El Tigre Acosta

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Jorge Eduardo Acosta
Información sobre la plantilla
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Capitán de corbeta
ApodoEl Tigre
LealtadArmada de la República Argentina,
embajada de Estados Unidos en Buenos Aires
Servicio/ramaArmada
UnidadEscuela de Mecánica de la Armada (centro clandestino de exterminio) 

AcusacionesAcusado por crímenes de lesa humanidad
Nacimiento27 de mayo de 1941
ciudad de Buenos Aires,[1]
República Argentina Bandera de Argentina

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Jorge Eduardo el Tigre Acosta (Argentina, 27 de mayo de 1941), delincuente y exmilitar argentino.[1] Fue jefe del «grupo de tareas» 3.3.2 basado en el centro clandestino de detención ESMA (Escuela Superior de Mecánica de la Armada). Era quien tomaba las decisiones sobre tortura y muerte en la ESMA.

En 2011, la justicia argentina lo condenó por dichos crímenes a cadena perpetua y a inhabilitación absoluta y perpetua.

Hechos delictivos

Acosta fue miembro del Centro de Informaciones sobre la Represión.

En 1981 viajó a Sudáfrica para asesorar al Gobierno del apartheid en «lucha contrainsurgente» (métodos de tortura y asesinato).

En 1998 se descubrió que poseía una cuenta offshore en Suiza, que utilizaba para transferir los bienes que sustraía como botín a los hombres y mujeres que asesinaba con su grupo.

Solo se le pudieron probar 82 secuestros, tortura, violación, asesinato y desaparición de los cadáveres de familias completas ―como la familia Tarnopolsky―, de la adolescente sueco-argentina Dagmar Hagelin, de Nilda Noemí Actis Goretta, Lisandro Cubas, Carlos Alberto García, Ricardo Coquet, y de varias Madres de Plaza de Mayo y otras activistas de derechos humanos ―entre quienes estaban también la monjas francesas Alice Domon y Léonie Duquet― secuestradas en la iglesia de la Santa Cruz (en la ciudad de Buenos Aires) entre el 8 y el 10 de diciembre de 1977.

La periodista Miriam Lewin ―quien fue detenida-desaparecida de la Escuela Superior de Mecánica de la Armada― corroboró en el juicio que Jorge Tigre Acosta fue uno de los oficiales que se dedicaba a violar a las prisioneras mujeres.

Encarcelación

El 24 de diciembre de 1986, el presidente Raúl Alfonsín ―a pesar de que había ganado las elecciones de 1983 porque en su campaña electoral había prometido que no habría impunidad para los crímenes del terrorismo de Estado― promulgó la ley de Punto Final y Obediencia Debida, que liberó al Tigre Acosta.

Sin embargo en Italia se acusó a Acosta de crímenes cometidos contra ciudadanos italianos durante la dictadura. En 1997 el juez español Baltasar Garzón solicitó la detención y extradición de 45 militares argentinos ―entre los que estaba el Tigre Acosta― y 1 civil a quienes procesó por genocidio, terrorismo de Estado y someter a torturas a presos políticos durante la dictadura cívico-militar argentina (1976-1983) que gobernó en Argentina.

El 16 de agosto de 2001 se le dictó su prisión preventiva.

Juicios

El 27 de julio de 2003 el presidente Néstor Kirchner mediante el Decreto 420/03 modificó el criterio de rechazo de las extradiciones sustentado hasta ese momento ordenando «obligatoriedad del trámite judicial» solicitado por la Justicia española, y abriendo así el camino a la extradición efectiva de los militares requeridos.

En agosto de 2003, el presidente conservador José María Aznar ordenó no continuar con el proceso de extradición de los solicitados por crímenes durante el gobierno de facto en Argentina. Esta decisión fue anulada por la Corte Suprema de España en 2005.

Kirchner, sin embargo, anuló las leyes de amnistía de Alfonsín, por lo que se reabrieron las causas en las que Acosta estaba imputado.

En agosto de 2006, el juez elevó a juicio oral la causa de la ESMA en la que Jorge Eduardo Acosta fue enjuiciado junto a Alfredo Astiz y Adolfo Miguel Donda.

El 26 de octubre de 2011, en el marco del primer juicio por los crímenes cometidos, Jorge el Tigre Acosta fue condenado a cadena perpetua e inhabilitación absoluta, por el Tribunal Oral Federal n.º 5.

El 5 de julio de 2012, Jorge Eduardo Acosta fue condenado a 30 años de prisión en la causa «Plan sistemático de robo de bebés» por ser coautor penalmente responsable de sustracción, retención y ocultamiento de menores de edad durante la dictadura militar.

Negativa de liberación

La Cámara Federal porteña volvió a rechazar un planteo de excarcelación para Jorge Tigre Acosta, y reiteró que esa decisión depende de la Corte Suprema de Justicia, que tiene bajo revisión un fallo de Casación Penal que había ordenado liberarlo y está suspendido.

El nuevo planteo de la defensa de Acosta fue rechazado por la Sala II del Tribunal de Apelaciones de Buenos Aires, que además recordó que el exmarino está procesado con prisión preventiva por «ilícitos que no han cesado a la fecha, mientras se ignore el paradero y la suerte corrida por cada uno de los damnificados». Acosta es actualmente sometido a juicio por los crímenes de la ESMA, que acaba de entrar en la etapa final de los alegatos y se prevé que se solicitará la pena de reclusión perpetua al Tribunal Oral Federal 5.

Al rechazar la excarcelación, la Cámara Federal sostuvo que esa decisión está actualmente bajo la órbita de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que admitió un recurso extraordinario contra la resolución de la sala II de la Cámara de Casación de dictaminar el cese de su prisión preventiva.

Este fallo quedó suspendido al ser apelado por el fiscal ante esa instancia, Raúl Plée, en un tema sobre el que aún no resolvió la Corte.

Testimonio

En 2012, el exresponsable de la Escuela Superior de Mecánica de la Armada, Jorge Eduardo Acosta, el Tigre, reconoció por primera vez que «hubo personas detenidas» en ese sitio. Durante una hora y media, Acosta prestó declaración indagatoria en el juicio oral y público contra él y otros 16 exoficiales de la Armada, por los delitos de lesa humanidad cometidos en la Escuela Superior de Mecánica de la Armada. Reconoció ser «responsable militarmente de toda orden que he impartido», y sostuvo que «las violaciones a los Derechos Humanos son imposibles de evitar en una guerra».

Fuentes