Josemaría Escrivá de Balaguer

St Josemaría Escribá Albás
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Santo
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Religión o MitologíaCatólica
Día celebración26 de junio
Fecha de canonización6 de octubre de 2002

José María Julián Mariano Escrivá de Balaguer y Albás. Conocido como José María Escrivá de Balaguer y Albás, fue un sacerdote español fundador del Opus Dei, nacido en Barbastro, Huesca, 9 de enero de 1902 y falleció en Roma, 26 de junio de 1975. Fue canonizado por el papa Juan Pablo II el 6 de octubre de 2002.

Biografía

Infancia y juventud

Josemaría nació en Barbastro el 9 de enero de 1902. Sus padres, don José y doña Dolores, eran dos esposos jóvenes, que provenían de familias muy conocidas de Barbastro y de algunos pueblos de alrededor. Llevaban un ritmo de vida tranquilo y apacible, similar al de tantas familias de aquella ciudad altoaragonesa. Su padre era comerciante y tenía un negocio de tejidos, mientras que su madre cuidaba del hogar. Fue el segundo de seis hermanos.

Dos años tenía cuando cae gravemente enfermo, se temió por su vida en ese momento. Su madre hizo una promesa: si la Virgen le curaba al niño, ella lo llevaría en brazos hasta la ermita de Torreciudad, a la que tenían mucha devoción en la comarca. Con la recuperación del Escrivá, la familia cumplía la promesa hecha llevándolo en peregrinación a la mencionada ermita.

Durante 1910, 1912 y 1913 fallecieron sucesivamente por enfermedad las tres hermanas pequeñas de Josemaría: Rosario, a los nueve meses de edad; Lolita, a los cinco años; y Asunción, a los ocho. Quedando solo Carmen y Josemaría, pocos años después nacería el último de sus hermanos. A finales de 1914, pocos meses después del comienzo de la I Guerra Mundial, debido a la quiebra del negocio familiar, los Escrivá se trasladaron a Logroño. El padre encuentra trabajo como dependiente y hombre de confianza en un comercio de tejidos. Fue un cambio costoso para todos; también para Josemaría, un adolescente que cursaba su Bachillerato. Era un buen estudiante, tenía calificaciones excelentes y soñaba con ser arquitecto.

El joven José María

Las Navidades de 1917-1918 fueron extremadamente frías. Un día de aquellos, tras una fuerte nevada, sucedió un hecho que cambió su vida: vio unas huellas en la nieve, las huellas de un carmelita que caminaba con los pies descalzos. Al ver aquellas huellas, Josemaría decide entrar al sacerdocio, ingresando en el seminario de Logroño como alumno externo en el mes de octubre de 1918. Dos años después, en 1920, se incorporó al Seminario de San Carlos de Zaragoza. Sus compañeros del seminario de Zaragoza lo recuerdan como un joven despierto, inteligente y alegre, a la vez que muy piadoso.

El Arzobispo de Zaragoza, Cardenal Soldevila en 1922 le confió el cargo de inspector del seminario, recibió además los grados de ostiario y lector, junto con los de exorcista y acólito. En 1923, con permiso de sus superiores, pudo realizar un antiguo deseo de su padre, estudiar también Derecho en la Universidad Civil de Zaragoza. El 27 de noviembre de 1924 recibió el aviso de que su padre acababa de morir de forma repentina. El 28 de marzo de 1925 Josemaría fue ordenado sacerdote en la capilla del Seminario. El día 30 celebró su primera Misa en la Basílica del Pilar en sufragio por el alma de su padre. Estaban presentes únicamente su madre, sus hermanos y algunos amigos. Comienza a ejercer el ministerio en varias parroquias rurales (entre ellas en Perdiguera, un pueblo de la comarca de Los Mineros) y luego en Zaragoza, con preferencia en la iglesia de San Pedro Nolasco, regida entonces por sacerdotes jesuitas.

Fundación del Opus Dei

El año 1927 lo ve trasladarse a Madrid para iniciar la tesis del doctorado en Derecho. En esta ciudad trabajó en una academia dando clases de Derecho romano y canónico para ayudar al sustento económico de su familia, ejerciendo además el ministerio sacerdotal en el Patronato de Enfermos, institución benéfica dirigida por las Damas Apostólicas del Sagrado Corazón de Jesús. Mientras trataba sacerdotalmente a muchas personas de diversos ambientes sociales, al mismo tiempo entablaba relación con alumnos y profesores universitarios, obreros, etc.

El 2 de octubre de 1928, según su testimonio, Josemaría «vio» a Dios pidiéndole difundir en el mundo la llamada a la santidad, abriendo un nuevo camino dentro de la Iglesia la Obra de Dios, para transmitir a los hombres el hecho de poder santificarse a través del trabajo. Desde entonces mientras practica el ministerio pastoral que se le había encomendado durante aquellos años, trabaja en el desarrollo de la organización. Se informó prudentemente sobre otras realidades de la Iglesia para comprobar si existía ya alguna organización con características semejantes a las que él pretendía formar. Comenzó a reunir personas —estudiantes, profesionales, sacerdotes— a las que fue transmitiendo sus ideas.

Las instituciones católicas de aquella época solían ser femeninas o masculinas, y el joven fundador pensaba que debía llevar a cabo aquel empeño sólo con hombres. Pero comprendió que debía comenzar el apostolado del Opus Dei también entre las mujeres. Labor que sería sin lugar a dudas importante para la organización pues en las palabras de Josemaría:

“la mujer está llamada a llevar a la familia, a la sociedad civil, a la Iglesia, algo característico, que le es propio y que sólo ella puede dar: su delicada ternura, su generosidad incansable, su amor por lo concreto, su agudeza de ingenio, su capacidad de intuición, su piedad profunda y sencilla, su tenacidad...”

Década del 30

En agosto de 1930, Isidoro Zorzano, un joven ingeniero nacido en Argentina, antiguo compañero de estudios de Josemaría en Logroño, pidió la admisión en el Opus Dei. Tras él, vinieron estudiantes, jóvenes profesionales y artistas. En 1932, se unieron a su empeño apostólico, entre otras personas, un joven sacerdote de Asturias, José María Somoano; una mujer cordobesa, María Ignacia García Escobar y un joven ingeniero, Luis Gordon.

El derrocamiento de la monarquía desencadenó la Segunda República en abril de 1931, comenzando un período de tensión entre el nuevo gobierno y la Iglesia católica, al aprobarse una constitución laica a la vez que fueron atacados numerosos conventos e iglesias con la inmovilidad de las autoridades al respecto. En este contexto, Josemaría prosiguió su tarea como capellán del Patronato de Enfermos, en el Patronato de Santa Isabel y el Opus Dei, manteniéndose al margen de las disputas políticas. En 1933 contaba ya con un puñado de estudiantes universitarios, a los que comunicaba sus grandes sueños de apostolado en todo el mundo. Como no tenía donde reunirlos, les hablaba paseando por un bulevar o sentados alrededor de una mesa, en una chocolatería cercana a la Puerta de Alcalá, en Madrid. Dada la necesidad de contar con un local para la formación cristiana de sus seguidores funda la Academia DYA, en la que, además de impartirse clases de derecho y arquitectura, se organizaban charlas de formación cristiana. Durante el curso siguiente, 1934-1935, decide dar otro paso: trasladar la Academia a un edificio más amplio, en la calle Ferraz. Contaría, además, con una residencia. En aquella nueva sede las posibilidades apostólicas se multiplicaron, lo mismo que las dificultades económicas, que llegaron a ser muy grandes, salió adelante, sin milagrerías, como fruto del trabajo, del espíritu de sacrificio y del abandono en Dios.

Durante este período comienza a redactar los primeros documentos fundacionales: instrucciones y cartas extensas en las que iba perfilando, con la mente puesta en las futuras generaciones, el espíritu y los modos apostólicos propios del Opus Dei. En 1934 publica un pequeño libro llamado Consideraciones Espirituales, que, ampliado durante los años siguientes, incluso durante la Guerra Civil, será reeditado en 1939 con el título de Camino. En 1934 Josemaría es nombrado rector del Patronato de Santa Isabel, lo que representa un pequeño alivio a sus dificultades económicas para mantener a su familia.

En julio de 1935 pidió la admisión Álvaro del Portillo, un brillante estudiante de ingeniería que se convertiría muy pronto en su colaborador más inmediato. Pero en julio de 1936, cuando ya se habían dado los primeros pasos para comenzar en Valencia y se proyectaba ir a París, estalló la guerra civil en el país. Como tantos otros sacerdotes, Josemaría corría peligro de muerte por su misma condición sacerdotal; fue necesario refugiarse, entre grandes riesgos e incertidumbres, en diversas casas particulares. Los milicianos republicanos, pensando que se trataba de Josemaría, habían ahorcado delante de la casa de su madre, a un hombre que se le parecía físicamente.

Josemaría junto al grupo que atravesó los Pirineos huyendo de los republicanos.

Finalmente, logra salir de Madrid en 1937, después de varias tentativas infructuosas usando documentación falsa. Después de una larga huida con algunos de sus seguidores por los Pirineos, pasando por el sur de Francia, se traslada a la zona Nacional de España donde podía ejercer libremente su labor sacerdotal.

A su regreso a Madrid el 28 de marzo de 1939 descubrió que la residencia DYA, que había puesto en marcha, estaba completamente en ruinas, su misión ahora era recomponer las filas del Opus Dei dispersas por el conflicto y comenzar su expansión por España y el mundo.

Posguerra

Al acabar la guerra civil en 1939,se desarrolla un cambio radical en las estructuras del país y el Estado español, proclamándose este como totalitario, confesional, ligado públicamente al Nacional-sindicalismo falangista y al Tradicionalismo carlista. Las relaciones de Escrivá y Franco fueron complejas y siempre han sido motivo de polémica y discusión,[1] entre los hechos que podemos mencionar que llevan a esta polémica, encontramos una carta escrita por Escribá para agradecer Franco que, entre los principios del Movimiento Nacional se declare "el acatamiento a la Ley de Dios, según la doctrina de la Santa Iglesia”, la carta está fechada en Roma el 23 de mayo de 1958, y su fotocopia se encuentra en el archivo de la Fundación Nacional Francisco Franco. Con el nuevo régimen recuperó también el puesto de rector del Real Patronato de Santa Isabel y le concedieron ese año el cargo de miembro del Consejo Nacional de Educación y el puesto de profesor de Ética y Deontología en la Escuela Oficial de Periodismo.

Desde el final de la guerra desarrolla la "Sección femenina" dentro de la Obra, prácticamente desde cero, con una estructura similar a la de los hombres, separada estrictamente de la sección masculina. Ese mismo año, el obispo de Madrid, Leopoldo Eijo y Garay, concede la primera aprobación diocesana del Opus Dei. En 1943 Josemaría encuentra una solución jurídica para llevar el espíritu del Opus Dei a los sacerdotes seculares, la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz. En 1944 el obispo de Madrid ordena a los tres primeros miembros del Opus Dei que acceden al sacerdocio: Álvaro del Portillo, José María Hernández Garnica y José Luis Múzquiz.

Traslado a Roma y expansión

Con el objetivo de conseguir la expansión del Opus Dei Josemaría se traslada a Roma donde instala su residencia. En 1947 se le confirió el título de prelado doméstico de Su Santidad, lo que le daba derecho al tratamiento de monseñor, y a utilizar sotana ribeteada de rojo. Es en esta época que es diagnosticado como diabético particularmente de una diabetes muy fuerte. Desde entonces sus crisis de salud van a ser muy frecuentes. Su diabetes de tipo insulinodependiente, lo hacía sufrir constantemente cansancios, trastornos de la vista, manteniéndose en pie gracias a las inyecciones y a una dieta estricta. Los años 1947 y 1948 van a presentar al Opus Dei en su fisonomía definitiva. Como resultado de las operaciones jurídicas de Escribá, en 1947 y 1950 obtuvo la aprobación del Opus Dei como Instituto Secular de derecho pontificio, siendo aprobados sus estatutos en 1950[2]. Este nuevo estado de la organización vino a facilitar su expansión internacional, quién va a comenzar a tener presencia en Estados Unidos, México, Canadá y otros países del continente americano, así como naciones europeas.

A finales de la década de 1950 y durante los primeros años de la década del 1960 Escrivá realizó diversos viajes a capitales europeas, para preparar el comienzo del Opus Dei en esos países. En 1947 tuvo lugar la adquisición en Roma de una amplia casa para la construcción de la casa central de la Obra y sede del Colegio Romano del Opus Dicen la Casa de Roma, el sagrario del oratorio de la Trinidad era el preferido de Escrivá y en donde rezaba con mayor devoción. Escrivá también recibió el nombramiento de miembro honorario de la Pontificia Academia de Teología. Obtiene el doctorado en Teología por la Pontificia Universidad Lateranense. Es nombrado consultor de dos Congregaciones vaticanas. Sigue con atención los preparativos y las sesiones del Concilio Vaticano II (1962-1965), y busca un trato intenso con muchos de los padres conciliares. El Secretario General del Opus Dei, Álvaro del Portillo, desempeñó un papel relevante en los preparativos del Concilio.

Últimos años

Uno de los episodios más controvertidos en la vida de Josemaría lo constituye la solicitud del título de III marqués de Peralta, concedido por el gobierno de Franco, antes de renunciar a él en 1972 en favor de su hermano Santiago, nunca había hecho uso del mismo. La diabetes que sufría Josemaría fue una de las causas principales en el deterioro de su salud. A pesar de esto Mons. Escrivá siguió estimulando y guiando en esos años la difusión del Opus Dei por todo el mundo, con el mismo objeto, a partir de los años setenta Escrivá comienza a recorrer el mundo en lo que él denominaba "correrías apostólicas" y también "campañas de catequesis”. Durante el verano de 1974, Escrivá estuvo tres meses en Sudamérica de los cuales permaneció enfermo más de diez días en Perú; en Quito permaneció entre el 1 y el 10 de agosto sin poder ver a nadie ni llevar al cabo plan alguno; el 15 de agosto se trasladó a Venezuela, llegando enfermo a este país y como su estado físico empeoró en Caracas, decidieron acortar el largo viaje de catequesis del fundador del Opus Dei.

Canonización

La muerte los sorprende en Roma el 26 de junio de 1975.Con el fallecimiento del fundador del Opus Dei, se sucedieron miles de peticiones a la Santa Sede, entre las que se encontraba un tercio del episcopado mundial, sobre la rápida puesta en marcha del proceso de beatificación y canonización de Josemaría Escrivá.[3]El proceso comenzó en 1982 y ya en 1992, el 17 de mayo Juan Pablo II lo beatificaba, y en el 2002, finalmente era canonizado.

La Plaza de San Pedro el día de la canonización de Josemaría Escrivá.

El proceso en general estuvo caracterizado por la polémica. Kenneth Woodward, periodista de la revista Newsweek y autor del libro La fabricación de los santos subtitulado "Cómo la Iglesia Católica determina quién se convierte en santo, quién no, y por qué" (1990),pone en tela de juicio algunas etapas del proceso, llegando incluso a manifestar que el poder económico del Opus Dei sirvió de acicate para que algunas figuras religiosas de países del Tercer Mundo escribieran cartas favorables a la causa de Josemaría.

Honores y distinciones

Publicaciones

Su libro más conocido es Camino,colección de 999 aforismos, que ha tenido una importante recepción. Póstumamente, fueron publicados otras dos colecciones de aforismos: Surco[8] y Forja[9].Otras de sus publicaciones es La Abadesa de las Huelgas[10],estudio teológico-jurídico, a partir de las fuentes y documentos originales, sobre el caso extraordinario de jurisdicción cuasiepiscopal por parte de la abadesa del famoso monasterio burgalés. Se puede mencionar además Amar a la Iglesia[11] y Discursos sobre la Universidad[12].

Fuentes

Referencias

  1. La relación del Opus Dei con Franco
  2. Los estatutos de 1950 tienen 479 normas escritas en latín, la norma 194 prohibía expresamente traducirlo a otras lenguas y divulgarlas: "Estas Constituciones, las instrucciones publicadas y las que puedan en lo futuro publicarse, así como los demás documentos, no han de divulgarse; más aún, sin licencia del Padre [Escrivá], aquellos de dichos documentos que estuvieren escritos en lengua latina ni siquiera han de traducirse a las lenguas vulgares." Sin embargo, los estatutos del Opus Dei fueron publicados de forma extraoficial en 1970 en París como apéndice en un libro de Jesús Ynfante titulado "La prodigiosa aventura del Opus Dei: génesis y desarrollo de la Santa Mafia", bajo la denominación de "constituciones secretas".
  3. "Breve semblanza" en la página web del Vaticano.
  4. Boletín Oficial del Estado núm. 53, de 22/02/1954
  5. Boletín Oficial del Estado núm. 202, de 21/07/1951
  6. Boletín Oficial del Estado núm. 173, de 20/07/1960
  7. Boletín Oficial del Estado: Gaceta de Madrid núm. 290, de 03/12/1964
  8. Josemaría Escrivá de Balaguer (2007). Surco (23ª edición). Ediciones Rialp. ISBN 9788432136580.
  9. Josemaría Escrivá de Balaguer (2001). Forja (11ª edición). Ediciones Rialp. ISBN 9788432133664.
  10. Josemaría Escrivá de Balaguer (1988). La Abadesa de las Huelgas (3ª edición). Ediciones Rialp. ISBN 9788432124389.
  11. Josemaría Escrivá de Balaguer (1996). Amar a la Iglesia (5ª edición). Ediciones Palabra. ISBN 9788482398518.
  12. Obras de san Josemaría Escrivá. Discursos sobre la Universidad