Inca Urco

Inca Urco
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Gobernó un breve período en 1438.
NacimientoQosco
Fallecimiento1405
NacionalidadDinastía Hanán Cuzco
CiudadaníaInca
PredecesorViracocha Inca
SucesorPachacútec
PadresViracocha Inca y Curi Chulpi

Inca Urco. Fue uno de los que Gobernó el imperio Inca en 1438. Considerado como el noveno gobernante de la etnia Inca. Probablemente fue el inca más detestado por su pueblo, pero lo que se entiende con certeza es que hizo el gobierno más nefasto en la historia inca.

Síntesis biográfica

Tuvo como padres a Viracocha Inca y a Curi Chulpi, hija predilecta del señor del ayllu Ayavilla. Siendo Inca Urco un hijo secundario, Viracocha Inca le tuvo cariño especial, inclusive más que a sus hijos principales. Tuvo como hermano entero a Sucso, y medio hermano (por el lado paterno) a Pachacútec.

Durante el gobierno de Viracocha Inca, los chancas partieron de Paucaray y se dividieron en tres ejércitos. Viracocha, viejo y cansado, abandonó el Cuzco a su suerte.

Aislado Viracocha en Calca dejó en el Cusco a su hijo Inca Urco, endosando la competencia del gobierno, cargo que le ejerció años con todos los atributos en insignias inherentes a un inca, con plena autorización de su padre recluido en calca, de donde le envío la bola o mascaipacha, según costumbres. Éste hizo los ayunos rituales en medio de las consabidas ceremonias que se estilaban en el Inticancha, con sacrificios y fiestas. Ese mismo día se casó con quien sería la mujer principal, todo según las costumbres Inca. Inca Urco comenzó pues, mandar igual que sus antecesores, ocupando más o menos el numero 9 de la lista conocida de incas del Cusco, pues se presume de la existencia de otros que fueron eliminados de la historia en forma total y absoluta.

Reinado

Inca Urco no hizo conquista alguna, tampoco organizó ninguna expedición de conquista. Durante su gobierno la etnia inca no se sentía bien protegida y clamaba a gritos su restitución, cosa que por temor a Viracocha Inca no lograron conseguir.

Había un descontento unánime en toda la etnia inca, incluso algunos generales incas intentaron asesinarlo, pero por temor al aún vivo Viracocha Inca no lo lograron. Cuando el poderoso estado Chanca mandó una solicitud de rendición a la etnia inca, Viracocha Inca la aceptó y junto a Inca Urco escaparon de los dominios incas abandonando a su etnia. Cuando Pachacútec expulsó a los Chancas, invitó a Viracocha Inca a retornar a Cusco para celebrar, este rechazó la oferta argumentando que Inca Urco fuera llamado a recoger los laureles de la victoria, cosa que ni Pachacútec ni el mismo pueblo quiso.

Carácter

Entregado a placeres y vicios bajos, no se preocupaba en regir ni gobernar. La mayor parte de días los pasaba en casas de recreo; todo lo cual desagradó a los guerreros componentes de la etnia Inca. Su carácter morboso le impulsaba inclusive a buscar (campesinas, yanas); y en ocasiones hasta llagó a estuprar a algunas mamaconas (Las mas venerable señoras de los acllahuasis). Era habitualmente verlo en la llacta bebiendo y hasta ebrio, vomitando y miccionando sin vergüenza alguna en las vías públicas. A cuanto se dirigía los trataba como a hijos engendrados por él dando a entender haber tenido relaciones son sus madres

Guerra con los Chancas

Más de una batalla hubo entre los chancas y cusqueños. La primera, en la propia llacta del Cusco. Fue un combate cuerpo a cuerpo, presenciado por miles de espectadores de la etnias colindantes que para intervenir esperaban el lado por el que se inclinase la victoria. Y el triunfo fue de los incas.

Los chancas retrocedieron a Ichubamba, pero sin cejar en sus intentos. En secreto llamaron a sus guerreros del interior de su país. Pero la situación era ya diferente. Ahora todos las etnias que circundaban al Cusco estaban dicididas a auxiliar a Cusi Yupanqui al ver que estaba triunfada, esta vez los ayarmacas (Jaquijaguana) se aliaron con los chancas. En la batalla, Cusi Yupanqui cercenó la cabeza de Asto Huaraca, mientras Tomay Huaraca era muerto en otro sector del campo de combate. Cusi Yupanqui capturó al ídolo de Uscovilca, acto que, de conformidad a los costumbres, determino la victoria de la etnia Inca. El hecho sirvió para que más señoríos y reinos, que aún seguían indecisos y espectando, se plegaron a Cusi Yupanqui. Realmente que después fue mitificada por los incas, propalando la creencia de que las piedras de Ichubamba se transformaron en hombres por voluntad de los dioses para favorecer a sus hijos predilectos: los anan y urincuscos. Tanta fue la sangre derramada que a Ichubamba se le mudó de nombre, poniéndole Yahuarpampa: llanura de Sangre.

Con la desparicion de sus caudillos, los chancas se dieron a la fuga. Los incas los persiguieron hasta la orilla derecha del Apurímac, a 12 kilometros, donde todavía se llevó a cabo un tercer combate, en el que fue matado Vicaquirao, cuyo cadáver fue metido en el tronco de un árbol que ahuecaron. Cusi Yupanqui continúo hasta Andahuaylas, meollo de los chanas. Después regresó deteniéndose en Jaquijaguana, lugar en el que los ayarmacas se hallaban tremendamente afligidos, pensando en pedir clemencia, suponiendo en obtener el perdón por pertenecer a un reino de mucha antigüedad y prestigio. Otros famosos héroes chancas prisioneros fueron muertos en las alturas de Carmenca. A sus cuerpos se les convirtió en tambores, embutiéndolos con paja y ceniza para ser guardados en un depósito como trofeos de la victoria.

El triunfo inca estaba consumado. Con ello acabo el periodo del diminuto señorío del Cusco. Ahora se daba inicio al gran imperio de los Incas. Cusi Yupanqui, el vencedor, tomó posesión de todo lo que arrebató a sus enemigos: ídolos, armas, ropas, provisiones, vajilla, joyas, hatos, prisioneros, etc. Y rápidamente se preparo a celebrar las fiestas del triunfo. Los prisioneros fueron reunidos en Yahuarpampa y llevados al Cusco para festejar la victoria, pisándolos los cuerpos. También acarrearon e rico botín Chanca. Pero Cusi Yupanqui quería que su padre fuera el que solemnizar las diversiones y a la par tomara posesión de lo ganado a sus enemigos. Precisamente cuando fue a verlo lo halló parlamentado con Huamás Huaraca, quien había ya logrado la capitulación de Huiracocha. Pero al enterarse de la verdad, Huamán Huaraca lloró con insondable sentimiento. Huiracocha, con todo, rechazó el ofrecimiento de Cusi Yupanqui, porfiando que Urco era el llamado a recoger las palmas de la victoria por ser el cosoberano legítimo o correinante, quien, pese a lo ocurrido debía proseguir en el poder. Hecho que indigno y ofendió a los héroes, quienes se negaron con gesto tajante.

Muerte

Viracocha Inca y Inca Urco hicieron un plan para eliminar a Pachacútec, estaban celosos de su victoria y carisma en el pueblo inca. Inca Urco y un pequeño ejército emboscaron a Pachacútec, quien informado los esperó preparado y los derrotó. Al ver el fracaso de su intento de recobrar el poder, herido y humillado, Urco cae a un río y trata de huir, pero es alcanzado por uno de sus medio hermanos, Inca Roca ,ejecutado y hecho pedazos, arrojando los trozos de su cuerpo al río.

Crónica de la época

Pedro Cieza de León, en "Crónicas del Perú" relata los acontecimientos: "Los orejones, y aún todos los demás naturales destas provincias, se reyeron de los hechos deste Inca Urco. Por sus poquedades quieren que no goce de que digan que alcanzó la dignidad del reino y así vemos que en la cuenta que de los quipos y romances tienen de los reyes que reinaron en el Cuzco callan éste, lo cual yo no haré, pues al fin, mal o bien, con vicios o virtudes, gobernó y mandó el reino algunos días. Y así, luego que Viracocha Inca se fue al valle de Xaquixaguana, envió al Cuzco la borla o corona, para que los mayores de la ciudad la entregasen a Inca Urco, habiendo dicho que bastaba lo que había trabajado y hecho por la ciudad del Cuzco, que lo que de la vida le quedaba quería gastar en holgarse, pues era viejo e no para la guerra. Y como se entendió su voluntad, luego Inca Urco sentró a hacer los ayunos y otras religiones conforme a su costumbre, y acabado salió con la corona y fue al templo del sol a hacer sacrificios; y se hicieron en el Cuzco a su usanza muchas fiestas y grandes borracheras.


Habíase casado Inca Urco con su hermana para haber hijo en ella que le sucediese en el señorío. Era tan vicioso y dado a lujurias y deshonestidades que, sin curar della, se andaba con mujeres bajas y con mancebas, que eran las que quería y le agradaban; y aún afirman que corrompió algunas de las mamaconas questaban en el templo y era tan de poca honra que no quería que se estimasen. Y andaba por las más partes de la ciudad bebiendo; y desque tenía en el cuerpo una arroba y más de aquel brebaje, provocándose al vómito lo lanzaba y sin vergüenza descubría las partes vergonzosas y echaba la chicha convertida en orina; y a los orejones que tenían mujeres hermosas, cuando las vía, les decía: "Mis hijos, ¿cómo están?" dando a entender que habiendo con ellas usado los que tenían eran dél y no de sus maridos. Edificio ni casa nunca lo hizo; era enemigo de armas; en fin, ninguna cosa buena cuentan dél sino ser muy liberal. Y como hobiese tomado la borla, después de ser pasados algunos días determinó de salirse a holgar a las casas de placer que para recreación de los Incas estaban hechas, dejando por su lugar teniente a Inca Yupanqui, que fue padre de Tupac Inca ..."

Fuentes

Aprenda historia de la humanidad]. Consultado el 14 de septiembre de 2013.