Iglesia de Nuestra Señora de La Soledad

Iglesia de Nuestra Señora de la Soledad
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Fundación1736
Camagüey, Bandera de Cuba Cuba
Vista actual de la Iglesia de Nuestra Señora de La Soledad

La Iglesia de Nuestra Señora de La Soledad fue construida en los años 1733 al 1736, se erige majestuosa en la intersección de la calle República (Reina) esquina a Ignacio Agramonte (Estrada Palma), casi al frente de la plaza de la Soledad, conocida como Plaza del Gallo. A pesar de que al frente se desarrolla un edificio de tres plantas, esto no impide que la torre sea un elemento de referencia para los citadinos y para los visitantes. Es el edificio del Centro Histórico al que la población adjudica el mayor valor simbólico.

Historia en la Colonia

En el año 1697 se construyó, en el extremo norte de la ciudad punto que marcaba la salida hacia el embarcadero de Jigüey, una ermita consagrada a Nuestra Señora de la Soledad con un cañón de ladrillos y tejas de 28 varas de largo, 8 de ancho y 7 de alto, la sacristía a un lado del presbiterio y encima una habitación con balcón para el párroco y sus sirvientes, sus dos campanas en maderos, pues carecía de torre. En 1701 fue erigida en parroquia por el Obispo de Cuba Diego Evelino de Compostela.

En 1733 comenzó a construirse la actual iglesia y años más tardes, en 1764 muere José Sánchez Pereira quien se encuentra sepultado en el presbiterio de la iglesia, a la cual donó 4000 pesos y un tejar de su propiedad con 3 negros y sus aperos concernientes, para cuando se continuara la construcción, además de toda la plata labrada de su uso para el culto de la imagen.

Esta donación parece haber sido decisiva en la continuación de los trabajos y conclusión del templo, el cual según el historiador Torres Lasquetti, se concluye en 1776. En diciembre de ese año fue bendecido su altar mayor, y colocada la imagen de la virgen.

Se conoce por el inventario de 1820, que tiene 61 varas de largo y 27,5 de ancho, formada por tres naves y su torre acabada de nuevo de tres cuerpos y medios, remate de capitel y cruz grande de hierro. Ya en 1848 la torre es repellada y se le da lechada amarilla.

A mediados del Siglo XIX, tuvo este templo en todas sus fachadas un alero de tornapunta que fue pintado de ocre intenso. Han llamado siempre la atención sus pinturas murales ya sea con un casetonado clásico, en la cúpula o con motivos florales en muros, pilares, arcos y pechinas. A finales del Siglo XIX se retiran de las ventanas las rejas de balaustres torneados por barrotes de hierro, elaborados por el herrero Luciano González (padre).

A principios de Siglo XX, algunas de las pinturas murales fueron transformadas por el artista catalán Juan Albaijés Ciruana quedando las mismas con rasgos decorativos del movimiento Art Nouveau.

Historia en la Neocolonia

En 1913 se cambia el alero de tornapunta por una balaustrada lumínica que remata cada una de las fachadas. Parte de ella se destruye por el ciclón 1932, quedando restos de la misma en la zona posterior del edificio. Se sube el nivel de piso entre 0,8 y 1,0 m de de las tres naves y se tapiaron algunos vanos de ventanas y nichos interiores.

En 1926 se coloca el altar de mármol del Sagrario en una de las naves laterales, altar que en la década de los ochenta se le quitaron algunas piezas. Para esta fecha fueron cubiertas las pinturas murales, quedando solamente el casetonado clásico y las pinturas en las arcadas y algunos pilares del presbiterio. También se cambió el piso de la sacristía y el de un salón donde se reúnen los fieles.

Estado actual

A principios del año 2003 se reabre la puerta del testero de la nave izquierda, para mejorar la comunicación del templo con el salón posterior.

En su fachada principal tiene un esquema de tres puertas con igual número de ventanas superpuestas, correspondientes a las tres naves que posee el templo. El acceso principal es de una gran puerta española con postigos mixtilíneos, guarnecida por columnas de fuste circular con éntasis liso sobre pedestales hasta la mitad de la altura de la puerta. Remata el conjunto de la portada una cornisa que sigue el movimiento de las columnas, coronada por dos molduras gigantes en forma romboide.

A eje con la portada principal se encuentra la ventana coral también guarnecida por pilastras y cornisas. Las portadas laterales de esta fachada presentan una jerarquización semejante a la de la portada principal pero de un tamaño menor, con pilastras individuales.

Las fachadas laterales presentan accesos principales guarnecidos por pilastras y cornisas exaltadas en sus extremos por toscas molduras semi-piramidales y correspondiendo con el lugar del transepto aparecen tres grandes contrafuertes.

La torre en el lateral izquierdo de la fachada principal es un macizo volumen de cinco cuerpos de diferentes dimensiones, con vanos de medio punto a partir del nivel de remate superior de la fachada. Coronada por un gran pináculo octogonal de forma piramidal, presenta copones en los cuatro extremos superiores.

Valores patrimoniales

Este templo tuvo una característica sui generis en el repertorio de edificios religiosos de Cuba. Poseía un alero de tornapunta en todas sus fachadas, característico del repertorio de viviendas pero no usual en las construcciones civiles y religiosas. Este alero fue sustituido, en 1913 por una balaustrada que remató todas sus fachadas, de la cual aún quedan evidencias en la fachada posterior, pues fue destruida por el ciclón de 1932.

El techo de la nave central y presbiterio es de armadura de par y nudillo de cuatro faldones con harneruelo decorado, tirantes y cuadrales pareados con lacerías. Interceptando estas dos armaduras aparece una cúpula semiesférica, decorada con una simulación de casetones a semejanza del Panteón romano. La cúpula aparece acompañada lateralmente por dos bóvedas de aristas que finalmente descargan en los contrafuertes laterales, conjunto románico poco común en los ejemplares mudéjares y cubanos.

La Soledad posee varios tipos de techos: cuatro aguas en el presbiterio, cúpula en el crucero, bóvedas de crucería en los brazos del supuesto trancepto, armadura de par y nudillos en la nave central y techos inclinados en las naves laterales.

Correspondiente a la pequeña muestra de pinturas murales coloniales que posee el repertorio religioso es el casetonado que decora la cúpula de este templo y que imita el Panteón romano, tal decoración data de mediados del Siglo XIX, cuando se desea otorgarle al templo cierto carácter neoclásico. De la misma fecha, son las pinturas murales con motivos florales que antiguamente se diseminaban por las paredes, pilares, arcos y pechinas.

Solo llegan a nuestros días las pinturas en los arcos y algunos pilares del presbiterio. El resto ha ido desapareciendo en sucesivas reformas. Algunas fueron retocadas, tapadas como las de columnas, paredes y pechinas y otras transformadas totalmente en el Siglo XX, con rasgos art nouveau, trabajos realizados por Juan Albaijés.

Las esculturas más antiguas conservadas son dos imágenes de vestir, una es la Virgen de la Soledad del XVII, la misma que cuenta la leyenda; la otra del XIX, es una imagen de Santa Bárbara, en uno de los altares de la nave lateral izquierda.

Algunas muestras de altos relieves pueden apreciarse en el baptisterio, en las paredes laterales del presbiterio y en el retablo mayor.

Predominan en La Soledad las imágenes del siglo XX, de madera revestidas con yeso. Algunas únicas en Camagüey por el Santo que representan como santa Lucía, san Hilarión, san Luis Gonzaga, santa María Goretti, Santa Clara, y san Agustín. Otras imágenes son la Virgen de la Caridad del Cobre, San Francisco de Asís y San Antonio de Padua.

En los bajos del presbiterio existe un antiguo cementerio en forma de criptas con inscripciones relativas a los enterramientos.

La Pila Bautismal que hoy todavía se conserva es de mármol, y fue encargada a Barcelona. Se instaló el 16 de marzo de 1864 costó 239.00 dólares.

También de mármol es el finísimo altar de mármol del Sagrario de 1926. En la década del 90 se le quitaron varias piezas.

Personalidades vinculadas a su historia

Durante el Siglo XIX en este templo fueron bautizadas personalidades relevantes de la historia y la cultura de nuestro país como la poetisa Gertrudis Gómez de Avellaneda, Carmen Zayas Bazán esposa de José Martí, e Ignacio Agramonte y Loynaz, Mayor General del Ejército Libertador, quien además contrajo matrimonio en este lugar con Amalia Simoni Argilagos.

Esta iglesia es uno de los pocos edificios, en Cuba y América, que en el Siglo XVIII, presenta un esquema de fachada con torre al centro. También es el único que posee la combinación de cúpula y bóvedas de aristas con techo de armadura de par y nudillo dando forma de un transepto sin brazos sobresalientes. Esta iglesia junto a La Merced, son los edificios más antiguos de la Ciudad de Camagüey que conserva su composición constructiva y formal casi íntegra.

Fuentes