Juan Martínez Montañés

Montañés
Información sobre la plantilla
Juan Martínez Montañés de Velázquez.jpg
NombreJuan Martínez Montañés
Nacimiento1568
Alcalá la Real
Fallecimiento18 de junio de 1649
Sevilla
NacionalidadEspañola
OcupaciónEscultor
Conocido porConocido como «el dios de la madera» por sus contemporáneos, y en Madrid como «el Lisipo andaluz»,



Juan Martínez Montañés de Velázquez

Biografía

Monumento a Juan Martínez Montañés en la Plaza del Salvador de Sevilla.

Juan Martínez Montañés -escultor, imaginero y retablista- nace en marzo de 1568 en Alcalá la Real, provincia de Jaén.

Escultor de arte barroco, se educó y se formó en Granada y completó su educación en Sevilla donde fue el creador de la escuela sevillana. Juan Martínez Montañés muere en Sevilla el 18 de junio de 1649, víctima de la epidemia de peste que asoló a la ciudad, siendo enterrado en la antigua iglesia parroquial de Santa María Magdalena, hoy desaparecida.

Obra

Comienza su actividad artística dentro del movimiento clasicista del Renacimiento y más adelante participa de las tendencias del Barroco que introducen en su taller sus propios discípulos, entre los que se encuentran artistas de la categoría del toledano Francisco de Villegas o los andaluces Juan de Mesa (Córdoba) y Alonso Cano (Granada), junto con sus colaboradores Francisco de Ocampo y Juan de Oviedo.

Su formación comienza en Granada en el taller del maestro imaginero Pablo de Rojas, donde aparece quizás en el año 1579, de donde pasa más tarde a Sevilla atraído por la fama artística de la ciudad, quedando influido por los trabajos de grandes maestros como Jerónimo Hernández y Juan Bautista Vázquez El Viejo, entre otros. Su primera obra documentada en esta ciudad es el San Cristóbal de la Iglesia del Salvador realizado en 1597.

Su producción tiene unas características más clasicistas y manieristas que propiamente barrocas, aunque durante su evolución apuntó al realismo barroquizante. Su producción, estimulada por su ferviente religiosidad, es casi toda religiosa, con la excepción de dos retratos orantes de los nobles don Alonso Pérez de Guzmán (Guzmán El Bueno), y de doña María Alonso Coronel para la iglesia del Monasterio de San Isidoro de Campo en Santiponce.

En 1635 salió por primera vez de Sevilla para dirigirse a Madrid donde había sido contratado para hacer en barro el busto del rey Felipe IV, que junto con el retrato ecuestre de Velázquez serviría como modelo para la estatua ecuestre que realizó el italiano Pietro Tacca. Dicha estatua se encuentra en la Plaza de Oriente de Madrid.

Montañés se especializa en distintas facetas como imaginero de temas religiosos. Así, con carácter decorativo realiza magníficos retablos de gran valor para iglesias y conventos; y con carácter procesional crea magistrales imágenes para varias cofradías de la ciudad.

Como retablista realiza el renacentista de San Juan Bautista, hoy en la Iglesia de la Anunciación de Sevilla; el retablo-tabernáculo de corte manierista del Cristo de la Misericordia de la Iglesia de Santa Isabel o el Retablo del Monasterio de San Isidoro del Campo de Santiponce entre 1610 y 1613, entre otros.

Cristo de la Clemencia. Juan Martínez Montañés, 1603.

Como imaginero, Montañés crea entre los años 1590 y 1640 una serie de valiosos Crucificados, el primero de ellos, el Del Auxilio de la Iglesia de La Merced de Lima realizado hacia 1603.

A este Cristo le sigue, casi en la misma fecha el célebre Cristo de la Clemencia de la Sacristía de los Cálices de la Catedral hispalense, de 1,90 m de altura, realizado para el oratorio particular del canónigo Mateo Vázquez de Leca, para el que Montañés se compromete a “por mi persona propia hacer y acabar en toda perfección” exponiendo ante notario que haría

"a Cristo vivo antes de haber expirado, con la cabeza inclinada sobre el lado derecho, mirando a cualquier persona que estuviere rezando al pie de él, como que el mismo Cristo le estuviere hablando…, ha de tener los ojos y el rostro con alguna severidad y los ojos del todo abiertos…"

Jesús de Pasión, tallado entre 1612 y 1618, procesionando el Jueves Santo por las calles de Sevilla.

Continúa la serie con el Crucificado de los Desamparados, obra de 1617 que se venera en el sevillano Convento del Santo Ángel de la Guarda.

La siguiente imagen sería el Jesús de la Pasión, titular de la Hermandad del mismo nombre que reside canónicamente en la Iglesia del Salvador de Sevilla, imagen de vestir ya acabada en 1619, y que según cuenta la tradición el propio autor salía a su encuentro en la estación penitencial del Jueves Santo, impresionado por su propia obra.

La Virgen de la Estrella procesiona el Domingo de Ramos en la Semana Santa de Sevilla. Atribuida a Martínez Montañés, también se la ha considerado factura de La Roldana.

Entre sus imágenes procesionales ha sido atribuida tradicionalmente a Martínez Montañés por sus destacadas características y perfecciones la imagen de Dolorosa para vestir conocida como Virgen de la Estrella, cotitular de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús, de Triana.

Otras obras de imaginería de esta época son el Santo Domingo Penitente, de 1605, para el desaparecido Retablo principal del Monasterio de Porta Coeli y hoy en el Museo de Bellas Artes de Sevilla, y el Niño Jesús de la Hermandad Sacramental del Sagrario de la Catedral, realizado entre 1606 y 1607.

En la Iglesia de la Anunciación de Sevilla, antigua Universidad Literaria, se conserva el retablo que Monañes relizó para el Convento de Santa María del Socorro. Para entonces además, trabajaba en el de Santiponce, que terminó en 1620, obra soberbia, donde se encuentran sus conocidas representaciones de la Natividad, el Bautismo, o la Visitación, entre otras.

Inmaculada La Ciguecita. Juan Martínez Montañés.

A partir de ese año colaboran con él en su taller algunos de sus más afamados discípulos: Francisco de Villegas, Juan de Mesa o Alonso Cano, con los que se infiltran en su obra las características propias de un movimiento barroco que comienza a despegar. De 1621 son el retablo y la imaginería del Convento de San Leandro y el principal del Convento de Santa Clara, quizás obra de 1624.

A partir de 1627 y hasta 1643 llega la plenitud artística cuando entra en una fase plenamente barroca, creando obras de gran realismo y marcado claroscuro como el grupo escultórico de Santa Ana, Maestra de la Virgen-Niña del Convento de Santa Ana de Sevilla, de 1627, o el Retablo-tabernáculo para la imagen de La Purísima que se encuentra en la Catedral, concertado en 1628 con la condición de que “la obra fuese muy excelente y la mejor que fuese posible… hecho todo de su mano sin entrometer en ello oficiales que le puedan ayudar” La imagen se concluyó en 1631, y a esta se suma la Inmaculada que realizara para la Iglesia Parroquial de El Pedroso, en la misma provincia de Sevilla, así como la prodigiosa Inmaculada de la Catedral de Sevilla, conocida como "La Cieguecita" por sus ojos entornados, obra de marcada elegancia y delicadeza, de la que derivarán las innumerables inmaculadas de gran carisma y popularidad que crearan otros reconocidos artistas como Alonso Cano y Murillo.

En 1634 concluye el San Bruno que realiza para la Cartuja de Santa María de las Cuevas, hoy en el Museo Provincial de Bellas Artes de Sevilla; y de sólo tres años después es la imagen sedente de San Juan Evangelista tallada para el Monasterio de Santa Paula de Sevilla; y del siguiente la imagen del Bautista para el retablo de Felipe de Ribas.

Fuentes