Lilia Esteban Hierro

Lilian Esteban Hierro
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Junto a Alejo Carpentier
NombreLilian Esteban Hierro
Fallecimiento11 de febrero de 2008
Calabazar, La Habana, Bandera de Cuba Cuba
Causa de la muerteMetástasis de una neoplasia
Nacionalidadcubana
Ciudadaníacubana
CónyugeAlejo Carpentier


Lilian Esteban Hierro. Fue una intelectual española-cubana, esposa del escritor Alejo Carpentier y directora de la Fundación que lleva el nombre del escritor cubano.

Síntesis biográfica

En 1941 contrae matrimonio con Alejo Carpentier en la iglesia de Santa María del Rosario, Monumento Nacional, la llamada “catedral de los campos de Cuba”, que se ubica en las afueras de La Habana. Tenía ella 28 años de edad, y Carpentier, 37, pero se conocían desde siempre pues una estrecha amistad ligaba a la familia de ambos.

A partir de ese momento se convirtió en la más eficaz colaboradora y en la compañera inseparable. Juntos viajan a Haití en 1943, periplo que motiva El reino de este mundo. En 1946 Carpentier le dedica el libro La música en Cuba y desde entonces repetiría en casi todos ellos la misma dedicatoria: “A Lilia”.

Sobrevivió tres décadas a la muerte del esposo, y consagró todo ese tiempo y cuantiosos recursos a multiplicar el alcance y la significación de Carpentier en las letras cubanas. Presidió con pasión y fervor la Fundación que lleva el nombre del marido, y cuya sede hizo instalar en la casa de los condes de la Reunión, uno de los escenarios de la novela El siglo de las luces. Extremaba el celo en todo lo que atañía a Carpentier.

Desde la fundación Alejo Carpentier, que presidió a partir de la creación, realizó una consecuente labor para que el legado del más importante novelista de letras cubanas multiplicara el alcance y significación. Colaboró estrechamente con el Instituto Cubano del Libro, la editorial Letras Cubanas y otras instituciones culturales del país.

Opiniones

Pocas veces como en esta pareja ha sido tan real el verso de Dante: Y eran dos en uno, y uno en dos”, escribió hace ya muchos años el poeta Roberto Fernández Retamar, mientras que el narrador Miguel Barnet prefiere evocar a Lilia como una “maravillosa mujer”; atractiva, elegante, encantadora, una criolla de un porte y una personalidad muy cubanas, y la novelista Marta Rojas la valora como alguien que en cultura y cubanía tanto se semejaba a Carpentier. José Lezama Lima la quería muchísimo, tanto como quería a Alejo.

Muerte

Fallece en La Habana, el 11 de febrero de 2008 a causa de la metástasis de una neoplasia. Los restos descansan en el panteón familiar de la necrópolis Cristóbal Colón.

Fuente