Interpretación de idiomas

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Orígenes de la Interpretación
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Concepto:El origen de la interpretación se remonta casi al origen de la palabra misma y por allá por el viejo continente. En sus inicios a las personas que interpretaban no les llamaban intérpretes, sino que tuvieron muchos nombres diferentes a lo largo de los años: lenguas, lenguaraces, truchimán, dragomán, entre otros. No fue hasta el siglo XVIII que se comenzó a emplear el término intérprete.

Orígenes de la Interpretación. La palabra interpretación proviene de del latín interpretis y significa -inter- (partes) o (que media entre las partes). El origen de la interpretación se remonta casi al origen de la palabra misma y por allá por el viejo continente. Sin embargo, en sus inicios a las personas que interpretaban no les llamaban intérpretes, sino que tuvieron muchos nombres diferentes a lo largo de los años: lenguas, lenguaraces, truchimán, dragomán, entre otros. No fue hasta el siglo XVIII que se comenzó a emplear el término intérprete.

El primer intérprete

Con certeza no puede decirse quién fue el primer intérprete de la historia, pero ya en el Antiguo Testamento se mencionaba el papel de los intérpretes, así se demuestra su antigüedad. Además, la interpretación siempre fue necesaria para las diferentes pueblos y el intercambio de todo tipo: cultural, comercial, etc. que surgió entre ellos:

“22 Entonces Rubén les respondió diciendo: ¿No os hable yo y dije: no Pequéis contra el joven, y no escuchasteis? He aquí también se nos demanda su sangre. 23 Pero ellos no sabían que los entendía José, porque había intérpretes entre ellos…”

El intérprete en Egipto, Roma y Grecia

En el imperio egipcio, por el tercer milenio de la 6ta Dinastía, los intérpretes desempeñaron un papel muy importante guiando expediciones comerciales y militares, así como en la administración de Menfis; eran los llamados dragomanes. Y estos gozaban de gran consideración por parte de los condes. Muchos de los intérpretes fueron esclavos capturados. Pero también existieron intérpretes de alta cuna como los hijos de los príncipes extranjeros en el año 2052 a 1610 (a.C.).

Increíblemente, a la actividad traductora se le atribuían en la antigüedad cualidades místicas, pues los intérpretes debían mediar no sólo entre los hombres sino también entre ellos y Dios. En las mitologías egipcia y griega existían los dioses Tot y Hermes respectivamente, considerados los creadores de las lenguas y sus mediadores. A diferencia de los egipcios, los griegos no mostraron mucho interés en la labor del intérprete.

Pero a consideración de los romanos, el intérprete y su labor fueron reconocidos como labor de utilidad pública. El estado romano se caracterizo por le bilingüismo, y todo romano que se consideraba culto dominaba el idioma griego. Así que en las escuelas se estudiaban griego y también latín, lo que permitía que casi todos los romanos comprendieran el griego.

Sin embargo, por problemas de dignidad los romanos no se expresaban en otra lengua que no fuera latín. Por esta razón, las audiencias de los embajadores griegos y del estado romano se hacían en presencia de un intérprete para traducir del latín al griego.

El ejército romano siempre tenía en planes la conquista de territorios en Europa, Asia o África, así es que los intérpretes militares eran indispensables. Durante las guerras púnicas, las conversaciones de paz fueron frecuentemente confiadas a intérpretes. En la segunda Guerra púnica, en el 207 a.C., que se originó por la protesta de Roma debido a la agresión de Aníbal a una colonia griega. Los romanos interceptaron una carta de Asdrubar que le enviaba a su hermano Aníbal y la hicieron traducir de inmediato por un intérprete ante el senado. Este es uno de los primeros ejemplos de traducción oral de la época, lo que en el marco académico se denomina hoy en día Traducción Oral a Simple Vista (TOASV).

Esta guerra culminó con el triunfo de los romanos y la derrota de los cartaginenses. Luego Roma pacifica a España y la romaniza ensayando una nueva estrategia de preponderancia política, económica, cultural. Para someter a los pueblos conquistados se necesitaba de intérpretes que pudieran comunicarse con ellos y así poderlos someter. Es así como en la Edad Media los intérpretes también fueron necesarios, sobre todo en las cortes de los soberanos.

San Gerónimo

Entre los años 340 y 350 n.e. nació en Dalmacia Eusebius Hieronymus, conocido como San Jerónimo, quien se convertiría en uno de los traductores e intérpretes más famosos del mundo. Durante sus estudios en Roma aprendió Literatura clásica, Filosofía y Derecho, hebreo, latín y griego. Realizó una gran labor como intérprete, de lo cual apenas se habla y se le da más importancia a su labor como traductor. Se conoce que en el año 382 n.e., en Roma, Jerónimo trabajó como intérprete en el sínodo de las iglesias griega y latinas y más tarde como secretario, intérprete y asesor en Teología del Papa español Dámaso I.

Las primeras escuelas formadoras Por la segunda mitad del Siglo VII e inicios del IX se fundó la Escuela de Bagdad, para formar traductores e intérpretes. En el siglo XII, queda inaugurada otra, la Escuela de Toledo, teniendo como uno de sus promotores a Alfonso el Sabio. Esta escuela se componía de un grupo de estudiosos cristianos, judíos y musulmanes. Juntos realizaron una valiosa labor de rescate de obras casi olvidadas, que luego fueron transmitidas a Europa por medio de España. Obras de variados temas: Geografía, Astronomía, Cartografía, Filosofía, teología, Medicina, Aritmética, Astrología, Botánica, entre otros. La escuela de Toledo fue el origen y la base del renacer científico y filosófico de la famosa Escuela de Chartres y luego de la Sorbona.

En los siguientes años se convirtieron estas escuelas en grandes centros culturales que agruparon en su seno a destacadas personalidades que viajaban desde lugares remotos para unirse a ellos y dar continuidad a la labor de la interpretación en el viejo continente. Allí se continúo con la formación de traductores e intérpretes y el enriquecimiento cultural.

Los orígenes de Interpretación en América

En América, los orígenes de esta actividad se remontan a la colonización, a 1492 con la llegada de Cristóbal Colón, quien traía consigo a un intérprete llamado Don Luis de Torres. Este señor fue el primer intérprete castellano que piso suelo cubano. Dominaba las lenguas hebrea, aramea y árabe. Se estableció en Cuba donde se dio a la tarea de preparar a los nativos con referencia al idioma.

Es importante aclarar que la interpretación carecía de preparación, es decir las lenguas tenían un nivel de desarrollo escaso y desigual; se establecía una situación de pura comunicación. Según el antropólogo Daniel G. Brinton, el arauco era el tronco lingüístico más definido en América del Sur, y en aquella época alcanzaba hasta Yucayas o Bahamas.

En su primera escala en Guanahani, una de la Lacayas, hoy Bahamas, Colón decidió embarcar a 6 indígenas para que actuasen de intérpretes y guías. El más famoso de ellos fue el indio bautizado como Diego Colomb.

Regulación de la actividad del intérprete

La actividad de intérprete estuvo reglamentada en las Leyes de Indias que regían su labor en los juicios, reales audiencias, etc. Los intérpretes estaban comprendidos entre los oficiales menores de las audiencias y debían jurar que utilizarían su oficio bien y lealmente. No podían aceptar recompensas y debían tener cualidades morales. En la recopilación de las Leyes había normas para controlar el soborno por parte de los intérpretes náhuatl. Los intérpretes, además obtenían cierto beneficio si ayudaban a los jueces españoles a aumentar sus fortunas. Carlos I trató de controlar dicha situación prohibiendo que recibieran ningún tipo de regalo ni de españoles ni de nativos. Los casos debían oírse en público y los jueces elegidos por la comunidad nativa, con la presencia de un cristiano si se juzgaba a un indígena.

¿Quiénes fueron intérpretes en América?

Al menos 6 tipos de intérpretes pueden ser identificados en América:

  •  indios secuestrados,
  • españoles náufragos hechos prisioneros y redimidos,
  • prisioneros extranjeros,
  • jóvenes catecistas y misionarios,
  • indios aculturados y
  • soldados españoles de los cuarteles.

Estas personas no escogían la labor de intérpretes sino que se les imponía por su situación en desventaja, ya fuera en cautiverio u otra, sometidos por los jefes españoles o caciques indios.

Por su parte, los españoles trataron de imponerle su cultura a muchos de estos aborígenes intérpretes y los llevaron a su país para impresionarlos y tratar de lograr su confianza; tarea que no fue del todo exitosa, porque muchos a su regreso volvían a sus tribus y hasta lideraban ataques en contra de sus antiguos patrones.

Algunos intérpretes de la Conquista

Uno de los españoles que naufragó en 1511 fue el cura Jerónimo de Aguilar, encontrado por Hernán Cortés en su empresa de conquistar a México en 1519. Fue hallado en la isla de Cozumel, donde aprendió la lengua maya, lo que le permitió convertirse en intérprete de Cortés.

En uno de los enfrentamientos de Cortés, en el pueblo de Centla en Tabasco, luego de obtener la victoria, recibió un grupo de 20 jóvenes mujeres como agasajo, entre ellas estaba la joven Malitzin o Malinche quien sería una de las primeras intérpretes de América.

Malinche dominaba los dialectos mayas, el náhuatl de los aztecas y los indios que no hablaban maya. Así se convirtió en intérprete de Cortés. En aquellas zonas donde se hablaba el náhuatl ella lo interpretaba al maya y Jerónimo de Aguilar – quien no conocía esta lengua- al español. Así por ejemplo se realizaron los encuentros con los representantes del emperador Moctezuma.

El papel de Malinche en la historia es para algunos de traidora para con su pueblo, pero de mujer inteligente para otros, porque gracias a ella se salvaron mucho aborígenes y se llevaron a cabo alianzas importantes. De la época de la colonización en el continente quedaron huellas de varias mujeres que fungieron como intérpretes. Por ejemplo, la mujer llamada Lacsohe, quien fue capturada por Don Tristán de Luna Arellano y fue hecha su intérprete. Existen referencias de una joven aborigen cubana, quien incluso fue bautizada con el nombre de Magdalena, luego de su captura y también sirvió de intérprete.

Otro de los intérpretes americanos fue Francisco Chicora (nombre de bautismo), indio capturado en una tierra llamada Chicora (hoy Carolina del Sur), y llevado por Lucas Valdés de Ayllón a España en 1523, donde aprendió español. Pero a su regreso a casa desertó inmediatamente y volvió con los suyos.

Mientras Hernando de Soto recorría la Florida encontró al náufrago castellano Juan Ortiz, quien le sirvió admirablemente como intérprete hasta su muerte.

Otro de los conquistadores que insistía en la captura de indios que le sirviesen de intérpretes y guías fue Don Tristán de Luna Arellano, quien capturó a varios con ese fin, entre ellos a dos indios en la costa atlántica de la Florida en 1560. Uno de ellos era Paquiquineo, joven hijo de un jefe, ya ambos fueron llevados a España. A su regreso al continente sirvió de intérprete a los misioneros dominicos de quienes recibió su educación. Pero luego terminó organizando una partida para asesinarlos y así terminó con las ambiciones colonialistas españolas en su tierra de Chesapeake.

El primer intérprete negro en Cuba

Otro intérprete de la época fue Estevancio, mencionado por Alejo Carpentier y Fernando Ortiz. Estevancio fue el primer intérprete negro que se conoció y además el primer negro brujo que hubo en Cuba. Fue llevado por Pánfilo de Narváez a la Florida en 1527, estuvo en suelo de la actual Texas hasta 1539.

Otras mujeres intérpretes

Catherine Montour, hija de padres de origen algonquino, dominaba varias lenguas indias, inglés y francés y fue la primera intérprete de la conferencia Albany en 1711. Aprendió el francés del segundo esposo de su madre, un soldado francés que sirvió de soldado intérprete de M. de Froment en Michillimakinac.

Por el año 1788 nació en la montaña Rocky, en Idahos, cerca del actual Bismark al norte de Dakota, una valiosa mujer que se destacaría por su labor de intérprete. Su nombre era Sacagawea, de etnia shoshón, quien fuera la intérprete del capitán Meriwether Lewis y el teniente William Clark en la expedición organizada por el presidente Thomas Jefferson para buscar y documentar una ruta terrestre que llevara al Océano Pacífico. Ella fue la única mujer que participó en el grupo expedicionario. Fue secuestrada con 12 años de su aldea, de ahí que aprendiera varios dialectos indios. Su esposo fue un canadiense-francés llamado Toussaint Charboneau que hablaba hidatsa, también conocido por Sacagawea, y francés.

En los años siguientes continuaron destacándose numerosos intérpretes y con la influencia cultural española y de otros países se desarrolló aún más nuestro continente, de forma tal que el intercambio creció vertiginosamente, y demandó siempre de la actividad mediadora de la interpretación. Muchos de los intérpretes aprendían los idiomas en sus viajes por el mundo, pero con el tiempo se comenzaron a fundar importantes escuelas para su preparación, justo como sucedió en Europa, lideradas por reconocidas personalidades.

Fuentes

  • Hernández, Loreydis; Justiz, Karell; Góngora, Arlety (2001). Apuntes para una historia de la Interpretación. Trabajo de curso. FLEX. Universidad de La Habana. Inédito.