José María Sardá

José María Sardá
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Pintura de José María Sardá
NombreJosé María Joan Baptista Sardá Gironella
Nacimiento25 de junio de 1824
Tarragona, Cataluña, Bandera de España España
Fallecimiento6 de mayo de 1889
Finca El Abra, Isla de Pinos, Bandera de Cuba Cuba
Causa de la muerteA consecuencias de una “angina de pecho”
ResidenciaFinca El Abra, Isla de Pinos
NacionalidadCatalán
CiudadaníaEspañola
EducaciónCoronel de las tropas de Ingeniería y maestro de obras de construcción
Ocupaciónmaestro de obras
TítuloArquitecto
CónyugeMaría de la Trinidad Basilia Josefa Valdés Amador
HijosJosé Regino, Juan de Mata, José Domingo Vicente, Rosa, Catalina, Maria Juliana del Carmen, Concepción y José Elias
PadresJoan Sardá, Rosa Gironella
Obras destacadasLa plaza del Polvorín, La Plaza del Vapor, La cerca de la Quinta de los Molinos, hotel frente a la Real Casa de Beneficencia y Maternidad (hoy hospital Hermanos Ameijeiras)

José María Sardá. Benefactor de José Martí en las canteras de San Lázaro en 1870. Dueño de la Finca El Abra en Isla de Pinos en 1868. Figura destacada como maestro de obra en importantes construcciones civiles de La Habana.

Síntesis biográfica

Nace el 25 de junio de 1824 en la ciudad de Tarragona , Cataluña, España. Fue bautizado en la parroquia de la Santa Maria como José María Joan Baptista Sardá Gironella. Hijo de Joan Sardá, natural de Constanti y de Rosa Gironella, natural de Cubet, Conca de Tremp[1].

Llegada a Cuba

Llega a Cuba en 1841 formando parte del cuerpo de ingenieros de la administración colonial. Dados los pocos arquitectos y maestros de obras que habían en el país los miembros de este cuerpo se dedicaban a los trabajos de arquitectura civil, principalmente en La Habana. Ingresa en la escuela de Arquitectura donde se gradúa en 1865 como Maestro de Obras.

Una vez graduado se dedica a ejecutar contratos con el gobierno pues, por su condición de español, era preferido para determinadas construcciones, especialmente las de carácter militar. Posteriormenete se convirtió en un hombre de negocios constructivos.

Labor

Fue miembro del cuerpo de ingenieros del ejército colonial español. Maestro de obras y arrendatario de la cantera "La Criolla" donde trabajaban los presos políticos. Por ser español el gobierno lo prefería para encargarle determinadas construcciones, especialmente militares, labor que hoy realiza un arquitecto.

Era el arrendatario de una de las canteras perteneciente al Presidio Departamental de La Habana, denominada La Criolla, donde laboraban los presos por delitos políticos.

Estuvo a cargo de la construcción de:

  • La Plaza del Polvorín, hoy La tienda Yumurí.
  • La plaza del Vapor, hoy Museo de Bellas Artes.
  • La cerca de la Quinta de los Molinos, que no es la que hay hoy, porque debió correrse hacia atrás, para agrandar la calle, pero se conservan las lancetas.
  • Hotel frente a la Real Casa de Beneficencia y Maternidad, que fungía como escuela para jóvenes, hoy Hospital Ameijeiras.

Llegada a Isla de Pinos

La Isla de Pinos posee varios macizos montañosos ubicados fundamentalmente en su parte norte. La Sierra de Casas hay un espacio abierto entre las elevaciones que la conforman, terreno que resultaba apropiado para establecer una finca dedicada al cultivo, la crianza de animales e industrias, incluida la casa familiar. Esta área de terreno ubicada en la falda de la Sierra de Casas pertenecía al ciudadano español Domingo Arencibia y Acosta cuando fue adquirida, el 26 de octubre 1868, por José María Sardá y Gironella, que pagó por ella veinticuatro mil escudos plata y que inscribió a su nombre en el Registro de la Propiedad de Bejucal, reasentada en el Registro de Propiedad de Isla de Pinos al Tomo 127, Folio 94.

La finca que denominó El Abra fue adquirida con otros bienes muebles y semovientes. Además obtuvo la acción de un sitio de labranza denominado Buenavista que no fue objeto de inscripción. El Abra no tenía nombre; suponemos que este se debe a su posición geográfica entre dos montañas, aunque también puede provenir de la palabra “l´arbra”, que en catalán significa “el árbol”.

Deceso

Fallece en su casa de El Abra el 6 de mayo de 1889 a consecuencias de una “angina de pecho”, según reza su certificado de defunción. Sus restos descansan en el panteón familiar, diseñado y construido por él, en el cementerio de Nueva Gerona[2].

Construcción de la vivienda y traslado de la familia a Isla de Pinos

En la finca El Abra construye la casa familiar, con un estilo parecido al de la masía catalana que le recuerdan su tierra natal. Estableció un taller de reparaciones de implementos de labranza y carruajes, construyó un horno para la obtención de cal que era utilizada en las construcciones locales y aprovecha la existencia de un manantial de agua potable ubicado al pie de la loma, aproximadamente a un kilómetro de la casa, para desarrollar todo un sistema hidráulico, que llevaba el agua por gravedad, a través de tuberías metálicas a un depósito, desde el cual se redistribuía a la vivienda y los bebederos de los animales. El regadío de los sembrados se realizaba a través del agua que era extraída de un pozo por medio de un molino de viento, aledaño a la vivienda.

La casa formada por tres cuerpos constructivos independientes: Uno principal, para la familia con habitaciones más íntimas, un segundo cuerpo separado del primero por un amplio zaguán que tenía aposentos para múltiples usos y por último, la gran cocina.

El segundo cuerpo es una construcción rectangular de dos niveles, situado perpendicularmente a la casa principal. El piso bajo tiene a ambos lados del pasillo central seis habitaciones, cuyas ventanas con rejas de sencillo diseño, permiten el libre y constante paso del aire fresco que bate todo el año en la colina donde se encuentra enclavada la casona. El piso alto es de madera con la cubierta de guano y sin divisiones internas, espacio que se utilizaba como granero para guardar y conservar las cosechas.

Un año después de haber adquirido la finca y concluida la construcción, aproximadamente en la primera mitad de 1869, se instala Sardá con la familia que residía en Yaguaramas, Santa Clara, compuesta por su esposa, Trinidad Valdés Amador y los cinco hijos nacidos hasta entonces: José Regino, Juan de Mata, José Domingo Vicente, Rosa y Catalina. Los otros tres, hasta completar la cifra de ocho, nacieron en Isla de Pinos. Ellos son María Juliana del Carmen, Concepción y José Elías Sardá Valdés.

La vida en la finca transcurre en un constante ajetreo. Comienza a explotarse el horno para la producción de cal, atendido por chinos, que utilizaba las piedras de la propia loma donde está enclavado, muy cerca del manantial pues se requería para este proceso mucha agua y donde se había construido también dos depósitos en forma de piscinas para el proceso de obtención de la cal.

Existían sembradíos en la parte llana para el sustento de la familia y para la cría de animales; en la parte montañosa se cultivaba café. Era Doña Trinidad (cariñosamente llamada Trina), la que supervisaba estas tareas. También tenía bajo su responsabilidad la educación de los hijos y cuando Sardá se encontraba en casa daba atención a las visitas de negocios que este recibía y hospedaba.

La posición de José María lo hacen permanecer largos períodos de tiempo fuera de la Isla atendiendo las obras contratadas en La Habana para las que traslada materiales como ladrillos, tejas y losas de barro, producidas en el tejar ubicado en la finca de su propiedad denominada Brazo Fuerte. La cal para esas construcciones en La Habana y la piedra necesaria, las obtenía de la cantera del presidio departamental donde trabajaban las brigadas de los presos políticos.

En Isla de Pinos posee además del tejar de Brazo Fuerte y El Abra, dos casas en Nueva Gerona y varios lotes de terreno de la colonia Reina Amalia.

José María Sardá Gironella y el padre de José Martí

A partir de 1865 los negocios de Sardá como contratista del gobierno se amplían, por lo que la producción de tejas y ladrillos de su fábrica en Isla de Pinos se incrementa; dos goletas de su propiedad se encargan del traslado desde Nueva Gerona hasta Batabanó. Desde fines de 1869 hasta inicios de 1870, don Mariano Martí funge como celador de buques en el puerto de Batabanó. Algunos biógrafos de Martí, como Ezequiel Martínez Estrada, considera que fue allí donde se conocieron e incluso dice que ambos se hospedaban en la misma casa de huéspedes lo que origina una relación de amistad a la que recurre Mariano por su único hijo varón, José Julián Martí Pérez, que sufre prisión en el presidio departamental y cuyo estado de salud se encontraba muy dañado.

La petición de Mariano y la de dos amigos,el militar retirado don Ramón Miguel y el oficial don Juan Martín, ante Sardá hacen que desde su posición como arrendatario de las canteras interceda por el joven. De esta manera el bondadoso catalán logra que lo trasladen a la cigarrería de la cárcel y continúa gestiones ante el capitán general don Antonio Fernández y Caballero de Rodas, el indulto de la pena de seis años de presidio por el destierro a Isla de Pinos y posteriormente, a España. Lo lleva a su casa en la finca El Abra hasta tanto se realicen los trámites para su deportación.

El 13 de octubre de 1870 el joven José Martí Pérez aparece inscripto en el libro Registro de Deportados a Isla de Pinos. Una vez en la finca El Abra, se le retira el grillete y es acogido maternalmente por Trinidad , la esposa de Sardá que durante los dos meses y cinco días en que permanece en su casa le prodigó los más bondadosos cuidados que le trajo alivio a su pierna llagada por el grillete y a sus ojos dañados por la cal de las canteras.

El 12 de diciembre se le concede el permiso para retornar a La Habana en espera de su salida hacia el destierro en España. El 18 de diciembre del propio año 1870 sale de Isla de Pinos en compañía de su protector José María Sardá quien lo retorna a La Habana y el 15 de enero de 1871 el joven Martí parte hacia España en el vapor correo Guipúzcoa.

Referencias

Bibliografía

  • Llanes Liliam: Apuntes para una historia de la arquitectura en Cuba.pág. 30
  • Archivo Nacional . Fondo Gobierno General. Plano. Legajo 116 No. 527. Año 1866.
  • Archivo Nacional. Gobierno General. Indice de mapas y planos. p. 282. 1868.
  • Archivo Nacional. Gobierno General. Plano . Legajo 104. No. 4892
  • Beatriz Gil Sardá: “El Abra cuenta su historia” en Carapachibey; No.1; Nueva Gerona, enero 2001, p. 3
  • Garcia Pascual, Luis. José Martí. Documentos familiares, p.400