José María Lledía Ceballos

José María Lledía Ceballos
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Uno de los 12 hombres que integró la legendaria patrulla campesina conocida por Los Malagones
NombreJosé María Lledía Ceballos
Nacimiento20 de diciembre de 1913
Viñales, Pinar del Río, Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento12 de enero de 1999
Viñales, Pinar del Río, Bandera de Cuba Cuba
Causa de la muerteMuerte natural
NacionalidadCubana
CiudadaníaCubana
Conocido porJosé María
PadresVenancio Lledía y Amelia Ceballos

José María Lledía Ceballos. Combatiente revolucionario cubano que formó parte de la primera patrulla campesina conocida por Los Malagones, quienes cumplieron la misión de exterminar las bandas contrarrevolucionarias alzadas en la occidental provincia de Pinar del Río.

Síntesis biográfica

Nació el 20 de diciembre de 1913 en Viñales, provincia de Pinar del Río, hijo de Venancio Lledía y Amelia Ceballos, un matrimonio de procedencia humilde. Aunque hubo momentos muy tristes y difíciles para la familia de José María, ninguno fue peor que el acontecido en el año 1945, cuando su apéndice en mal estado requirió con urgencia de una operación quirúrgica.

Venancio, el padre, y Amelia, la madre, se miraban alelados mientras entregaban la pareja de bueyes que tanto tiempo les habían servido para el trabajo bruto de los surcos y recibían a cambio los catorce pesos con los cuales costearían la operación del muchacho. Después, el niño mejoró de la dolencia, pero no hubo manera de "levantar cabeza".

Años después, cuando ya llevaba algún tiempo sirviendo de práctico a personas interesadas en conocer las cuevas de la región, sufrió el acoso de soldados empeñados en saber el paradero de uno de aquellos exploradores, precisamente de Antonio Núñez Jiménez, aquel que le había enseñado que, en caso de ser perseguido por el ejército dentro de una cueva, se aproximara a una de las entradas, apagara el farol y se diera a la fuga por los vericuetos que tan bien conocía.

Al triunfo de la Revolución

En agosto de 1959 aquel recuerdo volvió a su memoria al encontrarse de nuevo con Núñez Jiménez, quien esta vez no le habló de cómo evadir el acoso, sino de una tarea que haría posible preservar la nueva vida iniciada apenas unos meses antes, cuando el trabajo en las tierras comenzó a tener un sabor menos amargo para él y para tantos otros de su clase.

Fue entonces que sintió dudas acerca de si debían vincular al grupo a Juan Quintín, por ser hijo este de terratenientes, no campesino pobre como ellos, y por tanto diferente.

Así lo expresó al jefe de la Revolución cubana, quien, tras dirigirle algunas preguntas acerca de la actitud de Juan Quintín y recibir la respuesta de su incondicionalidad a la hora de ayudar a la Revolución, respondió serenamente que Juanito podía ser uno de ellos. El tiempo le demostró que Fidel tenía razón.

Uno de Los Malagones

José María integró el grupo de los doce, y, junto a Leandro y los otros diez campesinos, recorrió las montañas pinareñas tras las bandas contrarrevolucionarias que operaban en la zona sembrando el terror entre la población. La primera misión encomendada era la captura de Luis Lara Crespo, ex – cabo de la recién derrocada tiranía de Fulgencio Batista que había logrado evadir la justicia revolucionaria, que había logrado reunir unos cuantos hombres como él, y se habían organizado en una banda teniendo como teatro de operaciones la agreste Sierra de los Órganos.

Fidel les había dado un plazo de 90 días para el cumplimiento de la difícil misión, más fueron suficientes 18 días para que el grupo de campesinos convertidos en los primeros milicianos capturaran al cabo Lara y a su banda, quienes hasta entonces habían torturado a infinidad de pobladores de la zona y matado a 23.

Una vez comunicado al alto mando del país, por el Comandante Dermidio Escalona Alonso, que la misión había sido cumplida, Fidel los mandó a buscar a La Habana, a su llegada recibieron una gran ovación. El entonces Comandante Raúl Castro les dijo que ellos eran el puntal más fuerte de la Revolución; Fidel les expresó que se habían ganado el derecho a portar un M-1, mientras que el Comandante Camilo Cienfuegos les regaló un revólver calibre 45.

José María y los demás fueron reconocidos en público, en acto efectuado en el Palacio Presidencial, el 26 de octubre de 1959, donde quedaron conformadas las Milicias Nacionales Revolucionarias.

Muerte

Murió el 12 de enero de 1999 en Viñales, Pinar del Río. Sus restos reposan en la obra escultórico-monumentaria de carácter nacional erigida en los alrededores de la Gran Caverna de Santo Tomás, en la comunidad El Moncada del municipio de Viñales en la provincia de Pinar del Río. Monumento edificado con el objetivo de rendir homenaje a los primeros 12 milicianos de Cuba.

Así paso a la historia José María Lledía, como uno de los 12 hombres que integró la primera milicia cubana.

Véase también

Enlaces externos

Fuentes