La picaresca en la música cubana

La picaresca en la música cubana.
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Concepto:Un recorrido por los intérpretes y compositores cubanos cuyas obras exponen en las letras un marcado doble sentido.

La picaresca en la música cubana. Desde muchos años atrás los compositores cubanos, sobre todo en la guaracha y el son, han compuesto obras donde el doble sentido o la picardía se han puesto de manifiesto y han sido recibidas con agrado y simpatía por la mayoría popular. Desde luego, estas composiciones no han atentado contra las buenas costumbres y la moral ya que entonces sí hubieran sido rechazadas, como lo son los gestos lascivos que algunos cantantes muestran actualmente en programas de la televisión y espectáculos públicos. Hay intérpretes y compositores cuyas obras exponen en las letras un marcado doble sentido.

Intérpretes que manifiestan la picaresca

Antecedentes

  • Siro Rodríguez

Una guaracha de Siro Rodríguez titulada "La espadita", Miguel Matamoros no quiso incluirla en el repertorio del trío por considerarla muy subida de tono; y entonces Siro se la dio a Bimbi y el Trío Oriental de Cuba, que la convirtió en un verdadero hit.

En una de las sesiones del Primer Foro de la Trova Cubana, celebrado en la Unión de Periodistas y Escritores de Cuba en noviembre de 1967, se escuchó cantar a su autor, con su letra bastante picaresca, siempre y cuando esa picardía se la ponga el público y claro, también el que la interpreta.

  • Armando Valdés Pí

En el pregón "El pirulí" de Armando Valdés Pí, ahora en el repertorio del grupo Jóvenes Clásicos del Son se escucha y no pasa nada, pero sin embargo fue prohibido en los años cuarenta cuando lo cantaba en público Antonio Machín, de pie en el escenario y con un gesto muy picaresco decía:

Mira como traigo el pirulí
  • Miguel Matamoros

Otros cantantes y compositores, cuyas obras no se caracterizan precisamente por la utilización del doble sentido, en algunas de sus composiciones reflejan el gusto popular o el refranero en dicharachos costumbristas para llevarlo a un son. Miguel Matamoros, compuso verdaderas obras con un lirismo poético muy fino, y no escapó al reflejo de la picaresca en sus sones. Un solo ejemplo. En el son “El que siembra su maíz”, si se lee detenidamente estas letras, se tendrá que convenir con "El Guayabero que el doble sentido lo pone uno. Miguel improvisa:

La mujer en el amor
Se parece a la gallina
Que cuando se muere el gallo
A cualquier pollo se arrima
En otra parte del mismo son dice:
Muchacha, dice tu abuela
Que no te metas en la cocina
Que el que tiene gasolina
No ha de jugar con candela.
  • Ñico Saquito

Un compositor de guarachas que reflejaba en sus obras anécdotas y cuentos populares como lo fue Ñico Saquito, tiene una guaracha que es una verdadera obra de arte. Ya convertida en un clásico "Cuidadito Compay gallo" narra las vicisitudes de cierto perico requerido de amores por un ardiente gallo y se canta como pieza obligada a la hora de alegrar una fiesta.

Un gallo equivocado
Lo confundió con gallina
Lo corrió por la guardarraya
Y el periquito cansado
En el suelo se tiró
Y cuando el gallo llegó
Quiso enseguida jugar
Como un tiro el perico
Del suelo se levantó
Y al gallo le dijo así:
Cuidadito Compay gallo, cuidadito
Así como usted me ve, yo tengo mi periquita
Busque usted su gallinita
Que esas si son para usted.
  • Faustino Oramas "El Guayabero"

Hay intérpretes y compositores cuyas obras exponen en las letras un marcado doble sentido. El Rey de la Picaresca es, sin dudas, Faustino Oramas “El Guayabero”. Sones tales como los titulados “Como baila Marieta” o “La yuca de Casimiro” constituyen buenos ejemplos de cómo El Guayabero cultivaba la picaresca en sus sones y guarachas. Una muestra de ello:

Yo tengo una perra china
Allá en mi casa amarrada
Fíjate si es delicada
Que camina con gasolina.
El otro día en una esquina
Se le paró su carruaje
Y un perro que iba de viaje
La enganchó por el rabito
Y le llenó el tanquecito
En el último garaje
  • Guillermo Castillo

Desde tiempos pasados, la picaresca ha estado presente en las composiciones cubanas. Un son de Guillermo Castillo, llevado a tiempo de danzón por Antonio María Romeu “El mago de las teclas”, titulado "Tres lindas cubanas", en su inspiración tiene unos versos llenos de picardía:

Las mujeres como el pan
Hay que comerlas calientes
Si las dejas enfriar
Ni el diablo les mete el diente.

Actualidad

  • Tony Ávila

Actualmente un joven sonero llamado Tony Ávila se ha puesto de moda con una pieza que es un verdadero trabalenguas: "La choza de Chacho y Chicha". Cuando él lo canta a veces parece que se va a equivocar, pero no es así, los que se equivocan son los que escuchan dándole otro sentido al simpático son.

Sones y Guarachas

Son muchos los sones y guarachas que a lo largo del tiempo han relajado el sentido popular. Cuentos, refranes, dicharachos y en fin, todo el habla del cubano, han sido llevados a la música para deleite de una buena parte del público.

Lo que sí resulta inadmisible es que los gestos, las palabras obscenas, la grosería y el mal gusto inunden el repertorio de la música tan rica en expresiones melódicas y con versos tan llenos de poéticas ensoñaciones como cuando Matamoros expresa en su bolero "Juramento":

Si el amor hace sentir hondos dolores
Y condena a vivir entre miserias
Yo te diera, mi bien, por tus amores
Hasta la sangre que hierve en mis arterias.

Véase también

Fuentes