Igualitarismo
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Igualitarismo: Doctrina que considera que las personas son iguales por naturaleza, por lo que todos deben ser tratados como iguales. Defiende la posición general sobre la desaparición o disminución de las diferencias sociales; basándose en un conjunto de teorías de tipo ético y político, que consideran que el camino correcto y más justo, es la igualdad entre todos.
Sumario
Posturas
Al plantearse desde diferentes perspectivas, en resumen, el igualitarismo, refleja el objetivo central de aquellos que abogan por alzar la voz en pos de defender esta posición desde sus canteras.
Desde el punto de vista religioso, el Igualitarismo, defiende y enseña que, en Cristo, ya no hay distinciones de género. Esta idea proviene y tiene su base en la escritura de Gálatas 3:28. Los igualitaristas afirman, que los roles de los hombres y las mujeres son intercambiables en el liderazgo de la Iglesia y en el hogar.
- Para el filósofo y profesor austriaco, Karl Popper, el igualitarismo aspira que todos los ciudadanos sean tratados justamente, sin que se tenga en cuenta su nacimiento, sus relaciones o su fortuna. En otras palabras, no hace falta según hace referencia, reconocer ningún privilegio como natural.
- El filósofo estadounidense y profesor de filosofía política de la Universidad de Harvard John Rawls, autor de Teoría de la justicia, entre otros, rechazó el igualitarismo, ya que vio las ventajas de la desigualdad en las recompensas, pero igualmente planteó, que el bienestar de una sociedad depende del bienestar de la peor situación individual porque la sociedad es tanto mejor si mejora el bienestar de los demás.
- También el filósofo alemán Friedrich Nietzsche mostro una postura contraria al igualitarismo, tanto desde el punto de vista implícito cristiano, como al igualitarismo defendido por el movimiento socialista cada vez más pujante a partir de la segunda mitad del siglo XIX, alegando que se impulsa mediante estas doctrinas un deber impersonal donde se deja de lado el desarrollo del propio pensamiento.
Visión
Cuando se analiza el igualitarismo desde un enfoque de género, se percibe un cambio en el modo de ser y tratar socialmente a la mujer, a diferencia de los privilegios que de alguna forma tienen los hombres en la sociedad. La base de este concepto radica también en el día a día donde el hombre no debe ser cómplice de los obstáculos sociales que sufre la mujer para hacerse valer con fuerza y constancia. Esta batalla diaria por defender un lugar y mantenerlo ha hecho que a través del tiempo, las mujeres luchen cada día desde sus trincheras de opinión y respeto, para derrumbar ese pensamiento de carácter estructural de antaño, que tanto daño hace en una sociedad que necesita nuevos aires y no resistencia al cambio social.
Cuando se analiza desde la psicología, se verifica que el pensamiento que predomina en este mundo, está constituido por una psicología masculina y desde esa óptica los hombres tratan en cierto caso de colocarse en el lugar de la mujeres, intentando asumir posiciones de personalidad femenina que realmente no se encuentran, debido a que ellos no están en condiciones para entender y asumir debidamente, ya que su situación social siempre ha sido diferente para ambos.
Desde el punto de vista ético el igualitarismo hace énfasis en la imparcialidad para considerar los intereses de todos por igual, alejándose totalmente de la visión discriminatoria.
El igualitarismo es una doctrina que desde el análisis político sostiene que todos los seres humanos deben ser tratados como iguales en la sociedad, por ende, todos deben ser iguales ante la ley, de la misma manera necesitan contar con las mismas oportunidades y derechos políticos, económicos, sociales y civiles. La opción no es negar que existen diferencias con el otro, sino aceptar que la discriminación es la que crea y afianza aún más las distancias entre todos.
Conclusiones
El vínculo establecido para dar lugar al igualitarismo social, radica en establecer como fortaleza, la igualdad de oportunidades para todos. Con este primer paso social siguiendo la voz en defensa de esta doctrina, se beneficiarían, no solamente a los sectores más desfavorecidos, sino también los más ricos, ya que los problemas sociales cuando llegan ha determinado punto repercuten en muchos, a veces sin distinción. La base del discurso de los igualitaristas radica en proponer que los resultados de las desigualdades sean una preocupación que concierna a todos, y así desde una preocupación social, se pueda lograr la justicia, tan ansiada por muchos.
