José Justo Aguilera y de la Cruz

José Justo Aguilera
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Personaje histórico de Holguín
NombreJosé Justo Perfecto de la Caridad Aguilera de la Cruz
Nacimiento16 de abril de 1816
Holguín, Bandera de Cuba Cuba
FallecimientoPrimeros dias de abril de 1869
Floro Pérez
NacionalidadCubana
CiudadaníaCubana
EducaciónLicenciado en Derecho Civil
Alma materUniversidad de Madrid
PadresIsabel María de la Cruz Serrano y José Justo de Aguilera y González de Ribera

José Justo Aguilera y de la Cruz. Destacado patriota cubano. Figura insigne del alzamiento revolucionario en Holguín durante la Primera Guerra de Independencia de Cuba.

Datos biográficos

Familia

Nació en Holguín el 16 de abril de 1816, bautizado el 22 de abril.[1] Hijo de Isabel María de la Cruz Serrano[2] y José Justo de Aguilera y González de Ribera. Tuvo ocho hermanos: José Onofre Quintín, Febronia, María de la Caridad, Luís José, Francisca Timotea, Delfín, José Antonio y Silvina Aguilera de la Cruz. Vivió en una casa ubicada en la esquina de las calles San Miguel (Maceo) y Rosario (Frexes) donde está hoy la tienda “La Luz de Yara”. Allí una tarja de bronce señala el hecho.

Nieto cuarto (chozno) del tronco en Cuba de la familia González de Rivera, fundadora de la ciudad en 1752 y ocupante de importantes cargos civiles, militares y religiosos dentro del primer cabildo holguinero de esa fecha, teniendo vínculos sanguíneos con el Capitán Francisco García Holguín, vinculado al proceso de transculturación iniciado en 1492 y cuyo apellido es el nombre atual del municipio cabecera y la provincia.

De su primer matrimonio con Micaela María de Fuentes Luque, natural de Holguín, hija legítima de Salvador Jesús de Fuentes, de igual orígen y Teresa de Jesús Luque Fontaine. Tuvieron un hijo, José Justo Perfecto de Aguilera Fuentes. Queda viudo y contrae nupcias nuevamente con Concepción Ochoa Ochoa el 10 de septiembre de 1863.

Vida y obra

Su padre, José Justo de y González de Rivera, nació en 1785, fue Alcalde de la santa Hermandad en 1815, Síndico Procurador General en 1820, Alcalde Ordinario del Ayuntamiento en 1821 y mayordomo del fondo municipal en 1825.

En 1811 contrajo matrimonio con n Isabel María de la Cruz que había nacido en 1792. Este matrimonio tuvo 9 hijos: los 5 primeros varones y 4 hembras.

Los miembros de la familia González de Rivera de la cual descienden varias generaciones de holguineros tenían privilegios otorgados por Real Cédula del rey Carlos III fechada el 6 de septiembre de 1778 donde se le concedían preferencias para ocupar cargos públicas y del gobierno local.

Este nepotismo que disfrutaban trajo como consecuencia, junto a la herencia de sus antecesores, acabildar grandes posibilidades económicas como parte de la naciente burguesía holguinera al ser dueños de vastas extensiones de tierra, ganado, esclavos, trapiches, ingenios, etc.

Por ser hijo de una familia acaudalada, José Justo pudo estudiar fuera del país y graduarse como Licenciado en Derecho Civil en la Universidad de Madrid y abrir un bufete en Holguín a mediados del siglo XIX junto a su hermano José Onofre.

Este patriota, igual que su padre, se distinguió por el gran sentido de la responsabilidad y la buena administración en los diferentes cargos que desempeñó: Alcalde Ordinario del Ayuntamiento en 1841 y 1845, Síndico Procurador General en 1846 y Asesor Titular interino de la tenencia del gobierno en 1852.

Estuvo casado en primeras nupcias con Micaela de Fuente y Luque y en segundas con Concepción Ochoa Ochoa el 10 de septiembre de 1863.

Lucha revolucionaria

Desde 1867, junto a sus hermanos: José Onofre, Delfín, Luís José y José Antonio, comienzan a realizar actividades por la independencia. Para encaratular la conspiración contra el yugo colonial que imponía España, ingresó en la “Logia Masonica Hijos de la Viuda”, y a través de Francisco Maceo Osorio se pone en contacto con las ideas del alzamiento que Carlos Manuel de Céspedes, Francisco Vicente Aguilera y otros organizaban en Bayamo y Manzanillo para lanzarse a la conquista de la libertad.

El pronuncionamiento de Carlos Manuel de Céspedes, el día 10 de octubre de 1868 en su finca La Demajagua, sorprendió al Comité Revolucionario de Holguín. Tanto su presidente Lic. José Justo Aguilera y de la Cruz, como la mayoría de sus componentes, recibieron con marcado disgusto la noticia, juzgando impremeditada la actitud del prócer bayamés que había anticipado la fecha convenida y demostrado con ello que desconocía la autoridad del gran patricio Francisco Vicente Aguilera, principal y desinteresado gestor de la conspiración.

No obstante, aquellos hombres de grandes dimensiones patrióticas con plena conciencia de la grandeza del ideal que habían jurado defender y de la responsabilidad histórica que habían contraído, no fueron remisos en aceptar de la mejor buena fe los hechos consumados y se dispusieron a incorporar sus esfuerzos al de los impacientes revolucionarios bayamés.

Cuando se produce el levantamiento del 10 de octubre de 1868 en la Demajagua, los holguineros secundan la acción, aunque un poco sorprendidos porque se adelantó la fecha acordada.

Se produce entonces el sitio de la Ciudad de Holguín , estando al frente de las tropas insurrectas Julio Grave de Peralta

Ante contradicciones y regionalismos que se producen entre los conspiradores, José Justo, que había renunciado a las comodidades y riquezas para dedicarse con todas las fuerzas a la independencia de Cuba, es elegido por mayoría como Presidente del Comité Revolucionario de Holguín, integrado por sus cuatro hermanos, Belisario y Julio Grave de Peralta y 10 patriotas más de esta zona.

Después del fracasado propósito de tomar la principal fortaleza (La Periquera) en poder de las tropas españolas, reunió Aguilera a algunos de sus compañeros de Comité y les hizo presente la inaplazable necesidad de darle una organización militar a los huestes cubanos completamente desorganizadas y, a este efecto, fue expedido el nombramiento de General en Jefe del Ejército Libertador en esta jurisdicción al valeroso patriota Julio Grave de Peralta

La entereza y valentía del ilustre prisionero

No estuvo José Justo mucho tiempo al frente de la Revolución. Inescrutable designio del destino malogró la referida entrevista, producto de una delación de un español de apellido Garmendía, residente en una finca de Los Alfonsos, en el occidente de Holguín, al informar al Comandante Méndez Benagasi Jefe de las tropas españolas que fuera a capturar patriota. Aguilera es apresado mientras dormía junto a un grupo de jóvenes holguineros.

Conducido fuertemente amarrado a presencia del Comandante Méndez Benagasi, este lo recibe cortésmente y le manifiesta que tenia el encargo de la señora Dolores Ochoa, prima de Aguilera, de proteger a cualesquiera de su familia que cayera en poder de de las tropas. Agradece Aguilera al militar y este le dice:

--- Dígame, Licenciado ¿qué puedo hacer en su caso?

--- Deseo, Comandante, si está dentro de sus atribuciones, que ponga en libertad a los jóvenes que me acompañan; unos han sido inducidos por mí , otros presionados para que se unan a la Revolución.

--- Bien, Licenciado, concedida su petición, pero ¿y usted?

--- Por mi haga usted lo mismo que yo hubiera hecho con usted.

--- ¿Y que habría hecho usted?

--- ¡Fusilarlo!

[3]

El jefe español asombrado de la entereza del ilustre prisionero, refiere a sus oficiales la entrevista y no oculta su preocupación por no poder salvar la vida de un valeroso enemigo.

Conducido a Auras, el mando español decide allí fusilarlo, veinticuatro horas después, reunido gran número de voluntarios, guerrilleros y muchos vecinos del pueblo. Colocado Aguilera en el lugar designado para la ejecución, no permitió que le vendaran los ojos, y dirigiéndose al pelotón que debía ejecutarlo les dijo:

“Ruégoles que apunten bien para no sufrir”.

Una nutrida descarga de fusilería que rompe aquel terrible silencio...

Aguilera de pie, erguido con su natural arrogancia saca su pañuelo, se enjuga la sangre que le brotaba, y con voz estentórea se dirige a sus ejecutores:

“¿No les dije que apuntaran bien?".

No un tiro de gracia, sino otra descarga y el cuerpo de aquel cubano se desploma sin vida…

Allí fue dejado insepulto y sus despojos fueron pasto de los perros...

[3]

Así murió el glorioso holguinero, presidente del Comité Revolucionario de Holguín, digno émulo de los héroes de la antigua Esparta, a los 53 años de edad, el 4 de abril de 1869, en el poblado Auras hoy Floro Pérez.

Referencias

  1. Iglesia de San Isidoro de Holguín. Libro 7 de Bautizmo de blancos. Folio 219. No.2344
  2. Hija legítima del Caballero Regidor Alférez Real del Ayuntamiento de Holguín José Onofre de la Cruz Infante (1748-1838) y Francisca Serrano.
  3. 3,0 3,1 Constantino Pupo Aguilera. 1946. Patriotas holguineros. Los Hermanos Aguilera.

Fuentes

  • Fernandes Niurka. Personajes de la Historia de Holguin. Trabajo Investigativo.
  • Cácer Lorenzo, Onne. Departamento de Historia y Filosofía, Universidad de Holguín Oscar Lucero Moya.