José Salcedo López

José Salcedo López
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NombreJosé Antonio Ladislao Salcedo López
Nacimiento26 de julio de 1883
Nuevitas, Camagüey
Fallecimiento24 de diciembre de 1942
Nuevitas, Camagüey
ResidenciaNuevitas
NacionalidadCubana
CiudadaníaCubana

José Salcedo López fue un destacado maestro, orador, poeta, músico, compositor y artista plástico del municipio de Nuevitas, creador del escudo de la ciudad, el cual fue durante muchos años utilizado en los documentos oficiales hasta el Triunfo de la revolución. Fundador de la Logia El Lugareño. No. 14 de la Orden Caballero de la Luz en Nuevitas.

Síntesis Biográfica

José Antonio Ladislao Salcedo López, nació en 26 de julio de 1883 en la ciudad de Nuevitas, provincia de Camagüey, hijo de Justo Salcedo Martínez, quien fue maestro primario y además, secretario del Ayuntamiento de Nuevitas, este hombre fundó y trabajó como secretario en el Gremio de Obreros y Mareantes del municipio al cual representó en la ciudad de La Habana en la comisión especial ante el gobierno. La madre de Salcedo, Carmen López Márquez, fue ama de casa que les inculcó a sus hijos el amor hacia el arte. Por lo que José y su única hermana Amparo recibieron una adecuada educación intelectual y cultural, ella se destacó como pianista y él aprendió el violín, piano y mandolina, participando activamente en tertulias, obras de teatro y otras actividades culturales que se desarrollaban en Nuevitas.

El 22 de octubre de 1902 José Salcedo contrajo matrimonio con María del Carmen Regina Silva natural de Minas, maestra de tercer grado de instrucción primaria y de esta unión nacieron siete hijos. Al divorciarse de su primera esposa, contrajo nuevamente nupcias con Dora González Torres en 1934, con quien tuvo un solo hijo. Ambos trabajaron conjuntamente como maestros y fundaron en 1935 una academia para preparar estudiantes, que aspiraban a matricular en la Escuela Normal para Maestros.

José Salcedo tenía un temperamento nervioso y dinámico, que no le impedía ser un excelente y firme orador capaz de convencer a cualquier auditorio. A pesar de utilizar cotidianamente un lenguaje sencillo poseía también una gran cultural general y esto le ayudó a un brillante desempeño en su carrera pedagógica.

El 24 de diciembre de 1942, tras una penosa enfermedad, fallece en Nuevitas. El maestro, meses antes de morir, se encontraba trabajando como director de la Escuela Primaria José Miguel Tarafa, esto demuestra el alto nivel de responsabilidad y la tenacidad que lo caracterizaron.

Estudios realizados

Los primeros estudios de José Salcedo los realizó en su municipio natal, destacándose desde pequeño en las materias recibidas. En 1893, solicitó el ingreso para estudiar el Bachillerato en el Instituto Provincial y Real Colegio de las escuelas Pías de Camagüey, el cual le fue concedido el 28 de septiembre de ese mismo año, sobresaliendo en las asignaturas cursadas en especial Latín y Castellano, allí adquirió conocimientos en idioma inglés, teneduría de libros, Ciencias Naturales, Anatomía Práctica, Pintura y [Música]].

Terminados los estudios intentó estudiar medicina en la Universidad, pero no pudo realizar ese sueño por problemas económicos que atravesaba su familia en ese momento. Ante esta dificultad se inclinó hacia la profesión de maestro, comenzando a colaborar como ayudante en escuelas privadas de los maestros normalistas hasta 1899. En junio de 1901 se presentó a exámenes para optar por el título de Maestro de Certificado de primer grado, el cual le fue concedido. Tres años más tardes se vuelve a presentar y obtiene el título de Maestro de Segundo y Tercer grado. Posteriormente recibió lecciones de enseñanza especial con el maestro Abelardo Herrada Pérez de la ¨Sloyd¨, el cual le expidió un certificado que lo capacitaba en esa enseñanza.

José Salcedo con sus alumnos

Trayectoria Laboral

José Salcedo después de obtener el certificado de maestro de primer grado, fue nombrado para trabajar en la Escuela No. 14, Aula 1 en el barrio rural de San Miguel, hasta el 30 de noviembre del propio año que fue traslado al Aula No. 2, Escuela No. 2 en la cabecera del distrito. Al año siguiente, en la ciudad de Nuevitas, se produjo, algunas renuncias de maestros, lo que le posibilitó ocupar una vacante, en septiembre en la Escuela número 11 del territorio.

A mediados del año 1903 fue enviado nuevamente para ejercer como maestro del poblado de San Miguel, donde trabajó en varias escuelas rurales y adquirió experiencia laboral y se identificó con los problemas del campesino cubano de esa época, estableciendo amistades y colaborando en remediar sus necesidades más apremiantes, como la salud, gracias a los conocimientos que poseía de primeros auxilios. Siete años después (11 de septiembre de 1910) renuncia a su puesto de maestro de la enseñanza común, para estar cerca de su familia y regresa a la ciudad de Nuevitas para ejercer como maestro en la Escuela de Sloyd hasta 1914. En ese mismo año decide trasladarse hacia el poblado de Senado e impartir clases de primer y segundo grado en las aulas únicas (multigrado), además estuvo laborando en aulas ambulantes por diferentes fincas hasta 1920.

El 30 de septiembre de 1920 solicita el traslado hacia la ciudad de Nuevitas, el cual le es concedido por el presidente de la Junta de Educación de la ciudad el 14 de octubre de ese año, inmediatamente se incorpora a trabajar como maestro en la Escuela 2, aula no. 4, ubicada en la Plaza Colón. Al año siguiente, el director de la escuela donde trabajaba se acogió a la Ley de Retiro Escolar y designó a Salcedo para que lo sustituyera en el cargo, así que partir de esa fecha fungió como director del centro de estudios y como maestro frente a un aula hasta su fallecimiento.

Las condiciones del centro educacional que dirigía José Salcedo eran pésimas, se impartía clases en tres locales que fueron construidos por los norteamericanos para alojar a sus tropas durante la primera intervención. El inmueble no tenía condiciones higiénicas, ni de seguridad, era de madera, con techo de zinc, carecía de iluminación, no poseía agua potable, el aljibe no tenía tapa y las letrinas estaban en mal estado. Salcedo aprovecha las visitas de inspección realizadas al centro y comunica la problemática al Presidente de la Junta de Educación de la ciudad. Poco tiempo después la situación se soluciona, gracias a una donación de José Miguel Tarafa destinada a la construcción de una escuela para niños.

Su labor como director de la Escuela Primaria José Miguel Tarafa (hoy Escuela Primaria Camilo Cienfuegos) fue la mejor, lo que le hizo merecer del respeto y la admiración de la comunidad e incluso las normas de conducta que tenía con el personal docente que dirigía fueron consideradas de igualdad, comprensión, compañerismo y cordialidad. El abnegado maestro se esforzó por establecer un mayor vínculo entre la familia y la escuela, para ello realizó exposiciones con los resultados de los alumnos en concursos, en competencias deportivas y en las excursiones, además preparó actos culturales donde los niños recitaban poesías escritas por él y dramatizaban obras teatro. Por estos logros, en varias ocasiones recibió felicitaciones por parte del Presidente de la Delegación de Veteranos de la Independencia.

Salcedo implantó en el centro el desayuno escolar y se preocupó porque ningún niño dejara de recibirlo, esta humanitaria acción fue reconocida por el Superintendente Provincial de escuelas, lo consideró como una acción digna de destacar.

En esta etapa obtuvo varios reconocimientos como maestro, entre ellos el de Servicio por 10 años y el diploma de 25 años en el ejercicio de la profesión. Otro aspecto de su carrera fue su colaboración como maestro en las escuelas nocturnas creadas en Nuevitas en el año 1912, también preparó a los jóvenes que deseaban ingresar en la Escuela Normal de Maestro y dio clases gratis a niños pobres, sin distinción de razas, además ayudó a la organización de la sala de lectura en el centro que más tarde sería Biblioteca Pública José Martí, recaudó fondos a través de la venta de terminales del sorteo de la Lotería Nacional para adquirir un cinematógrafo, con el objetivo de mejorar la calidad de las clases de las asignaturas de Geografía, Historia y Estudios de la Naturaleza y compró herramientas para realizar trabajos manuales.

José Salcedo López no sólo fue un buen maestro, también incursionó en otras profesiones como: la taxidermia, la pirotecnia, fue un gran orador, músico, compositor y artista plástico, esculpió el barro, hizo tallas en madera, y confeccionó cuadros utilizando mariposas y conchas con moluscos, con estás últimas imitaba paisajes. Como pirotécnico participó en varias oportunidades en verbenas, actos públicos, religiosos y festivos, también fue un gran apasionado a la naturaleza y disfrutaba de componer versos sobre distintos temas. Su gran habilidad como orador, le valió ser invitado continuamente a tertulias y reuniones organizadas por las distintas sociedades.

Obra poética de José Salcedo

Este poema fue dedicado a la Escuela Primaria José Miguel Tarafa donde trabajó 1920 hasta 1942:

A la escuela

Ven acá, ven acá/ Niñito aplicado/ Vamos a la escuela/ Porque es hora ya./

Nos llaman los maestros/ Y la patria querrá/ Que seamos cubanos/ Consiente de verdad./

El taller, el taller/ Donde nos pulimos/ Donde recibimos/ La luz del saber./

Nos llaman los maestros/ Nos llama nuestro amor/ Para darnos prestigios/ Para darnos valor./

El taller, el taller/ Donde nos pulimos/ Donde recibimos/ La luz del saber./

Corramos a la escuela/ Corramos sin faltar/ Porque es hora de clases/ Y debemos estudiar./

Busto a José Salcedo López

Repercusión en la comunidad

Debido a los méritos alcanzados durante su vida laboral, dos años después de su muerte algunos de sus alumnos se agruparon y fundaron una Logia de Menores, la No. 22 perteneciente a la Orden Caballeros de la Luz la que nombraron ¨Discípulos de Salcedo¨, nombre con el cual, no sólo se homenajeaban al maestro, sino que con ellos se identificaban. Años más tardes, su ex alumno Arnoldo Serrú Hidalgo erigió un busto en homenaje a su memoria, el 24 de diciembre de 1946 frente a la escuela José Miguel Tarafa, que fundó y dirigió por tanto tiempo.

En 1952, en honor a su memoria, se le concedió el nombre de José Salcedo a una escuela pública de Lugareño, lo que se mantuvo hasta el año 1976, fecha en que fue cambiado por el nombre de Mariana Grajales.

Fuentes

  • Dpto. Investigación Biblioteca Municipal Ricardo Cabrero de Nuevitas.
  • Archivo Municipal de Nuevitas.
  • José Salcedo López: su labor pedagógica en la enseñanza primaria de Nuevitas de la Lic.: Marisela de la Caridad Guerra Salcedo.