Leptospirosis

Leptospirosis
Información sobre la plantilla
Leptospira 2.jpg
Concepto:Infección bacteriana grave y poco común que ocurre cuando las personas están expuestas a ciertos ambientes.

Leptospirosis. En medicina humana y veterinaria, la leptospirosis (también conocido como enfermedad de Weil o Ictericia de Weill) es una enfermedad febril transmitida por la Leptospira interrogans, una bacteria del orden Spirochaetales, de la familia Leptospiraceae, que afecta a humanos y a un amplio rango de animales, incluyendo a mamíferos, aves, anfibios, y reptiles. Los principales síntomas en la mayoría de los casos son la ictericia, insuficiencia renal, hemorragias y afectación de las meninges. Es una enfermedad zoonótica, principalmente en épocas de lluvias e inundaciones y de amplia distribución mundial.

La leptospirosis es una de las zoonosis más comunes y un importante problema de salud pública, aunque se desconoce la prevalencia real de esta patología. La infección es comúnmente transmitida a humanos cuando el agua que ha sido contaminada por orina animal se pone en contacto directo con lesiones en la piel, ojos o por las mucosas. En zonas no tropicales, los casos de leptospirosis muestran relativamente marcadas estaciones, donde la mayoría ocurren entre agosto y septiembre o entre febrero y marzo.

Historia

Fue primariamente descrita por Weil en 1886, aunque recién en 1907 Stimson pudo visualizar el microorganismo en un corte de tejido renal de un paciente fallecido durante una epidemia de fiebre amarilla y en 1915 el agente fue cultivado y aislado por los japoneses Inada e Ido, al que denominaron Spirochaeta icterohemorrhagiae.

Etiología

El agente etiológico de la leptospirosis pertenece al orden Sprirochaetales, familia Leptospiraceae y género Leptospira, que comprende 2 especies: L. interrogans, patógena para los animales y el hombre y L. biflexa, que es de vida libre. L. interrogans se divide en más de 210 serovares y 23 serogrupos. Esta clasificación tiene importancia epidemiológica ya que el cuadro clínico y en general la virulencia no se relacionan con el serovar. Recientes estudios genéticos han permitido demostrar que la taxonomía del género Leptospira es más compleja, habiéndose podido diferenciar 8 especies patógenas y 5 no patógenas.

Leptospira es una bacteria muy fina, de 6 a 20 µm de largo y 0,1 a 0,2 µm de ancho, flexible, helicoidal, con las extremidades incursadas en forma de gancho, extraordinariamente móvil, aerobia estricta, que se cultiva con facilidad en medios artificiales. Puede sobrevivir largo tiempo en el agua o ambiente húmedo, templado, con pH neutro o ligeramente alcalino.

Causas, incidencia y factores de riesgo

La leptospirosis es causada por la exposición a varios tipos de la bacteria Leptospira, la cual se puede encontrar en los climas más cálidos, en aguas dulces que han sido contaminadas por la orina de animales. No se propaga de una persona a otra, excepto en casos muy raros cuando se transmite a través de la leche materna o de una madre a su feto.

Algunos de los factores de riesgo son:

  • Exposición ocupacional: agricultores, granjeros, trabajadores de los mataderos, cazadores (tramperos), veterinarios, leñadores, personas que trabajan en las alcantarillas, personas que trabajan en los arrozales y el personal militar.
  • Actividades recreativas: nadar en aguas dulces, hacer canotaje, kayaking y ciclomontañismo en áreas cálidas.
  • Exposición en el hogar: perros mascota, ganado doméstico, sistemas de recolección de agua de lluvia y roedores infectados.

La leptospirosis es infrecuente en la parte continental de los Estados Unidos y el mayor número de casos lo tiene Hawai.

Cuadro clínico

El tiempo de incubación de la bacteria en el ser humano, es decir desde que entra al organismo hasta que se manifiesta puede ser de 4 a 8 semanas. En esta primera fase la enfermedad se muestra con síntomas similares a los del resfriado común, una presentación clínica que es muy similar al dengue, fiebre amarilla, malaria, gripe y muchas otras enfermedades tropicales, caracterizada por fiebre, dolor de cabeza y dolor muscular, haciendo que ese período inicial sea difícil de diagnosticar y orientar un tratamiento oportuno.

Luego de esta fase y de un periodo sin molestias, puede seguir una fase de mayor gravedad de la enfermedad, dependiendo del grupo serológico bacteriano, presentándose otros síntomas como: irritación conjuntival, irritación meníngea, rigidez de nuca, insuficiencia renal, ictericia, hemorragias intestinales o pulmonares, arritmia o insuficiencia cardíaca o dificultad para respirar.

La enfermedad dura desde unos pocos días hasta tres o más semanas, dependiendo de su gravedad. La mayor parte de las infectados presentan sólo una primera fase, presentando molestias leves o no presentado ningún tipo de molestias. La segunda fase puede ser grave y, si no es tratada debidamente puede provocar una recuperación lenta (meses), más raramente daños renales e incluso en casos extremos la muerte.

Los animales que se tratan o que desarrollan una respuesta inmune adecuada, suelen sobrevivir, pero si no se tratan suelen desarrollar enfermedad renal y hepática crónicas. Puede darse en animales de cualquier edad, sexo o raza, y no siempre produce síntomas.

La infección puede ser más o menos aguda y en general algunos de los síntomas que pueden aparecer son falta de apetito (no comen ni beben), depresión, fiebre, vómitos y hemorragias, lo que puede conducir a la muerte. En casos menos agudos, puede llegar a producir alteración hepática y renal, junto con conjuntivitis y signos respiratorios (tos, dificultad respiratoria, etc.). Si superan esta infección, pueden desarrollar alteraciones hepática y renal crónicas.

Puede tornarse la tez de color amarillo, esta enfermedad causa una fuerte ictericia, dolor de cabeza, escalofríos, anemia y a veces erupción; el periodo de incubación de la enfermedad es de 15 días, pudiendo ser de 8 a 32 días.

Signos y exámenes

Se analiza la sangre en busca anticuerpos contra la bacteria. Otros exámenes que se pueden hacer son:

Tratamiento

Los antibióticos de elección son penicilina 1,5 MUI c/6 horas i/v o tetraciclinas, preferentemente doxiciclina 100 mg c/12 horas por vía oral, durante 7 días. Además de la quimioterapia específica son necesarias las medidas sintomáticas, la corrección de las alteraciones hemodinámicas, del equilibrio hidroelectrolítico, la asistencia renal y otras medidas de soporte vital.

Los casos complicados o serios pueden necesitar tratamiento complementario o tratamiento en una unidad de cuidados intensivos de un hospital.

Expectativas (pronóstico)

El pronóstico generalmente es bueno. Sin embargo, un casos complicados puede ser potencialmente mortal si no se trata de manera oportuna.

Complicaciones

  • Reacción Jarisch-Herxheimer cuando se administra penicilina.
  • Meningitis.
  • Sangrado severo.

Situaciones que requieren asistencia médica

Consulte con el médico si tiene algún síntoma o factores de riesgo para la leptospirosis.

Prevención

La lucha contra el reservorio, como la desratización en el campo y en el hogar, la separación, tratamiento y sacrificio de animales enfermos, la destrucción de leptospiras en terrenos encharcados, ha dado resultados relativos. El drenaje de terrenos, las medidas de protección de los trabajadores (uso de botas y guantes) el no bañarse en aguas de río o estancada, estar calzados, el control sanitario de los animales importados, la realización de construcciones a prueba de roedores.

Las vacunas activadas de uso animal utilizadas evitan la infección pero no el estado de portador. Un problema importante para la fabricación de vacunas es que los antígenos son específicos de cada serovar, por lo que debería haber una vacuna para cada área geográfica. Se dispone de una vacuna trivalente para uso humano, la cual es aplicada a toda la población con riesgo. En personas con exposición que no permanezcan el tiempo suficiente para recibir las 2 dosis de la vacuna ha sido útil la quimioprofilaxis con Doxiciclina (en menores de 8 años no se debe aplicar por provocar manchas en los dientes) en dosis de 100 mg, 2 veces por semana.

Las medidas de prevención a tener en cuenta son: mejorar las condiciones socioeconómicas y el autocuidado y la autoprotección utilizando métodos de barrera, que protejan piel y mucosas, cuando se realizan actividades con riesgo de contaminación.

Se recomienda vacunar a los animales domésticos, en especial perros. Aunque la infección renal puede ocurrir en animales vacunados y se han descrito casos de hombres que adquirieron la enfermedad a partir de perros vacunados, ello es infrecuente. La vacuna no protege totalmente porque hay muchos tipos de leptospiras y la vacuna no inmuniza contra todos.

Enlaces externos

Fuentes

  • Ko AI. Leptospirosis. In: Goldman L, Ausiello D, eds. Cecil Medicine. 23rd ed. Philadelphia, Pa: Saunders Elsevier; 2007:chap 344.