José Ramón Galano Fonseca

José Ramón Galano Fonseca
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Mártir revolucionario cubano
NombreJosé Ramón Galano Fonseca
Nacimiento5 de junio de 1938
Manzanillo, Granma, Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento14 de septiembre de 1971
Sierra Maestra, Santiago de Cuba, Bandera de Cuba Cuba
Causa de la muerteAsesinado por traficantes de drogas
NacionalidadCubana
PadresOlimpo Galano Castillo y Alejandrina Fonseca Tamayo

José Ramón Galano Fonseca. Revolucionario cubano. Pasó la Escuela Básica de Instrucción Revolucionaria y comenzó a prestar servicios como auxiliar de la Policía Nacional Revolucionaria. Tras concluir la Escuela Provincial de la PNR es ubicado en el cargo de jefe de guarnición del Cuerpo de Vigilancia y Protección (CVP), en la fábrica de conserva Yara, lo que simultanea con sus funciones en la Delegación del Departamento de Orden Público de este poblado. Muere a consecuencia de las heridas infringidas por unos delincuentes en un enfrentamiento.

Síntesis biográfica

Primeros años

Nació el 5 de junio de 1938 en el cuartón El Remate, actual municipio de Manzanillo, provincia de Granma. Fue el mayor de los 12 hijos del matrimonio campesino formado por Olimpo Galano Castillo y Alejandrina Fonseca Tamayo.

Comenzó sus estudios en 1946, en la escuela pública del lugar, a la que asistía alternando con las labores agrícolas, pues lo numerosa y humilde de su familia lo obligó a enfrentar tan rudas tareas desde su más tierna infancia. Logró alcanzar el segundo grado de escolaridad, pero se vio imposibilitado de seguir estudiando y con solo nueve años de edad se dedicó por entero al trabajo en el campo.

Trayectoria revolucionaria

La zona en que vivía José Ramón era el escenario por excelencia donde se realizaban los contactos de los rebeldes que operaban por los alrededores, con los miembros del Movimiento 26 de Julio (M-26-7) que les traían suministros desde la ciudad, tales como alimentos, armas y medicamentos.

En el año 1958 comienza a colaborar activamente con las tropas del Ejército Rebelde, trasladando alimentos a los grupos que actuaban en las zonas de El Zorzal y El Remate y sirviendo en ocasiones como mensajero y práctico a las tropas que operaban en ese territorio.

Al triunfo de la Revolución prosigue sus labores agrícolas. Se incorporó a las Milicias Nacionales Revolucionarias (MNR) desde su fundación, con las cuales realiza numerosas tareas, tales como guardias y recorridos. Permanece en estado de alerta durante la invasión mercenaria por Playa Girón y durante la Crisis de Octubre, movilizado por espacio de 75 días, en las zonas de El Remate y El Zorzal, Manzanillo.

Era un joven sencillo, que de vez en le cuando gustaba compartir con sus amigos, y con grandes ansias de superación por lo que dedica sus esfuerzos a elevar su nivel cultural y en 1970, gracias a su constante esfuerzo personal, logró alcanzar el sexto grado.

En 1962 se integró a la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) de su zona de residencia, como presidente provisional. Realizó un meritorio trabajo donde puso de manifiesto su alto sentido de la responsabilidad en el trabajo, por lo que en 1970 llegó a ocupar el cargo de secretario educador de dicha asociación.

En 1964, tras pasar la Escuela Básica de Instrucción Revolucionaria, comienza a prestar servicios como auxiliar de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), realizando funciones de citador e investigador de la delegación urbana de Yara. Por el meritorio trabajo que desarrolló resultó vanguardia provincial en varias oportunidades. Cursa satisfactoriamente la Escuela Provincial de la PNR. Posteriormente fue ubicado en el cargo de jefe de guarnición del Cuerpo de Vigilancia y Protección (CVP), en la fábrica de conserva Yara, lo que simultaneaba con sus funciones en la Delegación del Departamento de Orden Público de este poblado.

Su trabajo serio y responsable determina que sea seleccionado obrero de avanzada, y designado para la brigada del CVP permanente en la zafra de los Diez millones. Fue ubicado en la zona de Manatí, en la actual provincia de Las Tunas, donde obtuvo un promedio de 700 arrobas diarias de caña cortada.

Era un compañero valiente y decidido, lo que se refleja en las anécdotas que de él recuerdan Francisco Ramón Martínez y Olimpio Galano Castillo, compañero y padre, respectivamente, de Papi, como cariñosamente le llamaban. En determinada oportunidad, dos individuos hurtan un camión en Yara y con él parten rumbo a Manzanillo; conocedor Galano de la situación, sale en su persecución y logra darles alcance, tras lo cual procede a conducirlos a la unidad de Yara, no obstante encontrarse desarmado.

En otra ocasión, en una fiesta se origina una reyerta y uno de los involucrados en ella extrae un revólver; Galano se dirige de inmediato al individuo y a pesar de que este lo está encañonando, logra desarmarlo y conducirlo a la unidad de las patrullas de orden público del poblado.

Muerte

Al regresar de la zafra prosigue en sus funciones anteriores. Entonces tiene conocimiento de que se está sembrando y traficando marihuana en la zona de La Geringa, Sierra Maestra y otras ramificaciones, con la participación de varios individuos entre los cuales se hallan tres cuñados suyos.

Con el fin de detectar el lugar exacto donde se encuentra el cultivo de la droga, acepta la proposición de sus cuñados de ir a una supuesta cacería, para lo cual consigue varios cartuchos.

El 12 de septiembre de 1971 sale con sus cuñados hacia La Geringa y realiza un largo recorrido, que incluye diversos lugares como Providencia, Loma Azul, Santo Domingo, donde operan varias bandas de traficantes de drogas entre las cuales existían pugnas.

Tras dos días de camino, fueron sorprendidos por un grupo de traficantes armados que, haciéndose pasar por revolucionarios, los detienen con el pretexto de conducirlos hacia el Caney de las Mercedes, sin embargo sus verdaderas intenciones quedan bien claras al internarlos cada vez más en el macizo montañoso de la Sierra Maestra. El 14 de septiembre de 1971 los cuñados de Galano consiguen escapar, por lo que los bandidos asesinan a José Ramón a quien machetean sádicamente, llegando incluso a cercenarle las manos. El cadáver fue ocultado con ramas, para que no fuese localizado por las autoridades.

Combatientes del Departamento Técnico de Investigaciones (DTI), encontraron el cadáver y proceden de inmediato a detener a los autores del crimen, sobre quienes además pesaban acusaciones por la comisión de diferentes delitos. Sobre ellos cayó el aplastante peso de la justicia revolucionaria.

Fuente

  • Archivos del Museo del Ministerio del Interior, La Habana, 2011.