Irene Caba Alba

Irene Caba
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Actriz del cine mudo y hablado de origen argentina.
NombreIrene Caba Alba
Nacimiento25 de agosto de 1899
Buenos Aires, Bandera de Argentina Argentina
Fallecimiento14 de enero de 1957
Madrid, Bandera de España España
ResidenciaEspaña
CiudadaníaEspañola
OcupaciónActriz de teatro y cine
CónyugeEmilio Gutiérrez
HijosIrene, Julia y Emilio Gutiérrez Caba,
PadresManuel Caba (Padre) e Irene Alba (Madre)
FamiliaresLeocadia Alba (Tía), Julia Caba Alba (Hermana)
Obras destacadasLos chatos, ¡Viva lo imposible! o el contable de estrellas, Las siete vidas del gato, Tú y yo somos tres, Guillermo Hotel, Tánger, Diario íntimo de la tía Angélica, Retorcimiento, La condesa de la banda, Mariquilla Terremoto, Milagro en la Plaza del Progreso, La venda en los ojos, La ratonera, Sublime decisión, La canasta, Un trono para Cristi

Irene Caba Alba. Fue una actriz teatral y cinematográfica argentina-española, alcanzó la fama en la época del cine mudo logrando el estrellato con películas como Tánger y Sublime decisión en los años 1945 y 1955, respectivamente.

Síntesis biográfica

Nació en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, el 25 de agosto de 1899. Perteneciente a una familia que ha dado numerosos artistas a la escena española, fue hija de Manuel Caba e Irene Alba, sobrina de Leocadia Alba, y hermana de Julia Caba Alba. Además, tuvo tres hijos dedicados a la interpretación: Irene, Julia y Emilio Gutiérrez Caba, fruto de su matrimonio con el también actor Emilio Gutiérrez.

Trayectoria artística

Nacida durante una gira americana de la compañía de sus padres, a los catorce años debutó en el teatro acompañada de su madre y, posteriormente, apareció con gran éxito junto a su tía Leocadia y Simó Rasó. Interpretó principalmente obras de Miguel Mihura, Pedro Muñoz Seca y Enrique Jardiel Poncela. Desde su debut cinematográfico en el filme mudo Alma de Dios, dirigido por Manuel Noriega en 1923, intervino en un gran número de películas (más de treinta en unos quince años). Alternó cine con teatro a lo largo de su dilatada carrera, aunque su talento interpretativo, unido a la llamativa gravedad de la voz, se vio mejor reflejado en los escenarios teatrales. En 1935 protagonizó su primera película sonora, Madre Alegría, dirigida por José Buchs, que fue seguida por El bailarín y el trabajador (1936), de Luis Marquina, y Nuestra Natacha (1936) de B. Perojo. Después de la guerra civil apareció en varias producciones notables, como El Clavo (1944), La Fe (1947) y La calle sin sol (1948), todas ellas dirigidas por Rafael Gil. En la década de 1950 intervino en los populares filmes Novio a la vista (1953), de Luis García Berlanga, y Un día perdido (1954), de José María Forqué, entre otros.

Muerte

Falleció el 14 de enero de 1957, en Madrid, España.

Obras

Fuentes