Liberación de Cabaiguán

Liberación de Cabaiguán
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Fecha:22 de diciembre de 1958
Lugar:Cabaiguán, provincia Sancti Spíritus
Descripción:
Liberación del poblado de Cabaiguán por las tropas de la columna “8 Ciro Redondo”
País(es) involucrado(s)
Bandera de Cuba Cuba
Líderes:
Ernesto Che Guevara


Liberación de Cabaiguán. Hecho histórico acaecido en la localidad de Cabaiguán, pueblo de la provincia de Sancti Spíritus, Cuba. Los pobladores de la localidad junto a las tropas de la columna “8 Ciro Redondo”, lidereadas por el Comandante Ernesto Che Guevara lograron la liberación de la localidad el 22 de diciembre de 1958.

Antecedentes de la toma de Cabaiguán

Después de derrotar a las Fuerzas Armadas de la Tiranía batistiana en la ofensiva de verano, de mayo-agosto del 1958, lanzada por estas contra la Sierra Maestra, el Ejército Rebelde tomó la iniciativa estratégica y la mantuvo hasta finalizar la guerra. El Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz concibió la ofensiva estratégica y trazó los objetivos políticos y militares a cumplir. Uno de ellos fue el envío de dos columnas invasoras hasta el centro y occidente del país con la finalidad de extender las acciones combativas a todo el territorio nacional. Para cumplir esa misión en la provincia Villareña fue destinada la columna invasora No. 8 “Ciro Redondo” bajo el mando del Comandante Ernesto Guevara, quien contó con la colaboración de la columna invasora No. 2 “Antonio Maceo” que comandaba Camilo Cienfuegos, durante la presencia de esta en el territorio. Llegado el Che al Escambray el 16 de octubre de 1958 y con amplias facultades para gobernar militarmente la zona bajo su cargo, adoptó de inmediato las medidas estratégicas.


La estrategia consistía en:

  • Unir todas las fuerzas políticas de la región.
  • Hostigar el aparato militar de la dictadura sobre todo en cuanto a sus comunicaciones.
  • Impedir la realización de las elecciones que bajo una farsa electoral, tendrían lugar el 13 de noviembre de 1958.

La táctica a seguir también fue definida por el Che:

  • Movilizar las columnas guerrilleras en todas las direcciones de esa zona.
  • Atacar las poblaciones vecinas para impedir los comicios. Se establecieron los planes para hacerlo simultáneamente las ciudades de Cabaiguán, Fomento y Sancti Spíritus, mientras se sometería el pequeño cuartel de Güinia de Miranda y se atacaría el de Banao.
  • Cambiar el sistema de lucha en las ciudades, puesto que a toda marcha, diría el Che trasladamos los mejores milicianos de todas las ciudades al campo de entrenamiento para recibir instrucción de sabotaje que resultó efectivo en las áreas suburbanas.
  • Crear una base de operaciones que sirviera de apoyo a las acciones combativas. Esta quedó establecida en la zona de El Pedrero, en las alturas de Sancti Spíritus, lugar estratégicamente ubicado, inaccesible para el enemigo y de fácil defensa para los revolucionarios. Desde el mismo se podía operar contra las principales vías de comunicaciones, tanto al sur como al centro de la provincia en importantes localidades como Sancti Spíritus, Placetas, Fomento, Guayos y Cabaiguán.

Con inteligencia, autoridad y gran flexibilidad el Che, logró conjugar intereses contrapuestos y limar asperezas entre las diferentes fuerzas políticas. En este sentido gran importancia tuvo la integración de las fuerzas de Víctor Bordón a las del Ejército Rebelde; los contactos personales del Che con el Directorio Revolucionario 13 de Marzo, y la firma por todos del Pacto del Pedrero el 1ro de diciembre del 1958. También es de vital importancia la decisión del Partido Socialista Popular de unirse a este Pacto el día 9 del propio mes de diciembre. En este tiempo se reorganizaron las milicias urbanas con sentido suburbano, subordinadas al mando militar. Entre los objetivos de estos figuraban cortar las vías de comunicaciones y atacar los puntos vulnerables de los pueblos y ciudades después de los cual se refugiaban en el campo. Se destaca en este periodo los dos intentos de tomar Cabaiguán por las fuerzas rebeldes. Según testimonios de Casiano Olivera, el primer intento se produce en la noche del 1ro de noviembre de 1958. Los rebeles se acercaron a Cabaiguán y esperaron la orden de entrar en acción, pero debido a que parte de la columna se desvió por un camino que la condujo hasta las cercanías de Sancti Spíritus hubo que desistir de la idea. El segundo intento se produjo el día 21 de noviembre y durante esta acción se incendió la refinería, se ocuparon los equipos de la emisora local Radio Cubanacán y se mantuvo el control del pueblo por un breve espacio de tiempo.

A partir del 30 de noviembre y hasta el 4 de diciembre de 1958 se llevó la ofensiva de El Pedrero por las fuerzas batistianas. Estas estaban compuestas por el 11 y 22, batallones de combatientes contra guerrillas reforzadas con la 33A y la 36 Compañía. Como medios agregados contaban con 6 blindados M-3ª1. Como resultado de esta compaña militar el Ejército no cumplió sus objetivos, sufrió decenas de bajas y perdió armas, municiones y técnica, además, aunque el enemigo pudo tomar la iniciativa, elegir el momento y lugar por donde efectuar el ataque y escoger los itinerarios, no logró la sorpresa táctica. Debe añadirse, así mismo que no determinaron donde concentrar sus fuerzas y medios para dar el golpe principal, error que les imposibilitó ser fuertes en una de las direcciones del ataque. La baja moral combativa de las tropas fue otros factores influyentes en el revés sufrido. El genio militar del Che y el valor desplegado, tanto por él como por sus fuerzas, convirtieron en aplastante derrota los que fue la última fuerza del ejército de la tiranía y sumaron otro importante triunfo a las victorias obtenidas por el Ejército Rebelde tras el rechazo a la ofensiva general de verano.

Liberación de Cabaiguán por las Fuerzas Rebeldes

Estrategia y Táctica del Che en la Toma y Liberación de Cabaiguán.

“Durante los meses de noviembre-diciembre de 1958 fuimos cerrando gradualmente las carreteras. El Capitán Silva bloqueó totalmente la carretera de Trinidad a Sancti Spíritus y la carretera central de la isla fue seriamente dañada cuando se interrumpió el puente sobre el río Tuinicú, el ferrocarril central fue cortado en varios puntos, agregando que el circuito sur estaba interrumpido por el II frente y el circuito norte cerrado por las tropas de Camilo Cienfuegos, por lo que la isla quedó divida en dos partes”.

Hasta este momento el Che había logrado cumplir el plan estratégico ordenado por Fidel, sin embargo a iniciativa propia y en estrecha relación con la estrategia general y las tácticas empleadas en la lucha, elaboraría su concepción estratégica y táctica para la toma y liberación de Cabaiguán. Su estrategia concreta, en correspondencia con la situación militar operativa, consistía en: 1- Establecer sobre Cabaiguán un cerco que presionara a las fuerzas de la tiranía dislocada en pequeños puntos avanzados, obligándolas a concentrarse en el interior de la ciudad. 2- Impedir todo posible refuerzo desde las cuidades de Sancti Spíritus y Placetas.

El 4 de diciembre de 1958 en un combate de encuentro de la Finca Limones del barrio de Santa Lucía entre de las fuerzas de la columna 8 y de la tiranía, serían derrotadas estas últimas, no sin lamentar la pérdida del valeroso combatiente Sergio Soto. La derrota sufrida por los militares batistianos los ahuyentó de la zona y de la comunidad de Santa Lucía, corriendo a refugiarse en el cuartel general de Cabaiguán.

Según testimonios de Arístides Corrales en la noche del 20 de diciembre en la Bodeguita de Cuatro Esquina, Santa Lucía, a poco más de 3 km de Cabaiguán, el Che, utilizando un esquema, puntualizó su idea táctica para el asalto y tola de la cuidad.

Esta consistía en: El Comandante Víctor Bordón con sus fuerzas y el apoyo del pelotón del Capital Orlando Pantoja (Olo) perteneciente a la columna invasora debían atacar y apoderarse del poblado de Guayos, importante localidad por el número de habitantes y su tradición revolucionaria, impedir cualquier refuerzo al cuartel de Cabaiguán de tropas enemigas procedentes de Sancti Spíritus y tomado el pueblo avanzar hacia Cabaiguán para apoyar las acciones en esta ciudad.

El Capitán José Ramón Silva con su pelotón debía atacar y aniquilar las fuerzas vivas del enemigo que defendían la Microonda del cuarte, ubicada en la loma “La Campana”, aproximadamente a 1 km de Cabaiguán, neutralizada y con ellos primar al enemigo de su principal vía de comunicación con otros mandos.

Situar emboscadas en todas las vías de acceso a la ciudad con pequeños grupos rebeldes para impedir el avance de posibles refuerzos de poblados vecinos.

Avanzar hacia el interior de la ciudad por distintas direcciones por las fuerzas principales de la columna y otras fuerzas rebeldes y apoyados por los combatientes clandestinos y el pueblo, atacar y liquidar los grupos de soldados, policías y francotiradores apostados en las azoteas de los edificios, lo cual debía quedar libre el avance hacia el cuartel, principal bastión de la resistencia militar enemiga.

Avanzar lo más posible hasta las proximidades del cuartel, bajo la presión del fuego, dominar al enemigo a su rendición incondicional para evitar el innecesario derramamiento de sangre.

Establecer la comandancia para la dirección del combate en la Escogida Gutiérrez en la calle Natividad, hoy Avenida Libertad, donde debía permanecer el 2do al mando de la columna, Comandante Ramiro Valdés.

El desarrollo de las acciones demostraría en la práctica lo acertado del pensamiento táctico del Comandante Guevara.

Toma de Cabaiguán: Factor influyente en el desenlace de la Campaña de Las Villas

El día 20 de diciembre de 1958 fuerzas del Ejército Rebelde apoyadas y reforzadas por el Directorio Revolucionario, iniciaron el sitio de Cabaiguán, bajo el mando directo del Comandante Ernesto Guevara.

Estrechamente el cerco sobre el enemigo los atacantes cortaron toda la posibilidad de refuerzos con armas pesadas al volar los puentes sobre los ríos Calabazas y Falcón. En respuesta a estas acciones y demostrando su incapacidad militar, el mando batistiano ordenó el bombardeo sobre Cabaiguán, destinado para ello una avioneta y dos B-26.

El propio día 20 en la noche — recuerda Arístides — “… el Che nos reunió en la tienda de Cuatro Esquina de Santa Lucía. Allí desplegó un mapa de Cabaiguán y comenzó a explicar como se haría la acción”

El plan táctico del Che contemplaba lo siguiente:

  • El pelotón de “El Vaquerito” iría a tomar el Hotel Sevilla pues, se suponía, que en el hubiesen guardias.
  • El pelotón de Silva atacaría la estación de la Microonda, en la loma “La Campana”.
  • Las fuerzas principales de la columna dirigidas personalmente por el Che atacarían el cuartel en estrecha cooperación con el pelotón de Manuel (el Isleño) que atacaría por la retaguardia.

El Che entra en la Ciudad por el Oeste (carretera de Santa Lucía) y establece su comandancia en horas de la madrugada del 21 de diciembre en la Escogida de Gutiérrez (hoy Planta de Proceso de Acopio y Beneficio del Tabaco). En este lugar debía quedar el segundo al mando de la columna el Comandante Ramiro Valdés.

Silva con sus hombres, aprovechando las condiciones creadas se dirige hacía la Microonda a cumplir su misión. El itinerario escogido fue calle Natividad, cruzando el ferrocarril, tomó la calle República hasta la carretera de Neiva, después torció a la izquierda por el callejón de Segrega. El enemigo está bien atrincherado y el capitán invasor da la orden de rodear la elevación y realizar el fuego desde todas las direcciones.

El enemigo resiste, el combate se intensifica y se prolonga. En el fragor del combate son heridos de muerte Carlos Simón González y el Teniente Invasor Silverio Blanco, ascendido posteriormente a Capitán como reconocimiento a los méritos obtenidos y servicios a la causa.

Simultáneamente a estas acciones “El Vaquerito” se dirige a tomar el Hotel Sevilla. En el hotel no había soldados. No obstante que no se produjo el encuentro, hubo que lamentar la pérdida del combatiente Noel Sancho que muere al caer y escapársele un disparo de su calibre 12, cañón recortado. “El Vaquerito” es informado de la presencia de guardias en la escogida de Olegario Cuervo y se dirige hacía allí. Los batistianos se entregan sin disparar un tiro.

Informado de esto el Che le ordena al Vaquerito dirigirse hacía la Microonda y relevar al pelotón de Silva quién debía comenzar el ataque sobre el cuartel.

Ya en las primeras horas de la tarde los 10 soldados que se encontraban en la microonda se rinden quedando esta en manos del pelotón de “El Vaquerito”que fue el que concluyó la acción. A las 2.00 pm se había limpiado de enemigos toda el área de la ciudad quedando circunscrita la resistencia al cuartel. La aviación enemiga comenzó el ametrallamiento con la avioneta y los B-26 durante 1 hora aproximadamente en las cercanías del cuartel que había sido desalojado de civiles.No obstante poco a poco se fue estrechando el cerco sobre esta importante plaza, cuya toma significaba la liberación del poblado.

El “Isleño”seguía acercándose cada vez más al cuartel por el fondo. Ante cada movimiento ofensivo de las fuerzas rebeldes, el enemigo repostaba con una poderosa barrera de fuego salida de una ametralladora cal.30 ubicada en la casa de dos plantas identificada con el No. 143 A en la calle Valle (hoy Avenida Sergio Soto), deteniendo el avance de los rebeldes.

Pero el Che insistió: “Hay que rodear el cuartel por donde sea, de cualquier forma”. Ante la orden Silva y su pelotón se lanzan a un nuevo ataque. El Capital invasor dirige sus hombres, cruza la central y tomando por una cañadita que se encuentra en áreas de la actual Plaza de la Revolución del Municipio, se acerca temerario al cuartel hasta que un proyectil enemigo le destroza el brazo derecho y cae sin sentido. Rogelio Acevedo lo sustituye en el mando. Tiempo después fue necesario amputarle el brazo al bravo Capital Silva.

En medio del ataque, el Che tripulando Toyota rojo, es reconocido por la población que empieza a victorearlo y darle información sobre la composición y números del enemigo. “Hay francotiradores en diferentes edificios”, pero el Che desoye la advertencia y con una pequeña escolta se dirige al puesto de mando del Jefe enemigo. Los disparos pican cerca, pero él sigue de edificio en edificio y al saltar una azotea, resbaló y cae fracturándose el brazo izquierdo.

Apenas curado, con el brazo inyesado y la frente vendada, el Che retorna al combate recorriendo las posiciones rebeldes.

“Inspecciona a sus muchachos — recuerda Núñez Jiménez — da órdenes, levanta aún más la alta moral combatiente. Su estampa de guerrillero, barbudo con el pelo cayendo sobre los hombros, la ropa sucia, con una granada de mano colgándole de la canana, la boina negra, trofeo de guerra quitado al enemigo, nunca fue más impresionante”.

Ante la petición de algunos vecinos el Che accede a que se gestione una tregua y platee la rendición de los sitiados. Por teléfono el Capitán enemigo pide la retirada de los Rebeldes y que se les permita salir de Cabaiguán para juntarse con otras tropas batistianas. El Comandante del Ejército Rebelde responde con un ¡No! a la absurda proposición.

Sin escuchar a sus subordinados el Che toma una decisión: ir personalmente al cuartel. Va exigir la rendición de todas las tropas de la tiranía. Sobre estos momentos trascendentales Núñez Jiménez relata que un rebelde que viene en la invasión desde la Sierra dice: “Si cogen al Che acabamos con el cuartel ese a mordidas”.

Un pequeño grupo de hombres se dirige al cuartel. Piden hablar con el Jefe de la guarnición. Se armó un revuelo entre la soldadesca y aparece un oficial:

-¿Qué desean? Preguntó. -Mire — le dijo el Che — están perdidos, están totalmente rodeados. Entendemos que deben evitarse derramamientos de sangre sin necesidad. -Usted le dice al Comandante Guevara … El oficial no pudo terminar. En forma seca el Jefe de la columna No. 8 los interrumpió. -No hace falta. El Comandante Guevara soy yo.

Fue tanto el impacto causado que inmediatamente el enemigo aceptó parlamentar y se convino en la rendición.

A las 2.00 am del 22 de Diciembre de 1958 se produjo la rendición de los defensores del cuartel, último reducto de la tiranía batistiana en Cabaiguán. En ese momento comandaba la plaza el capitán Pelayo González y en la misma habían 90 hombres. A estos se les concedió la libertad y que se retiraran en camiones hacia Placetas, previa la entrega de las armas. Esta táctica del Che con los guardias de Cabaiguán desmoralizó y amedrentó mucho a los de Placetas, pues asombrados de haber salido con vida de Cabaiguán se convirtieron en propagandistas de la causa rebelde que repercutió en las batallas de Placetas y Santa Clara.

Con el fin de esta acción Cabaiguán se convirtió en el primer municipio de la carretera central que liberaban las tropas del Che en Las Villas. En la toma del cuartel se sufrió la irreparable pérdida de Alfredo Salas y fueron heridos el Capitán Silva, Meisy Jiménez, Leonardo Tamayo y Onofrio Valdés.

Sobre este combate escribió más tarde el Che: “En Cabaiguán se demostró de nuevo la infantería a los sitiados”. Después de esta acción fueron ascendidos a Capitán los Tenientes Rogelio Acevedo y Ramón Pardo y a Teniente los soldados Santiago Pérez, Raúl Castro y Leonardo Tamayo.

El botín ocupado en las acciones por la toma de Cabaiguán fue: 1 Ametralladora cal30, 2 Fusiles Ametralladoras Browling, 25 Granadas, 48 Carabinas M-1, 28 Fusiles Sprinfield, 8 Fusiles Cracks, 2 Ametralladoras Thompson, más el abundante parque correspondiente.

De esta forma se incorporaba Cabaiguán al Territorio Libre de Cuba. La inmolación de los valientes compañeros caídos en la toma de Guayos y Cabaiguán los días 21 y 22 de Diciembre de 1958 está muy veneradamente grabada en el corazón de sus compañeros y del pueblo, avalada con el pensamiento martiano que dice: “Los muertos son las raíces de los pueblos, y abona con ellos la tierra, el aire nos los devuelve y nutre con ellos”.

El 22 de Diciembre es también el día que dedicamos a recordar al héroe inconmensurable que nos dejó el encargo patriótico e internacionalista que si algún día caía por la defensa de otras tierras del mundo no faltara la mano valiente que empuñara su arma, ni el oído receptivo a su prédica revolucionaria, ni juventud virtuosa que entonara nuevos himnos de victorias.

“En cualquier lugar que nos sorprenda la muerte, bienvenida sea, siempre que ese nuestro grito de Guerra, haya llegado a un oído receptivo y otra mano se tienda para empuñar nuestras armas y otros hombres se apresten a entonar los cantos luctuosos con tableteo de ametralladora y nuevos gritos de guerra y de victoria” Che.

Fuentes