Incendio de Banes

Incendio de Banes
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Incendio Banes.jpg
Fecha:11 de agosto de 1896
Lugar:Banes
Descripción:
Incendio ocurrido en 1896, por orden de Máximo Gómez y ejecutado por el General Mariano Torres
Consecuencias:
Destrucción del pueblo de Banes
País(es) involucrado(s)
Bandera de Cuba Cuba
Líderes:
Máximo Gómez, Octavio Silva Delgado, Mariano Torres
Ejecutores o responsables del hecho:
Octavio Silva Delgado, Mariano Torres

Incendio de Banes. El 11 de agosto de 1896 el municipio Banes, Holguín, fue incendiado, por orden de Máximo Gómez y ejecutado por el General Mariano Torres. El Coronel Octavio Silva uno de los fundadores de este pueblo tuvo el honor de ser el iniciador del mismo por su propia casa.

Acontecimiento

El cronista Ricardo Varona Pupo planteaba:

Banes era una de las fincas que contribuía con largueza a la causa revolucionaria, mejor dicho que pagaba contribución. Y debido a esto se le respetaba y permitía que hiciera espléndidas zafras de guineo. Pero parecía injusto y estaba resolviendo contraproducentes resultados, que existiera un lugar con el que no rezara la guerra; que la empresa Dumois estuviera restándole brazos a la revolución y que el que allí llegara no quisiera volver a las fuerzas. Eso no era guerra, sino cubaneo”[1]

Y lo entendió así el General Máximo Gómez, que ordenó al general Mariano Torres procediera a la destrucción del pueblo de Banes.

La orden que produjo la destrucción de Banes

Después de la primera incursión del General Calixto García sobre la región HolguínGibara y su reunión con el General en Jefe Máximo Gómez, comenzó a preocuparle la situación de permitir o no la producción, tanto de las plantaciones como de los ingenios. A pesar de que esos convenios aportaban considerables beneficios, para extender la lucha a todo el territorio era necesario destruir toda posible fuente de ingreso para España. Máximo Gómez también era partidario de la tea incendiaria para causarle a dicho país pérdidas económicas tan grandes que lo obligaran a abandonar la Isla. No obstante los compromisos de Maceo fueron respetados durante un año y medio, pero

“el conflicto entre estas dos políticas creó un estado de confusión que debilitó la lucha revolucionaria, hasta que fueron escaseando cada vez más las excepciones a la regla de prohibición de la producción”[2]

El 18 de mayo de 1896, el general en jefe Máximo Gómez, le escribió a su lugarteneniente general Antonio Maceo, para comentarle la situación de la comarca de Holguín. En la misiva le plantea:

“la comarca de Holguín, según informes que me han suministrado se encuentra en deplorable estado, por falta de un jefe caracterizado y activo, el más indicado para llenar aquel vacío es el Brigadier Mariano Torres, actualmente jefe de operaciones en Sagua[3]

Ante el estado de abandono y calma en que se encontraba la región oriental, fue necesaria una nueva estructura para el ejército en la región. Junto al general Calixto García, designado por Gómez para la jefatura del departamento militar de Oriente, estructuran una plana mayor para del Ejercito en Oriente y entre los primeros nombramientos estuvo el del general Mariano Torres para el mando de la división oriental de Holguín. El 10 de julio de ese propio año 1896, el general en Jefe Máximo Gómez, le hizo entrega a Mariano Torres, de su nombramiento como general de división.

Unos meses más tarde considerando que en esta región las actividades productivas de las plantaciones obstaculizaban la estrategia general de la guerra y restaban fuerzas a la Revolución. El nuevo jefe holguinero recibió la orden de destruir e incendiar el poblado de Banes. El 11 de agosto de 1896, después de ondear la bandera cubana y cantarse la Bayamesa, el coronel Octavio Silva Delgado prendió fuego a su casa, iniciándose así el incendio de la plantación y la ciudad por las tropas del general Mariano Torres.

Destrucción de la ciudad

Antiguo puente sobre el río Banes.
Banes a fines del siglo XIX

Banes empezó a arder en menos de 48 horas fue encendida la ciudad y las plantaciones de banano, cortadas las comunicaciones, destruidas las vías férreas. Varias embarcaciones tuvieron que zarpar sin cargar dejando atrás una inmensa hoguera que consumía las mayores plantaciones agrícolas del país.

El lugar quedó convertido en cenizas y ruinas por lo que los plantadores emigraron al igual que la mayor parte de la población. De esta forma, se impuso la intransigente política de tea incendiaria planteada por Gómez:

“La producción y exportación bananera de la zona de Banes – Samá colapsó, de 2 123 835 racimos en el año 1895, descendió a 755 000 en 1896 y 148 853 en 1897[4]
Banes a fines del siglo XIX

Las fuerzas españolas eran escasas, desde octubre de 1895 habían sido construidos cinco fuertes, pero al producirse el incendio, los soldados también se retiraron a Gibara, por lo que quedó sólo una guarnición de 50 hombres en el fuerte de El Embarcadero. Es por eso que los partes telegráficos que recibe Weyler después del incendio, le informan que:

“el general español March había dispuesto la salida del vapor Bolivar para el puerto de Banes, conduciendo al comandante Monasterio con cuarenta hombres de infantería, para reforzar el destacamento del fuerte. Cuando llegaron fueron hostigados por el fuego de las fuerzas cubanas, que se encontraban emboscadas a ambos lados de la entrada de la bahía. Por otra parte el general Nario que había desembarcado el 18 de agosto de 1896, por la bahía de Samá, marchó sobre Banes con el objetivo de dispersar a los mambises que se encontraban en el poblado. Posteriormente le comunicaron que el fuerte de El Embarcadero había sido recuperado por las fuerzas españolas”[5]

Evidentemente después del incendio Banes quedó en condiciones muy propicias para el desarrollo de acciones mambisas, pues estaba despoblado, las fuerzas españolas eran escasas y las vías de comunicación eran difíciles.

Bibliografía pasiva

  • FONER, Philiph: La guerra hispano-cubana-norteamericana y el surgimiento del imperialismo yanqui, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1978.
  • GARCÍA ÁLVAREZ, Alejandro: La costa cubana del guineo. Una historia bananera, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 2008.
  • PÉREZ NAKAO, Yurisay: Síntesis histórica del municipio Banes. (Material Inédito).
  • VARONA PUPO, Ricardo: Banes (Crónicas), Imprenta Ros, Santiago de Cuba. 1930.
  • WEYLER, Valeriano: Mi mando en Cuba, Imprenta de Felipe González Rojas, Madrid, 1910, T III.

Referencias