La Araucana

La Araucana
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La Araucana (1569, 1578 y 1589) es un poema épico del español Alonso de Ercilla que relata la primera fase de la Guerra de Arauco entre españoles y mapuches.
Título originalLa Aravca
Autor(a)(es)(as)Alonso de Ercilla
Editorial:Pehuen Editores.
ColecciónLiteratura española
Géneropoema épico
EdiciónLa primera edición de la primera parte de La Araucana, de 1569.
Primera edición1569
PaísEspaña
DistribuciónEssai Sur la Poesie Epique
Sitio web
http://www.pehuen.cl/archivo/biblioteca/la-araucana.PDF

La Araucana. Fue escrito para celebrar las batallas españolas contra los indígenas y narra las tremendas luchas de las tropas españolas contra los indómitos indios araucanos de Chile, que defienden su libertad y sus tierras con toda su valentía ofrendando sus vidas.

Contexto histórico

Según el propio autor, que participó en dicho conflicto, el poema fue escrito durante su estadía en Chile usando, a manera de papel, cortezas de árboles y otros elementos rústicos. Ercilla quien, como antiguo paje de la corte de Felipe II, contaba con una educación mayor a la del promedio de los conquistadores, había llegado a dicho país como parte de la expedición de refuerzo comandada por el nuevo gobernador García Hurtado de Mendoza.

Tras el regreso de Ercilla a España, el libro fue publicado en Madrid en tres partes a lo largo de dos décadas. El primer volumen se editó en 1569, el segundo en 1578 y el tercero en 1589. El libro obtuvo, entonces, un considerable éxito entre los lectores.

Aunque la historicidad de muchos de los relatos que aparecen en la obra es relativa, se la considera uno de los mayores escritos testimoniales acerca de la conquista, y en su tiempo fue habitualmente leída como una crónica verídica de los sucesos de Chile.

La Araucana, había sido precedida por gran cantidad de textos españoles que describían el Nuevo Mundo a los lectores europeos, como los Naufragios de Cabeza de Vaca, que relataban las aventuras de su autor en Norteamérica, o la Historia verdadera de la conquista de Nueva España de Bernal Díaz del Castillo, que divulgó la asombrosa caída del Imperio Azteca. Pero La Araucana se distinguió entre estos libros como la primera obra de literatura culta, dedicada al tema con claras ambiciones artísticas.

Luego de La Araucana, surgió gran cantidad de obras sobre temas americanos que imitaban su estilo poético: La Argentina, Arauco domado y Purén indómito, etc. En estos textos, con el paso del tiempo, se acrecentó el distanciamiento respecto de la crónica y narración de hechos históricos. Los autores optaron por trasladar temáticas del Renacimiento europeo al exótico escenario americano. Así, muchas de estos poemas realmente tratan más sobre sentencias morales, el amor romántico, o tópicos latinos, que acerca de La Conquista.

Argumento

La trama incluye episodios históricos como la captura y ejecución de Pedro de Valdivia, y la muerte de los caciques mapuches Lautaro y Caupolicán. Pero además se encuentran sucesos fantásticos, como el de un hechicero que eleva al narrador en un vuelo sobre la Tierra, permitiéndole ver acontecimientos que suceden en Europa y Medio Oriente, como la batalla de Lepanto. Destaca también el episodio del encuentro con una mujer indígena, Tegualda, que busca a su marido Crepino entre los muertos de un campo de batalla. Este último relato es una muestra del aspecto humanista del trabajo de Ercilla, y de su condolencia por la suerte corrida por el pueblo indígena, que describe como gente que era carente de vicios y malicia, hasta que llegaron los españoles. Los versos rinden loas a la valentía tanto de conquistadores como de indígenas.

Estilística

Ludovico Ariosto; su obra influyó en La Araucana. Como se puede apreciar, el narrador participa activamente en la trama, lo que en ese entonces no era habitual dentro del panorama de la literatura culta española. La métrica de la obra es la estrofa denominada octava real, que rima ocho versosendecasílabos con el esquema ABABABCC: “Caciques, del Estado defensores, (A) codicia de mandar no me convida (B) a pesarme de veros pretensores (A) de cosa que a mí tanto era debida; (B) porque, según mi edad, ya veis, señores, (A) que estoy al otro mundo de partida; (B) más el amor que siempre, os he mostrado, (C) a bien aconsejamos me ha incitado." (C) La Araucana.

La obra pertenece al subgénero del poema épico culto, característico de principios de la edad moderna. Más específicamente La Araucana fue influenciada por lo que se ha dado en llamar el Canon de Ferrara, dos poemas épicos cultos escritos en dicha ciudad italiana: Orlando Innamorato (1486) de Matteo Maria Boiardo.


Orlando Furioso (1516) de Ludovico Ariosto. La coincidencia entre los poemas ferrarenses y la obra de Ercilla no acaba en la utilización del mismo tipo de poema, de temática heroica y cabaresca, sino que existen además otras coincidencias formales, como es el uso de la octava como metro poético. Rastreando las influencies de La Araucana, se debe acotar que a su vez los dos Orlandos eran deudores de la Divina Comedia de Dante, que en 1321 había creado el poema épico culto, trabajando con una temática teológica.

La Araucana, por tanto, forma parte de la renovación de la poesía española con formas italianas, surgida a raíz de la fuerte intervención política y militar hispana que se desarrollaba por esos años en la península itálica. De hecho, Ercilla, había viajado a Italia como paje del futuro rey Felipe II, lo que le habría dado la ocasión de familiarizarse con los poemas del Canon de Ferrara y el resto de los autores del Renacimiento italiano.

Por otra parte, el poema épico culto era la última moda. Poco tiempo antes de la publicación de La Araucana, otros émulos de los poetas ferrarenses aparecían por doquier. El portugués Luís de Camões había publicado su obra Os Lusíadas en 1555. En los años siguientes siguieron Torquato Tasso con Jerusalén liberada en 1575, e incluso el rey de Escocia, Jaime VI, se animó a escribir Lepanto en 1591.

Pero las raíces más profunda de la poesía épica se remontaban a la antigüedad clásica, de la cual la tradición renacentista italiana hacía eco en ese entonces. En este sentido, La Araucana es deudora de los poemas épicos grecorromanos.

"Los personajes araucanos asumen, a menudo, la actitud de los héroes homéricos y no sin razón han sido equiparados Lautaro a Héctor, Colocolo a Néstor, Tucapel a Áyax..." Eduardo Solar Correa.

Por otra parte, La Araucana aplicaba un tratamiento de poema épico a hechos recientes. En este sentido reproducía la práctica de una antigua obra romana; la Farsalia de Lucano, que narraba los sucesos de la guerra civil entre Julio César y Sexto Pompeyo, con claras ambiciones de erigirse en un relato verídico.

Objetivo e ideología

El propio Ercilla expresa las motivaciones de la obra con estas palabras: "...por el agravio que algunos españoles recibirían quedando sus hazañas en perpetuo silencio, faltando quien las escriba; no por ser ellas pequeñas, pero porque la tierra es tan remota y apartada y la postrera que los españoles han pisado por la parte del Perú, que no se puede tener de ellas casi noticia, y por el mal aparejo y poco tiempo que para escribir hay con la ocupación de la guerra, que no da lugar a ello; así el que pude hurtar, lo gasté en este libro, el cual, porque fuese más cierto y verdadero, se hizo en la misma guerra y en los mismos pasos y sitios, escribiendo muchas veces en cuero por falta de papel, y en pedazos de cartas, algunos tan pequeños que no cabían seis versos, que no me costó después poco trabajo juntarlos... ". Alonso de Ercilla.

La obra es, por tanto, una reivindicación del valor desplegado por los soldados españoles en una guerra lejana y olvidada. Entre los soldados de esta guerra olvidada se encontraba el propio Ercilla. Por lo que en algún sentido es una reivindicación también de la actuación personal.

Ese es objetivo explicito y expresado. Pero se suele indicata que el texto tiene como motivación oculta la reivindicación de la figura del indígena. Pero también se suele interpretar esta valoración del indígena como una forma indirecta de autovaloración del español que lo vence.4

Miscelánea

Es una de las obras que, en la ficción, Miguel de Cervantes salvó en la escena de la quema de los libros de caballerías que tiene lugar en el capítulo VI de Don Quijote de la Mancha. La Araucana comparte con este tipo de obras cierto estilo deliberadamente literario y la inclusión de algunos episodios fantásticos. En la escena del Quijote, Cervantes, por boca del Cura, afirma que La Araucana, junto a La Austríada de Juan Rufo y a El Monserrato de Cristóbal de Virués, es uno de: ...los mejores (libros) que en verso heroico en lengua Castellana están escritos. Miguel de Cervantes El mismo Cervantes ya antes le había tributado sus halagos a Ercilla en el «Canto de Calíope» de La Galatea. Voltaire, que dedicó parte de un ensayo a La Araucana, consideró que el poema alcanzaba cumbres sublimes en la arenga de Colo Colo del Canto II, que juzga superior al episodio similar protagonizado por Néstor en la Ilíada.

Pero en términos generales, Voltaire opinaba que Ercilla sufría de cierta incontinencia literaria, que lo hacían enredarse en pasajes excesivamente fastidiosos:

Hacia el final de la obra, el autor, que es uno de los principales héroes del poema, hace de noche un largo y aburrido camino seguido de algunos soldados, y para pasar el rato, hace surgir entre ellos una discusión sobre Virgilio y en especial sobre el episodio de Didón. Alonso aprovecha la ocasión para hablar con sus soldados de la muerte de Didon, tal como la cuentan los antiguos historiadores y para mejor desmentir a Virgilio y restituir su reputación a la reina de Cartago, se divierte discutiendo el asunto durante dos cantos enteros. Además no es un defecto menor el que su poema se componga de treinta y seis cantos muy largos. Se puede suponer con razón que un autor que no sabe o no puede detenerse, no es merecedor de tal carrera. Voltaire5

La publicación de La Araucana dio pie a que el entonces virrey del Perú, García Hurtado de Mendoza, quien se sintió menoscabado en el relato,encargara otro poema épico, Arauco Domado (1596), al poeta chileno Pedro de Oña. Esta segunda obra, habitualmente considerada inferior al poema de Ercilla, es el primer texto poético publicado por un autor nacido en Chile.

En Chile se suele considerar, incorrectamente, a La Araucana como el último poema épico que narra el nacimiento de una nación, a la manera de los poemas clásicos como la Eneida o los cantares de gesta medievales. Incluso algunos autores llevan más allá esta idea:

"Chile fue escogido por los hados, y podemos gloriarnos de ser entre los pueblos modernos, el único cuyos orígenes hayan sido celebrados por la trompa épica, a semejanza de las antiguas ciudades griegas y romanas".

Eduardo Solar Correa

Esta apreciación es errónea, pues se escribieron poemas épicos nacionales hasta el siglo XIX.

Partiendo por La Argentina y conquista del Río de la Plata de Martín del Barco Centenera, publicada en 1602, y terminando, por ejemplo, con los poemas épicos nacionales finlandeses: Kalevala, publicado en 1835 gracias al trabajo de recopilación folclórica de Elias Lönnrot, y Las Historias de Ensign Stål, escritas en 1848 por Johan Ludvig Runeberg. Sin embargo, es destacable, que La araucana, es referente para los orígenes del estado chileno, producto del mestizaje entre españoles y mapuches.

El caso del libro, La Argentina y conquista del Río de la Plata, puede ser un referente, pero es más una crónica, que un poema épico, además, la identidad argentina, aparece más bien, en la inmigración de los siglos XIX y XX, y no en los tiempos de la conquista. En cuanto al Kalevala, si se le puede considerar también como una novela épica, pero también es una recopilación de leyendas, más que un poema épico, como la Araucana.

Fuentes