Lacandones (etnia de Guatemala y México)

(Redirigido desde «Lacandones»)
Lacandones
Información sobre la plantilla
Comunidad indígena de Guatemala
EntidadComunidad indígena
 • PaísBandera de Guatemala Guatemala
 • Península de YucatánMéxico
 • FundaciónSiglo XVIII
Población 
 • Total- 1 000 hab.
Lacandones tribu.jpg
Habitantes Lacandones pertenecientes al pueblo maya.

Lacandones. Comunidad indígena que pertenecen al pueblo maya, que huyeron del Petén guatemalteco y de la península de Yucatán a fines del siglo XVIII y principios del XIX. Constituyen dos grupos nombrados de acuerdo a su ubicación geográfica actual. Los lacandones del norte están ubicados al noroeste del río Usumacinta, cerca de las ruinas mayas de Palenque, en Chiapas, México. Su idioma es la lengua mayense.

Historia

Tribu considerada originaria de la península de Yucatán y del Petén guatemalteco; emigraron durante diversos períodos hacia la selva chiapaneca huyendo de los intentos de congregarlos en pueblos establecidos por las autoridades coloniales, después de que los pueblos originalmente asentados en la región habían sido trasladados y reubicados en “pueblos de paz”, hablantes en su mayoría de las lenguas chol, chortí y tzeltal.

Abandonaron su ciudad lacustre; Lacam-Tun a fines del siglo XVI, cuando ésta fue destruida por una expedición militar proveniente de San Cristóbal de las Casas.

Se ha planteado que estos nuevos habitantes de la selva eran miembros de varias tribus que hasta el siglo XIX se distribuían dentro de un área mucho más extensa que abarcaba no sólo la selva chiapaneca sino también el Petén, Belice y parte de la península de Yucatán, y que se diferenciaban e identificaban a través de un amplio sistema de linajes.

Las referencias sobre la presencia de los actuales lacandones en la selva se remontan a las últimas décadas del siglo XVIII en documentos que dan cuenta de diversos intentos de reducción y catequización dirigidos a los indígenas. El primero de ellos, entre 1788-1797, se refiere a la concentración de los lacandones en el poblado de San José de Gracia Real. El intento fracasó y éstos retornaron gradualmente a la selva. Desde esta época los nativos establecieron relaciones comerciales con los mestizos de Palenque.

Cuando los españoles aparecieron por primera vez, el lacandón desapareció en la jungla y solo se volvió a conectar con el mundo exterior en los siglos XIX y XX. Ahora la jungla está desapareciendo, solo un 10 por ciento permanece virgen, pero los grupos locales aquí en la ciudad de Lacanjá están tratando de frenar la deforestación. El turismo ayuda.

Por otra parte, a los lacandones del sur se les intentó convertir, sin resultado alguno, a principios del siglo XIX. A este fracaso siguió un segundo intento en 1862 por parte de religiosos capuchinos.

Sin embargo, aunque los religiosos se llevaron consigo a algunos nativos, las penalidades del camino, la desavenencia de costumbres y el clima obligaron a éstos a permitir el retiro de los indígenas a sus lugares de origen.

Uno de los primeros investigadores en convivir con lacandones fue el etnólogo francés Jacques Soustelle, quien en sus escritos manifestaba que los lacandones vivían de la cacería con arcos y flechas y de la agricultura como nuestros ancestros, además de que su número apenas rebasaba los 200 integrantes.

Pobladores realizando ceremonia de bendición al agua y a la naturaleza

Sin embargo la llegada de los mestizos a la selva lacandona cambió la forma de vida de los lacandones significativamente. Algunos viven de preservar el entorno ecológico de la selva chiapaneca y han creado centros ecoturísticos como Naha, Metzabok, Lacanjá y Chansayab.

Aún siguen usando la túnica blanca de algodón que los caracteriza, al salir a las ciudades o pueblos cercanos se la quitan y se mezclan con la gente tratando de pasar desapercibidos, pero es fácil identificarlos por el cabello largo que llevan, los pies descalzos y su solemnidad.

Geografía

Los habitantes tienen su demarcación en las tierras bajas del sur de los mayas, una zona topográficamente cárstica accidentada y una selva subtropical, conocida como La Selva Lancandona Bosque Lacandón.

Posee una extensión de 662.000 hectáreas aproximadamente el territorio ocupado por los lacandones en un medio selvático que representa para ellos un vasto cúmulo de recursos naturales. Predomina un clima cálido-húmedo (de 23 a 27 °C). Llueve todo el año, excepto los meses de marzo y abril en los que el ritmo de precipitación pluvial disminuye en cierta medida.

Existen numerosas corrientes fluviales destacando el río Usumacinta que provee a la selva de un rico sistema hidrográfico mediante una vasta red de ríos y de arroyos.

La vegetación se compone de bosque tropical en el norte y de selva baja en el sur. Los principales tipos de madera son el cedro, la caoba y otras coníferas en las partes más altas.

Ríos de la región central de Chipas tales como Pasión, San Pedro Mártir, Lacantún, Jataté Usumacinta y Chixoy forman parte de esta zona.

Desarrollo económico

La actividad económica tradicional de subsistencia se basa en el uso múltiple de la tierra en la que aprovechan varias zonas ecológicas: la milpa, la selva, el acahual (zona de transición entre la selva y el campo agrícola) y las zonas acuáticas y semiacuáticas. El uso combinado de estas diversas áreas proporciona a los lacandones la posibilidad de aprovechar una extensa variedad de productos, animales, vegetales y minerales. La explotación agrícola se fundamenta en el sistema de roza, tumba y quema.

Esta tribu indígena no eran estrictamente cazadores-recolectores ni agrimensores, sino que eran los dos a su manera. Del mismo modo, en algún momento fueron móviles o sedentarios. Los lacandones cultivan y crían ganado, pero también cazaban, pescaban y recolectaban raíces y plantas en la selva.

Como tales, no tenían necesidad de una economía estructurada, ya que dependían de sus propias viviendas como fuente de sustento. Cuanto más contacto tenía el lacandón con otras personas, más se transformaba su economía. Elaboran collares de semillas, objetos de barro y madera que generalmente son representaciones antropomorfas o de personajes de su tradición oral, así como arcos y flechas artesanales.

En 1974, los lacandones vendieron derechos madereros en sus territorios para obtener créditos del Banco Nacional. El dinero que reciben es administrado por el Fondo Nacional para la Promoción de los Territorios Comunales, y se distribuye trimestralmente a cada hombre que tiene una parcela agrícola, donde cada hombre recibe una suma que varía según su edad, estado civil y cantidad de hijos.

Vivienda

Vivienda tradicional y vestimenta que utiliza esta tribu actualmente

Los hogares lacandones se sitúan regularmente en sitios cercanos a ríos, arroyos o lagunas; esto les permite además de la pesca, el abastecimiento de agua para todas las necesidades de la población (cocinar, bañarse, lavar). Al igual que en muchas poblaciones indígenas del país, la vivienda lacandona tradicional consiste en un cuarto utilizado como dormitorio y otro como cocina.

Puede ser de forma circular o rectangular y el material es básicamente la palma, aunque en la actualidad esto tiende a modificarse y hoy en día muchas casas están construidas con madera y láminas. También es común un corral o pequeño refugio para los animales domésticos anexo a la casa.

Parte complementaria del hogar lacandón es el imprescindible fogón que, además de ser utilizado para preparar los alimentos, es aprovechado para mantener el calor en las noches frías, y el humo, para mantener alejados a los insectos o para ahumar y así conservar la carne.

Desarrollo social

Cultura

Los lacandones se llaman a sí mismos hach winik, “verdaderos hombres”. Se piensa que la palabra lacandón, proviene de un grupo que habitaba una pequeña isla en el Rio Lacantún, en el extremo sur de la selva y que se hacían nombrar “los Lacantún”, que significa en chorti “gran peñon” o “piedra erecta”.

La vestimenta utilizada por los hombres es de un chandal de manta con pantalones, y un calzado de sandalias o huraches, A su vez, las mujeres utilizan un rebozo y prendas de manta parecidas a una bata con calzados tipo sandalias.

Idioma Lacandón

El idioma lacandón (autoglotónimo: jach-t’aan) es una lengua mayense hablada por los indígenas que viven en la selva Lacandona y que se llaman lacandones. Es una lengua relacionada de cerca con el maya yucateco y hoy en día está casi en extinción, porque el número de hablantes de lacandón es muy bajo; alrededor de 800 personas aún lo hablan.

El habla se conforma por vocablos de nueve lenguas mayenses: cakchiquel, chol, huasteco, kekchí, mam, quiché, tzeltal, tzutujil y yucateco.

Lacandon es uno de los cuatro idiomas yucatecos (mayas). Los otros son: Itzáj, hablado en Guatemala Petén; Mopán, hablado en Belice; y, yucateco, hablado en la península de Yucatán.

La lengua lacandona está mucho más cerca que sus lenguas hermanas: itzáj, mopán y yucateco, del maya clásico original, porque los lacandones no estuvieron sujetos a siglos de dominación política, cultural, religiosa o lingüística por parte de los españoles coloniales o el estado mexicano.

Tradiciones culinarias

La dieta de los lacandones hoy en día consiste en granos de elotes, una especie de sopa hecha con las conchas de caracoles de río, tamales de frijol y maíz, ñames, agua de pinole, pozol de maíz, diversa cantidad de hongos, aunque si bien algunos lacandones continúan comiendo frutas frescas y pescados obtenidos por ellos mismos.

La base de su alimentación es, sin embargo, el maíz, en forma de tortilla, pozol, pinole o tamales.

Religión

A lo largo de su historia, las prácticas y creencias rituales de los lacandones han cambiado y evolucionado. El cambio parece más explícito a medida que aumenta el contacto con el mundo exterior. Por lo tanto, es importante reconocer las diferencias entre las prácticas religiosas lacandonas antes del contacto creciente (siglo XIX) y las posteriores.

Como un grupo culturalmente conservador de mesoamericanos nativos, los lacandones han mantenido características únicas para ellos mismos, incluidas ciertas costumbres religiosas, a pesar de la intrusión y la influencia del mundo exterior desde principios del siglo XVI. También es importante reconocer que, si bien los lacandones son culturalmente conservadores, nunca fueron aislacionistas porque mantuvieron el contacto y comerciaron con otros mesoamericanos nativos a lo largo de su historia.

Fuentes