Jai alai

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Jai alai
Información sobre la plantilla
Jai alai fronton.jpg
Otros nombres:Cesta Punta
Accesorios:Casco,Cesta,Pelota
Contacto:No
Categoría:Deporte con pelotas

Jai alai. Deporte de origen vasco, jugado en frontones, generalmente entre 54 a 60 m. La principal característica de la cesta es la de lanzar la pelota con mayor fuerza y eficacia después de recogerla y dejarla deslizar hasta el extremo, desde donde saldrá despedida contra el frontón, intentando hacer "tanto" para conseguir el mayor número de puntos.

Jai alai

Es un Deporte de origen vasco que se asemeja levemente a las más conocidas modalidades de la Pelota Vasca, o Frontenis. Pero el Jai Alai tiene diferencias ya que se juega en una cancha mucho más grande y en lugar de usar raqueta se utiliza una cesta punta, a la vez la pelota del Jai Alai es tan dura y pesada como una roca de 120 gramos y la del frontenis es blanda y liviana.

Elementos requeridos

  • Cancha: Es de tres paredes (Fronton) y mide, de 54 a 62 metros de largo por 12 a 16 metros de alto y ancho.
  • Cesta: Está fabricada con un aro y costillas de madera de castaño, tejida con mimbre, es de forma curva y tiene un guante para introducir la mano derecha.

La medida desde el guante a la punta fluctúa de 60 a 70 centímetros y pesa 600 gramos aproximadamente, dicha cesta se sujeta a la mano mediante un amarre con una cinta, a manera de que no se salga al hacer el movimiento necesario de cuerpo (brazo y piernas) para recibir y lanzar la pelota.

  • Pelota: El centro es de latex con vueltas de hilo de nylon y dos forros de piel renovables ya que se desgastan entre tanto y tanto, es tan dura y pesada como una roca de 120 gramos.
  • Casco: Protege el cráneo, ya que la velocidad de la pelota varía según el poder del jugador, pero puede llegar a alcanzar 300 kilómetros por hora como velocidad máxima y obviamente puede llegar a causar severos daños en caso de un inusual accidente.

Formas de juego

Dinámica del tanto

  • Cualquier integrante de equipo ¨A¨ lanza la pelota contra el frontis (pared principal) para que cualquier integrante del equipo ¨B¨ reciba la pelota de aire o a solo un vote y la vuelva a lanzar rápidamente y sin dar mas de dos o tres pasos hacia el frontis de una nueva cuenta, hasta que alguno de los dos equipos pierda el tanto.

Tanto en contra o perdido

  • Un tanto se pierde cuando no se recibe bien la pelota o esta cae de la cesta.
  • Un tanto se pierde cuando la pelota que se va a recibir vota dos veces en el suelo.
  • Un tanto se pierde cuando la pelota lanzada rebasa los limites de la cancha, es decir si pega en la contracancha, en las redes que cubren la cancha y protegen al espectador o por debajo de la chapa (línea roja que esta en la parte baja del frontis);lo anterior, antes de que sea encestada o recibida por el equipo contrario.
  • Un tanto se pierde cuando en el saque la pelota lanzada vota en el piso antes del numero 4 o si en el segundo intento del saque la pelota vuelve a votar en el piso después del numero 7 ya que existen dos intentos de saque para que la pelota vote en el piso entre 4 y el 7, par después entrar a lo que es el peloteo real, en donde la pelota puede votar libremente en cualquier parte de la cancha, mientras no rebase los limites de esta.
  • La cantidad de votes que de la pelota en las paredes no altera al juego, ya que las reglas básicas del Jai Alai excluyen a las paredes del frontón ,únicamente mas de dos votes en el piso o suelo ,se considera como tanto malo.

El jai alai en Cuba

Dentro de las aficiones deportivas habaneras de principios del siglo XX no puede dejar de mencionarse las tardes de cesta punta, la modalidad más popular de la pelota vasca. Días tras día, cientos de fanáticos de todos los sexos acudían al frontón Jai-Alai, más conocido como el Palacio de los Gritos para apoyar a los pelotaris favoritos, muchos de ellos con fama mundial. La historia del Jai-Alai en Cuba se remonta al año 1898.

Este deporte tenía ya un gran desarrollo en España y en varias partes de América Latina. Los hermanos Mazzantini, el torero Luis, entre otros fanáticos a este deporte, concibieron la introducción de la cesta punta en La Habana.

Ellos solicitaron permiso al ayuntamiento para la implantación del juego y, aunque fue aprobada, meses más tardes les fue retirada la autorización; no obstante las dificultades, los intentos no murieron ahí. Para la práctica organizada del Jai-Alai era necesario una instalación dedicada por completo a ese fin, sin ella resultaría imposible lograr que la cesta punta calara en el público cubano. A las gestiones personales de Tomás Mazzantini se unió un gran amante del deporte, Basilio Zarasqueta. Ambos solicitaron, en 1900, un nuevo permiso para construir un frontón en terrenos propiedad del ayuntamiento. Después de varias reuniones, Zarasqueta obtuvo finalmente el tan deseado permiso.

En la manzana comprendida entre las calles Lucena, Concordia, Virtudes y Marqués González se comenzó a edificar el frontón. El inicio es la parte más difícil; sin embargo a Zarasqueta se le complicaron los planes a la mitad del proyecto porque para edificar la instalación según los planos era necesaria la inversión de un gran capital y ni él ni Mazzantini poseían el dinero suficiente para continuar el proyecto. Entonces ambos hombres redoblaron esfuerzos y lograron convencer a varios comerciantes de las seguras ganancias que reportaría el juego. Así quedó conformada la Sociedad Anónima de Jai-Alai, con un capital inicial de 100 mil pesos oro español.

En la primera reunión del grupo fue elegido Manuel Otaduy como presidente, Zarasqueta ocupó el cargo de administrador-secretario. Cuando todo parecía resuelto, pues ya la Sociedad contaba con el capital necesario para continuar edificando el frontón, surgieron de nuevo dificultades legales. En el año 1900 ya el ayuntamiento había dado consentimiento; pero Cuba no era una nación independiente, estaba ocupada militarmente por los Estados Unidos de América y, por tanto, las decisiones eran tomadas por los interventores. El juez consejero, coronel E. S. Dudley, rechazó la construcción del edifico por considerarla ilegal. Entonces la Sociedad acudió al gobernador militar Leonardo Wood, reconocido amante del juego, y este utilizó todo el poder para que continuara la obra. Las vicisitudes no concluyeron ahí.

A principios de 1901 el capital inicial estaba casi agotado y todavía quedaban varios aspectos importantes por concluir en el frontón, como por ejemplo las butacas para los espectadores y la malla protectora. Ante el dilema, la Sociedad adoptó la decisión de realizar un gran acto de inauguración para, a través de él, recoger fondos que aseguraran la terminación de la construcción. El 3 de marzo de 1901 más de 300 invitados se dieron cita en el frontón.

Entre ellos estaban periodistas, representantes de la colonia vasca, el cónsul de España, el obispo Sbarreti, Alejandro Rodríguez, primera autoridad municipal y hasta el gobernador militar Leonardo Wood. Para evitar suspicacias, fueron interpretados los himnos nacionales de los tres países.Los invitados, guiados por el presidente de la Sociedad, Otaduy, recorrieron la instalación.

Luego, el obispo bendijo a la edificación y llegó el momento de la gran cena preparada para la ocasión. Los hombres se sentaron a la mesa; los discursos no cesaron, Otaduy les explicó a todos las reglas de la cesta punta y Wood brindó por la prosperidad del frontón. Para concluir el banquete se produjo una exhibición del juego con pelotaris invitados. Siete días más tarde comenzó en el nuevo Frontón Jai Alai la primera temporada oficial de la cesta punta en Cuba.

La afición por el nuevo deporte no se detuvo, el edificio se repletaba de público que no dejaba de aplaudir a los favoritos, o de chiflar a los contrarios, por estas razones el frontón fue conocido entre los habaneros como el Palacio de los Gritos.

Véase también

Fuentes