Libro de Amós

Libro de Amós
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Libro bíblico del Antiguo Testamento y del Tanaj hebreo. Pertenece a la colección de los así llamados "Profetas Menores" debido a su escasa extensión y se encuentra ubicado entre los libros de Joel y Abdías.
Nombre original:Amós
Autor(es):Amós
Categoría:Escritura sagrada
Soporte:Papiro
Idioma:Hebreo
Origen:760 y 735 a.C.
Lugar:Tecoa

Libro de Amós. Escrito probablemente entre el 760 y el 753 a.C. Es uno de los primeros libros proféticos. El autor profetiza que Dios ama la misericordia y no solamente los sacrificios formales. Amós nació a unas 12 millas al sur de Jerusalén, pero sus profecías fueron dirigidas al reino del norte (Israel). Él enseño que la futura grandeza de Israel no se aseguraría por medio del poder y la riqueza, sino por la justicia y el juicio.

Sinopsis

Libro bíblico del Antiguo Testamento y del Tanaj hebreo, que en las Biblia cristianas se ubica entre los libros de Joel y Abdías.

Argumento

Amós puede ver bajo la externa prosperidad y el poder de Israel; internamente la nación está corrompida hasta la médula. Los pecados por los que Amós reprende al pueblo son extensos: abandono de la Palabra de Dios, idolatría, adoración pagana, avaricia, liderazgo corrupto, y opresión del pobre. Amós comienza a pronunciar un juicio sobre todas las naciones que los rodean, luego sobre su propia nación de Judá, y finalmente el juicio más severo es dado a Israel. Sus visiones de Dios revelan el mismo mensaje enfático: el juicio está cerca. El libro termina con la promesa de Dios a Amós de la futura restauración del remanente.

Pastor y profeta

Amós es un pastor y recolector de fruta de la aldea judía de Tecoa, en el límite del desierto de Judá (Amos 1:1, cuando Dios lo llama, aunque carece de educación o de un trasfondo sacerdotal. La misión de Amós estaba dirigida a su vecino del norte, Israel. Sus mensajes de impedir la condenación y cautividad para la nación por sus pecados, fueron impopulares y desatendidos en gran manera, porque desde los días de Salomón no había habido tiempos tan prósperos para Israel. El ministerio de Amós tiene lugar durante el reinado de Jeroboam II sobre Israel, y Uzías reinaba sobre Judá.

Fue profeta en Israel, el reino del norte, durante el reinado de Jeroboam II (783 a.C - 743 a. C.). Escribió el libro de la Biblia que lleva su nombre. Se le considera uno de los Doce Profetas a quienes se denomina "profetas menores" por la brevedad de sus libros.

Amós, con la rudeza y estilo directo de un pastor e inspirado por la fidelidad a Yahveh, condenó la corrupción de las élites, la injusticia social y el ritualismo ajeno al compromiso de vida, anunciando el fin de Israel. Acusado por el sacerdote Amasías de conspirar contra el rey (Amos 7:10-11), fue expulsado del templo de Betel (Amos 7:12-13). Según el apócrifo “Vida de los Profetas” fue herido en la cabeza por un hijo de Amasías, a consecuencia de lo cual murió al llegar a su tierra.

Objetivo de Amós

Enseñar que Yahvéh es el Dios del Universo, y que lo que los hombres llaman "Derecho Natural" no es otra cosa que el imperio del orden moral del que Dios es guardián y Señor. Su poder es ilimitado, y su albedrío sobre la naturaleza y los hombres es infinito. Amenaza y castiga por doquier por violar el orden moral antedicho, pero podría perdonarlos si se reforman. En caso de persistir en el error, destruirá a todos los malvados en un cataclismo que Amós llama "El día de Yahvéh".

El de Amós es un mensaje de terror, amenaza y castigo, pero también de perdón, redención y amor. El único medio de salvación es la conversión a la fe verdadera. Si Oseas es el profeta del amor, Amós es el de la justicia, terrible e inexorable, de Dios.

Profecías

  • El libro de Amós termina con una gloriosa promesa para el futuro. “Pues los plantaré sobre su tierra, y nunca más serán arrancados de su tierra que yo les di, ha dicho Jehová Dios tuyo” (9:15).
  • El cumplimiento definitivo de la promesa de la tierra de Dios a Abraham (Génesis 12:7; 15:7; 17:8) ocurrirá durante el reinado milenial de Cristo sobre la tierra (Joel 2:26,27).
  • Apocalipsis 20 describe los mil años de reinado de Cristo sobre la tierra, un tiempo de paz y gozo bajo el perfecto gobierno del Salvador Mismo. En ese tiempo, el creyente Israel y los gentiles cristianos serán reunidos con la Iglesia y vivirán y reinarán con Cristo.

Principales versículos

Amós 2:4 “Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de Judá, y por el cuarto, no revocaré su castigo; porque menospreciaron la ley de Jehová, y no guardaron sus ordenanzas, y les hicieron errar sus mentiras, en pos de las cuales anduvieron sus padres.”

Amós 3:7, “Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas.”

Amós 9:14, “Y traeré del cautiverio a mi pueblo Israel, y edificarán ellos las ciudades asoladas, y las habitarán; plantarán viñas, y beberán el vino de ellas, y harán huertos, y comerán el fruto de ellos.”

El libro y su mensaje

Aborda el libro de Amós (=Am) con el anuncio del castigo que van a sufrir las naciones y ciudades vecinas a Israel a causa de la crueldad de su conducta en la guerra. Damasco, Bet-edén, Gaza, Asdod y otros lugares son mencionados en una serie de oráculos que preceden al de la condenación a que también Judá e Israel se han hecho acreedoras (1.3–2.16); pues no por ser ellas el pueblo escogido, dejará Dios impunes los pecados que cometieron. Muy al contrario, precisamente a causa de su elección es mayor el compromiso contraído por Israel y mayor su responsabilidad ante los ojos de Dios. En consecuencia, más severa será la sanción que merezca su conducta (3.1–2).

El mensaje medular de Amós representa así una dura crítica contra la sociedad israelita de la época. Fustiga el profeta la injusticia social reinante, el enriquecimiento de muchos a costa de los débiles, explotados sin compasión (3.10; 5.11; 8.4–6); el soborno y la prevaricación de jueces y tribunales (5.12); la opresión, la violencia y hasta la esclavitud a que los más pobres son sometidos (2.6; 8.6). El profeta proclama que el Señor no permanecerá indiferente ante tales pecados, sino que castigará a quienes los cometen (2.13–16; 4.2–3; 5.18–20; 8.3); por eso urge a todo Israel: «¡Prepárate para venir al encuentro de tu Dios!» (4.12).

La última parte del libro (7.1–9.10) contiene una serie de visiones que profetizan la imposibilidad de escapar al juicio de Dios, al castigo inminente que ha de sobrevenir a pesar de las insistentes súplicas de Amós (7.2, 5). Pero si bien tal juicio y tal castigo son ineludibles, también es cierto que Dios no quiere destruir a Israel, sino reconstruirlo y restaurarlo, para que siga siendo, ya en libertad, el pueblo de su elección (9.11–15).

Esquema del contenido

1. Juicios contra las naciones vecinas (1.1–2.5)

2. Juicio contra Israel (2.6–16)

3. Denuncias y amenazas (3.1–6.14)

4. Visiones de castigo (7.1–9.10)

5. Restauración futura de Israel (9.11–15)

Fuente