Hotel Telégrafo

Hotel Telégrafo
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Hotel Telégrafo
Información geográfica
PaísBandera de Cuba Cuba
CiudadLa Habana
DirecciónCalle Prado, No.408 esquina a Calle Neptuno, Centro Habana , La Habana
Información general
InauguraciónEntre 1858 - 1863
EstrellasEstrella Amarilla.pngEstrella Amarilla.pngEstrella Amarilla.pngEstrella Amarilla.pngEstrella vacia.png
TemaCiudad
Habitaciones63
Cadena hoteleraCompañía Turística Habaguanex S.A

Hotel Telégrafo. Hotel ubicado en La Habana, en la céntrica esquina de Prado y Neptuno. Fue inaugurado entre 1858 y 1863, convirtiéndose en uno de los más lujosos de Cuba y América durante el siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX. Debido al gran deterioro el inmueble original se derrumbó en 1964, pero una parte de su estructura fue utilizada en la reconstrucción y la reinauguración, ocurrida en 2001.

El 29 junio 2021 el Grupo de Turismo Gaviota de conjunto con la cadena española Axel Hotels anunciaron que este hotel sería el primer hotel de ciudad en Cuba dedicado a la comunidad LGTBIQ+.[1]

Ubicación

El Hotel Telégrafo, gestionado por la Compañía Turística Habaguanex S.A, es una edificación situada en el área de extramuros de La Habana dentro de una zona neurálgica del orbe urbano, desarrollada desde finales del siglo XIX. Conocido también como el antiguo Café de Argel, data su construcción del 1860 y se ubica en la popular esquina de Prado y Neptuno.

Historia

Los terrenos en los que, varias décadas después se establecería el Hotel Telégrafo, formaban parte del Campo de Marte. El Paseo del Prado o de Isabel II vendría a adquirir un papel protagónico dentro del entramado de la ciudad, solamente a partir de la época de transformaciones comenzadas a raíz de la llegada a Cuba del Capitán General Miguel Tacón y Rosique, en 1834.

A partir de entonces comenzaron a erigirse obras de importancia en aquellos terrenos, sobresaliendo entre ellas el Teatro Tacón y el Café Escauriza, ubicados ambos en el inicio del nuevo Paseo de Isabel II.

En 1836 se construyó un gran salón y el nuevo café habanero se inauguró y se tituló Café de Argel, nombre vinculado de cierta manera a la moda árabe existente en La Habana por aquellos días.

La edificación fue heredada por Alejandro López, sobrino de Juan López del Barrio, quien había comprado la casa a Don Francisco del Campo en 1845. Su nuevo dueño, decidió transformar el antiguo café en un moderno hotel que fue inaugurado entre 1858 y 1863 Y recibió el nombre de Telégrafo.

Hotel Telégrafo

La primera referencia cierta sobre este Hotel apareció en el Periódico Don Junípero en 1863. En esta década visitó el Hotel el viajero norteamericano Samuel Hazard, quien dejó la primera descripción sobre el mismo.

Don Alejandro López falleció en 1886 dejando todos sus bienes a su hijo Román Carlos López y Hoyos. Alrededor de estos años perece haber comenzado otro negocio dentro de la edificación, probablemente en los salones de la planta baja utilizados antes para el Café de Argel: Los Helados de París.

Este establecimiento devendría sitio de reunión de la aristocracia habanera durante las primeras décadas del siglo XX. Todas las crónicas aparecidas en la prensa de la época se refirieron al sitio como uno de los más encantadores de la ciudad.

En 1895 el Hotel fue adquirido por Doña Pilar Samoano, siendo su esposo quien se encargara de la administración del mismo. Esta señora a pesar de ser nativa de España fue ferviente simpatizante de los cubanos con ideas independentistas y brindó ayuda a los mambises presos en el régimen español.

En la República

Y dada la simpatía de la señora Doña Pilar con el Partido Liberal el Hotel se convirtió en una especie de Cuartel General de José Miguel Gómez. A él concurrieron también artistas destacados de la talla de Conchita Supervía. Esta fue una época de esplendor del Hotel. En el año 1911 se le dio una reparación total y al concluir la misma y abrir sus puertas fue considerado el Hotel más moderno de la ciudad.

La ubicación de los teléfonos situados en las habitaciones y mesas del restaurante, lo convirtieron en lugar preferido de políticos y negociantes para efectuar reuniones. El servicio de botones era tan eficiente que los empleados iban hasta el puerto a recibir a sus posibles huéspedes, ocupándose de su papeleo aduanal y de su transportación al Hotel.

La transformación de la Plaza de Isabel II, en el Parque Central José Martí, a inicios de la era republicana, contribuyó a otorgarle un protagonismo elevado al Hotel, que desde entonces contó con vías de acceso más modernas y con un entorno más bello. Al Paseo del Prado se unió el Parque Central, convirtiendo la zona en un área caracterizada por sus árboles y sus lujosos hoteles.

Reconstrucción

Luego del derrumbe de la edificación en el año 1964 y habiéndose realizado por parte del Consejo de Estado una inversión para su reconstrucción, se refuerzan las columnas para poder adicionarles dos pisos de estructuras metálica, por ser más livianas y brindar rapidez en el proceso constructivo.

Se le adicionó un lucernario que se abre y cierra a voluntad, corriendo sobre carriles que permiten su perfecto deslizamiento y acople. Este espacio cubre también el techo del patio donde se encuentra el snack bar. El lucernario fue la solución dada por los ingenieros a la necesidad de techar esta área, para así proteger a los usuarios e inmuebles de las inclemencias del tiempo, sin restar frescura y claridad. Y para cumplimentar el 15% de área descubierta al aire libre.

Toda la cerámica empleada en este proceso proviene de Las Tunas. Reabre sus puertas el nuevo Telégrafo en el año 2001, totalmente rejuvenecido. En el patio se alzan las arcadas de medio punto mostrando sus ladrillos originales y contrastando con el resto de un moderno diseño. Una luminosa fuente de aguas cristalinas, que brotan en un extremo del sugerente mural cerámico establece con este, un fascinante juego de luces y sombras en las paredes que asemeja el movimiento de las olas del mar.

Servicios

El elegante Restaurante Telégrafo, con acceso a la concurrida Acera del Louvre se especializa en la alta comida cubana e internacional. Su decoración ofrece el ambiente clásico de un excelente sitio que convida a regresar.

Presenta una parte del lobby semejando una galería de arte con las más modernas técnicas de iluminación dirigidas a las obras pictóricas de renombrados artistas cubanos contemporáneos además de mostrar varias piezas de telégrafos antiguos y una sección del primer cable que se tiró por mar para establecer comunicaciones telefónicas entre Estados Unidos y La Habana, en la década de los años 80 del siglo XIX.

Visitantes célebres

  • Chin Lan Pin, ilustre mandarín chino que se hospedó en el hotel con toda su cometida en 1874.
  • Heinrich Schliemann, célebre arqueólogo alemán que trabajó en las exploraciones para el descubrimiento de la ciudad de Troya.
  • Gonzalo de Quesada, amigo de José Martí
  • El artista cubano Alfredo Sosabravo se inició en su vida laboral, en los salones y pasillos del hotel.
  • En el siglo XX, artistas de renombre como Conchita Supervia y María Barrientos, lo prefirieron como lugar de encuentro y reunión.
  • El conocido caballero de París trabajó como dependiente gastronómico en el hotel en sus años de lucidez.

Referencias

Fuentes