Hotel Theresa

Hotel Theresa
Información sobre la plantilla
Obra Arquitectónica  |  (edificio)
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declarado un símbolo de la ciudad de Nueva York en 1993.
Descripción
Tipo:edificio
Estilo:neo-renacentista
Localización:Situado en la intersección entre Adam Clayton Powell Jr. Boulevard y Martin Luther King, Jr. Boulevard (mejor conocidas como 7th Avenue y 125th Street)
Uso inicial:Hotel
Uso actual:Hotel
Datos de su construcción
Inicio:1843
Término:1915
Inauguración:1913


Hotel Theresa un centro vibrante en la vida del Harlem negro. Harlem es un barrio de la ciudad de Nueva York, del barrio de Manhattan, conocida como una de las principales arterias de África y de América residencial, cultural y centro de negocios. El hotel fue construido por el alemán Gustavo Sidenberg (1843-1915). El edificio fue diseñado por la empresa de Buchman y Fox en un estilo neo-renacentista. Abrió sus puertas en 1913 y se inauguró a partir de entonces, hasta que se realizo la construcción de la Adam Clayton Powell Jr. Actualmente es un Edificio de oficinas a la calle. Desde 1973, es el edificio más alto de Harlem. Tiene una llamativa fachada de ladrillo de color blanco y era conocido como el "Waldorf Astoria de Harlem". Desde el momento en que se abrió hasta 1940, el hotel sólo aceptaba huéspedes blancos y negros, además de algunos famosos. Esto cambió cuando el hotel pasó a un nuevo dueño.

Ubicación

El hotel está situado en la intersección entre Adam Clayton Powell Jr. Boulevard y Martin Luther King, Jr. Boulevard (mejor conocidas como 7th Avenue y 125th Street).

Historia

Por su llamativa fachada de ladrillo blanco era conocido como el "Waldorf Astoria of Harlem". Desde su apertura hasta 1940, el hotel aceptaba sólo huéspedes blancos, salvo algunas celebridades negras. Esto cambió con la nueva dirección del hotel.Louis Armstrong, Sugar Ray Robinson, Lena Horne, Joséphine Baker, Dorothy Dandridge, Duke Ellington, Muhammad Ali, Dinah Washington, Ray Charles, Little Richard, y Jimi Hendrix estuvieron en el hotel o vivieron en él durante algún tiempo, como hizo Fidel Castro, cuando estuvo en Nueva York para la sesión de apertura de Naciones Unidas en 1960, después de que lo echaran del Hotel Shelburne al considerar que su estancia podía suponer "publicidad adversa". El dueño negro del Hotel Theresa invitó a Castro, junto con toda su delegación, para alojarse allí gratuítamente. El hotel se benefició de la denegación de hoteles prestigiosos en otros lugares de la ciudad para aceptar huéspedes negros. Como resultado, se alojaron en el hotel hombres de negocios, actores y atletas negros. Tras dejar la Nación del Islam, Malcolm X mantuvo su actividad en la Organización de Afro-Americanos Unidos en el hotel y mantuvo encuentros allí. Se reunió con Cassius Clay en el hotel en varias ocasiones. El secretario de comercio de Bill Clinton, Ron Brown, creció en el hotel, donde su padre trabajó como gerente. El congresista estadounidense Charles Rangel trabajó una vez en el hotel. El hotel disfrutó de su mayor esplendor en 1960. Nikita Jrushchov visitó Nueva York en ese año, durante la semana en que Castro se encontraba en Harlem, y fue a encontrarse con él en el hotel. También, en octubre de 1960, John F. Kennedy realizó su campaña presidencial en el hotel, junto con Eleanor Roosevelt y otras conocidas figuras del Partido Demócrata.El hotel sufrió el continuo deterioro de Harlem a lo largo de los años 1950 y 1960, e, irónicamente, desde el fin de la segregación en el resto de la ciudad. Como la gente negra comenzó a tener otras alternativas, dejaron de ir a Harlem. El hotel cerró en 1967.Tras estar en desuso durante cuatro años, el edificio se empleó para establecer oficinas en 1971, y ahora tiene el nombre de "Torres Theresa", aunque se conserva pintado en el lateral del edificio un logotipo con el antiguo nombre, y continúa siendo conocido popularmente por el nombre "Hotel Theresa". El edificio fue declarado un símbolo de la ciudad de Nueva York en 1993.

Restauración

Harlem fue sinónimo de problemas no hubo grandes inversiones, proyectos faraónicos que pasaran por la cuchilla sus calles. Hoy encontramos resplandecientes hileras de edificios históricos, bien conservados o en proceso de restauración, revalorizados en más de un 300%.

Fuentes