Liberación de Meneses
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Liberación de Meneses. El 17 de diciembre de 1958, fuerzas del Ejército Rebelde, bajo el mando directo del comandante Félix Torres, libraron un combate con el ejército de la tiranía en El Manguito, liberando el poblado de Meneses y las zonas aledañas.
Localización
El poblado de Meneses se encuentra en la zona centro del municipio de Yaguajay a 8 km al sur de la cabecera municipal, en la sierra de Meneses-Cueto, a 220 m de altitud. Limita por el norte con Yaguajay, al sur con los consejos populares de Itabo y Jarahueca, y al oeste con la cordillera montañosa Bamburanao.
Su importancia estratégica en 1958 se debía a su posición junto la carretera que comunicaba Sancti Spíritus con Yaguajay, utilizada por la tiranía para el envío de soldados y abastecimientos para la lucha contra los rebeldes. Asimismo, disponía de un cuartel de la guardia rural, con numerosos soldados y equipamiento.
Contexto
El 22 de agosto Camilo Cienfuegos abandonó la Zona de Providencia, en la Sierra Maestra, con su Columna Invasora integrada por 92 combatientes y armada con unas 82 armas rumbo al llano para penetrar, después de múltiples penalidades y extraordinarias muestras de heroísmo, en la antigua provincia de Las Villas el 7 de octubre de 1958.
Se propuso atacar las pequeñas guarniciones para posteriormente con más armas y combatientes asaltar las guarniciones grandes y liberar los pueblos de mayor importancia. Bajo esa estrategia se combatió entre octubre y diciembre de 1958 en Seibabo, Venegas, Zulueta en dos ocasiones, General Carrillo, Jarahueca, Iguará, Meneses, Mayajigua y Yaguajay, en cuyo cuartel y otras dependencias se habían hecho fuerte las tropas enemigas, por lo que se requirieron nueve días de batallar para tomarlo. Esta victoria coincidió con la toma de la ciudad de Santa Clara por las tropas del Che y con la fuga del dictador Fulgencio Batista.
Desarrollo
El 17 de diciembre de 1958, en horas de la mañana, se desarrolló el combate de El Manguito, a unos tres kilómetros al norte de Meneses, cuando fuerzas rebeldes al mando del comandante Félix Torres, acampadas en Jobo Rosado, fueron informadas por combatientes de la clandestinidad de Meneses, sobre los preparativos para la fuga de las tropas de la tiranía ubicadas en ese poblado con el objetivo de replegarse hacia Yaguajay, y evitar el inminente ataque de los rebeldes contra su cuartel.
Las tropas rebeldes se dirigieron a marchas forzadas hacia el oeste y tomaron posiciones a la orilla de la carretera cuando avistaron al enemigo que traía los caballos sueltos por delante de la columna compuesta por varios vehículos que transportaban unos 60 militares entre policías y guardias rurales. De inmediato se produjo el combate que desordenó el maltrecho orden combativo que traía la fuerza batistiana. Debido al intenso fuego rebelde, que les impidió continuar la marcha, los batistianos se vieron obligados a abandonar los vehículos para tomar posiciones en las cunetas de la carretera, en tanto se intensificaba el hostigamiento por parte de los rebeldes.
La acción se efectuó al cruzar el montecito de El Manguito, y tras el nutrido fuego de los rebeldes se produjo una fuga precipitada de parte de los efectivos de la tiranía por las maniguas de los potreros circundantes, mientras que al grueso se les impidió todo tipo de maniobra hasta que se rindieron. El enemigo sufrió ocho muertos y varios heridos. Se les ocuparon 29 armas y miles de cartuchos.
El ejército rebelde sufrió la muerte del combatiente José Antonio García Borroto. Luego los rebeldes penetraron en Meneses, lo ocuparon y prendieron fuego al cuartel. Los guardias en su retirada habían colocado cargas de dinamita, que con el fuego explotaron. También prendieron fuego al Juzgado, después de poner a resguardo la documentación. En medio del júbilo popular llegó el comandante Camilo Cienfuegos, que habló al pueblo concentrado en el parque.
Fuentes
- Arcadio Ríos. Hechos y personajes de la Historia de Cuba. Recopilación Bibliográfica. La Habana, 2015. 320 p.
- Gabriel Pérez. Camilo, cronología de un héroe. Editorial Gente Nueva. La Habana, 1075.Págs. 54-56.
