Historia del municipio Quivicán (Provincia de Mayabeque)


Historia del municipio Quivicán (Provincia de Mayabeque)
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Escudo de Quivicán (Mayabeque).jpg
Escudo del municipio Quivicán
Cronología
Época precolombina
Etimología del nombre
Presencia aborigen en el territorio
Etapa colonial
Fundación del municipio
Creación de los asentamientos poblacionales
Guerra de los Diez Años (1868-1878)
Guerra de Independencia (1895-1898)
Etapa neocolonial
Revolución de los años 30
Transformaciones sociales en la primera etapa
Lucha clandestina e insurreccional contra la dictadura de Batista
Revolución en el poder
Resistencia revolucionaria: Girón, Crisis de Octubre, LCB y lucha contra las organizaciones contrarrevolucionarias
División político-administrativa y desarrollo político-social
Periodo Especial y creación de la nueva provincia


Historia del municipio Quivicán (Provincia de Mayabeque) . La historia del municipio Quivicán comienza con los asentamientos aborígenes establecidos en el territorio, el periodo colonial español, las luchas por la independencia, la etapa republicana o seudorrepública hasta llegar a la etapa revolucionaria con los logros sociales y económicos alcanzados en el territorio.

Época precolombina

Etimología del nombre

Con respecto al origen del nombre de Quivicán, varias fuentes afirman que proviene de un vocablo aborigen, que a la vez deriva de las palabras Quivey y Can. Quivey es un sustantivo común que nombra a una planta vulgarmente conocida como Revientacaballo; y Can, adjetivo que significa extenso.

Sin embargo otros estudiosos lo consideran como una alteración de Quiviján, palabra proveniente de la zona oriental del país. Sin embargo también se ha presentado la tesis que pretende basarse también en vocablos aborígenes para sugerir Laja Roja o Tierra Roja, la que tiene gran peso gracias al suelo eminentemente rojizo de esta zona.

Presencia aborigen en el territorio

La existencia de gran cantidad de cuevas localizadas en los actuales Consejos Populares de La Salud y Pablo Noriega y la relación de estos con los territorios de Bejucal y Batabanó, pudo haber constituido, en épocas remotas, un área geográfica de fácil traslado y comunicación de los grupos aborígenes sobre todo teniendo en cuenta que, estas comunidades primitivas vivían, fundamentalmente, de la pesca y la caza.

Las cuevas del municipio han sido objeto de investigación por el grupo espeleológico “Insunsa” y especialistas de la Academia de Ciencias, detectándose evidencias de la presencia aborigen en las cuevas “Las Palmas”, ubicada al norte de la carretera, en el tramo comprendido entre las localidades de Camacho y Chafarinas, y la cueva “Insunsa” situada en la finca de igual nombre a unos 3 Km al suroeste del pueblo de La Salud.

A principios de la década de los años noventa del siglo XX la maestra María Userralde, que laboraba entonces en la Escuela Primaria “Rogelio Niz Serra” encontró en un árbol conocido por itabo ubicado cerca de la población de Quivicán, en la Finca La Estrella un objeto, que según refiere, evidencia la presencia aborigen en los alrededores de la zona boscosa de este territorio. Según información de Jesús Álvarez, miembro del grupo espeleológico “Insunsa” se trata de un percutor (el material usado para su construcción es la piedra) que se usaba para triturar las conchas para extraerle el molusco, la yuca, el maíz, etc.

La citada investigación realizada por Martha García Miranda y un colectivo de autores, en mayo de 1988 también refiere que:

"… el hallazgo de restos óseos humanos en la cueva Insunzaque se determinó pertenecían a una niña, por lo que concluyen que este sitio además de tener evidencias de haber sido habitado, también sirvió de cueva funeraria"

Con las evidencias expuestas y otras, este colectivo de autores fundamenta la hipótesis sobre la presencia de núcleos aborígenes en zonas de este territorio; perteneciente a la cultura Siboney (por las características de su forma de vida), y específicamente dentro del aspecto “guayabo blanco”.

Con respecto a esta civilización en sentido general, las diversas fuentes consultadas, coinciden en señalar que este grupo de aborígenes llegaron a las costas cubanas 3000 o 4000 años a.n.e. y se extinguió o migró hacia la parte más occidental de la isla antes del arribo de los conquistadores españoles a territorio cubano.

El hallazgo de petroglifos en las cuevas “La Chapa o Valentín” en el Consejo Popular La Salud y “Las Avispas” en el barrio Palomo, Consejo Popular Pablo Noriega, sin que los investigadores se hayan pronunciado a favor de una u otra cultura. Teniendo en cuenta lo hasta aquí expuesto, se estima que los aborígenes avistados por Colón, de acuerdo con lo expresado por Ramiro Guerra en su libro “Mudos testigos” pertenecen al grupo de indios subtaínos o Taínos de la multiétnica Arawak (a) o Arahuacos: “localizados en todo el territorio de la isla. Practicaban la caza y la pesca; vivían en aldeas generalmente a orillas de los ríos y en las costas. Posiblemente hacían utensilios de barro muy rústicos; quizás comenzaban a practicar la agricultura”.

Etapa colonial

Fundación del municipio

Nace Quivicán a la vida colonial del archipiélago cubano, el 2 de septiembre de 1569, cuando le fue mercedado a Gerónimo Vaca Rengifo con el propósito de crear una hacienda para la crianza de ganado menor llamada “Corral”.

Este acontecimiento forma parte de un proceso histórico marcado, en sus inicios, por la fundación de la Villa de San Cristóbal al Sur; en la región India de la Habana: actual provincia de Mayabeque. [1]

Con su traslado a la costa Norte y definitiva ubicación en los alrededores del Puerto Carena, Surgidero de Batabanó adquiere mayor importancia como “centro de una empresa de colonización propiamente dicho. [2]

Concluida la conquista de México hacia 1524; la Bahía de Carena y el puerto allí instalado, cobra importancia como lugar de tránsito al establecerse el sistema de flota, propiciando un evidente crecimiento demográfico, se dice que importante, en 1550: también en sus alrededores.

Hacia el interior se va a proceder, por parte de la “oligarquía inicial”, a la ocupación y apropiación progresiva de las tierras, en una etapa que tiene su origen en San Lorenzo de Bainoa (1534) y concluye en Güines (1598). [3]

En el camino real que comunicaba a San Cristóbal de La Habana con Surgidero de Batabanó (en Quivicán tomó el nombre de “Camino de los Canarreos) y a través de este por vía marítima con los puertos al sur de la isla y otras islas del Caribe, se han de producir las siguientes: Batabanó (1559); Quivicán (1569) y Bejucal (antes de 1588). [4]

Según Julio Le Riverend [5] hacia mediados del siglo XVII en el territorio de la actual provincia de Mayabeque, se va a observar las cuatro zonas de mayor intensidad de explotación: Guanamón – con 14 licencias otorgadas por el Cabildo de la jurisdicción de La Habana– seguido por Bainoa con13; Quivicán con 11 y Güines con 7. Concentraban ellas el 40% de todas las concedidas en la provincia habanera.

Se considera prácticamente disuelto, para esa fecha, el Corral de Quivicán, aun cuando jurídicamente no es aceptado el hecho consumado hasta 1765. Hay que aclarar que este corral fue mercedado a algo más de 9 leguas de la Villa de San Cristóbal y a otras tantas de Surgidero de Batabanó.

Su asiento fue ubicado a dos kilómetros y medio al norte de su centro geográfico donde fue construido su establecimiento más importante: “El alojamiento provisto de agua y leña, para proporcionar hospedaje a los viajeros que transitaran por el mismo”. Se estima que fue construido a 100 metros del camino real, hoy Ave 17, en la actual intersección de la calle 22 (camino que entonces comunicaba el camino real con el mencionado asiento) y la avenida 19 del pueblo de Quivicán. [6]

Como todas las demás concesiones, estaba obligado a poblarlo en un año (ponerlo en explotación) y suministrar el número de reses que el Cabildo estableciera para el comercio público al precio que fijaran los regidores. Con las Ordenanzas de Cáceres de 1574 y la limitación del usufructo de las tierras mercedadas en provecho de nuevos cultivos, se va a producir una acelerada subdivisión de esta hacienda.

Si a pesar de que se mercedó en calidad de usufructo, se va a observar en la práctica, que se violentó el sistema a favor del interés particular del poseedor, utilizando para ello, una libre interpretación del conocido “Mercedes de Tierra”; en la realidad colonial de la época, de hecho, aunque no por derecho, se convirtió en propiedad privada, pasando sus dominios de padres a hijos de forma hereditaria, como símbolo de poder en manos de unas pocas familias.

Por lo menos, en esta zona, hasta 1620, la actividad fundamental era la comercialización del cuero y otros productos derivados de la cacería del ganado cimarrón, vacuno y de cerda, a través del comercio legal y de contrabando.

Con la domesticación del ganado menor y su crianza en corrales de labor, seguramente esta actividad económica pasó a tener mayor importancia. También la tala de árboles para madera y leña; el cultivo de algún tabaco para el autoconsumo junto al desarrollo, a la par, de una agricultura de subsistencia donde no ha de faltar la yuca (y con ella el casabe o pan de la tierra) el maíz, el plátano y otros cultivos introducidos por los españoles: oleaginosas y gramíneas como el arroz y la caña.

El cuero ha de ser el producto exportable por excelencia, mientras que el resto de los productos pecuarios podían ser comercializados en la villa, teniendo en cuenta su crecimiento demográfico, la importancia de su puerto y el creciente tráfico marino. [7]

Es de señalar que según Jacobo de la Pezuela “el contrabando del tabaco a gran escala, desarrollado durante los siglos XVI; XVII y XVIII formó en el país, más caudales que el abastecimiento de las flotas en el puerto habanero; los que sirvieron para extender, poco a poco, los cultivos comerciales como el azúcar y el café”. [8]

Afirma Rivero Núñez quela primera noticia sobre el cultivo del tabaco en el territorio de Bejucal y los partidos limítrofes (también en Quivicán) se va a producir en 1671 cuando el gobernador Francisco Rodríguez Ledesma, sucesor de Dávila Oregón, dictó el 6 de mayo de 1670 un auto fijando un impuesto sobre diversos artículos de comercio y especialmente a las piedras de moler tabaco.

Un año después el Capitán Pedro Valdespino, propietario del Corral San Juan de Bejucal solicitó se le permitiera aplicar porción del mismo a diferentes cultivos alegando que había hecho una rosa y sembrado tabaco. La demanda fue discutida un año después en los cabildos celebrados en La Habana los días 31 de julio y 14 de agosto de 1671 y habiendo sido consultado el parecer del Capitán Francisco Garro y el Sargento Manuel Duarte, poseedores ambos, de terrenos próximos del solicitante; se mostraron de acuerdo. Cuenta el autor que el cabildo tuvo a bien acceder a lo demandado”. [9]

Concluye el autor:

"que era común observar, a través del camino real que comunicaba a Surgidero de Batabanó con San Cristóbal de La Habana; transitar las carretas que trasladaban a esta Villa la producción tabacalera llegada al Puerto de Batabanó procedente de los puertos al Sur de la isla. Durante el siglo XVII se había extendido este cultivo, mayormente, en las zonas ocupadas por corrales y realengos de toda esta geografía"

Economía de plantación

De acuerdo a su clasificación de los períodos históricos del desarrollo versus subdesarrollo del capitalismo dependiente cubano, enunciado por Francisco López Segrera, el período conocido como “Economía de Plantación” se inicia en 1762 (Le Riverend señala la fecha de 1765) fechas que coinciden con la demolición, jurídicamente refrendada de la hacienda primitiva de Quivicán y su accesorio Santo Cristo de la Salud. [10]

Manuel Moreno Fraginals, en su obra “El Ingenio” refiriéndose al proceso de expansión azucarera señala:

" Arrancando de diversos centros de dispersión una gran mancha verde de cañaverales va cubriendo las tierras cubana. Para 1768, se puede observar la distribución de estos ingenios en la geografía habanera, en el mapa que el autor incluye en su ensayo” (…) “En éste aparecen dos ingenios en territorios limítrofes con el entonces disuelto corral de Quivicán: Uno en San Agustín y el otro, en el Aguacate. Sin embargo, no es hasta inicios del siglo XIX que se va a observar, en este territorio, el auge en la industria azucarera”. [11]

Jacobo de la Pezuela mencionaba en su Diccionario la existencia de 10 de estos trapiches a principios del siglo XIX en esta comarca. En este contexto histórico se van a producir las siguientes agregaciones de tierra al Corral de Quivicán: 1632 (fecha en la que se considera que el mencionado corral ya estaba totalmente repartido) se le agrega parte de las tierras de Buenaventura. 6 de febrero de 1699, El Güiro, merced cuyo centro se sitúa justo en el lindero del Corral de Quivicán; por el sureste, el sur y el suroeste se va a superponer sobre los corrales: Santa Rita de Guanabo, Jaiguan y Turibacoa; esta concesión le fue otorgada a Manuel Duarte, quien aparece como propietario del Corral de Quivicán en esa fecha.

Por último, se le agrega un realengo colindante cuando se le mercedó a Doña Leonor de Sotolongo el 9 de mayo de 1710 [12] licencias otorgadas por el Cabildo habanero: 1642 a José Osorio y Pedroso se le otorga una licencia para vacas en estos predios; el 5 de mayo de 1673 se va a otorgar otra a Diego López Ables o Avilés.

Hay que recordar que en 1671 Manuel Duarte aparece como propietario de la estancia Quivicán hasta que se la permuta a Fernando Zaya Bazán en 1704, se dice que por tres cuartas partes de las propiedades de éste, en Isla de Pinos. [13]

Los años 1840 y 1899 se van a caracterizar, económicamente, según los autores citados, por la decadencia de la esclavitud. De los más de 10 trapiches con que contaba el territorio a principios del siglo XIX, según Don Jacobo de La Pezuela, [14] se puede observar que, hacia el año 1861, se hace evidente un proceso en el que se reduce notablemente el número de ingenios.

La expansión azucarera se verá acompañada, en este período, por un auge de la pequeña explotación agraria con otras producciones. En la siguiente tabla se exponen los 11 ingenios que existían en Quivicán en 1877. [15]

Nombre del ingenio Propietario Extensión superficial (caballerías) En cultivo Esclavos Alquilados y libres Chinos Producto líquido
San Antonio D. Antonio Mateu 19 7 60 23 - $8256.64
Cataluña D. Apolinar Serra y Camps 11/3 1 1 86 - $1835.40
San Rafael Da. Adelnida López de Peralta 82 14 54 60 - $3500.00
Dolores D. Antonio Ma. Campos 44 6 187 108 14 $26699.44
Santo Domingo D. Eugenio Domínguez 2 2 16 - - $616.87
Sonora D. Jaime Torres Vendrol 45 20 126 6 16 $8513.81
Socorro D. Manuel Puig y Amigó 10 10 113 82 - $11341.01
San Mateo D. Mateo Sotolongo - - - - - $9000.00
El Cristo D. Sebastián y D. Francisco González Arango 101/2 10 83 - 41 $8889.10
Dos Hermanos D. Juan Ramírez Estenoz 16 8 55 - - $4087.75
Las Jaulas (Partido La Salud) Da. María de la Cruz Lastra 91/2 7 - - - $2500.00
239 y 1/3 85 695 365 71 $ 85 240.01

Sin embargo, aun cuando se produce la posibilidad junto a la necesidad de introducir mejoras tecnológicas, los hacendados de este territorio no tuvieron la visión, no quisieron o no pudieron movilizar los recursos necesarios, entiéndase los capitales suficientes para introducir en sus Ingenios, tecnologías de punta para aquellos tiempos, que le permitieran competir en el mercado internacional. Debido a lo anterior hay que concluir, que el proceso de concentración de la producción y la centralización de los capitales, en este territorio, tuvo un discreto desarrollo y que, finalmente, el mismo fue absorbido desde otras zonas.

Otro renglón exportable, que siguió en importancia al azucarero lo fue el café; este va a alcanzar desarrollo y florecimiento durante las primeras cuatro décadas del siglo XIX y llega a trascender la primera mitad de este siglo en los territorios de Quivicán y La Salud. En el mapa de Esteban Pichardo se puede contabilizar más de 50 cafetales en los territorios del actual municipio de Quivicán. Este rubro económico va a sufrir, como ningún otro renglón, las peripecias y avatares impuestos por distintas circunstancias históricas, de carácter interno como externo, durante esta etapa en estudio. [16]

Según De La Pezuela, el partido de Quivicán, contaba en 1856, con 770 caballerías de tierra de las que se encontraban cultivadas 225, distribuidas como sigue: caña (13), frutales (4), café (42), pastos artificiales (11), arroz (12), pastos naturales (29), frijoles (7), montes o bosques (53), millo (4), plátano (20), terrenos áridos (30). Se adiciona la siguiente nota:

"… se producen, en 2 tejares, como 5000 tejas. No se elabora carbón alguno. El número de aves domésticas se calculan en 14000. [17] En La Salud cita las siguientes fincas y establecimientos rurales: Ingenios y Trapiches 4; Cafetales 2; Potreros 8 y sitios de labor, 244. [18]"

Respecto a la decadencia de la producción cafetalera en esta etapa, se exponen los datos siguientes:

" Quivicán contaba en 1841 con 30 cafetales y La Salud con 13 [19], mientras en 1861 contaban sólo con 13 y 8 respectivamente. Esta información debe ser asumida con reservas. No obstante, ella da una imagen aproximada del devenir histórico y socio económico, en los territorios de Quivicán y La Salud."

No obstante, como se explicó anteriormente se observa un discreto desarrollo económico, de estos territorios, en la etapa 1840-1868. Hacia 1870 se va a incrementar el número de ingenios en Quivicán con la existencia de 10 de ellos con una producción de 300 mil arrobas de azúcar y 250 mil de mascabado.

Incide en este dato estadístico, se estima, la incorporación de pequeños trapiches en fincas como Cataluña con una caballería cultivada de caña; Santo Domingo con 2; San Mateo no reportó en esa zafra aparece sin caña cultivada, Dolores con 6, más Las Jaulas, en La Salud, con 7 caballerías. La mayor cantidad de tierras cultivadas las tenían Sonora, Dolores y San Rafael. [20]

En el poblado de La Salud se reporta un pequeño ingenio para elaborar azúcar, tres cafetales, uno de ellos demolido; 370 sitios de labor y 12 potreros y arboledas. Otras producciones la constituían el maíz, el millo, y viandas para el sostenimiento de las familias que eran, en su mayoría, bastantes pobres. [21]

Otra fuente citada ofrece otros datos, ahora referidos a los asentamientos poblacionales de Quivicán, San Felipe y Güiro Marrero. En el primero de ellos señala los siguientes: 20 vendedores ambulantes; 2 tratantes de ganado; 3 puestos de fruta; 2 mesas de villar; 9 carretas; 2 carruajes de alquiler; 1 barbería; 1 carpintería; 6 zapaterías; 3 talabarterías; 1 taller de carretas; 2 médicos cirujanos; 8 tabaquerías; 1 herrería; 4 abastecedores de carne; 13 tiendas mixtas; 1 posada; 1 platería; 1 sombrerería; 1 fonda; 3 panaderías; 4 tiendas de ropas y 1 botica. En San Felipe, 3 alquileres de caballo; 1 puesto de frutas; 1 mesa de villar; 9 carretas; 1 carpintería; 1 zapatería; 1 taller de carretas; 3 tabaquerías; 1 herrería; 2 abastecedores de carne; 9 tiendas mixtas; 1 posada; 2 fondas; 3 panaderías y 1 tienda de ropas. [22]

Composición de la población 1840-1899. Situación de la fuerza de trabajo

La situación de la fuerza de trabajo en esta etapa se va a caracterizar, como se ha señalado, por una profunda crisis estructural del sistema esclavista, ello obliga a desarrollar una política de población que hiciera posible sortear las condiciones existentes, a través de la inmigración de trabajadores libres, junto a la introducción de las mejoras técnicas ya señaladas con anterioridad.

En documento del presbítero Anastasio Miyaya que aparece en la Colección de Manuscritos Pérez Beato #457, en la Biblioteca Nacional José Martí, las investigadoras bejucaleñas, María de los Ángeles Meriño Fuentes y Aisnara Perera Díaz; refieren que, en 1844 en el Partido Pedáneo de Quivicán, Jurisdicción de Bejucal existían cinco ingenios donde se empleaban 691 individuos de color y en 39 cafetales 1732; en 17 potreros 161 para un total de 2584 trabajadores, que aunque no lo expresa el documento, laboraban en condiciones de esclavitud. [23]

En 1841 el número de los trabajadores libres de color – varones y hembras- era de 562 y los esclavos, de ambos sexos, 4416; mientras que para 1856 el número de libres descendió a 346 y el de esclavos a 1640. Además, se reportan 2 colonos emigrados de Yucatán, 70 colonos asiáticos y 1 emancipado. [24]

Como refieren las fuentes, en 1849 fueron introducidos, en la isla, los primeros indios yucatecos, aunque se indica que su número no fue significativo. En 1847 comenzó la entrada de asiáticos contratados- coolies chinos – y aunque el contrato se realizaba por 8 años su status era, por las condiciones de trabajo a las que fueron sometidos de semi-esclavitud. Según de la Pezuela, el censo de 1841 registra 206 habitantes en La Salud, distribuidos de la siguiente forma 148 blancos, 27 libres de color, 3 esclavos, para un total de 206. [25]

La economía de Cuba dependía del azúcar y los precios de ésta bajaban sin cesar (…) en tal virtud, sin dejar de cultivar toda la caña que podían, sembraban yuca prieta para ser vendida a los trenistas de almidón, y tabaco en el batey. Estos eran cultivos para la venta exclusivamente. Además, se continuó prestando gran atención a los artículos de subsistencia para el consumo de manera que se cubriesen las necesidades de la familia y quedasen cantidades apreciables para la venta.

De esa manera (…) vendían en la misma finca a los compradores de los pueblos: plátano – machos y manzanos – pollos y huevos (…) y también se vendían esos y otros artículos, principalmente, boniatos, a las bodegas del campo. Esta descripción, tipifica la situación de los campesinos, en todo este territorio en esta época. [26]

Creación de los asentamientos poblacionales

El asentamiento poblacional de Quivicán, surge de forma espontánea, a la vera del camino real – de los canarreos – cuando prácticamente ya está demolida la hacienda de igual nombre: en una estancia que va a tomar este patronímico de aquella.

Se estima que se originó una vecindad en el seno del asiento o batey cuando se hace evidente la presencia de una población dispersa asentada en fincas – en condiciones de aparcería – en sitios y corrales de labor; de monteros; administradores; aparceros, obreros – posiblemente algún esclavo – mayorales, mayordomos; empleados; artesanos, etc. Todo lo cual va a producir la concentración del comercio y los servicios en la citada vecindad.

Es Jacobo de la Pezuela el que fija su fundación, erróneamente, en 1700 cuando afirma que fue Mateo Pedroso – cuyo nacimiento ocurrió el 24 de abril de 1719 – el que donó la parcela para la construcción de la ermita erigida en parroquia San Pedro Aposto de Quivicán. [27]

Fue Jaime Salgado Puig, prestigioso y muy querido vecino de Quivicán; quien además llegó a ser Presidente de los Caballeros Católicos en esta localidad, quien puso en manos del Historiador Municipal, la Convocatoria para la realización de una Misa de Gracia en 1975 presidida por Monseñor Francisco Oves Fernández, Arzobispo de La Habana, donde hace mención, en esta oportunidad, de los servicios religiosos prestado por esta Parroquia durante más de 300 años. [28]

El investigador Jesús Antonio Roque encontró en los Archivos del Arzobispado, la veracidad de esta afirmación y pudo obtener fotocopia del documento que lo avala; donde se afirma que fue el Obispo Juan de Santos Matías quien erigió en Parroquia San Pedro Apóstol, una pobre ermita ubicada donde actualmente se encuentra esta iglesia, en el 1667: Legajo 18. Expediente 30. Sección Parroquia. Arzobispado de la Habana. Fecha conmemorada en las festividades por el Día del Patrón los 29 de junio de cada año. [29]

El asentamiento poblacional de La Salud, se estima su nacimiento en 1742, cuando le fue otorgada, por el Ayuntamiento de La Habana una licencia para su construcción en lo que entonces se llamaba “Palmar de San Cristóbal a Cristóbal de Zayas Bazán y Calvo de la Puerta, el 5 de octubre del mismo año (su iglesia fue fundada en 1802 y el ferrocarril llegó a sus predios en la década de los años 60 del siglo XIX).

Mientras que el nacimiento de San Felipe, Güiro Boñigal, San Agustín y el mencionado ingenio del actual Barrio del Aguacate, con el tránsito a la agricultura de plantación, según Julio Le Riverend, en 1765. [30] Se señala que a San Felipe llegó el ferrocarril en mayo de 1838 y su iglesia fue fundada en 1875.

Alrededor de 1799 la región habanera comprendía 8 ciudades o villas y 57 partidos de “campo” o rurales; la diferencia entre una y otros consiste en la simbolización del poder en las primeras, mientras los partidos de campo, con extensiones donde hay, sí acaso, caseríos; están bajo la vigilancia y atención de los capitanes pedáneos.

Para 1813 La Salud pertenecía al partido de campo cuya cabecera radicaba en El Gabriel y este partido y el partido de campo Quivicán pertenecían a la jurisdicción o tenencia de Santiago de las Vegas. En 1820-1821 desaparecen algunas capitanías de partido y otras sufren un desplazamiento demográfico como en el caso del Gabriel, el que pasa a formar parte de Güira de Melena. [31] Se formó entonces el partido de campo de La Salud el que continúa agregado, junto con el de Quivicán, a Santiago de las Vegas. En el año 1842 los partidos pedáneos mencionados pasan a formar parte de la Jurisdicción de la Tenencia de Bejucal.

En 1846 formaban parte del partido de Quivicán, el pueblo que le da nombre, Güiro Marrero, y Buenaventura. La Salud o Gabriel, como también aparece, incluía el pueblo La Salud, Güiro Boñigal y Jaiguán. [32]

En 1864 el Teniente Gobernador de Bejucal promovió un expediente solicitando la separación del cuartón de Jaiguán de La Salud para aumentarlo a Quivicán, y el de Buenaventura que pertenecía a Quivicán, para agregarlo a La Salud por la cercanía que reportaba la utilización de los servicios de Parroquia, Policía y Sistema Judicial. [32] En 1870 se recibió en la tenencia de Gobierno de Bejucal unas memorias y planos topográficos de los partidos de Quivicán y Batabanó por considerarse que ambos pudieran constituir sus respectivos Ayuntamientos. [33]

Concluida la Guerra de los Diez Años, con la “Paz del Zanjón” y la “Protesta de Baraguá” (15 de marzo de 1878) el Gobierno Español se vio precisado a ofrecer algunas concesiones políticas – que no fueron cumplidas- entre las que figuraban la representación en las cortes. Para elegir diputados, era necesaria la división del país en provincias y municipios.

Así por real decreto de 9 de julio de 1878, se dictó la ley que dividía la isla en seis provincias pasando en virtud de este decreto, a ser municipios, Quivicán y La Salud entre otros, por disposición aparecida en la Gaceta de La Habana #212, correspondiente al domingo 22 de septiembre de 1878. El municipio Quivicán fue integrado por los barrios, Quivicán pueblo, Delicias, Güiro Marrero y también los barrios de Jaiguán; Arango y San Felipe. Este último se constituyó en municipio por decreto de 3 de diciembre de 1879.

La constitución de los ayuntamientos de La Salud y Quivicán, se hicieron efectivas el 1 de enero de 1879.

Posteriormente y por orden militar #23 del 24 de enero de 1902, firmada por el General Leonardo Wood, se suprimen varios ayuntamientos en la isla, aduciéndose la carencia de medios económicos para el sostenimiento de los mismos – También se platea que influyeron razones políticas – así, Quivicán y La Salud pasan a formar parte del municipio Bejucal y San Felipe al de Batabanó. [34]

Por acuerdos de la Cámara de Representantes se le restituye, en el año 1912 el Ayuntamiento al municipio de La Salud y el 22 de agosto de 1919 al municipio Quivicán.

El 22 de julio de 1960 se constituye la Junta de Coordinación, Ejecución e Inspección (JUCEI). Se produce con ello, un proceso de acercamiento de las instancias dirigentes a las bases productivas; demográficas y consecuentemente; la creación de las instancias, político – administrativas, llamadas regiones. [35]

Guerra de los Diez Años (1868-1878)

José María Aurrecoechea Irigoy (9 de abril de 1842-11 de diciembre de 1870) en un militar de carrera venezolano radicado en Cuba en la segunda mitad del siglo XIX. Cuando comenzó la Guerra de los Diez Años se encontraba en Remedios. Regresa a La Habana al tener conocimiento del alzamiento para incorporarse a la lucha. La Junta Revolucionaria de La Habana lo designa entonces, jefe del Ejército Libertador de Occidente.

Junto al Coronel Mariano Loño y Carlos García y de Sosa como práctico, salió de La Habana el 3 de febrero de 1869 hacia La Salud y desde allí, con 12 hombres marcharon hacia el mogote de Candelaria (Soroa) con el fin de protagonizar un levantamiento armado en aquel lugar. Fracasado el intento debido al apresamiento de Carlos Baliño, y la traición de los elementos señalados, el grupo guerrillero logra regresar a la zona de San Antonio de los Baños y, después de nuevos reclutamientos realizan, en la zona de Alquízar, el 1 de mayo del mismo año, la proclamación del Grito de Independencia. [36] Dos veces fracasó en su intento. Al fracasar toda posibilidad de comenzar la Guerra en Occidente parte hacia Nueva York.

El 9 de mayo de 1869 aparece una comunicación dirigida al Gobernador Superior Político, remitiéndole la relación nominal de los vecinos de Quivicán y La Salud implicados en la insurrección. [37]

En 1870 es detenido y deportado a Isla de Pinos, por suponérsele en complicidad con el Coronel Luis de la Maza Arredondo en su frustrado intento de invasión al occidente de la isla, el médico quivicanero, Juan Francisco Villaverde, hermano de Cirilo Villaverde, ambos de San Diego de Núñez. [38]

El 25 de julio de 1970 se fusilaban siete personas en Quivicán, por colaborar con las partidas insurrectas de Carlos García, Comandante General de Vuelta Abajo.

Ellos fueron: Andrés Estenoz Izquierdo con el #1218, Ambrosio Rodríguez Díaz #1219, Antonio Vázquez #1220, Pedro Rivero de Rivera, alias Vivito, #1221, Domingo Álvarez #1222 y Juan Alonso, Alias el Nuevo, #1223. [39]

Se destaca, en este territorio, la presencia de una partida insurrecta integrada por 16 hombres y comandada por José Perfecto López González, uno de los jefes subalternos de Carlos García, el que sostuvo varios encuentros con tropas españolas. Según la prensa de la emigración: en el mes de julio de 1970, se encontraba operando, además, por Bejucal y San Felipe.

Señala este mismo periódico que, a fines de julio, Carlos García operaba con 30 hombres por Bejucal, desde donde se había puesto en marcha hacia Vuelta Abajo.

Otro aspecto de interés es la participación de dos hermanas en las partidas de Carlos García, ellas fueron: Teresa Delgado Arias, natural de Santa María del Rosario, soltera, de 18 años de edad y Rosalía Arias Delgado, Natural de Quivicán, de 17 años de edad; ambas hijas de Juan y Ramona. Fueron capturadas por las fuerzas españolas y deportadas a Isla de Pinos. [40]

Se desató en todo este territorio una máxima represión donde fueron fusilados los 8 estudiantes de medicina el 27 de noviembre de 1871; entre los que se encontraba el joven sanfelipeño Eladio González Toledo.

También las fuentes señalan las confiscaciones realizadas, por las autoridades coloniales, a los propietarios de fincas acusados de colaborar con las partidas insurrectas.

Guerra de Independencia (1895-1898)

La preparación y el estallido de la Guerra Necesaria, fue precedido, en las provincias de La Habana y Matanzas, por una cuasi guerra chiquita protagonizada por Manuel García Ponce, llamado Rey de los Campos de Cuba, desde su desembarco, por Puerto Escondido, en 1887 hasta 1895; cuando fue asesinado por un traidor el [[24 de febrero[[ de este último año; cuando cabalgaba al frente de su tropa hacia Ibarra, en Matanzas, para junto con Juan Gualberto Gómez, protagonizar el levantamiento armado planificado para ese día. [41]

En el mes de diciembre de 1895, en la Finca San Mateo, en Quivicán, se citan algunos elementos independentistas con el fin de iniciar un levantamiento armado. Ellos fueron: Leopoldo del Calvo, Antonio González, Polo Campo y Clemente Martín. Fracasado el intento, los elementos señalados, marcharon a caballo hacia la provincia de Matanzas donde intentaban unirse a las columnas invasoras. [42]

En un relato de Rogelio Niz Serra, publicado en el libro “Mudos Testigos” de Ramiro Guerra; refiere que en Quivicán se radicó un joven llamado Francisco Crisóstomo Camero que fuera enviado por la Junta Revolucionaria de La Habana con el fin de organizar la Guerra del 95.

La invasión de las columnas invasoras, lideradas por Máximo Gómez y Antonio Maceo, habían cruzado por el sur del municipio Quivicán, el 4 de enero de 1896; cuando el día 6 del mismo mes, se produce el levantamiento de los elementos independentistas organizados por Francisco Crisóstomo Camero.

Estación de Quivicán incendiada por los mambises 4 de enero de 1896 (revista “El Fígaro”, 1896)

El día 10 se produce la acampada de Máximo Gómez en el ingenio “Mi Rosa”, ocasión en la que, los sublevados de Quivicán, se presentan ante el General en Jefe y éste crea el Escuadrón de Quivicán.

Entrada del Ingenio “Mi Rosa” (fotografía de 1896)

El día 11 se produce el llamado Combate de “Mi Rosa” ocasión en la que ocurre el bautismo de Guerra de los quivicaneros y sanfelipeños involucrados. Pelearon bien, según consigna Bernabé Boza en su Diario de Guerra. [43]

Señalan las fuentes, que además del combate de Mi Rosa; el “Escuadrón de Quivicán” participó en los combates de “El Navío”, “Moralitos” y “Catalina de Güines”. Después de otras acciones menores, continúo con Gómez hacia Las Villas. En la Jurisdicción de Sagua la Grande, participo en los combates de “La Campana”, “Palo Prieto” y “Trilladera”.

De regreso sostuvieron combate en “Motembo”; “Jicarita”, “El Añil; “La Luisa” y finalmente el mal llamado Combate de La Jaima cuando en realidad, de acuerdo a los testimonios más realistas y objetivos, el primer momento del mismo ocurrió en el llamado “Punto del Gabriel”(donde precisamente se encontraba ubicado el campamento, en la finca de Pepe Pérez).

Se dice que se establecieron siete líneas de defensa, aunque hay fuentes que afirman la ocurrencia de una retirada desordenada de las fuerzas cubanas; en el trayecto fincas Bufón-Moran-Oñoro y la dolorosa muerte, del General de Brigada Juan Bruno Zayas, en la finca Rivas, frente a la Finca La Jaima. Además del General, cayeron en combate, en estas acciones: José de Jesús B. Planas, (patriota insigne del municipio San Antonio de los Baños), el comandante Teodoro Perpiñán; siete mambises quivicaneros y siete de Güira de Melena.

Otras acciones importantes se desarrollaron en este territorio por la llamada “Partida volante comandada por el Capitán Benigno Rodríguez (conocido por Benigno El Gallego) y otras pertenecientes al Regimiento Calixto García. [44]

Capitán del Ejército Libertador Benigno Rodríguez

Un doloroso impacto tuvo, en este territorio, durante la guerra de independencia la llamada Reconcentración de Weyler, y el bloqueo yanqui durante la llamada Guerra hispano-cubano-estadounidense. En una investigación realizada, bajo la dirección del Historiador Municipal, en el Registro Civil de la Salud, el de Quivicán y San Felipe; se pudo conocer las inhumaciones realizadas en cada uno de estos cementerios: Quivicán con 1628, La Salud 1265 y San Felipe 906, para un total de 3799 fallecidos a causa de las epidemias, el hambre y el desamparo.

Portada del Cementerio de Quivicán

Fueron los niños, las mujeres y los ancianos los que totalizaron las cifras mayores. En los cinco años investigados se pudo conocer, que el número de nacimientos sólo fue de 350. La población disminuyó en 4163 habitantes. [45]

Firmado el armisticio que puso fin a la Guerra el 12 de agosto de 1898, son evacuadas las tropas españolas destacadas en Quivicán, el día 10 de diciembre y el día 13 penetra en este pueblo, un destacamento perteneciente al Ejército Libertador comandado por Félix Esquivel, del Regimiento Calixto García. [46]

Etapa neocolonial

La Colonia española pasa a la condición de neocolonia yanqui, viéndose explotada por el sistema capitalista internacional en su fase imperialista y, en particular, por el imperialismo norteamericano. El tratado de paz suscrito en París entre Estados Unidos y España, desconocía la libertad de Cuba y su gobierno, y aún más, Estados Unidos recibía no sólo a Cuba, sino también a Puerto Rico, la Isla de Guam y el archipiélago de las Filipinas, en el Pacífico.

Durante la dominación estadounidense, desde junio de 1899 hasta 1900 se elige como alcalde de Quivicán a José de Zúñiga; le continúa Juan Beiro Acevedo y en 1901 es electo para alcalde Francisco Luis Jorge.

Con los primeros años de ocupación norteamericana, comenzó una discreta reanimación económica, en medio de un fraudulento proceso regido por bastardos intereses económicos y políticos; en el que se confabularon, el imperialismo, oligarcas, comerciantes españoles y latifundistas criollos.

Según el Departamento de la Guerra Oficina del Director del Censo de Cuba (1899 pág. 204) de los 2423 habitantes existentes en Quivicán en 1899, 1593 se encontraban sin ocupación lucrativa. En La Salud de 3293; 1965 no tenían ocupación sumando, ambos municipios, un total de 3558 desempleados. Como puede apreciarse 3558 personas no tenían ocupación debido al estado ruinoso de las principales fuentes de empleo.

El periódico El Porvenir Quivicanero, en noviembre de 1914 brinda alguna información de la existencia de chínchales o pequeñas fábricas de tabaco en Quivicán, el mismo menciona la fábrica de tabaco “Valdés”; la de Leonardo Recio; la de Servando Ruiz y la de Huelgo y Sobrino. Algunas de ellas dedicadas a la venta de tabaco en rama al por mayor y al detalle. El 32 % del área total cultivable de La Salud y Quivicán se dedicaba, cada año, al cultivo del tabaco y el 40% al cultivo de la caña de azúcar; constituyendo la industria azucarera, una de las fuentes de riqueza más importante, además de decisiva fuente de empleo.

Tan temprano como en 1902, el Diario de La Marina da a conocer la existencia de esta industria cuando recoge información sobre una importante fábrica de almidón que existía en la Finca La Mariana, propiedad de los hermanos González, los que tenían implantado allí el sistema de trabajo para familia. Se producía la yuca prieta la que llegó a alcanzar un rendimiento de 11000 arrobas por caballería de tierra, lo que propició el desarrollo de la industria almidonera en el territorio.

Fuentes consultadas coinciden en señalar que una de las bases más sólidas de la riqueza en la región, la constituyó la industria del almidón. Tomás Díaz Pérez y José M. Machado Alonso, en su monografía sobre la industria almidonera en la zona, plantean que:

"En Quivicán se cultiva la yuca desde la época pre - colombina”; en 1895 existían dos fábricas conocidas con el nombre de “Tren de Yuca para la extracción de almidón”. “En 1911 se fortalece la industria del almidón y se incrementa el comercio de estas producciones”. (…) “En 1920 se comercia almidón en polvo y granulado”. “Las producciones en polvo tienen gran demanda en la provincia de La Habana. El almidón granulado se enviaba al resto de las provincias del país. Para entonces radicaban, en este territorio, siete fábricas que producían más de 20000 sacos, de 120 arrobas, anuales. El almidón que se producía en Quivicán “era el más solicitado del mundo por su excelente calidad"

En los territorios de Quivicán, San Felipe y La Salud, se hizo sentir la influencia del proceso de radicalización del pensamiento revolucionario de la clase obrera y sus líderes; por lo que fue creado el Partido Comunista en el año 1929, aunque con una estructura territorial.

Revolución de los años 30

En los territorios de Quivicán, La Salud y San Felipe, se hizo sentir la influencia del proceso de radicalización del pensamiento revolucionario de la clase obrera, los campesinos y sus líderes, por lo que fueron creados: La Liga Antimperialista, en San Felipe – a instancia de Juan Marinello y Raúl Roa – presidida por Toribio Ravelo, destacándose, además, José María Ravelo Abreu y Demófilo Samoano. También el primer partido marxista, en el año 1929 - aunque con una estructura territorial – liderado por Gaspar Jorge García Galló, su hermano José Miguel Jorge Neyar, Pablo López y otros marxistas de estas localidades.

En Quivicán se van a crear las bases en el pueblo del mismo nombre y en los barrios Delicias, Güiro Marrero y San Agustín, las que agrupaban un total de 37 militantes. [47] En La Salud: en el taller de Confecciones Longino y en los barrios Villarreal, Güiro Boñigal y Paleta con 14 militantes. [48]

Precisamente, en la huelga del 12 de agosto de este último año; ya derrocada la tiranía machadista, va a tener lugar un enfrentamiento entre manifestantes antimachadistas y elementos liberales, en el parque de Quivicán, donde cae asesinado Enrique Capote Rodríguez, joven abogado que militaba en el ABC, pero, que además era activista del Directorio Estudiantil Revolucionario. Con esta última organización había participado en distintas manifestaciones estudiantiles, entren ellas, la realizada por la muerte de Rafael Trejo. [49]

Transformaciones sociales en la primera etapa

Se produce una serie de transformaciones sociales encaminadas al desarrollo de la infraestructura necesaria al desenvolvimiento económico y comercial; también al mejoramiento de las condiciones de vida de la población; con el consabido manejo, claro está, de politiqueros, testaferros de la burguesía nativa, y el capital foráneo.

El 9 de enero de 1905, a propuesta del alcalde de Bejucal, - Quivicán y La Salud pertenecían entonces a ese municipio -, se adoptó el acuerdo de solicitar al gobierno provincial, recabe de la superioridad correspondiente, el establecimiento de una estación telegráfica en Quivicán. En 1911 se establece, en este municipio, las líneas de alumbrado eléctrico, procedente de una planta establecida en Surgidero de Batabanó, la que llegaba a esta población a través del histórico camino real de Los Canarreos. En 1913 el alumbrado público de Quivicán, contaba con 42 focos.

El 10 de julio de 1918 fue fechada la escritura de la fundación del acueducto de Quivicán, la que estipulaba que la concesión vencía en igual fecha, en el año 1948. En esta última fecha sería traspasada su propiedad, pero esto no ocurrió, y la compañía privada continuó con el negocio del agua.

Según describe el filósofo quivicanero, Gaspar Jorge García Galló refiriéndose a Quivicán, dice:

" Las calles y carreteras de acceso eran empedradas de rocas calizas y tierra roja. No conocían todavía lo que era el asfalto. Transitaban por ellas vehículos de tracción animal y caballos. Los primeros dos automóviles Ford, llamados “tres patá” pertenecieron a Nicolás, el carbonero, y a su tío Juan Neyar"

Organizaciones Religiosas Protestantes y las Fraternales

En esta la década de los años 40 llega al territorio de los municipios de Quivicán y La Salud los cultos religiosos protestantes. Ellos son: “Iglesia de Santidad”: De la organización llamada “The Latín American Missión que presidía el Reverendo Charles O. Brandt”; “Área Internacional”, de la que era Pastor Mr. William Pain. Instalaba una carpa en el sitio elegido para predicar. La Evangélica Pentecostal; La Bautista. También el Bando soldados de Gedeón. También organizaciones fraternales en La Salud y Quivicán: “Logia Masónica; Logia Caballero de la Luz (Incorporada). Logia Caballero de la Luz (Republicana). Y el Club de Leones, en La Salud”

Periodo 1940-1952

Con la apertura “democrática “iniciada en 1938, y la realización de la Asamblea Constituyente de 1940 donde se adoptó la nueva Constitución de la República, se desarrolló el proceso electoral donde resultó electo, para Presidente de la República, Fulgencio Batista Zaldívar. Las elecciones de 1944, las gana el Partido Revolucionario Cubano (A) y asume la presidencia, Ramón Grau San Martín. En 1948 fueron nuevamente ganadas por este último partido y es electo el Dr. Carlos Prío Socarrás, el que gobernará hasta 1952. Fue depuesto por el Golpe de Estado del 10 de marzo de ese año. En Quivicán fue elegido como alcalde en las elecciones de 1940; 1944 y 1948 el Dr. Víctor Martínez Hernández.

En La Salud fue electo para igual cargo en 1940 y reelegido en 1944 el Dr. Vicente Iglesias; en 1948, lo fue el Sr. Luis Artiga.

A fines de la década de los años 40, el territorio contaba con la existencia legal de los siguientes partidos políticos: Partido Revolucionario Cubano (PRC (A); Partido Republicano, Partido Demócrata, Partido Liberal, Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo), Partido Socialista Popular, y el Partido Acción Unitaria (PAU). Este último de Fulgencio Batista, sin posibilidad alguna de triunfó electoral en los comicios de 1952. Estos partidos contaban con un total de 4292 afiliados, según consta en los registros electorales de la época.

La crisis estructural tuvo su reflejo y consecuencias en todas las formas de existencia de la conciencia social y su más representativas instituciones; principalmente, en las ideas políticas y en los conceptos jurídicos-éticos y morales.

En la Segunda Guerra Mundial

Como resultado del ataque nipón – “o auto provocación” - a la base naval de Pearl Harbor, en diciembre de 1941; Estados Unidos entra al conflicto bélico contra los países que formaban parte del eje fascista y, con Estados Unidos, Cuba, entra en la guerra el día 11 de ese mismo mes y año.

"“Una vez en guerra a Cuba se le asignó la misión de colaborar en la defensa de los mares y espacio aéreo aledaños” (…) “En este contexto se establecería una misión naval norteamericana en cuba, y un servicio militar general con asesoría estadounidense” (…) [50] En cumplimiento de lo asignado se estableció, en Cuba, el servicio militar obligatorio, por elección, efectuándose dos sorteos que tuvo por resultado – en Quivicán y La Salud - la elección de 12 reclutas, los que recibieron entrenamiento en el Campamento de Managua."

Lucha clandestina e insurreccional contra la dictadura de Batista

El golpe de Estado del 10 de marzo de 1952 se va a presentar como la expresión más acabada de la crisis estructural y la agudización, como consecuencia, de la lucha de clases, en condiciones históricas nuevas; con el que la reacción trata, con la instalación en el poder de un gobierno de “mano dura” y la instauración de una dictadura fascista, frenar y someter al movimiento popular en general y el obrero en particular y asegurar, además, la aplicación de las medidas contenidas en el llamado Plan Truslow. También se inauguraría un importante intervalo histórico-temporal, donde nuevas y objetivas condiciones harían posible el inicio de una nueva guerra de liberación.

En la primera mitad de los años 50 van a existir organizaciones donde van a militar los exponentes más influyentes del pensamiento nacional reformista; agrupados en organizaciones insurreccionales como la Triple A y la Organización Autentica (O.A.) aunque algunos de sus militantes evolucionaron, en breve tiempo, al pensamiento nacional revolucionario y antimperialista.

También se va a observar una reorientación – táctica y estratégica – del Partido Socialista Popular; aunque hay que decir, que en el antiguo municipio de Quivicán, se va a ver qué, los dirigentes de este partido van a participar, bajo amenaza y presión de los cuerpos represivos, en la farsa electoral convocada, por el régimen, para el mes de noviembre de 1958. Lo anterior motivó la separación del partido de los elementos implicados. [51]

Fue unánime el rechazo del pueblo al nuevo zarpazo contra las instituciones de la nación, su Constitución y las libertades públicas. A las protestas iníciales y los frustrados intentos de resistencia armada; participación en el “Desfile le las Antorchas”; intento de Asalto al Campamento de Columbia el 5 de abril de 1953; continuó los esfuerzos organizativos comenzados por Fidel, en Prado 109, cuando comenzó a organizar, en el seno del Partido Ortodoxo, el reclutamiento de los elementos dispuestos a combatir, con las armas en las manos al régimen de facto. Un número pequeño de los municipios de La Salud, Quivicán y el pueblo de San Felipe integraron y formaron parte de los de 1200 hombres del movimiento organizado por él – los que participaron activamente en las prácticas de armas, en la Universidad de La Habana; la mayoría de los cuales no pudieron participar en las acciones del Moncada por las razones apuntadas en su alegato de auto defensa conocido por “La historia me absolverá”. [52]

Participaron en el asalto al Cuartel Mocada; Ángel Manuel Sánchez Pérez (falleció el 30 de marzo de 2014), natural de la Salud y Gerardo Sosa Rodríguez, natural de Güiro Marrero, antiguo municipio Quivicán.

Ángel Sánchez Pérez (a la izquierda y Gerardo Sosa Rodríguez (a la derecha)

Al reclamo general de la libertad de los moncadistas se produce la liberación de los moncadistas el 15 de mayo de 1955, ocasión en que son recibidos por 18 revolucionarios del poblado de San Felipe, en Quivicán, en el paradero ferroviario de esa localidad, en la mañana del día 16.

Este encuentro tuvo su trascendencia cuando después del dialogo sostenido por Héctor Ravelo Forte y Fidel; y la participación del primero junto con Pablo Noriega en una reunión convocada por Fidel en 23 y 18 en el Vedado; Héctor Ravelo fue nombrado Coordinador del M-26-7, en Habana Campo y Pablo Noriega en el municipio Quivicán. [53]

El Movimiento 26 de Julio (M-26-7) se funda en Quivicán el 21 de agosto de 1955 y en La Salud en el mes de septiembre de propio año. Este movimiento va a contar con una organización juvenil, de agitación y acción, llamada Brigadas Juveniles del MR-26-7 las que se fundaron, en Quivicán el 15 de junio de 1956. También fueron fundadas en La Salud y en San Felipe. Las mismas fueron transformadas posteriormente en Milicias Clandestinas del M-26-7, por órdenes de Frank País. Fueron sus responsables: Vicente Iglesias Medero en La Salud; Sue Oramas en San Felipe y Nivaldo Pérez Martínez en Quivicán.

Tras la campaña de agitación y propaganda de los días 30 y 31 de diciembre de 1955, se ha de generalizar un clima insurreccional caracterizado por la recaudación de fondos, y la realización de actividades de acción y sabotajes a líneas ferroviarias, descarrilamiento de trenes cañeros, corte y derribos de postes y otros sabotajes a las líneas de transmisión de electricidad de 33000 volt, derribo de vidrieras de comercios propiedad de elementos batistianos, riego de alcayatas en calles y vías de acceso a los distintos asentamientos poblacionales.

También se realizaron sabotajes a las festividades organizadas por el régimen tales como: las llamadas charangas de Quivicán; las verbenas y otras actividades cívico religiosas tradicionales. En este contexto fueron incendiados el “Bar Mi Rinconcito Club” y las “Gradas del Estadio Tomás del Calvo”; se incendió el auto de un oficial del Ejército Nacional y un ómnibus de la ruta 51. También la casa de la turbina y una nave donde se almacenaba la papa cosechada en la finca del Alcalde Municipal de la mencionada localidad.

Todas estas actividades de carácter insurreccional se mantuvieron, junto a la quema sistemática de los cañaverales; de las fincas y colonias que más cañas aportaban a los centrales Merceditas, Occidente, Fajardo y Toledo; durante los años 1956, 1957 y 1958, destacándose las actividades de apoyo al Desembarco del Yate Granma. [54]

Se destaca la participación de la mujer quivicanera en una manifestación, donde más de 30 mujeres del M-26-7 y el Frente Cívico Martiano, en solidaridad con los presos en huelga de hambre, el 29 de julio de 1957, la que fue brutalmente reprimida por la policía batistiana; el citado cuerpo represivo no pudo evitar que se lograra el propósito de situar una bandera del 26 de Julio en el busto de las madres, en el Parque Enrique Capote.

Pablo Noriega, Mario García Torres y Antonio Rodríguez Alfonso fueron detenidos el 13 de mayo de 1956, remitidos al Castillo del Príncipe y sancionados a seis meses de privación de libertad. Martín Lorenzo fue detenido el 25 de diciembre de 1956, y procesado en la causa 489/57 del 28 de mayo de 1957 por el delito sabotaje y sancionado a seis meses de privación de libertad en el mal llamado Presidio Modelo de Isla de Pinos. Fue procesado en la causa240/56 del 14 de mayo de 1956 por propaganda subversiva.

Pablo Noriega fue detenido nuevamente en mayo de 1957 y remitido al Vivac del Castillo del Príncipe después de haber sido salvajemente torturado en el cuartel de la Capitanía de Bejucal, quedando sordo de un oído. Participó en la huelga de hambre protagonizada por los presos, aquí recluidos, en solidaridad con los de Isla de Pinos a causa de los maltratos de que eran objeto.

Pasaporte de Pablo Noriega Chernicharo

Puesto en libertad en el mes de septiembre de 1957, marcha Pablo Noriega hacia la Sierra Maestra, en el mes de octubre del mismo año. Con él lo hace el combatiente clandestino Luis Capote Martínez y posteriormente el combatiente de la Salud Domingo Hernández.

Pablo Noriega cae en combate el 8 de abril de 1958 en San Ramón, actual provincia de Granma.

Otras acciones a destacar fueron las de apoyo a la huelga del 9 de abril en los territorios de La Salud. Quivicán y San Felipe y los preparativos y acuartelamiento de las mencionadas milicias clandestinas con el fin de apoyar, en todo este territorio, la proyectada invasión del Ejército Rebelde, al mando del Comandante Camilo Cienfuegos, a la provincia de Pinar del Río.

En medio de estos preparativos, movilizaciones, requisas de armas, fabricación y trasiego de cocteles molotov, estudios de los posibles escenarios y otras importantes tareas, se produce la huida de Fulgencio Batista y el desplome de la tiranía, en la madrugada del 1 de enero de 1959 iniciándose así, un nuevo período de la historia nacional. [55]

Revolución en el poder

Esta es una etapa democrática, popular, agraria y antiimperialista de la Revolución Cubana. Conocida la noticia de la fuga del tirano, las milicias del M-26-7 se movilizan de inmediato y sus jefes establecen contactos con sus superiores, con el fin de recibir las orientaciones pertinentes.

En La Salud son tomados, por las milicias del M-26-7 las instalaciones de la Policía Nacional y el cuartel de la Guardia Rural sin que mediara resistencia alguna por parte de los jefes y los efectivos, allí destacados, de ambas fuerzas.

En Quivicán, los cabecillas de los cuerpos represivos se negaron a entregar los locales y las armas. En horas de la mañana el M-26-7 en Quivicán, envía a Jesús Pérez Delgado, presidente de la Cámara de Comercio e Industria de esta localidad y miembro del movimiento de resistencia cívica, a entrevistarse y conminar a los respectivos jefes de la policía y la guardia rural a entregar sus locales y sus armas al movimiento revolucionario.

Estos jefes se niegan a rendirse y solo aceptan arriar la bandera del 4 de septiembre. Acto seguido los efectivos policiales se trasladan, fuertemente armados, al cuartel de la Guardia Rural, reforzando así sus fuerzas, evidentemente con el propósito de rechazar cualquier intento de asalto a esa instalación. Las fuerzas revolucionarias ocupan entonces esta instalación hasta que finalmente se le entrega la jefatura de este cuartel a Martín Lorenzo Rodríguez a su regreso del exilio.

Una vez que triunfa la huelga general el día 4 de enero, comienza a desarrollarse, en este municipio, como en todo el país, un dialéctico y vertiginoso proceso a través del cual se fueron polarizando las posiciones a nivel de la vida política e incluso en el seno de las fuerzas revolucionarias.

En este período se comienza una búsqueda afanosa del combatiente Pablo Noriega. No se sabía si había regresado con las fuerzas rebeldes a La Habana, si era vivo o muerto, por lo que se inició una febril búsqueda que llevó a algunos de sus compañeros de lucha, como Vicente Pérez González y Fidel Castro Alcántara, entre otros, hasta la provincia de Oriente, con el propósito de encontrarlo.

Finalmente es encontrado y el 31 de enero, son traídos a Quivicán sus restos mortales, los que son inhumados, en el cementerio de esta localidad, el 1 de febrero de 1959. Pablo Noriega cayó en combate, en el intento de tomar por asalto el cuartel de San Ramón, actual provincia Granma, el 9 de abril de 1958.

Se reorganiza la Juventud Socialista integrada por jóvenes como: Orlando Sánchez Gil, Rolando Castañeda, José Antonio Sánchez Gil, Manolo Rey Sánchez, Francisco Álvarez, Hugo Carballo González, Pedro Hernández Ravelo, Rigoberto Rodríguez Tabares y otros. Así mismo fue fundada, en Quivicán la Escuela Municipal de Adoctrinamiento “Pablo Noriega” donde dictaron conferencias, entre otras destacadas figuras, Pastorita Núñez González y Oscar Alcalde Valls.

Hacia el mes de marzo se trabajó en la creación de las milicias obreras y campesinas, las que comenzaron a realizar sus clases de infantería en la Calle 12. Su primer instructor fue Marcelo Acosta Torres, quien había recibido adiestramiento militar cuando fue reclutado, por el Servicio Militar Obligatorio, cuando la Segunda Guerra Mundial y posteriormente, el sargento del Ejército Rebelde René Aldana.

Junto con lo anterior se trabajaba, bajo las órdenes del Comandante René de los Santos en búsqueda y captura de unos terroristas y esbirros de la tiranía.

En el municipio de La Salud, una vez concluida la Huelga General y normalizada la situación es ratificado en el cargo de Coordinador municipal del M-26-7, Jesús Ernesto Pérez Chávez y Manuel Sánchez Orta, es designado para el cargo de Comisionado Municipal.

En este municipio se comenzó la aplicación del programa revolucionario orientado en beneficio del pueblo así como el más decidido apoyo a las medidas radicales adoptadas por el movimiento revolucionario, entre ellas, la Ley de Reforma Agraria.

Se expropió las posesiones del sanguinario Esteban Ventura Novo y fueron expropiadas además La Escogida de Tabaco, el Despalillo y la Fábrica de Confecciones.

El 23 de julio se movilizó a la clase obrera y a sectores de la pequeña burguesía, en todos los pueblos de este territorio, en apoyo al paro general realizado, de 10 a 11 am, convocado por la CTC-R para recabar de Fidel su reintegro al cargo de Primer Ministro.

El 26 de julio se produce una gran movilización popular en los pueblos de San Felipe, Quivicán y La Salud y una multitudinaria asistencia del pueblo de estos asentamientos a la concentración campesina efectuada en la plaza cívica, donde, además de conmemorar las acciones del Moncada se expresó el apoyo popular a la Ley de Reforma Agraria, firmada en La Plata el 17 de mayo.

El 18 de septiembre de 1959 se produce la intervención de las fábricas de tabaco y cigarros, por resolución del Ministerio del Trabajo. Esta medida alcanza a las escogidas, los despalillos y las fábricas de tabaco en ambos territorios. El 28 de septiembre se crean los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) y comienza en ambos municipios la creación de los CDR a nivel de cuadra. Se crean las Escuelas Secundarias Básicas en los pueblos de Quivicán y La Salud.

En el mes de enero de 1960 se va a constituir en ambos municipios la Asociación de Jóvenes Rebeldes (AJR).

Se puso en práctica, además, algunas iniciativas para impulsar la repoblación forestal y un modesto intento de alfabetización que no pudo desarrollarse hasta la campaña nacional en 1961. Gestión realizada por el Gobierno municipal de Quivicán. Logros más importantes; enero 1959-abril 1961:

  • Mejoramiento sensible de los salarios de los empleados públicos.
  • Se garantizó la masificación cualitativa del alumbrado público, en Quivicán y algunos de sus barrios como, los Güiros Marrero y Boñigal y San Agustín. (Todavía San Felipe no formaba parte de Quivicán en ese momento).
  • Fueron creados los acueductos de los Güiros Marrero y Boñigal.
  • Culminación de la construcción del Policlínico de Quivicán (Dispensario Pablo Noriega).
  • Construcción de la Escuela Primaria Menelao Mora Morales, así como varias escuelas en el sector rural.
  • Fue construido el Palacio Municipal, hoy Círculo Infantil “Somos el Futuro”.
  • Se construyeron casi todas las aceras del área urbana.
  • Se repararon varios caminos vecinales y se mejoró la situación general del asfalto del pueblo.

Resistencia revolucionaria: Girón, Crisis de Octubre, LCB y lucha contra las organizaciones contrarrevolucionarias

En abril de 1961 en La Salud, Quivicán y San Felipe, fueron movilizadas y puestas en completa disposición combativa, las respectivas compañías de las MNR – pertenecientes a los batallones, 158, 178 y 197-, a la vez que en la retaguardia, se procedió a la detención de los elementos desafecto a la revolución -, acción llevada a cabo en medio de una tremenda agitación revolucionaria y no exenta de errores.

Las mencionadas agrupaciones de las MNR fueron trasladadas a Bejucal, debido a la rápida respuesta de la Revolución y la derrota en menos de 72 horas de las fuerzas mercenarias, las unidades integradas por milicianos de La Salud, Quivicán y San Felipe no fueron llevadas a Girón.

Participaron en los hechos de Girón los siguientes combatientes: Yolando González (Fallecido); Rolando Castañeda, Manuel Capote Vázquez; Ernesto Hernández Cruz; Félix Salgado López; Romelio Valdés Sánchez; Jorge del Valle Perdomo; Joaquín Labrada Oliva y José Vargas Ledón, Orestes González; Luis R. Candelario Capote; Miguel A. Cruz Luis; Mateo I Pérez Alonso y Jesús Hernández Soa: De Santa Mónica: René Abreu Guerrero, José I Piedra Tabares y Clotilde de la Cruz y de Pablo Noriega, Isidoro Fuente Hernández. Tuvieron su Girón Oriental en las inmediaciones de la Base Naval Norteamericana, en Caimanera, Guantánamo, el saludeño Alipio Pérez Cruz y el quivicanero Nivaldo Pérez Martínez, mientras en Baracoa lo tuvo el miembro del Ejército Rebelde Ramón Soto Soto y el Teniente de Milicias Benito Lorenzo Rodríguez.

En esta coyuntura histórica se produce la desarticulación, en el municipio de Quivicán, de la contrarrevolución interna, el arresto de sus integrantes y la integración de las fuerzas revolucionarias.

Las acciones contrarrevolucionarias de carácter vandálico, que tuvo lugar en los municipios de Quivicán y La Salud en los primeros meses de 1961; todas realizadas por la organización contrarrevolucionaria “Movimiento de Recuperación Revolucionaria MRR y la Rosa Blanca: [56]

  • Finca Aguacate, en San Felipe: fue incendiada la casa de vivienda, una casa donde guardaban una carreta, un “baraentierra”, la cochiquera, fueron destruidos los muebles y dos carretas y murieron seis puercos.
  • Finca La Conchita. Propiedad de Felipe Martínez, dirigente campesino y militante del PSP: Se quemó una nave de madera y guano.
  • Finca de Antero Díaz. Carretera La Salud.-San Antonio de los Baños. Este campesino era militante del PSP: le quemaron la vivienda, dos casas de tabaco, 9 plantaciones de aguacate y 11 plantaciones de mamey.
  • Finca de José Ravelo. Dirigente base campesina, carretera Buena Ventura-La Salud: tres naves de pollo y sus agregados, como bebederos y comederos; 2100 pollos, el granero, un carretón, la casa de vivienda con todo dentro, una casita de desahogo y el garaje del auto.

División político-administrativa y desarrollo político-social

En 1970 se crea una nueva estructura del Partido Comunista de Cuba en este territorio, cuando se produce el nacimiento de la Dirección Regional de Quivicán. Esta región comprendía los municipios de Quivicán; La Salud; Bejucal y Batabanó. [57]

El día 3 de julio de 1976 se aprueba, por el Consejo de Ministros, la Ley 1304 sobre una nueva división político-administrativa; la que comenzó regir desde la fecha de su publicación en la Gaceta Oficial de la República el 5 de julio de ese año. Nace la nueva Provincia de La Habana.

El 10 de octubre se celebran las elecciones para elegir los delegados a la Asamblea Municipal del Poder Popular; la que queda constituida el día 30 del mismo mes. Con la promulgación de la Ley 1304 y su publicación, desaparecen las estructuras locales de gobierno, en Quivicán y La Salud, los que pasan a formar un nuevo municipio. Cuenta el mismo, con cuatro Consejos Populares: Quivicán, La Salud, San Felipe y Pablo Noriega y seis asentamientos urbanos y 17 comunidades rurales. [58]

En junio de 1980 se produce el homenaje organizado, por la Dirección Municipal de Cultura a Chucho Valdés y su grupo Irakere. En esta ocasión se le entregó el Diploma de “Hijo Distinguido a Chucho y a cada uno de los miembros de su grupo, se le entregó el de Hijo de Quivicán por adopción.

El domingo 27 de junio de 1982 se produce el rescate del “Día del Quivicanero Ausente”, tradición iniciada, el 26 de junio de 1955. En aquella ocasión le fue entregado a Gaspar Jorge García Galló, el diploma de “Hijo Ilustre de Quivicán”. Con esta actividad se dio inicio a las festividades patronales en ese año.

En diciembre de 1989 fueron repatriados los restos mortales de los cubanos caídos sobre otras tierras del mundo, a los que se le rindieron homenaje póstumo en ocasión de efectuarse la “Operación Tributo” el 7 de diciembre del año mencionado. En Quivicán fueron inhumados los retos del combatiente internacionalista, Antonio Acosta Aguayo.

Fallecieron por diferentes causas, mientras cumplían sus respectivas misiones en la República Popular de Angola, los combatientes internacionalistas: Evaristo Rodríguez Pérez. (26 de octubre de 1934-19 de abril de 1976). Antonio Acosta Aguayo, (15 de diciembre de 1943-3 de septiembre de 1977). Aníbal Barrios Vasallo, (4 de junio de 1949-31 de enero de 1988) y Rubén Marichal López (26 de abril de 1976 – 24 de febrero de 1983). Se destacaron como protagonistas en la Batalla de Cangamba: Feliz Díaz Delgado, Renato Alonso Muñiz, Antonio Chuey Naranjo y José Julián García García.

Periodo Especial y creación de la nueva provincia

El Dr. Víctor Figueroa Albelo señala:

“El derrumbe socialista -se refiere a la desaparición del campo socialista y la desintegración de la URSS- creó una nueva situación: la desaparición de las tres premisas del desarrollo: mercados, tecnología y financiamiento. Enfrentar la crisis alimentaria fue el objetivo más inmediato del cambio agrario y en lo mediato crear motivos para propulsar la reanimación agropecuaria y agroindustrial.”(…) “La apertura del “cuentapropismo” obedeció ante todo a la coyuntura económica, primero, la necesidad de incrementar la oferta de bienes y servicios, evitando en lo posible que se provocaran encadenamientos que afectara el balance externo en cuentas corrientes; segundo la creación de nuevas fuentes de empleo ante la grave situación que presentaba la desocupación y tercero, la elevación de los ingresos de una parte de la población y otras capas de menores ingresos, incluidos los empleados públicos”. [59]

Durante el “Periodo Especial” y la realización de la “Batalla de Ideas” se realizaron más de 30 acciones constructivas en el municipio como reparación de bodegas y unidades gastronómicas, construcción de 10 consultorios típicos del médico de familia y la adaptación de otros 20 locales, construcción del nuevo policlínico Pablo Noriega, la construcción de dos salas de rehabilitación y dos de cuidados intensivos, reparación de escuelas y construcción de aulas, de campos deportivos, incluyendo la reconstrucción del Estadio “Tomás del Calvo” de Quivicán y tres Joven Club de Computación y la Electrónica.

También se repararon el IPUEC “Bernardo O’Higgins” y la ESBEC “Cuba Canadá”, construcción de un nuevo acueducto en Quivicán y una nueva estación de bombeo en el caserío del Paradero, construcción de dos salas de video, reparación capital y digitalización de la Planta Telefónica, estudio general de genética a los discapacitados, estudio de tallas y pesos de los niños y entrega gratuita de refuerzos alimentarios a los que lo necesitaban, creación de comedores familiares para adultos mayores con precios diferenciados, entrega de recursos para la reparación de viviendas a 2063 damnificados por el huracán Charle, incremento de la atención médica primaria a nivel de área de residencia, desarrollo de la Revolución Energética impulsada por el máximo líder de la Revolución, acción que llegó a todos los hogares del territorio, etc. No se puede dejar de mencionar la labor realizada por los trabajadores sociales, movimiento creado por iniciativa del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz. [60]

Este Período se ha de caracterizar por un intenso trabajo político-ideológico, de movilización de las masas (de la población de todos los asentamientos urbanos y rurales) hacia las distintas marchas combatientes y tribunas abiertas, para exigir la devolución del niño Elián González, a la que siguió la batalla por la liberación de los cinco héroes antiterroristas presos injustamente en Estados Unidos.

En áreas ganaderas, en 1993, se preparaba el nuevo proyecto de estructura organizativa, constituyéndose la primera Unidad Básica de Producción Cooperativa (UBPC) dentro de la Granja La Chapa: La Abel Santamaría, como una de las primeras experiencias en la ganadería con este tipo de organización y posteriormente la de Villarreal (Camilo Cienfuegos) con 8 vaquerías cada una; quedando la parte sur organizada dentro de la Granja Camacho.”

El sector no estatal se encuentra representado por la CPA Pedro Rodríguez Santana y la CPA 17 de Mayo, creadas en 1977, tres CCS que se dedican a cultivos varios: Nicomedes Corvo, Nguyen Van Troi y Eduardo García. Además, las CCS Abel Santamaría, Manuel Ascunce y Juan Manuel Márquez de producción mixta (caña y cultivos varios).

Con la despenalización del dólar y la posterior puesta en circulación de la moneda cubana libremente convertible, proliferaron en toda la geografía de Quivicán los centros recaudadores de divisas dedicados a diferentes servicios y ventas a la población: tiendas, quioscos y unidades gastronómicas. Se le dio apertura a una Casa de Cambios (CADECA). Creció el cuentapropismo mediante el otorgamiento de licencias o arrendamientos en importantes actividades como: peluquerías, barberías, limpiabotas, reparadores de muebles y de calzados, entre otras. Es notable el número de beneficiados por la Resolución 259 del Ministerio de Agricultura. [61]

Se debe destacar las reiteradas visitas realizadas por el máximo líder de la Revolución, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, a este municipio durante todo este período, principalmente a la Empresa de Cultivos Varios 19 de Abril y al Instituto de Investigaciones Hortícolas Liliana Dimitrova y la realización de los Parlamentos Obreros con el fin de trazar, con la participación de las clases trabajadoras, la estrategia a seguir- económica y política- para enfrentar las duras condiciones impuestas por la pérdida de los mercados tradicionales: se inició así el Período Especial.

El 17 de mayo de 1991 el Comandante en Jefe pronuncia el discurso central en el acto realizado en conmemoración del Día del Campesino en la CPA cañera que lleva el nombre de la fecha conmemorada.

El 4 de septiembre de 1993 se constituye, en Quivicán, la Dirección Municipal de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana. Fue elegido como presidente de esta nueva organización el compañero Mario García Torres.

El 28 de junio del 2000 se efectuó la Sesión Extraordinaria con motivo de la conmemoración del 300 aniversario de la fundación del pueblo de Quivicán (en realidad se trataba del 333 aniversario, verificado esto posteriormente según documento consultado en los archivos del Arzobispado de La Habana). En esta Sesión se le entregó el Título de Hijos Ilustres de Quivicán a: Dionisio Jesús Valdés Rodríguez (Chucho Valdés), a Manuel López López, Héroe del Trabajo de la República de Cuba y Doris Oropesa Saavedra, destacada profesora, poetisa y concertista. El Título de Hija Distinguida a Mayra Caridad Valdés Rodríguez y de Hijo Adoptivo al profesor y concertista Efraín Amador Piñeiro.

En Quivicán la Tribuna Abierta se efectuó el 31 de agosto del año 2000 con la presencia del General de Ejército Raúl Castro Ruz y los Comandantes de la Revolución, Ramiro Valdés, Guillermo García Frías y Juan Almeida Bosque. En la Gala Artística participaron los quivicaneros Ramón Espinosa, y los concertistas,

El 30 de junio de 2001, se acuerda por la Asamblea Municipal, en su VII Sesión Ordinaria otorgar el Título de Hijo Adoptivo de Quivicán y el Símbolo de la localidad al Coronel Orlando Cardoso Villavicencio destacado combatiente internacionalista, que soportó durante 11 años un duro cautiverio en las cárceles de Somalia y Héroe de la República de Cuba. Se acordó, además entregar el Título de Hijo Ilustre de Quivicán y el símbolo de la localidad a Ramón Espinosa, por su larga y destacada trayectoria de trabajo al servicio del enriquecimiento de la cultura del pueblo y su constante quehacer para la formación de las nuevas generaciones y contribución a la identidad del pueblo quivicanero. [62]

Para el 2010 el municipio cuenta con una estructura administrativa que agrupa a seis empresas: la agropecuaria “19 de Abril”, Aseguramiento a la Educación, Minorista de Comercio y Gastronomía, la Empresa de Servicios a la Población, la Resecadora de Tabaco Rubio y la Azucarera “Comandante Manuel Fajardo”; cinco unidades presupuestadas: Poder Popular Municipal, Instituto de Investigaciones Hortícolas “Liliana Dimitrova”, Educación Municipal, Salud Pública y Trabajo y Seguridad Social.

El 7 de junio de 2010 sesionó el Pleno del Comité Provincial del Partido de la Habana, con la presencia de Ramón Machado Ventura, para examinar las propuestas previstas en la nueva división político-administrativa para la creación de las provincias de Mayabeque y Artemisa.

El 1 de agosto, la Asamblea Nacional aprueba la creación de las nuevas provincias; en octubre y noviembre se constituyen las direcciones provinciales de los organismos políticos y las organizaciones sociales y de masas. Todo este proceso se realizó en el año 2010.

El 9 de enero del año 2011, se elige la Dirección de la Asamblea Provincial del Poder Popular y del Gobierno y queda oficializada la constitución de la Provincia Mayabeque.

Decisivo ha sido el aporte de los hijos y las hijas de los territorios que conforman el actual municipio de Quivicán; a la consolidación de la Revolución; la construcción del socialismo; la ayuda internacionalista a otros pueblos del mundo y la heroica resistencia protagonizada; junto al resto de los municipios y provincias del país, a las constantes agresiones y el criminal bloqueo impuesto por las sucesivas administraciones estadounidenses a lo largo de todos estos años de revolución. A las misiones combativas y solidarias enviadas a Argelia, Angola y Etiopía; acompañaron siempre, la colaboración civil prestada a los pueblos mencionados y a otros como los de Asia, África y América Latina.

Quivicán piensa y siente Cuba; por lo que también tiende su mano solidaria enviando sus médicos, médicas; enfermeros, enfermeras y personal de la salud; como afirmara Fidel:

" A cualquier oscuro rincón del Mundo"

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Referencias

Fuentes

  • Causas 240/1956 y causa 489/1957 seguida contra el ciudadano Pablo Noriega Chernicharo. Disponible en Multimedia “Actividades Revolucionarias La Habana (1952-1958). Causas de la Sala Quinta de lo Criminal de la Audiencia de La Habana”. Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado. 2017.
  • Guanche, Jesús y Corral, Carmen. Diccionario Etnográfico. Tomo 1. Editorial Ciencias Sociales. La Habana, 2015 pág. 33 y 42.
  • Diccionario enciclopédico de Historia Militar de Cuba. Tomo II. Acciones combativas. Centro de Estudios Militares de las FAR, 2006.
  • Dirección General de Hacienda de la Isla de Cuba (sección cuarta). Ingenios y Fincas Azucareras. Imprenta del Gobierno y Capitanía General por S.M. 1877.
  • Fraginals Moreno, Manuel. Fuente citada Pg. 49 y López Segrera, Francisco. Cuba: Capitalismo dependiente y subdesarrollado. Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 1981. pág. 22, 23,24, 25 y 88.
  • García Vélez, Carlos; Casamayor Guerrero, Augusto. Cuba Descriptiva. Datos sobre Municipios y Barrios Tomo V, 1912.
  • Le Riverend, Julio. Breve Historia de Cuba, Selección de textos. Parte 1; Siglos XVI y XVII Curso Introducción de Historia de Cuba. Universidad para todos, pág. 3 (Tabloide)
  • Pérez Martínez, Nivaldo. 2018. Resumen histórico del municipio Quivicán. Inédito.
  • Pezuela. J. (1863) “Diccionario Geográfico, Estadístico e Histórico de la Isla de Cuba.” Madrid. España. Mellado.
  • Pichardo Esteban. Geografía de la Isla de Cuba. Establecimiento tipográfico de D. M. Soler, calle de la Muralla número 82, Habana. 1854.