Lucretia Mott

Lucretia Mott
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NombreLucretia Coffin Mott
Nacimiento3 de enero de 1793
Nantucket, Massacettshus, Bandera de los Estados Unidos de América Estados Unidos
Fallecimiento11 de noviembre de 1880
Municipio de Cheltenham, Pensilvania, Bandera de los Estados Unidos de América Estados Unidos
Causa de la muerteneumonía
CónyugeJames Mott

Lucretia Mott. Fue delegada en la Convención Mundial Antiesclavista, que tuvo lugar en Londres, conjuntamente con su esposo. Ayudó a creare la Sociedad Americana en contra de la Esclavitud y organizó la rama femenina.

Síntesis biográfica

Nació en el seno de una familia cuáquera, siendo la segunda de siete hermanos. Sus padres eran Thomas Coffin y Anna Folger, su padre era capitán de un ballenero y su madre dirigía la explotación agrícola familiar.

El pensamiento cuáquero va a ser determinante en la formación de sus ideas, especialmente la igualdad ante Dios que predica dicho movimiento religioso. A los trece años, ingresó en la "Nine Partners Quaker Boarding School", un colegio cuáquero donde recibió educación y donde más tarde ejerció como profesora.

El 10 de abril de 1812, contrajo matrimonio con James Mott, otro profesor de su escuela, con quien tuvo seis hijos, muriendo el primero a los cinco años. En 1821 el matrimonio se trasladó a Filadelfia y ella fue nombrada predicadora del grupo cuáquero local. El contexto de lucha por la abolición del esclavismo en Estados Unidos y la marginación de la mujer en todos los aspectos de la vida pública y profesional, marcó su pensamiento, todo esto, enmarcado en la comunidad cuáquera.

Sufría de dispepsia, cosa que no le impidió llevar a cabo su labor como activista. Debido al activismo por la abolición de la esclavitud del matrimonio Mott, su casa se convirtió en el centro del movimiento anti esclavista de Filadelfia y en una etapa del "Ferrocarril subterráneo", una ruta de escape de los esclavos huidos.

En la historia

Entre 1837 y 1839, Lucretia Mott participó activamente en las tres convenciones antiesclavistas de mujeres americanas y tres años después viajó a Londres para asistir al Congreso Mundial Abolicionista. Solamente seis mujeres se presentaron para formar parte del debate pero fueron vetadas. Como medida de consolación, se les permitió asistir como oyentes y se les asignó un lugar al fondo de la gran sala donde se iba a debatir sobre la esclavitud. A pesar de que algunos hombres se unieron a las mujeres para denunciar la injusta decisión, el congreso se desarrolló relegando a las seis asistentes.

De vuelta a los Estados Unidos, lejos de rendirse, Lucretia Mott continuó con su lucha contra la esclavitud haciendo boicot a los productos de las plantaciones a las que acudía para enfrentarse cara a cara con los terratenientes que poseían esclavos. Sus discursos, llenos de intensidad, atrapaban la atención de una sociedad que iba a ver sacudida su conciencia con la denuncia constante de hombres y mujeres que, como Lucretia, no tenían miedo de enfrentarse a los hombres poderosos y al orden establecido.

En la convención de Londres, Lucretia conoció a Elizabeth Cady Stanton, otra mujer de espíritu luchador con la que congenió desde el primer momento y a la que se unió en otra de las luchas sociales necesarias para construir un mundo más igual, la igualdad entre hombres y mujeres. Lucretia se unió a Elizabeth y muchas otras mujeres que en 1848 participaron en la primera convención feminista de los Estados Unidos en Seneca Falls.

Desde entonces, Lucretia Mott continuó luchando contra la esclavitud y la desigualdad entre hombres y mujeres. Nada ni nadie iban a frenar a esta mujer incansable cuya salud pretendía imposibilitar una voluntad de hierro. En 1850 publicó Discourse on Woman, un texto en el que plasmó las injusticias a las que se tenían que enfrentar diariamente las mujeres.

Activismo

Lucretia Mott ha pasado a la historia como una abolicionista, una defensora de los derechos de la mujer y de las libertades civiles. Siendo su faceta de defensora de la mujer la más notable. Sin embargo, el abolicionismo va a ser su puerta de entrada al mundo del activismo.

La toma de conciencia de la situación de la mujer va a llegar cuando descubre que en su escuela, los profesores cobran mucho más que las profesoras por hacer el mismo trabajo, esta conciencia del problema se acentúa a medida que se encuentra con rechazo por parte de sus mismos compañeros del movimiento abolicionista, es criticada por hablar en público, asumir roles de mando y en general, por participar en la vida pública.

Abolicionismo

Como ministra cuáquera, empieza a incluir en sus sermones alegatos en contra de la esclavitud y por la reforma moral de la sociedad. En 1830 Mott ya contaba con cierto reconocimiento como abolicionista.

El abolicionismo va a ser determinante a la hora de conformar su pensamiento, llevando a cabo una intensa labor, junto con su marido, dentro de este movimiento. Según el pensamiento cuáquero, la esclavitud es una institución proscrita por Dios y en consecuencia, Mott se niega a utilizar bienes provenientes de explotaciones esclavistas, como por ejemplo, azúcar de caña.

En 1833 funda junto a su marido la "Pennsylvania Anti-Slavery Society", pero se encuentra con la oposición de sus compañeros (hombres), en diciembre de ese año, Mott acude junto con su marido a la sociedad anti esclavista de Nueva Inglaterra, invitados por William Lloyd Garrison, Lucretia va a tener un papel importante en las conversaciones, más que su marido, que acudía como delegado a la convención.

La participación política de las mujeres estaba completamente en contra de las normas sociales de la época, por ejemplo, muchos hombres eran reacios a permitir que las mujeres hablasen en la iglesia o a que se formasen grupos mixtos. En este contexto, Mott funda la "Philadelphia Female Anti-Slavery Society", una sociedad abolicionista para mujeres. En 1837, en la convención anti esclavista de mujeres americanas, Mott tiene un papel muy importante; en esta misma convención, Angelina Grimké va a dar un discurso que, por sus características, va a resultar chocante para los hombres, por utilizar unas actitudes y un lenguaje vedados a la mujer en aquellos momentos. Como consecuencia, Mott va a ser objeto de desprecio, llegando sus rivales a lanzar desperdicios a la puerta de su domicilio.

A pesar de ser una conocida líder abolicionista y de ser una de las seis delegadas (mujeres) que acudieron al congreso, se rechaza formalmente su participación en el Congreso Mundial Abolicionista que se celebró en Londres en 1840, por el mero hecho de ser mujer. Los hombres votaron para vetar la participación femenina y para segregarlas del resto de asistentes, algunos hombres protestaron por la exclusión de las mujeres, entre ellos William Lloyd Garrison y Wendell Phillips, tres hombres se sentaron junto a las mujeres en señal de protesta por la marginación a la que se sometía a las delegadas. Tras agrias discusiones, se buscó una solución intermedia, proporcionando una silla más alta a Mott para que, desde el puesto que habían dejado a las mujeres, pudiese seguir las intervenciones y al final, a modo de reparación, Mott es una de las pocas mujeres que aparecen en la pintura conmemorativa del congreso y dejó una fuerte impresión en los asistentes, algunos de los cuales le dieron grandes muestras de apoyo.

De vuelta a Estados Unidos, Mott comienza una serie de viajes a Nueva York, Boston y diferentes estados esclavistas, se encontraba cara a cara con los dueños de esclavos para discutir la moralidad de la esclavitud con ellos. En Columbia, se las arregló para que su discurso coincidiese con el paso de los congresistas americanos, de modo que acabó teniendo entre la audiencia de su discurso a 40 congresistas.

Se entrevistó con el presidente John Tyler que, impresionado con su discurso, le ofreció enfrentarse en un debate con su rival pro esclavista John C. Calhoun.

Muerte

El 11 de noviembre de 1880, a la edad de 87 años, murió en su casa de Cheltenham (Pennsylvania) víctima de una neumonía. Fue enterrada en el cementerio cuáquero Fairhill, en el norte de Filadelfia.

Fuentes

  • Declaración de Seneca Falls(1848) [1]. Consultado: 22 de noviembre de 2018
  • Las otras feministas: La mujer cuáquera Lucrecia Mott, Susan B. Anthony y Elizabeth Fry [2]. Consultado: 22 de noviembre de 2018