Jorge Juan y Santacilia

Jorge Juan y Santacilia
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Jefe de escuadra de la Real Armada Española. Científico y marino.
Nacimiento5 de enero de 1713
Novelda, Alicante, España, Bandera de España
Fallecimiento21 de julio de 1773
Madrid, Bandera de España
Causa de la muerteataque epiléptico
NacionalidadEspañola
OcupaciónCientífico y Marino
Conocido porEl sabio español
TítuloComendador de Aliaga de la orden de los Caballeros de Malta

Jorge Juan y Santacilia. Jefe de escuadra de la Real Armada Española. Científico y marino. Conocido por "El sabio español". Realizó campañas de corso contra los moros y berberiscos. Escribió para los alumnos el <<Compendio de Navegación>> y fundó en el año de 1755 la Asamblea Amistosa Literaria.

Síntesis biográfica

Nació el 5 de enero del año de 1713, en Novelda, provincia de Alicante.

Estudios

Realizó sus primeros estudios de gramática latina en Zaragoza, pasando a los doce años a Malta, para recibir el hábito de la orden de San Juan de Jerusalén.

Regresando a España y entrando en la compañía de guardiamarinas del departamento de Cádiz en el año de 1729, pronto asombró con su talento a sus profesores y compañeros, sobre todo en el estudio de la astronomía, cosmografía y navegación, tanto como de las ciencias matemáticas relacionadas con la marina. Sus compañeros le llamaban Euclides, por su gran afición a estas ciencias.

Navegante

Realizó sus primer embarco y fue trasladado de una escuadra a otra; realizó varias campañas de corso contra los moros y berberiscos, pasando después a Nápoles, en el año de 1731 en la escuadra que condujo al infante don Carlos, sucesor en aquel trono y luego por fallecimiento de su hermano Fernando VI, regresó con rey de España con el nombre de Carlos III.

Asistió a la expedición contra Orán en el año de 1732, cuya flota estaba al mando del general don Francisco Cornejo, de las fuerzas de mar, siendo el duque de Montemar el que estaba al mando del ejército de desembarco, en esta ocasión iba de brigadier de guardiamarinas en el navío Castilla, cuyo mando ostentaba don Juan José Navarro, hallándose entre las fuerzas de desembarco que estaban al mando del marqués de Santa Cruz de Marcenado.

Estuvo también presente, en la escuadra al mando de don Blas de Lezo, en los cruceros que esta realizó para evitar la llegada de refuerzos turcos, que habían sido pedidos por los de Orán, con la intención de recuperar la plaza. Con este general, se batió, en el asalto que dio Blas de Lezo a la ensenada de Mostagán; cuando regresaban de esta acción a la península tuvo que ser desembarcado en Málaga, por la corrupción de los alimentos, que fue la que provocó una gran cantidad de bajas en esta expedición.

En el año de 1734, cuando aún no contaba con veintiún años y siendo guardiamarina, fue elegido junto a Antonio de Ulloa, para formar parte de una comisión científica que, enviada por el rey de Francia Luis XV, había de ocuparse de la medición del meridiano en las cercanías del ecuador y de rectificar la verdadera forma del planeta Tierra. Para que fueran presentados con una cierta graduación militar, ante los sabios franceses que formaban la comisión de ese país, se les ascendió a tenientes de navío, dándoseles la paga correspondiente, los dos dieron un salto de cuatro grados con tal fin.

Saliendo de Cádiz el día 28 de mayo de 1734, la expedición la formaban el navío Conquistador y la fragata Incendio, que llevaba al nuevo virrey del Perú, en cuyo distrito debían realizarse las operaciones científicas proyectadas, llegando a Cartagena de Indias donde desembarcaron.

Durante once años nada más ni nada menos estuvieron en América, pero no sólo se dedicaron a los trabajos científicos que eran la razón de su viaje, sino que el virrey le pidió que revisara las defensas, para ponerlas en a punto de ello, pues estaban un poco abandonadas, realizando esta labor en muchas de ellas, pues el británico almirante Anson, por aquellas fechas se estaba empleando a fondo en atacarlas. Llevando a cabo también la organización de la tropa de milicias y su reglamento.

Desde el año de 1742, estuvo de guardacostas al mando de la fragata Nuestra Señora de Belém, por las costas de Chile y la isla de Juan Fernández.

Regresando a España en el año de 1745, de viajero en la fragata mercante Lis. Mientras tanto Antonio de Ulloa, se volvía a España, aprovechando un viaje de la fragata francesa de guerra Délivrance, que tuvo un encuentro con los británicos, en que cayó prisionero, con lo que por este golpe de fortuna británico, se estuvo a punto de perder la Crónica y la Memoria que traía Ulloa, que era a su vez la parte más importante de ella. Una vez en España, Jorge Juan viajó a París, donde dió conferencias de sus experiencias, en la expedición a América.

Capitán

Fue ascendido a capitán de navío y enviado al Reino Unido, por encargo directo de don Zenón de Somodevilla, realizando el viaje en el mes de noviembre del año de 1748, junto con él iban los brigadieres de guardiamarinas don José Solano y don Pedro de Mora, estuvieron dieciocho meses, en los que recibieron toda clase de muestras de aprecio, por su demostrada erudición y talento, aprovechando esta circunstancia para mejor informarse, del método de construcción naval empleado por los británicos.

Al regresar a España, corrigió los defectos a su entender de la construcción isleña, saliéndole uno mucho mejor que el copiado, tanto mejoró el sistema, que a su vez fue copiado, por los copiados.

Por orden real se le puso al frente de la construcción en los arsenales de El Ferrol y Cartagena, sus diques, las bombas de fuego, las gradas para construir navíos y botarlos al agua sin lesión, el método de construirlos, al igual que todas las demás clases de buques, siendo de éste el brigadier Sebastián Feringán un notable ingeniero.Levantó muchos planos de los puertos España, para mejorarlos, pero por desgracia, también muchos de ellos se quedaron en algún cajón.

En el año de 1750, por disposición Real se le ordeno pasase al arsenal de Cartagena, para que en combinación con el ingeniero de éste arsenal don Sebastián Feringán, se realizara la construcción de un dique, obra que quedó terminada en dos años. Así mismo en El Ferrol (Esteiro), las obras de las gradas se habían comenzado en el año de 1749, terminándose en el de 1751.

Llegó a tanta la fama de Jorge Juan, que recibió consultas para multitud de obras, incluso civiles, siendo las hidráulicas de las que más, los útiles mejores en las minas de Almadén con provecho de la salud de los trabajadores y un considerable aumento del Erario, beneficio de minas, liga y afinamiento de monedas, dirección de canales y riegos, ya sobre materias científicas y de su profesión. Llegando al extremo que el almirante británico Howe, pasó a Cádiz en una fragata, en el mes de abril del año de 1753, sólo por conocerle y tratarle:

"ajando muchas veces a visitarle en tierra, y obsequiándole a bordo con un espléndido banquete y con maniobras y otras finas confianzas y condescendencias facultativas".

Fue tanta su fama que en toda Europa era conocido por "El sabio español".

En el año de 1754 se le encomendó la compañía de guardiamarinas, mejorando sus estudios, escribió para los alumnos el <<Compendio de Navegación>>, en la que se relaciona como resumen claro y elegante de cuánto había adelantado la navegación hasta aquella época, siendo esta obra de obligado aprendizaje, manteniéndose durante muchos años como ejemplo de libro de texto, pero además se preocupo de dotar mejor a la escuela, con mejores maestros y los medios más apropiados.

Como sabio en las ciencias, consiguió se le autorizase a construir el Observatorio, para mejorar la aplicación de estas en los estudios de los guardiamarinas y mejorar las mediciones. Más tarde éste Observatorio fue trasladado a la Isla de León hoy San Fernando.

Con el afán de seguir la investigación, aprender y enseñar, fundó en el año de 1755, en Cádiz, en su propia casa, una reunión de personas afines, donde todos los jueves se reunían para dialogar sobre astronomía, historia, navegación, geografía, física, higiene y cuestiones militares, que se le tituló <<Asamblea Amistosa Literaria>>.

En una de aquellas reuniones, leyó Jorge Juan una memoria, que sirvió de fundamento para realizar la obra más célebre <<Examen Marítimo>>, que posteriormente tanta fama le dio y le siguió a su posteridad; en esta asamblea llegó a leer diez <<opúsculos técnicos>>.

En el año de 1766, hallándose otra vez en Cádiz, después de una larga alternativa en comisiones y viajes, se le mandó volver a Madrid, para fijar allí su residencia; pero cuando ya estaba dispuesto a realizar el viaje, recibió una nueva orden, se le había nombrado embajador de España ante el Sultán de Maruecos, saliendo el día quince de febrero de 1767, cruzándose en su viaje con Sidi Amet el Gazel, que venía de embajador a España. Su misión fue de seis meses y medio, llevó al Sultán ricos presentes por real orden, entre ellos a doscientos ochenta y cinco esclavos moros y turcos, lo que facilitó el entendimiento, resolviendo gran cantidad de asuntos complejos, pero con tanta satisfacción, que justificó la confianza depositada por el Gobierno.

Terminada su misión, regreso a Madrid en el mismo año, continuando con su tarea de científico, y por orden Real se ocupaba de revisar y asesorar, a todas las secretarías del despacho y por el Supremo Consejo de Castilla. El rey le nombró director del Real Seminario de Nobles, tomando posesión del cargo el día 24 de mayo.

Muerte

Falleció de un ataque epiléptico a los sesenta años de edad, siendo el óbito el día 21 de julio del año de 1773. Sus cenizas reposaron algún tiempo en una de las bóvedas de la parroquia de San Martín, en la Corte, y en la misma fueron trasladados después a la capilla de Nuestra Señora de Valvanera, que destruyeron los franceses en su invasión en 1808.

Legado

Muchas naciones le contaron como miembro de sus sociedades científicas, siendo académico de las Reales Sociedades de Londres y Academias de las Ciencias de París y Berlín; y consiliario de la Española de San Fernando. Queda en el recuerdo como uno de los hombres más sabios de su época, aunando ciencia y capacidad, extremada modestia y un carácter honrado y bondadoso a la vez que independiente y recto.

Fuente