Justo Sierra Méndez

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Justo Sierra
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Secretario de Instrucción Pública y Bellas Artes de México
25 de abril de 1905 - 1911
PredecesorPrimer titular
SucesorJorge Vera Estañol
Datos Personales
NombreJusto Sierra Méndez
Nacimiento26 de enero de 1848
San Francisco de Campeche, Campeche, Bandera de los Estados Unidos Mexicanos México
Fallecimiento13 de septiembre de 1912
Madrid, Bandera de España España
OcupaciónPolítico, abogado
CónyugeLuz Mayora Carpio
HijosLuz
Concepción
María de Jesús
Justo
Manuel
Santiago y Gloria
PadreJusto Sierra O'Reilly
MadreConcepción Méndez Echazarreta
Obras destacadas"Playera"
"El Angel del Porvenir"
"Juárez, su obra y su tiempo"

Justo Sierra Méndez. Escritor, historiador, periodista, poeta y político mexicano. Fue decidido promotor de la fundación de la Universidad Nacional de México, hoy Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Se le conoce también como "Maestro de América" por el título que le otorgaron varias universidades de América Latina.

Síntesis biográfica

Natural de la ciudad mexicana de Campeche, Justo Sierra Méndez fue hijo de Justo Sierra O'Reilly, eminente novelista e historiador y de Doña Concepción Méndez Echazarreta, hija de Santiago Méndez Ibarra, quien jugó un papel importante en la política yucateca del siglo XIX.

A la muerte de su padre (1861), siendo un niño, Justo se traslada a la ciudad de México donde, después de brillantes estudios, se relaciona con los mejores poetas y literatos de ese tiempo, entre otros con Ignacio Manuel Altamirano, Manuel Acuña, Guillermo Prieto, Luis G. Urbina, Luis González Obregón y Jesús Urueta.

En 1874 se casó doña Luz Mayora y Carpio con la que tuvo varios hijos. Luz, la mayor, María de Jesús, Manuel, Santiago y Gloria, la más pequeña, la consentida, que murió a corta edad. Su hijo Manuel fue diputado, diplomático y autor del libro "Tratado de Derecho Internacional Público". Santiago fue director de cine.

Trayectoria literaria

Algunos de sus poemas de juventud se publican en el periódico "El Globo" dando a conocer su ya famosa "Playera"; a partir de 1868 publicó sus primeros ensayos literarios; en el Monitor Republicano inició sus "Conversaciones del Domingo", artículos de actualidad y cuentos que después serían recogidos en el libro "Cuentos Románticos"; publicó en la revista "El Renacimiento" su novela "El Angel del Porvenir", novela de folletín que no tuvo mayor impacto. Escribió también en "El Domingo", en "El Siglo XIX", "La Tribuna", en "La Libertad", de la que fue su director y en "El Federalista".

Asimismo, publicó en "El Mundo" su libro "En Tierra Yankee". Abordó además el género dramático en su obra "Piedad".

En 1871 se recibió de abogado. Varias veces diputado al Congreso de la Unión, lanzó un proyecto que sería aprobado en 1881 y que daba a la educación primaria el carácter de obligatoria. En ese mismo año fue aprobado el proyecto de Justo Sierra Méndez para fundar la Universidad Nacional de México.

Tardaría sin embargo 30 años para verlo realidad. Desde 1892, expuso su teoría política sobre la “ dictadura ilustrada”, pugnando por un Estado que habría de progresar por medio de una sistematización científica de la administración pública del país; con esas ideas, redactó un manifiesto constitutivo y fundó la Primera Convención Nacional Liberal.

Durante los dos siguientes años, 1893 y 1894, defendió esos principios ante el Congreso y con su claridad oratoria se ganó el aprecio y el aplauso unánimes. Siendo diputado pronunció en 1893 aquella célebre frase: "el pueblo mexicano tiene hambre y sed de justicia".

Escribió también varios libros de historia para la educación primaria. Dirigió la publicación de "México, su Evolución Social", (1900-1902) y de la "Antología del Centenario", (1910). En colaboración con Gutiérrez Nájera, Francisco Sosa y Jesús E. Valenzuela, creó la "Revista Nacional de Letras y Ciencias" donde se publicó su libro "La Evolución Política del Pueblo Mexicano". Otro de sus más importantes libros es "Juárez, su obra y su tiempo".

En materia educativa propugnó por la autonomía de los Jardines de Niños, el progreso del magisterio y a nivel superior, la reorganización de las carreras de Medicina, Jurisprudencia, Ingeniería, Bellas [Artes] y Música, así como la promoción de la Arqueología, de un sistema de universidades en provincia, de una universidad para maestros, el otorgamiento de desayunos escolares y un sistema de becas para los alumnos destacados. Se esforzo por que el método educativo a aplicar enseñara a pensar y no a memorizar. "Es la educación" decía "la que genera mejores condiciones de justicia, educar evita la necesidad de castigar".

Poesías, cuentos, novela, narraciones, discursos, doctrinas políticas y educativas, viajes, ensayos críticos, artículos periodísticos, epístolas, libros históricos y biográficos, forman el valioso material de la obra de Justo Sierra Méndez. Su epistolario era para él lo más preciado.

Presidió la Academia Mexicana, correspondiente de la Española.

Trayectoria política

Fue también Ministro de la Suprema Corte de Justicia en 1894, de la que llegó a ser Presidente. Ocupó posteriormente importantes cargos en el gabinete porfirista como Subsecretario de Justicia e Instrucción Pública y Ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes, entre los años de 1901 y 1911. (A su iniciativa se creó en 1905 la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes, siendo nombrado el primer titular de ella). Contando con la cartera de este ministerio puso en práctica, hacia 1905 su anhelado proyecto: dar a la educación primaria el carácter de nacional, integral, laica y gratuita.

En lo político supo ser amigo de Porfirio Díaz sin ser su adulador y Díaz lo respetó siempre como a un hombre superior. En lo económico creía que la generación de la riqueza debía estar unida a una responsabilidad social. Las empresas, decía, "deberían ser las primeras en promover capacitación y educación y los grandes favorecidos de la fortuna, los primeros obligados a sostener centros de investigación, enseñanza, cultura y bellas artes".

Ocaso y muerte

Poco antes del triunfo de la Revolución renunció al ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes siendo substituido por Jorge Vera Estañol; dos años después, don Francisco I. Madero lo nombró Ministro Plenipotenciario de México en España.

Murió en Madrid, (España), el 13 de septiembre de 1912. Su cadáver fue traído a México en el trasatlántico España, habiendo sido homenajeado en todo el trayecto y sepultado finalmente con los más grandes honores públicos de su tiempo. En 1948, en el centenario de su nacimiento, a iniciativa de la Universidad de la Habana, la UNAM, junto con otras universidades del continente, lo declaró Maestro de las Américas, se editaron sus obras completas en 15 tomos y sus restos fueron trasladados a la hoy Rotonda de las Personas Ilustres. (Curiosamente creada a iniciativa de don Justo Sierra Méndez en 1880).

Hoy parecen resonar aquellas lapidarias palabras: "más allá de la ley, más allá del honor, más allá de la patria, está la verdad que debe prevalecer por encima de todo".

Fuentes