Humboldt en La Habana Vieja

Humboldt en La Habana Vieja
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Fecha:1800-1801
Lugar:Habana Vieja, La Habana, Cuba
Descripción:
Realizó investigaciones en este país que recogió en su ensayo político condenando la esclavitud
Resultado:
El Ayuntamiento prohibió la entrada de ese libro
País(es) involucrado(s)
Bandera de Alemania Alemania,Bandera de los Estados Unidos de América Estados Unidos, Bandera de Cuba Cuba
Líderes:
José Antonio Aponte, Félix Varela Morales


Humboldt en La Habana Vieja

En Cuba estuvo de visita y en plan de trabajo un ilustre científico alemán de ideas abolicionistas, Alejandro de Humboldt, quien se hospedó en La Habana Vieja. Realizó investigaciones sobre este país que recogió en su Ensayo Político sobre la Isla de Cuba, importante obra donde condenó la esclavitud que vio en América. Por esas ideas en Ayuntamiento prohibió la entrada de ese libro. La casa donde vivió en esa primera estancia en Cuba (1800-1801) se conserva como un museo en La Habana Vieja (Oficios 254) donde se recuerdan sus trabajos sobre Botánica, Mineralogía, cálculos matemáticos sobre el Meridiano de la ciudad y otros. Es considerado como el segundo descubridor de Cuba.


Figuras y acontecimientos precursores de la nacionalidad cubana en el territorio a inicios del siglo xix. Panorama citadino hasta 1867.

La ideología de la Ilustración, base esencial de la Revolución francesa alcanza en América sus primeros resultados. La independencia de las 13 colonias inglesas en Norteamérica en 1776 es el primer exponente de la burguesía en la toma del poder político contra la Metrópoli. Tres años después, en 1789 el 14 de junio se produce en Francia el triunfo revolucionario con la llegada de los jacobinos al poder y la eliminación del poder del viejo aparato feudal. En 1791 se inicia la primera gran revolución anti esclavista en el mundo la cual concluye con la independencia de Haití en 1804 derrotando a las mejores tropas del ejército napoleónico. En América del Sur la independencia tiene importantes figuras que marcan el principio del fin del colonialismo español. Su precursor Francisco de Miranda constituye el punto de partida. En diversas partes del sur del continente el movimiento independentista inicia la lucha por la independencia con figuras como Simón Bolívar, Antonio José de Sucre, San Martín, y los curas Hidalgo y Morelos entre otros. La ideología independentista llega a Cuba por diversas vías y personas marcando a hombres decididos a enfrentarse al poder español y lograr la independencia.


Personalidades de la Habana Vieja

En este siglo se destacan varias figuras precursoras de la nacionalidad en el territorio hoy llamado La Habana Vieja.

  • José Antonio Aponte Ulabarra: Negro libre que trabajó como carpintero hábil en la talla de madera, llegó a ser cabo primero de las Milicias del Batallón de Morenos y reclutado por el capitán Bassave para que participara en la conspiración de 1810.
  • Luis Francisco Bassave, junto con Román de la Luz y Joaquín Infante, como expresara el historiador José Luciano Franco pertenecieron a “un grupo de ricas familias cubanas dirigentes de un movimiento político encaminado a lograr la independencia de la isla de Cuba”, actuaban bajo los auspicios de una logia masónica.

El capitán general, Salvador de Muro y Salazar, marqués de Someruelos, Gobernador de la Isla de Cuba controló este movimiento que no obstante se extendió a algunos barrios del territorio como Belén y Jesús María e incluso llegó hasta regiones del oriente cubano

  • Aponte pudo eludir su inclusión en el proceso, aunque por su relación con Bassave se le retiró de las milicias alegándose la edad.

Su vivienda (en Centro Habana) aunque modesta, fue sede del cabildo Shangó Tedum y apoyándose en las actividades religiosas se reunieron para reclutar personas para el movimiento insurreccional desde 1811. Además, mantuvo contacto con revolucionarios haitianos y dio algunos viajes por la Isla para incorporar a más personas. Aclara José Luciano Franco: Como punto fundamental del Programa Mínimo de los conspiradores figuraba la abolición de la esclavitud y la trata negrera, también en forma rudimentaria, es lo cierto, aspiraban a derrocar la tiranía colonial y sustituir aquel régimen corrompido y esclavista por otro cubano y sin discriminaciones odiosas. Aponte y otros seguidores pagaron con la vida este “glorioso empeño”.

Movimiento Abolicionista

El movimiento abolicionista dirigido por José Antonio Aponte, tuvo gran repercusión en todo el país en 1812, aunque fracasó, fue creando conciencia. Entre los conspiradores se cuentan participantes procedentes de barrios de La Habana Vieja: Jesús María, plaza del Santo Cristo, La Punta, Plaza de Armas, Alameda de Paula, Muelle de Luz. Debe ser considerado el primer luchador independentista de nuestra patria. El propio pueblo, después de su ejecución, el 9 de abril de 1812 empezó espontáneamente a nombrar la calle Someruelos con el nombre de Aponte en el barrio extra muro de Jesús María y José.

  • El presbítero Félix Varela Morales nacido en La Habana Vieja en una familia de militares, sintió vocación religiosa y desde muy joven fue profesor en el Seminario de San Carlos y San Ambrosio. Allí se dio a la tarea de transformar la enseñanza y la filosofía. Consideraba que era una responsabilidad de la sociedad y en especial de la escuela enseñar a pensar al hombre desde su más tierna infancia. Inició la enseñanza experimental de la Física y estableció el uso del español, en vez del latín en las clases de Filosofía y continuó la reforma anti escolástica.

Cuando se inauguró por segunda vez el régimen constitucional en España se le encargó a Varela la cátedra de Constitución. Esas materias políticas lo hicieron ir evolucionando, sobre todo cuando fue elegido diputado a las Cortes y comprobó el poco interés que había en aplicar medidas democráticas a Cuba. Sus pronunciamientos sobre la abolición y la libertad de los pueblos lo obligaron a huir de España al reimplantarse el absolutismo y los diputados a Cortes condenados a muerte. Vivió en el exilio el resto de su vida. Influyó en la juventud cubana desde la cátedra y el exilio. Se le considera el primer intelectual patriota independentista.

Periódico El Habanero

En el periódico El Habanero que editó Varela en el exilio escribió un paralelo entre la revolución que puede formarse en la Isla de Cuba por sus mismos habitantes y la que se formaría por la invasión de tropas extranjeras. Destaca el peligro que representarían esas tropas, aunque vinieran de un país hermano de América Latina. En esto fue categórico al expresar que “desearía verla (a Cuba) tan Isla en política como lo es en la naturaleza”.

A medida que avanzó el siglo XIX aumentó la represión en el país por temor al movimiento independentista. Se persiguió a los sospechosos de ideas liberales y a los que pudieran desear más libertad social como los negros y mulatos. Estos sectores fueron involucrados en el proceso de La Escalera. Hubo un caso que dio mucho que hablar, el de Gabriel de la Concepción Valdés (Plácido), nacido en La Habana Vieja –Bernaza 14,demolida hoy 64– que pasó grandes dificultades económicas y fue acusado con los demás en esa causa porque a pesar de ser un poeta mulato llegó a alcanzar relieve social en la peña literaria de Domingo del Monte, sus poemas fueron premiados en concursos y se relacionó con poetas como José María Heredia quien lo invitó a viajar a México, pero no aceptó. Aunque no tuvo participación en movimientos abolicionistas fue condenado a muerte y ejecutado, al igual que decenas de personas más. Otros cientos murieron, mientras se les azotaba para que confesaran o hicieran denuncias. Muchos sufrieron años de prisión o exilio.

En la plaza de Cristo hay un monumento dedicado a Plácido con un busto que presenta la imagen del poeta, aunque en verdad no existió nunca (que se conozca) una foto o retrato de Plácido.

  • José de la Luz y Caballero –nacido en La Habana Vieja, en Oficios 22, antiguo, esquina a Luz– también fue acusado en el proceso de la Escalera. Estaba en Europa cuando recibió la noticia y desoyó a los que les aconsejaron que no regresara a Cuba, porque no habría garantías para la vida de los que procesaran en esa causa. No venir era renunciar a volver a su patria y por cuestión de honor debía enfrentar al tribunal, ante el que no negó ser amigo de Domingo del Monte, también acusado.

En respuesta a los cargos que le hicieron presentó un escrito aclarando su posición. Su actuación reafirmó su prestigio y continuó sus labores como educador. En pedagogía siguió la obra revolucionaria del que consideró siempre su maestro, Félix Varela. Desde que Varela marchó al exilio cooperó en la divulgación de sus ideas con el envío entre sus amigos El Habanero y las Cartas a Elpidio.

Hacia mediados del siglo XIX los artesanos se organizaron en sociedades de socorros mutuos. Debían destacar su carácter benéfico y su relación con la iglesia para ser aprobadas por las autoridades coloniales.

Sociedades

En La Habana Vieja se fundó la Sociedad de Socorros Mutuos de Honrados Artesanos y Jornaleros bajo la advocación de la Divina Pastora. Estuvo ubicada en la feligresía o barrio de Jesús María y José, en la calle Farruco (hoy Factoría) número 67.

Estas sociedades se consideran antecedente de los gremios. Se estima como el primer gremio genuinamente obrero la Asociación de Tabaqueros de La Habana, creada en 1866. De las luchas puramente económicas se fue pasando a contradicciones políticas debido a la división que se agudizaba entre los cubanos y españoles. Esto se apreció en periódicos, revistas, obras de teatro y otros medios a través de los cuales se expresaban reformistas, integristas, anexionistas y separatistas.

La Habana Vieja fue escenario de luchas

En 1851 fueron fusilados 51 expedicionarios que vinieron con Narciso López en el vapor Pampero. La condena se cumplió en el Castillo de la Punta.

  • Narciso López también fue condenado a muerte, esta vez en garrote en el propio castillo. De este modo culminó esta expedición integrada mayormente por extranjeros que recibió ayuda de Estados Unidos con fines anexionistas.
  • En 1852, Eduardo Facciolo Alba, del sector gráfico montó una imprenta clandestina en Mercaderes núm. 18, casi esquina a Obrapía en la que imprimió tres números de La Voz del Pueblo Cubano, periódico que combatía al gobierno español y hacía propaganda a favor de la anexión a EE. UU. El cuarto número quiso imprimirlo en una imprenta ya establecida en Obispo entre Aguacate y Compostela para mejorar la impresión, estaba vigilada y prendieron a Facciolo y demás personas que se encontraban allí. Facciolo fue condenado a muerte y ejecutado en la explanada de la Punta .
  • Facciolo confeccionaba el periódico con los materiales que le proporcionaba Juan Bellido de Luna “anexionista por convicción de toda una vida” como caracterizaba el historiador Fernando Portuondo a uno de los dirigentes de la conspiración de Vuelta Abajo.

Además de estos sectores, una minoría que ostentaba poder económico y político basado en la producción esclavista mostró inclinación al anexionismo por temor a que España cediera ante la presión abolicionista de Inglaterra. Esto se mantuvo mientras existió la esclavitud en el sur de los EE.UU. Es importante aclarar que hubo dos manifestaciones o formas de anexionismo, la primera vinculada a los estados sureños esclavistas mientras la segunda miraba a los estados norteños los cuales basaban su desarrollo en la producción capitalista.

Contrabando negrero

El contrabando negrero había continuado en Cuba hasta el punto de sobrepasar ya la población negra y mulata a la blanca, cuestión esta que frenaba la idea independentista en este sector acaudalado por temor a que se produjera una Revolución como en Haití.

Ante esta situación muchos terratenientes esclavistas para salvar sus intereses se mantuvieron al lado de España y abrazaron la tendencia reformista como medio de obtener mejoras.

Estas familias que tenían mansiones en La Habana Vieja derrochaban sus riquezas en fiestas, bailes, organizaban conciertos en los que se tocaba música clásica o se presentaban obras de teatro. Al cultivo de las artes contribuían sociedades como la Filarmónica, el Liceo Artístico y Literario de La Habana que tenía secciones de Literatura, Música, Pintura y Declamación. Contribuían a este desarrollo las compañías líricas, los concertistas y las agrupaciones teatrales que visitaban el país.

Se contaba con el Teatro Tacón desde 1838 (hoy García Lorca) ubicado en Prado y San Rafael, y el Circo Habanero que en 1853 tomó el nombre de Villanueva, ubicado en Zulueta (hoy Agramonte), entre Colón y Refugio, donde está la fábrica de tabacos La Corona. Allí se representaban obras dramáticas, óperas y zarzuelas.

Desde que la Plaza de Armas adquirió su ambiente de recreo fue lugar de encuentro de estas familias acaudaladas que paseaban alrededor de la plaza en sus volantes y quitrines especialmente los días de retreta.

En 1863 la Metrópoli autorizó la demolición de las Murallas y se trazó poco después un plano para hacer en ese terreno un reparto parcelado que se pondría en venta. Las autoridades en la colonia querían hacer grandes edificios para organismos oficiales, con portales calles anchas paralelas al Prado y reubicar la línea del tren en la llamada calle Central que después se llamó Zulueta.

Cuando fue desarrollado el Paseo Extramural que se conocería como el Prado su recorrido fue el preferido desde la Punta hasta la fuente de la India. Se cuenta que algunos solían hacer una parada en el café del Campo de Marte conocido por el café de los franceses.

Los hombres de esta sociedad tenían acceso a los centros de enseñanza superior ubicados en La Habana Vieja: la universidad de San Jerónimo en el Convento de Santo Domingo (demolido, donde después se construyó un edificio para oficinas y el Seminario de San Carlos y San Ambrosio, al fondo de la catedral que por entonces tenía entrada por la calle Tejadillo.

En ambos centros estudió, en sus años juveniles Carlos Manuel de Céspedes, quien el 10 de octubre de 1868 hizo el primer llamado a la Revolución al grito de ¡Independencia o Muerte.

Biblografia

Fernando Portuondo del Prado. Historia de Cuba I, Editorial Nacional de Cuba, Editora del Consejo Nacional de Universidades, La Habana, 1960

Perla Cartaya Costa. La polémica de la esclavitud. José de la Luz Caballero. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1988

José Rivero Muñiz. “La lectura en las tabaquerías”. En: Revista Biblioteca Nacional, La Habana, marzo 1951

Fuentes

  • Licenciado Eddie Elías Quiñones Díaz de Villegas/ Presidente de la sección de bases del Municipio La Habana Vieja/Historiador la Habana Vieja.