Infección fúngica en la piel

Infección fúngica en la piel
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Concepto:Las infecciones micóticas superficiales son aquellas que afectan a la piel y a las mucosas, y se dividen, fundamentalmente, en dermatofitosis (tiñas), candidiasis mucocutánea y pitiriasis versicolor.

Infección fúngica en la piel. Una infección fúngica, también llamada micótica, es aquella causada por hongos, organismos que no son animales ni plantas –aunque hace tiempo se consideraban plantas-, sino que conforman un grupo independiente dentro del marco global de los seres vivos. Los hongos pueden vivir en el aire, el suelo, las plantas y el agua e incluso en el organismo de los seres vivos. Ciertos hongos se reproducen diseminando esporas microscópicas que suelen estar en el aire, por lo que pueden ser inhaladas o entrar en contacto con la superficie del cuerpo, principalmente con la piel. Por lo tanto, las infecciones fúngicas suelen iniciarse en los pulmones o en la piel. De la amplia variedad de esporas que se depositan en la piel o que son inhaladas por los pulmones, la mayoría no causa infección. Aunque cualquier persona puede contraer una infección fúngica, estas son más comunes en aquellas personas con deficiencias del sistema inmunitario y en las que tengan implantados en su cuerpo materiales extraños, entre ellos dispositivos médicos como un catéter intravenoso, una prótesis articular o una válvula cardíaca artificial.

Signos y síntomas

Los síntomas debidos a infecciones fúngicas superficiales varían dependiendo de la clase de hongos que las producen. Generalmente ocasionan picor, enrojecimiento de la piel e inflamación. Algunas de estas infecciones tienen carácter muy leve y producen pocos síntomas o ninguno; en cambio otras son más irritantes.

Diagnóstico

  • Raspados cutáneos o cultivos

Se supone que existe una infección micótica al visualizar una erupción rojiza, irritada o escamosa en una de las zonas donde la afectación es frecuente. Por lo general, el diagnóstico de una infección micótica cutánea se confirma mediante el raspado de una pequeña porción de piel para examinarla con el microscopio o colocarla en un medio de cultivo donde los hongos en cuestión podrán crecer, de modo que sea posible identificarlos.

Tratamiento

  • Fármacos antifúngicos
  • Medidas para prevenir la humedad

Las infecciones fúngicas suelen tratarse con fármacos antimicóticos, que habitualmente se aplican directamente sobre la zona afectada (denominados fármacos tópicos). Los medicamentos tópicos pueden incluir cremas, geles, lociones, soluciones o champús. Los fármacos antimicóticos también pueden tomarse por vía oral. Además de fármacos, pueden utilizarse medidas para mantener secas las zonas afectadas, como usar polvos de talco o llevar zapatos de punta abierta. Para algunas infecciones, los médicos administran corticosteroides para aliviar la inflamación y el prurito.

Tipos de infecciones fúngicas

Una clasificación esquemática de las micosis permite dividir estas enfermedades en superficiales y sistémicas o invasivas.

  • Infecciones fúngicas superficiales

Las infecciones micóticas superficiales son aquellas que afectan a la piel y a las mucosas, y se dividen, fundamentalmente, en dermatofitosis (tiñas), candidiasis mucocutánea y pitiriasis versicolor. Se trata de enfermedades muy frecuentes que, a pesar de tener un buen pronóstico y de contar para su tratamiento con diversos medicamentos de eficacia probada, ocasionan un elevado número de consultas médicas debido a su repercusión estética, a las molestias que ocasionan, a veces considerables, y a su contagiosidad.

  • Infecciones fúngicas invasivas

Las micosis invasivas o sistémicas –aquellas que afectan a todo el organismo y no solamente a una parte o a un órgano- están ocasionadas por un conjunto cada día más numeroso y variado de hongos oportunistas, es decir, agentes infecciosos que causan enfermedad cuando el sistema inmunitario está debilitado. Entre los hongos causantes de estas micosis invasivas se encuentran las Candidas, Zygomycetes, Aspergilli, Cryptoccoci, etc., e inciden de manera casi exclusiva en pacientes inmunodeprimidos. Su diagnóstico y tratamiento corresponden al ámbito hospitalario. La candidiasis, la aspergilosis, la mucormicosis y la criptococosis son infecciones fúngicas oportunistas típicas. Uno de los factores de riesgo que le dan importancia a las infecciones fúngicas invasivas es el grado de inmunosupresión en el que se encuentre el huésped. Cuando las micosis sistémicas se producen en pacientes inmunodeprimidos exhiben, en algunos casos, una presentación aguda, por ejemplo con neumonía rápidamente progresiva, fungemia (hongos en la sangre) o manifestaciones de diseminación extrapulmonar.

Fuentes