Literatura rusa entre el siglo X y XIX

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Literatura rusa (Siglo X - XIX)
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Concepto:Con el término literatura rusa se alude no solo a la literatura de Rusia, sino también a la literatura escrita en ruso por miembros de otras naciones. La literatura rusa se caracteriza por su marcada profundidad con figuras claves para la literatura. Empezó, como todas, siendo una literatura oral sin cultivo escrito hasta la introducción del cristianismo en 989 y, con él, de un alfabeto adecuado para acogerla.

Literatura rusa (Siglo X - XIX). Literatura de la gran rama rusa de los pueblos eslavos del Este, escrita en lengua rusa. La literatura rusa pertenece a la corriente principal de las letras europeas, a pesar de que su procedencia y sus poderosas tradiciones la diferencian de las del resto del continente. En distintos momentos ha adoptado formas y temas procedentes de focos culturales exteriores a los límites del territorio ruso, pero estos periodos de dependencia cultural terminaron cuando los escritores rusos comenzaron a reelaborar, siguiendo sus propios impulsos e intereses, los materiales procedentes de otros países. En otras ocasiones, por razones políticas y militares, Rusia quedó fuera, a iniciativa propia o de otros, de los movimientos culturales que estaban teniendo lugar en Europa. A estos periodos siguieron otros de gran esfuerzo por integrarse en el cuerpo principal de la literatura europea.

Período primitivo

La literatura rusa empezó a desarrollarse después de que el país adoptara el cristianismo y el cirílico, el alfabeto eslavo. Los libros fueron un medio de propagar la fe y servir en los oficios religiosos. Los primeros libros que aparecieron en Rusia fueron traducciones del griego.

La formación de primeras tradiciones literarias en Rusia vuelve al primer siglo. La adopción del cristianismo alzó el desarrollo de la instrucción, la filosofía y de la literatura teológica. La iglesia vieja eslava era la lengua literaria de Rusia y seguida siendo funcionando hasta el siglo XVII. El incluir de la literatura de la iglesia y las crónicas históricas fueron escritos o traducidos de Griego a la iglesia vieja eslava.

El primer trabajo original de la literatura rusa Slovo O Zakone I Blagodati (1050); Sermón en ley y Grace), escrito por Illarion metropolitana, el jefe de la iglesia ortodoxa en Rusia en aquel momento.

La crónica Povest Vremennykh Let (1113; El cuento de Years, también conocido como Los Chronicle primarios rusos); los trabajos anónimos de esta naturaleza incluyen El cuento de Igor's Campaign y Rogación de Daniel el Immured. El supuesto; vidas del saints formó un género popular de la vieja literatura rusa. (por ejemplo Vida de Alexander Nevsky). Otros monumentos literarios rusos incluyen Zadonschina , Physiologist, Synopsis y Un viaje más allá de los tres Seas. Bylinas - epopeyas populares orales - tradiciones cristianas y paganas fundidas.

Período de Kiev (Siglos X-XIII)

Las primeras manifestaciones literarias en Rusia surgieron hacia el siglo IX, cuando los misioneros y eruditos bizantinos, Cirilo y Metodio, escribieron en un dialecto eslavo macedonio que, más tarde, pasaría a llamarse antiguo eslavo eclesiástico. La primera gran época de la civilización rusa comenzó en el año 988, cuando Vladímir I el Grande, gran príncipe de Kíev, adoptó el cristianismo ortodoxo y abrió el país a la rica herencia bizantina. Durante los 250 años que siguieron a esta decisión, Kiev se convirtió en una gran ciudad, famosa por sus monasterios dedicados al saber y por sus iglesias de estilo bizantino. El antiguo eslavo eclesiástico se utilizó durante varios siglos como lengua literaria, y a ella se tradujeron textos escritos en griego, de carácter religioso y semirreligioso, como liturgias ortodoxas, sermones, vidas de santos y colecciones de máximas.

Siglos X - XI

El inicio de la literatura rusa se remonta a una inscripción antigua en cirílico de tan sólo una palabra en una vasija de vino que data de principios del siglo X. El título oficial del primer libro en eslavo eclesiástico lo tiene el así llamado Código de Nóvgorod, hecho de madera de tilo. Fue descubierto en 2000, tiene cuatro páginas y data de finales del siglo X. Es una selección de salmos.

A finales del siglo X apareció también la breve crónica sobre los hechos de San Vladímiro Sviatoslávich “el Grande”, gran príncipe de Kiev. El Estado Ruso antiguo, dividido en varios principados, cada uno con su propio gobernante, se llamaba la Rus de Kiev y fue dirigido por el príncipe de la ciudad de Kiev, capital de la actual Ucrania, la más poderosa e influyente de aquel entonces, entre 980 y 1015. San Vladímiro Sviatoslávich se bautizó en el año 988 e inició la conversión al cristianismo como religión del país. Entre finales del siglo X e inicios del siglo XI fue registrado por escrito un ciclo de poemas heroicos folclóricos sobre San Vladímiro, no en eslavo antiguo, sino en ruso antiguo. Otra etapa de la literatura popular la marcaron las obras en corteza de abedul fechadas entre los siglos XI y XV: encantamientos, chistes, enigmas, selecciones de recetas y muchas otras.

En la literatura rusa existía una distinción muy clara: los textos religiosos estaban en eslavo eclesiástico, mientras que los laicos, en ruso antiguo, el idioma que utilizaba la misma escritura heredada del eslavo antiguo – el alfabeto cirílico – pero que servía en las esferas de la vida cotidiana. Uno de los textos más famosos eclesiásticos del período es El Cantar de la Ley y de la gracia de Dios del primer metropolita de toda Rusia de origen ruso, Hilarión, fechado entre 1037 y 1050. El Cantar está dedicado al tema de la igualdad de pueblos ante Dios y la Iglesia universal.

Siglo XII

A finales del siglo XII apareció la obra más famosa de la literatura rusa antigua El Cantar de las huestes de Ígor. El argumento de ese poema anónimo en eslavo antiguo está dedicado a una campaña perdida en 1185 por los príncipes rusos contra las tribus de cumanos que amenazaban la región con constantes incursiones. La obra representa una sorprendente mezcla todavía existente de cristianismo y paganismo: en el fragmento más famoso del poema – El Llanto de Yaroslavna – la mujer del príncipe llora la batalla de su marido con el enemigo desde la muralla de su castillo, invocando a los elementos: al sol, al viento, al río Dniéper... Los versos están llenos de simbolismo poético, de metáforas insólitas y llamamientos políticos bastante drásticos a los príncipes gobernantes para que junten sus esfuerzos contra un enemigo común. La notable diferencia de esta epopeya frente a otros textos de la época hizo a los científicos pensar que se trataba de una falsificación posterior, del siglo XVIII. Sin embargo hoy domina la opinión de que es auténtica. Muchos expertos coinciden en que la obra forma parte de una tradición épica de la Rusia antigua totalmente perdida para investigadores de hoy en día.

Siglo XIII

En el siglo XIII aparecieron las primeras obras de género epistolar. Uno de los ejemplos más destacados es La Plegaria de Daniil el prisionero, una petición del autor a Yaroslav II, el príncipe de Pereslavl en aquel entonces. Más tarde, en 1236, se convirtió en el Gran Príncipe de Kíev y desde 1236 – también en el Gran Príncipe de Vladímir. El texto está fechado entre 1213 y 1236. Combina citas de la Biblia y crónicas de la época con elementos de la lengua oral y sátiras contra los nobles y las autoridades eclesiásticas. Se desconocen datos biográficos acerca del autor, pero una de las versiones populares es que Daniil fue un exiliado o un recluso que se dirigía al príncipe en busca de ayuda.

Período moscovita (Mitad del siglo XIII-XVII)

Los tártaros saquearon Kíev a comienzos del siglo XIII y, hacia 1240, sus hordas ya habían ocupado la mayor parte de Rusia. La dominación tártara se prolongó durante dos siglos, periodo en el cual la cultura rusa sufrió una gran decadencia. Tras la expulsión de los invasores en el siglo XV, Moscú se convirtió en la nueva capital de Rusia. En 1453, cuando el Imperio bizantino cayó en manos de los turcos otomanos, Rusia perdió, por una trágica ironía de la historia, el contacto con la fuente de sus valores culturales originales justo en el momento en que se estaba preparando para reestructurarse políticamente tras haberse liberado de sus opresores. Así, cuando empezaron a llegar las ideas renacentistas, Rusia se encontró con una nueva cultura invasora a la que debía hacer frente, la de la civilización de origen latino procedente de Europa occidental. Esta situación, unida a la pérdida de sus valores culturales a causa de la larga dominación tártara y a la imposibilidad de establecer contacto con la civilización bizantina, suprimida por la invasión turca, quedó claramente reflejada en la autobiografía del religioso Avvakum, La vida del arcipreste Avvakum (1672-1675).

Siglo XV

El siglo XIV se caracterizó por un fuerte desarrollo del género de “peregrinajes”: descripciones muy solemnes en eslavo antiguo de viajes a lugares santos. Sin embargo, en el siglo XV apareció la primera obra laica de este tipo: Peregrinaje a través de tres mares del comerciante de la ciudad de Tver, Afanasi Nikitin. Afanasi fue mercader y entre 1466 y 1474 emprendió un viaje a la India. Sin embargo, su expedición no le trajo ningún éxito comercial, con lo cual no tuvo recursos para regresar a casa. Finalmente, eligió un camino de vuelta a través de Persia, Somalia, Omán y Turquía. Sin embargo, jamás consiguió ver su casa, murió en el camino, en la ciudad de Smolensk que aquel entonces pertenecía al Gran Ducado de Lituania. Todas las aventuras que vivió y los países que visitó los describió en un diario que llevaba consigo. Su libro llegó a manos de un funcionario de Moscú y su texto se registró en las crónicas.

Siglo XVI

En los siglos XV y XVI en la literatura rusa siguió desarrollándose el género epistolar. El siglo XVI está marcado por una obra maestra de este tipo: Cartas entre el zar Iván el Terrible y el príncipe Andréi Kurbski, un ex aliado suyo que recibió la fama de primer disidente ruso, al escapar de las represalias del zar a Lituania, parte del imperio polaco de aquel entonces. Hoy en día se conocen cinco cartas: dos por parte de Iván IV y tres de Kurbski. Los temas principales son cuestiones sobre el poder eclesiástico en el país y el carácter de la monarquía; el príncipe argumentaba a favor de limitar a la monarquía y de aumentar el papel de los nobles en la dirección del estado, mientas que el zar declaraba el poder absoluto como única opción. Aparte, los mensajes de Iván el Terrible estaban llenos de drásticas acusaciones, maldiciones y groserías muy fuertes contra el traidor como por ejemplo: “perro” y “consejos que hieden más que excrementos” fueron de las más suaves entre ellas.

Otra obra maestra del siglo fue Domostrói o Estructura del Hogar - literalmente – una selección de regulaciones, instrucciones y consejos acerca de cómo debe ser organizada la casa y la vida dentro de una familia: incluía recetas, prescripciones de cómo hace falta vestirse en diferentes ocasiones, de cómo y cuándo rezar y muchos otros detalles. A pesar de estar escrita en eslavo antiguo y no en ruso antiguo, contenía muchos proverbios y refranes. Reflejaba la ideología patriarcal de entonces, entre las frases más famosas del libro está: “una esposa buena, trabajadora y silenciosa es una corona para su marido”, “no lamentes golpear a un joven: si le castigas con una varilla, no morirá sino que se hará más sano”.

En el siglo XVI empezaron también los primeros ´experimentos´ con el género tradicional de vidas de santos. Así se presuponían las descripciones de la vida y hechos de un santo, escritas tras canonizarse su figura, y se caracterizaban por unas normas muy estrictas. Mientras tanto, después de 1547 apareció El relato de Piotr y Fevronia de Múrom. La peculiaridad de la obra es que estaba basada en leyendas orales y cuentos folclóricos y reflejaba motivos mitológicos: una lucha contra una serpiente y una muchacha que resolvía enigmas.

Siglo XVII

El siglo XVII siguió modificando el género hagiográfico de la literatura eclesiástica. Apareció el primer experimento laico de estilo. El innovador texto, Vida del protopope Avvakum, escrito por él mismo, compuesto entre 1672 y 1673, fue una pura autobiografía. El autor, el protopope Avvakum, fue un sacerdote que se opuso a la reforma eclesiástica que quería acercar la liturgia de la Iglesia ortodoxa rusa a la de la Iglesia ortodoxa griega y encabezó las masas de los creyentes ordinarios, que no querían traicionar la fe y las tradiciones de sus padres. Los así llamados viejos creyentes perdieron y Avvakum resultó perseguido, torturado y desterrado. En el exilio pasó quince años. Murió en la hoguera acusado de “injurias al zar”. La Vida fue escrita precisamente durante este período. En el texto, Avvakum abarca tanto debates religiosos e ideológicos, como recuerdos personales, aventuras y pecados más íntimos. Las innovaciones penetraron en el estilo propio de las descripciones también: el lenguaje de la obra es una mezcla de elementos solemnes y habla popular.

Período petersburgués (siglo XVIII)

Cuando el aislamiento cultural de Rusia llegó a su fin durante el reinado del zar Pedro I, que en 1713 traslada la capital de Moscú a San Petersburgo, ciudad que siempre había estado más abierta a la cultura europea, los escritores rusos se enfrentaron al problema de adaptar los temas, formas y convenciones de influencia occidental, como el Neoclasicismo francés, al ámbito ruso. La poesía de tipo silábico que se utilizaba por entonces en Francia fue imitada, ciegamente al comienzo, por los rusos, pero poco a poco empezaron a comprender que su lengua no estaba hecha para esa versificación. Dos escritores de finales del siglo XVIII, que todavía mantienen su popularidad entre los lectores rusos, son un ejemplo claro de la creciente independencia de la literatura rusa respecto a los modelos foráneos.

La modernización de Rusia, comenzada en el siglo XVII se asocia comúnmente a Pedro el Grande y Catherine la Grande, que afectaron a la literatura rusa también. Este período fue caracterizado por reforma del alfabeto ruso y de emplear la lengua popular para los propósitos literarios generales, así como, la influencia por valores de Europa occidental. La literatura rusa moderna comenzó a emerger mientras que los escritores comenzaron cada vez más a desarrollar su propio estilo poco convencional. Por el siglo XVIII escrito el ruso finalmente entró en el uso amplio, substituyendo la vieja iglesia eslava.

Los amos reconocidos de este período eran autores como Antiochus Kantemir, Vasily Trediakovsky, y poeta Gavrila Derzhavin de Mikhail Lomonosov (figura importante de la vida intelectual rusa en el siglo XVIII), dramaturgos Alexander Sumarokov y Denis Fonvizin, y escritores Alexander Radishchev de la prosa (el autor de los trabajos del non-fiction del período era Iz Peterburga v Moskvu de Puteshestvie;) y Nikolay Karamzin; este último se acredita a menudo con la creación de la lengua literaria rusa moderna.

Clasicismo

Durante el siglo XVIII en la literatura rusa reinó el clasicismo. La corriente presuponía que una obra literaria debía componerse en conformidad con unas reglas muy estrictas, reflejando así la estructura armónica del universo. El objeto siempre fue algo eterno y ´elevado´, mientras que el propósito fue destacar algunos rasgos tipológicos, dejando aparte todo lo insignificante, es decir, lo individual. Los personajes carecen de dinámica, es decir, no cambian ni sus posturas, ni menos sus caracteres durante la acción y se dividen muy explícitamente en negativos y positivos, los últimos suelen transmitir al público el punto de vista del autor.

Los tres principios básicos de una obra clásica son:

  • la unidad de acción: la línea del argumento debe ser única, las demás se minimizan;
  • la unidad de lugar: la acción no se traslada en el espacio;
  • la unidad del tiempo: la acción de la obra no debe durar más de veinticuatro horas.

El clasicismo estipula una jerarquía muy estricta de géneros que se dividen en ´elevados´ (como oda, tragedia o epopeya) o ´inferiores´ (como comedias, sátiras o fábulas): cada género tiene sus propias características y no se pueden mezclar elementos de diferentes estilos.

En Rusia, el clasicismo se desarrolló bajo la fuerte influencia de la Ilustración y sus ideas de igualdad y justicia, con lo cual, los autores se centran en dar sus propias valoraciones de la realidad histórica. Desde este punto de vista, la obra más representativa de los géneros ´inferiores´ es la comedia de Denís Fonvizin - El Menor - (1782) que a través de sus personajes grotescos y caricaturescos revela todos los vicios de la sociedad aristocrática provincial de la época - falta de educación básica, violencias domésticas y tiranía. El protagonista, un adolescente de familia noble, a pesar de su edad ya bastante madura ni siquiera sabe contar. Sus maestros de casa tampoco saben lo que supuestamente tienen que enseñar. Su madre no vacila en golpear tanto a sus siervos, como a su marido.

En los géneros ´elevados´ el pionero resultó ser Mijaíl Lomonósov, con sus odas. Era astrónomo, químico y físico ruso, además formuló las leyes del clasicismo (originado en Francia) para la literatura rusa y sistematizó elementos de diferentes estilos funcionales, del estilo hablado, del estilo comercial y jurídico y del estilo alto libresco.

Sentimentalismo

A finales del siglo XVIII e inicios del siglo XIX la literatura rusa adopta las ideas del sentimentalismo, corriente que apareció en Europa en 1720 a raíz del llamamiento de Jean-Jacques Rousseau a aproximarse a la naturaleza. El sentimentalismo ruso se caracteriza por una aproximación muy subjetiva a la realidad, al culto a las emociones, a la naturaleza y a la pureza innata. Se afirma la riqueza espiritual y la falta de vicios en los representantes de los estados llanos.

La obra más famosa del género es Pobre Lisa (1792) de Nikolái Karamzín. Lisa, una campesina pobre, se encuentra con un joven noble. Se enamoran. El aristócrata dice que debe participar en una campaña militar y por eso la abandona. La joven, enamorada, se atreve a acostarse con su querido. Al cabo de unos días él se va. Pasados unos meses, Lisa, de repente, ve a su enamorado en la calle en un carruaje de lujo y recibe la noticia de que va a casarse con una mujer rica: había perdido su fortuna jugando a las cartas. Lisa se suicida.

Edad de Oro. Siglo XIX

El siglo XIX, probablemente el período más fructuoso de la historia de la literatura rusa, designada a menudo Era de oro de la literatura rusa. Este período concedió genios tales como: Aleksander Pushkin, Mijaíl Yúrievich Lérmontov, Nicolai Gogol, Iván Turguéniev, León Tolstói y Antón Chejov.

Romanticismo

Durante este siglo la corriente sentimentalista en la literatura rusa desemboca en el romanticismo. El romanticismo afirma el culto a la naturaleza, a los elementos y a la armonía entre el ser humano y la naturaleza. Aparece el personaje de un ´noble salvaje', ´armado´ con una sabiduría natural y no viciado por la civilización. Se acentúa el interés hacia los motivos mitológicos y los personajes legendarios y se canta a la libertad y al individualismo. La poesía adquiere un nuevo valor, empieza a considerarse un modo de expresar las aspiraciones ideales, las más espirituales de un ser humano.

En Rusia, el romanticismo se asocia, en primer lugar, con las poesías de Vasili Zhukovski de la primera década del siglo XIX. Sus baladas se basaban en traducciones o adaptaciones de obras europeas a la realidad rusa.

El poeta romántico más destacado del país fue Mijaíl Lérmontov (1814 - 1841), a veces llamado “el Lord Byron ruso”. Se consideró la figura más importante de la poesía rusa desde la muerte en duelo de Alexandr Pushkin en 1837, hasta la suya propia, cuatro años más tarde, también en un duelo. En sus poesías la figura central es ´una persona superflua´; el termino denomina a alguien que, a pesar de tener un talento o capacidades destacadas, no puede desarrollarlo y tiene un destino trágico.

El romanticismo ruso llegó a su culminación en 1840 en las obr!s de otro poeta, Fiódor Tiútchev, en cuyos versos medita sobre el universo, el destino humano y la naturaleza.

Realismo crítico

En 1830 y, principalmente en 1840, en la literatura rusa se desarrolla el realismo crítico, corriente que repre3enta caracteres humanos en sus vínculos con las circunstancias sociales y se centra en analizar el mundo interior del individuo. Aparece la figura de una ´persona pequeña´, es decir, ordinaria e insignificante; se trata de un tipo de personaje de una posición social bastante baja, sin ninguna capacidad destacada ni fuerza de voluntad, que no hace nada malo a nadie, con sus historias dramáticas, pero muy cotidianas. Su objetivo principal es presentar ´la verdad´ de la vida.

Por diferentes que sean, entre los escritores realistas se encuentran Dostoevski y Tolstói, Gógol, Nekrásov y Saltykov – Schedrí..

Mezcla de corrientes

El primero en presentar a una ´persona pequeña´ al lector fue el gran poeta y escritor, creador de la lengua literaria rusa, Alexandr Pushkin. Un romántico en muchos de sus versos; en su serie de obras en prosa Los Relato3 de Belkin (1830), se convierte en realista y describe tragedias cotidianas de personas corrientes. Además, cada uno de los cinco relatos, a pesar de introducir un nuevo tipo de personaje que transgredía todos los existentes cánones de literatura de aquel entonces, en todo lo demás correspondía a un género tradicional de la época: algunos al sentimentalismo, mientras que otros al romanticismo.

El notable experimento anterior de mezcla de géneros lo emprendió una década antes de Pushkin Alexandr Griboyédov, con su comedia La desgracia de ser inteligente, finalizada en 1824. La obra literaria de un destacado diplomático ruso combina elementos de clasicismo (unidad de acción: veinticuatro horas), romanticismo (un fracaso total de un personaje de talentos fenomenales, pero no realizados) y realismo a la vez. La comedia, cuyas frases hoy en día son refranes y proverbios, es una atrevida sátira contra la alta sociedad moscovita, donde reinan la falsedad, la hipocresía y el favoritismo.

Realismo sociológico

Finales del siglo XIX es la época de Antón Chéjov, en la literatura rusa. Varios críticos denominan este periodo como ´realismo sociológico´, ya que los temas principales del escritor y dramaturgo son problemas y cambios en la sociedad y el destino de un individuo en ella. Fue pionero en emplear el método del ´fluir de la conciencia´ (un monólogo interno del personaje que reproduce sus impresiones, asociaciones y pensamientos inmediatos en el momento de hablar), posteriormente adoptado por modernistas y, en primer lugar, por James Joyce.

Autores y obras

El siglo comenzó con la subida del romanticismo, que era el más vivo de poesía. Zhukovsky era quizás el primer gran poeta del siglo XIX, pero era su protegido Aleksandr Pushkin, que es lo más de identificado con la subida del romanticismo ruso y de la poesía rusa en general. El primer triunfo de Pushkin era el poema Ruslán y Liudmila. (1820).

Fue seguido por un número de poemas románticos imbuidos con las impresiones del sur de Rusia, cuando finalmente Pushkin creó su genio Eugene Onegin (acabado en 1830). Este trabajo espléndido es su única novela en verso presenta una narración sobre la vida rusa contemporánea. Las imágenes de los caracteres principales, Eugene y Tatiana, y la historia de su amor arruinado han tenido un gran impacto en toda la última literatura rusa. En ella él representa la vida de la burguesía alta rusa de su tiempo e introduce a Onegin como el 'hombre superfluo'. Este es el tema de muchos trabajos rusos del siglo XIX. Uno de éstos, Un héroe de nuestro tiempo , era la primera novela psicologica rusa. Fue escrita por Mikhail Lermontov, quien también escribió El Demon y El Novice.

Pushkin creó varios trabajos poéticos grandes, entre ellos el poema inimitable El bronce Horseman (1833), una gama entera de escrituras prosaicas y varios centenares de versos notables para su simplicidad fina clásica de la forma y de la sensación lírica profunda.

Una nueva generación entera de poetas incluyendo a Mikhail Lermontov, Evgeny Baratynsky, Konstantin Batyushkov, Nikolay Nekrasov, Aleksey Konstantinovich Tolstoy, Fyodor Tyutchev, y el Fet de Afanasy siguió los pasos de Pushkin.

Especialmente la persona notable es autor de la fábula, el poeta Ivan Andreyevich Krylov, cuyas fábulas ingeniosas ganaron renombre amplio como lecciones de la sabiduría y modelos de la maestría de la lengua. El nombre de Fedor Tyutchev se debe mencionar como el de un moderno poeta antes de su tiempo, anticipador de la escuela rusa del simbolismo.

Después de la muerte de Pushkin en 1837 la época dorada de la poesía rusa dibujó a un extremo. La dirección en letras bajó gradualmente a los escritores de la prosa, con un acercamiento más realista a la vida. Nikolai Vasilievich Gogol es el desconcierto y lo más frecuentemente la figura malinterpretada entre los períodos románticos y realistas de literatura rusa. Su prosa progresó de los cuentos románticos y del folklore de su Ucrania nativa (Tardes en una granja cerca de Dikanka) a la búsqueda, realismo agresivo, sarcástico de Souls muerto.

Antes del siglo XIX, el drama recibió la atención muy pequeña de los escritores rusos. Continuó hasta dos pilares de drama ruso Aleksandr Griboedov (Gore Ot Uma de Gore 1833; Las aflicciones de Wit) y Aleksandr Ostrovsky ( Groza 1860; Los Thunderstorm) caminado en el proyector.

Pero antes de fin de siglo, varios juegos intemporales fueron escritos por Antón Chekhov, por ejemplo Chaika (1896; El Seagull).

La época dorada de la prosa rusa alcanzó su clímax en los trabajos de los dos representantes más grandes de la ficción rusa. Eran Fedor Dostoevski y León Tolstói. Las novelas de Fedor Dostoyevsky examinaron ediciones políticas y sociales así como filosófico y moral problemas de la sociedad rusa. Su Crimen y castigo (1866) se considera una de las mejores novelas de toda la hora.

León Tolstoi, como su contemporáneo Dostoyevsky, no era apenas un novelista brillante pero un pensador político y un filósofo también. Su novela Voina i Mir ([1865]]-1869; La Guerra y la Paz) es una familia y una novela histórica en una y representa uno de los trabajos literarios más grandes de la historia de la literatura del mundo.

Las novelas de Tolstoi se cuentan entre el más grande del mundo. Otra de sus novelas más conocida es Ana Karenina , un trabajo extenso del análisis psicologico y observación social.

Hubo otras figuras importantes en este período. Entre ellas era el poeta Nikolai Nekrasov, [ikolai Leskov, novelista y escritor de la corto-historia.

Después de la gran edad de la prosa hubo un resurgimiento de la poesía. Esta fue llamada la Edad de plata. Comenzó en el final del siglo XIX con la aparición en Rusia de la escuela del simbolismo. Las culturas de Europa occidental inspiraron a una nueva casta de poetas rusos, mientras que la cultura rusa ganaba en renombre en Europa.

Véase también

Fuentes