Huayna Cápac

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Huayna Cápac
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Huayna Cápac, inca del Cusco
NombreTito Cusi Hualpa
Nacimiento1476
ciudad de Cusco,
región de Perú,
Imperio inca
Fallecimiento1524
región de la actual Ecuador,
Imperio inca
Causa de la muerteviruela
Nacionalidadincaica
Ciudadaníaincaica
TítuloInca
PredecesorTúpac Yupanqui
SucesorHuáscar
CónyugeMama Cusirimay
PadresTúpac Yupanqui, Mama Ocllo

Huayna Cápac (Cusco, 1476 - Quito, 1524) fue un militar incaico, emperador («inca») del Imperio incaico.

Subió al trono a pesar de haber sido apartado de la sucesión por su padre, gracias al apoyo de su tío Huaman Acachi. Al llegar a la mayoría de edad se hizo cargo del gobierno del imperio y dirigió su expansión hacia los territorios del actual Ecuador. Hijo del Sapa Inca Túpac Yupanqui y de la Coya Mama Ocllo, nacido durante las expediciones de conquista emprendidas por su padre durante el reinado de Pachacútec.

Biografía

Su nombre de nacimiento fue Tito Cusi Hualpa.

Como fue nombrado «inka» (‘emperador’) a los 17 años de edad, se aplicó el seudónimo «Huayna Cápac», que en quechua significa ‘rey joven’.

Fue el undécimo y antepenúltimo gobernante del Imperio incaico. Emperador del Cusco. No está claro el lugar de su nacimiento, se estima nacido en Cusco, aunque se discute si probablemente nació en Tumipamba, actual ciudad de Cuenca (Ecuador). Hijo del Sapa Inca Túpac Yupanqui y de la Coya Mama Ocllo, nacido durante las expediciones de conquista emprendidas por su padre durante el reinado de Pachacútec. Durante su infancia y juventud fue llamado Tito Cusi Guallpa.

Heredó el Imperio Inca de su padre, Túpac Yupanqui, en 1493. Tras luchar contra sus hermanos para asentarse en el Trono, desarrolló varias campañas militares en el norte, que condujeron al imperio a su máxima extensión, incorporando amplios territorios en torno a Cajamarca y Quito. Para asentar su dominio sobre esa zona se casó con una quiteña y trasladó la Corte imperial de Cusco a Quito, desplazando así hacia el norte el centro político del Imperio. Aunque hubo de sofocar varias revueltas, en general el reinado de Huayna Cápac fue un período de estabilidad, que permitió la construcción de grandes templos y obras públicas. Sin embargo, facilitó la descomposición del imperio al dividir la herencia entre su hijo legítimo Huáscar (al que legó la parte sur, con capital en Cusco) y su hijo predilecto Atahualpa (al que hizo rey de la parte norte, con capital en Quito). Desde 1523 tuvo noticia de la presencia en Sudamérica de los españoles, encabezados por Alejo García; fueron probablemente ellos quienes extendieron la epidemia de origen europeo por la que murió el propio inca. Siete años después, el enfrentamiento entre sus dos hijos permitió la dominación del Perú por el reducido ejército de Pizarro.

Gobierno

Sarmiento de Gamboa ―citado por la arqueóloga peruana María Rostworowski― dice que Túpac Yupanqui enfermó en Chinchero, eligiendo como su sucesor al menor de sus hijos, hecho que disgustó a algunas panacas cuzqueñas que esperaban que el sucesor fuera Cápac Guari hijo de la concubina Chuqui Ocllo. Gracias a la oportuna intervención de su tío materno Guamán Achachi la conspiración no prosperó y fue nombrado Inca tomando el nombre de Huayna Cápac, Con un inicio tan agitado empezó el gobierno del nuevo Inca, que básicamente tuvo que dedicar todos sus esfuerzos a consolidar los terrenos conquistados por su padre y sofocar las revueltas de provincias levantiscas. Para esto, asumió el control político y religioso del Imperio, desplazando a Apo Chalco Yupanqui, el vigente Villac Umo. Por primera vez en la época imperial se concentraban todos los poderes en una sola persona. Sin embargo, casi al final de su vida nombra un pariente suyo, Cusi Túpac Yupanqui, como nuevo Sumo Sacerdote del Sol (aparentemente éste es el Villac Umo que corona a Manco Inca y que lo secundaría en sus guerras de reconquista como hábil estratega).

Según el cronista Pedro Cieza de León, el Inca no se alejó mucho del Cusco durante sus primeros años de gobierno, atendiendo el pedido de su madre. Como el transporte se realizaba a pie una expedición podía durar varios años, por lo que envió a su tío Guamán Achachi para que recorriera el camino del Chinchaysuyu hasta Quito.

Sus campañas tenían la tendencia a dirigirse siempre hacia el norte. Por un lado, la dura resistencia selvática (pobladores y la naturaleza en sí) les bloqueaba el camino hacia el este, mientras que por el sur y por el oeste ya estaba todo descubierto. Así, el único camino posible era el norte, virtualmente inexplorado y a su vez zona altamente inestable dada la gran belicosidad de sus naturales.

Los enfrentamientos en el norte duraron muchos años y, así, luego de arduas y cruentas batallas, las etnias norteñas fueron incorporadas al Tahuantinsuyu.

Rostworowski afirma que estando Huayna Cápac en Quito, le llegó la noticia de extraños individuos barbados que navegando en "casas de madera" habían arribado a las costas por el norte. Era 1527 y Francisco Pizarro con sus compañeros habían pisado el territorio incaico.

Inicio

Debido al derecho incaico, tenía que ser reconocido como auqui (príncipe) por las panacas reales del Cusco para poder ser Sapa Inca. Para cumplir este indispensable requisito, Túpac Yupanqui, que se hallaba en la conquista de Quito, se trasladó con la familia real al Cusco. Se dice que a la vuelta de ambos Pachacútec seguía con vida y salió al encuentro de ellos para conocer a su nieto. Parece que el muchacho causó tan buena impresión al anciano y por ello éste pidió que el menor dirija la carga del ejército incaico a la fortaleza de Sacsayhuamán, un acto ritual. Se cuenta que el príncipe hizo tan bien la faena que Pachacútec lo convirtió en su favorito y ello cimentó su futuro encumbramiento como Inca.

Túpac Yupanqui habría nombrado como su sucesor a Capac Huari, pero finalmente se habría decidido por Huayna Capac provocando así la ira de Chuqui Ocllo, madre de Capac Huari. Este hecho parece haber sido el detonante que impulsó a Chuqui Ocllo a envenenar a Túpac Yupanqui. Más tarde ésta declaró que Túpac Inca había cambiado de opinión recién cuando estaba moribundo y con la razón perdida.

Ante este hecho, Huaman Achachi, un general fiel a Túpac Yupanqui (y hermano suyo) ocultó a Huayna Capac y después de muchos pleitos y la enérgica protesta de Mama Ocllo (madre de Huayna Capac) condenaron a Chuqui Ocllo y sus cómplices a la pena de muerte. En cuanto al pequeño Capac Huari, no se le hizo ningún daño debido a su inocencia. Sin embargo, se lo desterró a un lugar apartado bajo la vigilancia de personas de la confianza de Huaman Achachi.

Huayna Cápac, ya declarado sucesor de Túpac Yupanqui, tuvo como Regente a su tío Apo Huallpaya hasta que alcance su mayoría de edad. Más tarde Apo Huallpaya propuso a su hijo al trono argumentando que Huayna Cápac era incapaz para el cargo, Huamán Achachi supo que además Apo Huallpaya tenía intenciones de matar al joven monarca. Apo Huallpaya y su hijo fueron sentenciados a muerte por traición.

Campañas

Entre las primeras se tiene su incursión al reino de los chachapoyas, que se habían rebelado al poder imperial aprovechando la muerte de Túpac Inca. El Inca se encontraba en los funerales de su madre cuando tuvo noticia del alzamiento y dispuso marchar de inmediato a la región, no sin antes pasar por pueblos históricamente ligados al origen del Imperio, como el de los soras y el de los lucanas, donde fue muy bien recibido. Más tarde marcha a Jauja, donde impartiría sabia justicia, logrando mucha fama regional pese a su corta edad. Después de haber estado en Yauyos, descansa en Cajamarca y se prepara para la larga lucha.

Los primeros choques resultaron favorables a los chachapoyas, quienes hacen retroceder varias veces al ejército imperial. Sin embargo, la política incaica de renovar las tropas dio sus frutos, puesto que una nueva oleada de gente fresca terminó por aplastar a los agotados pero heroicos chachapoyas, quienes ofrecieron paz incondicional. Regresa al Cusco y se encarga de visitar el extremo sur del Imperio (Tucumán, Argentina y las provincias del Contisuyo), para luego volver a la capital y de ahí emprender una rápida campaña a Cajamarca, llegando a la región selvática de los Bracamoros, aunque fue repelido por los naturales y por las condiciones geográficas y climáticas de la región.

Rehecho de su encuentro con los bracamoros, se dirigió a la región de los paltas, que habían dado muerte a los embajadores que dejó su padre. Enterados del arribo del Inca, enviaron espías disfrazados de leñadores, sin embargo, la treta fue descubierta y los espías recibieron castigo más que severo: acabaron asesinados, mientras que unos cuantos regresaron con narices,orejas cortadas y con los ojos vaciados. Los paltas, ante esto, se rindieron. Finalmente arribará a Quito, previa estadía en su natal Tumibamba (hoy Cuenca), en donde tomaría por esposa a la princesa Paccha Duchicela, nombrada Shyri XVI, para luego emprender el viaje de regreso al Cusco, no sin antes dar permiso para que construcciones de tipo palaciego se puedan levantar en la hoy capital ecuatoriana. En estas campañas se conquistó el territorio de las lenguas preincaicas de la cuenca del Marañón.

Sus visitas al santuario de Pachacámac fueron constantes y varias veces eran para ver la suerte que correría en una eventual campaña, como la que desarrolló por la costa norte hasta Tumbes. Rebeliones cerca a Quito y anexión de los Pastos (Sur de Colombia)

Para su visita al litoral emprendió marcha rumbo al santuario de Pachacámac. Para esto recorrió los pueblos de los soras y lucanas, así como la región de los belicosos huancas hasta llegar a la ruta de Huarochirí, por la cual descendió hasta el valle limeño.

Llegado al Santuario, recibió buenos vaticinios acerca de su campaña presente y la posterior, por lo que se dirigió a Tumbes, pasando por el territorio que fuera del Gran Chimú. Para esto tomó varios años, dado que a su paso fue construyendo canales y afirmando tierras de cultivo. Llegado a la región norteña, se informó de la rebeldía del cacique Tumbala, de la Isla Puná, y se dirigió hacia allá. El cacique consultó pueblos vecinos por ayuda, pero como todos ya se habían sometido al Inca, optó por una salida astuta. Fingió pasividad ante el Inca y cuando sus tropas se retiraban en balsas, atacó a la mitad y en la refriega cayeron muchos orejones. Huayna Capac, enterado de ello, montó en furia y él mismo dirigió la carga sobre los punaeños, venciéndolos tras dura lucha

Muerte

Súbitamente, en algún momento de 1524, Huayna Cápac enfermó y murió, en algún lugar entre la actual Colombia y Quito (Ecuador). Tenía unos 47 o 48 años.

Murió sin haber designado un sucesor para dirigir el imperio.

Durante mucho tiempo se pensó había enfermado de viruela, transmitida por un contingente de indígenas chiriguayos durante una incursión del ejército de Huayna Cápac a través del Chaco (entre Bolivia y Paraguay), y que a su vez habría sido introducida por una colonia española del Río de la Plata, que diezmó a la población y había acabado con la vida del mismo emperador.

Pero esa hipótesis ha sido descartada por completo, entre otras razones porque su momia carece de las marcas características de esta enfermedad.[1] Es más probable que haya sido envenenado con hierbas aparentemente medicinales por un curaca (‘curandero’) chachapoya.[2]

Fuentes