Jose Gabriel Pino Roca

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NombreJose Gabriel Pino Roca
Nacimiento10 de marzo de 1875
Guayaquil, Bandera de Ecuador Ecuador
Fallecimiento17 de marzo de 1931
NacionalidadEcuador
OcupaciónAbogado
PadresHijo legítimo de Demetrio Pino Reinel y Rafaela Roca Molestina

Jose Gabriel Pino Roca HISTORIADOR.- Nació en Guayaquil el 10 de marzo de 1875. Casa de la familia Roca Molestina en Eloy Alfaro y Maldonado. Hijo legítimo de Demetrio Pino Reinel, natural de Barbacoas en Colombia, que arribó a Guayaquil en 1864 y se dedicó al comercio y a la agricultura. Buen conversador, sabía entretener con agradables charlas pobladas de anécdotas y de chistes de salón fallecido en 1886; y de la guayaquileña Rafaela Roca Molestina.

Estudios

Realizó la primaria en el "San Vicente del Guayas" y la secundaria en el "Realshule" del Dr. Theodore Wahnschaffen en Hamburgo y se graduó de bachiller el 15 de septiembre de 1894.

A su regreso a Guayaquil se negó a dirigir las labores agrícolas de la hacienda "La Asunción" en Balao, propiedad de su madre y prefirió instalarse en la oficina paterna. Hablaba latín, griego, alemán, francés e inglés. Era un espíritu cultivado y abierto a toda novedad, aprendía japonés con una gramática y vivía en la casa de sus padres, frente a su tío y padrino el Dr. Ignacio Casimiro Roca, literato, heredero de un rico ancestro intelectual que lo apreciaba como a hijo y personalmente dirigía sus estudios y lecturas, al punto que al fallecer el lo. de Enero de 1900 le dejó su rica biblioteca.

Acostumbraba concurrir a las veladas literarias que se celebraban en casa de los Dres. Germán Lince y Antonio Falconí, así como a la de los hermanos Gallegos Naranjo, donde se recitaban poesías de autores franceses y discutían las novedades literarias.

Matrimonio

El 3 de enero de 1900 contrajo matrimonio con Dolores de Ycaza Bustamante y tuvieron numerosa descendencia. Desde entonces vivieron con la tía Lola Ycaza Paredes Vda. de Olmedo, poseedora de los papeles que habían sido de su suegro, el cantor de Junín, algunos de los cuales se mantenían inéditos, que Pino Roca debió consultar con asiduidad.

Trayectoria Laboral

Mas por distracción y curiosidad que por disciplina científica visitaba el archivo de la Municipalidad y las antiguas escribanías coloniales para consultar juicios y expedientes y revisar folios y así logró llenar noventa cuadernos con anotaciones personales muy interesantes; sin embargo, "a la par del serio historiador se iba moldeando el tradicionista interesado en obtener información oral de sucesos conservados a través de varias generaciones; sucesos anónimos y al mismo tiempo reveladores de un pasado perdido o desdibujado y que el tradicionista rescataba para entregar a su ciudad".

Con el triunfo de la revolución de 1906 fue designado Jefe Político de Guayaquil el 27 de abril y el 28 de junio Consejero Municipal. Entonces colaboraba en la revista "Patria" que dirigía Carlos Manuel Noboa Ledesma.

En 1908 y con su amigo Alejo Matheus Amador fundó la revista "La Ilustración" que tanto sirvió a los grupos modernistas y allí principió a publicar sus leyendas y tradiciones de Guayaquil. Ese año editó "Un pabellón insurgente" en 39 paginas con los acontecimientos de la invasión del Comodoro Brown en 1816.

En 1909 dio a la luz "Contribución para la Historia de Guayaquil" en 50 págs. y "Fundamentos para la Historia del Ecuador" en 101 págs. y fue designado Socio correspondiente de la Academia Nacional de Historia de Colombia. En 1910 y durante el Conflicto Internacional con el Perú desempeñó la secretaría de la Junta Patriótica del Litoral y recibió despachos de Subteniente de Infantería del Batallón No. 1 77 de la segunda reserva por título del 30 de junio de ese año. Poco después trazó el plano de la plaza donde se levantaría la columna del Centenario de la Independencia.

En 1913 se cambio al centro, casa de la familia Burbano, que alquilaba la tía de su esposa, frente al parque Seminario.

"Próximo a reunirse el I Congreso Médico ecuatoriano" en 1915 editó "Breves apuntes para la historia de la Medicina y sus progresos en Guayaquil" en 74 páginas, folleto "que mereció la más cordial acogida".

Afiliado al Partido Liberal concurrió como Diputado suplente por el Guayas al Congreso de 1916. En 1916 había dejado la gran casa que alquilaban en Chimborazo entre Aguirre y Ballén. De esta época es su mejor labor periodística a nivel de colaboración en diarios y revistas como la "Revista Municipal de Guayaquil". Era corresponsal de "El Deber Cívico" de Loja y de "Los Andes" de Riobamba y escribía bajo el seudónimo de "Un Loco". Posteriormente colaboró casi exclusivamente para "El Telégrafo" y asi aparecieron la mayor parte de sus leyendas y tradiciones. Algunas veces lo hacía en “El Universal” de su amigo el periodista venezolano Luis Guevara Travieso y desde 1910 fue redactor de "El Nacional" con el seudónimo de "Juan Cholo".

Quiso iniciar una historia de Guayaquil y su Provincia contando con la amistosa colaboración de Francisco X. Aguirre Overberg que debía remitirle de España numerosas copias sacadas del Archivo de Indias de Sevilla, pero la temprana muerte de este amigo el 31 de Diciembre de 1918, en Europa, frustró tan generoso desempeño. Sin embargo, Aguirre pudo enviar a sus familiares las Probanzas de Nobleza e Hidalguía de los principales conquistadores y primeros pobladores de la cuenca del Guayas.

El 27 de abril de 1919 la Municipalidad de Guayaquil contrató sus servicio para la trascripción paleográfíca de las Actas de Cabildo desde las más antiguas que se conservan y datan del año 1634. El trabajo se presentaba ímprobo y lleno de dificultades, casi imposible de llevarse a efecto por las malas condiciones del Archivo Municipal; que desde 1908 reposaba en desorden en una bodega del Colegio Nacional Vicente Rocafuerte pues la antigua casa con su historia había sido quemada en 1908 durante la peste bubó. Muchos documentos se encontraban manchados por la humedad, otros estaban deteriorados por acción de ratas y polillas y el desorden era general. A pesar de estos contratiempos acometió la empresa con vigor, ayudado con un equipo de jóvenes colaboradores. Fruto de esta labor de dos años son los treinta y dos volúmenes debidamente empastados y foliados con la trascripción de las Actas, copiadas en español moderno, a máquina y doble espacio, desde más antiguas de 1634 hasta las de 1830, en que detuvo su labor. Igualmente importante fue su iniciativa personal de empastar las actas originales en ejemplares son carátulas de pergamino para preservarlas de la acción del tiempo; y escribió "Actas del Cabildo colonial de la ciudad de Guayaquil" en 308 págs. De cada uno de los 32 tomos de Actas obtuvo tres copias. Una dejó en el Archivo Municipal para constancia de su labor y esfuerzo. Otra entregó a la Biblioteca Municipal donde aún se encuentran para consulta y la tercera quedó con él. (1)

Por razones económicas dividió a su extensa familia con su esposa y sus hijos Elena, Lola, Consuelo, Clemente y Alfredo pasaron a un departamento de los Rodhe en Panamá entre Junín y V. M. Rendón, donde nació Rosita, su última hija. J.J. y Antonio fueron donde la mamita Lola Ycaza de Olmedo en 9 de Octubre entre Boyacá y García Avilés y Alfredo, Francisco y Gabriel a donde el Tío Pancho de Ycaza Bustamante, casado y entre los jóvenes universitarios que contrató para que le ayudaran estaban Juan de Dios Morales Arauco, que me lo ha referido, y Emilio Romero Menéndez sin hijos con María Mercedes Guzmán Aspiazu.

En 1920 fue designado con José Heleodoro Avilés Cerda miembro del Jurado de Obras Históricas del Centenario de la Independencia y Socio correspondiente de la Sociedad Ecuatoriana de Estudios Históricos Americanos y miembro de la Sociedad Japonesa de América Latina, así como Consejero Municipal de Guayaquil, Diputado principal por el Guayas En 1921 ocupó la Vicepresidencia del Consejo Cantonal de Guayaquil y en Diciembre desempeñó ocasionalmente la presidencia por la ausencia del titular Luís Orrantia Cornejo. El 24 fue Consejero Principal del Guayas. En 1924 empezó a publicar las Actas de Cabildo transcritas al español moderno en la "Gaceta Municipal" y lo hizo hasta 1925.

En 1925, bajo el seudónimo de "Fitche Fels" que quiere decir Pino Roca en Alemán, editó "El establecimiento de la Imprenta en Guayaquil" en 50 páginas y “Fundamentos de la Historia del Ecuador" en 50 páginas" cuyo texto lo había arreglado para el aprendizaje de sus hijos".

A la muerte del Cronista Emérito de Guayaquil Camilo Destruge, en 1926, fue designado Director de la Biblioteca Municipal por dos ocasiones y en ambas se excusó, habiéndose designado finalmente al Sr. Ramón Alvear Pallares, que aceptó. La negativa debió originarse en su estado de salud pues había comenzado a sufrir de tuberculosis a la vesícula. El 18 de febrero de 1927 falleció su esposa de fiebre perniciosa tras solamente tres días de enfermedad sin que su hermano el Dr. Francisco de Ycaza Bustamante pudiera hacer nada al respecto. Desde entonces se encerró entre las cuatro paredes de su hogar mostrándose renuente a todo. Ese año publicó bajo el pseudónimo de Fitche Fels, en el "Libro de Procedimientos de la gran Logia del Ecuador", la historia pública y secreta de la fracmasonería ecuatoriana titulada "Proceso Histórico de la masonería en el Ecuador”.

Aunque declinó su salud y disminuyó el trabajo intelectual, no dejaba de concurrir por las tardes al Templo Masónico de 9 de octubre y Escobedo por su grado de maestro 33 y en muchas ocasiones, al pasar de regreso a su casa por el Fortich, los jóvenes le detenían para que les conversara de cosas viejas, ofreciéndole una copa de cognacq que luego se hacía más de dos, pues tenía el don de hacer interesantes los cuentos, mitos, tradiciones, consejas, escuchados en su infancia a gente antigua de Ciudad Vieja, de esas que habitaban en los cerros y callejones del Guayaquil anterior al Incendio Grande de Octubre de 1896, más esta situación de inactividad permanente le atrajo gravísima crisis económica y tuvo que recurrir a su compadre Carlos Marcos Aguirre entregando uno por uno, los 32 tomos de la tercera copia -que le pertenecían como autor- de su trascripción paleográfíca de las actas de Cabildo de Guayaquil.(2)

Sus amigos más íntimos le pidieron la edición de sus escritos y así, más por complacerlos recogió suficiente material que entregó a ellos para que lo dieran a la imprenta y salio en 1930 un grueso volumen en 414 páginas titulado "Leyendas, Tradiciones y páginas de Historia de Guayaquil", recogidas lo mismo en archivos que de labios de gente del pueblo", de suerte que muchas de ellas son historias orales de pueblos indígenas de la región, basadas en los mitos indígenas e hispánicos; por eso nos legó mitos criollos en afán de consolidar la identidad de los dichos grupos. Esta simbología criolla no solamente expresaba en 1930 el mestizaje de la población sino también los logros alcanzados desde 1895 por la revolución liberal de Alfaro, que todo lo cambió y hasta consiguió la división entre Iglesia y Estado en convivencia pacífica.

A la muerte de Carlos Marcos su viuda Delia Ycaza Overweg los obsequió a Pedro Robles y Chambers quien los poseyó hasta su fallecimiento. En dicha biblioteca tuve la oportunidad de consultarlos repetidamente entre 1958 y el 63.

Publicaciones

En la dedicatoria a sus amigos manifestó que el libro "contiene cosas grandes y cosas pequeñas en la historia y en la tradición de nuestra amada casa solariega" y por eso tuvo tan buena acogida, por ser libro de cosas útiles y cosas gratas, convirtiéndose en una obra clásica de las letras nacionales, que ha visto cuatro ediciones.

Esta publicación coincidió con la aparición de las "Crónicas de Guayaquil antiguo" de Modesto Chávez Franco, donde también hay algunas hermosas leyendas. Así es que en 1930 se dio el excepcional caso para la historia y la tradición guayaquileña, que aparecieran dos libros tan buenos. El crítico Hernán Rodríguez Castelo ha dicho de Pino: "Vemos al hombre del quehacer histórico, siempre con curiosidades y dudas y que sabe el valor que para resolverlas pueden tener las leyendas. Pino fue en busca de ellas, esos sabrosos fragmentos de historia entregados por transmisión oral".

"Y cumplida en esta forma su misión, falleció el 17 de marzo de 1931 a la temprana edad de 56 años en honorable pobreza, cuando el Cabildo se encontraba listo para otorgarle el título de Cronista de la ciudad por muerte de Camilo Destruge, pero la parca se adelantó.

Su estatura más que regular, muy delgado, blanco, de facciones finas, pelo y bigote cano; cariñoso, buen caballero y buen conversador. Lamentablemente solo consultó las Actas de Cabildo de Guayaquil y los juicios de las escribanías coloniales; mas no los protocolos, donde constan testamentos y particiones, de suerte que su conocimiento del pasado porteño fue fragmentario.

Fuente