Ingenio Santa Susana

Ingenio Santa Susana
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Obra Arquitectónica
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Casa de Calderas del Ingenio.
Descripción
Localización:Santa Isabel de las Lajas, Cienfuegos, Capitanía General de Cuba, Bandera del Imperio Español Imperio Español
Datos de su construcción
Inicio:1852
Término:1854
Inauguración:1854
Otros datos
Arquitecto(s):D. D. Ducrey


Ingenio Santa Susana. Fue un importante ingenio de la Cuba Colonial que perteneció al rico hacendado Antonio Parejo, siendo construido entre los años 1852 y 1854. Este ingenio estaba ubicado en la zona azucarera de Cienfuegos, a 30 millas al norte del puerto de dicha ciudad y corresponde al partido de Santa Isabel de las Lajas, perteneciendo sus terrenos a la hacienda de San Marcos la mayor parte de la cual es propiedad del mismo dueño. Contaba en el año 1857 con trescientas cuarenta caballerías de tierra montuosa y enteramente llana.

Diseño

El diseño de este ingenio tenía proporciones colosales; en su batey, que comprendía una área de una y tres cuartas de caballería, se construyeron: la casa de calderas con 159 varas de largo; el almacén continuo a la misma, de 150 varas de longitud y 28 de ancho; dos barracones de 50 varas de frente y 100 de fondo cada uno; la enfermería con un piso elevado de madera para preservarla de la humedad y mantenerla aseada, y una casa de criollos. Sobre las tierras de este ingenio existía un ferro-carril en cruz destinado a poner en comunicación el de Sagua la Grande y Cienfuegos con el de la finca y con el del Ingenio Trinidad.

La represa de este ingenio tiene como dos millas de largo formando sus aguas la cabeza del rio Damují.

Casa de Calderas

Su casa de calderas contaba con lo más moderno del momento y procedían de la Fábrica de Cail de Paris. La casa de calderas tenía un complejo sistema para la producción del azúcar, a ello se le sumaba un edificio para revivificar el carbón animal, y que contiene a la vez el aserradero de vapor, carpintería, fragua, calderería, torno, y en el piso alto habitaciones para los empleados.

El tren entero poseía 7 generadoras de 50 caballos cada una con dos fluxes, alimentadas por una máquina especial; de dos molinos provistos de su respectiva máquina vertical de balancín montada sobre pilares, de fuerza de 25 caballos; eran de movimiento de trasmisión indirecto respecto de los mazas del molino, y de sector. Las mazas tenían 7 pies de largo y tres pies y cuatro pulgadas de diámetro; el pistón medía 23 pulgadas en el interior y recorre una longitud de 5 pies.

Los molinos se hallaban al nivel del suelo, y el guarapo subía con el auxilio de un montejus para pasar a las defecadoras, suministrando un solo molino 110 defecaciones en 24 horas. Las defecadoras eran en número de 18, con una capacidad de 16 hectolitros, y además de ellas había 2 clarificadoras de culebra para espumar el guarapo, ambas de 8 pies y tres pulgadas de diámetro sobre tres pies y medio de alto; 30 filtros capaces de contener 4.000 libras de carbón animal provistos de su correspondiente sifón de dos llaves; dos bombas horizontales de aire de 22 caballos, colocadas en el centro de la fábrica y provistas de una de agua y dos de guarapo, dispuestas de manera que la de agua sirve para sacar el líquido de la represa que se dirigía desde luego a un gran recipiente colocado en el último cuerpo del edificio; cuatro condensadores dobles, con filas de 21 tubos de cuatro varas y 31 pulgadas de largo y 160 milímetros de grueso.

El azúcar se hacía en baja temperatura por medio de seis aparatos cada uno de los cuales constaba de 148 tubos de una vara y 26 pulgadas de alto, y cuatro pulgadas y cuarto de diámetro con 4 columnas de inyección. La cantidad de agua consumida por cada 24 horas de trabajo pasa de 200.000 galones. Bajo el piso en que descansaban los aparatos había cinco tanques destinados a recibir el guarapo y la meladura saliendo de los filtros dos grandes resfriaderos de cobre para recibir las templas; 24 centrífugas con una máquina horizontal de 26 caballos que comunicaban el movimiento a una sola transmisión para todas ellas; finalmente existía en la fábrica 10 tanques destinados a servir de depósito para las mieles, de 9 varas de largo, 7 de ancho y 2 y 27 pulgadas de alto. La instalación entera fue ideada por el ingeniero D. D. Ducrey.

En el año 1855 se ha trabajo con 54 gavetas de hierro de 10 pies de largo y 6 de ancho, a las que se sumarían posteriormente 40 mas. La torre era bellísima: redonda y con 62 varas de alto, teniendo una base cuadrada de 7. Los dos caminos de hierro, construidos en el interior de la casa de calderas, estaban destinados al servicio de las centrífugas y a la conducción de los bocoyes al almacén.

Fuente