Historia del municipio Unión de Reyes (provincia de Matanzas)


Historia del municipio Unión de Reyes (provincia de Matanzas)
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Escudo union de reyes.png
Cronología
Período precolombino
Período colonial (1492-1898)
Mercedaciones
Surgimiento y evolución de los núcleos poblacionales
Evolución económica
Evolución social
Etapa 1868-1898
Período Neocolonial (1902-1958)
Situación socioeconómica del territorio
Golpe de Estado del 10 de marzo de 1952
Unión de Reyes después de 1953
Revolución en el Poder
Transformaciones económicas
Transformaciones sociales
Organizaciones de masas
Nueva organización juvenil
Organización del gobierno municipal

Historia del municipio Unión de Reyes (provincia de Matanzas). La historia del municipio comienza con el período precolombino. La primera mercedación de tierras fue otorgada en febrero de 1635 a Francisco Martínez, el sitio San Andrés y Alacranes, para poblar de vacas. Por Real Orden en 1862 se estableció el Ayuntamiento de Alacranes otorgándosele el título de villa, fue el primero de esta región y el cuarto de toda la jurisdicción de Matanzas.

A inicios del siglo XIX el territorio vivió un intenso proceso de cambios en la esfera económica, como consecuencia de los sucesos que se producen en Matanzas y motivado, en primer lugar, por la habilitación del puerto para el comercio nacional, además de la repercusión en Cuba de la Revolución de Haití en 1791, que propició que se fomentara la producción azucarera, en la que el ingenio era una empresa que se aprovisionaba a sí misma.

Entre 1840 y 1868, la cultura alcanza un cierto desarrollo donde aparecen centros educacionales en muchos de los poblados de la comarca, así como publicaciones periódicas y de libros, manifestándose un auge en el teatro, las tertulias y otras expresiones culturales, como muestra evidente del progreso económico.

El 5 de noviembre de 1843 se sublevó la dotación de esclavos del ingenio Triunvirato, dirigidos por los lucumíes Eduardo, Narciso y Felipe y el gangá Manuel. Después partieron hacia el Ácana, allí fueron secundados por parte de la dotación, incluyendo mujeres, entre ellas, Fermina, que había participado en un alzamiento anterior, las criollas Carmita y Juliana y la gangá Filomena.

El 24 de febrero de 1895 respondieron a la orden de alzamiento el grupo liderado por Juan Gualberto Gómez y, como jefe militar, Antonio López Coloma, quienes se levantaban en armas en la finca, de Ibarra. En El Galeón, a escasos kilómetros del ingenio Conchita, Gómez y Maceo se reúnen para tomar importantes decisiones. Al día siguiente, 11 de marzo de 1896, se produce el último encuentro entre Gómez y Maceo.

De 1903 a 1925, la totalidad de los ingenios de la jurisdicción habían pasado a manos de grandes compañías y consorcios. Se iban ampliando los más grandes. Esos pequeños ingenios que daban ocupación a cientos trabajadores, se hacían sentir en Unión de Reyes.

A finales de diciembre de 1952, una treintena de obreros agrícolas llevaban más de seis meses sin percibir salario alguno por una disputa entre los propietarios y un arrendatario. El 27 de diciembre, los trabajadores agrícolas recibieron sorpresivamente la visita de Fidel Castro, quién se identificó como un abogado de La Habana; el 31 de diciembre todos los trabajadores estaban cobrando los cheques con el importe de los adeudos de cada uno.

A mediados de 1955 se inician los primeros contactos a fin de estructurar las células del Movimiento 26 de Julio (M-26-7) en la zona sur de la provincia. Aldo Santamaría, que fungía como responsable provincial, mantuvo contactos en la región para tales fines.

Se organizó en la finca Ponce, de Guamacaro, el grupo guerrillero Jesús Rabí, bajo la jefatura de Néstor Sotomayor, líder obrero y militante comunista, trabajador de la fábrica Gravi de Jovellanos.

El 1 de enero de 1959, al conocer el derrocamiento de la dictadura batistiana, el pueblo unionense salió a las calles para cumplir las orientaciones dadas por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.

Unión de Reyes limita al norte con el municipio Limonar, por el este con Pedro Betancourt y Jagüey Grande, por el sur con la Ciénaga de Zapata y por el oeste con la Ensenada de la Broa y los municipios de la provincia Mayabeque, Nueva Paz y Madruga.

Período precolombino

Las primeras evidencias de presencia aborigen en el territorio son demostradas por los trabajos de campo del investigador Juan A. Cosculluela y el arqueólogo Harrington, en 1913, en la zona de la Ciénaga de Zapata, así como observaciones y detención de montículos aborígenes en la finca Santo Domingo.

En 1985 se inicia la exploración en la cueva El Donque, donde se obtiene como resultado el tercer hallazgo de la historia arqueológica aborigen unionense. Los restos pertenecían a una persona joven, entre los dieciocho y veinte años de edad, del sexo femenino, que medía 1.20 m de estatura, padecía de anemia y su enterramiento se produjo entre el 1300 y 1500 de nuestra era.

En las paredes de estas cuevas se han encontrado pictografías en forma de círculos y líneas, en señal de una cultura mágico-religiosa.

Período colonial (1492-1898)

Mercedaciones

Las mercedaciones fueron concesiones de la Corona española por las que se entregaban extensiones de tierras en hatos, corrales y realengos; en esta zona eran dadas por los cabildos de La Habana y Matanzas, caracterizándose por un cambio continuo de propietarios pues, según las Ordenanzas, las tierras que no eran explotadas podían volverse a mercedar.

En febrero de 1635 se merceda, a favor de Francisco Martínez, el sitio San Andrés, junto a Alacranes, para poblar de vacas y, el 19 de agosto de 1648, el pedimento del sitio Alacranes, a veintiocho leguas de la ciudad de San Cristóbal de La Habana.

En 1660 se merceda Laguna de San Agustín, lindante con San Andrés, La Sabanilla y Alacranes. En 1670 se merceda Río Seco como corral, a favor de Leonardo de Heredia, entre los corrales La Sabanilla, Cidra y San Pedro.

El 14 de abril de 1673 se pide en merced, por don José Armenteros, el sitio Laguna Bermejas, lindante con La Sabanilla, Las Moscas, Alacranes y Laguna de San Agustín. Se solicita el sitio de Cabezas, lindante con Las Moscas y Laguna Bermejas. El 11 de octubre de 1726 se otorga a Fernando de Otero la merced del sitio La Sabanilla.

Surgimiento y evolución de los núcleos poblacionales

Alacranes fue fundado en el antiguo asiento del hato de su nombre, alrededor de 1660, cuyo progreso se debió a la calidad de las tierras propicias para el cultivo de la caña de azúcar y su fomento definitivo comenzó en 1813. En ese mismo año se habilitó la iglesia como tenencia del curato de Macurijes; era parroquia de ingreso y se creó bajo la advocación de san Francisco de Paula. Este templo fue reconstruido en 1820.

Por Real Orden del 21 de mayo de 1862, se creó el Ayuntamiento de Alacranes otorgándosele el título de villa, comenzando a funcionar como tal el primero de septiembre del propio año. Fue el primero de esta región y el cuarto de toda la jurisdicción de Matanzas.

Estación de Ferrocarril

El poblado de Cidra se desarrolló en tierras del partido de Santa Ana que, en el año 1794, fue fundado por el marqués de Jústiz de Santa Ana.

San Antonio de Cabezas es otro núcleo poblacional cuyo fomento se intensifica cuando su iglesia, en 1822, oficia como auxiliar de la de Matanzas, como curato de ingreso bajo la advocación de San Antonio. Esto ocurre en terrenos del antiguo corral nombrado Cabezas.

El caserío de Bermejas, que pertenecía al partido de Alacranes, se desarrolló como consecuencia del paso del ferrocarril que estableció allí un paradero donde se concentraban los embarques de las mercancías.

En la primera mitad del siglo XIX la comarca tenía un pobre desarrollo urbanístico. Cabezas, Sabanilla y Cidra no son más que pequeñas agrupaciones de casas, construidas en su inmensa mayoría de guano, yagua, madera y embarrado. El ferrocarril transformó el destino de estas poblaciones, provocando cambios de significación y en algunos, como Unión de Reyes, fue determinante para su prosperidad.

En 1844 la población desciende a 5 188 habitantes, de los cuales 3 343 eran esclavos. Este fenómeno está íntegramente ligado con las rebeliones de los esclavos y el huracán que afectó el territorio en octubre de 1844.

Después del Zanjón, se promulga el Real Decreto del 9 de junio de 1878 que oficializa las provincias. A Matanzas, como provincia, la integran entonces cinco partidos judiciales y veintitrés ayuntamientos. La ciudad de Matanzas queda como capital provincial y los partidos judiciales: dos en Matanzas, Cárdenas, Colón y Alfonso XII, o Alacranes. A este último, en 1879, los ayuntamientos correspondientes resultaron: Unión de Reyes, San Antonio de Cabezas, Sabanilla del Encomendador y Santa Ana-Cidra.

Evolución económica

A partir de 1790, el territorio vivió un intenso proceso de cambios en la esfera económica, como consecuencia lógica de los sucesos que se producen en Matanzas y motivado, en primer lugar, por la habilitación del puerto, por Real Orden de 1793, para el comercio nacional, además de la repercusión en Cuba -y dentro de ella en Matanzas y el territorio unionense- de la Revolución de Haití en 1791, que propició que se fomentara la producción azucarera, en la que el ingenio era una empresa que se aprovisionaba a sí misma.

En la zona de Santa Ana hay, en 1817, veinticuatro ingenios, cifra que, para 1827, ascendió a treinta y seis. Esta zona no solo va liderando en el territorio por el número de ingenios con que cuenta, sino también por la introducción de nuevas tecnologías en sus industrias, muestra de lo cual es el ingenio San Silvestre, o Ácana, del cuartón de Las Cidras, que, en 1823, se convierte en el primero de la jurisdicción de Matanzas en instalar la máquina de vapor por su dueño José Eusebio Alfonso y Soler.

A este período corresponde también la fundación, en 1833, del ingenio Las Cañas -situado a tres kilómetros, entre el sur y suroeste de Alacranes- fundado por Juan Poey y Aloy. En la zafra de 1834-1835, el territorio contaba con veinticinco ingenios en Santa Ana, veinte en Alacranes, veintidós en San Antonio de Cabezas y sesenta y ocho en Sabanilla del Encomendador, para un total de 145.

Uno de los ingenios con tecnología avanzada para la época es Las Cañas, al que le fue instalado el mejor trapiche de 1860, movido por una máquina de vapor de alta presión. Al Santa Rosa, que contaba con una maquinaria muy avanzada, en 1856 se le construyó una cañería de hierro colado, de seis pulgadas inglesas de diámetro, que tenía 4 500 varas de largo y era sostenida en parte por pilares de ladrillos, para conducir el guarapo proveniente del ingenio Santo Domingo a este.

En el orden industrial, el central Conchita lograba resultados con una producción de 43 000 sacos de azúcar en la zafra 1889-1890; la región unionense tenía un importante lugar en la producción provincial, ya que en este año poseía dieciocho ingenios con una producción considerable.

El desarrollo azucarero propicia la aparición de talleres para la producción de piezas para la industria azucarera. En 1852 existía una fundición cuyo dueño se llamaba Juan Smith. En 1869 se funda por Hilario Marcelín (francés) y Roberto Morrison (norteamericano) otro taller con este fin. Ambos talleres se establecieron en la calle Ferrocarril, en el poblado de Unión de Reyes.

En la ciudad de Matanzas, Gonzalo Alfonso Soler -quien era consejero de la administración en y propietario del ingenio San Gonzalo, o Majagua, - había recibido una concesión provincial del gobernador Joaquín Ezpeleta, en la cual autorizaba la construcción de un ferrocarril desde esa ciudad hasta la hacienda Las Piedras, o Manuel Álvarez, pasando por Sabanilla del Encomendador.

Los campos del territorio sufrieron transformaciones significativas, a partir de 1839, cuando queda constituida la Empresa del Ferrocarril Matanzas-Sabanilla que, además, el domingo 26 de enero de 1845 llevó el primer tren de pasajeros hasta Cidra. Apenas tres meses después, el 20 de abril de 1845, el ferrocarril llegó a Sabanilla.

Las paralelas del ferrocarril Matanzas-Sabanilla llegan al lugar donde radicaba la taberna del comerciante Manuel Reyes, el 1 de octubre de 1848. Casi al mismo tiempo, pero por otra vía, llegaron para enlazarse con las paralelas del ferrocarril de Matanzas, los caminos de hierros que extendían su línea principal a lo largo de la llanura roja meridional, al este de Güines. Este importante tramo de cincuenta y dos kilómetros prestaría sus servicios a los ingenios de la zona de San Nicolás, Palos, Nueva Paz y Alacranes.

Evolución social

Según el historiador matancero Pedro Antonio Alfonso, la primera escuela que tuvo Santa Ana se fundó alrededor del año 1824, en la época del gobernador Cecilio Ayllón, a quien se debió la fundación de esta y otras escuelas. Se encargó de su establecimiento Francisco Guerra Betancourt. En el partido de San Antonio de Cabezas, hacia 1840, existía una escuela de primeras letras dividida por sexo.

Entre 1840 y 1868, la cultura alcanza un cierto desarrollo en el territorio, donde aparecen centros educacionales en muchos de los poblados de la comarca, así como publicaciones periódicas y de libros, manifestándose un auge en el teatro, las tertulias y otras expresiones culturales, como muestra evidente del progreso económico que se está dando fundamentalmente en el sector azucarero.

En 1864 se pone en marcha una escuela en el pequeño poblado de Cidra, que contaba desde hacía varios años con un embarcadero de azúcar, lo que lo convertía en uno de los más importantes lugares de la demarcación. La escuela se fundó en la sitiería de , junto al camino real, considerado el lugar adecuado por vivir allí un elevado número de vecinos pobres. En diciembre de 1868 se fundaron las escuelas municipales en Alacranes.

Las funciones de teatro se continuaban efectuando en el territorio en la década del 60; ejemplo de ello es la licencia concedida a Tomás García para dar funciones dramáticas en el caserío de Bermejas. En 1866 se funda en Alacranes la primera Sociedad de Instrucción y Recreo.

Se introdujo la primera imprenta en la villa de Alacranes en 1867. Don Vicente Bas y Cortís, promotor fiscal, fue quien la trajo con el objetivo de imprimir una obra que tiene por título Derecho ultramarino vigente. Más tarde es traída otra imprenta a esta villa por Juan Francisco Delane.

Existían uno o dos médicos para atender las necesidades de varios miles de personas. Para 1827 la población de San Antonio de Cabezas contaba con dos galenos y una botica. El territorio se vio afectado en este período por el cólera, que hizo significativos estragos, a tal punto que en Sabanilla su vecindario fue diezmado.

Para las obras del ferrocarril Habana-Güines se importó trabajadores irlandeses e isleños, que llegaron a la comarca de Alacranes en 1840, década en que entra el ferrocarril en el territorio.

A partir de 1847, empezaron a entrar en Cuba trabajadores chinosculíes- que, mediante contratos engañosos, venían a suplir la falta de nuevos esclavos. Los primeros de estos arribaron a la jurisdicción de Alacranes en noviembre de 1847. En 1860, la dotación del ingenio Las Cañas es de 480 negros esclavos, cincuenta y cinco chinos y un sinnúmero de trabajadores asalariados.

La inmigración canaria, predominante entre las europeas, fomentaba costumbres en la región -desde el fraccionamiento de la gran hacienda, después de 1880, convirtiéndose en pequeños asentamientos-, que influían en el desarrollo de manifestaciones culturales, como los guateques campesinos y torneos, que eran expresión de su espíritu bucólico.

El predominio de la Iglesia Católica se impuso en todo el territorio; todos sus rituales se asumían por los pobladores, aunque afloraron con mayor fuerza a fines de siglo los cultos sincréticos, que se expresaban abiertamente en las fechas correspondientes del santoral. Las municipalidades llevaron al rango de fiestas oficiales los días que se festejaban los santos patrones de las diferentes iglesias. Todas estas festividades adquirieron la condición de fiestas tradicionales, unidas a las de San Juan, La Candelaria y el Día de Reyes.

Rebeliones esclavas

Debido al florecimiento del sistema de plantación esclavista, con el consecuente crecimiento de la masa de esclavos negros en el territorio y el recrudecimiento de su explotación, se fueron creando las condiciones para el desarrollo de las primeras manifestaciones de rebeldía esclava.

El 5 de noviembre de 1843 se sublevó la dotación de esclavos del ingenio Triunvirato, de Julián Alfonso Soler, dirigidos por los lucumíes Eduardo, Narciso y Felipe y el gangá Manuel. En la refriega inicial hirieron al mayoral e incendiaron la casa de vivienda, parte del ingenio y algunos bohíos del batey. Después partieron hacia el Ácana, dando un rodeo para evitar el poblado de Cidra. Allí fueron secundados por parte de la dotación, incluyendo mujeres, entre ellas, Fermina, que había participado en un alzamiento anterior, las criollas Carmita y Juliana y la gangá Filomena. Después se les une la lucumí Lucía. Algunas mujeres peleaban con los hijos atados a sus espaldas. El primer enfrentamiento provocó cinco muertos.

Los sublevados también liberaron a los esclavos de las fincas donde estaban los ingenios Concepción, San Lorenzo, San Miguel, San Rafael y también cafetales y fincas ganaderas. De los participantes, cincuenta y seis muertos quedaron en los campos de batalla, sesenta y siete resultaron prisioneros y el resto logró escapar a los montes.

En diciembre de 1843, una esclava del hacendado Esteban Santa cruz de Oviedo, llamada Polonia, había revelado a su amo un proyecto de sublevación que desencadenó una enorme represión conocida como el Proceso de la Escalera.

Etapa 1868-1898

La región de Unión de Reyes, en el suroeste de la provincia, sirvió de corredor entre la zona habanera y las influencias militares que provenían de Las Villas, de ahí su significación, en cuanto a que algunos se debatían entre sus intereses y lo que representaba el estallido revolucionario oriental.

El 7 de marzo de 1869, en Alacranes, se produce una matanza -ordenada por el sargento del Cuerpo de Voluntarios Antonio Márquez- que conmocionó al territorio, mucho más cuando las víctimas, acusadas de conspiración, eran miembros de una familia con significación económica y también política en la región. Los jóvenes asesinados fueron los hermanos Urbano Olivera Olivera y Manuel Olivera la Flor, y su primo Quiterio Olivera Navarro, de veintisiete, veintiún, y dieciséis años de edad, respectivamente.

La Guerra Necesaria

En julio de 1894, Juan Gualberto Gómez Ferrer desarrolla una reunión, a manera de velada literaria, en Unión de Reyes que, según sus cronistas, significó una masiva movilización a favor del ideal separatista. Sin dudas, un gran acontecimiento: catorce carros provenientes de Matanzas, con excursionistas también de los territorios aledaños Alacranes, Cabezas, Bolondrón, Güira y Corral Falso.

El 24 de febrero, en la región matancera respondieron a la orden de alzamiento el grupo liderado por Juan Gualberto Gómez y, como jefe militar, Antonio López Coloma, quienes se levantaban en armas en la finca, de Ibarra. En Ceiba Mocha es asesinado Manuel García, cuando se disponía a unirse al alzamiento de Ibarra con un grupo de hombres.

Descubiertos y perseguidos, fueron precisados a entregarse y conducidos posteriormente al Castillo de San Severino. Traicionando la promesa de libertad, comenzó la maquinaria tramposa que condujo a la muerte a López Coloma, a la deportación de los sublevados y a Juan Gualberto Gómez al Castillo del Morro y de ahí, a la prisión española de Ceuta.

El alzamiento que más impacto causó en la zona, después de Ibarra, fue el producido en el antiguo ingenio, el 5 de octubre de 1895, donde se destacan figuras que después alcanzan lauros en el campo insurrecto; entre ellos, Eduardo García Vigoa, Vicente Jorge, Manuel Alfonso, Aurelio Hevia, Pedro Acevedo, Ramiro Mazorra y José Miguel Tarafa. Los registros de combatientes que el territorio aportó durante la guerra del 1895, es sorprendente y de suma importancia para el Ejército Libertador

La línea fortificada de Guanábana al ingenio Las Cañas, compuesta por 25 000 hombres, no pudo impedir que los mambises dirigidos por Gómez y Maceo acamparan el 31 de diciembre de 1895, a las 7 de la noche, en El Estante, a escasos dos kilómetros del ingenio Las Cañas.

En El Galeón, casi en los límites con y a escasos kilómetros del ingenio Conchita, Gómez y Maceo se reúnen para tomar importantes decisiones. Al día siguiente, 11 de marzo de 1896, se produce el último encuentro entre Gómez y Maceo.

El otro combate importante fue el de El Purgatorio, desarrollado entre el 2 y 3 de diciembre de 1896, el cual atrajo hacia el lugar las fuerzas regulares y de voluntarios de las principales localidades de la zona, que fueron allí sacudidas fuertemente por la fuerza con que pelearon los cubanos. Esto hace a Rosell Malpica expresar en su diario que entre las bajas estaban las ocasionadas a la guerrilla de Sabanilla, que prácticamente desaparece al ser objeto de ochenta y cuatro bajas. Los españoles tuvieron más de 200 bajas, abandonados en el campo de batalla catorce muertos y veintisiete heridos.

La Reconcentración

Juan Gualberto Gómez Ferrer, patriota insigne del municipio Unión de Reyes

En Cidra, donde se estableció la cabecera del entonces municipio Santa Ana–Cidra, muchos vecinos escaparon hacia Matanzas y otros se refugiaron en los bateyes de los ingenios Ángeles, San Cayetano, San Lorenzo, Triunvirato y Jesús María. Hasta noviembre, los fallecidos ascendían a 614, según los datos que se habían podido recoger, teniendo en cuenta que no todos los fallecidos habían cumplido el requisito de ser asentados en los registros civiles. Entre noviembre y enero de 1898, la cifra se incrementaba en 302 defunciones. Los portales de los edificios públicos eran el amparo de muchas familias campesinas

Período Neocolonial (1902-1958)

Situación socioeconómica del territorio

En enero de 1899 se constituye el cuerpo de policía municipal y concluye la evacuación de los reductos españoles de todo el territorio. Unión de Reyes no escapa a estas nuevas condiciones de dominio.

La Constitución de la República estuvo terminada en febrero de 1901; pero con la obligación de agregarle un apéndice que marcaba cómo serían las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos. La Enmienda Platt, que daba derecho a los EE UU a intervenir en Cuba cuando estimara conveniente, le permitía adueñarse de distintas zonas del país para construir en ellos bases militares y no reconocía a Isla de Pinos como parte de nuestro territorio nacional.

De 1903 a 1925, la totalidad de los ingenios de la jurisdicción habían pasado a manos de grandes compañías y consorcios. Se iban ampliando los más grandes. Esos pequeños ingenios que daban ocupación a cientos trabajadores, se hacían sentir en Unión de Reyes.

En 1928, en el territorio se iniciaron los trabajos para un hospital, denominado Juan Clemente Zamora, con el objetivo de prestar servicios a personas desvalidas, pero este no se culminó por la falta de recursos en general.

En el poblado de Alacranes, en 1937, se creó la carretera que lo comunica al central Conchita. La carretera fue hecha por de Honor, que era una organización de acción y trabajo, constituida por hombres, mujeres y niños.

Golpe de Estado del 10 de marzo de 1952

La reacción popular frente al golpe de Estado del 10 de marzo de 1952 no se haría esperar y desde ese mismo día se inició la lucha en la zona, la cual estaba encabezada por dirigentes y miembros del partido Ortodoxo, Partido Socialista Popular y Partido Auténtico, sobre todo del Partido Ortodoxo, que llegó a tener gran arraigo popular y sus acciones eran por tanto más numerosas.

En el territorio, los que respondían de alguna manera a la tiranía de Batista, integraban los partidos Liberal, Demócrata, Acción Unitaria, y Acción Progresista. Casi todos tenían representación en los ayuntamientos, que estaban integrados por un alcalde y nueve concejales.

Durante los primeros tiempos de la dictadura, en todo el territorio se desarrollaba una batalla extraordinaria dentro del Partido Ortodoxo por parte de la juventud, con el objetivo de salvar al partido y su programa frente a la invasión de los viejos politiqueros que buscaban su encumbramiento.

En marzo de 1952, el Partido Socialista Popular (PSP) contaba con cinco comités socialistas radicados en Juan G. Gómez; en el central Santo Domingo, hoy Juan Ávila; en Unión de Reyes; en el central Conchita, hoy Puerto Rico Libre, y otro en Alacranes.

A finales de diciembre de 1952, justamente siete meses antes del ataque al Moncada, una treintena de obreros agrícolas, empleados de la finca Ácana, llevaban más de seis meses sin percibir salario alguno por una disputa entre los propietarios y un arrendatario. La deuda era de más de 5 000 pesos y todo cuanto hicieron había resultado inútil.

El día 27 de diciembre, los trabajadores agrícolas recibieron sorpresivamente la visita de Fidel Castro, quién se identificó como un abogado de La Habana que venía a ayudarles. El día 31 de diciembre, como a las diez de la noche, todos los trabajadores estaban cobrando los cheques con el importe de los adeudos de cada uno. El pago se realizó en la casa de Andrés Perera, en el poblado de Cidra. Fidel en persona vino a pagar a los campesinos en compañía de Gildo Fleitas, que administraba una parte de la finca.

Según el censo de 1953, la población total del municipio era de 41 109 habitantes, de los cuales 7 505 eran analfabetos, el 24.2% de la población con diez y más años, acrecentándose esta problemática en las zonas rurales.

Unión de Reyes después de 1953

Los sucesos del Cuartel Moncada vinieron a afianzar la esperanza de un cambio verdadero y cercano. La lucha abierta contra la dictadura se hizo más consciente y más resuelta en la zona y la figura política de Fidel se convirtió en el símbolo de la dignidad, del coraje de las masas y, más que eso, en esperanzas de cambios verdaderos y de victorias populares futuras. El juicio contra Fidel y el profundo alegato político en que se convirtió su autodefensa, colaron muy hondo en los sentimientos del pueblo y radicalizaron las posiciones revolucionarias en este territorio.

A mediados de 1955 se inician los primeros contactos a fin de estructurar las células del Movimiento 26 de Julio (M-26-7) en la zona sur de la provincia. Aldo Santamaría, que fungía como responsable provincial, mantuvo contactos con el compañero Virgilio Montejo Dumigrón, Puchín, para tales fines.

En los primeros días que siguieron a la liberación de los presos por los sucesos del Cuartel Moncada, Juan Ávila Acosta visitaba a Fidel en compañía de su hermana Flavia Ávila y Emilio Rodríguez, todos del poblado de Juan Gualberto Gómez. En este encuentro, Fidel orientó que se organizara toda la juventud ortodoxa.

El 21 de mayo de 1955 se presentan en el municipio Antonio Ñico López, Machaco Ameijeiras, Juan Ávila y Ricardo Parejas, con el objetivo de dejar constituido el Movimiento en la zona. A tales efectos, los revolucionarios realizaron una reunión en la calle General García s/n en Alacranes, de la cual salieron acuerdos importantes. En estas reuniones para la construcción de la primera célula del M-26-7, participaban además, en representación de la dirección superior, Gustavo Ameijeiras, Ricardo Parejas, Ñico López y Aldo Santamaría. Junto a la actividad del M-26-7, marchó la lucha del Partido Socialista Popular. En este sentido se destacó el trabajo del grupo de Unión de Reyes.

El rechazo popular a la dictadura y la organización de las células del 26 de Julio, dieron lugar al desarrollo de la lucha de forma acelerada desde los meses finales de 1955 hasta el triunfo de la revolución. Fueron años de duro combate, persecuciones y torturas, donde había que enfrentarse a un cuerpo militar represivo bien organizado. El grupo del Movimiento 26 de Julio en Unión de Reyes fue uno de los más activos.

Dentro de las actividades que realizaban, tenía la propaganda un papel importante, pues era el medio para dar a conocer la verdad de la lucha en la Sierra Maestra. La propaganda se guardaba en Alacranes en el garaje Libertad, la quincalla La Nueva, el café Polar y en casas de miembros del M-26-7. En Unión de Reyes se utilizaba para este fin la fonda del Vizcaíno y la casa de Haydee Alfonso. El grupo de Cabezas y Bermejas utilizaban un mecanógrafo, ubicado en el poblado de Nueva Paz, para hacer propagandas que después eran distribuidas en toda la zona sur de la provincia.

En la batalla por el diferencial, en 1955, se registró un alto nivel de combate y una gran participación popular. En el sector de la juventud había prendido una decidida inclinación por todo lo que fuera aporte a la lucha. El 29 de abril de 1956, el heroísmo se inscribiría en la historia. Se incorporan a esta acción del ataque al Cuartel Goicuría Emilio Sabugueiro Fuentes y Rubén Hernández Concepción, el primero de ellos caído en la acción. Rubén Hernández integró el grupo que se asila en la Embajada de Haití y exactamente tres meses después, el 29 de octubre, es masacrado por el chacal de la tiranía Salas Cañizares.

Como consecuencia de estas actividades, fueron detenidos José Ávila y Bonifacio Acosta, a los cuales vejaron y, al liberarlos por falta de pruebas, les prohibieron regresar a sus hogares por dos años. También fueron amenazados y expulsados Rogelio González, Prudencio Vega y Juan Perdomo. De ellos, Prudencio se incorporó al Ejército Rebelde en la zona del Escambray.

En noviembre de 1957, el Servicio de Inteligencia Militar (SIM) llevó a cabo un recorrido en la zona de Alacranes, procediendo a la detención de un grupo de compañeros vinculados al M-26-7. En esta ocasión fueron detenidos, en Bermejas y Cabezas, Luis Hernández Pacheco y Aurelio Pérez. Algunos de los viajes de los militantes del M-26-7, para el acarreo de la prensa clandestina y otros materiales con fines revolucionarios, se efectuaron, desde finales de 1956, utilizando el automóvil de Eulalio D. Morejón, Machito, y con alguna frecuencia se utilizaba un transporte propiedad de Gonzalo Marrero.

Al comenzar la zafra de 1957-1958 en Bermejas, se produjeron varios incendios de caña en la finca Zavala, donde también fue quemada una nave de aperos agrícolas. Durante los años 1957 y 1958 se generalizó el hecho de aparecer banderas del M-26-7 en diferentes lugares del territorio.

En el decursar del año 1958, Juan Ávila fue perseguido tenazmente y estrechamente vigilada su vivienda, por lo que se vio obligado a trasladarse a La Habana donde se incorporó a una brigada de acción. Sorprendido y arrestado por los esbirros de la tiranía en la casa situada en la calle Sol 310, en Habana Vieja, es retornado a Matanzas y sometido a todo tipo de torturas y golpizas, siendo asesinado el 5 de abril de ese año.

El 31 de julio de 1958 se puso una bandera del M-26-7 en una casa de juego, ubicada en la calle San Francisco. Su propietario era un connotado batistiano. Víctor Manuel Madruga, Encarnación Hernández, Francisco Lacalle, Armando Vega y Rafael Hervís habían planeado con anterioridad esta acción.

Al producirse la falsa electoral llevada a cabo por Batista, en noviembre de 1958, el M-26-7 edita una proclama bajo el título “La tiranía derrotada el 3 de noviembre”. Esta proclama llega a Unión de Reyes y es distribuida en los centros de trabajo y estudio.

En el mes de octubre de 1958, Eufemio Álvarez Guevara hizo su aparición en Bermejas. Su primer contacto lo hizo en la finca Rodríguez, o La Esperanza, propiedad de la familia Zamora. Allí se identificó como revolucionario y dijo buscar un lugar apropiado para abrir un frente guerrillero. Él estaba informado de la posición antibatistiana y resuelta de dicha familia.

Puede suponerse que, a partir de la instauración de la tiranía batistiana, la situación se recrudeció. Luego de esa fecha, el mujalismo controlaba toda la directiva obrera en lo que hoy es el municipio. Pero su dominio no era real, sino en las cuestiones netamente oficiales; las masas repudiaban abiertamente dichas direcciones impuestas y a sus viles personeros.

Por orientaciones del Partido Socialista Popular (PSP), se habían organizado en los centros de trabajos distintas comisiones, o fracciones, integradas por trabajadores comunistas y unitarios de los colectivos laborales, que actuaban de manera clandestina para evadir a los delatores mujalistas y a los guardias. Existían, asimismo, obreros que respondían al M-26-7. Estos grupos se iban levantando a la lucha y encarando, en persistente labor, a la dirigencia mujalista y a la tiranía. Ello convergía en la estrategia de preparación de las masas para las acciones revolucionarias en perspectivas.

El proletariado organizado y los trabajadores, en general, gravitaban el victorioso y aleccionador ejemplo de la huelga de 1955, en la que los mujalistas no habían podido impedir la acción arrolladora y revolucionaria de las grandes mayorías populares, encabezadas por la clase obrera.

El mujalismo ocupó también la dirección de los trabajadores de los talleres PRET, hoy 1 de mayo. Inició sus ataques a la unidad dando baja del sindicato a los militantes del PSP que actuaban en dicha industria, tratando de limitar o liquidar sus derechos como trabajadores, discriminándolos y preparando las condiciones para expulsarlos del trabajo y aplastar todo gesto hostil a sus manejos.

En el poblado de Alacranes no fueron menos significativas las acciones. La dirección del PSP, militantes ortodoxos, el M-26-7 y dirigentes sindicales, adoptaron la determinación de tomar revolucionariamente la iglesia local para exponer su respaldo a las demandas del proletariado azucarero.

El PSP de Unión de Reyes, teniendo en cuenta la existencia del Frente Obrero Nacional (FON), que se había creado como vehículo de unidad, y que organismos como los comités de defensa de las demandas obreras constituían una respuesta al mujalismo, cómplice de la tiranía y responsable de la división y la traición entronizada a propósito para paralizar y desvincular la actuación independiente del proletariado, tomó la decisión en el territorio de coordinar con la dirección del M-26-7 algunas actividades y principalmente, las relacionadas con la huelga del 9 de abril en perspectiva.

Muchas mujeres del territorio, herederas de la gloriosa pléyade de mambises de todas las épocas, en los momentos más difíciles estuvieron junto a sus padres, hijos, esposos y hermanos dispuestas a ofrendar su sangre en aras de la libertad, la dignidad y el futuro del pueblo. En la resistencia a la tiranía, luchando en diversas formas y bajo todo tipo de riesgo, se encontraban Mirtha Prado Ramírez, Gladis Galbán Ramos, Haydee Alfonso Herrera, Aida Miranda Martell, Gloria Quiroz Ramírez, Hilda Samper y otras, que también brindaron su colaboración abnegada, como Ana Montes de Oca Alfonso, Georgina Cruz Álvarez, Saturnina Martínez Martínez, Ana Rogelia Pérez Pérez, Evangelina Fernández Gil y Miriam Gómez.

Se organizó en la finca Ponce, de Guamacaro, el grupo guerrillero Jesús Rabí, bajo la jefatura de Néstor Sotomayor, líder obrero y militante comunista, trabajador de la fábrica Gravi de Jovellanos. El 18 de diciembre, en horas de la noche, llegó al campamento el oficial de Ejército Rebelde del Frente Norte de Las Villas, Mario José González Castro, conocido por Cheo Manigua, que asumió el mando de capitán jefe del destacamento y designó como su segundo a Sotomayor. Se dirigieron en marcha al barrio Lucía, donde se sumó a la pequeña columna Victoriano González, vecino de El Galeón, barrio de Unión de Reyes. Los principales colaboradores de la guerrilla Jesús Rabí fueron los compañeros Pastor Gutiérrez Álvarez, Alfonso Menéndez Cruz, Miguel Santos Martel, Enrique Rió Aldama y Raúl Díaz Fernández

Revolución en el Poder

Transformaciones económicas

Al triunfo revolucionario, en 1959, el panorama económico del territorio unionense era lamentable, caracterizado por el predominio de una economía agrícola eminentemente azucarera.

De 2 531 fincas reportadas en los antiguos cinco municipios, 1 903, el 75 % de las fincas en existencia, eran operadas en diversas formas de arrendamiento. El ingenio Santo Domingo pertenecía a la compañía Central Cuba Sugar Co. Por otra parte, el central Conchita era propiedad del mayor latifundio azucarero norteamericano en Cuba, la Cuban Atlantic Sugar Co. y del clan Rockefeller, cuyas áreas comprendían 2 091 caballerías.

El 3 de marzo de 1959 se interviene la Compañía de Teléfonos, que tenía en Unión de Reyes una oficina de operaciones; pero sin dudas la medida de mayor relevancia fue la promulgación de la primera Ley de Reforma Agraria.

Ante la abundancia de ganado de la jurisdicción de Unión de Reyes y los municipios vecinos, se decidió crear por el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) una pequeña fábrica a la que inicialmente llamaron Industria del Tasajo y Embutidos del INRA. El 1 de febrero de 1960 sería la inauguración de la fábrica, que estaría entre las doce que el INRA inauguraría en la provincia de Matanzas. A la misma asistieron Julio Suárez, Universo Sánchez, jefe militar de la provincia; Waldo Medina, asesor legal del INRA; Jorge Raad, responsable provincial de Industrias del INRA; el capitán Fernando Tamayo, jefe del Escuadrón 45 de Unión de Reyes; Elio Casado Cuervo, contratista, y una nutrida muchedumbre de unionenses.

En los meses de febrero a agosto de 1960, el territorio era protagonista de intensos actos de masas en apoyo a las medidas económicas aplicadas en el país. El 16 de julio se efectuaba en el central Conchita un gran acto de apoyo a las medidas nacionalistas del gobierno revolucionario. Estas circunstancias determinaron que el centenario central Conchita, por la Resolución No.1 de la Ley 85, pasara a manos del Estado cubano bajo el nombre del país latinoamericano más lastimado por el imperialismo norteamericano, Puerto Rico Libre.

El 13 de agosto de 1960 se organizaron movilizaciones de masas en Juan Gualberto Gómez donde se expresaba el respaldo popular a las nacionalizaciones, en especial a las propiedades de la Atlántica.

Los meses de septiembre y octubre de 1960 fueron escenario de la nacionalización de la banca. El 13 de octubre de 1960 se promulga la Ley 890 que intervenía todos los bancos, excepto los canadienses. En 1961 comenzaba a prestar servicios el Banco Nacional de Cuba en los poblados de Alacranes

La unificación de las granjas permitió, a partir de 1967, una recuperación de la producción azucarera que se expresó, en 1970, en el récord de producción del Puerto Rico Libre de 65 288 toneladas métricas de azúcar y, en 1972, cuando el central Juan Ávila molió 7 127 000 arrobas de caña y el Puerto Rico Libre, 11 463 000 arrobas.

A lo largo de todos estos años, el movimiento de innovadores y racionalizadores fue el principal impulsor del desarrollo tecnológico que logró hacer avanzar esta industria.

Transformaciones sociales

El 12 de enero de 1959 se reiniciaron las clases en el territorio. Entre las escuelas rurales instaladas estaban las de las fincas El Rosario, Cocodrilo, La Julia y Alambique. En los años posteriores continuó la construcción y remozamiento de numerosos locales como instituciones escolares.

Los preparativos de cada municipio fueron inmediatos, cumpliendo los acuerdos emanados del primer Congreso Nacional de Consejos Municipales de Educación, que orientó dinamizar la acción de estos, convirtiéndose en Comisiones Municipales de Alfabetización, con representación en ellos de todos los factores de la comunidad. Las cifras de demuestran la magnitud de la tarea que se acometió: 1 177 alfabetizadores, 238 brigadistas Conrado Benítez, 124 Patria o Muerte, y 232 maestros.

En 1965 comienza a ejecutarse en las escuelas secundarias básicas del municipio el plan al Campo. Entre los significativos avances educacionales estuvo, en 1965, el funcionamiento del primer círculo infantil nombrado Mis Primeros Años, en la antigua casa de un terrateniente en la calle Jorge Perret, en Unión de Reyes. Su primera directora fue Julia Hernández y tuvo de matrícula cincuenta y tres niños. En febrero de 1970 se inaugura en Alacranes el Círculo Infantil Tiernas Sonrisas, con veintinueve niños matriculados; esta institución tenía diez trabajadores y su primera directora fue Clairet Sardinas.


Con el triunfo revolucionario se manifestó la intención de transformar la situación precaria que presentaban los servicios de salud, dirigiendo las acciones en dos direcciones principales: garantizar la asistencia médica a la población y estimular por todos los medios la higienización de los poblados, favoreciendo nuevos estilos de vida.

En cada uno de los poblados se inició, a partir de 1962, un plan de construcción de viviendas que mejoró las condiciones de vida de numerosas familias. En Unión de Reyes, en la década del 70, se continuó priorizando la construcción de edificios multifamiliares para mejorar la capacidad habitacional de la población.

Entre 1960 y 1961 cesan en sus funciones las antiguas Asociaciones de Instrucción y Recreo. Estas fueron sustituidas por los Círculos Sociales Obreros que pasaron a denominarse con nombres de mártires, héroes y figuras destacadas de la localidad. Los líderes comunitarios buscan los recursos del arte para desarrollar la cultura de las masas. En agosto de 1962 se incorporaron al territorio los primeros instructores de arte. Los premios otorgados a los grupos de teatro, de los Talleres 1 de Mayo en festivales nacionales, en 1964 y 1965, y de los aficionados estudiantiles en el Festival Nacional de la FEEM, y en 1980 en el Festival Nacional Pioneril, demuestran la solidez del trabajo de estos instructores.

El municipio Unión de Reyes durante la época fue escenario del desarrollo de las manifestaciones de la música campesina; el punto guajiro y la creación en décimas encontraron numerosas expresiones en figuras que adquirieron relevancia nacional, como José Pijeira, Bernardo García, Fernando García y Ernesto Ramírez, entre otros.

Entre los principales promotores de la actividad deportiva estaban: Joaquín Aldama, Rafael Santacana Miguel Ángel López, Antonio Peñate, Zeida Merlán, entre otros que favorecieron los éxitos de ese primer período.

Las tablas gimnásticas masivas, los planes de la calle, las metas de Listos Para Vencer (LPV), fueron campañas que fomentaron la práctica sistemática del deporte. Entre los primeros campeones en competencias internacionales estaban Bárbaro Cañizares, Tomás Aldama, Miguel Olivera, Luis Draque, Bárbaro Rosales, José Toledo Apórtela, quienes iniciaron la carrera de triunfos que llevaría a la cima, en las décadas del 80 y 90, a otros importantes deportistas como Reynaldo Vera y Yordania Corrales, lo cual continúa con el campeón de boxeo Andy Cruz Gómez.

Organizaciones de masas

El 26 de abril de 1959 se efectúan las elecciones sindicales con la supervisión de de Matanzas; oficiales y soldados presenciaron pacíficamente el proceso electoral y la “brava” que pretendían los enemigos se fue frustrada. Este incidente sería representativo de la lucha ideológica que tenía lugar en los principales centros laborales de los entonces municipios de Alacranes, Cabezas, Juan Gualberto Gómez, Cidra y Unión de Reyes, como expresión de lo que sucedía en todo el país.

La fundación de las Milicias Nacionales Revolucionarias (MNR) demostró la decisión de defender y las movilizaciones militares contribuían a cohesionar a los trabajadores en torno a sus intereses de clase. La creación del Batallón 227 y su participación en el Escambray y el enfrentamiento a la invasión mercenaria por Girón, mostraría las nuevas proyecciones ideológicas de los trabajadores, a quienes los acontecimientos los llevaron a identificar los verdaderos intereses que perseguía la propaganda anticomunista.

El 15 de abril de 1961, se ordenó el acuartelamiento del Batallón 227 en la antigua casa del terrateniente Ignacio Padrón, donde reciben la orden de partir hacia la zona del desembarco al amanecer del 17 de abril. Fueron despedidos por el coordinador de las Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI), Justino Baró Isasi quien, en una encendida arenga los convoca a cumplir con su deber patriótico. Para dirigir las acciones combativas del Bon. es designado por la comandancia del Cuarto Distrito Militar de Jovellanos el capitán Orlando Pérez Díaz.

En Unión de Reyes, los aliados del imperialismo supieron aprovechar algunas acciones desacertadas en la conducción de la política agraria. El bandidismo se nutrió en la región de obreros agrícolas que, confundidos por la propaganda enemiga, se vincularon con exmilitares del ejército de la tiranía y elementos traidores al Ejército Rebelde; tales son los casos de Ramón Montenegro Sánchez y Enrique Infante. De 1961 a 1963 se produjeron en Unión de Reyes diversas acciones contrarrevolucionarias.

En 1976 comienza el proceso de integración de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) según la nueva división político-administrativa. En 1977 se contaba con dos sindicatos municipales, uno de Educación y otro de Comercio y Gastronomía, y 4 buroes sindicales, en los dos centrales y las dos empresas cañeras. El 14 de octubre de 1978 se desarrolla la primera conferencia en el municipio, a la que asistieron 146 delegados de estas esferas de la producción.

La pujante organización de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) surge por la necesidad que tuvo la Revolución de organizar al pueblo en su lucha contra sus enemigos, así, cuadra por cuadra y casa por casa, la lucha se fortalece y se cierran filas frente al enemigo. Hacia los años de 1970 la organización trabaja intensamente en la confección y entrega del carné de identidad y la tarjeta de menor, en la experiencia de la implantación de los Órganos Locales del Poder Popular, así como en las tareas de apoyo al I Congreso del PCC.

En 1960, en Unión de Reyes se constituye la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) y el 10 de noviembre de 1976 se eligió su primer secretariado municipal.

La Primera Ley de Reforma Agraria contribuyó a organizar el movimiento campesino en los cinco municipios existentes en el territorio, donde existían antecedentes de las luchas campesinas. En el mes de octubre de 1960, la dirección de ese movimiento que se organizó quedó integrada por Elpidio Machín como presidente, Pedro Almeida, organizador y Onelio Arencibia en educación. Siete bases campesinas componían ese primer momento organizativo en el entonces municipio de Unión de Reyes. En Alacranes, en 1964, existían nueve bases campesinas que agrupaban 373 campesinos, lo que demuestra los avances logrados en la organización de los pequeños propietarios en los primeros años. En Cabezas-Bermejas, en esa fecha, se reportaban veinte bases campesinas.

De acuerdo con los datos aportados por el censo de población y viviendas, efectuado en 1970, en los antiguos municipios que hoy conforman el territorio había una población de 44 488 habitantes en una extensa territorial de 829 495 km2 entre las que se encontraba un área considerable que lindaba con la Ciénaga de Zapata que entonces pertenecía a la región Victoria de Girón.

Nueva organización juvenil

La Asociación de Jóvenes Rebeldes (AJR) dio cabida en su seno a los jóvenes de uno y otro sexo, de cualquier origen social, religión e ideología, de trece a dieciocho años de edad, que apoyaran el programa de

Le correspondió a los jóvenes rebeldes participar en de Alfabetización, la formación de las MNR, el enfrentamiento a la invasión por Playa Girón, la formación de importantes planes agrícolas, la sistematicidad y ejemplar realización de jornadas de trabajo voluntario para resolver serios problemas sociales y económicos, como la recogida de café; todo ello en medio de una batalla ideológica muy intensa.

Organización del gobierno municipal

La ley No. 37 establecía que el gobierno de cada municipio estaría regido por tres comisionados, designados por el Ministerio de Gobernación, que ejercerían, de forma colegiada, las facultades que antes correspondían a los alcaldes y concejales municipales. Este gobierno sólo duró veinticinco días, pues pasado ese tiempo, la Ley No. 106 estableció que estas atribuciones las ejercería un solo comisionado.

En Unión de Reyes de los nombrados Virgilio Montejo, Joaquín Argüelles y Armando Landrián, quedó como comisionado Virgilio Montejo y en Cidra, de los nombrados Carlos Víctor Jáuregui, Heriberto Alfonso y René López Alfonso, quedó como comisionado Carlos Víctor Jáuregui,

En Juan Gualberto Gómez quedaría como comisionado Flavio Ávila Acosta, después de enfrentar el oportunismo de los antiguos alcaldes Pepe Rodríguez y Julio Medina.

En Cabezas se integró el gobierno por Luis Hernández Ramos, José Álvarez y Marcos Antonio Anglés y quedó como comisionado Luis Hernández Ramos.

En Alacranes, el gobierno lo integraron Alberto Castillo Enríquez, Antonio González Macías y Manuel Acosta Torres, y es designado comisionado Alberto Castillo Enríquez.

En los primeros días de diciembre de 1965 se crea en cada uno de los cinco municipios existentes en el territorio la Junta de Coordinación, Ejecución e Inspección (JUCEI).

A partir de la implantación de los Órganos del Poder Popular, fueron creadas en el municipio las diez instituciones culturales básicas de la comunidad: Museo, Galería de Arte, Casas de la Cultura , Banda Municipal, grupo de teatro, las librerías, grupos musicales insignias del territorio, las bibliotecas, literatura y cine; actividades que, con la llegada del período especial, tienen serias afectaciones, lo que repercute en el desarrollo cultural unionense, teniendo en cuenta el decrecimiento de las actividades con la comunidad.

En el período correspondiente a la década del 80, el municipio de Unión de Reyes presentó un desarrollo paulatino en todas las esferas de la economía y la sociedad, puesto de manifiesto en la ejecución de su presupuesto, en 1980, al 113.9% de la cifra planificada, con ingresos satisfactorios.

En el período 19902000 se observa un decrecimiento en la producción azucarera del territorio, vinculado a las afectaciones del período especial y también a deficiencias en el sector.

Durante la etapa de 1980 al 2000 se sucedieron ocho mandatos, de los cuales, entre 1979 y 1992 fue presidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular (AMPP) Crescencio Joaquín Denis Moreno.

En el mandato de 19891992, fue presidente de la AMPP Reynaldo Gregorio Hernández González.

Entre 1992 y 1997, fue presidente de la AMPP Juan Ramón Hernández Rodríguez.

En el mandato de 19971999, fue presidente de la AMPP Carlos Díaz Díaz.

Atendiendo a lo establecido en la Ley No. 56, del 4 de julio de 1988, se constituyen en octubre de 1988 los Consejos Populares en los poblados de Cabezas y Cidra. Entre los meses de mayo y junio de 1989 se organizan el resto de los Consejos Populares en los restantes poblados del municipio; Juan Gualberto Gómez, Alacranes, Unión Norte, Unión Sur, Hato de Jicarita, Juan Ávila, Puerto Rico y El Estante.

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