microempresas. Se instalaron cochiqueras para incrementar la producción porcina y un centro avícola destinado a la producción de huevos y carne. Se previó el desarrollo de la producción de materiales de construcción, lo que permitió incrementar la producción de obras.

En educación abrieron sus puertas nuevos centros: el preuniversitario Ramón Campa, primer centro de su tipo en el municipio que benefició a un considerable número de alumnos que viajaban a Santiago de Cuba a realizar sus estudios, a este servicio se sumó un seminternado, dos círculos infantiles, dos secundarias básicas y un tecnológico.

Los servicios de salud se incrementaron al ampliarse el servicio rural, un hospital materno, dos policlínicos, banco de sangre y una clínica estomatológica. El deporte y la cultura también alcanzaron un desarrollo considerable.

A partir de los acuerdos tomados en el Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba y durante el año 1976, el proceso de institucionalización se aceleró con la adopción de la Constitución Socialista, la aplicación de la nueva División Política Administrativa y la constitución de los Órganos del Poder Popular.

En julio de 1976 se disolvió la antigua Región y se creó el nuevo municipio Palma Soriano, con una extensión territorial de 845,8 kilómetros cuadrados abarca los antiguos municipios Palma, Dos Palmas, Dos Ríos y otros núcleos poblacionales de importancia como Ramón de Guaninao, Candonga, Oriente, Aguacate y Caney del Sitio y una población entonces, de 110.219 habitantes de ellos rural 66.992 y 43.317 urbanos.

El 23 de julio de 1976, se constituyó el Buró Ejecutivo del Partido Municipal, con la presencia de 197 secretarios de las Organizaciones de Base. A su vez las organizaciones políticas y de masas hacían cambios en su estructura y funcionamiento.

La constitución del municipio fue el marco propicio para organizar los Órganos del Poder Popular. El 10 de octubre de 1976, el pueblo palmero por primera vez de forma democrática acudió a las urnas para elegir a sus representantes ante el órgano de Gobierno. Resultaron elegidos en la base 124 delegados correspondientes a igual número de circunscripciones. La asamblea municipal del Poder Popular, máximo órgano del gobierno se constituyó el 31 de octubre de 1976. Como vía para mantener y reforzar la legalidad socialista, en noviembre de 1977, la Asamblea Municipal del Poder Popular eligió el Tribunal Popular Municipal, máximo órgano de justicia encargado de hacer cumplir lo previsto en la constitución socialista.

Durante el quinquenio 1980-1985 se continúo consolidando la economía en el municipio. La industria mecánica continuó diversificando la producción de equipos para la industria azucarera, sistema de riego y reparación de la maquinaria cañera lo que significó una magnífica perspectiva para el desarrollo de producciones encaminadas a sustituir importaciones.

En el siguiente quinquenio 1986-1991 tuvo lugar la “Operación Tributo” desarrollada los días 6 y 7 de diciembre de 1989 en la que el pueblo organizado desfiló y rindió ceremonias de honores militares a los restos de los 34 combatientes internacionalistas caídos en Angola y Etiopía, los que fueron trasladados en cortejo fúnebre hacia el cementerio municipal donde reposan definitivamente en el Panteón de los Mártires.

A pesar de la crisis por la que atravesaba el país, en materia de desarrollo social se obtuvieron avances en el quinquenio. En educación se ampliaron las capacidades de círculos infantiles al construir dos nuevos y se abrieron 3 escuelas especiales. En salud la mortalidad infantil bajó a 9,4 por cada mil nacidos vivos, disminuyó el número de habitantes por médicos a 416, subió el número de estomatólogos, las camas de asistencia médica llegaron a 386. Se inició a partir de 1987 el servicio del médico de la familia.

El deporte y la cultura continuaron como tareas importantes del quinquenio, perfeccionándose la calidad y la masividad. Se mantuvo la celebración de las ferias recreativas-culturales, el Festival de Orquestas Charangas “Rafael Lay In Memoriam”. Aumentaron las agrupaciones de música popular y tradicional. El municipio se mantuvo como uno de los que mayor cantidad de atletas aporta a los diferentes centros especializados y mantuvo de forma sistemática su participación en eventos provinciales y nacionales.

Período especial en tiempo de Paz. Recuperación económica de 1990-2005

Ante la situación internacional creada con la desintegración del campo socialista y la agudización del bloqueo por parte de Estados Unidos, el Partido en el territorio y en sus municipios llevó adelante la tarea de conducir al pueblo. La primera etapa del período especial (1990-1993) constituyó para el pueblo palmero un reto, pues el nivel de vida de la población se afectó al escasear los alimentos, el transporte, el fluido eléctrico; los diferentes renglones productivos, industriales y agropecuarios llegaron a un nivel muy bajo provocando desabastecimiento de los productos básicos.

Entre las medidas tomadas estuvieron: incrementar la producción de alimentos, preservar la asistencia médica, los servicios educacionales sin cerrar un solo centro. En la esfera de la cultura se hizo necesario el cierre de varios cines y disminuyeron las actividades culturales, se redujo el servicio eléctrico y se programó por zonas el alumbrado público, residencial y estatal. A la defensa se le prestó especial atención, se fortaleció en concepto de “Guerra de todo el pueblo” por Consejos Populares, centros de trabajo y unidades militares.

A pesar de los avatares que sufrió la economía y la sociedad, la mayoría del pueblo palmero continuó respaldando a la Revolución y sus líderes históricos. Como parte del esfuerzo económico se logró pasar de la crisis a un proceso de reanimación lento y continuo que se tradujo en logros en diferentes ramas y sectores económicos, entre ellos en la ganadería cuyos principales indicadores económicos y productivos se incrementaron. De igual forma en la Avicultura aún cuando se experimentaron crecimientos en la producción de huevos fue necesario mejorar el manejo de la masa avícola y las condiciones de las unidades pues los resultados se mantuvieron lejos de satisfacer las necesidades alimentarias de la población.

Los planes de desarrollo socioeconómicos del municipio tomaron un notable impulso con el inicio de la Batalla de Ideas, a partir de diciembre de 1999. Como resultado de esta nueva forma de lucha el Partido en el municipio y sus órganos de base dirigieron las acciones patrióticas y políticas, lográndose la movilización general de la población en apoyo a la justa demanda del regreso del niño Elián González, se realizaron marchas del pueblo combatiente en la ciudad de Palma Soriano así como en diferentes comunidades; Tribunas abiertas en centros de trabajos y estudiantiles.

Como parte de la nueva estrategia política de la Revolución “La Batalla de Ideas”, el Partido y sus organizaciones de base trabajaron para impulsar la informatización de la sociedad palmera, proceso iniciado en el año 2001 y que se extendió por el sistema bancario, centros administrativos de comunicación y las instituciones de enseñanza.

En el año 2003 entró en servicio una moderna sala de hemodiálisis que presta servicios al propio municipio de Palma y al municipio Mella. Se reconstruyeron y modernizaron los policlínicos del consejo popular Dos Ríos, el policlínico norte y el Carlos Montalván. Se construyeron las salas de fisioterapia de estos tres policlínicos y la del consejo popular Nito Ortega así como una unidad principal de urgencia.

Como parte de las nuevas medidas económicas que se vienen implementando en el país, en el municipio se viene ampliando el trabajo por cuenta propia y la entrega de tierras en usufructo gratuito en correspondencia con el decreto ley 259.

Personalidades de la localidad

Glorias del deporte cubano nacidos en Palma Soriano

Fuentes

  • Betelú, Severiano. Origen y crecimiento de Palma Soriano. Editado en los talleres tipográficos, Francisco mata Pérez. Palma Soriano. Cuba. 1958.
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