Inocencio I

Inocencio I
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Papa de la Iglesia católica
22 de diciembre de 401 - 12 de marzo de 417
Papa Inocencio I.JPG
Papa No 40 de la Iglesia Católica
PredecesorAnastasio I
SucesorZósimo
Información personal
NacimientoMediados del siglo III
Albano, Roma, Bandera de Italia Italia
Fallecimiento12 de marzo de 417

Inocencio I. Papa No 40 de la Iglesia católica entre 401 y 417. Tendió a unificar la Iglesia occidental en torno a la praxis romana y fue un enérgico exponente de la supremacía papal dentro de la Iglesia que confirmó la autoridad de los obispos de Roma. Ratificó la condenación de Pelagio y Celestino y defendió a Juan Crisóstomo.

Síntesis biográfica

Nació en Albano, Italia, cerca de Roma, a mediados del siglo III. Creció entre el clero romano y en el servicio de la Iglesia Romana. Después de la muerte de Anastasio (diciembre de 401) fue unánimemente elegido Obispo de Roma por el clero y el pueblo. Él le quitó varias iglesias en Roma a los novacianos [1] y logró que Marco, un seguidor de Fotino, fuera expulsado de la ciudad.

A través de la munificencia de Vestina, una rica matrona romana, Inocencio pudo construir y dotar ricamente una iglesia dedicada a los Santos Gervasio y Protasio; esto fue el antiguo título Vestinoe, la que todavía se mantiene bajo el nombre de San Vitale.

Asedio de los ostrogodos

El asedio y captura de Roma por los ostrogodos bajo Alarico (408–410) ocurrió durante su pontificado. Cuando, en el tiempo del primer asedio, el líder bárbaro hubo declarado que se retiraría solo con la condición que los romanos acordaran una paz favorable a él, una embajada de los romanos fue donde Honorio, en Rávena, para tratar, de ser posible, lograr la paz entre él y los godos.

El Papa Inocencio también se unió a esta embajada, pero todos sus esfuerzos para lograr la paz fallaron. Los godos entonces recomenzaron de nuevo el asedio de Roma, así que el Papa y los embajadores no pudieron retornar a la ciudad, la cual fue tomada y saqueada en el año 410.

Desde el inicio de su pontificado, Inocencio a menudo actuó como cabeza de toda la Iglesia, ambas Oriente y Occidente.

Epístolas

Inocencio escribió diversas epístolas (cartas) a muchos obispos de las Galias sobre varios puntos y reglas de la disciplina eclesiástica. Intervino en muchas cuestiones diversas especialmente en aquellas relacionadas con las celebraciones litúrgicas.

El 15 de febrero de 404, Inocencio le envió un importante decreto al obispo Victricio de Rouen, quien había depositado ante el Papa una lista de asuntos disciplinarios para su decisión. Los puntos en discusión se referían a la consagración de obispos, admisión a los rangos del clero, las disputas entre clérigos, por medio de lo cual se llevaron importantes asuntos desde el tribunal episcopal a la Sede Apostólica, también las ordenaciones del clero, celibato, la recepción a la Iglesia de los conversos novacianos o donatistas, monjes y monjas.

En general, el Papa indicó que la disciplina de la Iglesia Romana es la norma que deben seguir los otros obispos. Inocencio dirigió un decreto similar a los obispos españoles entre los cuales habían surgido dificultades, especialmente respecto a los obispos priscilianos. El Papa reguló este asunto y al mismo tiempo afirmó otros asuntos de disciplina eclesiástica.

Protector de Juan Crisóstomo

San Juan Crisóstomo, obispo de Constantinopla, quien fue perseguido por la emperatriz Eudoxia y el patriarca alejandrino Teófilo, se puso bajo la protección de Inocencio. Teófilo ya le había informado al Papa de la destitución de Juan, siguiendo el ilegal "Sínodo del Roble" (ad quercum). Pero el Papa no reconoció la sentencia del sínodo, convocó a Teófilo a un nuevo sínodo en Roma y escribió una carta al clero y al pueblo de Constantinopla en la cual les censuraba severamente su conducta hacia su obispo (Juan), y anunciaba su intención de convocar un sínodo general, en el cual el asunto sería examinado minuciosamente.

A pesar de los esfuerzos del Papa y del emperador de Occidente, el sínodo nunca se realizó. El Papa no reconoció a Arsacio y Ático, quienes habían subido a la Sede de Constantinopla en lugar Juan.

Luego de la muerte de Juan, Inocencio deseaba que el nombre del fallecido patriarca fuese restituido a los dípticos, pero Ático no cedió hasta después de la muerte de Teófilo en el año 412. El cisma en Antioquia, que se remontaba a los conflictos arrianos, fue finalmente resuelto en tiempos de Inocencio.

Últimos años antes de su muerte

Inocencio también se vio forzado a tomar parte en la controversia pelagiana. En el 415, sobre la propuesta de Paulo Orosio, el sínodo de Jerusalén trató el asunto de la ortodoxia de Pelagio ante la Santa Sede.

Él rechazó las enseñanzas de Pelagio y confirmó las decisiones redactadas por los Concilios de África; además rechazó las decisiones de los sínodos de Dióspolis.

Muerte

Falleció el 12 de marzo de 417. Fue enterrado en una basílica sobre las catacumbas de Ponciano, y venerado como santo. La festividad tradicional de San Inocencio, el 28 de julio, ya no se incluye en el calendario católico.

Referencias

  1. Sócrates, Historia de la Iglesia VII.2

Fuentes