Junco (barco)

Los Juncos
Información sobre la plantilla
4 KB; tipo MIME: image/jpeg)
Su nombre proviene del vocablo Chino Chun, que significa barco. Su variedad es notable dentro de la denominación genérica, con características propias en modelos tan diferentes como pueden serlo las embarcaciones tradicionales en occidente

Los Juncos. Son embarcaciones propias de los mares y ríos de China, Japón y otras naciones del sudeste asiático. .

Manipulación

Las velas la usan al tercio, de algodón o de junquillos, estiradas mediante sables transversales que les dan rigidez y permiten el aferrado casi automático al arriarlas de pronto en caso de mal tiempo o por otro motivo. El área de vela de los juncos se encuentra también repartida que no que no necesitan estalles en los palos, lo cual es una gran ventaja para la mayor rapidez en las viradas.

Adelantos

Algunos grandes adelantos en seguridad marítima que ya existían en Asia en el siglo IX de nuestra era no fueron adoptados en Occidente hasta una Época reciente como el siglo XIX. Es el caso de la construcción de los juncos chinos, que poseían unos mamparos o divisiones internas huecas y herméticas, con el propósito de mantener compartimentos estancos en la embarcación, en caso de una vía de agua, y evitar así su hundimiento. Esta característica ya fue observada y alabada por Marco Polo en el año 1298, y la dejo reflejada en su libro de viajes. Los grandes cargueros de Pechili, seguramente el junco de altura más antigua, cuya silueta de 5 palos era hasta hace unas décadas familiar frente a Yingkow o Shangai, se construyó desde época remota según la fórmula denominada torrecilla.

Distinción

Los juncos suelen distinguirse por la ornamentación. Al norte de China y se les pinta con colores más severos que al sur, los que exhiben una gama alegre de rojos, amarillos, verdes y azules armónicamente combinados en un agradable conjunto. En cambio, los juncos fluviales solamente protegen sus costados con una gruesa capa de aceite.

Tradición

Es tradicional llevar cada junco un ídolo a popa, al que los tripulantes se confían en sus viajes. En cuanto salen a la mar rinden homenaje al dios de las aguas para pedirle una buena navegación y que les libre de cualquier mal espíritu que haya podido embarcar con ellos. Al virar encienden bengalas y tocan instrumentos musicales (batintines y platillos) a fin de ahuyentar a los demonios del mar, propensos, según ellos, a impedirles el retorno.

En vez de mascarones, pintan un ojo en la proa, al que dan la misión de buscarles un buen derrotero y advertirles la presencia de los bajios peligrosos. Esta última tradición no la siguen los dueños de juncos chinos en pechili y Antung.

Fuente

Revista Bohemia año 99. No 1