Lombrices intestinales

Lombrices intestinales
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Clasificación Científica
Reino:Animalia
Hábitat:Organismo humano

Lombrices intestinales. Son gusanos intestinales en forma redonda que pueden medir desde unos pocos milímetros hasta 1 metro de longitud. Los más habituales son los oxiuros (Enterobius vermicularis), unos gusanos de color blanco de hasta 1 cm de longitud. Pueden infectar a cualquier persona del planeta, aunque afectan principalmente a los niños.

Los oxiuros son gusanos que habitan en el intestino. Las hembras depositan sus huevos en el ano, especialmente por la noche. Los movimientos de los gusanos en los márgenes del ano son la causa de que los infectados sientan un picazón intenso que les lleva muchas veces a rascarse lo que puede ocasionar, además de posteriores contaminaciones, una erosión adicional en la zona responsable de algunas infecciones.

Factores de riesgo

Vivir en barrios congestionados y muy poblados. La mala higiene. El hacinamiento. Los climas cálidos. Residir en instituciones cerradas o en familias con infecciones por este parásito. Esta infección es prácticamente inocua, es decir, no causa daños importantes y de hecho, causa más problemas sociales que médicos en los niños que la padecen y en sus familias.

Causas la infección

Los seres humanos se infectan por la ingestión de los huevos embrionados del parásito que se suelen encontrar en las uñas de los dedos de las manos o en la ropa de las personas que han adquirido la infección.

Los huevos se abren en el estómago y las larvas se dirigen al ciego, una porción del intestino grueso, donde maduran transformándose en gusanos o lombrices adultas.

Las lombrices son blancas y pequeñas, de aproximadamente un centímetro de longitud.

Las hembras preñadas por la noche van a los márgenes del ano donde depositan sus huevos, lo que lo irrita y provoca picor. La autoinfección se produce por el rascado del ano y el transporte de los huevos infecciosos con las manos o debajo de las uñas hasta la boca, con lo que vuelve a repetirse el proceso.

Manifestación la infección

La mayoría de las infecciones no producen ningún tipo de síntoma. Cuando lo hacen, el síntoma predominante es el prurito o picor del ano, que es más intenso o empeora por la noche, por lo que puede provocar insomnio de la persona que presenta la infección. Con menor frecuencia se puede manifestar mediante una de las siguientes formas:

  • Picor en el periné, o zona comprendida entre los genitales y el ano.
  • Infección de la vagina en las niñas o en las mujeres.
  • Dolor del abdomen.
  • Orinarse en la cama por la noche.

Diagnostico

El médico puede sospechar que el paciente padece la enfermedad por los síntomas que el paciente le indica, pero el diagnóstico definitivo se establece cuando se encuentran los huevos de los parásitos o las lombrices.

Los huevos pueden obtenerse fácilmente mediante una prueba llamada “la prueba del celo” que consiste en la colocación de una cinta de celofán transparente en la piel de alrededor del ano a primera hora de la mañana que después se fija sobre un portaobjetos y se examina al microscopio en el laboratorio.

A menudo se requieren exámenes repetidos con toma de los huevos en al menos tres días diferentes para confirmar el diagnóstico. Puede ser aconsejable el examen de todos los miembros de la familia.

Otras pruebas menos usadas son iluminar durante la noche con una linterna la región del ano para buscar los huevos o las lombrices o, incluso, examinar los restos de las heces tras una exploración física con un tacto rectal.

Tratamiento

Es fundamental adoptar una serie de medidas generales como tratamiento inicial de esta infección: La ropa de la cama y la ropa interior de las personas infectadas deben ser lavadas con agua caliente. Es fundamental un buen lavado de manos, ya que puede ayudar a prevenir la transmisión de los parásitos y sus huevos, así como una buena higiene corporal con ducha, limpieza de uñas, etc. Lavar el ano y los genitales por lo menos una vez al día, preferentemente bajo la ducha. No rascar el ano ni colocar los dedos cerca de la nariz o la boca.

Junto a estas medidas generales, el tratamiento médico se realiza a base de un medicamento antiparasitario específico de todos los individuos infectados y sintomáticos y de toda su familia, por el alto poder de contagio que tienen estos parásitos.

En ocasiones (por ejemplo, en los niños que duerman en instituciones de cualquier tipo) puede ser necesario repetir el tratamiento médico cada 3 ó 4 meses para asegurar la erradicación de los gérmenes.

Fuentes