Historia del municipio Remedios (provincia Villa Clara)


Historia del municipio Remedios (provincia Villa Clara)
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Escudo de Remedios
Cronología
Período aborigen
Período colonial
Fundación y desarrollo colonial
Guerras de Independencia
Período Neocolonial
La república neocolonial (1899-1952)
Lucha insurreccional
Período Revolucionario
Las dos primeras décadas de la Revolución Cubana
Proceso de Institucionalización y Rectificación de Errores
Período Especial

Historia del municipio Remedios (provincia Villa Clara). Este territorio fue uno de los primeros conquistados por los españoles. Pero la presencia del hombre en estas tierras es incluso anterior a la etapa de conquista y colonización hispánica, pues se han encontrado vestigios de la presencia aborigen en distintas etapas de desarrollo. Remedios fue el eje fundacional de villas y localidades en la región centro-norte de Cuba durante el período colonial. Tierra de mujeres y hombres con ideales y convicciones patrióticas. Remedios dio varios hijos a causas nacionales, desde la independentista contra el yugo colonial español, el antiimperialismo contra el dominio neocolonial estadounidense, así como, revolucionarios comprometidos con el proceso de transformación de una sociedad más justa.

Analizar la historia del municipio en una totalidad resulta complejo, pues el territorio actual que se conoce como Remedios ha evolucionado. Su espacio geográfico ha ido creciendo y contrayéndose en diversas ocasiones y etapas históricas a partir de la confluencia de diversos intereses económicos y políticos, así como las transformaciones de la sociedad en interacción con el tiempo histórico. Ello se manifiesta en la conformación y evolución de Remedios como una de las seis regiones históricas del centro de Cuba [1]. Por tanto, se debe tener en cuenta que, cuando nos referimos a Remedios en la actualidad, no es el mismo espacio territorial que el de la villa fundacional, el de las guerras de independencia o el de la lucha contra la dictadura de Fulgencio Batista.

Período aborigen

Sobre las comunidades aborígenes en Cuba durante los últimos años se han realizado diversos estudios. En el caso de Remedios se han encontrado varios hallazgos que permiten afirmar la existencia de comunidades precolombinas. Estas comunidades son variadas en cuanto al tiempo en que se asentaron, así como el espacio que ocuparon y el nivel de desarrollo en que se encontraban.

Las comunidades paleolíticas, poblaron la isla, desde 8 000 hasta 2 500 años a.n.e. En el caso de Remedios los estudios demuestran la presencia principalmente de comunidades que practicaban la pesca como actividad económica fundamental. Estas estaban ubicadas cerca de la elevación La Puntilla. Estos hallazgos son conocidos como: Camaco I y Camaco II. Un rasgo distintivo de estos asentamientos en el territorio, resulta el hecho de que habitaron áreas despejadas, lo cual presupone que pudieron erigir algún tipo de resguardo con los materiales de la naturaleza que los rodeaba. Su ajuar resulta análogo al de otras regiones del país, de lo que se deduce la existencia de un tronco común. En el sitio conocido por Consultorio, se encontraron restos de comunidades mesolíticas con prácticas más amplias como la apropiación a partir de la recolección, la pesca y la caza.

El grupo considerado dentro del Mesolítico tardío, se considera de una antigüedad de 500 a.n.e., hasta la llegada de los españoles. Poseían una actividad económica sustentada en la pesca en ríos y mares, recolección, caza, y es posible la domesticación de animales. Se asentaron sobre todo en la costa y tierra adentro, en áreas protegidas y al aire libre. Por otro lado, en el área que une a Cayo Conuco y Playa Jinaguayabo, en la zona conocida como el canal de la Sortija, se han ubicado sitios arqueológicos de comunidades neolíticas denominados Callejuela I y II, en los cuales se han encontrado restos de cerámica fina, de buen acabado; además de un caparazón y restos de caguamas, lo que induce a pensar que este lugar fue habitado o bien por una comunidad perteneciente al Neolítico o tuvo contacto con ella. Han sido localizados sitios pertenecientes a esta cultura en disímiles lugares cercanos a las costas, en áreas cenagosas como el ya mencionado, o tierra adentro, o en elevaciones, pero siempre asociados a una fuente de agua potable, en regiones fértiles para el cultivo. Construían sus casas alrededor de un centro, en forma de plaza, los denominados bateyes. Sus actividades económicas fueron sobre todo la agricultura y la alfarería, completadas por la caza y la pesca.

Un elemento distintivo, lo constituye la convivencia de los aborígenes junto al español en la zona remediana; así como en la cayería. A esta afirmación se ha llegado mediante la revisión del informe del Obispo Sarmiento, en su visita a Remedios en el año 1544 cuando refiere:

“Llegamos al pueblo de la Zavana, que es pueblo de Vasco Porcallo, do tiene sus haciendas y asiento… Hay 20 casas bohíos, aposentos de indios y españoles. La iglesia y capellan letrado, que ha 20 años es su capellan y dotrina los indios y esclavos con fervor y diligencia […] Naborias y naturales desta isla hay 80 y 120 esclavos negros…” [Sic] [2].

A estos elementos se une un conjunto de piezas utilizadas por los aborígenes con indicios de posible transculturación que, a pesar de no ofrecer elementos concluyentes, sí son un punto de partida para estudios posteriores.

Período Colonial

Fundación y desarrollo colonial

Grabado de la villa de San Juan de los Remedios en la etapa colonial.

Remedios es una de las fundaciones del siglo XVI realizadas en Cuba por los conquistadores españoles. Fue su fundador Vasco Porcallo de Figueroa. Han existido diversas hipótesis, teorías, criterios, acerca del origen de la villa remediana, centro que fue de una jurisdicción cuyos extensos límites, hasta la década del 70 del siglo XIX, prácticamente, coincidían con los de la legendaria provincia india de Zavaneque. Se han sostenido criterios diversos, acerca de indistintas fechas que se remontan al siglo XVI, manejando los conceptos de asiento y fundación.

Jacobo de la Pezuela y Lobo, Vidal Morales, Walterio Oñate, José María de la Torre, Rafael Rodríguez Altunaga y el Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano afirman, que San Juan de los Remedios fue fundado entre 1515 o 1516. Sin embargo, otros afirman que la fecha de fundación fue en 1545, lo que fundamentan en la existencia de un ayuntamiento. Entre estos se encuentra el historiador de Santa Clara, Manuel Dionisio González y el historiador Fernando Portuondo del Prado. Por su parte, la historiadora Hortensia Pichardo plantea que, de acuerdo a los documentos existentes, Remedios es la Octava Villa, remontándose sus orígenes hacia 1520.

En el año 1524 Remedios existe ya como estancia con condiciones tales, que permiten la subsistencia a unas 1500 personas, o sea, ya con estabilidad agrícola, de acuerdo con la descripción que hace el Obispo Sarmiento en su visita de 1544. El lugar continuó su desarrollo. En la descripción de 1569 se le señala como puerto de mar propicio para el comercio, que ya se efectuaba para La Habana y Puerto Príncipe, con abastecimiento para la primera de distintos artículos. A Remedios lo caracterizaría durante los siglos siguientes un permanente comercio basado en el contrabando, por lo que se destacó la población entre otras de la isla.

Ya en el año 1578 se conoce la Sabana como villa según el documento citado, a pesar de que en 1569 se menciona la “Iglesia de la Villa”, pero en este caso ya se hace referencia a su alcalde, por lo tanto, con toda propiedad se puede hablar definitivamente de localidad con estas características, así como de un último asentamiento de Remedios.

Iglesia Parroquial de Remedios
Iglesia Parroquial de Remedios

Durante el siglo XVI existió en la jurisdicción remediana una población estable, dedicada al cultivo de la tierra y la crianza de animales. Hacia 1538 es que comenzaron a aparecer los primeros corsarios y piratas, y vinculado a este proceso se inició el comercio de contrabando. En esos momentos la economía era frágil, con un carácter agropecuario y mercantil, donde prevalecía la crianza de ganado menor, cerdos, factor que distinguía su producción en los primeros tiempos, para ampliarse después con el ganado mayor.

Fue en el siglo XVII, en 1678, que se fijaron los límites entre Remedios y Sancti Spíritus. Para entonces se había producido -iniciado el siglo anterior y que continuaba en desarrollo- un intenso proceso de mercedación de tierras, lo que devino litigio entre ambas jurisdicciones. Las querellas sobre la posesión de la tierra fueron producto de la formación, en el siglo XVII, de una fuerte oligarquía terrateniente que llegó a dominar el Cabildo y fue centro del poder en Cuba en los primeros siglos coloniales.

En cuanto a la utilización de la tierra, de forma paralela con la ganadería, comenzó el desarrollo de la producción de azúcar, debido a la facilidad del hacendado ganadero de asumir el cultivo de la caña y su transformación. Otra rama de la economía que comenzó su desarrollo fue la tabacalera, hacia el fin del siglo XVII y principios del XVIII. A pesar, como se ha señalado, de la presencia del azúcar y el tabaco en la época citada, era la crianza de animales la principal fortaleza económica que poseía la región. Los productos que generaba se comercializaban con La Habana, y también la carne, exportada hacia la Florida.

El comercio de contrabando ocupó un lugar de primer orden en la localidad, lo que se constata por las constantes noticias acerca de este tipo de intercambio. Durante el siglo XVIII se realizaba, en primer lugar, con La Habana, y en segundo lugar con Puerto Príncipe. Remedios sufrió en varias ocasiones saqueo de corsarios y piratas. La mayor parte de estas acciones ocurrieron desde 1658 hasta 1697, y los más connotados fueron aquellos en los que participó el conocido Francisco Nao (El Olonés). Sin embargo, y a pesar de estos ataques, el desarrollo poblacional no se detuvo, ya que en 1672 se contaba con 500 habitantes y 80 casas. [3]

Plano de la villa de San Juan de los Remedios en la década del 30 del siglo XIX
Plano de la villa de San Juan de los Remedios en la década del 30 del siglo XIX.

Cuando en otras partes de la Isla la producción azucarera tenía ya un desarrollo notable, en Remedios los hacendados no habían podido alcanzar un avance significativo en este rubro económico, debido a la falta de capitales suficientes para enfrentar este proceso, que requería fondos para emprender la explotación cañero-azucarera en gran escala. En 1807 se planteaba que la villa era la más pobre de las cuatro del centro cubano. Ante esta situación el Teniente Gobernador de las Cuatro Villas, sugeriría el fomento del café para aliviar la caótica situación de la economía remediana. La escasez de este producto en el mercado europeo, y lo innecesario de un capital cuantioso para la inversión inicial, fue otro de los elementos que motivaron el auge productivo de este renglón agrícola. Todo este proceso coadyuvó a que se manifestara una cierta prosperidad económica de la villa remediana, que se evidenciaba además en el surgimiento, a principios del siglo XIX, de algunos poblados en la jurisdicción como, Guaracabulla en 1815, Vueltas y Mayajigua en 1825 y Buenavista en 1832.

Hacia 1840 las discretas producciones cafetaleras y cacaoteras se detuvieron debido a la fuerte competencia de estos productos en el mercado internacional, y por el éxodo de los colonos franceses establecidos en Cuba a raíz de la invasión napoleónica a España. Ellos se llevaban la experiencia y los capitales que habían sido dedicados al café.

En medio de ese proceso llegaron a la zona remediana familias como los Smith, los Martínez-Fortún, los La Valette, los Wilson y otras, en la búsqueda de terrenos vírgenes para el fomento y desarrollo de la industria. Estos individuos traían sus capitales y sus esclavos. A estos productores se unieron algunos locales, sobre todo ganaderos, que poseían la fuerza de trabajo indispensable, así como las tierras que se requerían para la obtención de la materia prima, la caña de azúcar, junto a la presencia de algunos capitales emparentados con la burocracia estatal y militar española.

Las Parrandas de Remedios son una de las fiestas populares tradicionales más antiguas de Cuba. Sus orígenes datan de 1820.

El auge que tomó la producción de azúcar ya era apreciable en 1862. Para esa fecha Remedios contaba con 71 ingenios y trapiches que producían 3 684 arrobas de azúcar por caballerías de caña sembradas. Así, esta región se convirtió en el lugar donde se elaboraba el mayor arrobaje de azúcar por caballería de tierra de todo el Departamento Occidental.[4]

Además, el mercado norteamericano, principal comprador en Remedios, adquiría el azúcar mascabado. Este hecho facilitó la fundación de ingenios que no necesitaban de una gran inversión inicial. Los hacendados azucareros aprovecharon la crisis del estado de Luisiana, provocada por la enfermedad que sufría la llamada caña de Otahiti, y otros sucesos ocurridos allí después de 1853, para asegurar ese mercado con un producto que no requería de fuertes gastos.

A la vez que se desarrollaron estas transformaciones en el ámbito productivo, ocurrieron importantes cambios en las comunicaciones, sobre todo en las vías férreas, ya que fue el momento de fundación del ferrocarril en la región remediana, cuando a instancias de Gaspar Betancourt, El Lugareño, se gestionó un primer proyecto entre 1845 y 1846. En este último año se constituyó la Sociedad Anónima que daría el aporte financiero a la Junta de Fomento. En 1848 comenzó la construcción del primer tramo de nueve kilómetros, entre Remedios y Caibarién, que se terminó en 1851. Después, se edificaron otros ramales, Remedios-Taguayabón entre 1860-1863, de Taguayabón-Camajuaní de 1863 a 1866, y de 1866 a 1868 Camajuaní-Guaracabulla.

La fuerza de trabajo esclava y china fueron pilares fundamentales en el apresurado desarrollo ferrocarrilero. El embellecimiento de la ciudad y su desarrollo, determinaron que, en 1854, el cabildo pidiera al Gobernador y Capitán General de la isla le otorgara a Remedios el Título de Ciudad. No le fue concedido hasta 1874, pero sí posibilitó que le fueran otorgadas las primeras condecoraciones y dignidades propias de la época.

Guerras de Independencia

En Remedios ocurrieron manifestaciones tempranas contrarias al sistema colonial, dadas por el enfrentamiento al sistema esclavista y a favor de la abolición, y otras de marcado matiz independentistas. Las primeras manifestaciones de rebeldía en la jurisdicción ocurrieron hacia su parte oriental. A fines de enero de 1869 hubo acciones en el Partido de Güeiva, donde huyó el Capitán Pedáneo. Pero el levantamiento general se realizó en febrero cuando los villareños se alzaron contra el poder colonial, con acciones diversas el día 6, y la posterior reunión y organización de las fuerzas el día 7, en el Cafetal González, Manicaragua.

Entre los más conocidos patriotas relacionados con Remedios en el alzamiento inicial citaremos a Salomé Hernández (venezolano, empleado del ingenio de los Fusté); Carlos Roloff (polaco, empleado de la casa de Bishop de Caibarién); D. Andrés Boitel y D. Daniel de Morales (conocidos vecinos de Güeiba) ; los Crespo,( en Las Lechugas); los Balmaseda (en Guadalupe);D. Serafín García Leiva, D. Ramón de Jesús Coca, D. Amador y D. Agustín Rojas y Loyola (en Guaracabulla); Florencio García; Francisco García Conde; Aquilino Tuñón (español), Luis M. Rojas, Juan Coto, Socorro y Laudelino Pérez, Vicente Fernández, Araña. Por esta misma época marcharon a la revolución los jóvenes Francisco Carrillo y Morales, Pedro Díaz y Molina y Jesús Crespo y Moreno que se unieron a las fuerzas que operaban en los límites orientales de esta jurisdicción y se alzaron rápidamente con el liderazgo de la región.

Esta zona quedó al mando del General Salomé Hernández, quien trato de sostener las operaciones. Los ingenios continuaban como objetivo principal de los ataques e incendios entre los años 1869-1871. Así, en julio se arremetió contra el ingenio La Luisa, y se libró combate en Taguayabón. En agosto se combatía con éxito en Hato de Guanabanabo. Mientras en noviembre hubo un importante encuentro en Lomas del Maguey, donde participaron los voluntarios de Remedios. En tanto los cubanos eran dirigidos por Salomé Hernández, junto a dos importantes jefes insurrectos, Francisco Villamil y Guillermo Lorda.

A partir de 1871 se debilitó la lucha armada en Las Villas, y en la comarca remediana solo ocurrían esporádicas acciones. En parte se debió a que las tropas villareñas se dirigieron en ese año hacia territorio camagüeyano. En ese período, hubo pérdidas significativas como la del remediano y destacado patriota Alejandro del Río enviado a Las Villas como Inspector del Ejército Libertador, pero fue capturado por fuerzas españolas, y fusilado el 10 de octubre de 1872.

Hacia la segunda mitad del año 1874, comenzaban a incrementarse las acciones bélicas, cuando fuerzas cubanas por órdenes de Máximo Gómez al mando de Francisco Jiménez y Francisco Carrillo pasaron la trocha para reactivar la guerra en la zona oriental villareña, lo que incluía parte de la jurisdicción, y que contaron con el apoyo de los revolucionarios remedianos. Ante la situación creada, y la postura de muchos residentes en la región dispuestos a incorporarse a las fuerzas cubanas, España concentró en Remedios agrupaciones considerables de tropas, convirtiéndose en una base de operaciones militares de donde partían las fuerzas a combatir en otros territorios. Allí se llegó a instalar la Comandancia General Española de las Villas Orientales.

Como desde el inicio de la guerra, en estas actividades bélicas tuvo participación activa el Cuerpo de Voluntarios, dirigidos por el Coronel José A. Martínez Fortún y Erlés, acérrimo defensor de los intereses españoles en el territorio y máximo representante de la contrarrevolución entre los hacendados locales. El citado Coronel, nombrado en 1874, Jefe de la media Brigada de Remedios y su jurisdicción, consideraba que las fuerzas cubanas tenían su principal foco hacia las lomas de Trinidad, y también existía la posibilidad de ubicación de tropas en los montes costeros entre Remedios y Sagua, ramificados hacia Seborucal.

En ese mismo año 1874, el 28 de septiembre, Jesús Crespo y Francisco Carrillo tomaron el fuerte de Tetuán, situado a poco más de una legua de la ciudad de Remedios, defendido por cuarenta hombres. Este incidente, donde Crespo tuvo una participación decisiva, y en la que demostró su excepcional valor, fue conocido por José Martí a través de una narración de Francisco Carrillo, y sobre la que escribió:

“Si había que cazar al español atrevido, con Crespo tenía Carrillo bastante (…) el último en la huída y el primero en el ataque. (…) Y apenas sabe leer y escribir, pero sabe cien veces más, y es grande en literatura, porque no es de los que escriben poemas, sino de los que los hacen.” [5].

La entrada de las tropas invasoras de Gómez en Las Villas, en enero de 1875, amplió las acciones en toda la jurisdicción remediana. Como parte de la reestructuración efectuada en marzo de ese año, el Tercer Cuerpo del Ejército actuaría en esta región central, con dos divisiones, de hecho, ya en funciones. La segunda contaba con tres brigadas, una de ellas: Remedios, donde actuaban fuerzas de caballería e infantería. A fines de 1875 e inicios de 1876 Gómez reestructuró de nuevo las fuerzas del Tercer Cuerpo del Ejército Libertador, y las que operaban en Remedios quedaron integradas a la Primera División. Se trataba de revitalizar las acciones. El último y más connotado combate de 1875 fue el librado en Sabanas Grandes de Jobosí. Según Jesús Crespo Moreno, combatiente en este encuentro, las fuerzas cubanas estaban comandadas por Serafín Sánchez y Francisco Carrillo.

Conocedores de la concertación de paz firmada en El Zanjón, Camagüey, el 10 de febrero de 1878, los patriotas que combatían en la región de Remedios, encabezados por el General Carlos Roloff, no aceptaron las propuestas para concluir las operaciones, buscaron vías para reactivar las acciones armadas. Así se proyectó el insigne polaco en la reunión convocada en Monte Oscuro, en la región de Sancti Spíritus, el 26 de febrero del año 1878, junto a Carrillo, y otros jefes del territorio remediano. Por la parte española fue tratado el asunto por el Coronel español Martínez Fortún y Erlés y el Teniente Coronel Teófilo de Garamendi. Sin contar con el apoyo indispensable, a pesar de los intentos realizados para continuar la guerra, el 18 de marzo, en el campamento del Mamey, se produjo la deposición de las armas de las tropas que combatían en la región.

El día 1 de agosto de 1879, y de acuerdo con las disposiciones del gobierno español, se puso en vigor la nueva Ley Municipal, promulgada el 21 de julio, en la que se facultaba al Capitán General para crear ayuntamientos en los lugares donde existiera algún núcleo significativo de vecinos. Con la aplicación de esta medida quedó desmembrada la jurisdicción de Remedios, con la segregación de territorios para formar los nuevos ayuntamientos, de lo que se derivó un colapso en su economía, que venía gestándose desde hacía varios años.

El cese de la guerra no significó el fin del antagonismo entre cubanos y españoles. Esta situación se reflejó en la localidad remediana con la separación del elemento cubano del peninsular, cuyo centro de reunión era el Casino Español; único sitio de carácter social que existió en la ciudad hasta 1882, año en el que se produjo una disidencia entre los partidarios de la Autonomía y los Conservadores Integristas.

No cesó la actividad revolucionaria y la conspiración para el reinicio de las hostilidades. En realidad, Remedios fue uno de los más importantes centros para la preparación de una nueva guerra, en lo que pudieron influir la tradición y la presencia de jefes militares de la guerra anterior en la comarca. A esto se unía la existencia en la zona de grupos armados, aún después del Zanjón y el hecho que en los límites de la región operaran las huestes de Ramón Leocadio Bonachea; junto a que fuera Carlos Roloff desde el exterior, uno de los promotores de la continuidad de la lucha armada.

Estatua de la Libertad de San Juan de los Remedios.

Fue precisamente en Laguna del Tinglado, Remedios, donde se produjo la reunión de algunos de los principales conspiradores de Las Villas, con el propósito de tratar sobre el inicio de un levantamiento en armas. En definitiva, en esta localidad existió un fuerte movimiento conspirativo, que se irradiaba a lugares próximos como Caibarién y Camajuaní. Cuando en agosto de 1879 comenzó el levantamiento en Oriente, de inmediato se acentuó la represión y vigilancia por parte de las autoridades españolas. Mientras la prensa reaccionaria local, que respondía a los intereses económicos más poderosos y definitivamente contrarios a la Revolución, combatía con energía el movimiento insurreccional.

No obstante, nada pudo impedir que se produjera la insurrección, cuando en la noche del 9 de noviembre de 1879 tuvo lugar el levantamiento revolucionario dirigido por Francisco Carrillo y Morales. Carrillo, con un grupo tuvo un encuentro inesperado con un soldado español, lo que ocasionó una alarma, con disparos y gritos, mientras los sublevados salían por el camino Príncipe, y seguían por la Bermeja. Otros tomaron por el camino de Camajuaní, luego de hablar con el veterano Jesús Crespo, quien no pudo seguirlos por su mal estado de salud.

En el mes de enero, Carrillo combatió en los montes de Caraballo, Ángel Maestre en Sierrecita, mientras hubo otros encuentros en Itabo, Vera y Agengibral. En febrero ocurrieron nuevas acciones, y el día 14 se desarrolló un encuentro en El Pesquero. Pero a pesar de estas acciones, el proceso armado se desintegraba con el inicio de las deposiciones de algunos alzados.

En realidad, el hecho de que la guerra se limitara a acciones en Oriente y Las Villas, la llegada tardía de expediciones con la presencia de los principales jefes militares, la falta de recursos y la política seguida por España y los poderosos intereses que se movían en contra de la lucha armada, hizo que fuera imposible sostener el intento. En definitiva, desde el mes de agosto comenzaron las conversaciones entre Francisco Carrillo y el Coronel Martínez-Fortún, las que culminaron con la deposición de las armas en el Mamey, el 30 de septiembre de 1880. A partir de la participación en la región y el liderazgo de Francisco Carrillo, en el imaginario popular se le conoce a esta guerra como la Guerra de Carrillo. [6]

Algunos de los más importantes jefes militares vinculados con José Martí y el Partido Revolucionario Cubano, comprendían la importancia de la región para el desarrollo de la conspiración que conduciría al levantamiento, y la existencia de hombres de arraigo entre los antiguos combatientes como Francisco Carrillo, a quien le había sido conferido en Nueva York, en diciembre de 1879, el grado de Mayor General, luego de concluida la Guerra Chiquita. De ahí que el enviado de José Martí a Cuba, Gerardo Castellanos, tuviera entre sus misiones la de entrevistarse con el veterano de las dos guerras precedentes, lo que se efectuó en septiembre de 1892, en Remedios.

En la determinación de los remedianos para su incorporación al proceso conspirativo y en la preparación de la guerra coadyuvaron también los contactos de Carrillo con Carlos Roloff, y sobre todo con Máximo Gómez, lo que aceleró los trabajos a favor del inicio de las acciones cuando se diera la orden oportuna. La orden de alzamiento fue dada para el 24 de febrero de 1895. Ese mismo día fue detenido Francisco Carrillo, quien había mostrado su interés por esperar la llegada de Gómez para levantarse en armas. Trasladado a La Habana, marchó después a Estados Unidos. Regresaría en una expedición en noviembre del propio año al oriente del país.

El 5 de junio, 47 remedianos marcharon al monte y se unieron a Pedro Díaz Molina, ubicado en la zona rural del territorio, a este grupo se incorporaría poco después, José Acosta Carvajal (Pajarito). Por otra parte, ese propio mes se integró a las filas insurrectas Carlos Cardoso, capitán de la Guerra Grande, quien libró acción en Buenavista. El 24 de julio de 1895 llegó por Guerra Grande Tayabacoa, Tunas de Zaza, una importante expedición dirigida por los Mayores Generales Carlos Roloff y Serafín Sánchez. El 13 de agosto quedaron organizadas las fuerzas de Las Villas, en lo que sería el Cuarto Cuerpo del Ejército Libertador, mandado por Roloff.

Conformaban esta fuerza dos divisiones. La primera comprendía las brigadas de Trinidad, Sancti Spíritus y Remedios, que dirigiría el Coronel Pedro Díaz. En la brigada remediana actuaban dos regimientos de caballería, Victoria y Narciso López, y uno de infantería, Remedios. En septiembre, el Cuarto Cuerpo comenzó a ser dirigido por el Mayor General Serafín Sánchez, quien sustituyó a Roloff, encargado de la Secretaría de Guerra por el Gobierno de la República en Armas. Posteriormente, para abril de 1896 Francisco Carrillo regresaría a Las Villas nombrado Jefe del Cuarto Cuerpo del Ejército.

El 5 de agosto, se alzó Victoriano Espinosa, y unido a la guerrilla volante de Jorge Pérez, operó en la comarca remediana. Comenzaba de nuevo y se estabilizaba, la guerra en Remedios. Mientras, en octubre, se realizaban importantes emboscadas en el ingenio Adela, y en Remate. Estas fuerzas estuvieron dedicadas, sobre todo, a cumplir las disposiciones del General en Jefe, Máximo Gómez, para propiciar el desarrollo exitoso de la más importante operación a desplegar en los meses siguientes: la Invasión a Occidente.

A fines del año 1895 las tropas remedianas se encontraban listas para emprender nuevas y mayores acciones. Esto permitió que pudieran contribuir a la integración del Ejército Invasor con un gran contingente de tropas y jefes, algunos tan destacados como: Juan Bruno Zayas, Pedro Díaz Molina y otros oficiales. Un grupo importante de estos hombres se formarían después, casi en su totalidad, en el Regimiento de Infantería Invasor Villareño, de la segunda Brigada, primera División del Sexto Cuerpo del Departamento Occidental con base en las provincias de La Habana y Pinar del Río.

Luego de la marcha de este contingente hacia occidente, las acciones militares se mantuvieron, aunque con cierta dispersión y falta de organización. Ante la situación creada el jefe del Cuarto Cuerpo, Serafín Sánchez, a inicios de 1896 reorganizó los regimientos de caballería Narciso y Victoria, y formó uno de infantería, al mando del Coronel José González Planas, de la Brigada de Remedios.

En los primeros días de mayo llegó Francisco Carrillo al Seborucal, cerca de Remedios, llamó a las armas a los patriotas, y se incorporaron gran número de hombres. Desde entonces, y hasta la terminación de la guerra, Carrillo fijó su centro de operaciones en Piñero y actuó, casi siempre, en la porción oriental de la jurisdicción remediana y hasta la espirituana. Junto a el operó un número importante de oficiales, entre otros los coroneles: José González Planas, José Acosta Carvajal, Quintín Bravo Rojas y Jesús Pérez González. La Brigada remediana fue dirigida por González Planas.

En general las tropas cubanas en Remedios cumplían las misiones encomendadas por la jefatura del Ejército Libertador. Así, durante el año 1896, no se daba tregua al enemigo. Las guerrillas volantes, con los más connotados jefes al frente, se hacían sentir en toda la jurisdicción, con la ejecución de emboscadas, acciones de guerrilla, con una hostilidad permanente a las fuerzas españolas, que utilizaba gran número de hombres en su persecución.

Uno de sus objetivos, desde fines de 1896 y en el año siguiente, fue resistir la campaña lanzada por el Capitán General Valeriano Weyler, quien visitó Remedios el 3 de marzo de 1897 al frente de una poderosa columna. A su vez que se integraban a la resistencia organizada por Máximo Gómez con bases entre la zona oeste camagüeyana y la este villareña, y apoyaban la campaña militar librada por el Generalísimo. Para entonces, ya se aplicaba en toda la jurisdicción remediana el Bando de la Reconcentración, puesto en vigor por Weyler, con el propósito de impedir que el campesinado sirviera de base de sustentación al ejército independentista.

Por otra parte, también las fuerzas remedianas cumplían otras misiones dirigidas a asegurar el desarrollo de la guerra. Entre ellas estaba la creación de una retaguardia segura y efectiva que sirviera de respaldo a las operaciones y las acciones en el campo de batalla. Labor significativa desarrollaron en esa dirección las prefecturas, donde existían talleres para arreglar y confeccionar zapatos, monturas, cintos y otros elementos, que se ubicaron en lugares intrincados, difíciles de detectar y atacar. También resultaron sitios propicios para recuperar heridos y enfermos.

Las mujeres tuvieron un importante papel en las organizaciones clandestinas de la ciudad, encabezadas por Antonia Romero Loyola (La Torcaza), quien combinaba su labor de información, con el acopio y envío de útiles imprescindibles y medicinas a los combatientes.

El 21 de abril de 1898 se comunicó al Comandante militar de Remedios que quedaban rotas las hostilidades con los Estados Unidos. Este hecho provocó una manifestación contra los norteamericanos, mientras se escuchaba la “Marcha de Cádiz”. En este momento, se trasladó de forma interina, para Caibarién, la comandancia militar de Remedios. El jefe del Cuarto Cuerpo, Mayor General Francisco Carrillo, tenía ubicado su campamento en Rojas, mientras la Brigada de Remedios, con su jefe, el General de Brigada, José González Planas, se ubicaba en el central Reforma, cercano a esta villa. La situación de las tropas era crítica.

El 23 de septiembre de 1898 Máximo Gómez llegó a Rojas, para visitar el campamento del general Carrillo. Desde allí comenzó sus gestiones para lograr que la Comisión Americana, radicada en La Habana, contribuyera a resolver, o por lo menos remediar, la situación de las tropas mambisas. En Rojas permaneció Gómez seis días y de allí regresó a su campamento del central Narcisa, en la zona de Yaguajay, donde continuó estas gestiones. El 2 de enero de 1899, arribó el Generalísimo por vía marítima a Jinaguayabo, donde lo esperaba el General Francisco Carrillo. Los intentos de Gómez por mejorar las condiciones del Ejército Libertador y de la población en general al concluir la guerra, solo dieron como resultado exiguos donativos, por parte de las autoridades norteamericanas.

En definitiva, el 5 de enero de 1899, los habitantes de Remedios pudieron vitorear a las tropas cubanas que entraron en la localidad, encabezada por el propio General en Jefe, Máximo Gómez, acompañado por Francisco Carrillo y José González Planas. Allí hubo múltiples agasajos sobre los que Gómez escribió:

“(…) hice mi entrada en Remedios, en donde se me prodigó por los habitantes de este Pueblo una verdadera ovación.” [7]

Período Neocolonial

La república neocolonial (1899-1952)

Imagen del histórico Hotel Mascotte de Remedios

Al concluir la guerra, luego de la intervención norteamericana y el establecimiento del nuevo gobierno en la isla, el territorio remediano, como el resto del país, pasó a estar bajo la dominación del vecino norteño y de las autoridades locales designadas por esa instancia. Un importante acontecimiento tendría lugar en estas primeras semanas del año 1899, cuando en Remedios, el General en Jefe del Ejército Libertador se entrevistó el 31 de enero, en el hotel Mascotte, con Mr. Robert Porter, representante del presidente de Estados Unidos, a quien acompañaba Gonzalo de Quesada. En esta entrevista se trató lo referente al futuro licenciamiento del Ejército Libertador, el que en definitiva se produjo en los meses siguientes. Gómez saldría poco después hacia La Habana, en un recorrido que le llevó a distintos lugares de la provincia.

Los problemas derivados de los efectos negativos de la guerra, la imposibilidad de reponer los elementos constitutivos de la industria en el momento adecuado, llevó a la ruina y desaparición en ese momento, o en los años siguientes, de los ingenios menos desarrollados o sostenidos por capitales reducidos. En cuanto a la ganadería también sufrió las consecuencias negativas de estas circunstancias, unido al uso de las reses para la alimentación de las tropas y los caballos para las tropas de caballería. La situación que presentaba la economía remediana condujo a una elevación del desempleo, y de la imposibilidad de resolver en breve plazo esta cruda realidad. Los perfiles ocupacionales presentaban una situación deplorable, y las oportunidades de trabajo se concentraban en la agricultura.

En cuanto a la población, a pesar de las bajas ocasionadas por la guerra y sobre todo durante la aplicación del bando de la Reconcentración, en el municipio propiamente dicho de Remedios hubo un decrecimiento discreto del número de habitantes, pero en la jurisdicción como tal aumentó la población. Así, mientras en Remedios la población se redujo en un 4.17%, hubo territorios dentro de la jurisdicción que aumentó, como ocurrió con Caibarién, Camajuaní y Placetas [8]

Durante la intervención norteamericana, existieron en Remedios tres agrupaciones políticas. El Partido Unión Demócrata, con seguidores del autonomismo, otros de ideas anexionistas y españoles integristas. En noviembre de 1899 se formó el Partido Republicano, con veteranos que seguían al General Francisco Carrillo, partidario de soluciones más radicales, y el Partido Nacional, de ideas independentistas, pero con concesiones a la administración norteña. En 1903 el Unión Demócrata y el Republicano se fusionaron, y formaron el Partido Republicano Conservador. Desde las primeras elecciones municipales en junio de 1900 hubo fraudes, hecho que caracterizaría la vida política en la República Neocolonial.

En la región para el desarrollo del sector azucarero existían capitales que podían enfrentar los cambios en las fábricas, vastas extensiones de tierras vírgenes y líneas ferroviarias que enlazaban con el cercano puerto de Caibarién. También, suficiente fuerza de trabajo disponible, aumentada con la presencia de una importante inmigración española, con influencia económica y militar desde fines del siglo XIX, hasta ya avanzada la República.

En el aumento de la producción del rubro influyó el desarrollo que alcanzó el ferrocarril que llevó hasta 90.5 km la extensión de las líneas, de ellas 53 de vía ancha, que facilitaban el trasporte de caña al central y el traslado del azúcar al puerto. La dependencia de Remedios de su puerto comercial, Caibarién, para la entrada de mercancías y salida de sus azúcares, afianzó el proceso de desplazamiento de la cabecera de la región, Remedios, hacia la pequeña bahía caibarienense, que adquiría la condición de centro urbano regional.

El fenómeno apuntado, produjo un aumento del colonato, grupo de productores de caña, donde se unían los que poseían grandes extensiones de tierra dedicadas al cultivo, con los pequeños, con escasos recursos, que en realidad eran explotados por los dueños de las industrias.

En estos primeros años también se iniciaron los intentos por organizar a los trabajadores en agrupaciones de tipo gremial, influenciados por los tabaqueros ubicados en la localidad, procedentes de Tampa, quienes lucharon por la obtención de mejoras salariales. El 17 de enero de 1902 se celebró una conferencia por los obreros remedianos en el Teatro La Tertulia, donde se constituyó el Círculo Obrero, que agrupaba a todos los trabajadores agremiados.

Fotografía del Parque de la Libertad de Remedios en 1935.

Por otra parte, en el ámbito político, el triunfo fraudulento de Tomás Estrada Palma provocó el alzamiento en armas en diversos lugares del país. En Remedios las fuerzas se concentraron en el Seborucal, al mando del General Quintín Bravo. Pero depusieron las armas, el 12 de octubre de 1906, ante la denominada Comisión de Desarme y la postura conciliatoria del ahora veterano y político Francisco Carrillo Morales.

Las elecciones de 1912 que llevaron al poder en Cuba a Mario García Menocal, del Partido Conservador, dejaron al frente del Ayuntamiento de Remedios al Coronel Juan Jiménez Castro Palomino. Dicho Coronel logró controlar la agitación y los esporádicos alzamientos de los liberales en los años siguientes y el ejemplo más significativo fue la protesta armada liberal de 1917 por la reelección de Menocal. Mientras, Francisco Carrillo asumió el cargo de Gobernador de la provincia.

Así, entre 1918 y 1919 el central Adela sufrió transformaciones tecnológicas, como la ubicación de otro tándem y de nuevas maquinarias, todo obtenido mediante préstamos con el Banco de Canadá. Mientras, el San Agustín, operado por la Compañía Mercantil Azucarera, introdujo también diversas mejoras, desde el punto de vista técnico, a partir de ingresos aportados por la banca norteamericana.

En general, en el municipio pasaron de forma total o parcial a intereses norteamericanos, ingleses o canadiense los ya citados centrales Adela y San Agustín, junto a los pequeños María Luisa, convertido en Compañía María Luisa, y el Tahón, devenido Central Tahón S.A. Otras fábricas dejaron de moler, fueron demolidos y pasaron a convertirse en colonias productoras de caña, así ocurrió con el Santa Rosalía y La Julia, ubicados en los límites entre Remedios y Camajuaní. Otros fenómenos se manifestaron derivados de la crisis. En la vasta región de Remedios, se cerraron las estaciones ferroviarias de Rojas, La Quinta, Salamanca y Viñas, y numerosos comercios cesaron en sus actividades.

La crisis económica de 1920 afectó a la mayor parte de la población. No era posible pagar las cuotas de electricidad; se cerraron sociedades y liceos; el presupuesto para el hospital era miserable y se sostenía con escasas donaciones; se encarecieron los artículos de primera necesidad y sobrevino el cierre de muchos comercios. Como consecuencia aumentó la tasa de mortalidad infantil. Además, un número considerable de inmigrantes españoles abandonó la localidad para buscar mejores condiciones de vida en otros lugares.

Gerardo Machado, electo en 1925, asumió una política de restricción, que produjo la disminución en la elaboración del grano, lo que afectaba a la masa de trabajadores dependientes de este rubro. El Cooperativismo creado por Gerardo Machado en su proyecto de mantenerse en el poder, tuvo su presencia en el municipio, con su máximo exponente, José María Espinosa, hacendado y dueño del central Fe, ubicado en el municipio de Camajuaní, de gran solvencia económica y fiel seguidor de Machado.

Una de las principales protestas en estos años se produjo en el seno de los tabacaleros-ya integrados como organización provincial de los torcedores desde 1926- contra el intento de implantar la máquina torcedora de tabaco, lo que significaba el desplazamiento de trabajadores del sector. Estas acciones tomaron fuerza en 1928, cuando la dirección nacional de los tabaqueros se propuso promover actividades en todo el país.

Otra importante manifestación de descontento popular fue la huelga desarrollada en 1930 contra el sistema de costos y servicios de la Compañía de Electricidad, uno de cuyos principales accionistas era el propio Machado. La acción contó con la activa participación de los estudiantes y otros sectores sociales, de hecho, movilizó a toda la población, y se extendió prácticamente por espacio de un año. Hubo manifestaciones de calle y destrucción de bombillas del alumbrado público.

Por otra parte, también hubo algunas manifestaciones de solidaridad con movimientos huelguísticos de trascendencia nacional, como los ocurridos en septiembre de 1930, por el asesinato de Rafael Trejo, y en marzo de 1930, ante la huelga general convocada por los sectores obreros. En los territorios villaclareños, a partir del 8 de agosto de 1931, la insurrección iniciada por la agrupación Conservadora-Nacionalista estalló en diversos lugares, aunque fue derrotada con rapidez.

Fotografía de Remedios en 1944.

El 15 de abril de 1932 se organizó el Partido Comunista en Remedios, en la casa Nº 71 de la calle Pastor Valera. Sus fundadores fueron: Miguel Ángel Machado Fernández, Pedro Julio Machado Fernández, Inocente Moronta, Abelardo Crespo Monzón. En su proceso posterior de desarrollo, ya en 1933 existían varias células en lugares como: Carolina, Buenavista, Dolores y Carrillo.

La situación en la localidad fue confusa y contradictoria entre los distintos elementos políticos a partir de los sucesos de la huida de Machado, la instauración de un gobierno provisional, el golpe del 4 de septiembre de 1933 y las medidas tomadas a instancias de Antonio Guiteras por el gobierno de Ramón Grau San Martín al instalarse en el poder.

Una muestra en este sentido fue la acción desatada cuando ocurrió el levantamiento del grupo del ABC del 8 de noviembre. Este alzamiento tuvo poderosos partidarios locales, pues los jefes de la Guardia Rural y la Policía se sublevaron, y entregaron armas a elementos civiles de la agrupación abecedaria, quienes circularon por las calles. Sin embargo, arribaron a la localidad fuerzas leales al gobierno, ocuparon la jefatura de ambos cuerpos armados, desarmaron y detuvieron a estos individuos sin disparar un tiro.

Las protestas de los trabajadores continuaron y la situación se agudizó entre fines de 1934 e inicios de 1935 hasta entrar en una etapa crítica. En febrero estallaban petardos en la localidad, entraban en huelga los conductores de autos, cerraban comercios y los estudiantes protestaban contra las medidas tomadas que favorecían al acueducto en un diferendo por el servicio del agua. La fuerza pública, a planazos, actuó para abrir los comercios y obligar a salir a los autos de alquiler.

La recuperación posterior a 1935 fue lenta, y aunque se introdujeron algunas mejoras en las industrias, las zafras fueron cortas, los centrales no trabajaron a plena capacidad y las posibilidades de empleo fueron muy reducidas. En estos años comenzó también a estabilizar su producción la refinería del central San Agustín, instalada desde 1932, pero que no había logrado aún desarrollar sus capacidades.

El remediano Federico Laredo Brú asumió la presidencia de la República (1936- 1940), en un gobierno donde el poder real radicaba en Batista, sin que se produjeran beneficios para la tierra natal del presidente. Mientras los comunistas movilizaban a las masas con mítines relámpagos, manifestaciones de calle y otras acciones de agitación, sobre todo después de 1937. La actividad de apoyo a la lucha del pueblo español, contó con una respuesta en el ámbito local cuando un remediano, Francisco Álvarez, se incorporó a la lucha, y murió recién comenzada la guerra civil española.

En este período, se destaca la visita efectuada a Remedios en 1939 por Jesús Menéndez y Sara Pascual, quienes al terminar su actividad de esclarecimiento y propaganda visitaron el Museo Municipal, fundado desde 1933. El director del centro reconoció que era la primera vez que los representantes de un partido político se interesaban por asistir a esta institución.

Alejandro Evelio García Caturla

Otros grupos políticos opuestos a Batista, también tuvieron participación en la vida local. Entre ellos el Partido Revolucionario Cubano (Auténtico), que tuvo entre sus integrantes a Heriberto Romero Font, Ramón Pérez, Silvio Sanabria y Remberto Quincoses. Por su parte otros sectores sociales también mostraban, hacia finales de la década, posiciones opuestas a la situación existente. Entre ellas estuvo la protesta de los ciclistas contra un fuerte impuesto anual decretado por el gobierno, quienes desfilaron el 11 de febrero de 1940 por las calles de Remedios con carteles que pedían derogar el decreto.

En estas elecciones de 1940 el gobierno municipal quedó en manos del miembro del Partido Revolucionario Cubano (Auténtico) Heriberto Romero Font, mientras ganaba la alcaldía en Zulueta el también auténtico: Cornelio Negrín. En el ámbito municipal siguió la imposibilidad de las autoridades de solucionar problemas locales por la falta de recursos a esos fines y junto a la corrupción reinante provocaba una situación crítica para las masas trabajadoras.

Una trágica muestra de esta situación ocurrió el 12 de noviembre de 1940, cuando fue asesinado por su firme trayectoria como jurisconsulto el juez de Remedios, Alejandro García Caturla, además una de las figuras emblemáticas de la música cubana en el período republicano. De entonces son estas expresiones recogidas por el historiador José A. Martínez-Fortún:

“…Este crimen es un indicio más del estado de descomposición en que vivimos, gracias a una política corrupta que se ha incorporado a la delincuencia y los peores elementos de la sociedad, mediante una selección al revés.” [9]

El 27 de enero de 1941 los estudiantes del Instituto iniciaron una huelga por la libertad de sus compañeros presos en Santa Clara. Mientras los obreros exigían, en mayo de 1942, la eliminación de las “botellas” en el hospital local. De la misma manera, los choferes se pronunciaban contra el racionamiento de la gasolina y los alumnos del Instituto se lanzan de nuevo a la huelga el 30 de noviembre. En el sector estudiantil hubo constantes protestas, sobre todo en enero de 1947, contra el ministro de educación, José Manuel Alemán, conocido por sus desfalcos al Tesoro Nacional, en tanto los empleados públicos combatían contra la presunta rebaja de sus sueldos en junio de 1948.

En esos años seguía de Alcalde Heriberto Romero Font, considerado como un hombre honesto. Por su iniciativa se llamó a la población para crear un Comité de Superación Local (CDSL), donde actuaban los sindicatos, la Cámara de Comercio, profesionales, sociedades e instituciones culturales. El objetivo era buscar fondos para el arreglo de las calles, centros institucionales y equipar el hospital. También se dictó un decreto que disolvía el cuerpo de la Policía Municipal. Además, creó una brigada de obras públicas para con los recursos del municipio y la recaudación del Comité, realizar mejoras.

Estas medidas reportaron algunos beneficios para Remedios. Se construyeron varios edificios, se pavimentaron 16 calles con sus aceras -la más completa la de Jesús Crespo. Reportó un importante beneficio sanitario, donde se limpiaron los desagües de la ciudad y las avenidas actuales fueron pavimentadas entonces. También en los barrios General Carrillo y Remate de Ariosa se pavimentaron calles y se edificó un paseo público. Se llevó la electricidad a algunos barrios y fueron ubicados puentes sobre pequeños ríos. Pero el estado general del municipio demandaba medidas más amplias, de mayor alcance económico y social, imposibles de solucionar con el escaso respaldo monetario de la alcaldía.

Lucha insurreccional

En Remedios, al ocurrir el Golpe de Estado, el partido de Fulgencio Batista no contaba con un solo concejal. La confusión fue general, los gobernantes municipales se congregaron a puertas cerradas y varios políticos locales se reunieron para redactar un manifiesto, efectuar un acto contra el golpe y nombrar una comisión para viajar a Santa Clara para recibir orientaciones, pero en la capital provincial comprobaron que los golpistas eran dueños de la situación. Por su parte la Juventud Ortodoxa distribuyó una proclama firmada por Orestes Moya, Otilio Pernús y Alfonso González que concluía: “Remedianos todos a la huelga general contra el golpe de Estado, Más vale morir de pie que vivir de rodillas.” [10]

La primera persona que visitó Remedios para orientar la creación de una organización clandestina fue Luis Orlando Rodríguez, junto al dirigente ortodoxo oriental Beto Saumell. En el mes de mayo de 1952 se constituyó el primer núcleo clandestino del Buró Insurreccional Ortodoxo (B.I.O.) Las acciones a ejecutar, en primera instancia, fueron pintar letreros y ubicar carteles que condenaban el golpe. También, vendaron los bustos de Antonio Maceo y José Martí en el parque municipal.

Los estudiantes ocuparon un lugar importante en estos primeros enfrentamientos contra el régimen. Ellos promovieron bajo la orientación de Juan Pedro Carbó Serviá, quien estudiaba en La Habana, la campaña nacional de respaldo a la Constitución de 1940, burlada por el golpe de estado. Así, los estudiantes pusieron a la firma de la población un ejemplar de la Ley Fundamental, como expresión de la inconformidad ante el gobierno batistiano.

Ya para 1953 comenzaron en Remedios algunas acciones más concretas contra el régimen. El 28 de enero se efectuó un acto público oficial y un grupo de jóvenes lanzaron al aire volantes impresos donde se denunciaba el carácter represivo del gobierno. El 13 de febrero, los estudiantes del Instituto salieron en huelga por varios días en protesta por la muerte del joven universitario Rubén Batista.

Después de la farsa electoral de 1954, la presión popular crecía en demanda de la libertad de los asaltantes del Moncada, hecho que se logró con la amnistía en mayo de 1955. A la vez, la repulsa popular se expresaba en lugares públicos y centros de reunión. En Remedios los opositores al régimen se concentraban en el Instituto de Segunda Enseñanza, el Casino Español, la Iglesia Católica, el Artesano y otros lugares, algunos de los cuales fueron allanados por los esbirros en más de una ocasión. En septiembre de 1955, por orientación del médico Guillermo Rodríguez del Pozo y los hermanos Gustavo y Luis Arcos Bergnes se constituye el M-26-7.

En los poblados remedianos cobraban auge las acciones clandestinas basadas en la distribución de propaganda, venta de bonos y sabotajes, como lo fue el intento de incendiar la estación ferroviaria de Zulueta. Por otra parte, los actos de celebración o conmemoración de efemérides se convertían en denuncias contra el régimen. El antiguo colegio Mario Pando (Instituto de Segunda Enseñanza) fue uno de los focos principales de la oposición al gobierno. En sus aulas estuvieron destacados dirigentes revolucionarios que luego cayeron en la lucha, como Juan Pedro Carbó, Marcelo Salado y Alberto Pis.

El 27 de noviembre, cinco días antes de la llegada del Granma, revolucionarios de diferentes sectores opuestos al régimen se reunieron en el campo de baloncesto del Instituto y anunciaron al pueblo la próxima lucha armada revolucionaria. Asistieron los miembros de la FEU Pepín Naranjo, Julián Rizo, Leví Farah, Antonio Carrillo y Jorge Vals, que hizo el pronunciamiento. El día 30, en Remedios, los miembros de la organización se ubicaron en diferentes puntos para estar localizables, como la casa de Georgina Zapata, donde se reunieron José María Pérez, Heriberto Duquesne, Juan Pérez Montalbán y otros, sin que se realizaran acciones concretas.

A partir de 1957, la fuerza revolucionaria creció en todos los sectores de la población, nuevas células integraron el M-26-7 y en el seno de la juventud surgieron grupos de acción. El M-26-7 orientó realizar acciones de sabotaje, sobre todo incendios de cañaverales, riego de puntillas en las principales calles, pintura de letreros en las paredes y fabricación de cocteles molotov, labor dirigida por Andrés Freire y Manuel Bonachea.

Otra expresión de la madurez de la lucha revolucionaria fue la organización de la Resistencia Cívica en una reunión en la casa de Mariano Seiglie. Fue creada en Remedios con la participación de Margot Machado, que representaba la dirección provincial del M-26-7 y delegados de municipios vecinos.

A principios del año 1958 se constituyó en Remedios el Directorio Revolucionario 13 de marzo. Constituyeron dicha organización Carlos Sánchez de Oca y los hermanos Julio y Gina Camacho, con la colaboración del Fidel Reinoso, Modesto Freire y Agustín Hernández. En los días finales del mes de febrero, los estudiantes del Instituto se declararon en huelga definitiva, y el día 27 de dicho mes fue arrestado Norberto Camacho, presidente de la Asociación de Estudiantes del Centro. Por otra parte, la noche del 9 de marzo, un grupo de acción del Movimiento dio fuego a la casa del conocido delator “Gancho”. Los uniformados tuvieron que movilizarse cuando se disponían a festejar el arribo de otro aniversario del golpe del 10 de marzo.

Al arribar el día 9 de abril de 1958, el Movimiento había puesto sus fuerzas en tensión en la localidad. Varios comandos se encontraban ocultos en distintos puntos de la zona urbana: uno al mando de Manolo Bonachea y Pedro Vázquez, se ubicaba en el Guayabal de Molina, en el camino de Jinaguayabo; otro en la Iglesia Mayor y un tercero en la casa de Manolo García (Cuchilla), en la salida a Rojas, donde se encontraban José Maria Pérez, Rafael Carmona y Sergio Bofia. Por su parte, en la zona rural del municipio se habían organizado dos focos guerrilleros, uno en Carolina y otro en Guajabana, para apoyar la huelga con las armas.

A las 11 de la mañana la radio transmitió el llamamiento a la Huelga Revolucionaria. A instancias de integrantes de las organizaciones revolucionarias locales, algunos establecimientos comerciales cerraron sus puertas y varios talleres pequeños paralizaron sus labores. El Ejército se movilizó hacia distintos lugares de la ciudad con el fin de reprimir cualquier manifestación de apoyo a la huelga.

En el mes de noviembre Batista convocó a elecciones, con la pretensión de sustraer a la población de la línea insurreccional. Remedios tuvo una mínima concurrencia a las urnas, a pesar de las amenazas de las fuerzas represivas de la tiranía. En las zonas campesinas remedianas no se efectuaron elecciones, producto de la influencia que tenía en ellas la fuerza rebelde que ya operaban con sus grupos de avanzada por estas áreas. Para entonces se había creado un foco guerrillero del Movimiento en la zona de Cayo las Vacas, cuya jefatura ejercía Felipe Rodríguez del Río (Chichito). Este joven revolucionario, que llegó en cumplimiento de una misión a la ciudad, fue reconocido y asesinado en plena calle el día 11 de noviembre. Su cadáver estuvo tendido durante toda la tarde bajo una llovizna invernal. Algunos vecinos quisieron cubrirlo con una sábana y los esbirros se lo impidieron, hasta que fue retirado.

El movimiento del llano contribuyó con el Ejército Rebelde enviando armas hasta las montañas, las que se obtenían en forma de requisas. Las escopetas y revólveres así adquiridos se depositaban y reparaban en las casas de Pedro Vázquez y de Paulino Gutiérrez, ubicada en Jinaguayabo. Desde allí eran trasladadas por choferes de alquiler vinculados al Movimiento hasta la zona de operaciones del Ejército Rebelde cuando este comenzó a operar en la provincia.

Otro hecho importante ocurrido en el territorio remediano fue el ataque y toma de Zulueta, desarrollado por las tropas dirigidas por Camilo Cienfuegos, que se movieron desde Buenavista y atacaron la población en la madrugada del 24 de noviembre. El cuartel se tomó por asalto, se requisaron armas, municiones y enseres diversos, y fueron hechos prisioneros los militares que defendían la instalación, los que se entregaron a la Cruz Roja, días después.

Uno de los hechos más importantes de esta etapa final de la guerra revolucionaria fue la Conferencia Azucarera en Armas, celebrada en el poblado del General Carrillo. A la Plenaria Azucarera asistieron unos 700 delegados llegados de diferentes provincias, excepto de Oriente que no participaba; la mayor representación fue la villareña. Previo a este evento el Comandante Camilo Cienfuegos efectuada en el mes de noviembre, en Alicante, una plenaria con trabajadores de los centrales San Agustín y Adela, como preparación para la citada Conferencia. Entre los problemas discutidos estuvo la necesidad de abrir los caminos cerrados en la zona. Allí mismo, Camilo redactó una disposición donde establecía que, antes de las 72 horas, no quedaría un solo camino con candados y ni una puerta en pie. En tres días esa disposición ya se había ejecutado en la zona norte de Las Villas.

Las fuerzas rebeldes dirigidas por el Comandante Ernesto Che Guevara liberaron Placetas y avanzaron hacia Remedios. Se ubicaron el 25 de diciembre de 1958 en el lugar conocido por Portada de Hierro, a unos tres kilómetros de la carretera. Allí se ultimaron los planes para el próximo ataque. El avance de los revolucionarios movilizó a las organizaciones locales, cuyos dirigentes se colocaron inmediatamente a las órdenes del mando rebelde. Además, se crearon dos puestos con la insignia de la Cruz Roja en las casas de los médicos Fournier y Hernández Pina. En esta última se encontraban varias mujeres listas para colaborar. Por otra parte, algunos jóvenes se presentaron ante el Che para brindarse como prácticos. [11]

Alrededor de las 4 de la tarde entraron en la ciudad las fuerzas rebeldes. Un grupo al mando del Capitán Luis Alfonso Zayas avanzó hasta ocupar posiciones en el Hospital, la Cárcel y el Juzgado. El Capitán Roberto Rodríguez (El Vaquerito), marchó hasta las cercanías de la Jefatura de Policía, pero antes rindió y ocupó las armas a una pareja del Ejército, custodios de la Zona Fiscal. Mientras, el dirigido por Rogelio Acevedo, ocupó la entrada desde Camajuaní. La población siempre apoyaron a los combatientes durante la lucha armada. El 26 de diciembre de 1958 fue liberado Remedios.

Período Revolucionario

Las dos primeras décadas de la Revolución Cubana

A partir del Triunfo Revolucionario, las principales fuerzas revolucionarias que habían participado en la lucha contra la tiranía se dieron a la tarea de organizar el gobierno local. Fue designado, como máximo representante, Osvaldo Martínez Valdés, mientras actuaba como Coordinador del Movimiento 26 de Julio: Mariano Seiglie Rodrigo. A su vez, se reconoció la actitud de los 4 concejales que no firmaron los Estatutos Constitucionales de la dictadura, los miembros del Partido Ortodoxo: Luís Caravia Monasterio y Orestes Moya Torres; del Partido Autentico: Alfredo Martínez de Villa y del Partido Socialista Popular (PSP): Dagoberto Morell Reye.

El territorio comenzó a reflejar los cambios que se operaban en la sociedad cubana. Una labor que se inició de inmediato estuvo relacionada con el movimiento obrero, a partir de la existencia del Frente Obrero Nacional Unido (FONU), cuya línea de trabajo estuvo dirigida a eliminar -en asambleas ampliadas con los trabajadores- las direcciones sindicales mujalistas. Además, se incorporó a las masas obreras la huelga general convocada por Fidel Castro para asegurar el Triunfo de la Revolución.

La fundación en Remedios de las Milicias Nacionales Revolucionarias a fines de 1959, estuvo antecedida por la organización de las milicias obreras en centros de trabajo y talleres. Los primeros pelotones se crearon en el sector del calzado, el 18 de junio. Después se fundaron en el sector de las comunicaciones, en la fábrica de dulce “Los Atrevidos”, en la de tabaco torcido “El Vaquerito” y en la administración pública. En las áreas rurales se organizaron patrullas campesinas en Jinaguayabo, Viñas, Guanabanabo, Rojas, Bartolomé, Carolina, Las Lechugas y Palenque.

La aplicación de la Ley de Reforma Agraria se hizo efectiva a través de Zonas de Desarrollo Agrario (ZDA), dotadas de algunos medios para apoyar las labores agrícolas, promoverían la diversificación de las producciones y a la vez elevarían la educación y la cultura del campesinado. El municipio de Remedios estaba ubicado en la ZDA-13, que incluía a Santa Clara, Placetas, Zulueta, Camajuaní, Vueltas, Ranchuelo, Esperanza, Remedios y San Diego, con oficina central en la capital provincial.

Luego de la promulgación de esta Ley, se crearon en Remedios los llamados Comités Pro-Reforma Agraria. En tal sentido circularon numerosos bonos, cuyo objetivo era recaudar fondos como ayuda financiera para la aplicación de esta Ley. A la vez, comenzó la preparación para las personas que ejercerían funciones como interventores del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) en Las Villas, en un curso al que asistieron varios remedianos.

Una de las principales acciones de la ley agraria ocurrió el 7 de diciembre de 1959, cuando se intervino la finca de Jiquibú en la zona de Guajabana, con extensión de 55 caballerías propiedad de Ángel Falcón Romero, de ellas 17 dedicadas al cultivo de la caña, las cuales abastecían al central Reforma y el resto, 38 caballerías, constituían fincas rústicas.En estos primeros tiempos también fueron intervenidas las tierras de la Compañía Guanijibes S.A, del poblado de Zulueta, dedicadas a abastecer el central San Agustín (Chiquitico Fabregat).

El problema de la vivienda, también tuvo que enfrentarlo el nuevo gobierno revolucionario, es por ello que el 14 de octubre de 1960, se dictó la ley de Reforma Urbana. De inmediato se inició la construcción de viviendas, para eliminar los barrios insalubres tan comunes entonces, que facilitó la solución de 164 casos de viviendas, proceso fortalecido después por las microbrigadas sociales que edificaron 854 viviendas. También se edificaron repartos residenciales, tanto en la zona urbana como rural, entre ellos se completó: el Reparto 26 de Diciembre, con 606 viviendas, iniciado en 1960 y terminado hacia 1968; la Planta Sandino con 32; el CAI Chiquitico Fabregat con 28; el Heriberto Duquesne con 40; el área rural de Francisco Pérez con 40; Zulueta con 80 y la zona de la Mina Dolomita con 44.

En marzo de 1960, se dio a conocer la conclusión de drenajes de Zulueta y Lagunitas, zona rural, así como la reconstrucción de varias calles de ese poblado, mejorando las vías de comunicación. En el municipio se construyeron terraplenes, 164 devenidos en carreteras, que enlazaban, de forma viable, comunidades y centros de producción. Se crearon diferentes rutas de transporte beneficiándose los habitantes de Bartolomé, Viñas, los CAI “Chiquitico Fabregat”, y Heriberto Duquesne” y el poblado de Buenavista.

El Gobierno Revolucionario comenzó la tarea de avanzar hacia la industrialización del país, llevando hasta los más apartados lugares la edificación de nuevas fábricas o el mejoramiento de otras que ya existían en el municipio. Por ejemplo, la Fábrica de Calzado Vulcanizado de Remedios, que desde su nacionalización en septiembre de 1961, producía ya 3 tipos de calzado. Igualmente, la Fábrica de Dulces “Los Atrevidos”, donde se introdujeron en 1962 las nuevas técnicas, lo cual permitió aumentar la producción y productividad del trabajo.

Se procedió a ampliar el Consejo Municipal de Educación que ya existía en el municipio, seleccionándose quienes serían los responsables de movilizar y orientar el trabajo hasta su término como parte de la Campaña de Alfabetización. Igual proceso se desarrolló en Zulueta. Para esta labor hubo una amplia participación de las diferentes instituciones y organizaciones como: los CDR, FMC y la AJR. Al final, se alfabetizaron 4 589 habitantes para un 70,7% del total, con el esfuerzo conjunto de maestros, brigadistas, alfabetizadores populares y otras fuerzas. Entre los que se destacaron: Victoria Valera; Hirma González; Petra Moret de Mola; Olga Fonseca; Blanca García; Dra. Olga Machado; Gloria Arenado y dirigidos por: Luisa Noa y Humbelino Espino Pérez. En Zulueta, la Campaña concluyó el 30 de noviembre, y en Remedios, el 12 de diciembre de 1961.

Con la alfabetización se abrieron nuevas posibilidades de superación materializadas en los cursos de Seguimiento- que contó con 29 aulas entre urbanas y rurales-, la Superación Obrera-Campesino, la enseñanza técnica, la batalla por el sexto grado y otras vías. A la vez, el municipio contaba con 54 aulas primarias urbanas, 47 rurales y un centro escolar en Buenavista. En tanto la Enseñanza Medio Superior experimentó grandes cambios, con la existencia de tres centros de este tipo, una en Jinaguayabo, junto a una Facultad Obrera, una Secundaria Básica Urbana y un Instituto Pre Universitario, en Remedios.

Unido a lo anterior se benefició la salud, para ello se construyeron centros asistenciales. En 1963 fue inaugurado el policlínico, con sus servicios brindados al pueblo a través de sus consultas, que se amplió con la desaparición paulatina del servicio privado. También los servicios de farmacias ayudaron al desaparecer la farmacología privada. Los poblados rurales vieron favorecida su situación con la inauguración de policlínicos, dotados de los equipos de primeros auxilios y con laboratorios en Buenavista y Carrillo.

Un paso más complejo e importante fue el proceso de nacionalizaciones efectuado en el territorio. De acuerdo a las medidas aplicadas por el Gobierno Revolucionario fueron intervenidos: la Compañía de Electricidad y los centrales azucareros “San Agustín” y “Adela”, con sus áreas cañeras. El primero nacionalizado el 5 de agosto de 1960; el “Adela”pasó al Estado el 17 de octubre de 1960; el “San Pablo”ubicado en Zulueta, fue intervenido el 26 de febrero de 1960 y el 9 de julio fue confiscado.

En cuanto a la parte financiera, en el municipio existían 2 oficinas bancarias, el Banco Pujol de Remedios y Unión Comercial S.A. de Zulueta, que se regían por las disposiciones del Banco Nacional de Cuba. De forma paralela, existían una serie de establecimientos denominados casas bancarias, que en su mayoría no eran más que comercios en los cuales los distintos clientes depositaban sus caudales. La banca fue nacionalizada el 13 de octubre de 1960 y como medida complementaria para ejercer el control del circulante del país se produjo el canje del dinero entre el 6 y 7 de agosto de 1961.

En cuanto a la industria azucarera, luego de las primeras zafras después de la nacionalización, se elaboró el primer plan para el quinquenio comprendido entre 1966 y 1970. En este se planificó desarrollar un intenso trabajo agrícola-industrial para lograr una alta producción. Además, se trataba de introducir de forma masiva los avances tecnológicos en las labores de siembra y cultivo de la caña y ampliar las áreas de cultivo. También se buscó un mayor rendimiento por hectáreas a partir de nuevas variedades de caña como la Puerto Rico 980, así como hacer una utilización racional de los fertilizantes y herbicidas. El uso de la técnica fue considerable en el período, sobre todo en el central “Chiquitico Fabregat”.

En el empeño de lograr estos objetivos económicos se destacó la respuesta popular a las grandes movilizaciones realizadas para la siembra, la limpia y el corte de caña, donde participaron cientos de voluntarios en largas jornadas de trabajo. También colaboraron las fábricas que garantizaban con sus producciones útiles para la zafra, como la de guantes de Zulueta, que entregó cuarenta mil pares de guantes reforzados para las grandes brigadas de trabajo.

En este mismo período, desarrollaron su trabajo las Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI)- fundadas a mediados de 1961- cuya tarea esencial fue la búsqueda de cohesión interna y fue indispensable para llevar adelante las tareas de la Revolución. La sede de las ORI en Remedios fue un local, donde hoy radica la Escuela Primaria “Francisco Carrillo”. En el municipio existían 14 núcleos y 159 militantes. El Comité Municipal lo integraban 18 personas. Su Primer Secretario fue Alfonso González Martínez, sustituido después por Reinaldo García Cardoso.

En Remedios, las ORI no estuvieron exentas de dificultades y errores. Las posiciones sectarias de algunos dirigentes afectaron la necesaria unión con las organizaciones de masas y políticas, con incidencia directa en la economía. Así, hubo falta de obreros vinculados a la producción; incumplimientos en los planes productivos; débil trabajo en las secciones sindicales y la CTC, que en ocasiones llegó a ser nulo.

En 1964 se realizó la renovación y ratificación de mandatos -desde el municipio hasta la provincia- para perfeccionar su organización y sus órganos de dirección. En octubre de 1965, quedó constituido en el país el Comité Central del Partido Comunista de Cuba. Entonces, el Partido en Remedios, recién fortalecido, debió enfrentar las debilidades de las organizaciones de masas y el resquebrajamiento de los vínculos entre ellas y con la administración.

A partir de 1972 se creó en Remedios el Plan Plátano, que ocupaba los territorios que pertenecían a la Granja de Remedios, que para 1976 tomara el nombre de Empresa de Cultivos Varios. No obstante, desde etapas anteriores, la producción de viandas y vegetales reportaba buenos resultados en plátanos, fruta bomba, pepino, tomate, pimientos y col, lo que permitió estabilizar la entrega a la población, incluidos también cítricos y granos. En otras ramas de la economía, en noviembre de 1971 la planta de vulcanización lograba elaborar más pares de zapatos de los previstos en su plan. También vio ascender la producción el centro textil “Juan Pedro Carbó Serviá” con 22 441 piezas por encima de su promedio.

En estos años el desarrollo social estuvo matizado con la apertura de varios centros para beneficio de la población, tanto en los servicios como en la salud. Ejemplo de ello se inauguró: la Clínica Dental en 1973, la ESBEC Carlos Coello en 1973 y una planta automática de teléfonos. En 1975 se fundó el IPUEC “Luis Arcos Bergnes” y el Museo de la Música “Alejandro García Caturla”. También fueron abiertos seis Círculos Sociales, de ellos cinco rurales y se proponía la apertura de otro en Taguayabón.

Proceso de Institucionalización y Rectificación de Errores

Con la puesta en práctica en Cuba de una nueva División Política Administrativa en 1976, Remedios adquirió una extensión territorial de 559.6 kilómetros cuadrados, con límites al norte y oeste con el municipio de Caibarién, al Sur con Placetas, al Este con Yaguajay y Cabaiguán, ambos de la provincia de Sancti Spíritus, y al sur con Camajuaní. Se integraban a su territorio Zulueta y Buenavista, creado este último como municipio en 1963. En el mes de octubre de 1976 se constituyó la Asamblea Municipal y se eligió su Comité Ejecutivo y los Delegados a la Asamblea Provincial el 11 de noviembre. El Poder Popular en el Municipio de Remedios, quedó estructurado con un total de 75 circunscripciones, 26 de ellas urbanas, 45 rurales y 4 especiales. Fueron elegidos 3 delegados a la Asamblea Provincial y 2 diputados a la Asamblea Nacional.

Imagen actual de la Plaza Mayor de Remedios.

Un peso económico en el territorio tenía la industria ligera, que desde etapas anteriores contaba con una fábrica de calzado vulcanizado, con capacidad para producir 6 000 pares de zapatos y 3 talleres de confecciones que se dedican a diferentes producciones. Estos centros se mantuvieron con sus resultados en esta etapa. Para el municipio resultó de mucha importancia el desarrollo del movimiento cooperativista, señalado eslabón dentro de la producción agrícola en Remedios, el que recibió un impulso considerable, después de la celebración del V Congreso de la ANAP. La primera Cooperativa de Producción Agropecuaria (CPA) en el municipio se creó en 1977 y se le denominó “Frank País”. A partir de ese momento, se organizaron otras seis encaminadas a obtener mejores resultados.

Así mismo, la construcción de una fábrica de fideos en 1988 y tres talleres textiles en Buenavista, Zulueta y otro que inició sus labores en Remate de Ariosa, muestran un despegue industrial en la zona. Junto a la creación de un taller de objetos artesanales en Carrillo, la Fábrica de Bloques y Baldosas, la Fábrica de Tejas y una Planta de Procesamiento de Zeolita, lo cual amplió las posibilidades de empleo para los remedianos.

También existieron evidentes avances en la electrificación del territorio, que llegó a abarcar el 69 % del área habitada, lo que unido a otros que ya disfrutaban de este servicio, llegó a comprender el 89% de los que requerían la instalación eléctrica. En la etapa analizada, los problemas principales estaban en la escasez de recursos y el mayor gasto de petróleo que conllevaría, además del costo de la inversión, situación que se agravó a partir de 1990.

A partir de 1976, Remedios experimentó también un notable avance en otras esferas, sobre todo en la construcción de nuevas obras sociales y en el desarrollo de la ciencia, la cultura y la defensa. Desde esta fecha se completó y desarrolló la infraestructura educacional desde el Círculo Infantil hasta el Pre-Universitario. Por ello, para 1989 el nivel educacional promedio era de 8vo grado, apoyado por la realización de cursos en todos los niveles del sistema. El territorio cuenta además con un importante centro de educación especial que recibió la condición de Vanguardia Nacional.

Por otra parte, el 7 de marzo de 1980, se declaró el Centro Histórico de la Ciudad como Monumento Nacional por su valor histórico-social como una de las primeras villas coloniales fundadas en Cuba.

Período Especial

La década de 1990 fue muy compleja en la realidad cubana. Se iniciaba el llamado Periodo Especial. En correspondencia, para contrarrestar los efectos, se elaboró la Estrategia Económica, cuyos objetivos se centraron en resistir las consecuencias de la crisis, la reinserción de Cuba en la economía mundial y salvaguardar las conquistas fundamentales de la Revolución. Las medidas tomadas, valederas para todo el país, tuvieron su manifestación concreta en el municipio de Remedios, en cuyo caso se tuvieron en cuenta las características del territorio y sus reales posibilidades.

Un aspecto priorizado en estos años fue el Programa Cañero Azucarero, aplicable a los CAI “Chiquitico Fabregat” y “Heriberto Duquesne”, que en los primeros años del Período Especial mostraron resultados productivos muy bajos, que llegaron a índices extremos en 1995. Por su parte, a fines de la década del noventa, comenzó a mostrar sus perspectivas el desarrollo del turismo, vinculado con el avance de los trabajos en la cayería norte de Villa Clara, y donde se insertaba Remedios, tanto por su entorno geográfico como por sus valores histórico-culturales.

A partir del 2000 se inició en el país la Batalla de Ideas, en el municipio se concretaron sus acciones fundamentales, con énfasis en las que promovían el desarrollo social en la salud, la educación y la cultura. Entre los resultados logrados al calor de esta Batalla en el municipio se remodelaron: la Escuela Primaria Mártires de Bárbaros y la ESBU Juan P. Carbó Servía; se construyeron las nuevas Policlínicas en Remedios y Zulueta y se remodeló la Clínica Estomatológica en Remedios. También se abrieron las Salas de Rehabilitación en diferentes lugares del municipio y se remodelaron algunas instituciones del centro de la ciudad.

Vista aérea actual de Remedios.

Referencias

Fuentes

  • Fernández Cardoso, Yurier: Francisco Carrillo Morales: de caudillo regional a político nacional (1895-1907). Tesis de Licenciatura, Universidad de la Habana, 2018. p.20.
  • Historia del municipio de Remedios(inédito)
  • Hortensia Pichardo. Documentos para la Historia de Cuba T 1. Editorial de Ciencias Sociales. Instituto Cubano del Libro. La Habana, 1971, p. 100.
  • Humberto Arnaez Rodríguez: Francisco Carrillo ante la historia de Cuba. p. 83. *Instituto de Investigaciones Estadísticas. Los censos de población y vivienda en Cuba. Comité Estatal de Estadísticas, La Habana, 1988. Tomo I, Volumen I, p. 122.
  • José A. Martínez-Fortún y Foyo. Óp. Cit. T XI. P. 128.
  • José Martí. Obras Completas. La Habana, Editorial de Ciencias Sociales, 1975. t. 4. p. 365-370.
  • Martínez-Fortún y Foyo, José A. Anales y Efemérides de San Juan de los Remedios y su Jurisdicción. T. XIII, p.45.
  • Máximo Gómez. Diario de Campaña. La Habana, Instituto Cubano del Libro, 1968. p. 423.
  • Remedianos todos a la huelga general contra el golpe de Estado, Más vale morir de pie que vivir de rodillas p. 1.
  • Testimonio de Rosendo Leonardo Hernández Velázquez. Combatiente M-26-7.