Lázaro Peña

Lázaro Peña
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Lázaro Peña
NombreLázaro Peña González
Nacimiento29 de mayo de 1911
la Habana, Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento11 de marzo de 1974
La Habana, Bandera de Cuba Cuba
NacionalidadCubana
CiudadaníaCubana
OcupaciónLíder sindical
Conocido porCapitán de la clase obrera
Partido políticoBandera de PCC Partido Comunista de Cuba

Lázaro Peña González. Dirigente sindical cubano. Ingresó en el Partido Comunista de Cuba en 1929. Sufrió prisión en varias ocasiones por su actividad contra la tiranía de Gerardo Machado. En 1934 fue elegido miembro del Comité Central del Partido Comunista, secretario general del Sindicato de Tabaqueros y miembro del Comité Ejecutivo de la Confederación Nacional Obrera de Cuba (CNOC).

Estuvo al frente de la CNOC durante la huelga general de marzo de 1935. En 1939 fue elegido secretario general de la Confederación de Trabajadores de Cuba (CTC). Fue delegado a la Asamblea Constituyente de 1940 y miembro fundador de la Federación Sindical Mundial en la cual desempeñó funciones como secretario y vicepresidente de su Comité Ejecutivo.

En 1959 fue reelegido secretario de la CTC y en 1965, resultó electo miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, cargos que mantuvo hasta su muerte.

Síntesis biográfica

Nació el 29 de mayo de 1911 en el humilde hogar de sus progenitores, Evaristo (carpintero y albañil eventual) y Antolina (despalilladora de oficio), quienes residían en la calle Carmen No.38 entre Monte y Tenerife, en el barrio habanero de Los Sitios. Huérfano de padre a los diez años, abandonó la escuela para trabajar como ayudante de carpintero, albañil, herrero.

Como solía decir acertadamente el intelectual cubano Juan Marinello:

(...) Pobre y negro, es decir, en la base doliente de una pirámide de opresiones.

De niño quiso ser violinista, pero huérfano de padre e hijo de una despalilladora, se vio obligado a renunciar a la escuela y a la infancia para ganarse el pan en una tabaquería, desde muy temprana edad. Desarrolló entonces una afición por la lectura que le permitió alcanzar un amplio perfil cultural de forma autodidacta. Según afirmaba Jaime Gravalosa, su amigo y estrecho colaborador en las lides sindicales:

“nunca se desprendió de aquella vocación musical; lo recuerdo bajando por la calle Marqués González hacia Malecón con músicos como Ignacio Piñeiro, que también fue su amigo, y enfrascado en discusiones sobre la calidad de los sextetos, un formato de agrupación que hizo época en esos años”.

Por su inteligencia brillante y su talento innato para presidir asambleas y dirigir debates, sus compañeros le fueron eligiendo para diversos cargos sindicales.

Dirigente sindical

Desde sus comienzos como trabajador se integró a las protestas obreras contra los bajos salarios y el maltrato. Tanto que, a finales de 1929, se incorporó a las filas del clandestino Partido Comunista, donde participó activamente en la organización de los trabajadores para luchar contra la dictadura de Gerardo Machado. Recuerda Gravalosa:

“Fue en una de estas andadas que un viejo dirigente comunista, apellidado Izquierdo, lo llama por su nombre en plena calle. ‘Oiga, Lázaro Peña -le dice- ¿usted no es el joven que pidió el ingreso al Partido?’ […] La respuesta no se hizo esperar; aquel hombre puso en sus manos el paquete de proclamas clandestinas que él debía repartir. Sin pensarlo dos veces, se paró en la esquina de Infanta y Carlos III y empezó a entregar aquellos comprometedores papeles a todo el que pasaba”.

Pocos minutos después sufría su primera detención.

Comenzó escribiendo lemas antimperialistas y antimachadistas, distribuyendo manifiestos y proclamas. Por su intensa labor revolucionaria es elegido secretario general del Comité Seccional de Luyanó.

Lázaro en una de sus intervenciones durante el XIII Congreso de la CTC

Participó en la segunda Conferencia Nacional Azucarera y recorrió las regiones cañeras del país para organizar a los trabajadores y establecer vínculos estrechos con la población. Al celebrarse, en 1934, el Segundo Congreso del Partido Comunista de Cuba, fue elegido miembro del Comité Central. En 1934 fue promovido al cargo de secretario general del Sindicato de Tabaqueros y fue designado miembro del comité ejecutivo de la Confederación Nacional Obrera de Cuba, (CNOC), que pasó a dirigir en 1935. Dirigió el Comité ejecutivo de la huelga general política de marzo de 1935, por lo cual sufrió prisión y tortura.

Sería guía certera en la unidad y reconstrucción del movimiento sindical, quien reorganizaría y haría crecer las filas del proletariado cubano. Todos estos esfuerzos tuvieron sus frutos con la celebración del Congreso Constituyente de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) en 1939 y en enero de este mismo año, el día 28, se celebró el primer Congreso Nacional, que dejó fundada la Confederación de Trabajadores de Cuba, de la cual Lázaro Peña pasaría a ser su secretario general.

Fue una importante figura en la fundación de la Confederación de Trabajadores de América Latina (CTAL), con sede en México en 1938. En 1945 al constituirse la Federación Sindical Mundial (FSM) estuvo entre los fundadores y desde entonces ocupó cargo en ella como miembro del comité ejecutivo al ser elegido secretario y vicepresidente en 1953.

Con firmeza y verticalidad de principios, Lázaro Peña se enfrentó al imperialismo y a los gobiernos auténticos (1944 - 1952), quienes a partir de 1947 forzaron la división del movimiento obrero cubano e impusieron a Eusebio Mujal y su camarilla en la dirección de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC). La dictadura de Batista no permitió la entrada de Peña al país a su regreso del III Congreso de la FSM, celebrado en Viena en octubre de 1953. Después del triunfo revolucionario se reincorporó como simple soldado a las labores de reconstrucción del movimiento sindical.

Revolución en el poder

Peña dando un discurso ante trabajadores

En 1961, al celebrarse el XI Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba, organización que había logrado rescatar la unidad y el prestigio del movimiento obrero organizado, se reinsertó en su directiva como secretario general hasta 1966.

Durante esta etapa desplegó una destacada actividad en el movimiento sindical internacional con la creación del Confederación de Trabajadores de América Latina (CTAL) y de la Federación Sindical Mundial (FSM). Por sus grandes méritos y capacidad organizativa fue nombrado, a principios de 1973, jefe del Departamento de Organizaciones de Masas en el Comité Central del Partido Comunista de Cuba, organismo del cual fue miembro desde su constitución en 1965.

Muerte

A pesar de estar enfermo, se consagró a la preparación del histórico XIII Congreso de la CTC. Fue el centro de aquel trascendental cónclave con su participación participando directa en la elaboración de las Tesis del foro sobre variados y complejos temas del acontecer político, económico, social, laboral y sindical que fueron sometidas a debate con todos los trabajadores. Estuvo trabajando hasta su último aliento, falleciendo el 11 de marzo de 1974.

Sobre su entrega y consagración aún en los últimos momentos, el líder cubano Fidel Castro Ruz dijo en el sepelio del dirigente obrero:

"Inútil era rogarle que moderara sus esfuerzos y atendiera su salud. Era lo único en que este militante modesto, dócil y disciplinado, desatendió los ruegos de sus compañeros y las exhortaciones de su Partido (...) No venimos propiamente a enterrar a un muerto, venimos a depositar una semilla."

Fuentes