Lamaísmo

Lamaísmo
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Concepto:Es una forma religiosa derivada del budismo, especialmente difundida en el Tibet y en otros países de Asia Central,como Mongolia.

Lamaísmo es una de las corrientes principales del budismo, formada en el Tibet medieval como resultado de la penetración mahayana y el tantrismo y su mezcla con a religión de los tibetanos. El lamaísmo se caracteriza por abigarrados servicios religiosos en Datsanas, por una multitud infinita de ritos domésticos, por procedimientos y conjuros mágicos dirigidos contra los malos espirítus y por la existencia de un clero extremadamente numeroso, que vive a costa de la población y está muy ligado a ella. [1]

Historia

El lamaísmo es una forma particular del budismo que imperó en el Tibet y cuyos jefes religiosos llevan el nombre de lamas. La religión tibetana es un budismo en forma maháyána pero que ha tomado allí un aspecto particular, distinto del adoptado en las otras partes de Asia; el lamaísmo se encuentra además en Mongolia, Sikkim y Butan, países fronterizos con el Tibet.

El lamaísmo es una religión complicada que tiene muchos aspectos: filosofía sutil con una dialéctica y una metafísica desarrolladas, psicología del subconsciente relacionada con técnicas de meditación y de yoga, ritual muy rico y lleno de prácticas antiguas, a veces mágicas y primitivas, sistemas de adivinación y escuela de medicina. El budismo tántrico maháyána de la India forma la base del lamaísmo, que puede considerarse como una religión importada en el siglo VII d. C. por el rey Srong-btsan sgam-po (pronunciar Songtsen Gampo) y por la predicación, en el siglo VIII, del asceta tántrico hindú Padmasambhava, de la Univ. de Nálandá. En el a. 775 creó un monasterio budista en Samye, y esta religión se extendió lentamente por el Tibet. Existía, sin embargo, antes de su llegada, una religión indígena, el Bon, cuyos fieles, los Bonpo, siguen todavía practicándola, sobre todo en el este del Tibet.

La historia del lamaísmo está ligada estrechamente con la de la cultura tibetana; lo que hizo conocer en el Tibet el pensamiento de la India fue la introducción realizada por Thon-mi Sambhota, en el a. 632 d. C. (que había sido mandado a la India por orden del rey Srong-btsan sgam-po), de una escritura y de una gramática elaboradas en Cachemira. No fue ésta la única fuente de la cultura tibetana; otras religiones extranjeras penetraron entonces en Asia central: el maniqueísmo de los turcos uigures, el nestorianismo del Irán, el islamismo ; el pensamiento chino llevó la ciencia médica y la astrología. La historia del Tibet muestra también que parte de la aristocracia tibetana fue hostil al budismo, porque muchos jefes de clanes pertenecían a la antigua religión Bon. Algunos reyes tibetanos persiguieron a los adeptos a la nueva religión.

Pero en el siglo XI los jefes locales del oeste del Tibet promovieron un intercambio intenso con la India por medio de traducciones y adaptaciones de muchos textos budistas, sobre todo tántricos. Aparecieron entonces grandes monasterios y escuelas de pensamiento: monasterios de Radeng (1057), de Sakya (1073), organización de los Kagyupa (escuela eremítica de los ascetas del Tibet central y meridional), con Marpa (1012-96), Milarepa (1040-1123), introducción de la doctrina tántrica del Kálacakra (1027), que admite un Buda primordial y eterno. Fue una época de gran desarrollo para el lamaísmo.

Bajo la influencia de la religión Bon y de religiones extranjeras (principalmente el nestorianismo), el 1amaísmo tomó su aspecto muy particular, mezclando magia tántrica, especulaciones metafísicas budistas, técnicas de yoga y prácticas de taoísmo. Además, los monasterios se convirtieron en centros de poder tanto en el plano religioso como en el político y en el militar; cada monasterio era además apoyado por familias nobles importantes.

En el siglo XIV tuvo lugar un acontecimiento importante para la historia del lamaísmo Tsongkhapa (1357-1419) reformó la religión del Tibet y fundó la secta de los Gelugpa, la «Comunidad amarilla», opuesta a la antigua «Comunidad roja» de Padmasambhava. Esta reforma insistió sobre la disciplina monástica, el celibato de los monjes y el estudio de los textos. Fundó también los grandes monasterios de Sera (1419) y de Depung (1416) alrededor de Lhasa, que se convirtieron en ciudades universitarias de enseñanza lamaica con facultades especializadas. Los mongoles y sus intervenciones militares en el Tibet se añadieron a las luchas intestinas entre grandes clanes y sectas lamaicas y favorecieron el triunfo final de la secta de Tsongkhapa en 1637, y la instalación del quinto Dalailama como rey del Tibet en Lhasa. Éste hizo edificar el Palacio Potala (1645-94) y tuvo además un papel capital en el desarrollo cultural, y económico del país; fundó la dignidad de Panchenlama en el monasterio de Tashilhunpo, y con esto constituyó la doble cabeza que dirigió el Tibet durante siglos: el Panchenlama es considerado como la encarnación del Buda Amitábha, y el Dalailama como la del Bodhisattva Avalokiteshvara.

Bajo el séptimo Dalailama se estableció el protectorado chino sobre el Tibet, que duró hasta el final de la dinastía Ts'ing (1912). Después de la influencia indobritánica (entre 1912 y 1945), la China comunista ocupó de nuevo el Tibet al terminar la Guerra mundial. La organización teocrática y religiosa del 1amaísmo no podía compaginarse con el marxismo chino, y se puede decir que desapareció por completo del país. Dalailama tuvo que huir y refugiarse en la India con su gobierno. Desde los principios de la ocupación por los comunistas, los chinos destruyeron los monasterios, encarcelaron, mataron o dispersaron a los monjes y utilizaron los edificios como cuarteles. De hecho, el 1amaísmo ha sufrido en el Tibet un golpe mortal; el Dalailama, refugiado en la India, intenta salvarlo con la ayuda de los millares de lamas que han podido escapar del Tibet. Crea centros de enseñanza y trabajo en la India y en Europa para conservar las tradiciones orales y escritas del lamaísmo. Algunos profesores especialistas ayudan y colaboran en este esfuerzo desesperado por salvar una cultura secular.

Características

Encierra por el nombre como la idea de ser religión superior a las demás (en tibetano "blama", indica 'superior'). En esencia es un budismo mahayana con fuerte sabor teísta, y con mezcla de shivaísmo alterado por supersticiones y ritos chamanísticos nativos.

En el 747, el monje budista Padma­sambhava, ("nacido en el loto"'), que vivió entre 717 y 762, viajó desde el norte de la India al Tibet. Estableció un grupo de monjes o lamas.

La actividad religiosa de los lamas consistió desde el principio en recitar oraciones y textos sagrados, en forma de himnos recitados al compás de trompetas y tambores. La adoración, que se realiza tres veces al día, se inicia tras el tañir de una pequeña campana y dura lo que pide la devoción de cada contemplativo. Los orantes usan rosarios, ruedas y banderas de rezos, para calcular sus plegarias, acción que es importante. Además veneran reliquias santas, amuletos, talismanes y formulan conjuros místicos que repiten frecuentemente. (Ejemplo, "om mani padme h'um" : oh joya del loto, amén).

Hay algunas distinciones que caracterizan al lamaísmo: la actividad religiosa es asunto de los lamas, de los monjes y de los eremitas; los fieles no pueden tener acceso a esa alta metafísica que requiere largos estudios y vida monacal. Por eso, el pueblo no asistía a los servicios religiosos en los monasterios; sus actividades religiosas consistían esencialmente en acumular méritos, bsod-nams, con los donativos a los monasterios y a los pobres y con las peregrinaciones a los lugares y sitios sagrados, para tener un buen karman futuro y reencarnarse en condiciones que les permitiesen tener un conocimiento más profundo de la ley sagrada budista.

Los fieles debían recitar fórmulas sagradas,mantras, que podían además efectuarse de modo mecánico: ruedas puestas en movimiento por el agua o el aire, o los famosos molinetes de oraciones, muy populares en el lamaísmo. Estos aparatos contienen largas fórmulas sagradas escritas sobre rollos de papel, y se les hace girar con la mano. La influencia benéfica y purificadora del texto de los mantras irradia de sí misma por el movimiento de rotación. La fórmula sagrada más célebre es la famosa om.mani.padme.húm, que evoca al bodhisattva protector del Tibet, Avalokiteshvara; los textos tántricos contienen muchos mantra que tienen así una fuerza evocadora casi automática.

Doctrinas

En el plano doctrinal, el 1amaísmo pertenece al budismo maháyána; dos escuelas de la India dominan el pensamiento lamaico y están admitidas por la enseñanza oficial tibetana: son la de los mádhyamika, dbu-ma, de Nágárjuna, y el yogícára, sems-tsam, o Vijñúptimittra, de Asanga. La primera parece más importante en los gelugpa, establecidos por Tsongkhapa; se caracterizan más por el estudio de la lógica y de la discusión teórica; los segundos, por la meditación y las experiencias psíquicas de yoga. Sin embargo, no faltan en ambos el ritual y las técnicas tántricas.

La enseñanza fundamental del 1amaísmo es la ausencia de la realidad propia, de las cosas en sí, de los fenómenos; la única realidad es lo absoluto, que no se puede definir. Recibe el nombre de vacío, shunyatá, o también de realidad en sí, tathatú; es algo que se logra mediante las técnicas del yoga y no por el razonamiento intelectual. El mádhyamika tuvo que luchar contra el nihilismo y aceptó dos especies de verdad, como en el Vedánta ortodoxo: la verdad absoluta en la cual no existe el mundo fenomenológico, y la verdad relativa, que admite la ilusión de los fenómenos, snang-stong.

La conducta ordinaria del «laico» tibetano pertenece al orden de la verdad relativa, mientras que la verdad absoluta está reservada a los que siguen el camino estrecho y difícil del yoga y de los tantras importados de la India. La meditación, sgrub, es la parte más importante para realizar la relación entre la existencia fenomenológica y el gran vacío de lo Absoluto; el 1amaísmo ha edificado una serie muy complicada de técnicas de creaciones mentales y de meditaciones sobre ellas para legalizar justamente la ilusión de la existencia fenomenológica. Afirman que tales técnicas producen poderes extraordinarios, dngos-grub.

Para ayudar a la devoción de los fieles y a la meditación de los monjes, el arte lamaico ha desarrollado un gran número de representaciones de budas, bodhisattvas, diosas y dioses tutelares, demonios protectores y defensores de la fé budista, genios; las representaciones siguen un canon estético muy estricto. Las estatuas son de oro decorado con piedras preciosas, de cobre y de bronce; las pinturas sagradas, al estilo chino, son las thankas, de colores fuertes y muy detalladas; representan a todo el panteón lamaico y se encuentran en los monasterios y casas particulares.

Las figuras, sus atributos y símbolos, su decoración, sus posiciones, sus gestos, sus vestidos obedecen a normas definidas y clásicas en el arte tibetano. Los fieles utilizan mucho los hechizos, amuletos y talismanes preparados por brujos y magos tántricos; consisten en papeles o telas con mantras, figuras, caracteres sagrados, que se llevan sobre el cuerpo en pequeñas cajas, a menudo muy cinceladas.

Sus doctrinas se reducen a un animismo muy complicado que coloca espíritus y demonios en todos los puertos de montaña, en la tierra y en los ríos; son divinidades malignas a las que hay que ofrecer sacrificios de animales y seres humanos, como ocurrió en el valle del Sutlej, y que han quedado en el simbolismo ritual de las fiestas religiosas tibetanas. El 1amaísmo había tomado del Bon muchas técnicas mágicas que ejecutaban los brujos tántricos; había a veces muy pocas diferencias entre esos brujos primitivos y los verdaderos Bonpo. Todas esas prácticas mágicas daban al 1amaísmo su carácter muy particular, mezcla de magia popular y de alta metafísica budista.

Organización

Se da mucha importancia en el lamaísmo a la jerarquía, no sólo por la capacidad de mando y decisión, cuanto por estar más cerca de la divinidad.

El mando supremo está en manos de dos lamas:

  • El Grande, o Dalai Lama
  • "otro" Lama, Panchen o Bogodo.

Antes de la invasión china de 1950, ambos lamas tenían la misma autoridad; pero el Dalai Lama tenía prerrogativas que la hacían más poderoso en la práctica y más influyente ante los monjes.

  • Bajo los dos lamas se hallan los Hu­tukhtus, o dignatarios espirituales.
  • Y en el tercer nivel se hallan los "Hobilghans" o "bodhisattvas", que dominan las disciplinas éticas y espirituales.

Los tres niveles indicados constituyen el clero más alto y, por lo tanto, el que manda en los monasterios y en la sociedad con sus decisiones y sus influencias. Sus miembros son mirados como reencarnaciones de los santos budistas anteriores y merecen especial respeto. Existe otro rango religioso inferior, formado por hombres que pudieran demostrar su integridad y honradez en el obrar y competencia teológica. Se mueven con más libertad personal, pero gozan de menos consideración por parte de los seguidores.

Y hay otro clero más bajo todavía, que es el que realiza los trabajos en los monasterios y el que es mirado como si fuera más cercano al pueblo fiel.

Está formado por cuatro órdenes: los novicios, los monjes asistentes o compañeros, los religiosos mendicantes que allegan recursos, y los profesores o abades de otros monjes que ayudan a aprender y retener los textos sagrados. Todos hacen voto de celibato y la mayoría vive en monasterios.

Escrituras

Las escrituras lamaístas se basan en las fundamentales del budismo. Pero se añaden otras divididas en dos grupos:

  • el canon o lista de libros sagrados,
  • el comentario exegético.

El canon se centra en el recuerdo de los consejos y mandatos de Buda y de otros textos de la India y de China. Contiene más de mil escritos que, en algunas ediciones, llenan más de cien volúmenes de mil páginas cada uno. El comentario exegético es igualmente voluminoso, pero no posee la autoridad indiscutible del canon.

Ritos

El lamaismo tiene en lo esencial un culto búdico esencial. Está cargado de otros elementos que le acercan a cierto misticismo esotérico del tantra, devoción que incluye tanto el "yoga" como el "mantra" en diversos niveles.

Con ese culto asegura su influencia y su ascendiente sobre el pueblo sencillo. Y, sobre todo, asegura abundancia de donativos y limosnas que permiten a los monasterios vivir con determinado desahogo material, aunque no con riqueza.

Se da importancia a las fiestas, las cuales congregan a muchos fieles en los templos, santuarios y altares asistidos por los diversos órdenes de monjes.

En ellas se multiplican las decoraciones simbólicas y los gestos. Los fieles llevan al templo leche, mantequilla, , harina y otras ofrendas similares. Los sacrificios de animales están totalmente prohibidos.

Las fiestas más importantes son:

  • Año Nuevo, celebrada en febrero, marcando el comienzo de la pri­mavera;
  • Festividad de las Flores, situada al comienzo del verano, para conmemorar la reencarnación de Buda;
  • Festividad del Agua, que se celebra en agosto y septiembre, para señalar el comienzo del otoño.

Referencias

  1. Novikov, M. P. Breve diccionario de Ateísmo.Editorial de Ciencias Sociales. Ciudad de La Habana, 1981.

Fuentes