La escultura en Cuba

Escultura cubana
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Escultura cubana. Conocida por mucho tiempo como la Cenicienta de las Artes por su no permanencia en importantes sitios exhibitivos, porque las críticas y estudios fueron, por lo general, pobres y escasos ―lo cual generó una ausencia informativa importante―, posee hoy un vasto historial gracias a la colaboración de críticos, investigadores y artistas cubanos.

El arte cubano ―y dentro de él la escultura―, va cerrando el milenio con la vitalidad que le confiere su probada autenticidad. Lo anima, en esencia, ese sentido de pertenencia activa a un entorno propio que se desarrolla desprejuiciado y permanente diálogo con el contexto universal. Ha sido el de la escultura un camino escabroso, con vericuetos, escollos y contradicciones que la han enriquecido, al cabo, hasta saber encontrar ―tanto en la reciedumbre de su autonomía como en su saludable expansión― una personalidad y un prestigio indiscutibles.
Dra. María de los Ángeles Pereira

Historia

Etapa colonial

En la etapa colonial la escultura, como todas las Artes de esta época, responderá a los cánones establecidos que provienen del exterior y a los intereses de las clases en el poder. Se mostrarán obras escultóricas con temas religiosos, funerales y conmemorativos. Ejemplo de ello es la Fuente de la India o de La Noble Habana del año 1837 creada por el italiano Giuseppe Gaggini. Esta obra, de carácter ambiental, fue trasladada desde Italia hasta La Habana por encargo de Claudio Martínez de Pinillos (conde de Villanueva). Otras obras que ejemplifican este período son los trabajos escultóricos de gran relevancia que pertenecen a los monumentos funerarios realizados en el Cementerio Cristóbal Colón.

Es necesario aclarar que los autores de estas obras del siglo XIX provienen del extranjero, por ello la cercanía estética de las creaciones que responden a los estilos desarrollados en Europa. Sin embargo, José Villalta Saavedra, quien ejecuta en la entrada de la Necrópolis de Colón relieves y esculturas en mármol de Carrara, es uno de los primeros artistas que conforman la lista de escultores cubanos junto a Miguel Melero y Guillermina Lázaro.

Primera mitad del siglo XX

Cumpliendo los designios del ideal imperante en aquel momento continúa la escultura en las primeras décadas del siglo XX; así se fueron erigiendo monumentos en homenaje a los patriotas de las luchas independentistas como de aquellos que gobernaron en la Isla.

De aquella época son el conocido Monumento a Maceo, hecho en 1916 por el italiano Doménico Boni; el Monumento a Máximo Gómez, realizado en 1935 por el italiano Aldo Gamba, el Monumento a Calixto García por los estadounidenses Felix Weldon y Elbert Peets, entre otros.

En este ciclo afloran los artistas Juan José Sicre, Teodoro Ramos Blanco, Florencio Gelabert, Agustín Cárdenas, las conocidas escultoras de todos los tiempos: Rita Longa y Jilma Madera.

Desarrollo a partir de 1959

Con el advenimiento de la Revolución la producción escultórica tarda en cambiar su estructura formal y de concepto, se seguirán haciendo obras con reminiscencia de la abstracción y de la cultura popular tradicional, los motivos aborígenes, figuraciones marinas y decoraciones tomados de la flora y la fauna aun cuando los sucesos de 1959 influyeran en las líneas estilísticas de la producción escultórica del período.

De este momento son Eugenio Rodríguez, Sergio Martínez, Agustín Drake, Sandú Darié, Osneldo García y José Antonio Peláez.

A finales de los años 60 se da inicio, como expresa la doctora en arte María de los Ángeles Pereira, a la sistematización de grupos interdisciplinarios integrados básicamente por arquitectos y escultores; de la misma manera en que tuvo gran auge el Movimiento Escultórico de Las Tunas.

Es difícil no comparar las manifestaciones de la plástica, pues siempre es necesario para tener un mapa visual de cada momento cultural. En este caso, la pintura cubana hubo de adelantarse, en muchas ocasiones, a la escultura. De este modo Mary Pereira enfatiza cómo el lenguaje pictórico se mantiene actualizado con las diferentes tendencias que surgen a nivel plástico y cómo los jóvenes pintores obtuvieron el reconocimiento a través de sus creaciones a diferencia de la generación de escultores que emergieron en el mismo momento y tardaron en hallar su propio camino y hacerse sentir en el ámbito cultural: René Negrín, Jorge William Cabrera, Fausto Cristo, Juan N. Quintanilla, Alcides Rivera son algunos que conforman la lista de creadores de los años 70. Enrique Angulo, Evelio Lecour y José Villa, también de los 70, fueron, según la Dra. Mary Pereira, los artistas que encontraron en la escultura monumentaria su camino, destacándose en esta vertiente.

Escultura cubana contemporánea

Por su parte, los venerados años 80 trajeron para el ámbito cultural cubano diferentes cambios que tornaron la década interesante en cuanto a propuestas artísticas se refiere. En el espacio escultórico fueron desarrollándose diferentes eventos: "La Escultura en la Revolución" en 1983, el Salón de la Ciudad (en 1985) fue dedidcado a esta manifestación y a propósito de la Bienal de La Habana (en 1986), hace presencia la escultura.

También se celebran los simposios de escultura ambiental en los años 1983 y 1988, y la exposición "Formas bajo la luz" conmemorando el quinto aniversario de la fundación del Consejo Asesor para el Desarrollo de la Escultura Monumentaria y Ambiental (CODEMA), institución importante para la escultura cubana. Encontramos en estos años los nombres de Eliseo Valdés, Tomás Lara, Carlos González, Jorge Arango, Ramón Casas, María Elena Millán.

Así, la escultura fue tomando pasos agigantados en el panorama artístico surgiendo muchos más escultores con una obra relevante y prolífera. Mencionar a todos los creadores que conforman el panorama escultórico en Cuba sería una tarea ardua y resbalosa pero hay artistas que no se deben pasar por alto, como Juan Francisco Elso (importante artista ya fallecido), Rubén Torres Llorca, Florencio Gelabert Soto, Alejandro Aguilera; otros más contemporáneos que navegan entre la instalación y el «acento escultórico», como Alexis Leyva Machado (Kcho), Carlos Estévez, Abel Barroso, Los Carpinteros, Osvaldo Yero, Esterio Segura, Guillermo Ramírez Malberti, Rafael Gómez, Julio Neira, William Pérez, Saidel Brito y muchos otros que conforman la extensa lista de los escultores cubanos contemporáneos.

Fuentes

  • Pereira, María de los Ángeles (2005): Escultura y escultores cubanos. La Habana: Artecubano Ediciones, 2005.
  • Veigas, José (2005): Escultura en Cuba. Siglo XX. Santiago de Cuba: Fundación Caguayo, Editorial Oriente, 2005.