Jardín de Mery y Guille

Jardín de Mery y Guille
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Cartel Mery-Guille.jpg
Concepto:Patio de referencia ubicado en Primero de Enero (Violeta), Ciego de Ávila.

El Jardín de Mery y Guille es el resultado de la afición que practica el matrimonio formado por José Guillermo González (Guille) y María Antonieta Espinosa (Mery) al cultivo de plantas ornamentales, sin duda alguna les ha deparado múltiples satisfacciones y no pocos premios desde que empezaron a fomentar desde 1995 la siembra de plantas ornamentales en el patio de su casa, una reducida parcela que apenas cubre 300 metros cuadrados.


El recorrido por sus reducidos pasillos es entre flores, enredaderas y bellos arbustos, en el patio existen unas 560 variedades de plantas ornamentales dentro de ellas unas 160 variedades de orquídeas una de las colecciones de orquídeas más completas del país, 17 variedades de crotos, 23 de palmáceas y 20 de helechos. Guille sabe de memoria el nombre de todas sus flores, aunque tiene numeradas las que se parecen. Guille hace uso de sus años de contador y con mucha paciencia va una por una quitando hojas marchistas, eliminando malas hierbas.


Orquídea

Al amanecer Mery prepara el desayuno y luego barren el patio. Él se queda en casa haciendo injertos y regando, mientras ella va a la calle, a hacer mandados. A ambos el pueblo, las flores, la casa se le han metido adentro como los grandes amores y no les gusta pensar demasiado en eso, pero les preocupa que cuando ya no estén, nadie cuide el patio y se pierda lo que con tanto esfuerzo y dedicación han logrado.


Ave del Paraíso

Dentro de las orquídeas florecidas se encuentran la amarilla, cuyo nombre científico es Spathoclottis Plitaca y la Bella Lorena, que se obtuvo en el país mediante la técnica de la biotecnología vegetal. Disponen de algunas especies exóticas o rarezas vegetales como es el Ave de Paraíso o Strellizia Reginae, que da las flores combinando los colores rojo, azul y amarillo. Mery y Guille tienen confeccionado un catálogo, en el cual están registradas todas las plántulas por el orden alfabético, el grupo de la familia a que pertenecen, sus nombres científico y popular, fotos y detalles de cada una.


Rincón de Pesca

Por otro lado El Guille no ha olvidado su primera afición, a pesar de los reconocimientos que la jardinería le ha proporcionado a lo largo de los años. Él fue un pescador de truchas en un territorio de truchas. Ahora su jardín tiene un rincón para memorizar las antiguas campañas de fin de semana. Ahora, quienes visitan aquella selva delicada y fragante que es el Patio de Mery y Guille, no solo se encantarán entre helechos, tréboles, desmesurados platicerios, anturias y palmas. Serán llamados por un mural lleno de fotos, señuelos y trofeos de antiguas truchas en la que cada pieza tiene una historia.


Reconocimientos

En el año 2000 se convirtió en Patio de Referencia.

En el 2003 alcanzó la categoría de Patio de Excelencia.

Obtuvo el reconocimiento por su aporte a la conservación de la biodiversidad, según un diploma otorgado por el Ministerio de Ciencias, Tecnología y Medio Ambiente, galardón que reconoce el quehacer de ambos en la defensa de la naturaleza, la flora y la fauna.

En el 2007, el Consejo Nacional de patrimonio Cultural le entregó a la pareja un reconocimiento en virtud de la importancia que reviste la conservación de la estructura de madera asociada al patrimonio industrial azucarero y la condición de Doble Corona.

Primero de su tipo en el país en ganar el diploma que avala la categoría de Triple Excelencia, galardón que confiere el Movimiento Nacional de la Agricultura Urbana y Suburbana liderado por el prestigioso científico y Doctor en Ciencias Adolfo Rodríguez Nodals, director del Instituto Nacional de Investigaciones Fundamentales de la Agricultura Tropical (INIFAT).


La vida y los sueños

Mery y Guille

Hace muchos años Guille y Mery soñaron con la creación de una especie de mundo único. Mi ambición era lograr “un jardín donde pudiéramos recrearnos, y me devolviera a la época en que le regalaba flores a mi novia dice Guille.

“La primera planta que sembré fue de anón. Después logré otras, sin tener conocimiento de botánica, solo con la experiencia que me dio la dedicación. Hoy, entre la gran diversidad de plantas, existen 160 variedades de orquídeas, desde la Paphiopedilum, también llamada Zapatilla de Damas o Sandalia de Venus, las pertenecientes a la familia de las cattleyas, Flor Nacional de Venezuela; hasta la llamada Bella Lorena, un híbrido obtenido por un científico cubano, a partir del cruce entre dos especies de orquídeas, Spathoglottis Plicatta y Spathoglottis Kimballiana.

“He aprendido que la familia de las orquídeas es la que mayor número de especies comprende en el reino vegetal, porque se estima que en el mundo debe haber unas 35 mil especies, pertenecientes a unos 750 géneros, además de los híbridos que cada año son registrados en la literatura. “La mayoría de ellas proliferan en climas tropicales y subtropicales: Nueva Guinea, Colombia, Brasil, Islas de Borneo y Java, Cuba… Pero su distribución es amplísima por el mundo, exceptuando los desiertos de extrema sequía, los polos y las zonas de montañas muy altas”.

Guille, el emprendedor, siempre está presto a desandar largos caminos en busca de lo nuevo o, simplemente, de las flores que no tiene en su patio. Ha llegado hasta Topes de Collantes, La Habana o Pinar del Río a encontrarse con alguna flor que, si no logra traer, las intercambia, “pero casi siempre regreso con algo nuevo”, asegura.

“Aquí también nos visitan muchos niños que pertenecen a los círculos de interés vinculados al cuidado de la naturaleza y les explico sobre la urgencia de cuidar cada planta, porque es como cuidar la vida del planeta Tierra, muy maltratado en los últimos años. Ellos dicen que el patio es un jardín botánico en miniatura”.


Fuente

  • Juventud revelde [1]
  • Períodico Digital de Ciego de Ávila (Invasor) [2]
  • Sitio Web OnCuba [3]