Central Rafael Reyes

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Para el central Unión de Matanzas, véase Central Unión de Fernández.
Surgido en la segunda mitad del Siglo XIX
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Descripción:
Fue durante muchos años la principal fuente de empleo de los habitantes del Municipio San Luis, provincia Santiago de Cuba
Resultado:
Actualmente, Complejo Agroindustrial (CAI) Rafael Reyes
País(es) involucrado(s)
Bandera de Cuba Cuba(Santiago de Cuba,San luis)

Central Unión. Surgido en la segunda mitad del Siglo XIX. Fue durante muchos años la principal fuente de empleo de los habitantes del Municipio San Luis, provincia Santiago de Cuba y el responsable de la aparición del caserío existente en este sitio. Al nacionalizarse fue renombrado central Rafael Reyes. Actualmente, Complejo Agroindustrial (CAI) Rafael Reyes.

Surgimiento

El proceso de colonización hacia el valle central, ubicado al norte de la ciudad de Santiago de Cuba, se intensifica en la segunda mitad del Siglo XIX dada la facilidad de adquirir esclavos y tierras vírgenes, extendiéndose el cultivo de la caña de azúcar a zonas antes desconocidas. Es por ello que la burguesía criolla santiaguera y algunos inmigrantes, sobre todo de origen español y francés, irrumpen en el fértil Partido de Las Enramadas adquiriendo tierras e instalando trapiches y pequeños ingenios. Pronto las tierras sembradas de caña de azúcar se expandieron por todo el valle central apareciendo una veintena de ingenios destacándose entre ellos, por la gran cantidad de tierras bajo su égida, el ingenio Unión de 50 caballerías de tierra, propiedad del español Don Santiago del Castillo y Hechavarría.

En propiedad francesa

Primera vivienda familia Rousseau, convertida más tarde en laboratorio del central Rafael Reyes

En 1875 este poderoso hacendado contrae una fuerte deuda con sus socios comerciales de la casa mercantil Masforrall Frenard y Compañía (de origen francés), viéndose obligado a traspasar sus bienes a la misma, que incluía la maquinaria, edificio y 31 esclavos de dotación y ascendía a 56 671 pesos con 67centavos. El 14 de julio 1880 el ingenio Unión es adquirido en propiedad por el rico hacendado y comerciante, de origen francés, Don Santiago Rousseau Danger, quien lo asienta oficialmente en el tomo segundo del Registro del Ayuntamiento de la ciudad de Santiago de Cuba, a nombre de su cuñada y esposa Doña Francisca y Doña Maria Verdereau y Casamayor.

La familia Rousseau Verdereau

A partir de este momento la familia Rousseau pasó a ser por muchos años la dueña del mencionado ingenio, edificando una casa vivienda en las cercanías del mismo, para poder administrar con mayor eficiencia sus propiedades. Para esta fecha todas las naves eran de madera, contando con un molino giratorio, un trapiche, una chimenea, cocinando el guarapo en “pailones”.

Contrato de inmigrantes canarios

El crecimiento del ingenio y sus tierras traen aparejado la necesidad de una mayor cantidad de trabajadores para garantizar el ciclo productivo, por lo que Don Santiago Rousseau y el administrador y representante de sus hijos Félix Dussac se vieron en la necesidad de contratar inmigrantes procedentes de las Islas Canarias, a los que le entregaban un pedazo de tierra en usufructo, convirtiéndolos en colonos.

Según gestiones realizadas por Don Santiago Rousseau y Félix Dussac entraron por el puerto de Santiago de Cuba, en el vapor Ana de Salas con destino al ingenio Unión procedentes de las Islas Canarias: 100 hombres, 50 mujeres y 30 niños. En Enero 1890 se incrementa el número de colonos y trabajadores a laborar en el ingenio con otra oleada de 100 familias “isleñas”. Estos asentamientos permitieron que el poblado de San Luis de extendiera hacia el este e incrementara su demografía.

Incidencia de la guerra de 1895

El 24 de febrero 1895 comienza en Cuba, con cuatro alzamientos en San Luis de Las Enramadas, la segunda guerra de independencia contra el gobierno español. Fue estrategia de los cubanos asaltar y tomar los recursos necesarios para la contienda de las propiedades de los ricos hacendados, más aún si estos apoyaban al ejército español.

El ingenio Unión fue atacado por fuerzas cubanas y defendido, desde un fortín construido en los límites del mismo, por el destacamento de los batallones del regimiento español de Antequera y Baleares, compuesto por 50 hombres. Durante la guerra muchos de los campos de caña fueron incendiados por los insurrectos, obstaculizando la molienda, a tal punto que al concluir la misma en 1898 los dueños del ingenio quedaron debiendo seis mil pesos oro, de un préstamo solicitado para la compra de utensilios y animales. Sin embargo, en poco tiempo lograron saldar la misma manteniendo su grandiosa propiedad.

Intervención norteamericana

El gobierno interventor norteamericano instaurado en Cuba, al finalizar la guerra de independencia, brinda facilidades para la construcción de vías férreas y el restablecimiento de las propiedades. De esta forma se le autoriza a Don Santiago Rousseau la construcción de un tramo ferroviario que partiendo de su ingenio se dirigiera al Paradero (o estación ferroviaria) de Las Enramadas, facilitando con ello el traslado de las mieles hasta el puerto de Santiago de Cuba.

Muerte de Santiago Rousseau

Desgraciadamente, poco pudo disfrutar Santiago Rousseau Danger de esta última inversión, pues fallece el 19 de diciembre 1901 en la ciudad de Santiago de Cuba, dejando en posesión de sus bienes a su viuda Maria Verdereau Casamayor y dos hijos José y Agustina Rousseau Verdereau. Para esa fecha la familia contaba, además de su vivienda en las cercanías del ingenio Unión, con una mansión ubicada en la calle baja de la Marina en Santiago de Cuba.

Al morir su padre las posesiones pasan a manos de su joven hijo José Rousseau quién, con solo 17 años, y asesorado por Félix Dussac asume la dirección del negocio, realizando algunos cambios en la tecnología, entre ellos: la incorporación de tres naves, un molino, calderas, tachos y dos centrífugas de vapor.

Progreso económico

Los avances tecnológicos posibilitaron el aumento productivo del ingenio moliendo en la zafra de 1901 - 1902 3 600 600 arrobas de caña, en la de 1903 - 1904 4 010 120 arrobas y en la de 1904 -1905 3 700 000 arrobas. Para 1907 la producción aumentó vertiginosamente a 5 500 000 arrobas de caña molida.

El 1 de junio 1910, con 26 años, José Rousseau Verdereau contrae matrimonio con María Belén Julia Josefa Sánchez Herrera, de nacionalidad española, joven muy humana a pesar de su cómoda situación social. Belén Sánchez se convierte, con el paso de los años, en benefactora de la iglesia católica de San Luis y de una pequeña ermita que erige en su propiedad, a través de las cuales brindaba ayuda a los pobres y desamparados.

En agosto de 1911 José Rousseau incrementa sus propiedades con la compra de los terrenos circundantes al ingenio Unión, de los señores Trillas y Yero Sagal. Esta adquisición, junto a la introducción constante de nuevas maquinarias posibilitó que para la zafra correspondiente a los años 1912 -1913 la producción al ingenio se duplicara con respecto a 1907, ascendiendo a 10 863 771 arrobas de caña cortada.

Reestructuración del ingenio

Casa vivienda familia Rousseau después de 1924, hoy palacio de pioneros

En 1924 se reforma el ingenio construyéndose nuevas naves con estructura de hierro, tachos, pailas de guarapo, cristalizadores, dos centrífugas de 2da y dos de 3ra y una grúa para descargar los carros de caña de las carretas. Con la ampliación del ingenio la “casa vivienda” queda ubicada dentro de los límites del mismo, penetrando en esta los ruidos de las maquinarias, vapores, y otros contratiempos propios de la molienda, por lo que la familia decide la construcción de un nuevo hogar, con estilo ecléctico, a unos 200 metros de la antigua edificación. Al concluir la zafra de 1924 se obtiene una producción de 75 000 sacos de azúcar y en la próxima molienda 1925 - 1926 asciende a 85 157 sacos de azúcar.

Paralización y huelga

La fabricación de azúcar se mantuvo estable, con una capacidad de molida de 100 000 sacos de azúcar, hasta 1934 en que su propietario, Don José Rousseau Verdereau, decide paralizar el ingenio al no estar de acuerdo con la aprobación de una serie de leyes dictadas por el gobierno instaurado a la caída del dictador Gerardo Machado, que le brindó facilidades a los trabajadores como aumento de salarios, jornadas de ocho horas laborales, legalización de los sindicatos, entre otras.

Lo cierto es que once años estuvo el ingenio sin moler, dejando sin trabajo a una gran cantidad de obreros que dependían del salario devengado en el mismo para mantener a sus familias, por lo que en 1944, después de muchos reclamos y con el apoyo de comerciantes, ferroviarios y el pueblo en general los trabajadores se declaran en huelga, al paralizar todas las actividades económicas del municipio durante cuatro días. También se formó una comisión que viajó a La Habana y se presentó ante el presidente de la República, Ramón Grau San Martín, quién se ve obligado a dictar una resolución y ordenar la inmediata puesta en marcha del ingenio. José Rousseau decide, ante la presión del gobierno, la venta del ingenio al magnate Julio Lobo Olavaria (ciudadano cubano, natural de Venezuela, quién residía en La Habana), legalizándose el traspaso el 18 de julio 1945. A partir de este momento el señor Germán López Sánchez pasa a ser director y administrador general de la industria, no así de las tierras que siempre continúan en poder de la familia Rousseau.

Nacionalización

En 1960 el ingenio es nacionalizado por el gobierno revolucionario pasando a llamarse Complejo Agroindustrial (CAI) Rafael Reyes. Las tierras, que para esa fecha estaban en manos de Pablo Rousseau Sánchez fueron nacionalizadas en su gran mayoría en 1964, dejándole en su poder solo 5 caballerías.

Fuentes